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Mascara perfecta

Narra Alma:

Habia dejado que volviera a suceder.

Había roto la promesa que me había hecho a mi misma.

No confiaba en nadie, pero ahora ni siquiera confiaba en mi misma.

Intente todo para evitarlo pero todo esfuerzo había sido en vano.

Había dejado que me volviera a tocar

Me había vuelto a romper, permitiendo que me hiciera sentir como una basura.

La jefa de la mafia imponente, de carácter sanguinario y despiadado reducida en una esquina de la habitación apoyando su cabeza en las rodillas sientiendose miserable.

Buscaba refugio en mi misma cuando estaba segura de que nunca encontraría un refugio, seguro en toda mi vida.

Me limpie con el dorso de la mano el maquillaje corrido en mis mejillas, provocado por las amargas lágrimas cargadas de dolor que él me había provocado intensionalmente.

Solo por el hecho de sentirse inferior a mí quería darme una probada de la humillación que el sentía en su ego, cada vez que lo superaba o exponía sus inferioridades ante el público, causándome dolor y provocándome repulsión por el mero hecho de tocarme en contra de mi voluntad.

Yo lo sabia bien pero no por ello debía aceptar como una esposa sumisa todas las porquerías que él hiciera.

El mero recuerdo de su cuerpo rozando el mío mientras cortaba la circulación de mis manos por la dureza de su agarre, me causaba total asco.

Trate de dejar que eso no me afectara trate de salir de esta realidad y sumergirme mientras pensaba en Donnovan, pero todo fue en vano.

Porque apesar de las gran dimensión de diferencias  que había del uno del otro, no podía imaginar que estaba con él mientras estaba con la abominación susurrandome insultos al oído mientras me follaba de una manera cruda, sin piedad, propinandome golpes cada vez que podía.

Pero la mayor diferencia que tenían era que al sentir el mínimo toque de Donnovan podía encenderme de deseo en mi interior y todo mi ser lo ansiaba por tenerlo, contrario que el que era oficialmente reconocido como mi  marido con el solo hecho de mirarlo me repugnaba y por eso él lo hacía.

Las lágrimas comenzaron a correr de nuevo al recordar el suceso y apoye más la cabeza entre mis piernas cubiertas por lo que quedaba del vestido hecho tirones.

Comencé a recordar lo que había sucedido antes de esto, tratando de que el recuerdo se esfumara al no darle importancia.

Recordé el encuentro que había tenido con Donnovan horas antes y como sentí que mi corazón casi se sale por la garganta ante la posibilidad de ser descubiertos lo cual desprendió una descarga de excitación que nunca había sentido.

Pero tal recuerdo se vio oscurecido ante el comercial de Luigi apretando la cabeza contra la pared mientras me violaba.

Sacudí la cabeza para tratar de sacarlo de mi cabeza y en su lugar pensé en lo que pasó luego de eso.

Flashback

Donnovan conducía tranquilamente con semblante sereno por primera vez aunque siempre imperturbable, mirando a la carretera.

Yo lo miraba embobada mientras en el fondo sonaba el parloteo de Elodie sobre lo emocionada que estaba sobre esta noche, había una fiesta con nuestros hombres, el concejo y demás aliados, sobre la llegada de el condenado de Luigi.

Claramente no se sabía que camino a casa mato a los responsables de la investigación, lo que me había hecho tomar medidas para duplicar la seguridad de cualquier aparición de los Federales en tal fiesta.

Estaba fumando un cigarrillo mientras fingía escuchar la descripción de cómo Elodie había preparado a sus chicas y lo que se iba a llevar puesto.

Acordamos que nos veríamos allá para que tuviera tiempo para arreglarse como quería, prometiéndole que llamaría a un estilista para que arreglará y ella aceptó a duras penas.

El lugar del evento era en el hotel del cual acabamos de salir.

El motivo principal era revisar que todo estuviera perfecto y no solo atender al maldito aprovechado de Torelli, eso solo fue para atender dos asuntos de un solo tiro.

Estaba cansada y ni siquiera había comenzado la tortura que había en la noche, los preparativos me dejaron agobiada ya que no era la típica mujer que le encante los adornos.

Agreguemos a la lista que no tuve el plus de energía sexual porque no llegue a orgasmo, encima ahora tenía que enfrentarme a Luigi por la tontería que había causado.

Todo por creerse superior al matar a 2 tipos de una tanda, en vez de uno a la vez que era mi caso.

Lo que conllevaría al eminente caos si los federales se ponían al corriente de lo sucedido.

Donnovan llegó finalmente a la propiedad y aparco el auto a las afueras rodeo el auto y abrió primero la puerta de Elodie, la cual se sorprendió ante la acción pero negó el gesto.

- oh no yo solo vine a acompañarte tengo que arreglar unas cosas para esta noche -  Donnovan volvió a cerrar la puerta mirándome por un instante.

- bien entonces nos vemos luego - asegure cuando sentí como Donnovan abría mi puerta.

Salí centrada en lo que le debía decir a esa escoria en cuanto lo viera, la firmeza de mis pasos hacia que la gravilla crujiera bajo mis pies.

Entre determinada a buscar a ese imbécil por echar a perder, todo por lo que yo había trabajado, ante esas pruebas no había nada que Torelli podría hacer, por lo que había desperdiciado mil dólares que era la cifra que acepto por el soborno.

No era que fuera una gran suma ya que el flujo de nuestro dinero era abundante por lo que no era una gran perdida pero mi tiempo si lo era y por ello estaba furiosa.

Su imagen volteandose para mirarme con una sonrisa fanfarrona me lleno más de rabia por lo que me acerqué a él a pisotones y le propine una sonora cachetada haciendo que su cara se volteara a un lado.

- vaya bienvenida- dijo irónico- tan bien me da gusto verte esposa- el enrojecimiento en su mejilla me lleno de remordimiento de no haberlo echo más fuerte.

- eres un maldito echaste todo a perder- espete furiosa.

- que acaso solo tú puedes matar a quien quieras a diestra y siniestra- dijo sarcástico con las manos en los bolsillos.

- solo mato de ser necesario y matar a esos federales era firmar nuestra sentencia de muerte - aclaré- si quieres una felicitación de tu llegada pues la tienes, felicidades por darle motivos seguros a los federales.

- que ahora le tienes miedo a los federales?- apunto burlón acrecentando mi furia a un nuevo nivel.

- no pero tenerlos tras de nosotros nos podría generar perdidas en el negocio que es algo que no quiero - aclare alzando las cejas.

- deberías utilizar más el cerebro para saber a quién en realidad debes matar- dije con la intención de ofenderlo.

- fui cuidadoso no los mate enfrente de civiles que pudieran identificarme como otros - su rostro destilaba superioridad lo que me cabreada más, por lo que solté una risa irónica.

- eres tan iluso - hay otras maneras de identificarte, apuesto a que usaste tu arma para matarlos así que definitivamente, balística ya debió registrar tus balas que tienen un acabo diferentes a cualquier, no es cierto?- apunté dando en el blanco de golpear su ego, ya que apretó los labios, desviando su mirada.

- que tal si hablamos esto en privado - dijo incómodo al ver a la servidumbre viéndonos.

- es nuestra puta casa que hay más de privacidad- respondí ironica, sabiendo que le gustaba mantener su fachada frente a las personas y no sacar su podredumbre en público.

- vamos - murmuró agarrando con fuerza mi muñeca causándome un dolor instantáneo trate de safarme de su agarre pero fue imposible por lo que me arrastró a la primera habitación que halló que era su dormitorio y me empujó dentro de ella.

- no tienes derecho a hablarme de esa manera- dijo señalandome con su asqueroso dedo mientras yo me frotaba la zona roja que había quedado en mi muñeca.

- crees que eres el único puede, deberías dejar de pensar con los huevos porque vas a perder el gallinero por ello - dije mirándolo con enfado y embozo una sonrisa burlona

- que ahora me hablas de gallinas y gallineros que estás en una fase de granjero o que ?- dijo con sarcasmo y rodee los ojos cansada de la conversación.

- ya tenía la situación controlada, solo debiste seguir con tu presencia fanfarrona en lo que debías de hacer y no arruinar la situación - aclare dispuesta a salir de la habitación pero bloqueo la entrada con su cuerpo.

- y como carajo voy a estar sin hacer nada también rigo este negocio - soltó con rabia.

-Deberías dejar tu lado machista a un lado y saber que también me puedo hacer las cosas, solo porque tengas una frustración con tu madre no quiere decir que todas las mujeres son inútiles- solté

- estás diciendo que mi madre es una inútil- señaló lo único que le interesaba para hacer discusión como siempre.

- no solo estoy diciendo que deja tu fachada de macho responsable y infórmate antes de hacer algo ya que nuestra comunicación no es ni siquiera existente - concluí y volteé a mirarlo a los ojos - hazte a un lado necesito salir por favor- ordené y me miró ofendido.

- no creo que eso sea posible querida, debemos trabajar en mejorar nuestra comunicación- exclamó obvio y se escuchó el sonido del seguro de la puerta por lo que tragué saliva.

No iba a dejar que pasara, por lo que comencé a retroceder, pero fue tarde ya que me propinó un primer golpe directo a la cara.

- te crees la mejor zorra por poder darme un golpe - dijo el mientras buscaba a tientas algo con que defenderme

Pero no dio tiempo cuando tomo mi cabeza y la estampó contra la pared poniéndome de espalda.

Sentí como mi mirada se volvió por un momento borrosa debido al impacto del golpe y trate de defenderle dándole un codazo en las costillas y tratando de apartar su cara de mi cuello con un arañazo que lo apretó por un momento, pero solo causo que se riera y tomará mis muñecas con fuerzas con una de sus manos poniéndolas sobre mi cabeza.

- al parecer los golpes ya no funcionan para que te comportes así que intentaremos algo nuevo - dijo mientras con la otra mano se deshizo de mi bragas - vaya al parecer estabas prepara - cerré los ojos al recordar las bragas de encaje que tenía.

No quería que volviera a pasar así que comencé a forcejear pero apretó más su agarre en las manos causándome dolor.

- nos vamos a divertir mucho - dijo con su asquerosa voz en mi oído y cerré los ojos con fuerza para que todo fuera un sueño.

Fin del Flashback

Tire uno de mis zapatos cerca de mi con rabia a alguna parte de la habitación.

El había salido satisfecho mientras yo estaba destrozada como el quería.

Una chispa de rabia se encendió en mi ser a la vez que un momento de claridad me inundó.

Eso era lo que él quería por eso lo había hecho.

Querer derrotarme.

Porque debía darle gusto.

Apesar de que me sintiera como la peor mierda porque dejar que él pensará que había ganado.

Me limpie rápidamente las lágrimas que habían quedado en mis mejillas y la rabia creciente en mi interior me dio fuerzas para no darme por vencida.

Llame a una de las sirvientas pidiéndole una cubeta de hielo y unas aspirinas a través de la puerta no quería que nadie me viera con este aspecto.

Me dirigí al baño viendo cómo mi cara había quedado como un personaje de película de terror, tome una toalla y comencé a quitarme los restos de maquillaje decidida en no querer darle gusto de minimizarme, por lo que pondría la mejor de mis máscaras de que todo estaba bien e iría a la fiesta.

Sabiendo que él planeaba algo deshonroso y por eso pretendía quitarme del camino, cosa que no podía permitir aunque me sintiera más muerta que viva.

La puerta sonó y ordene que dejarán las cosas fuera de la puerta y se largará,  y llene la tina con los cubos dandome un baño de hielo para quitar la hinchazón de mi cuerpo que parecía un hematoma en sí me sumergí para quitar también la hinchazón de mi cara mientras estaba determinada de no detenerme.

Terminada mi ducha me sequé cuidadosamente me tome las aspirinas con un poco que vino que había pedido.

Me humecte el rostro para después maquillarlo lo máximo para que los cardenales que decoraban mi cara no se notarán.

Ya que de seguro él había cancelado el estilista asumiendo que no iba a ir.

Pero cuan equivocado estaba.

El vestido que había escogido para la ocasión un costoso Valentino de espalda descubierta color negro que resaltaba mi figura, me daba algo de la confianza que había perdido, me calce los tacones y con mi máscara perfecta intacta salí de la habitación.

Donnovan estaba aguardando al final de las escaleras y fantasee que era mi príncipe azul venido a salvarme, pero la triste realidad era que nadie podía hacerlo.

- nos vamos mi signora- dijo sin poder despegar su mirada de mi vestuario, confirmando que mi fachada era perfecta.

Pero sorprendiéndome al ver que no estaba enterado de mi supuesta ausencia al evento, tal parece que venía de dejar a Elodie y acababa de volver, pero no se notaba para nada cansado o al parecer la vista era tan buena que le había dado algo de energía para seguir.

Lo que me hizo sentir que por lo menos había hecho algo bueno en el día.

- claro - respondí yo suavemente y asintió para conducirme a la salida.

Me subí al auto sin emitir palabra,el viaje iba en silencio hasta que su  gruesa y ronca voz  lo rompio.

- se tes hermosa el día de hoy- dijo provocándome un sobresalto en cuanto lo escuche.

- gracias- dije mientras agachaba la cabeza y me acomodaba los brazaletes costosos que me había puesto para cubrir los hematomas de mis muñecas.

Solo sentí cuanto freno el auto de pronto y volteé a mirar al frente sorprendida por su acción.

- estás bien ?- dijo volteandome a ver y tuve que levantar la mirada conectando nuestras miradas - pasó algo ?- su cara reflejaba algo de extrañeza mientras sus ojos me veían con calidez.

- si estoy bien todo lo esta, no pasó nada - dije rompiendo nuestro contacto visual para mirar a la ventana.

Era la mentira que iba a fingir toda la noche, pero no quería que él fuera la primera persona a la que le quería mentir.

- segura?- pregunto dudoso

- claro que sí - dije un tanto cortante no quería explotar con él la tormenta que se formaba en mi interior, él no tenía la culpa de lo que me había vuelto a pasar, ni siquiera estaba presente cuando sucedió. 

- y porque no me miras cuando lo dices ?- Tuve que armarme de fuerzas para voltearlo a ver y fingirle en la cara.

Solía ser fácil para mí pero por una extraña razón se me hacía difícil fingir ante él, aún así puse mi mejor cara de póker y alce mi vista para encontrar su mirada examinandome.

- estoy bien - exclamé con un tono neutral- podría seguir manejando no quiero demorarme más- pedí embozando una sonrisa de boca cerrada.

No dijo nada más solo asintió, cayendo en la mentira que yo estaba bien y puso el marcha el auto, sentía un dolor intenso quemándome la garganta por no poder decirle a nadie la verdad ni siquiera a él.

Pero debía aceptar que él no era más que mi amante y mi escolta, a lo mejor no me comprendería y me dejaría en ridículo a mis espaldas así que no podía permitirlo.

Abrí la ventana para respirar aire fresco y tratar de guardar mis emociones en la caja fuerte que estaba a más que explotar de todo lo que soportaba, pero así debía de ser.







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