Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

II - Amistad y Reencuentro

Lea agradecería mucho que votarán y comentaran los capítulos.

C a p i t u l o - 0 2

La chica casi mágica parecía saber lo que yo le decía, ella sabía, sabía perfectamente lo que eran los celestiales y no lo negaba.

—Yo... no sé muy bien, solo sé que me dijeron que no le enseñara mi poder a nadie.

La chica Celestial.

Era de el clan de los celestiales, esa era una civilización antigua que podía controlar la luz desde su persona.

¿Pero ellos no se habían extinguido?

—¿Los celestiales no se habían extinguido?

—¿¡Que...!? No —casi gritó exaltada la Sacha.

Pero los altos mandos habían dicho que todos los celestiales habían muerto, que algo los había extinguido. Habían dicho tantas cosas sobre ellos y los otros clanes, incluso crearon los muros de Artem por "eso" que había extinguido a los celestiales. ¿Todo era mentira?

—Los celestiales vivimos en una civilización. Al oeste de aquí.

—Ok. Creo que es mucha información que procesar —dijo Calem. Me había olvidado de él. Estaba parado a un metro de distancia.

Yo por mi curiosidad en cambio me acerqué y cuando iba a tocar la bola de electricidad me hizo una descarga que me acalambro el brazo y ante eso solté un "Auch". A los cincuenta segundos pusieron la luz y la hermosa bola de electricidad que estaba produciendo Sacha se apagó.

—¡Oh, al fin! —exclamó Kem como si hubiera ocurrido lo más grandioso en el mundo. Se dirigió a una de las puertas que había en la pequeña sala. La abrió y dijo:

—Ustedes pueden quedarse aquí en esta habitación. Hay dos camas.

Me asomé y ví a una habitación pequeña con un armario, una mesita para estudiar, y dos mesitas de noche. Una al costado de cada cama, La habitación era pequeña pero bonita y acogedora.
Nos acomodamos en la casa de Calem. Cada quien tenía su espacio personal y eso era bueno. No me gustaba que las pocas cosas que tenía fueran tocadas por alguna persona que no fuera yo.

Ya habíamos pasado dos semanas en la casa de Calem y prácticamente ya teníamos confianza. Ya no lo llamaba Calem sino Kem. Como le decían sus amigos. Aunque hace poquito nos confesó que no tenía amigos, que le gustaba ese apodo y que lo llamaran así.

Al principio era un poco monótono ya que no nos conocíamos bien pero al pasar de las horas fuimos creando confianza y eso ayudó bastante. Sacha fue la primera que creó la confianza con Kem, aunque parezca tímida al principio cuando la conoces créeme que quisieras que todo fuera como la primera vez que la viste.

Estamos exactamente ahora mismo hablando de eso, que ella al principio parecía bueno... creo que una persona poco sociable.

—Hablo en serio, al principio yo pensé que eras muda o algo así —y bueno, yo descubrí que a Kem le salían los disparates solos por la boca.

—¿Cómo pudiste pensar que era muda si dijo para ir a mi casa? —pregunté girando los ojos.

Sacha estaba sentada con los pies cruzados en el sofá peinado su cabello blanco que por cierto era bastante largo, le daba a mediados de muslos.

—Me duele la cabeza... ¿pueden hacer silencio? —dije pero por la cara que puso sé que le molestó un poco, pero se las tiene que aguantar ya que fue él el que me invitó a vivir en su casa.

—¡Arg! —soltó gruñido y me miró con cara retadora — animal.

¿Me ha dicho animal? ¿Quién se cree que es este loco?

—Rata —ataqué.

—Cacatúa.

—Matojo de bosque —contraataqué.

—Nadie te va a querer por pelicorta... Burra.

Mi pelo era corto, me daba por los hombros pero a mí me gustaba y eso era lo que contaba.

—Y a ti nadie te va a tomar por una persona cuando eres un matojo humano, idiota.

Justo en ese momento en mi mente apareció un contador de puntos, como esos que ponen en los partidos de football:

Kem - 00, Kaia - 01

—No soy un matojo.

—Oh, sí que lo eres.

—Reto de preguntas —dijo de repente y yo asentí. Así de raras y sin sentido eran todas nuestras conversaciones.

Esto se va a poner bueno, una sonrisa maliciosa apareció en mi cara y Kem tragó en seco.

—Color favorito.

—Negro —respondí y le miré demandante. Él entendió.

—Verde.

Lo debí imaginar, sus ojos verdes, su cabello también.

—¿Te llevas bien con tu ex?

El chico se rascó la cabeza y bajó la mirada. Eso respondió a mi pregunta.

—¿Cuál es tu signo de el zodíaco? —preguntó el chico matojo.

—Sagitario —dije y procedí con mi pregunta —¿Tienes alguna cicatriz, cómo te la hiciste?

—Ya son dos preguntas ahí.

—No son dos.

—Sí son dos.

—No lo son. Estaba separado por una coma. Es decir que es una sola oración. Una pregunta.

—Sí. Son dos Rina —el chico rodó los ojos, su cara se veía graciosa incluso cuando me llamaba Rina... Eh... ¿Rina?

—¿Rina?

—Sip, de Regina, Rina es más corto, como tu pelo.

Cierto, todavía no le había dicho mi verdadero nombre a ninguno de los dos.

—¡Arg! eres tan insoportable so' sub-anormal.

—Tu lo eres más so' anormal al cuadrado —dijo, robando  mis palabras.

Se paró de el sofá obviamente molesto y se dirigió al cuarto donde dormía, es decir, su cuarto. A veces parecía un niño caprichoso.

Sacha estaba sentada a su lado con una cara de "Oh dios, ahora sí se armó", ella sabe que Kem y yo nos odiamos, pero nos caemos bien.

«Que contradictorio»

—Debo admitir que lo sacas de sus casillas —dijo Sacha haciéndose una trenza.

—Lo sé —respondí.

La ví un poco indecisa y sabía por donde venía.

—¿En serio no piensas volver con tu hermana? —ese era un tema delicado que no me gustaba hablar.

—Ella no es mi hermana. Además, se las arreglará sola sin mí —hice énfasis en las dos últimas palabras y ahora que lo pienso debo de buscar unas cosas en su casa mientras ella no está.

—Me dijiste que era como tu hermana.

—Pero no lo es.

—¿Sabes...? Eso que hemos hablado de que me llevarás a casa —dijo Sacha y era verdad, prometí que la llevaría a su hogar —la extraño.

—Pronto estarás allí —la chica puso una cara de tristeza.

Yo la entendía, lo que era estar lejos de casa sin tus padres, sin seres queridos que te protejan, yo sé lo que es estar sola desde tu nacimiento, yo lo viví y es cruel. Me levanté de el asiento y me dirijí a mi cuarto, debía preparar las cosas. Cambié el rumbo y fui a la habitación de Kem. Di dos toques y entré. Estaba en su cama acostada con un pijama azul de gatitos amarillos.

—¿Kem?

Estaba conteniendo una risa pero al final no pude. El chico al ver que estaba en la habitación puso cara de ratón aplastado y yo le solté una carcajada en la cara.

—¿En serio? ¿Un pijama de gatitos? Ya me extrañaba que no fueran gatitos verdes.

Estalle en carcajadas sonoras. Al parecer a Sacha le dió curiosidad saber lo que estaba pasando y entro al cuarto. Parecía desconcertada pero cuando vio de lo que me reía correspondió mis carcajadas. Kem estaba rojo de la furia.

—Gatitos.

Le señalé y volví a reír.

—¿Nunca han visto un pijama de gatitos? Ni que fuera algo de otro mundo.

Después de eso me cansé de reírme y me fui a mi habitación.

Una hora después...

—¿Sabes lo que es un gumiho?

Ok, debo admitir que lo que tiene Sacha de jodedora tiene más de intensa, lleva horas hablando o más bien, una hora, desde que entré a la habitación hasta donde estamos ahora, en la azotea de mi antiguo hogar, es un robot, una máquina hecha solo para hablar, una cotorra y creo que ya se me acabaron los términos para definirla, es que es tan... ¡Arg!.

—Me duele mucho la cabeza.

La chica entrecerró los ojos y dijo:

—Solo lo dices cuando te aburro.

Tal vez si le sigo la corriente se calle.

—Vale, Sacha ¿Qué es un gumiho? —pregunté casi rodando los ojos, pero no se veía por la oscuridad.

Ella soltó un "ah cierto" y empezó con su plática, yo no le prestaba nada de atención, era irritante, pero no podía dejar de escuchar su voz.

—Es un zorro de nueve colas, eso lo aprendí con uno de los libros antiguos, ese que escribió una tal Reich, la verdad es bonito. Trata sobre una chica albina que conoce a un demonio y éste le va a cumplir su mayor deseo, pero se enamora de ella y ella de él y al final piensan que van a ser felices para siempre...

Ya llevamos una hora esperando en una esquina de la azotea a que mi querida "hermanita" salga de la casa para recoger mis cosas.

Una alerta saltó en mi mente. ¡Ya salió!

Después de unos minutos miramos y ya había bajado, entramos y yo empecé a coger mis cosas. Me había ido sin nada y tenía que buscar mi ropa.

—¿En serio? Es irónico, estamos entrando en tu propia casa como ladrones.

—Cállate.

—Es que no lo comprendo... No entiendo, solo pídele las cosas y ya está.

—Oh, tienes razón, vamos a llamarla y decirle que estamos planeando robar las pertenencias de su supuesta hermana, la misma que se fue de la casa dejándola sola pero cambiamos de opinión y decidimos llamarla para que venga y me devuelva mis pertenencias —ironicé y rodé los ojos.

—Si lo dices así es mala idea.

Entré en la casa con Sacha detrás, la situación era casi cómica ya que ella pensaba que de cualquier rincón iba a salir una sombra a matarnos.

—¿Por qué los altos mandos nos ocultaron que los celestiales estaban en un clan?

Lo dije para mí pero se que Sacha lo escuchó y al parecer ella no tenía esa respuesta, porque se encogió de hombros.

En pocos minutos recogí mis cosas, bueno las pocas que me quedaban, ya que al parecer Jen había vendido la mayoría, y las metí en una mochila, no podía correr el riesgo de que Jen viniera y nos atrapara en el acto, estaba segura de que si lo hacía podría haberme demandado o algo así, se notaba que le caía mal. Todo lo había recogido y principalmente lo más importante, el collar que me regalaron a mis quince años. Ya nos íbamos, estábamos bajando la escaleras cuando me paré en seco al ver a la chica que hacía menos de tres años que no veía, a ella la podía considerar mi amiga.

—¿Dome?

—¿En serio eres tú?

«Ella era Domelik Montés. Una amistad antigua»

☆☆☆

Hola se que dije que iba a actualizar los sábados pero lo me aguanté,  la verdad es que tengo tantas ideas sobre este libro que voy a explotar de la emoción

Spoiler

En el próximo capítulo la protagonista (Kaia) soñara con los Darks, o como les llaman "hombres sombras"

Besos 😘

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro