Enemigos de sangre
Alma:
En un abrir y cerrar de ojos todo se había ido al diablo.
No había pasado una cuantas horas cuando mi vida dio un giro inesperado de 180° dejándo mi vida patas arriba.
Todo con lo que me había crecido había sido arrebatado en un chasquido.
Mi honor había sido blasfemado, mi descencia estaba por lo suelos pero lo que más estaba enojada era conmigo misma.
Ni siquiera él miserable de Luigi tenía que ver con la causa mayor de mi enojo.
Ese ocupaba el lugar mi persona.
¿Cómo pude haber sido tan estúpida?
Justo después de un largo razonamiento y temor de aceptar mis sentimientos hacia él fue como el preámbulo del caos.
Desde que me había convencido de lo que sentía por él todo se fue al carajo.
Cada momento.
Cada caricia.
Me hacía sentirme culpable de mi estupidez.
Cómo había me dejado perder todo, por algo que en un principio yo misma detestaba.
Los sentimientos.
El amor.
Y miren hasta donde llegue por ello.
Perdí todo mi poder como heredera de un imperio y todo por hacer algo que yo quería.
Debía ser más desconfiada y atar cabos completemente y no solo una parte...
Aveces la vida era o demasiado justa o demasiado cruel.
Pero en ese momento me odiaba profundamente a mi misma por haber caído tan bajo.
Enamorarme de uno de la familia que había acabado con la mayor parte de mi familia.
Hubiera sido menos bochornoso si me hubiera enamorado de Luigi- pensé en un momento de absoluta acida ironía.
Talvez aún seguiría al mando, no tendría problemas en mandar a matar a un espía ruso y tampoco me estaría ardiendo el hígado de tanta ira en mi interior.
Ahora me sentía desplazada.
Y no era algo de la ficción sí que lo había estado.
Me habían dictado pena de muerte solo por querer vivir mi vida a mi manera.
Y eso me había llevado al destierro indefinido de todo lo que algún día creí que era lo normal.
Las balas, poder, dinero, alcohol drogas, ser temida y peligrosa, sin miedo a nada.
Cosa irónica a mi realidad en este momento.
Sola, sin dinero, sin un lugar seguro donde estar y lo más importante de ello con un embarazo creciente.
Sin saber con ninguna seguridad si ese bebé iba a ser el mismo anticristo por parte de su progenitor o lo peor aún el mismo diablo.
Pero no me preocupaba por eso ahora, tenía unos largos 9 meses para meditar en ello ahora solo me bastaba autocompadecerme.
Se, que lo más lógico y lo que muchos de ustedes pensaran es:
Arriba el poder femenino.
Tu eres la heredera de sangre.
No eres nada contra ese cerdo.
Y talvez en su mayoría tengan razón, en el pasado pude haber hecho frente a todo eso dando peso a mi poder sobre el de esa sabandija.
Pero sabía que no debía hacerlo o el mayor consejo de mi abuelo me lo impedía el cual era.
"Aunque estés implicado en muchas guerras, no significa que tengas que pelear en todas ellas, debes esperar tu momento exacto para poder vencer ".
Me recordaba con nostalgia el día que me lo dijo, cuando aún era una adolescente y quería ir a frontar a Matteo por haber dicho una mentira en contra mía.
Suspiré con dolor, al recordar la ausencia de ambos.
Pero Piero tenía toda la maldita razón cuando me los dijo.
Apesar de que mi imagen estuviera siendo rebajada y pisoteada, no era el momento para salir invicta de todo ello.
Ahora solo me quedaba aguardar hasta que pudiera volver a levantarme y acabar con él.
Porque de lo contrario sí esta mujer tomara las armas en este momento solo conseguiría dejar a la actual mujer en pedazos hasta que quedarán solo cenizas.
Lo único que tenía claro era que quería que mi bebé viniera al mundo en paz ya que yo no había tenido opción, así que no era el momento ni el lugar para responder.
Ya al cerdo de Luigi, le llegaría su turno de ser llevado al matadero, ahora sólo quedaba esperar a que engordara de tonto orgullo para que el enfrentamiento fuera mejor.
Además para ser francos armar enfrentarlos sin refuerzos sería un suicidio, ya que desde hacía tiempo Luigi se había encargado de drenar su veneno a la mayoría del personal y socios a su favor.
La declaración de mi traición solo fue la cereza al pastel.
Pero nunca dejaría que me encontraban.
De eso ya se había encargado Elodie en su travesía de mejor amiga, dejándome en uno de los clubes ajenos a mi propiedad o bueno propiedad de mi madre que ya era la última D'Angelo legalmente aceptada.
Ahí tenía una deuda pendiente que quiso cobrarla con mi seguridad dejándome en manos de una chica llamada artísticamente como Sirena, era su nombre de bailarina su nombre real era Susana, era una chica de buen busto y trasero de piel bronceada y con una despampanante cabellera teñida platinada, la cual era la dueña del lugar y una vieja conocida de Elodie.
Me había quedado un par de horas ahí antes de ser trasladada a un nuevo lugar luego de que el club se abriera y fuera peligroso que alguien me reconociera del personal y así que ella solo tenía conocimiento de donde estaría próximamente.
Así fue como por primera vez en mi vida realmente acepte sentirme como un presa vacuna, yendo de un lado a otro para esconderme de un tipo que solo tenían los huevos suficientes para ponerme en contra de los que estaban ante mi mando.
Luego un par de horas, por fin me habían dejado en una especie de monasterio donde un par de mujeres vestidas con los habituales hábitos negros y blancos, me habían acogido a regañadientes a petición de la una de las hermanas redimida de su antigua vida de stripper llamada Paulina.
De buenas a primeras creí que me tocaría ponerme un hábito y todo el conjunto, pasando de vestir como pecadora a santurrona.
Pero no fue necesario tanto el extremo, solo me dieron un vestido modesto verde y me encerraron en una pieza que solo contenía un colchón gastado y una silla dispareja, estaba en la parte más secreta del convento donde me había quedado bajo llave por una "medida cautelar".
Guardaba cierta sospecha de que solo me habían aceptado por estar en cinta y por la historia que Susana había dicho sobre un esposo tirano que amenazaba matarme por haber quedado preñada de él.
En parte no estaba tan lejos de la realidad, pero solo en parte, fuera del hecho que ese esposo tirano había logrado su propósito de quedarse con mi cargo.
Al fin y al cabo ambos bandos habían logrado su cometido a costa mía.
Uno había podido hundirme en la miseria por venganza.
Y el otro le había caído de maravilla esa venganza.
Al parecer ambos habían trabajado en un excelente equipo haciéndome miserable.
Para cambiar de aire por el momento.
Hacia no mucho una de las monjas me había traído un pan tan duro que por poco me deja sin lao dientes frontales de no haber optado por mojarlo en la crema de champiñones que lo acompañaba.
Un par de náuseas me recorrieron unos segundos por el olor intenso a parmesano de la crema, pero tuve que controlarlo porque no sabía si iba a poder probar bocado en el resto del día y eso sería mi ingesta diaria.
Tuve que convencer a mi bebé que era eso o nada y dejó de protestar o eso imaginaba para distraerme.
Luego de un rato comencé a pensar en que en realidad está era la vida que hubiera querido tener.
No la opción de dedicarme al servicio del Salvador, porque carisma no tenía ni un pelo, tampoco al de profuga en el me encontraba sino a una mujer libre de ataduras sociales (ajenamente apegada a la realidad de entonces).
Pero pasó el efecto reflexivo y comencé a compadecerme de nuevo al saber que era poco probable que volviera a ver a Elodie en especial con vida.
Ella había hecho tanto por mi y me sentía culpable por haber llevado al infierno tanto a ella como Smeraldo que había hecho lo que hizo por mí y mi seguridad.
El idiota del Donnov... Dominick o como se llamase el maldito Valkov ya no me importaba ni un pimiento luego de darme cuenta que todo lo que me había hecho sentir era solo una estrategia para ser su informante sin conocimiento.
Ojala lo estuvieran torturando a más no poder porque eso era lo único que se merecía..
O eso era lo que me trataba de convencer para alejar los sentimientos a flor de piel que trataba de alejar de mi mente porque todo había sido un engaño.
Sus palabras cariñosas.
Sus gestos humanitarios.
Sus caricias.
Su voracidad por follarme a mi petición.
Aunque esa última me hería más porque como jodido hombre que era solo se había aprovechado con creces de la misión que había sido enviado mientras me follaba y robaba información.
El paquete completo.
Estaba abrumada y harta de todas mis malas acciones, cuando un pequeño celular desechable vibro sobre el desgastado colchón causando me un respingo que casi provocó que le dispara con mi única arma que empuñaba.
Miré la diminuta pantalla que contenía un mensaje en el buzón y me quedé petrificada al leer su contenido.
Dominick:
Ya no sabía del todo si estaba en la ubicación correcta o la maldita francesa y la ex-bailarina me había quemado una broma en venganza en conjunto, por eso me alivie al tener mis propios medios debajo de la manga para hallarla.
Llevaba angustiandome por encontrar a Alma poco más de 3 horas buscando el maldito lugar pero no había ningún rastro de él y gracias a la pinta que andaba la mayoría de personas me tenían precaución.
Parecía ser que la mayoría de personas nunca habían visto una persona en mi estado porque se quedaban embobados mirándome la cara seguramente desfigurada.
Pero eso no me importaba porque solo quería ya dar con ella.
Trataba de mantenerme ajeno y frío a los acontecimientos de hace un momento, porque sino nunca la iba a encontrar así que solo me dedicaba a buscar las razones para descifrar el porqué de la francesa me había dado el apodo de "amante bandido" antes de irme.
¿Porque sería un bandido sino había robado nada?
Debía de estar exhausto por todo mi cuerpo pero la adrenalina, no dejaba de bombear en mi sistema y me sentía con lo suficiente energía para no desfallecer mientras conducía.
Maldije cada una de las diminutas calles de ropa y los turistas idiotas que miraban los edificios como pendejos, provocando un atascamiento en cada esquina de mi trayecto.
Estaba totalmente dispuesto a arrollar al siguiente que se interpuciera en el camino y era enserio hasta que me di cuenta que había llegado al maldito lugar y como suponía me iba a ser muy difícil entrar si armar un escándalo de décimo nivel.
De todas maneras fue fácil luego de saltarme la cerca del jardín trasero y asustar a un par de novicias que colaboraron nerviosamente a ayudarme a hallarla y como no lo iba a hacer si cargaba amenazante un revólver cargado en mi mano derecha.
En cuanto afirmaron que la habían visto mi corazón comenzó a galopar sin medida.
Me conduje hasta la indicación dada y rompería el seguro de una gran patada de ser necesario pero había logrado hacer que una de las novicias hurtara la llaves por mi.
Definitivamente había hecho pecar a varias monjas sin haber pasado 5 minutos, pero de seguro ya estarían salvadas luego de la confesión.
Metí la llave en el cerrojo a abrí apresuradamente la puerta.
Instintivamente levanté el arma atento a cualquiera anomalía que me dijera que las monjas habian ideado una trampa contra mi, pero aún así no estaba preparado para encontrarme con lo que mire.
Ese par de ojos verdes llameantes mirándome sin emoción mientras un pulido cañón plateado brillaba ante la luz del pasillo.
La pequeña Italia me estaba apuntando sin pestañear con su revólver personal.
Yo no me quedaba atrás ya que gracias a un impulso también le estaba apuntando con él arma.
- Así que ahora vienes a terminar el trabajo- bujo con su mirada fija en mi como una diana en un campo de tiro
- Solo te daré una oportunidad- anuncio entre dientes- Lárgate-
Sabía que luego de que ella supiera la verdad estaría rabiosa a más no poder, pero luego de una humillación pública y una pena de captura y muerte estaba más que eso agregándole el bonus sorpresa del embarazo.
Ni la planta de Chernobil iba a ser tan peligrosa como sentir el odio de una mujer traicionada.
Y su mirada me lo confirmaba, está vez no estaba jugando con el hecho de dispararme hasta acabar con su munición.
Aquello se había salido de mis manos sin saber en qué momento.
- No lo haré - confesé decidido- No me iré aquí sin ti.
- Pues tendrás que hacerlo,de todas maneras lo harás pero con la diferencia de si quieres seguir respirando cuando salgas o no- junto ambas manos en el mango de su arma fijando más su blanco en mi centro.
- Morir a manos tuyas sería un honor, pero no es el momento de pelear debemos salir de aquí y velar por el bienestar y el futuro de nuestro bebé-
Las últimas tres palabras hicieron que su rostro se contrajera en sorpresa pero rápidamente se recuperó enfatizando más su gesto irritado.
-¡No es nuestro es mío!- replicó con el propósito de herime.
Ya que ella bien sabía que la peor manera de rebajar a un hombre era de hablar de su hombría y lo que respectaba a ella.
- No pued....- me interrumpí a mi mismo al mismo tiempo que bajaba el arma, al darme cuenta de que la posibilidad de que yo fuera el padre no era 100% probable.
Estaría dispuesto a que me disparara en este momento si deseaba.
Pero eso no alteraba mucho mi propósito.
- Será nuestro de todas maneras- dictamine tratando de tranquilizar el ambiente y poder explicarle.
- Promesas y mentiras es todo lo que eres Dominick Valkov- dijo con rabia articulando mi verdero nombre con un gesto despreciativo.
Que pese a la situación actual en la que me encontraba, no pude evitar verme tentado un poco que esos labios carnosos lo dijeran por fin.
- Soy más que lo que crees saber - solté tratando de explicarle avanzando más hacia ella y ella solo continuaba retrocediendo sin dejar de apuntarme.
- ¿Así?- soltó con aires de incredulidad- ¿Entonces como es que encontraste mi paradero acaso no dijiste a Elodie mentiras y prometiste que me cuidarias solo para poder hallarme y acabar con tu misión?-
Abrí la boca para contra decirla con dureza pero mire como sus ojos se cristalizaron por un segundo, ella sabía algo más que me iba a dejar desprevenido.
- ¿Cómo lo hiciste hace muy poco con mi madre?- acusó débilmente- Era.. lo único que quedaba de mi familia y tú la mataste-
Al parecer los radares de información eran demasiado eficientes apesar de que el lugar en cuestión fuera un lugar de campo de tiro abierto y sin restricción.
Pero su acusación me lleno de una indignación que no pude contener.
Lo había hecho por su propio bien.
- ¿Cómo puedes sentir dolor de la perdida de un ser que si quiera se preocupó por defenderte cuando te sentenciaron a muerte?- repluqd alzando la voz y cerrando de un portazo la puerta tras de mí - No logro comprenderlo- negué sosteniendome las cienes con las palmas abiertas- Ella no hizo más que estar en contra de ti, de tu dignidad de tu poder como líder, sin siquiera apoyarte una vez y aún así quieres vengar su muerte-
La mire totalmente desconcertado, por su falta de razonamiento, pero ella solo me miraba enojada y dolida al mismo tiempo.
- Si quieres hacerlo, mátame aquí mismo porque no creo que tenga que vivir por alguien que no se da cuenta del valor de sí misma- deje caer el revólver al suelo y puse las manos tras la nuca poniendo a su disposición cualquier punto mortal en el que quisiera disparar- Y de no ser por ti ya no tiene sentido la vida para mí-
- ¡Déjate de patrañas!- grito y sentí un reproche de dolor en su voz - Tu solo me usaste como una informante sin saberlo y luego no dudaste en acusarme ante él como una conspiradora a tu causa-
-¡ Tu eres la que dice patrañas sin saber lo que está diciendo! Estas totalmente fuera de contexto-
-¿Así entonces que viniste aquí como un príncipe azul a que a sacarme del maldito infierno que tú mismo te encargaste de condenarme?- se relamió los labios para proseguir- ¡Pues déjeme decirle que lo siento pero sus falsas promesas ya no surtirán más efecto en mi maldito mentiroso!-
- Déjame explicarte- pedí levantando las manos al frente tratando de calmarla.
- ¿Explicar qué?- soltó indignada- Que pensé que eras diferente al monstruo que me casé pero eres igual peor que él-
La idea de que me estuviera comparando con esa escoria me puso la piel de punta pero debía esperar que dijera su sartal de mentiras para que me escuchara.
- Tu solo me usaste, follaste y talvez pudiste llegar a embarazarme y ahora solo estás aquí para matarme ¿Dime qué diferencia tiene con el tipo que se supone te lanzaste a puñetazos por mi?- soltó incrédula- Solo lo hiciste a mi mejor para saber qué información tenía para tu causa pero con más cautela lo cual me sorprende viniendo de un ruso, pensé que eran más toscos pero definitivamente estaba equivocada sobre todo de ti...-
-¡ Ya basta, maldita sea! - grite harto de sus acusaciones sin sentido- Vine aquí porque mi labor es protegerte y proteger ahora al bebé que llevas en el vientre-
Ella abrió su boca para refutar pero proseguí
- Sin importar si sea mío o no pero lo que importa es que es tuyo y todo lo que viene de ti lo adoro, a excepción de todas tus acusaciones equivocas sobre mi- tome una bocanada de aire agobiado- Si lo acepto al principio solo vine a hacer mi trabajo y tú eras el blanco perfecto para ello, pero conforme te iba conociendo más a fondo-
- Literal y metafóricamente- soltó sarcástica sin bajar el arma.
¿No tendría ya cansado los brazos de tanto apuntarme sin razón?
- ¿Podrías dejar de apuntarme?-
- No, de lo contrario comenzarás con tus mentiras habituales- repuso y la mire cansado - Y ya deja de hablar sandeces tu también no me vengas a pintar la historia color de rosa cuando yo - se apuntó con un dedo asi misma- Fui la que perdió todo lo que tenía solo por ti -
- Pero prometo que te ayudaré a derrotarlos-
- Claro- soltó incrédula- Ahora dirás qué te enamoraste de mí mientras continuabas informando a los tuyos de nuestros planes, lo que está aquí claro que es tu me usaste y no creas que por venir hecho un jodido Chucky escolta me vas a conmover porque todo lo que has sufrido es lo mínimo que te mereces por lo que me hiciste-
- ¿Y que hay mi acaso tú solo me usaste para satisfacerte ?-
- Pues es algo más decente que usarte como recurso para el enemigo y lo sigues haciendo solo quieres que me enamoré de ti para tenerme a tu favor-
- En este momento no quiero que aceptes mis palabras o mis disculpas solo quiero ponerte a salvo, es todo por lo que acabe de traicionar a mi familia al venir por ti- me aclare la garganta- Porque sé que tú no mereces morir a causa de esta venganza de honor-
- ¿ Así que solo es eso?- repitió confundida- ¿Solo quieres ponerme a salvo por remordimiento de conciencia?
- Si te dijera que estoy jodidamente enamorado de ti estarás pensando que es una trampa y otra mentira- enarqueo una de su cejas haciendo el gesto favorito de su rostro.
- Definitivamente- asintió- Pero si estás hablando de solo darme una mano ami...- Se arrepintió de sus palabras- de apoyo para pagar tú deuda por usarme como informante la acepto -
Me sorprendió su frialdad al ignorar donde le confesaba que estaba enamorado de ella pero era lo que menos merecía por todo lo que había hecho.
- ¿ Tu mataste a Piero?- pregunto con brusquedad como temiendo la respuesta- Y dime la verdad-
- No, no lo hice apesar de que mis intenciones iniciales me apunten como principal sospechoso-
- Bien- bajo el arma hasta ponerla en la cama - Confiaré en ti, pero es tu primer Strike, solo te faltan 2 más y definitivamente te mandaré a la mierda- advirtió cambiando de carácter como radicalmente acostumbraba.
- ¿Y eso qué quiere decir?- pregunté confundido sobre en qué era la oportunidad.
- Confiaré para que me saques de aquí solamente- bufo engreída- Señor enamorado- bromeó.
Y por un segundo no creí lo que mis oidos escucharon.
- Sabes un tipo rudo como yo no es fácil que confiese esos sentimientos tan a la ligera como lo hice-
- Tipo rudo- bufo - De los 2 - nos señaló- Yo soy la ruda, tu te enamoraste de mí primero.
Ansiaba preguntarle si sentía lo mismo pero aún estábamos en un terreno inestable para cagarla de nuevo.
- ¿Y ahora qué somos?-
- ¿Enemigos de sangre tu que crees?- obvio- así que te devolveré el favor y solo te utilizaré para quedar a mano, me sacarás te aquí, talvez podrás ser la figura paterna de mi bebé por el momento porque no quiero que crezca sin un padre y te usaré de consolador portátil de vez en cuando-
- Si esas son las nuevas condiciones, babochka, utilizame cuando quieras - declare extendiendo los brazos en señal de completa rendición.
- Eres un fácil - se carcajeo y fue un deleite que ya no estuviera llorando por mi culpa- Y ahora comprendo porque el mote en tu lengua materna- bufo guardado su móvil y su arma en su vestido olgado- Ahora que lo pienso eres un espía mediocre, ¡Eras muy obvio!-
- Perdóname pero estaba concentrado en pulir otras áreas más necesarias para ser tu amante que para ser en el espionaje-
- Mediocre- repitió paso a mi lado y la sujete suavente de brazo parando su caminata-¿Qué?-
Me agache hasta quedar a la altura de su estómago y le hable a la criaturita formándose en su vientre.
- Hola pequeño bebé, soy tu papá- anuncie de manera tierna para hacer bufar a Alma que rodó los ojos.
- Solo es por mientras encuentre un prospecto mejor, que no sea mi enemigo ¿Capichi?-
- Capichi- asentí - Pero de aseguró que no encontraras algo mejor que yo babochka- asegure - ¿Piccolo bacio?
Me acerqué para besarla pero me tapo la mano con la boca.
- No tan rápido, aún sigo enfadada por ti además, mataste a la persona que me trajo al mundo apesar de ser una desgracia, le debo por lo menos unas horas de luto- aseguró para luego ir al baño.
Me quedé solo en la habitación hasta que el sonido de mi radio emitió un un chillido por lo que lo saque de su lugar.
-¿Diga?- solté en ruso.
- ¿Ves el GPS?- era la voz de Egor y afirme mirando dos puntos palpitantes - Son las coordenadas para los helicópteros de extracción hay uno cerca del ala oeste ahí nos iremos Kostya y yo el que está en la zona sur más alejada del bosque es el tuyo tendrás que pasar por Evan - pidió y contraje mi rostro en duda
- ¿Por qué?-
- Se encargó de poner una barricada de bombas en la planta baja en cuanto termine tendrás que pasar por él, ambos helicópteros llegarán en 30 minutos date prisa de salir de tu supuesto asunto pendiente de lo contrario la misión se irá a la cloaca-
- Bien-
Conteste pero dejo de responder, ahora me encontraba en un jodido predicamento.
Lo bueno es que había recuperado a Alma y estaba sana pero ahora era mi deber mantenerla a salvo pero debía apoyar a mi familia evitando que los atrapasen pero fuera lo que fuera a hacer no iba a dejar a Alma sola luego de que hubiera vuelto a confiar en mí.
Pero no era una opción fácil llevarla junto a... Mierda... Después lo decidiré lo importante es que salgamos de aquí cuanto antes el camino decidirá pero estoy seguro que lo que Alma necesita es estar fuera de Italia y yo haré lo posible para mantenerla segura a ella y a nuestro bebé.
......
Nota autora:
Buenas buenas, bueno este a sido el último cap de imperio el siguiente que nos viene es ya el epílogo así que espero que les haya gustado lo que leyeron aquí y gracias por todo el apoyo que me brindaron leyendo la historia.
Prometo subir varios extras que tengo pensados y luego publicaré el segundo libro de la trilogía imperio: Imperio de Fuego esta vez un poco más pausado por causas personales y de otros proyectos pero espero publicar constantemente
Espero que les haya gustado y que ansien leer el epílogo que lo subire pronto.
Sin más me despido y bye mafiosill@s.
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