Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

.




El sonido de las ventanas golpeándose entre sí terminó por despertarme, todo el piso se encontraba cubierto por hojas secas que habían ingresado por la ventana esa misma noche, y yo me encontraba tiritando de frío, literal me estaba congelando acostada sobre el suelo.

Un fugaz recuerdo cruzó por mi mente, recuerdo haber visto a alguien justo aquí, en mi habitación, pero por más que quería recordar más allá de su silueta, no pude.

Quizá solo era mi imaginación, quizá lo soñé o quizá era causa de las benditas pastillas que venía tomando desde el día del accidente.

En fin, no quise darle mucha importancia, porque cada vez que trataba de hacer el esfuerzo por recordar algo, comenzaba a sangrar por la nariz, y sentía que mi cráneo se partía en dos.

Habían pasado dos semanas desde que mi cabeza dio contra el volante de mi auto y ya era hora de regresar a la rutina de siempre, tenía clases por recuperar.

Clark se encontraba de pie sobre el carro esperándome para ir a la preparatoria, tenía puesto un gran abrigo color café, un pantalón holgado que le llegaba hasta los talones, y unas botas del mismo color del abrigo, y si, sus lentes no podían faltar para finalmente completar su clásico outfit.

- ¿Dormiste bien? - Me pregunta con una voz suave.

- Eso traté, creo que necesitaré de ansiolíticos la próxima vez.

- ¿Por qué no pudiste dormir? ¿Sucede algo? - Me mira con rostro de preocupación.

- No no, hmmm ... todo está bien, supongo que es estrés post-traumático, ya sabes ... - Respondo desviando la mirada.

El cielo se encontraba nublado y la carretera estaba cubierta por la neblina, casi no podíamos divisar bien el camino, estaba a punto de ponerme los audífonos hasta que de pronto Clark frena en seco y dice algo que me deja sin palabras.

- ¿Qué hacías en la cabaña esa noche? Creí que no volverías allí  - Sacándose los lentes, me clavó una mirada de decepción.

- Lo siento ... espera ... ¿Cómo te enteraste que estuve ahí? - Bajo la mirada y respondo titubeante.

- Eso no importa, sabías que no podías regresar, ¡Me lo prometiste Honey! Por Dios, ¿Qué tenías en la cabeza? - Su voz se tornó un tanto desesperante y triste a la vez.

- ¡Mierda Clark, cálmate, no es para tanto!

Un silencio incómodo se tornó en ese momento, hasta que puso en marcha el auto nuevamente, pero esta vez algo que nunca había notado en su mirada se dio a conocer.

Manejaba con ira, cada vez presionando con más fuerza el acelerador, y yo me encontraba temblando otra vez, tenía miedo porque sentí algo en él que no era normal y eso me aterraba.

- ¡Carajo Clark, detente! - Comienzo a decirle cada vez con más fuerza - ¡Que te detengas maldita sea!

Por más que hacía el intento de detenerlo, él hacía todo lo posible por ignorarme, manteniendo su mirada fija en la carretera como si estuviera poseído por algún espíritu maligno.

Sentía que mi corazón estaba a punto de explotar, comencé a respirar con dificultad, mi pecho me comenzaba a doler, no sabía qué hacer, si lanzarme del auto o rezar mi alma, no tenía cabeza para pensar con claridad, lo único que se me ocurrió fue lanzarme sobre él y tomar el volante a la fuerza.

- ¡NO ME JODAS CLARK, ESTÁS LOCO, QUE MIERDA TE PASA! - Gritaba mientras luchaba por quitarlo de encima.

- ¡ME ESTÁS LASTIMANDO! - Clark sólo me miraba presionando con fuerza mis manos, no decía nada, tenía una mirada siniestra.

- ¡DIME ALGO! - Se abalanzó contra mí y mientras yo realizaba cualquier maniobra que me ayude a liberarme de él, se quedó mirándome fijamente muy cerca, ni siquiera parpadeaba, era escalofriante.

Conforme iban pasando los segundos, la situación se iba poniendo peor, hasta que en ese momento algo nos detuvo por completo, un sonido brusco y un grito escalofriante se escuchó, habíamos atropellado a alguien.

Inmediatamente salí del auto corriendo y fui a ver si la persona que atropellamos se encontraba aún con vida.

Era una joven, llevaba puesto un vestido rojo escarlata, que le daba por debajo de sus rodillas, se encontraba tirada de espaldas, tenía las manos ensangrentadas, la sangre no dejaba de correr alrededor de ella, y algo que no tardé en notar era que llevaba un cuchillo atravesando su cuello.

Yo estaba en shock, no sabía qué hacer, si llamar a la policía o llevarla yo misma al hospital, quise al menos ver su rostro, hasta que cuando terminé por darle la vuelta, la vi, inmediatamente un recuerdo vino a mi mente; esa noche en el bosque, la joven que se paró y nunca más regresó, si, era ella.

Me quedé petrificada.

Estuve a punto de alejarme cuando de repente me toma de la mano con fuerza, me jala contra ella y me dice algo al oído.

- Aléjate de él.

Dio su último respiro y murió.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro