Me quedé petrificada observando cómo goteaba la sangre por el suelo, nadie decía nada, no sabía cómo reaccionar, sentía cómo mi cuerpo había perdido fuerza y ​​mi visión se empezaba a nublar, quise correr, alejarme, pero me había quedado estática, observando y observando una y mil veces más, tratando de entender lo que estaba pasando; saqué mi cámara y traté de tomar una foto, pero mi mano no dejaba de temblar, sabía que estaba apunto de cometer un error ... había olvidado quitar el flash, comencé a sudar frío. Él había notado mi presencia.

No sabía dónde esconderme, estaba apunto de correr cuando Clark apareció.

-¡Diosss! ¡Casi me matas de un susto! Debemos de irnos, nos atraparán a ambos.
- ¿Qué es lo que estás diciendo? ¡No entiendo!
- ¡Mierda! ¡No hay tiempo para más explicaciones!
- ¡Vamos, cálmate!
- Clark, él acaba de matar a alguien, yo .. yo vi la sangre, algo no anda bien ...

Logramos salir de aquel lugar esa noche, tomamos las llaves y fuimos de regreso a la ciudad. Tenía la mente en blanco, trataba de armar hipótesis sobre lo que había acabado de suceder pero me mantuvo en un estado de shock, lo único que venía a mi mente eran escenas sangrientas y me imaginaba lo peor.

Habían pasado unos días luego de la terrible experiencia, y por alguna razón esas escenas se habían quedado plasmadas en mi subconsciente, noches robadas por pesadillas, tenía unas ojeras enormes, y no dejaba de preguntarme que carajos había sucedido esa puta noche.

Tenía que ver esa foto.

Agarré mi ordenador, me tiré en la cama y lo prendí, tomé mi cámara y comencé a cargar foto tras foto, deslice una por una hasta que dí con la que quería ver, y ¡Oh sorpresa! lo único que se lograba ver era un destello de luz en medio de esa sala, quise pensar que fue el flash, ¡Qué idiota!

Curiosidad era mi segundo nombre, y mi apellido, resulta ser que yo soy muy curiosa, me encanta meterme donde no me llaman, y sé que algunos lo considerarían un defecto pero para mi es una virtud, virtud que me metió en muchos problemas, problemas muy estúpidos para ser real.

Las ganas me mataban, le había hecho la promesa a Clark que no saldría de casa sin él, al menos por estos días, pero la curiosidad me ganaba, quería ver si es que existía algún rastro que me de señal de lo que había pasado esa noche, no podría dejar ese caso inconcluso, por supuesto que NO¡, tenía que comenzar a investigar, tenía que volver a aquel lugar.