Los mundos jardín son planetas con una atmósfera que comprende nitrógeno y oxígeno y que tiene una abundante agua en estado líquido, y los elementos necesarios para que formas de vida basadas en el carbono puedan existir. También existe abundante vida vegetal y animal, y a menudo, una raza inteligente vive allí. Si bien las condiciones necesarias para un mundo jardín son bastante específicas, incluida la ausencia de contaminantes atmosféricos o acuáticos dañinos a largo plazo, inestabilidad geológica, microbios que dañan los cultivos y similares, la escala de la galaxia es tal que hay muchos mundos jardín que quedan por ocupar, incluso después de milenios de exploración y colonización por especies espaciales. Sin embargo, las grandes distancias entre los sistemas estelares y los cúmulos estelares hacen que los mundos jardín al alcance práctico de los asentamientos actuales sean un recurso precioso. En consecuencia, estrictas normas rigen el asentamiento y la explotación de los mundos jardín. Las convenciones de Terra Nova prohíben el uso de armas de destrucción masiva en un mundo jardín que tendría consecuencias duraderas en la ecosfera planetaria. La asignación de derechos de colonización a los mundos jardín recién descubiertos en es una de las actividades de más alto perfil del Senado Imperial, y las empresas colonizadores presionan ampliamente para asegurar el territorio.

Los mundos cercanos al mundo jardín, aquellos con solo unas pocas desviaciones del mundo jardín 'ideal', pueden terraformarse en verdaderos mundos jardín, mediante el uso de procesamiento atmosférico, la introducción de plantas bioingeniería y vida bacteriana para alterar lentamente los ciclos de mantenimiento de la vida del ecosistema local, y métodos similares. Si bien estos procedimientos son largos y costosos, la posibilidad de convertir con éxito un mundo cercano al mundo jardín en un lugar rentable para el comercio o la colonización hace que valga la pena a largo plazo.