Aitana
Italia

—De verdad que la foto que me mostró tu padre de ti no te hace justicia, eres jodidamente hermosa—Edward mi prometido toma mi mano dejando un suave beso en ella mirándome con...¿Devoción? No sé y tampoco quiero averiguarlo pero lo que sí me gustaría averiguar es que esconden esos curiosos ojos azules que no se despegan de mi

—Samael carraspea y lo agradezco porque me salvó del momento incómodo que dejó edward tras su comentario que me halaga claro que sí pero simplemente no me gusta

—Bueno tortolitos es hora de hablar de negocios—Mi padre rompe el silencio y yo atraigo mi mano a donde va— Por favor familia déjennos solos.

—Lanza una mirada a donde están mi madre y mis hermanos. Poso mi mirada en cualquier lado. El pelinegro me tiene de los nervios con tanto mirarme.

— Le diré a mi asistente que se comunique contigo Di'marco, puedes retirarte—Samael no responde solo me dedica una última mirada acomoda la chaqueta de su traje y sale seguido de mi familia.

—Tomen asiento—Ordena mi padre

—No me siento cómoda sentándome al lado de ninguno de los dos hombres aquí presentes, así que me siento en el sofá individual que hay frente a ellos. Me abrazo a mi bata de seda sintiéndome insegura.

—Bueno Edward adelante—mi padre incentiva a mi supuesto prometido a hablar. El sale de la ensoñación que tenía mirándome.

—Quiero que te vayas a vivir conmigo—Suelta viéndome con una sonrisa que intenta parecer tierna pero es jodidamente intimidante

—No

—Yo comprendo que estemos comprometidos pero me gustaría gozar un poco de la libertad que en estos 21 años no he tenido. Me gustaría tener un pequeño apartamento en Santorini, ir a la universidad, tener amigos salir. Vivir eso quiero

—No?—Dice confundido, y mi padre el muy maldito solo se encoje de hombros cuando lo miro en busca de algo de ayuda. No planea intervenir.

—Edward es que te llamas no?—Asiente mirándome muy serio nada parecido a como me miraba hace unos minutos— Voy a ser sincera contigo.

—Trato de parecer serena nada intimidada, me reclino en el sofá soltando un respiro. Haciéndome importante antes de hablar.

—Me gustaría vivir sola—Mi padre ahora si hace el ademán de intervenir pero lo detengo levantando mi mano— Quiero asistir a la universidad, ser una adulta normal, porque no se crean ustedes que soy una maldita ama de casa o una jodida incubadora de bebés.

—Otra vez hacen el intento de interrumpirme pero no los dejo, de mi depende que esta unión se de porque la verdad a mi me da igual si me caso o no esto no me beneficia en nada.

—De mi depende que esta unión se de —Los miró con recelo—Y si de verdad quieren que esto funcione mínimo mantenganme contenta—Sentenció—Una palabra de esto a la prensa y sus empresas se van a la mierda y no me va a importar absolutamente nada porque no me benefician en nada

—Me miran incrédulos, Franco me mira con decepción y Edward con algo de curiosidad.

—Entonces o me escuchan o se quedan sin prometida—Miro mis uñas admirando mi perfecta manicura en color blanco

—Por mi no hay problema, nena y creo que por parte de Franco tampoco no?—Listo primera fase del plan completa—Tu pide que mientras esté en mis manos cumplirte todo será tuyo.

—Ahora si estamos hablando de negocios, cariño—Juro que puedo ver sus pupilas dilatándose ante el apodo—Quiero tan siquiera año y medio de libertad

—Veo a Edward meditar las cosas—Te doy dos años de libertad pero nos casamos en 2 meses—Tentadora la oferta pero creo que puedo regatear un poco más

—Dos años y medio de libertad y nos casamos en un mes—Asiente gustoso dándole un trago a su vaso de whisky

—Franco ya no es necesaria tu presencia déjanos solos por favor—Ordena sin despegar su mirada de mi. Y mi padre solo abandona el lugar rápidamente.

—Entonces nena, algo más que desees—Me hace una seña para que me acerque y no se porque pero me levanto del sofá, llegando hasta el. Palmea su regazo en señal de que lo use como mi nuevo asiento.

—Lo hago, porque? No lo sé muy bien. Edward no me gusta pero algo...algo tiene que me atrae—Me gustaría un lindo apartamento en santorini—Dije recostando mi costado en su pecho y mi cabeza en un hombro con timidez

—En Campania—Declara—Allá vive Samael así que no estarías tan sola, ya que viajo mucho él podría encargarse de enseñarte la ciudad, te parece?

—Uhmm. Así que el interesante pelinegro vive en campania. Asiento en su pecho. Siento su mano acariciar mi cabello, tal vez Edward no sea tan malo después de todo.

—Y sobre la universidad ¿Qué te gustaría estudiar?—Su pregunta me hace esbozar una pequeña sonrisa

—No estoy segura—evaluando mis opciones y mis planes lo mejor seria estudiar administración de empresas pero, no es lo que quiero me gustaría enlistarme en la milicia estadounidense pero dudo mucho que esté de acuerdo en que yo me dedique a defender un país que no es mío.

—Me gustaría enlistarme en la milicia—Su mano deja de acariciar mi cabello y lo sentí tensarse

—Dije que podía cumplirte cualquier capricho Aitana, pero ese en específico no creo que sea posible—aseveró

—¿Por qué?

—Primero y principal porque te enlistarias en la milicia teniendo la vida literalmente resuelta estando conmigo—Bueno en parte comprendo su pregunta yo me hago la misma cada día pero no se simplemente es algo que verdaderamente me llama la atención.

—Es algo que quiero cumplir uno de mis mayores sueños—Respiro ondo—Y se que nos acabamos de conocer pero si está en tus posibilidades ayudarme, sería un gesto muy bonito de tu parte.

—Pero tranquilo que si no es posible lo puedo entenderlo—Me levanto de su regazo sintiendo el frío apoderarse de mis huesos ya que solo traigo una bata.—Edward, nos pondremos en contacto en estos días para planificar la boda. Le diré a mi madre que se encargue de planificar una cena de compromiso y que les pase la invitación a tu familia y a ti. Fue un placer hacer negocios contigo, Cariño.

—Me volteo hacia él ya que estaba de espaldas por la posición en la que me levante de su regazo. Lo veo mirarme con culpa. Me agacho un poco. Acerco mis labios hasta su mejilla dejando un casto beso en ella que lo pone a respirar irregularmente.

—Hago el ademán de alejarme pero sus manos en mi cintura me detienen—Está bien nena, déjame hablar con algunos de mis contactos aunque no te prometo nada.

—Sonrío para mis adentros logrando mi cometido. Después de todo no es malo tener un don en la manipulación. Tal vez Edward solo es un humano más que lo único que necesita es amor y comprensión femenina. Y quién soy yo para negarsela sabiendo que esto me puede beneficiar

—lo veo recostar su cabeza de mi pecho aun aferrado a mi cintura. Llevo mis manos hasta su rubio cabello acariciándole las hebras.

—Gracias, cariño—Suelta una suave risa que se pierde en el silencio del lugar

—Bajo mis manos hasta mi cintura, posandolas sobre las de él. Tomó sus frías manos y las alejó de mi cintura. Haciéndolo alzar su mirada confundida en mi

—¿No te sientes cómoda?

—No, no es eso si no que creo que ya es hora de irme, cariño—Sonríe ante el apodo

—Podrías darme tu número de teléfono? Creo que me gustaría que todo lo del compromiso fuera entre los dos

—Ehhh, no tengo teléfono—Me da pena tan siquiera mirarlo porque que va a pensar de mí ¿Qué vivo en la prehistoria?

—No tienes teléfono?—Preguntó atónito

—Asiento tímidamente. Queriendo que me trague la tierra. Qué vergüenza

—No te preocupes uno de mis hombres de seguridad te hará llegar uno más tarde— no se cual es su manía de tomar mis manos y besarlas

—Bueno. En ese caso hablamos más tarde. Gracias por todo. Edward—Doy un paso ataque alejándome de su toque

—Te vas sola?—

—No. No me dejarían caminar sola ni dos pasos. Me voy con mi hombre de seguridad tranquilo

—¿Ni un beso de despedida?—Al momento de posar mi mirada en la suya le doy un repaso rápido notando un bulto en su pantalón. Pervertido

—No eres tan afortunado—Sonrió con sarcasmo y creo que ya se dio cuenta de lo que vio porque se levanta del sofá acomodándose el paquete.

—Adios—Digo no espero respuesta antes de abandonar el lugar encontrándome a Walter esperando por mí al otro lado de la puerta

—Avísame si tengo que desempolvar mi escopeta— Walter está muy serio diciendo eso tanto así que le creo

—Tranquilo grandulón—Bromeo—Por ahora todo va de acuerdo al plan, pero ya es hora de irnos porque aquí hasta las paredes tienen oídos

—Y también porque se que es cuestión de tiempo antes de que mi prometido salga del lugar

—Asiente dándome la razón—Te gustaría ir a cenar antes de llegar a la prisión—Emprende su caminata para salir del lugar. A lo cual me engancho de su brazo para seguirle el paso

—¿Comida china?

—Ni lo pienses señorita, Yo pago yo elijo—Se jacta el muy pasado

—Pero el restaurante no es tuyo

—Eso es algo que tu no sabes

—Llegamos hasta la entrada ya de noche, que son más de las siete de la noche. Como todo un caballero me abre la puerta de la camioneta

—Abroche mi cinturón de seguridad. Viéndolo también abrochar el suyo.

—Papa?

—Nos iremos un tiempo a Campania, y posiblemente me iré después de la boda.

—¿A dónde?

—Me voy a enlistar en la milicia.

—Silencio eso recibo de su parte. Creo que se molesto pero solo debería apoyar mis decisiones

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Yo entiendo que a algunos les molesta que no suba los capítulos seguidos. Pero también entiendanme no es justo que yo suba un capitulo y el capitulo tenga 100 vistas y nada más 14 votos. No es tan difícil darle a la estrellita valorar un poco que capitulo. Interactuar, porque yo me esfuerzo escribiendo capitulo por capítulo y no es justo que de las 100 personas que lean el capítulo nada más sean 14 las que votan y valoran mis esfuerzos. Así que si este capítulo lo ven 100 personas esas 100 deberán votar para que el próximo capítulo sea publicado. En sus manos queda que yo suba el próximo no voy a dar un plazo para que cumplan solo diré que después de que el cap cumpla su objetivo subiré el próximo.
Bye

Besos en el cachete
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Ig: unaescritora.c0m

CIAOOOO