QUINCE||Bodas
28 de diciembre, 1635
La Valide Sultan estaba en la puerta del palacio junto a su hija para despedirla. El Sultan había mandado a varias personas para buscar a su sobrina, sin embargo, lo que nadie sabía era que Mahpeyker estaba con bien.
—Lo siento, pero tengo que regresar —le dijo Dilruba a su mamá.
—No te preocupes, entiendo que debes buscar a tu hija.
—Algo me dice que fueron las víboras de Mihriban y Saliha.
—Es probable, pero todo apunta a que fueron los rebeldes debido a que creen que tu esposo no era un buen gobernador de Anatolia.
—Espero y ellos hayan sido porque si me entero que fueron aquellas...
—No te rebajes a su nivel, Dilruba. Recuerda que estás por encima de ellas.
—Sí, madre.
Nurbanu suspiró.
—Allah mediante encontrarás a tu hija.
—Amén.
—Recuerda buscar muy bien.
—Así será.
✦ • ° *.
—Se llevarán a mi hija —murmuró Raziye.
—Tranquila, Hatun —intentó tranquilizarla Nur para después toser.
—Llevas mucho tiempo con esa tos.
—Estoy algo enferma.
—Eso puedo notarlo ¿Ya fuiste a que te checaran?
— ¿Para qué ir? Es sólo una tos.
—Puede ser una tos grave.
—No lo es —aseguró.
Raziye la miró sin creerle.
— ¿Y tu nieta?
—En clases.
— ¿Cuántos años tiene?
—9 años.
Los mismos que tendría mi pequeño Orhan.
Y los mismos que Ahmed.
—Quisiera conocerla, de seguro quedaré encantada.
Al igual que Ahmed.
—Claro, ella es muy bella.
—Sólo espero y tenga una buena vida.
—La tendrá, sé que Allah lo hará posible.
✦ • ° *.
—Me gustar estar junto a ti —le dijo Cihangir a Mihriban mientras ella contemplaba la vista de Estambul desde el balcón de los aposentos del Sultan.
—A mí más —confesó abrazándolo.
— ¿Qué novedades hay en el harem? A parte de la cabeza de Rüstem.
Mihriban sonrió.
—Nada, los niños están felices con Saliha Sultan.
—Por un momento creí que les agradaría más Dilruba.
¡Uy, sí! Claro.
—Le tomaron más afecto a su otra hermana, majestad.
—Entonces puedo estar tranquilo de que ella hará un buen trabajo con Häshämärshä.
—Lo hará, eso es muy seguro.
Cihangir sonrió.
— ¿Sabes? Ya sé con quien voy a casar a Kemankeş.
— ¿Con quién? —preguntó deshaciendo su abrazo.
—Con nuestra hija.
— ¿Nuestra hija?
—Sí, dijiste que tendríamos Sultanas.
—Así fue.
—Entonces la primera será su esposa. ¿O te opones?
—No me opongo, sus deseos son órdenes.
—Bien, ella será la mujer de mis ojos.
—Eso espero porque sólo así podrá sobrevivir a un mundo de hombres.
—Tendrá a sus hermanos y a mí, claro que así será.
—Hablando de bodas ¿No planea casar a sus demás hijas? Sólo se han casado Fatma y Safiye.
—Y Hümaşah está comprometida desde hoy con Gazi Ekrem Hüsrev paşa.
El viejo corrupto.
— ¿Y para cuando Häshämärshä, Gülbahar, Defne y Mahienver?
— ¿Tienes sugerencias? La verdad yo no tenía planeado elegir sus esposos, pero ahora que lo pienso, si sus mamás los eligen será por su beneficio y no el mío.
—A Häshämärshä cásela cuando aprenda a obedecer, no queremos a su esposo en su contra.
—Buen punto.
—Con Gülbahar será conveniente casarla con Demir Bey.
Un hombre pacifico para mi beneficio.
—Es un hombre respetado y muy pacifico, estoy seguro de que podré contar con él para que cuide a mi hija.
—Así es, Sultan.
— ¿Y Defne?
—Con un jenízaro joven como el famoso Alí Mustafa.
—Tiene 16 años, es muy joven.
—Pero famoso por sus actos heroicos y sólo se llevan por 6 años, no se casaría con alguien tan mayor.
—Es verdad, mínimo una de mis Sultanas se tiene que casar por amor.
—Ahí lo tiene —le sonrió —. Por último a Mahienver cásela con el gran visir.
— ¿Con el gran visir?
—Sí, ya vio lo que ocurrió con Cihangir, su propia hermana le gritó por ser diferente. Cuando Mahienver obtenga el poder podrá proteger a su hermano de todas esas burlas.
Cihangir asintió, sonriente.
—Sin ti no sabría qué hacer —dijo para después besar su frente.
—Podría disfrutar con las demás del harem.
—Sabes que no tengo opción.
—Sólo espero y un día ya no toque a otra mujer que no sea yo.
—Perdón.
—Tranquilo, lo comprendo.
—Volviendo al tema de nuestras futuras hijas ¿Cómo te gustaría que se llamaran?
—Como usted desee, lo único que me importa es que sean producto de nuestro gran amor.
—Me agrada eso —sonrió —. De seguro sacarán tu belleza.
—Y su inteligencia.
—Y tu gentileza por ayudar a los pobres.
—Y su valentía.
—Gevherhan.
— ¿Gevherhan?
—Así se llamará una de nuestras hijas.
—Gevherhan —murmuró —. Me encanta ese nombre.
—Entonces que así se llame.
✦ • ° *.
En Topkapi era algo difícil ganarte el respeto de los demás y también el amor.
Muchas Hatun's buscan el beneficio de sus hijos, pero nunca se preocupan por los demás niños inocentes, sin embargo, la estrategia de Beyhan era ganarse el cariño de todos por su beneficio y el de sus hijos, lo cual era una buena jugada.
—Şehzade Ahmed —le sonrió Beyhan, haciéndole reverencia.
— ¡Hatun! —gritó de felicidad para después abrazarla.
— ¿Por qué el abrazo, pequeño?
—Es por ser tan buena conmigo.
—No tiene porque hacer eso, şehzade. Lo hago con gusto.
— ¡Ahmed! —le gritó Cihan.
— ¿Qué ocurre, hermano?
—Ibrahim y Osman nos esperan en el patio para jugar.
— ¿Bayaceto no está con ustedes? —preguntó la Hatun.
—Sí, pero él no quiere jugar.
— ¿Por qué?
—Papá le regaló un libro y lo está leyendo. Dice que jugará con nosotros cuando termine, por suerte ya va en las últimas páginas.
— ¡Oh! Bueno, mientras jueguen mucho porque cuando menos se lo esperen, se irán a sus provincias.
—Sólo espero y la provincia de Bayaceto esté cerca de la mía y de la de Cihan.
—Todo depende del Sultan, şehzadesi.
Y de Mihriban.
Ellos asintieron.
— ¡Vámonos! —le pidió Cihan a su hermano.
—Adiós, Beyhan —se despidió Ahmed para después correr.
—Adiós, Hatun —dijo Cihan para posteriormente imitar la acción de su hermano.
—Adiós —dijo haciéndoles reverencia.
✦ • ° *.
— ¿Qué hiciste, Mihriban? —le preguntó Rabia, entrando a sus aposentos.
— ¿De qué hablas, Hatun?
Kadin.
— ¡No! ¡Tú responde! —le gritó.
—Cuida tu tono —amenazó.
— ¿O qué, eh? ¿Me harás lo mismo?
— ¿De qué hablas?
—No te hagas la víctima, mataste a mi sirvienta Catalina.
Mihriban sonrió.
Te dije que me las cobraría.
—Y tú mataste a Adele —le recordó.
—No lo niegas.
—No.
—Eres una maldita.
—Y tú eres peor. Recuerda que tú iniciaste esto.
—Lo pagarás algún día.
— ¿Cuándo? ¿Cuándo seas Valide?
—Seré Valide, mi hijo se sentará en el trono y tus hijos morirán.
—Sigue soñando porque los únicos que morirán son tus hijos y no seré yo quien los mate.
—Te arrepentirás un día por eso.
—No, tú te arrepentirás por meterte conmigo.
—Pobre de tus hijos, aprenderán malas acciones.
—No, te equivocas. Mis hijos te respetarán al igual que respetarán a las demás Hatun's.
— ¡Ja! Claro, como si eso fuera posible.
—Créeme que sí es posible. Te acuerdas de mí cuando mis hijos te hagan reverencia por ser madre de su hermano mayor.
—Me harán reverencia por ser Valide Sultan.
—La caída duele, Hatun.
Rabia sonrió.
—Mira —señaló con la mirada su anillo —. La Valide me lo dio como símbolo de mi poder. Dice que el anillo puede cambiar de dueña, pero nunca sucederá eso. ¿Sabes por qué? Porque yo no me dejaré pisotear ante nadie.
—Sueñas, ese anillo llegará a mis manos. Ya verás.
¡Hola!
¿Qué tal les cae Mihriban?
Perdieron la apuesta con Dilruba.
Capítulo corto porque me quedé sin ideas.
Capítulo dedicado a EvelynKim084 y AlinaSultan22
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