Un día como una persona normal
Parte 2
Alma:
Luego de que Don pagará las entradas nos dimos cuenta que el museo era de la Civilización Romana, la cual debido a mi educación, me la sabía de memoria, pero nunca había tenido oportunidad de visitar uno.
Comenzamos a recorrer el museo con un amplio grupo de personas mientras un lugareño explicaba la historia de cada pieza u obras y esculturas de los antiguos romanos, cosa que a la larga me comenzó a aburrir hasta que mi mente pecaminosa miró un rótulo de No pasar Zona en Remodelación y jale sigilosamente a Donnovan del brazo separándolos del grupo de gente sin ser notados.
Luego de pasar un par de cortinas de PVC que cubrían las zonas de construcción había un par de obras las cuales estaban siendo reconstruidas pero que para suerte en ese momento no había nadie a la vista que nos pidiera que nos largaramos así que tome a Don del la camisa y lo atraje hacia mi besándolo con fiereza mientras me apoyaba en un andamio de construcción, pero luego decidí que era mejor y más seguro una mesa de mármol que estaba ahí.
- ¿Estás segura de hacerlo aquí ? De seguro te acabas de sentar una obra de arte en este momento- murmuró contra mis labios
- No estoy segura quiero hacerlo - exclamé ansiosa jalandolo del cabello sabiendo que aquello lo ponía duro.
- Como quieras- exclamó para seguirme besando.
Abrí mis piernas para que sus caderas pudieran quedar en medio de ellas y me frotaba contra su entrepierna hasta que él bajó una de sus manos hasta mi feminidad, dándose cuenta que debajo del vestido no andaba puesto nada.
- Estás sin....- dijo alarmado pero conduje su mano al interior de mis pliegues emitiendo un pequeño gemido lo que lo hizo callar.
- Solo tocame y hazme tuya aquí - suplique y asintió mientras movia sus dedos con destreza dentro de mí.
Cuando vi que su bulto estaba despierto baje el cierre y deje salir su miembro y él se encargó de alinearlo a mi entrada.
Inicio el vaivén de sus embestidas mientras yo me tomé la libertad de acostarme en la superficie de la mesa sintiendo las constantes embestidas de Donnovan contra mi haciendome que me apretara los senos con deseo mi mirada en cierto punto enfoco a una de las estatuas que se encontraban ahí que si mi memoria no me fallaba eran Venus y Marte los cuales eran dos amantes de la cual su relación consistía en el deseo, el placer sexual, encuentros pasionales.
Como los que Don y yo estábamos teniendo en ese momento.
Pues en su honor lo haríamos.
La sensación de ser descubiertos en media escena hacia que una nueva carga de emoción se almacenará en mi vientre y las caricias de Don le hacía a mi clítoris en círculos y cambios de dirección inesperada me hacía pensar que quedaría al borde de la locura.
Hasta que una de sus manos tomo uno de mis senos y sintió mi penson endurecido a tal punto que dolía.
Hice una mueca de dolor en cuanto lo tocó y me miró extrañado.
- ¿Duele?-
- Están algo duros y requieren atención- explique necesitada.
Lo que hizo que me ayudara a incorporarme de nuevo en la mesa y de inmediato comenzó a lamerlos hambriento.
Sentía como los pasaba por su lengua y la sensación era gloriosa.
Les dio un pequeño mordisco a la punta lo que me hizo emitir un bajo chillido que yo mismo ahogué al taparme la boca.
- Estoy ....- no logro terminar ya que sentí como su líquido me llenaba.
- Un poco más- pedí y continuo bombeando apesar de que ya había descargado en mi interior.
Cuando llegue sentí un gran sensación de sentirse llena y gloriosa y luego de un beso que cerró nuestro encuentro me ayudó a bajarme de la mesa y a escapar de la situación como si nada hubiera pasado.
Y eso sería obvio de no ser por la marca de nuestros fluidos en la superficie polvosa de la mesa donde lo hicimos.
Ahora claramente tenía una anécdota pecaminosa de lo que había hecho en un museo.
Pensé en seguir el recorrido que nos habíamos perdido hace tiempo, pero para mí sorpresa Donnovan me conducía con su suave pero firme agarre hacia la salida.
Cuando finalmente salimos del lugar le susurre un poco emocionada.
- ¿Ahora que sigue?-
- Comprarte unas bragas- susurro en mi dirección lo que me hizo fruncir el entrecejo.
- ¿Por qué todo este tiempo no me han hecho falta?- hice un mohín el cual el ignoro enseguida.
- Es cierto pero no creas que vas a ir paseando por media Italia mientras yo sé que no tienes nada ahí abajo-
- ¿Que no te gusto?- solté rozando mi busto contra su brazo.
- Claro que me encantó pero no sabemos que pueda deparar el futuro y solo quiero ser yo el que sepa que estabas así-
- Bien - acepte porque no quería apagar el momento con una rabieta.
Nos condujimos a la primera tienda de ropa interior que encontramos y no puede evitar explotar una carcajada al mirar a Donnovan con las cejas fruncidas mirando detalladamente varias prendas en sus manos, que para mí parecer eran de señora.
- Pensé que me buscarías algo sexy- sopese mientras miraba ropa de encaje en la contraparte en la que él se encontraba.
- Prefiero algo muy conservador y lo sexy en privado-
- Eres un aguafiestas- bufé.
- Solo soy tu guardaespaldas- susurro juguetonamente.
- Pero al parecer de la castidad que ya no tengo- rodee los ojos al ver las bragas "conservadoras" que me había entregado.
- No, solo de la parte indecente que es mía- soltó mientras arrancaba de un tirón la etiqueta de la bragas de abuela- Así que será mejor que te los pongas-
Bufé mientras sonreía ligeramente por la declaración referente a mi indecencia me puse los horribles pero condenadamente cómodas bragas y me dirigí a acompañar a Donnovan a la caja registradora agregando un par de bragas rojas reveladoras.
Me dedico una corta mirada de desaprobación pero de todas maneras la pago.
La mujer de la tienda lo empaco en una bonita bolsa y Donnovan se encargó de cargarla mientras yo trataba de tenerla en mi poder mientras salíamos de ahí.
Tratando de que mi nuevo y amplio sombrero no se lo llevará el viento.
- Vaya pero miren a quien tenemos aquí- hablo una voz burlona.
Lo que nos hizo parar el forcejeo para mirar de quién se trataba.
Y así queridos amigos es como sentí como mi estómago se había ido al piso.
Era Muriel con su característica dentadura blanca y su piel morena mirándonos a ambos mientras yo rezaba a todas las deidades porque no me reconociera.
-¿Pensé que se suponía que estabas de licencia, picaron?- empujó juguetonamente a Donnovan quien ni siquiera se tambaleó por el golpe- ¿Qué no me la vas a presentar?
Donnovan me miró un tanto perplejo pero no se notaba a simple vista.
- chto ty ne sobirayesh'sya znakomit' menya so svoim drugom (¿Que no me vas a presentar a tu amigo?)- solté en ruso un tanto indignada y me volví sonriente hacia el moreno frente a nosotros- Alisa Egirov-
Emboce una de mis mayores sonrisas convincentes y él se agachó caballerosamente a besar la mano que le había extendido.
- Rusa ¿Eh?- soltó sorprendido - Me pareces muy familiar- dijo en cuanto se levantó y sonreí con nerviosismo- Talvez como mi futura cuñada ¿no?- codeó juguetonamente a Don de nuevo.
- ¿Tu qué haces aquí?- soltó tajante Don tomándome de la mano que él había besado.
- Bueno además de conocer a una bella mujer la cual no siquiera me habías hablado- soltó acusatorio- Disculpalo pero es que no es muy comunicativo- excusó- Estoy haciendo unas diligencias para la rubia Francesa.
Elodie.
- Pues ve a hacerlas- ordenó Donnovan sin un un gramo de Toni amistoso.
- Te ves menos intimidante sin tu traje de guardaespaldas- replicó Khalid- pero de todas manera lo haré porque debo hacerlo-
Bufó y me miró sonriente.
-Espero verla en otra ocasión lejos de este cascarfabias- miró a Donnovan recoroso- es usted una dama encantadora.
-Konechno- Sonreí halagada y mire como el moreno se largaba y mire a Donnovan de reojo.
- ¿Enserio ruso?- soltó sorprendido.
- Si- me alce de hombros- Es el único idioma que se que mi voz no es muy reconocida, ahora solo esperemos que realmente no nos halla descubierto-
Comenzamos a caminar hasta que Donnovan carraspeó algo incómodo y lo mire de arriba a bajo buscando su incomodidad hasta que mire su entrepierna algo despierta.
- Estas hmm- dije dándole un apretón de alerta mientras lo miraba con desconcierto- ¿Qué toparte con Muriel te prendió?-
Solté una carcajada divertida de mi propio comentario.
- No solo que tú ruso es bastante bueno- afirmó él
- ¿Y? Es el idioma del enemigo recuerdas eso ¿que va a tener de exitacitante?-
- Talvez es por eso que este prohibido es lo que lo hace excitante- explicó- Y que venga de tu boca lo hace aún más tentador-
Nos encontrábamos en uno de los estrechos callejones que caracterizaban a Italia y Donnovan enseguida me acorraló con una de las paredes de ladrillo haciendo que nuestras frentes se tocaran.
- ¿Tak? (Así)- solté retandolo.
- No juegues conmigo- advirtió rozando su dureza contra mi pierna.
- Te encanta que lo haga- afirme y enrolle las piernas en su cadera.
Y como lo esperaban me follo en un callejón de Italia mientras le susurraba groserías en ruso.
A decir verdad este no era un día como una persona normal.
Era un día follando por media Italia, en realidad.
Pero no me quejaba de nada.
Bueno talvez los espasmos del día siguiente pero ya era algo de rutina.
Llegamos a su departamento algo exhaustos y luego de haber pasado por unas rocetas en un supermercado decidimos pasar el resto del día mirando películas para evitar que nos arrestaran como exhibicionistas por hacerlo en al aire libre.
Luego de hacerlo por la número 6 del día mirábamos el ventilador que colgaba del techo con las sábanas de la cama en algún lado de la habitación.
- ¿Por qué me dijiste te amo la otra vez?- pregunté con curiosidad volteandome en su dirección.
Mi pregunta pareció cohibirlo ya que lo escuché tragar saliva sin voltear a verme.
- ¿Quieres que te sea sincero?-
- Es lo único que pido-
- Solo quería verificar que estuvieras dormida-
Ok, me esperaba todo menos eso, en realidad sólo esperaba estaba jugando contigo, pero joder esa no es una palabra para verificar si uno está en este mundo o en el de los sueños.
- Lo sé pero no se me ocurrió otra forma de comprobarlo-
Mierda, pensé o hablé.
Y aún peor desde hace cuando lo hago.
- Pensé que no lo ibas a escuchar- resopló.
- Pero lo hice-
- ¿Por eso huiste?- pregunto volteandose para verme directamente.
Sí.
- No, en realidad tenía otros asuntos importantes que resolver- me voltee mirando de nuevo el techo.
Recordando que Luigi debería estar quemando Roma a lo Nerón en cuando se diera cuenta que perdió sus contactos.
- Claro, como cogerte a un escoses de última- gruño acariciando mi torso con sus dedos.
- Eso solo paso no estaba planeado-
- Talvez solo estabas tratando de sacarme de tu cabeza- soltó risueño- Pero no creo que sea eso posible.
En efecto ¿Pero tú cómo puedes saberlo?
¿Tan evidente soy?
- Pero es un asunto que ya no nos va a molestar más- suspiro tranquilo.
Y su tono de tranquilidad fue lo que me inquieto.
- ¿A qué te refieres?-
- Ha... Que lo mate quisa...- su dedo jugueteaba con la aureola de pezón izquierdo y me mordí ligeramente el labio.
La reacción de una persona normal sería estar a la defensiva por haberlo matado por solo follarme.
Pero en ese punto me di cuenta de lo jodida que estaba porque en lugar de eso me excite por las caricias que me estaba dando.
Pero aún así debía confirmar la confesión que me estaba dando para no sentirme tan mala persona.
-¿ Enserio mataste?-
- Tenia que proteger tu reputación, no podía dejar que un escoses cualquiera pudiera difundir un rumor que te causara problemas.
- No sería un rumor porque fue cierto, así que déjate de tonterías y dime porque mataste a Niklas.
- Mi trabajo es protegerte con mi vida, así que cualquiera que te vea te toque o siquiera te mire y yo me dé cuenta tendrá que morir, porque no voy a dejar que nadie te haga daño, te asesine o te rompa el corazón.
- Me rompa el corazón, sería verdad si tuviera uno e hipotéticamente ¿Si lo tuviera tu te encargarías de protegerlo?
No se como una acusación fue a la otra y termine siendo tan sentimental y con la necesidad de hacer esa pregunta.
- Daría mi vida de ser necesario-
Pero en fin quería ver hasta dónde llegaba esto.
-¿Y de no ser necesario?-
- Me quedaría junto a ti para asegurarme de ello.
Y así fue como no guarde si quiera un segundo de luto por Niklas y me arroje una vez más a los brazos de Donnovan y a su poesía extraña.
Sin creer ninguna palabra que había dicho pero teniéndola presente como un importante recuerdo de un día que fui libre.
Y así fue como termino el día como una simple mortal.
Hasta con una confesión de protección filial a un corazón que jamás tendría por lo que nadie tenía que quedarse a cuidarlo.
Aunque pensarían que doliera era lo mejor, no quería tener una debilidad donde pudieran atacarme, porque ya lo habían hecho demasiado y mi abuelo era la última vez.
Prefería vivir el momento, sentir su presencia y aroma, para recordarlo cuando ya no los tuviera.
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Nota autora:
Capítulo dedicado a NISHA561 por ser la primer lectora que comentó en mi libro y por darme motivos para seguir escribiendo!
Gracias❤️
Y ahora sí se va a venir lo bueno.....
Pero antes anunciarle que tengo algunos tiktoks de la historia que pueden ver en mi tiktok con el mismo nombre Locacontontera.... Los espero y dejen sus comentarios
Sin más me despido.
Besos y balazos mis nenes!
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