Contratiempo
Narra Alma:
Estaba algo cabreada no tanto porque me hubieran interrumpido en mitad de la acción sino más que todo porque nunca los hombres pueden hacer algo bien como algo tan simple como transportar un gran cargamento de armas a Londres es todo.
El único ruido que se escuchaba era el sonido de mis tacones con el piso junto con los de Elodie.
- viniste con Smeraldo?- pregunté en francés dirigiéndome a Elodie que me seguía el paso entrando al bar.
- no un chófer me trajo- respondió en su lengua materna.
- pero porque estás aquí, no tienes razón alguna para estarlo - replique y me miró ofendida.
- si quieres me puedo largar - dijo dramática como siempre.
- no me refiero a eso - dije algo irritada - el asunto es sobre el armamento extraviado porque eso tendria que ver contigo creo que tienes cosas mejor que hacer que ver qué dicen-
Sabía que también habían cargamento de droga y chicas hacia el mismo destino pero no creía que algo malo habría sucedido para ella tuviera que ver.
- al principio creí lo mismo hasta que una de mis chicas fue golpeada por uno de ellos, supuestamente ella debería estar en Londres en este momento pero en su lugar está en el hospital debido la paliza, que le dieron la tomaron del lote antes de que saliera- explico ella.
Dándome a entender que este asunto era más grave de lo que parecía, nunca me había interesado las chicas de Elodie pero algo en mi me hizo preguntar sobre ella.
- cuanto tenía ?- pregunté volteandola a ver.
- 19 años era una bailarina novata y lo peor de además de la paliza la violaron dejándola con un gran tiempo de recuperación- dijo ella algo cabreada por el hecho
Lo cual me contagio de esa ira que sentía por tocar lo que no era de ellos.
- además mientras esté aquí prevengo que no mates a alguien por más que se lo merezca, no quiero que manches tus manos con sangre innecesaria- respuso
Mientras continuaba caminando por el pasillo hasta que vi a un grupo de escoltas estaba sentado en una mesa del bar dando una partida de poker, que en cuanto me vieron se detuvieron para saludarme correctamente.
Temerosos de que asumiera cualquier falta de cortesía como motivo para pegarles un tiro, solo asentí sin darle vueltas al asunto ya que sabía que se encontraban ahí dar fin a los responsables de la perdida del cargamento
Si no hubiera hecho mi intervención estarían muertos ya, sin poder hallar razón alguna del paradero del armamento.
- aún no les han hecho nada ?- pregunte en cuanto vi a Smeraldo que tenía el semblante rígido como siempre.- no signorina como usted ordenó no los hemos tocado esperando su presencia-
- bien yo me encargaré - dictamine para entrar en el salón principal del bar.
Estaba oscuro debido a la falta de ventanas del lugar de no ser por unas escasas luces del techo estaría completamente a oscuras y eso que solo habían pasado un par de horas desde el medio día.
Las mesas estaban recogidas impecablemente en las esquinas con sillas encima, no se veía en absoluto como cobraba vida en la noche, parecía algo lúgubre y tenebroso, algo que combinaba con la atmósfera que pronto iba a inundar el lugar.
En mi campo de visión se encontraron un par de hombres con la cabeza agachada en cuando me vieron eran Paolo y Arnoldo los primos Rocelli, los cuales estaban encargados explícitamente de la distribución de los cargamentos sin ser descubiertos, tales cargamentos eran llevados por vía marítima con éxito de no levantar sospechas en los países que llegaban.
Suspiré pesadamente y recosté mis codos en la barra tras de mí optando por una posición despreocupada para que no percibieran el cabreo de buenas a primeras sino se podrían miedosos y no me darían nada útil, aún así saque mi pequeña arma de manera de advertencia y la puse sobre la barra, mientras pedí a uno de los camareros que me diera un trago apesar que el bar ni siquiera había abierto.
En cuanto tome un sorbo de la copa servida con un buen vino añejado el cual inundó mi boca comencé.
- que fue lo que sucedió ?- pregunté insípida mirando a ambos hombres que me miraban suplicando piedad en su mirada y eso que ni siquiera había comenzado con lo que les esperaba.
- uno de los cargamentos a Londres fue perdido del rango - hablo uno de ellos era calvo y algo robusto.
- y eso como fue posible si todos nuestros armamentos tenían un GPS incorporados para prevenir esa situación - exclamé cruzandome de brazos mirando a ambos con indiferencia.
-cometimos un error - hablo el otro de mala gana con una mirada arrogante apesar de la situación que no estaba para nada a su favor.
- aún no lo sabemos al parecer quienes la hurtaron sabían lo que hacían - repuso el otro algo apenado y mirando de manera en advertencia a su primo.
- bien - dije relamiéndome los labios mientras caminaba por la habitación- cuántas horas lleva desaparecido el cargamento?-
- 48 horas mi signora- dijo el calvo agachando la cabeza apenado.
- y porque hasta hace apenas 12 horas lo reportaste a Smeraldo?- dije mirando el reloj en la muñeca.
- porque pensábamos que era una avería del radar y nos apuramos en arreglarlo - explicó el calvo rápidamente.
- ya veo- dije pensativa - y que estaban haciendo ustedes cuando desapareció del radar ?- inquiri mirando al de cabello peinado hacia atrás con fijador como si una vaca le hubiera lamido la cabeza, ambos se pusieron ansiosos y desviaron la mirada- en especial tu que estabas haciendo hace 48 horas Paolo - dije parando frente a mirandolo airosamente.
- mirando el radar - replicó con descaro mirando hacia abajo
- mentira- exclamé suavemente - mirame y dímelo en la cara - lo rete el cual con arrogancia lo hizo embozando una sonrisa soberbia.
- mirando el radar - repitió como si no hubiera evidencia que dijera lo contrario.
- entonces porque hay testigos que te sitúan en la zona de embarque llevándote a una de las bailarinas- dije molesta y vi como su mirada de superioridad se llenaba de temor - y sabes que tomar lo que no es tuyo implica consecuencias-
Camine hacia la barra dejando la copa y tomando mi arma.
- en especial cuando es parte de la mercancía, es como si fuera cualquier cargamento de droga si consumes, rompes, alteras o le provocar algún daño a la mercancía perjudica inmediatamente al negocio y el resultado es una consecuencia terrible - amenace - pero te daré el beneficio de la duda porque estoy de buenas - mentí abiertamente - dime en realidad que fue sucedido- ordené
Mientras miraba como los hombros del hombre se tensaban.
- solo quería un poco de diversión es todo- se excuso él y podía ver la tensión que tenía su compañero ante sus palabras.
- claro y es que no te pagamos y te damos acceso suficiente a la putas de aquí- dije explotando - tienes que violar a una bailarina virgen y luego de eso golpearla hasta casi morir para que te diviertas un poco porque déjame decirte que eso le causa pérdidas al negocio además del hecho que es un puto ser humano al que acabas de arruinar y con ello te arruinas a ti mismo - dije dándole la espalda para retomar un respiro.
- desde cuanto te importa que sean un ser humano, al parecer te ablandas, solo porque era una virgen y no cuando puedes matar a cualquier puta que se te antoje - respondió con sequedad a mis espaldas haciéndome volver a mirarlo con rabia
- como dije tendrás que asumir el precio que nos hiciste perder y el precio será justo - dije apuntando con mi arma a su hombría y descargando un tiro provocándole un sonoro grito de dolor - además que eso te libra de distracciones a futuro, para que no comentas más errores por dejar que toda la sangre fluya en una dirección dejando a tu cerebro sin la sangre necesaria para pensar adecuadamente - dije dejando al hombre con sus gritos lastimeros y dirigiéndome a su primo que sudaba como puerco de la situación en la que se encontraba.
- yo ...yo ..no tuve nada que ver - tartamudeaba el hombre al ver como su primo se lamentaba de dolor.
- lo sé pero tampoco puedes salir impune de esta situación ya que no tuviste nada que ver con la bailarina, pero dejaste que el cargamento se extraviara por estar con tu adicción a las apuestas- replique y veía como el terror estaba impregnado en su rostro
- no..no va volver a suceder mi signora se lo suplico prometo que lo encontraré- suplicaba el hombre llorando y di un suspiro pesado
- fue un maldito error humano - grito Paolo aún retorciéndose de dolor y puse mi pie en donde había disparado
- si pero cuánto cometes un error debes arreglarlo y no ocultarlo - dije mientras veía como suplicaba compasión - dime dónde está el cargamento y estaremos a mano - pedí sin apartar el pie de la herida.
- maldita zorra no se dónde está el puto armamento! - grito y solté mi agarre sorprendida por lo que había dicho sabía que decía la verdad.
Pero el hecho de haberme insultado no había dejado otra opción que hacerle renombre a mi apodo de la mujer sin Alma y le dispare un tiro certero en la cabeza dandole una muerte rápida para que se callara.
Luego del retumbó del disparo hubo un silencio completo en el lugar casi ensordecedor hasta que me conduje hasta el otro hombre esposado a la silla que imploraba perdón.
- al parecer de resolví la disputa que iba a tener en cuanto salieran de aquí sobre su comportamiento así que te quite un peso de encima - declare -se que tú difundo primo no sabía el paradero del armamento pero y tú?- dije señalandolo con el arma
- signorina signorina por favor perdóneme prometo que lo voy a encontrar- imploraba el hombre
Mi instinto me decía que en realidad si sabía donde estaba pero la respuesta a ello era equivalente a terminar como su primo por lo que solo debía darle una probada para que lo dijera para que viera que yo hablaba enserio.
Dispare contra su hombro en un área que sabía que no era de mortal solo causaría el dolor necesario para que me dijera lo que quería.
Comencé a ver cómo su camisa se comenzaba a teñir de color carmesí y comenzaba a oler el ambiente a hierro.
- espero una respuesta!- ordene
Pero al parecer era más pendejo que lo pensé y estaba alarmado por el disparo por más irónico que sonara tuve que comenzar a traquilizarlo porque había entrado en un ataque de pánico.
- espera espera Arnoldo respira - pedí yo y veía como comenzaba a hiperventilacion - fue un tiro limpio no te vas a morir - aclare pero mi paciencia se acabó y torcí con el cañon de la pistola en la herida produciéndole dolor volviéndolo a la realidad- donde está el cargamento?- repetí y me miró dudoso y apreté la intensidad del cañón en la herida de bala
- Federales Federales - exclamó por fin - hubo una redada en la costa y confiscaron el armamento, la droga y las chicas están a salvo pero el cargamento lograron interceptarlo y lo perdimos del radar - dijo quejándose del dolor y deje de apretar la herida.
Al parecer la situación iba empeorando de momentos, los federales eran un nombre más en la lista negra de quién debíamos cuidarnos
Siempre habíamos estado en la mira de ellos pero nunca habían podido atraparnos por falta de evidencias y recursos de su parte.
Ahora con esto podía llevarse de dos maneras o ser las pruebas que necesitaban para atraparnos o debido a la precauciones que teníamos de no poner nuestro nombre en nuestro armamento poder achacar la responsabilidad a otro y vernos impunes pero con esta opción deberíamos detener cualquier movimiento llamativo para ellos, debíamos dar una pausa a la producción y distribución del armamento actuando como si no supiéramos nada de lo sucedido ya que nos tenían en la mira.
Agregando un problema más a las novedades del día respire hondo al ver lo que ahora teníamos entre manos.
- prometo encontrarlos y eliminar cualquier rastro de nosotros prometo ser precavido nadie sabrá que fue lo que sucedió- prometió el hombre frente a mi suplicandome piedad.
Podía matarlo ya que sabía la información pero necesitaba a alguien que realmente supiera que hacía así que asentí.
- bien pero no descansarás hasta dar con ellos en un bajo perfil - advertí y el asintió.
- bien estarás en deuda con nosotros hasta que logres recuperarlo así que no hagas nada tonto si no quieres terminar como él- señale con la cabeza al cadáver de su primo y asintió comprendiendo la situación- dicho esto ya libereo ya puede irse - ordene
- ni se te ocurra fallarme - advertí y el asintió convencido en cuanto lo soltaron agradeció mi compasión y se esfumó del lugar.
- al parecer ya no te detengo para que mates a alguien- dijo Elodie mirando con horror la escena del hombre muerto en la silla.
La mire incredula y luego ordene que limpiaran el lugar rápido porque pronto abrirían, salí del lugar con una nueva preocupación más en la cabeza que tendría que arreglar con mis propias manos, ni siquiera note todo el camino los movimientos a Donnovan y hice caso omiso a su mirada en el retrovisor debía concentrarme en esto y de lleno si, para poder afrontar un enemigo a la vez antes que los Valkov aparecieran por que sabía que de un momento a otro lo harían ....
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Capítulo dedicado a mi gran amigo emanuelchevez en su cumpleaños que es un gran escritor, lo quiero con todo ♥️ y a sido mi apoyo en mis locos proyectos que he tenido
Espero que les haya gustado el cap y si es así dejen sus comentarios de que les pareció y su 🌟 y gracias por leer mi historia bye!
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