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La mejor respuesta es la indiferencia

Narra Alma:

Pasamos el resto del camino en silencio el mirando fijo a la carretera mientras yo miraba por la ventana.

Podria haber matado el tiempo metiendo nicotina en mi sistema y arruinando mis pulmones pero no me apetecía.

Me encontraba  en un intervalo en que tenía una fuerte adrenalina corriendo por mis venas al mismo tiempo que sentía mi cuerpo pesado y adolorido que no quería mover un músculo si no fuera realmente necesario.

Mire como las espesas rejas de lo que era mi prisión temporal se abrían y deje escapar un pesado suspiro, por tener que volver a la cruda y maldita realidad.

Luego de haber tenido una noche fuera de este mundo y todo se debía a este inexpresivo hombre que guardaba dentro de sí todas sus emociones y tenía de máscara una gran fortaleza para que no saliera a relucir ninguna de ellas.

Talvez eso era lo que me atraía de él, que aún a pesar de estar al borde de la muerte ni siquiera por un instante dejó caer esos muros, a comparación mía que derrumbe una de las paredes de mi fortaleza al explotar contra la puta.

Provocando una milésima del caos que se producía en mi interior cada día desde que despertaba.

Escuche  el crujido del freno de mano  en cuanto Donnovan estacionó el auto y mire con pesadumbre la estructura de la casa, me puse firme y tome mis cosas fingiendo que todo estaba bien y luego de esa noche debo decir que gran parte lo está.

- si te preguntan di que nos quedamos en el hotel Bissette ya llamé para arreglar la cuartada, así que no te apures por crear una historia trillada- advertí.

Mientras me aseguraba que el gabán no mostrará nada de lo que no traía puesto. El solo asintió mirándome por el retrovisor.

-Puedes tomarte el día libre necesitas descansar un poco - dije con pesadumbre

Pero era lo justo no creo que allá pegado el ojo ni una sola vez anoche a parte que yo misma hice que se esforzará en algo que ni siquiera yo sabía que iba a pasar.

Vi como abría su boca para replicar pero lo detuve antes de que comenzara.

- no acepto un no por respuesta es una orden- advertí - pero antes manda el auto a mantenimiento para que le pongan el localizador sino se volverán locos , di que se descompuso - concluí

Abrí la puerta sin esperar a que él lo hiciera en cuanto mis tacones tocaron con la gravilla y me puse de pie con mi mejor cara impasible aunque debido a mi falta de ropa en cuanto salí completamente del auto un escalofrío inundó mi cuerpo ante una brisa se filtró por mi zona baja y di un respingo.

- pasa algo mi signora?- dijo bajando la ventana del conductor y yo solo negué si voltearlo a ver

Ya que 5 pares de ojos ahora estaban atentos de cualquier movimiento y si quería que esto saliera bien debía cuidar mi comportamiento.

Entre firme en la casa y me quite las gafas la servidumbre me ofreció quitarme el abrigo en cuanto entre pero me negué rotundamente por obvias razones.

Me encaminaba hacia mi habitación cruzando por la sala principal, estaba tan concentrada en mi objetivo que al escuchar una voz en recinto me sobresalté y fije mi mirada de donde provenía el cual era la última persona que quería ver en el día el maldito de Luigi.

- Vaya has vuelto - dijo su asquerosa voz

Mientras se limpiaba la boca con una servilleta estaba en la mesa mirando el periódico y desayunando con su maldita cara de superioridad mirándome sorprendido

-Donde estabas matando al resto de putas con las que cogí, para cuidar tu "dignidad" - haciendo comillas con sus dedos con una sonrisa burlona en su rostro.

Por lo que le plantee la misma sonrisa burlona mientras acomodaba mi cabello aún lado y en respuesta me miró extrañado que no me hubiera estallado un insulto en la cara.

- claro que no, ya que matar a todas las putas con las que has cogido implicaría arruinar el negocio - exclame en tono presuntuoso-  nos quedaríamos sin putas para los clubes ,incluyéndote ya que eres el puton mayor de ese negocio- concluí condescendiente

Me marche triunfante dejándolo antes de que respondiera pero satisfecha de ver su expresión de rabia en su rostro.

Llegado a mi habitación busque un atuendo descente para la ocasión un vestido corte evasé color rojo cereza, me maquille adecuadamente y cuanto me estaba dando los últimos retoques tocaron a la puerta.

Esperando que no fuera el bastardo de mi marido con su ego herido trague saliva y abrí encontrándome con Flor una de las sirvientas que previamente había mandado a llamar.

- si signora D'Angelo que necesita - dijo con la cabeza en la bajo esperando instrucciones.

- necesito que envíes equipo de limpieza a la cabaña de mi hermano ayer unos amigos se quedaron ahí y me avisaron que ya se había ido, asumo que hicieron un desastre así que por favor envía personal para allá - le informe cálidamente.

Ella asintió atenta y se marchó en enseguida, solté un suspiro y di por terminado mi ritual de preparación me veía impecable, tome mi cartera y dispuse bajar de mi habitación.

Toda la servidumbre estaba atenta ante mis movimientos o gestos ya que cualquier gesto podía referirse a una solicitud lo cual no me agradaría en su posición sería tedioso tener un trabajo así, pero por ello le pagábamos y era una buena cantidad.

Pero no valía con la tensión que ellos tenían que servir porque cualquier paso en falso no le daría en consecuencia el despido sino en un tiro mortal o algo mucho peor dependiendo de a quien servían pero eso era servir en la mafia.

Y yo me encontraba en una posición similar la cual quería revelarme.

- signora D'Angelo le sirvo el desayuno?- pregunto una chica de tez inocente y yo negué mirando a Luigi aún desayunando.

- no dile a uno de los escoltas que prepare el auto  - respondí mirando a la chica que hizo una reverencia y desapareció de mi vista.

- te vez hermosa, pensaba recompersante ayer por lo que te hice pasar por lo que me preocupe mucho por tu ausencia - exclamo Luigi el simple sonido de su voz me irritaba pero hice caso omiso de su comentario.

- Martha por favor prepara la habitación de invitados principal - ordene mientras caminaba por la sala.

- por que tendremos visitas, moglie?- increpó soberbiamente Luigi

- no será mi nueva alcoba,marito  - lancé con premura.

Parando en seco girando a mirarlo con frialdad

Desde que había llegado a este lugar había detestado el hecho de compartir alcoba con ese sujeto por lo que debía hallar un motivo justificado por el poder tener mi propio cuarto lejos de él.

Como si el solo hecho de detestar su existencia no fuera lo suficiente.

Pero mis actos de anoche me habían dado la justificación suficiente para respaldar mi decisión de no querer estar cerca de "momento" del hombre que me deshonro en mi narices.

Aunque yo desde el principio lo suponía pero debía hacer que hubiera testigos de ese hecho.

Por lo que ahora podía exigir cualquier acto justificando en esa razón.

- y adónde vas con tanta prisa?- pregunto fingiendo interés.

- a visitar a mi abuelo - solté con simpleza

- tu madre también estaba preocupada por ti anoche- añadió mientras reanudaba mi andar

Preocupada por la imagen de nuestro régimen de seguro

Mi madre deshecho cualquier interés por mi bienestar desde que aprendí a hablar.

Fuera de eso solo se preocupaba por el hecho de dar buena imagen a nuestro régimen creando la ilusión de invencibles para nuestros enemigos cuando el hecho evidente era que todos nos estábamos destruyendo entre nosotros internamente.

Sentí la brisa matutina alborotar mi cabello y aunque yo misma había ordenado que descansara tenía cierta esperanza que se revelará y me llevará hasta mi destino.

Pero debía aceptar que era un humano y no una máquina bien armada, aunque su belleza no fuera de este mundo .

En lugar de Donnovan estaba un chico moreno con una amplia y cortés sonrisa, servía a la familia desde que murió su padre, por lo que fue el único de la servidumbre actual que me vio crecer.

Era evidente que le atraía al igual que causaba el efecto con el resto de los hombres por aquí, pero el nunca  desperdiciaba ocasion para insinuarse de manera sigilosa.

Pero en lo personal no me atraía solo lo veía como un buen escolta.

- Buongiorno- saludé yo en cuanto el abrió la puerta.

- Buongiorno signorina - exclamó entusiasmado - adónde quiere que la llevé?-

- a casa de mi abuelo - exclamé resuelta

Miraba la ventana el resto del viaje que  transcurrio en silencio como siempre pero aún resentía ausencia de un par de ojos avellana por el retrovisor.

Rápidamente me di una cachetada mental por fantasear con un hombre ya que no era digno de mi, aún recordaba las alarmas de peligro eminente en mi cerebro cuando lo besé, pero eso me resuelto altamente excitante como si mi instinto me alertara de algo que yo no podía ver pero en ese momento apague todo el sistema y me deje llevar.

Llegamos al lugar y en cuanto estacionó salio rápidamente para abrirme la puerta, agradecí con un cabeceó y entre a paso firme a lo que era verdaderamente mi casa.

No había dado ni 10 pasos cuando la menor de mis cuñadas me hizo frente con una cara de desprecio bloqueandome el paso

-maledetta puttana!- exclamó a manera de saludo.

Por lo que la mire asombrada y con una sonrisa condescendiente.

- Buongiorno anche a te!- exclamé con una amplia sonrisa lo que pareció cabrearla más, lo que era mi objetivo.

- tu querías matar a mi hermano !- rugió llena de rabia

Frunci el ceño fingiendo confusión

- claro que no, nunca he fallado un tiro y si él hubiera sido el objetivo, te lo aseguro querida que ahora la bronca sería otra solo defendía mi honor como su esposa- dije con una sonrisa condescendiente- pero si quieres ver qué tan bien es mi puntería avísame, no he ido a un funeral en un buen rato-

- es una amenaza - ladró irónica

- si tú sientes que es dirigida a ti no es mi problema- conteste indiferente

Ella en respuesta comenzó a decir un montón de grocerias en mi idioma natal ya que no tenía fundamentos que echarme en cara sonreí victoriosa, le desee un buen día mientras la rodeaba con total indiferencia, dejando a la pequeña loca echa una furia a mis espaldas.

Llegue hasta el cuarto donde se suponía que estaba mi abuelo pero encontré la habitación vacía fruncí el ceño de preocupación hasta que mire por la ventana y lo vi en el jardín lo que me causo una sonrisa, baje lo más rápido que pude y me alivie al ver que Ximena ya no estaba a la vista.

- Anima!- exclamó lleno de alegría diciendo mi nombre en italiano

- nonno! Al parecer ya estás mejor- dije llena de alegría

- estoy en mis días buenos - dijo mientras desviaba su mirada al tablero de ajedrez que tenía enfrente- y no quería perderme este día hermoso en mi habitación-

- ya veo - dije sonriente.

- me acompañas ?- ofreció enarqueando una ceja con mirada retadora y asentí encanta.

Era nuestro deporte favorito desde niña siempre era como mi descanso, luego de la infinidad de clases que mi madre me imponía.

- al parecer hoy parece un día bueno para ganarte - advertí contenta

- eres muy codiciosa Alma- río el y me senté frente a él mientras el volvía a poner las piezas en su lugar.

- ya desayunaste?- pregunto preocupado al tocar mi mano y ver que estaba fría

- lo he olvidado - exclamé francamente alzando las cejas

Mientras planeaba una jugada en mi cabeza para ponérsela difícil, él hizo una señal a la servidumbre para que nos sirviera el desayuno pero no tenía mucha hambre así que lo único que comí fue un plato de frutas.

Pasado un tiempo llevábamos una jugada reñida con 0 esperanzas de terminarla pronto, me agradaba que no había preguntado nada del suceso de anoche, pero cuando iba a comentar apareció una sirvienta haciendo una reverencia y ambos volteamos a ver.

- signorina D'Angelo su madre pide verla - dijo ella y solté un espeso suspiro

Ya se había tomado su tiempo - pensé con ironía

Asentí y me levanté elegantemente

- no muevas nada déjame arreglar esto y la terminaremos - advertí yo con una sonrisa y el asintió con mirada divertida.

Seguí a la sirvienta hasta la oficina de mi madre que esperaba como siempre de espaldas mirando a la ventana para verse interesante

- gracias  ya puedes dejarnos - exclamó mirando a la sirvienta con desdén.

Luego de que la sirvienta se fuera y cerrará la puerta, se digno a voltearme a mirarme

- por qué?- fue lo único que exclamó estudiandome con la mirada y yo la mire con pesimismo - sabes que todo lo que haces involucra nuestro apellido y afecta al negocio-

- ah enserio y porque no pasa a la inversa que todo lo que haga el negocio me involucra- replique caminando por el recinto- porque hace días que eso está sucediendo, la que es la del legado soy yo, no Rousseau - apunte mirándola fríamente

- como puedes llamar así a tu marido, ahora lleva nuestro apellido- defendió ella y la mire con indiferencia.

- si al parecer él tomo mi lugar en los asuntos de la familia y a mi me tienes encerrada en una casa desinformada de lo que pasa - escupi- por qué no estaba informada del cambio de consejero? O mejor aún porque permitiste que el mejor amigo de papá fuera humillado sin siquiera avisarle de la decisión- grupo furiosa clavando el dedo en el escritorio de manera fulminandola con la mirada

- ya había servido suficiente a la familia- replicó ella cortante manteniendo su porte de imponente.

- oh claro al parecer ahora el maldito de Luigi ya te absorbió el cerebro con sus mentiras- dije yo aplaudiendo fastidiada

- no me alces el tono - increpó mi madre

- ah así que ahora cómo debo hablarte, con total dulzura por deshecharme de la familia en cuanto hice lo que querías - reñi esperando su respuesta.

- estás un tanto alterada Alma será que ...- dijo haciendo conjeturas falsas para salirse del tema lo que me causo más rabia.

- No Dannazione! No estoy embarazada como lo haría con un hombre que ....- dije y mi garganta comenzó a picar y las lágrimas ácidas amenazaban con salir

Quería gritarle que lo único por lo que me tocaba era para golpearme pero no le daría la satisfacción de verme vunerable así que tragué saliva y me repuse.

-con un hombre que prefiere acostarse con golfas sin carácter - escupi

- debe ser más dócil- dijo ella y la mire incredula

- claro mamá tú nunca supiste que fuera que papá te pusiera el cuerno verdad?- replique con rabia - pues no es mi suerte, así que no hables de cómo debo llevar el matrimonio, si tú estás más del lado de él que de tu propia hija-

Estaba cargada de rabia pero trataba de mantenerla a raya porque no quería cargar con más consecuencias.

- y ejemplo de ello me llamaste para ver porque había matado a la puta que estaba con mi esposo ridículizando en mis narices, por el escándalo que hice por defender mi imagen - hice una pausa para retomar el aliento- así que si no quieres otro escándalo peor que ese, debes informarme de todo lo que pasa aquí por derecho de sangre que tengo - expuse y me miró ofendida

- me estás chantajeando- dijo irónica

- no, estoy negociando como bien me enseñaste, así que si no veo cambios no tendré remedio que hacerlo- exclamé con simpleza y quitó la mirada fastidiada

- bien, pero ya que es una negociación - dijo con una sonrisa que no anunciaba algo positivo

- tu residencia será en la casa que tu esposo preparo - dijo y me quedé estática - yo misma me comprometo a informarte de todo y tomarte en cuenta pero te quedarás ahí - concluyó orgullosa de tener la ventaja de nuevo.

- porque de que quieres que no me enteré- replique ofendida

- no hay nada que ocultar solo quiero que tu matrimonio funcione - exclamó y me produjo al instante un mal sabor de boca.

El matrimonio no tenía esperanzas de funcionar solo fue un trato con prisa y ni el más fuerte amarra de la tierra podía hacer que funcionara pero omití el comentario y alce las cejas relajándome

- bien pero hasta que vea que si lo haces me quedare unos días aquí, es lo justo después de la deshonra que he tenido que pasar - repuse con arrogancia

- bien - dijo ella mirándome con superioridad y extendió su mano.

Joder! Como era posible que tenía que negociar con mi propia madre como si fuéramos cualquiera desconocido, pero no tenía otra opción además ella no sabía que dormiría lejos de ese monstruo por un largo tiempo, lo que me devolvía la ventaja a mi.

Cerramos el convenio y me fui de su oficina sin mediar palabra, quería aprovechar mi tiempo con el abuelo que era el único alivio de mi familia.

Solicite que adecuarán mi oficina porque iba a estar de vuelta en el juego y eso me hacia sentir de buen humor, porque estaba tomando el poder poco a poco....

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