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Donde hubo balas, cuerpos quedan

Alma:

Luego de haber confirmado mi regreso de vuelta al negocio de forma definitiva, el ritmo volvió a su normalidad y ahora me daba los últimos retoques para el evento de esta noche.

Ojalá lo hubiera recordado a tiempo y hubiera dejado mi regreso luego de la famosa subasta Italiana- me repetía constantemente mientras reparaba mi dorado vestido que hacia resaltar mi piel.

Era un evento famoso que la cosa nostra se deleitaba en organizar de vez en cuando, más que todo para reforzar las alianzas entre nuestros socios, en una manera poco ortodoxa dando paso a ser todo tipo de libertinajes.

La subasta consistía en subastar armamentos, drogas y hasta mujeres con tal de divertirse en  derrochar su dinero invirtiendo en el negocio, aunque tenía el mismo efecto redundante, el dinero que era del negocio volvía al negocio.

-Lista- exclamo la voz de Elodie abriendo la puerta con una expresión que derrochaba emoción.

 A diferencia de ella yo odiaba este tipo de eventos donde se veía a las personas como piezas de ganado vendidas sin más, para los propósitos más inhumanos que tuvieran en mente estos desgraciados.

Baje de mi habitación en compañía de la rubia quien había insistido en que fuéramos en el auto donde ella había venido y yo acepte sin replicar, ya que me había distanciado de Donnovan por obvias razones.

 Era algo incomodo que una sola persona me encontrara en mis peores momentos, en más de una ocasión y Donnovan era tal persona, por lo que prefería evitarlo a toda costa de una manera discreta.

El camino hacia el evento fue en parloteo departe de Elodie y silencio y asentimientos de cabeza de mi parte y eso era fatigante ya que el lugar escogido era una de las haciendas que mi familia poseía al otro lado de la ciudad, era más lujosa pero la más escondida, perfecta para la clandestinidad de las acciones que ahí se llevarían a cabo.

Pero a pesar de que el lugar era seguro tenía una sensación de un mal presagio, pero me excusaba en la teoría de que se debía a que la última vez que asistí a un evento de este tipo los federales armados se vieron involucrados sin invitación previa.

Decidí dejar de pesar en posibles eventos catastróficos, porque solo me conseguiría una jaqueca sin haber entrado al evento en el cual debía tener la cabeza fría para continuar con la farsa que era ser la mujer de la mafia.

Ya dentro del evento decorado con oscuridad y luminosidad en distintas partes iguales, dándole un efecto enigmático de elegancia y clandestino ante todo, me mantenía en la desgastante tarea de saludar a todos los invitados hasta que Elodie me salvó arrastrándome a observar el resto del evento, en especifico la llegada de las bailarinas que ella misma había entrenado para la ocasión.

-Aún recuerdo el día que conocí a Matteo- recordaba con adoración- Era un situación parecida solo que la subasta era en Francia- dejo soltar un suspiro de emoción mientras me jalaba entre las mesas de poker donde saludaba con asentamientos a quienes levantaban la mirada para verme.

-Lo mejor de todo era que yo estaba fastidiada por el hecho de tener que bailar para viejos pervertidos- lo último lo dijo sin descaro provocando la mirada de algunos sobre nosotras por lo que hice un gesto de advertencia a Elodie para que fuera más cuidadosa con sus palabras y ella solo bufó sin darle importancia- Pero termino siendo el hombre de mis sueños-

Continuamos caminando hasta llegar al escenario oscuro con luces discretas doradas, sentándonos en uno de los divanes cómodos frente al escenario, una música lenta comenzó y la mayoría de hombres comenzaron acercarse a la presentación, las cortinas se abrieron dando vista a un par te barras de luces led fijadas  al suelo negro, las bailarinas comenzaron a salir vestidas provocativamente y comenzaron a danzar con el único propósito de aumentar el lívido de estos "viejos pervertidos".

Porque había que ser sinceros, muchas veces lamentamos nuestra suerte cuando hay otras personas que tienen menos suerte que nosotros y no se echan a morir por eso, ese era el caso de las bailarinas que observaba, contoneándose y haciendo movimientos gracias a su gran elasticidad.

Luego de lamentarme por su suerte por unos instantes, me quede mirando a la nada escuchando las anécdotas de Elodie al conocer a mi hermano en un evento como este, en su época de bailarina y como él en esa subasta no pago solo una noche con ella sino que pago su liberación de ese negocio, para que se fuera con él devuelta a Italia, la sensación de nostalgia me recorrió al recordar el hecho de que mi hermano era un enamoradizo y de como me había contado de que Elodie no era como las demás chicas, ella era diferente y fuerte, cosa que yo podía afirmar actualmente ya que admiraba su fuerza de recordar a mi hermano con alegría de sus buenos tiempos.

La función acabo provocando una oleada de aplausos en el lugar, yo di unos cuantos de esos aplausos hasta que mi instinto dio una punzada en mi estomago, señal de que algo no estaba bien de nuevo, por lo que volví a ver a mi alrededor encontrándome con el obvio motivo de esa sensación al ver la presencia de la familia Rousseau en el lugar, dando una clara justificación de la alerta en mi estomago.

 Deje de mirarlos y pasee la vista por el resto del lugar haciendo nada más que arrepentirme, al hacer contacto con ese par de ojos avellana que me miraban con atención, rápidamente rompí el contacto ante el hecho de una eléctrica sensación recorrió mi cuerpo entero y dispuse a legarme de ahí para calmarme, me disculpe con Elodie diciendo que debía ir a tocador y así lograr librarme de la vista de la intensidad de esa mirada severa.

 A fin de cuentas no tenía nada que reprocharme, él era solo un escolta que utilice para cubrir mis necesidades fisiológicas solamente no teníamos una relación fuera de la sexual.

Me repetía una y otra vez mirándome en el reflejo del espejo del baño, apoyando mis manos en lavabo, por suerte el lugar estaba vacío, para poder tener mi crisis existencial en paz,  lo que a su vez me fastidiaba por tener que debatirme la clara relación que tenía con él.

 Luego de labrar una lucha mental con mis pensamientos, decidí que eso era una niñada y salí del baño decidida en mi plan inicial, ignorar todo lo referente a él  todo lo que pudiera, a la vez que rogaba que no me estuviera asechando a la salida de este y mi plegarias en esta ocasión funcionaron.

 Regrese al centro del evento donde ya se estaban efectuando las subastas, mientras miraba de soslayo que el escolta estuviera en su posición , traicionando así el juramento previo, que me había hecho en el camino, estaba en compañía del chico francés que se había echo amigo de él al parecer, así que  solo voltee mi atención a donde se efectuaban un lujoso armamento con balas de oro.

¿Quién va a querer balas de oro? Es un lujo absurdo, solo en caso de fallar un tiro la victima recogería esa bala y su suerte cambiaría por completo.

Pero en el mundo es absurdo y un joven pretensioso de cabello rubio levanto su paleta ofreciendo una desorbitante suma de dinero.

Idiota.

Tome una copa de las charolas que los meseros pasaban a los invitados dándole un trago mientras veía el espectáculo de cosas absurdas que las personas se peleaban por obtener, mientras jugaba con la gargantilla costosa que tenia en mi cuello que me ayudaba a ocultar las marcas de estrangulamientos de hace unos días, cuando en el escenario fue presentado una gran y lujosa caja que aparentaba se de oro y era transportada con un carrito de transportar muebles. 

El tipo encargado de la subasta se ajusto los lentes para mirar que objeto de la lista era aquello, lo cual llamo mi atención a la vez que una punzada me anunció lo que paso después.

Aquel objeto comenzó a disparar proyectiles de su interior haciendo que su cubierta metálica se agujereara matando a varios de los presentes que estaban en las primeras filas de la subasta .

Lo cual paso bastante rápido generando una histeria colectiva en cuestión de segundos, mi primera reacción fue lanzarme al suelo mientras sacaba mi arma de mi liguera, mientras esperaba una brecha de recarga para poder correr a un lugar seguro como la pared de mármol a pocos metro de mi paradero.

La brecha paso lo que me dio el suficiente tiempo para correr en esa dirección antes de que volviera a abrir fuego contra cualquier cuerpo en movimiento, ya habían varios muertos cuando buscaba una salida del lugar, pero mi mente encendió todas las alarmas cuando vi la pared de enfrente la gran letra que se había formado ante el impacto de las balas contra la pared de cristal del lugar.

Ya están aquí.

Busque con la mirada una salida con urgencia pero las puertas ya estaban bloqueadas o eso pude ver al ver como la gente amontonada se desesperaba por romper las puertas, por lo que deseche la idea y otra interrogante cruzó en mi cerebro.

Elodie

El artefacto mortal seguía disparando sin cesar hasta que se detuvo abruptamente, aumentando mi necesidad de salir de ahí cuando vi como las puertas frontales se abrieron y un par de latas humeantes pararon el suelo rompí mi costoso vestido y me cubrí la nariz y boca para no desmayarme mientras maquinaba sobre como salir de ahí.

La gente  que aun no se había desmallado con el gas comenzó a correr despavorida en dirección contraria a la salida, cuando todas las puertas se abrieron mostrando a varios hombres armados con uniformes negros y máscaras de gas del mismo color, los guardias encargados comenzaron a disparar contra ellos iniciando un tiroteo intenso en el lugar.

Opte por esconderme entre las cortinas del mismo color de mi vestido, cuando los mercenarios comenzaron a disparar a los cuerpos desmayados en el suelo y a cuanto individuo se cruzará en su camino.

 Observe como mi madre y los Rousseau se escondían debajo de las mesas todos unidos lo cual concentro la atención de los hombres armados en un solo lugar dándome la oportunidad de correr escaleras arriba al ver una señal de una cabellera rubia, corrí rápidamente y choqué con el cuerpo de Elodie que acuno mi rostro rápidamente 

-¿Estas bien?- exclamo preocupada buscando algún indicio de  herida.

-Ya están aquí- declaré

Antes de que pudiera explicarle quien en especifico la presencia de Donnovan apareció haciendo que las palabras que iba a decir se esfumaran.

-Debemos irnos- ordenó mientras recargaba su metralleta.

-Podemos salir por la azotea esta libre- exclamo Khalid algo agitado mirando mi presencia. 

-No- contradije haciendo que los 3 pares de ojos me voltearan a ver sorprendidos.

-No es momento de hacerte la heroína- aclaró Elodie algo obvia.

-Si son los Valkov ya deben tener todo el lugar vigilado a la espera de que salgamos por ahí- 

-Entonces que propone mi signora- pidió el francés.

-Debemos salir por la puerta principal- 

- No tenemos suficiente personal para poder acabarlos- informó Donnovan mirándome algo cansado.

Y aquello no dio tiempo para más charla porque un par de mercenarios nos apuntaron con sus armas que rápidamente pude reconocer como  eran las perdidas en aquel cargamento.

-Aquí están- informaron en su asquerosa lengua rusa, pero solo eso pudieron hacer antes de que los acribillara con mis balas.

-Corran- dijimos Donnovan y yo al unísono mientras disparábamos a los hombres que corrían escaleras arriba.

Logramos bajar las escaleras llegando al pasillo principal donde comenzamos a correr entre los disparos, pude ver la cabeza del consejero de mi padre en el suelo mientras corríamos a la salida, hasta que llegamos a la pared que daba a la puerta principal pero uno de los tipos disparo en mi dirección.

Esperé el efecto del proyectil traspasando mi piel, pero el dolor del impacto nunca llego en su lugar vi como Donnovan acribillo al tipo y me jaló al exterior.

-Llévatela- ordenó en un cabezazo indicando a el francés que se llevara a Elodie y el simplemente asintió jalando a la rubia que solo se despidió con una mirada de preocupación en su rostro.

Fue cuestión de segundos para que Donnovan tomara mi muñeca y me jalara a un auto que consiguió tuvimos que subirnos rápidamente porque comenzaron a disparar, por suerte el auto era blindado.

Donnovan comenzó a conducir a toda velocidad, mientras yo buscaba algún tipo de herida porque el ambiente comenzaba a oler a sangre, hasta que note que estaba intacta y me acerque al asiento del conductor, notando que el dolor se volvía más intenso y me pasé al asiento del copiloto revisando el cuerpo de Donnovan.

-¿Qué haces ?- preguntó curioso al ver como revisaba su cuerpo con las manos.-Me ignoras todo este tipo y ahora quieres acción- inquirió en tono divertido mientras  no apartaba la vista de la carretera.

-Dannazione, estas herido- exclamé mirando mi mano llena de sangre al tocar su pectoral derecho y vi como su camisa blanca se estaba tiñendo de rojo.

-Descuida no es nada- exclamó apartando mi muñeca con su mano libre, restándole importancia al asunto.

-No debes conducir en ese estado deja que yo conduzca- ordené tratando de tomar el control del volante.

-No deja, harás que nos matemos- protestó de mala gana.

-Tu nos vas a matar si conduces mientras te desangras- recriminé.

-Como puedes estar peleando, si acabamos de salir de un tiroteo intactos- exclamo cansado mientras forcejeaba en que lo dejara conducir

-Es la adrenalina déjame hacerlo-

 - Es mi trabajo, así que te aguantas- concluyó.

-Me importa tanto mi vida como para confiar a alguien que se puede desmayar en cualquier segundo-

-Bien- dijo fastidiado levantando las manos en rendición y aproveche ese momento para subirme en su regazo y tomar el control del volante.

-Ahora quítate- exclamé al ver que no se hacía  había movido al asiento del copiloto.

-No, solo pediste conducir no que me quitara- contestó socarrón.

-Sobrevivimos a un tiroteo y te pones juguetón-

-Es la adrenalina- repitió mis palabras contra mi oído en respuesta solo bufé y conduje lo más incomoda posible que había manejado en mi vida.

Esperando que Elodie hubiera tenido la misma suerte de sobrevivir, ya que solo ella me quedaba.

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Nota autora: 

Buenas buenas! aquí nuevo capitulito intenso con mucho plomo, espero que les haya gustado.

Ya los Valkov están en Italia que emoción!!!

Bueno no se lo que piensen ustedes pero los Valkov y sus entradas dramáticas son lo mejor.

Esperen lo que viene a continuación..

Sin más preámbulo me despido, hasta la vista mafiosillos.







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