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SIETE||Planes

5 de febrero, 1627

Un nuevo año se vivía y las alianzas iban y venían a todo lo que daban, no importaba nada, sólo el poder.

—Şahihuban —le sonrió la Valide Sultan en cuanto la Hatun entró a los aposentos de la mujer más poderosa del imperio.

—Valide Sultan —le hizo reverencia.

— ¿Cómo está mi nieto Mustafa?

—Sigue creciendo, ya está dando sus primeros pasos.

— ¿Tan pronto? Ni siquiera Häshämärshä lo ha hecho.

—Lo sé, yo tampoco me la creo, Valide.

—Espero y así como es el primero, siempre lo sea.

—Me tiene como madre, claro que siempre será el mejor.

Nurbanu sonrió, complacida.

—A partir de ahora, cuando yo salga a mi fundación, tú irás conmigo; cuando le dé consejos importantes a mi hijo, tú estarás a mi lado y cuando tú camines sobre el fuego, yo seré quien te saque de él. A partir de hoy así debe ser.

—Y siempre será así.

—Tu sueldo subirá, ganarás más que Rabia Hatun.

—Gracias, Sultana —le sonrió.

—Agradécemelo hablando con tu hermano.

— ¿Mi hermano?

—Sí, tu hermano es gobernador de España y por lo tanto es necesario que hagas alianzas.

Şahihuban rio.

—Me suplicarán por piedad —recordó a sus rivales.

—Claro que lo harán —le sonrió —. Comienza a escribirle y puede que en un futuro sea tu mejor opción.



✦ • ° *.

—Sultan —le dijo Tasya, haciéndole reverencia mientras entraba a los aposentos del mencionado.

—Tasya —le sonrió —. Me alegra verte.

— ¿A qué se debe eso, majestad?

—Necesitaba un poco de compañía —confesó.

—Cuénteme —lo animó, sentándose en su cama.

—Şahihuban —murmuró.

— ¿Aún la ama?

—Así es.

—Creí que ya no estaría bajo su encanto. Ya han pasado meses.

Soy un rey que se quiere vestir de soldado para protegerse del amor. Claro que aún me afecta.

—Está embarazada —recordó —. Eso me recuerda a los momentos que vivimos cuando ella no había sido cegada por el poder.

—Mis abuelos siempre me decían: el primer amor te enseña a querer.

Atike.

—El segundo te ayuda a madurar.

Şahihuban.

—Y el tercero es el amor verdadero.

Cihangir la miró, pensativo.

—Usted ya tuvo dos amores, ahora tiene que encontrar el tercero —dijo acomodándole su cabello hacia un lado. —Pronto lo encontrará y vivirá buenos momentos a su lado —aseguró.

—Dudo que pueda encontrarlo.

— ¿Sabe? A veces no tiene que buscarlo, sólo tiene que esperar a darse cuenta.

— ¿De qué?

—De que siempre estuvo frente a usted.

— ¿Crees que así sea?

—Lo es.

—Espero y darme cuenta pronto.

Tasya le sonrió.

—Hablé con la partera —dijo cambiando de tema.

— ¿Qué te dijo?

—Dice que el embarazo va bien y Allah mediante tendremos otro varón.

—Amén —le sonrió.

—Pero dígame Sultan ¿Qué planes tiene para el futuro?

—Quisiera extender el territorio y destruir un gran imperio.

— ¿Cuál es ese imperio?

—Safávida.

—Luche, logrará la victoria.

—Es un gran imperio, han ocurrido muchas guerras y nunca se ha ganado.

—Pero porque no lo tenían a usted.

—A pesar de eso lo veo como un sueño.

—Los sueños se vuelven realidad, majestad —animó. — ¿Cuántas mujeres no han soñado con ser Sultanas y lo cumplen? La gran Mahidevran Sultan lo logró y era una simple esclava. Ella es un claro ejemplo en que lo imposible se puede volver posible.

— ¿En verdad lo crees?

—Definitivamente.

Cihangir contempló el piso, pensando en lo dicho por la Hatun hasta que alzó la mirada, tomando una decisión.

—Iré a la guerra —decidió.

—Ganará y el imperio estará dichoso.

—Si gano, podrás pedirme lo que sea y será tuyo.

—Entonces no gaste más sus energías y vaya con los jenízaros, deles un buen discurso motivador y serán completamente suyos.

— ¿Qué crees que les agrade?

—Solamente dígales las ventajas de expandir territorio y recuérdeles que necesitan vengar a sus antepasados. Deben tener en mente quienes son y cómo serán recordados.

—Como los otomanos que aplastaron a los safávidas —sonrió.

—El mundo será completamente suyo, Sultan.

—Por Allah.

—Por Allah.



✦ • ° *.

—Yllka Hatun —la llamó Beyhan.

— ¿Qué quieres Hatun?

—Fastidiarte —le sonrió.

—No me sorprende viniendo de ti.

Beyhan rio.

—Quiero hacer un trato contigo.

— ¿No que venías a fastidiar?

—Lo pensé mejor.

—Habla.

—No somos tontas, ambas sabemos que algún día tendrás un varón al igual que yo puedo tener otro.

—Me gusta cómo está sonando.

Beyhan sonrió.

—Quiero hacer una alianza.

— ¿En qué consistiría?

—Hacer hasta lo imposible para que las demás caigan, debemos aliarnos para que ninguno de nuestros hijos mueran en el intento de ser Sultan.

—Pero en algún momento alguno de nuestros hijos tendrá que luchar por el trono.

—Ahora debemos de aliarnos para destruir a nuestro enemigo en común. Después veremos eso.

— ¿Que gane el mejor?

—Que gane el mejor.

Yllka sonrió.

—El enemigo de mi enemigo es mi amigo.

Beyhan asintió.

—Después de todo los griegos se aliaron con los espartanos.

Y aquellos que creyeron ganar, perdieron.
Y aquellos que creyeron perder, ganaron.



✦ • ° *.

— ¿Quién sería el adecuado, Şah? —le preguntó Rosella a su criada de confianza.

— ¿Para qué?

—Ser mi fiel sirviente.

—El Kizlar agâ sería una muy buena opción.

—Él no se irá con cualquiera, mínimo estaría con la favorita, pero yo estoy lejos de serlo.

Ni a brincos llego, lo acepto.

—Abdullah agâ —sugirió —. Él es ambicioso y hasta donde sé, le gustan los retos.

—Abdullah —murmuró. —Tráelo, quiero hacer tratos con él. Mi hijo debe llegar al trono.

— ¿Y qué mejor que con la ayuda de algunos sirvientes?

— ¿Sugieres una revuelta?

—A futuro.

—Esto es cada vez mejor —sonrió.



✦ • ° *.

—Los cuidaré —le aseguró Fahriye Hatun a sus hijos mientras los veía dormir.

—Es una buena madre —le dijo Gül, su amiga.

—Pero no soy lo suficientemente fuerte —dijo con tristeza, sentándose en un sillón de a lado —. No tengo el valor de matar a inocentes por el bien de mis hijos.

—Es verdad —admitió. —Sin embargo, existen las alianzas a largo plazo.

— ¿Qué quieres decir con eso?

—Puede hacer que su hija se case con el gran visir.

— ¿Cómo haría eso?

—Manipulación.

—Explícate.

—Su pequeño Osman no puede quedarse sin protección debido a que usted es a la que menos respetan en el harem por lo que su hijo corre mucho peligro y usted no tiene el valor de matar a los inocentes como lo hicieron con el pobre Orhan.

Fahriye sonrió.

—Plan a largo plazo —susurró.

—Tal vez Osman sea uno de los favoritos del Sultan y así a su muerte, él, nuestro querido şehzade pueda reclamar el trono.

—Gracias, Gül. Prometo llenarte de joyas en cuanto nuestro plan salga bien.

—Esperaré porque esa es la clave del éxito.



✦ • ° *.

—Está listo —le dijo Şahihuban a la Valide, entregándole la carta.

—El rey estará complacido de hacer tratos contigo, Hatun —le sonrió.

—Claro que lo estará, haré que me tome aprecio y tal vez él pueda venir a conocerme y así formar una fuerte alianza.

—Entonces dime ¿Qué le escribiste?

La Hatun pensó en lo escrito en la carta.

Querida excelencia.

Soy Catalina, hija de la noble Victoria y el rey Felipe III de España, fui arrebatada de los brazos de mi madre por capricho de mi padre y regalada al palacio de Topkapi para asegurar una alianza entre ambos imperios, lo cual resultó bastante gratificante por ambas parte.
Mi vida se basó entre humillación por parte de los demás, aprender a obedecer para no recibir castigo alguno y servir a la servidumbre. No es la mejor vida para una persona de sangre real, pero tuve que hacerlo para sobrevivir.
El objetivo de esta carta, Rey Felipe, es la unión. Actualmente tengo a un hijo de nombre Mustafa con el actual Sultan y estoy embarazada nuevamente de él. Por el futuro, quiero sugerirle una alianza para beneficios de ambos imperios y de mis amados hijos y así en un futuro alguno de mis hijos asuma el trono y traiga la paz entre las dos fortalezas del mundo.
Sin más preámbulo, espero obtener alguna respuesta y por ende una buena relación. Prometo no defraudar a ningún imperio y hacer lo mejor para que la sangre real no se mezcle con la de esclavos.

Atentamente: Şahihuban Hatun.

—Le expliqué mi procedencia y le ofrecí un gran trato —sonrió.

—Esperemos una respuesta pronto.

—La tendremos —dijo segura de su plan.



✦ • ° *.

—Abdullah agâ —dijo Rosella viendo al eunuco de pies a cabeza. —Escuché que te gustan los retos.

—Escuchó bien —le sonrió, mirándola.

— ¿Qué quieres para aliarte conmigo?

El agâ sonrió, necesitaba poder y con una Hatun como ella, podía lograrlo.

—500 aspers al día.

Creí que era complicado.

—De acuerdo —le sonrió.

—Pero ¿Qué me puede asegurar tu lealtad?

— ¿Qué quiere que haga para demostrarlo?

—Hazte amigo de Raziye Hatun y cuéntame sus planes.

—Así será, Hatun. Mañana seré su amigo.

—Entonces mañana recibirás tu dinero.

—De acuerdo —le sonrió, feliz por el dinero que obtendría.



✦ • ° *.

— ¿Qué haces aquí, agâ? —le preguntó Raziye al eunuco que estaba en su aposento.

—Raziye Hatun —le hizo reverencia con una sonrisa en su rostro.

— ¿Qué quieres?

—He escuchado que tiene planes en el futuro. Y a mí me gustan los desafíos.

— ¿De qué hablas?

—Quiero estar a su lado —respondió con malicia —. Está en cinta y es muy probable que tenga un varón por lo que quiero estar junto a usted.

—Nada asegura que tenga un varón.

—Pero lo tendrá, tengo fe en eso.

— ¿Por qué quieres estar de mi lado?

—Tiene potencial y yo sé que su hijo podrá llegar al trono. ¿Por qué? Usted perdió un hijo, el favorito del Sultan y podrá tenerlo a su merced, como víctima.

Raziye le sonrió.

—Entonces puedes estar conmigo. ¿Cómo te llamas?

—Abdullah.

—Abdullah, serás muy rico —le aseguró, sonriente.

Ya tengo a alguien a quien culpar por la muerte de Şahihuban.



✦ • ° *.

— ¿¡Qué!? —le gritó la Valide al Sultan. —No puedes hacerlo.

—Iré a la guerra contra el imperio safávida y nada podrá detenerme. Ganaré y podrás burlarte de tus ex-enemigas, serás la mujer más respetada, te lo aseguro.

Nurbanu suspiró.

Así podré tener a todas bajo control y Şahihuban será más poderosa.

—De acuerdo, te doy mi bendición —le sonrió, no tan de acuerdo.

—Valide Nurbanu Sultan Hazretleri —le sonrió —. La Sultana más poderosa del imperio otomano.

—Y madre de Cihangir I, el supremo.

—Ganaré por ti, madre.

— ¿Cuándo planeas partir?

—Un mes después del nacimiento de mi hijo con Şahihuban.

—Allah mediante tu hijo te dará fuerza.

—Amén.















6 de abril, 1627

— ¡Ah! —gritó Şahihuban, tomando la manta de su cama. — ¿¡Por qué no sale!? —lloró.

La Hatun gritaba y gritaba sin parar, sentía como si mil agujas atravesaran su cuerpo entero.

El Sultan esperaba afuera, impaciente mientras su antigua favorita lloraba y gritaba del sufrimiento. Por un momento su corazón le palpitaba con desesperación. Su corazón le decía que ella podía morir y su mente que seguiría con bien.

— ¡Ah! —volvió a gritar la Hatun. Pero de pronto, ella cerró los ojos.

— ¡Hatun! —le gritó una partera, intentando despertarla.

— ¿Qué ocurrió? —se preguntó Cihangir en voz alta.

— ¡Şahihuban! —le gritó Mah Hatun, su recién sirvienta. — ¡Şahihuban! ¡Despierta!

—Debo entrar —le dijo al eunuco principal.

—Sultan, esa no es la tradición —le recordó.

— ¡Es mi hijo! —gritó para después entrar.

La puerta de los aposentos se abrieron y el Sultan fue directo con su ex-amada e intentó hacerla reaccionar, echándole agua y ordenándole a una criada que le diera fuertes golpes.

— ¡Ah! —gritó Şahihuban, abriendo sus ojos.

En ese momento la Hatun tomó la mano del Sultan y posteriormente pujó.

Minutos más pasaron y un llanto se escuchó, indicando la felicidad de los padres.

—Es una Sultana —avisó la partera.

Şahihuban sonrió, era justo lo que necesita, una hija.

El Sultan y la Valide Sultan hicieron el ritual de nacimiento. Cihangir le susurró el nombre a su hija y posteriormente lo dijo en voz alta.

—Tu nombre es Fatma, Fatma, Fatma.

Un bebé nacía y consigo la guerra iniciaba.

















































¡Hola!

¿A qué Hatun le van?

¿De quién el siguiente capítulo? Esta vez hablé más de todas, pero el otro se centrará más en una.

8 votos y sigo.

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