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Maratón!!

Nota de autora: Gracias a todas las personas que hicieron posible que llegáramos a las 400 vistas, estoy muy emocionada y por ello voy a hacer una maratón de 5 capítulos intensos, espero que lo disfruten!!.

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Maratón (1/5)

Cumpleaños inolvidable

Donnovan 

Termine de anudarme la corbata y revise que todo estuviera en su lugar me peine el cabello con los dedos no necesitaba esa gominola en el cabello que pareciera como si una vaca me hubiera lamido la cabeza, para que mi cabello se acomodará, me puse mi saco y di por terminado mi ritual de preparación; cuando vi en el reflejo del espejo como una figura  oscura abrió la puerta mientras tocaba la misma en el proceso, para no parecer alguien sin modales, aunque desde que estuve el mes entero con Khalid no creo que comprenda muy bien el concepto de privacidad entre compañeros.

-Si toque - se excuso

- Que quieres ?-pregunté cortante a manera de saludo.

-no puedo visitar a mi mejor amigo antes de comenzar nuestra jornada- dijo en tono ofendido comenzando con sus romanticismos y yo solo me limite a rodar los ojos.

Me voltee en su dirección mientras buscaba los gemelos para sujetar mis mangas en mi comoda.

-Al parecer alguien se esta poniendo guapo para la jefa- bromeo y escuchaba sus pasos a mis espaldas hurgando las cosas de mi habitación- Oh pero que tenemos aquí?- su tono curioso me alertó y mi instinto me hizo voltearme rápidamente, dando la razón de nunca dudar de tal habilidad, al ver que tenía en las manos la caja negra que poseía algo que utilizaría más tarde.

Sin previo aviso se lo arranque de las manos antes de que lo abriera estaba entretenido viendo la complexión de la caja como un crío curioso y al igual  lento para no ver el interior  de la caja.

-Whoa! lo siento - se disculpó pero prosiguió- pero debe ser algo importante? las cenizas de tu abuela.. talvez  para que actúes así- negué irritado por su comportamiento infantil y puse la caja lejos de su alcance como si fuera un niño pequeño.

-Es personal- murmuré entre dientes ya al limite de mi paciencia solo con estar 5 minutos cerca de este inmaduro y el día apenas comenzaba- Para que viniste aquí?- pregunte cansado- además de curiosear entre mis cosas- 

-esta bien, no te me cabrees tan temprano, se que me pasé de la raya con tu privacidad-se disculpó levantando sus manos en forma de rendición- solo vine a informarte que nos toco vigilar a todos el equipo que organizara el evento de hoy - dijo en tono cansado rodando los ojos.

- talvez a ti pero ..-

- no dijeron todo el personal y eres parte de el, así que el destino hizo justicia y tendrás que estar en medio de los simples mortales en lugar de estar con la cumpleañera - exclamó resuelto.

-como sea ya sal de mi habitación si no quieres quedar como un adorno más en esa pared- advertí  y salió de la habitación al ver mi cara de cabreo.

Era la primera vez que le ponía un hasta aquí de manera tan cruda, pero ya me tenía harto desde hace mucho, así que mi lado ruso explotó por un momento.

Resople por lo bajo y talvez la situación cambiaba para mí sí me apresuraba a llegar a la casa de Alma en primer lugar; me asegure que la caja estuviera en un lugar seguro y cerré con llave antes de salir porque sabia que cuando algo pinchaba la curiosidad del moreno, no se detenía hasta obtenerlo o eso había inventado en todas las anécdotas que me contó días atrás que apenas logré a escuchar a medias.

Camine por el camino de gravilla que conectaba la casa de servicio con la mansión y en efecto la seguridad había sido redoblada y solo eran las 7 AM. 

Salude con un cabeceo a los guardias que se encontraban ahí, solo como una muestra de formalidad claramente ellos me devolvieron el gesto mientras tomaba mi lugar esperando alguna petición de la jefa de la mafia, pero ese momento nunca llego.

En su lugar vi a la amiga francesa de la misma salir de muy buen animo del interior de la mansión mientras se encargaba de sacar a rastras a Alma que escondía su rostro detrás de unas espesas gafas, se le notaba que estaba algo cabreada lo cual supongo que era que ella no era una persona de mañana, de hecho no era persona de ningún momento del día siempre andaba cabreada pero la mañana era su debilidad.

Rápidamente me ofrecí a transportarlas a el lugar que quisieran, a lo mejor en sus habladurías de siempre desvelaban algo importante, pero para mi gran irritación, la francesa rechazo mi ofrecimiento aludiendo a que ella se podía encargar, ya que era preparación exclusiva para la compañera.

Iba a reiterar mi ofrecimiento para que aceptara pero la mirada de advertencia y suplica que no la contradijera de parte de Alma, me freno de cierta manera, por lo que fingí una sonrisa cortés y asentí a su negativa quitándome de su camino mientras ideaba la forma más sutil de desaparecer a su amiga, sin levantar sospechas, ya que últimamente se había vuelto un estorbo para poder tener información de Alma.

Me volví a formar en la fila de los escoltas mirando como el auto deportivo de la detestable francesa se alejaba, con mi fuente de información favorita en el asiento del copiloto.

Me repetía mentalmente que no era tan necesario que estuviera todo el condenado día con ella, en especial porque quería que esta noche tuviera completa disposición hacía mí,  por lo que agobiarla no sería bueno para el plan para hacerle todo lo le esperaba hacer esta noche y escuchar sus gemidos pidiendo misericordia cosa que disfrutaría negándosela.

Apenas el auto de la llamativa pintura plateada se esfumo del camino por completo, la llegada de autos de decoraciones y demás cosas de eventos comenzaron a llegar haciéndome querer morir o reportarme enfermo para dejar estas chorradas, pero todo cambio en cuanto vi que alguien estaba más fastidiada que yo o bueno eso reflejaba la cara de la ex-general Smeraldo bajando de la escaleras, que al parecer era la encargada de supervisar todo el evento en ausencia de la fastidiosa rubia, aunque siendo sincero si me hubieran rebajado de ser a una general a organizadora de eventos también tendría esa cara de abstinencia que se carga hoy Smeraldo.

Miraba con discreta diversión como la pelinegra irritada se hacia cargo del registro de todos los  servicios que iban a tener tan esperada fiesta de la ultima D'Angelo, su mirada estaba clavada en la Tablet donde de mala gana daba paso a el equipo que iba a preparar el evento, tenía unas curvas muy bien pronunciadas que sabía como lucir en ese vestido morado oscuro pegado pero por más que la miraba me convencía que no era mi tipo, pero si al parecer de la persona que oportunamente se puso a mi lado destilando esas energías positivas características de su irritable persona.

-admirando el paisaje?- dijo con su tono socarrón y su sonrisa ladina que dejaba ver bien sus dientes blancos que yo deseaba tirarlos de un golpe dependiendo de la ocasión,  esta era una de esas ocasiones- Al parecer hoy te quedas con los simples mortales-

En respuesta rodee los ojos tratando de lucir impasible como siempre y no ceder a sus habladurías irritantes. 

-Dania Smeraldo tan buena como siempre- murmuro mientras se alineaba a la fila de los escoltas, por desgracia a mi lado.

-Tienes cierto apego a las mujeres no?- ironice volteando a verlo ligeramente.

-Son las creaturas más  hermosas de la creación, aunque la reina tanto de la belleza como de la mafia sea nuestra Alma- murmuro lo ultimo para que "supuestamente" solo nosotros lo escucháramos- no hay que menospreciar las otras obras de arte tan peligrosas y belleza- enfatizo hablando como un proxeneta obsesionado y decidí no prestarle más atención de las habladurías que salían por el agujero de su boca que yo prefería coser y que se callara para siempre.

-Hey tú- exclamó Smeraldo llamando la atención de todos los escoltas mientras señalaba en mi dirección- Ven aquí- ordeno y asentí rompiendo la fila no sin antes escuchar el comentario sarcástico de Khalid de "suertudo" y si que lo era pero no del sentido que el pensaba la suerte era estar lejos de el dolor de cabeza parlanchín que era él.

Llegue donde se encontraba la irritable Smeraldo y asentí ella me miro de arriba abajo y se cuestiono algo mentalmente.

- Me ayudaras con todo lo que  de este evento, entendido- ordeno y yo asentí sin emitir palabra.

Dania me indico las cosas y individuos que tenía que supervisar mientras ella chequeaba que si hubieran llegado todos los necesarios, así paso la mitad del día y aun no estaba todo listo para la gran noche y ya estaba más agobiado de lo que esperaba hasta que escuché un murmullo casi inaudible que soltó Smeraldo pero que yo llegue a escuchar.

- Lo que se hace por un buena cogida- bufó lo que me hizo estar en común acuerdo con ella aunque no de la misma forma ya que ella y la francesa tenían una supuesta relación, lo mío con Alma solo era simple entretenimiento en común, pero joder como esperaba con ansías esta noche de la cual la victima no sabía nada aun.

Alma 

Había vuelto del pesado día de compras que Elodie me  había amenazado ir, con la inocente intención de que preparan la casa para una supuesta "Fiesta Sorpresa" que yo sabía de antemano que ella iba organizar, pero quien era yo para cagarle el plan viviendo este estilo de vida donde predominaba la muerte, sangre y terror, además que claramente no tenía otra opción viable para zafarme de sus garras de perfecta manicura.

Me deje caer por un momento en la suave cama tratando de recobrar fuerzas para el evento en el cual Elodie se había esforzado, explotando a Dania lo más posible supongo para que todo quedara perfecto.

Se preguntarán como carajos pase sin ver nada de lo que ya estaba preparado, pero la hábil francesa tiene sus métodos como arrastrarme rápidamente tapándome los ojos hasta encerrarme en mi alcoba, amenazándome con no salir para nada , por lo que estoy esperando que me deje salir porque ya estoy completamente lista con mi look de cumpleañera. 

Con mi cabello peinado en definidas ondas, un maquillaje perfecto y un nuevo vestido color verde metálico con escote de hombros caídos que resaltaba mi busto a la perfección y  mis tacones plateados hechos a la medida estaba que ardía o eso apostaba Elodie en cuanto me vio.

-Vamos ya puedes dejar el confinamiento- Exclamo Elodie abriendo la puerta luciendo un vestido mostaza que se amoldaba a su figura-  deja de arruinar tu peinado acosándote no pague para que lo estropearas- se quejo y la mire ofendida sabiendo que ella no había pagado ni un dólar de esta fiesta, ya que  todo iba a la cuenta familiar.

-bien - exclame derrotada levantándome y en camine rumbo a la fiesta con Elodie enganchada a  mi brazo. 

- con ustedes la hermosa cumpleañera mi esposa- anunció Luigi presentándome a los invitados mientras besaba mi mano como un gesto de "caballerosidad" que era lo que su hombría menos tenía, sonreí encantada ante el público presente quitando rápidamente la mano de la proximidad de su asquerosa boca y procedí a bajar las escaleras con elegancia en compañía de Elodie.

Salude a todos los presentes aceptando las felicitaciones de mi madre, demás invitados y socios ya que cualquier celebración dentro de la mafia era la fachada perfecta para hacer nuestros negocios, pero de entre los todos el que siempre me agradaba ver más era mi abuelo que parecía mejorar en estos días ya hasta podía andar por si solo, pero por precaución seguía en silla de ruedas.

-Mi niña- exclamo mi abuelo tocando cariñosamente mi mejilla y cerré los ojos al sentir la el gesto embozando una de mis mejores sonrisas completamente autentica- estoy orgulloso de ti de todo lo que has hecho a tan corta edad y como muestra de mi cariño te he traído esto- dijo separando su mano de mi mejilla y haciendo una señal a su asistente.

El cual le entregó una caja que estaba en la parte de atrás de la silla la caja era de madera fina y desprendía un fresco aroma a pino - se que no puedo representar lo feliz que me haces con tu compañía pero lo es lo menos que puedo hacer por todo lo que haces por esta familia- agregó mi abuelo.

El abrió la fina caja que estaba en su regazo revelando unas piezas de ajedrez hechas de cristal con la única diferencia de que unos eran cristales blanco y otros celestes; el tablero era de madera de pino según mi abuelo detallo y yo me quede boquiabierta al verlo, no tanto por el regalo en sí, sino por el significado que poseía de la persona que tanto estimaba de lo que quedaba de mi familia.

-Me encanta!- exclame encantada y el sonrió satisfecho.

-Que tal si lo pulimos con una partida?- propuso con una sonrisa ladina que de joven debió ser mortal para las mujeres.

-No se que si esperas que yo también envejezca esperándote nono pero voy a darle  un buen uso a tu regalo-  declaré confiada pero antes que pudiera ir la mirada de advertencia de mi madre indicándome que debía ser cortés con todos los invitados  saludándolos me freno - solo espérame un momento que debo atender a los demás, ve poniéndote como para aceptar tu total derrota-

Camine a regañadientes luego de dejar a mi abuelo para ir a saludar a los demás manteniendo siempre mi cabreo en lo fondo y luciendo la mejor de mis sonrisas para los demás cuando lo que en realidad quería era salir de este ambiente estando con el abuelo aunque fuera solo en mi cumpleaños.

-Muchas gracias se los agradezco mucho- agradecí recogiendo una ostentosa champagne  dándosela a un sirviente para que la pusiera con los demás regalos costosos que los socios importantes me obsequiaban 

-Signorina D'Angelo me podría brindar un segundo- exclamo la voz profunda de Donnovan apareciendo en junto a mi de repente, con una cortés reverencia de cabeza me disculpe de los invitados que estaban frente a mi los cuales se largaron dejándome un poco de privacidad con mi escolta personal y amante aun entre la gente.

- que es tan importante que hace que interfieras entre mis invitados?- 

- es un recado importante - exclamo Donnovan explicado la razón de la oportuna interrupción.

Asentí dándole el permiso de acercarse más, para que el recado quedará más en privado para los oídos curiosos que nos rodeaban

-Dime- exigí mirando hacia otro lugar para cuidar las apariencias de los ojos que se fijaron en nuestra absurda cercanía la cual no rebalsaba los limites de una relación laboral de escolta y jefa.

- su amante quiere saber cuando podrá darle el regalo que su excelencia solicito- exclamó acercándose más a mi oído causándome un escalofrío al sentir su aliento fresco y caliente contra mi oreja lo que me hizo tragar saliva al recordar nuestra ultima conversación- pero para ello su excelencia debe dejar todos sus asuntos porque el regalo debe darse en privado- advirtió con voz ronca dejándome sin habla- le haré la señal para que pueda retirarse a su habitación que será el lugar de encuentro en el que  esperaré  con ansías su llegada fin del recado- 

Donnovan se marchó luego de darme ese ultimátum que parecía más de agente secreto que una propuesta indecente, pero que de igual manera me dejó  con un remolino de emociones en su mayoría las que Dios no aprueba tratando que ninguna saliera a la luz tome una copa de vino de una de las charolas que los meseros ofrecían y suspire profundo tratándome de imaginar las cosas que me esperaban cuando subiera a mi habitación por lo que me tome el trago de vino de lleno.

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