Narra Alma:
Luego de darme un ducha tratando de quitarme la embriaguez por 6 negroni seguidos salí de la ducha envuelta en una toalla mientras buscaba mi atuendo, dure menos de 5 minutos en estar lista reajuste mi fino vestido blanco ligero, ya que Elodie tenía razón al decir que el día estaba algo caluroso, me calce mis sandalias de cuña, luego de maquillarme descendentemente y atarme el cabello en un moño bajo, me puse unas espesas gafas porque la jaqueca me martillaba el cerebro y antes de salir al  pasillo me asegure de guardar mi arma en mi cartera salí y vi a Elodie esperándome distraída mirándose la manicura.

- vaya te ves estupenda- dijo ella tratando de no arrastrar las palabras

- te diste una ducha?- pregunté arqueando una ceja

- que aún se me nota lo borracha ?- pregunto irónica y yo bajé las gafas por el puente de mi nariz para darle una mirada de incredulidad a lo que ella solo volteó los ojos - tú estás más ebria que yo, pero vamos que el potencial modelo de Dolce & Gabbana está esperándonos - dijo ella poniéndose una gafas lo que me hizo sonreír ligeramente ante su comparación

- si ya vámonos - dije yo tratando de ocultar la sonrisa y ella volteó a verme juguetona

- que es cierto ese hombre se equivocó de carrera debería ser modelo pero decidió servirte a ti , por lo que eres suertuda - dijo ella y agradecí que tenía gafas por la mirada reprobatoria que le lancé mientras bajábamos las escaleras.

El galante escolta nos abrió la puerta del auto para que ingresaramos me acomode en mi asiento mientras lo seguía con la vista como rodeaba el auto , debía admitir que era atractivo concordando con Elodie pero jamás lo iba a admitir en voz alta, continuaba mirándolo pero en cuanto entro en el auto desvíe la mirada encendiendo un cigarrillo el puso el auto en  marcha sin mediar palabra y el auto comenzó a moverse.

Estaba distraída mirando por la ventana los árboles y la carretera mientras miraba como la colilla de mi cigarrillo se consumía, hasta que volteé a ver a Elodie que  se removía inquieta en su asiento mientras se retocaba su maquillaje yo diría que un tanto exagerado.

- deberías dejar el labial yo creo que ya está bien - dije yo algo sarcástica

- oye quiero mantener la pasión necesito verme bien Smeraldo es una chica exigente- replicó mirándose en el espejo.

Si, como previamente ella había mencionado después de la muerte de mi hermano se negó a acostarse con otro hombre que no fuera él refutando que el había sido el único verdadero hombre que conocía y quería respetar su memoria con ese acto ,por consiguiente se pasó al otro bando y de hace unos meses se estaba viendo con la señorita Smeraldo a escondidas su relación se basaba meramente carnal y placentera la cual envidiaba un poco esa libertad que podían tener tras bambalinas.

- pues si quieres verte bien deberías dejar eso más vas a parecer un payaso que una mujer coqueta - reitere

- oye creo que sí me maquillase de payaso sería una payaso sexy está en mis genes - dijo engreída y rodee los ojos hasta que me distraje con el reflejo del escolta en el retrovisor su semblante estaba totalmente en neutro no emitía ninguna expresión y parecía ajeno a cualquier conversación entre nosotras parecía meditabundo o eso era lo que más se parecía porque era imposible clasificar su rostro.

Podría afirmar que una escultura de Miguel Ángel podría interpretarse  más emociones que en su rostro en este momento aunque no queda de largo admitir que tiene la virilidad y belleza de una escultura esculpida con cuidado por lo que debería felicitar a sus difuntos padres por tan buen trabajo, estaba tan embobada admirandolo que en cuanto me di cuenta que conecto miradas por el reflejo del retrovisor, me puse nerviosa, baje la mirada derrotada y para que no se notará mi creciente incomodidad encendí otro cigarrillo, le di otra aspiración profunda y mire por la ventana, tratando de convencerme que estos pensamientos extraños se debía a los efectos de alcohol.

- llegamos - anuncio Donnovan con voz ronca que produjo un cosquilleo en mi vientre parpadee un par de veces, asentí y me recoloque mis gafas cuando estacionó el auto espere a que rodeará el auto para que me abriera la puerta y baje coquetamente sin razón aparente, las brisas fuertes de la costa golpearon mi rostro con suavidad y me alegraba tener el cabello recogido para evitar que este se revolviera con el viento.

Escuche como Elodie se bajó por el otro lado y cuando comencé a caminar mi tobillo flaqueó un tanto provocándome que perdiera el equilibrio y sentía cuando iba a hacer contacto contra el suelo cuando sentí que algo me sujeto de la cintura y abrí los ojos desubicada encontrándome con el escolta que solo pudo atajarme de haberse teletransportado porque hace una milésima de segundo estaba junto al auto

- se encuentra bien ?- pregunto frunciendo su entrecejo y yo asentí reincorporándome arreglandome el vestido

- al parecer creo que estoy mejor que si hubiera impactado con el piso de no ser por tus musculoso brazos- exclamé paralizandome al escucharme pasando de largo la carga eléctrica que sentía en mi cuerpo

Una alarma se activo en mi cerebro con el título de Que carajos acababa de decir ??!

Y todo empeoró cuando lo vi emitir una pequeña sonrisa ladeante

- pues mi trabajo es protegerla - afirmó manteniendo el contacto visual y sentí que mis piernas tambaleaban , discretamente voltee a ver a mi alrededor para ver a cuántas personas tenía que ejecutar por ser testigos de lo que acaba de decir pero deseche la idea rápidamente porque era un número notable.

Pero aún asi volveré a plantearme la idea de volverme a casar en este mismo instante ya tengo el vestido blanco así que no hace falta más ....

Y por una vez más en el día me repetí que había sido un error haber bebido tanto apenas siendo las 11 del día porque mi comportamiento ya se estaba saliendo de control por lo que trate de recuperar mi compostura y mi capacidad mental fría antes de ingresar al pequeño edificio con estructura elegante y por decoración tenía un par de cuadrillas de guardias firmes ante mi llegada; entrado al lugar me quite las gafas rogando que nada más se saliera de control y como si lo plegaria fuera escuchada para hacer lo contrario apareció en mi campo de visión Smeraldo en compañía de el señor  Qiang Huáng acomodándose el traje por lo que termine de despejarme por completo al sentir una carga extra de adrenalina pasar entre mis venas

- D'Angelo - saludo cortésmente Dania

- Smeraldo- le devolví el saludo para mirar a su acompañante

- señor Huáng qué sorpresa tenerlo aquí - dije yo fingiendo sorpresa cuando en realidad estaba aterrorizada al ver que no había sido notificada de su llegada el se inclinó a besarme la mano sonriente

- de eso se trataba querida y al parecer hoy estás sola ?- dijo mirando a ver si mi esposo me acompañaba

- si tenía asuntos que resolver en Francia- lo excuse y a la vez célebre de haber decidido quedarme aquí ya que no tenía que darle cuentas de mi movimientos en su ausencia

- es un alivio te vez más libre sin él- replicó mientras acomodaba sus anillos de oro en sus nudillos- el matrimonio a veces es tedioso y es irónico que lo diga teniendo 4 esposas la cuales solo Dios sabe cómo siguen con vida - dijo el rodando los ojos por lo que embose una sonrisa

- no podría contradecirlo - afirme el señor Huáng  desprendía cierta calidez en su trato que hacía que me agradaría más que su hermano el cual era un poco más inflexible- y cuál es el motivo de su visita señor Huáng?- pregunté mientras caminabamos dentro de la cochera  del lugar

- oh por favor somos aliados podemos tutearnos dime Qiang - dijo con cierto glamour y yo asentí - pero el propósito de mi visita es ver de primera mano su reacción ante nuestros armamentos, ya que los mensajeros siempre exageran las reacciones- dijo dramatizando

- quiere algo de beber?- ofrecí yo mirando a Elodie para que lo atendiera

- claro podría prepararme un negroni - exclamó con finura dirigiéndose a Elodie con la mirada

- enseguida - se disculpó ella y me miro por lo que sentí para que también me trajera uno.

Sabía que era mala idea pero la resaca se aproximaba y ahora no podía permitirme hacer flaquear mi imagen de autoridad hacia el imprevisto invitado.

- vaya al parecer tenemos gustos parecidos - dijo el paseándose elegantemente dedicándome una mirada coqueta mientras caminaba por la habitación Smeraldo lo miraba atentamente cuidando sus expresiones al igual que yo pero ese gesto me removió un poco

Este que carajos tenía en mente

- espero que le guste al igual que a mí las armas que acordamos - dijo he hizo una señal a su escolta para que abriera uno de los contenedores frente a nosotros dando a la vista gran variedad de armas quedando atonina a la gran cantidad que había - por ejemplo aquí tenemos Zhìmìng de wěn metralleta de 7mm, liviana en para manipular y ejecutar con rapidez, podría hacerme el honor de probarla ?- ofreció Qiang dándome el arma asentí y busque algún objetivo centrando mi mirada en la pared pensando que el blanco serían todos mis pensamientos fuera de lugar del día y descargue un cartucho entero en cuestión de segundos.

- es buena - replique satisfecha por la potencia de estas armas - a ti que te parecen Smeraldo son aptas para armar a los lobos?- pregunté entregándosela pidiendo el parecer de la pelinegra a mi lado

- tiene un excelente potencial y será muy útil - afirmó ella convencida en eso apareció Elodie con lo tragos y tome el mío bebiendo la mayoría de un trago por lo cual ella me dedico una discreta mirada reprobatoria

- gracias- dijo el señor Qiang - si y le será más de ayuda con la reciente movimiento  de los rusos y los acaben - dijo el mientras le daba un sorbo a su bebida

- hablando de eso ..- exclamé interesada- a sabido sobre algo de ellos alguna información importante- exclamé mientras caminabamos por el pasillo

-no algo que sea relevante hace años que hay pequeños grupos de revueltas que dicen pertenecer a esa mafia pero son puros imitadores baratos - dijo haciendo una mueca de desagrado - pero mis hombres podrían ayudar  descartando a quienes si pueden estar implicado hacia ellos si su señorita lo sugiere - dijo el alzando las cejas sonriente mientras tomábamos la brisa frente al mar en una de la ventanas de edificio

- sería muy beneficioso para todos - exclamé yo bebiendo mi trago

- y nos acercaríamos más como aliados- dijo el acercándose a mi

- por supuesto- dije yo y me aparte por su cercanía que me incomodaba, era un efecto que siempre causaba los hombres que me ponían los nervios de puntas siempre tenía que cuidar mis gestos para que no malinterpretaban mis expresiones con insinuaciones de otra índole fuera de la formalidad del negocio

- perdón si la incomode no tengo ningún propósito de hacer lo que cree, solo pienso que usted es una mujer admirable y me interesaría que nuestros lazos se acercarán más de ser socios a ser amigos que podrían ayudarse - dijo él sin ningún gramo de timidez pero pensándolo bien servía de tener de amigo a un socio fuera de los límites de los tratos en especial en caso de algún favor meramente personal el futuro porque nunca sabe el destino con que saldrá

- me parece una idea genial pero siempre de los límites meramente amistosos- recalqué yo

- por supuesto no piensa usted que quisiera convertirla en mi quinta esposa, la admiro mucho para degradarla de esa manera además admiro su fidelidad hacia su esposo - dijo y sentí como mi se me desfiguró el rostro en un segundo eso no era mi propósito fundamental pero debía cuidar mi imágen ante cualquier malentendido

- le agradezco que lo entienda - dijo él y chocamos nuestros tragos

- y su estancia aquí cuando durará?- pregunté curiosa mientras miraba el horizonte

- solo venía a verla y esta tarde me iré aunque me encante este paisaje las actuales circunstancias no dejan espacio para nada más que mantener el pie el negocio- dijo él y asentí deacuerdo

- ni que lo diga - exclamé yo acabandome el trago y en eso entro Donnovan a la habitación

- señor Huáng su auto ya llegó - aviso el y lo miro sorprendido

- bueno me parece que esto es la despedida me siento a gusto de que le agradará la mercadería y espero que tengamos futuros encuentros señorita D'Angelo - dijo dándome un beso en la mejilla y salió de la estancia

- tenga feliz viaje - respondí antes de quedar sola en la habitación mirando el vacío de mi vaso

- señorita D'Angelo preparo su coche?- pregunto y me sobresalto que aún siguiera ahí

- por supuesto- afirme yo tratándolo de no mirarlo para no caer de nuevo en unos pensamientos sin lugar

- compermiso - se despidió él luego de despedirme de Smeraldo lleve a Elodie conmigo al auto luego que ella se despidera de su amante con un salvaje beso en los labios que yo opte por no ver saliendo del edificio luego de que el escolta me abriera la puerta, entre esperando a Elodie ansiosa por no quedarme a solas con el par de ojos avellana que me miraban por el retrovisor

- se siente bien señorita D'Angelo?- pregunto él y asentí

- claro solo tengo un poco de jaqueca - replique yo

- creo que tengo un par de aspirinas por aquí - ofreció el sacando de la guantera dichas pastilla y me entrego un par con una botella de agua pero cuando iba tome la botella puso unos segundos de resistencia lo cual me sorprendio pero al darse cuenta cedio la botella y en ese mismo instante entro Elodie con su labial corrido

- lo siento por la demora - se disculpó entrando al auto.

- no descuida estábas ocupada con un asunto meramente "clandestino"- recalqué haciendo comillas para la última palabra y rodó los ojos

- ya callate!- dijo cerrando la puerta del auto.

  El resto del camino la pasamos en silencio hasta que llegue a mi casa y se despido de mi porque le di órdenes a Donnovan que la dejara en su casa porque estaba aún ebria el asintió y luego de entrar en la mansión me dirigí a mi dormitorio a tomar una siesta a ver si el dolor de cabeza desaparecía a los pocos segundos caí redida.

Hasta que escuche un sonido de la puerta al abrirse y ver al escolta sin camisa caminando hacia mí sin dejarme reaccionar cuando junto nuestros labios es un apasionado beso y comenzó a desvestir mi cuerpo llenándolo de besos calientes

- mi signora- exclamó en un susurro y me di cuenta que  no podía expresar ninguna palabra por estar atónita ante su comportamiento.

Él comenzó a lamer mi senos y comenzó a descender haciendome estremecer y cuando estaba apunto de llegar a mis bragas.

Se escuchó un estruendo en el exterior por lo que me sobresalté despertándome de mi sueño, sintiendo un extraño vacío al darme cuenta de la realidad y notar que el cielo ya había oscurecido y estaba cubierta de sudor.

Pero algo inquieta al ser la primera vez que tenía una clase de sueños de esa clase y en especial con el misterioso escolta de ojos avellana llamado Donnovan......