9 de mayo, 1627

—Traerá la victoria —le aseguró Tasya al Sultan.

—Allah mediante será una de muchas.

—Amén —le sonrió.

—Quisiera quedarme más tiempo para el nacimiento de nuestro hijo.

—Y el de Raziye, Rosella y Rabia —le recordó.

—No puedo hacer nada por eso, dos de ellas me avisaron de su condición hace un mes. De haber sabido antes, la guerra la hubiera pospuesto.

—No, es más importante la guerra, Sultan.

— ¿Lo crees?

—Debe de luchar por el futuro de sus hijos. Nada es más importante que eso.

Él sonrió.

—Mi madre le dará un nombre a nuestro hijo.

— ¿Puedo saber cuál es?

—Selim... o Burak.

—Ambos están bien.

—Eso sí, será un niño enorme —dijo viendo el gran vientre de Tasya.

—Será un gran guerrero como usted.

—Así será.

Ella le acomodó su vestimenta.

—Es momento de partir, majestad.

Él asintió, poniéndose su casco.

—Recuerde a sus hijos en la batalla.

—Lo haré —aseguró.

Tasya le hizo reverencia y posteriormente salió. Segundos después el Sultan salió hasta llegar a la puerta del harem donde lo esperaban sus esposas, hijos y su madre. Se despidió de cada uno y finalmente partió a la guerra. Una guerra confusa.

✦ • ° *.

—Valide Sultan —dijeron las esposas del Sultan en coro en cuanto entraron a los aposentos de la Sultana.

—Şahihuban, querida —la nombró —, ven a mi lado.

La mencionada obedeció.

—Mi amado hijo me dijo con claridad que no tenía fecha de regreso, por lo tanto están bajo mi cuidado, pero si algo le pasa a Şahihuban o a sus hijos, ustedes morirán. ¿Entendido?

—Sí, Sultana —dijeron de mala gana.

—Bien, ahora salgan, menos Şahihuban.

Las Hatun's asintieron e hicieron reverencia hacia la Valide para después irse.

— ¿Qué ocurre, Valide? —le preguntó, poniéndose frente a ella.

—La respuesta ha llegado —respondió, mostrando un papel en sus manos.

La Hatun sonrió.

—Toma.

La princesa ilegítima tomó la carta y la abrió.

Querida Şahihuban

Soy Felipe IV, hijo de Felipe III y Margarita de Austria. Mi vida se basó en siempre ser el mejor y sobreponerme ante los demás. Nunca tuve plena felicidad, pero tenía que conformarme y como ves, tampoco mi vida fue fácil. Hace años supe sobre una hermana ilegítima que murió de recién nacida, sin embargo, buscando entre las cosas de papá me di cuenta de que nunca murió y que efectivamente esa niña eres tú.

Para mí será un gran placer formar alianzas siempre y cuando no haya problemas con el gobernador otomano al igual que espero seguir hablando contigo y algún día poder conocerte, hermana.
Te mando un fuerte abrazo desde nuestro castillo.

Con cariño, Felipe.

—Se arruinó todo —murmuró.

— ¿Por qué?

—Está dispuesto a formar alianzas si el Sultan no se opone.

—No te preocupes, recuerda que el derecho de una madre es el derecho de Allah —le sonrió. —Ahora mándale una carta explicándole más tu situación y dile que no tienes el favor del Sultan.

—Sí, Valide.

✦ • ° *.

— ¿Qué averiguaste Abdullah? —le preguntó Rosella.

—A pesar de lo dicho por la Valide, ella insiste en matar a Şahihuban.

—Haz lo necesario para que eso no suceda y ella quede al descubierto.

—Lo haré, pero por el momento usted debe acercarse más a la Valide.

— ¿Cómo?

—Por medio de su hijo, claro. Los hijos de Şahihuban no deben ser más los favoritos.

—Espero y me deje acercarme ya que sólo acepta estar con los hijos de Gizem y Tasya.

—Debe de hacerla cambiar de opinión.

—Lo intentaré.

—Mientras le recomiendo ir formando alianzas con más personas en el palacio.

—A penas tengo para pagarte ¿Qué te hace creer que podré con más?

—Sea amable con todos y así se ganará su corazón.

— ¿Lo dices en enserio?

Él asintió.

— ¡Bien! Pero no prometo nada.

—Inténtelo y verá que funcionará.

✦ • ° *.

— ¿Qué planea? —le preguntó Nehir Hatun a Tasya.

—Tener el amor del Sultan —sonrió.

—¿Lo ama?

—Lo amo —aseguró —. Pero amo más a mis hijos.

— ¿Qué quiere decir con eso?

—Haré hasta lo imposible para que un hijo mío ascienda al trono. Aunque para eso tenga que poner en contra a padre e hijo.

—Lo conseguirá, es astuta.

—Claro que lo conseguiré, conseguiré todo lo que me proponga. Tendré el amor del hombre que amo y seré Valide.

—Mientras ¿Qué hará?

—Ganarme a la Valide. Y que mis hijos sean amados por los jenízaros y la gente del pueblo. Así nada los detendrá.

— ¿Y usted preferirá ser amada o temida?

—Seré ambas, me tienen que amar para que amen a mis hijos y aunque no lo hagan, mi hijo ascenderá al trono.

✦ • ° *.

—Rabia Hatun —la llamó Sümbül agâ — ¿Cuándo planeas hacerte fuerte?

— ¿De qué hablas?

—Eres Kadın y no has formado alianzas ¿Qué planeas para tu hijo?

—Es muy pequeño.

—Pero debes pensar a lo grande, Hatun.

— ¿Qué tienes en mente?

—Mantenerse en la cama del Sultan en cuanto pueda hasta que dé a luz a una Sultana y así ella se case con un visir o paşa.

Rabia asintió.

—Haré lo necesario para que eso suceda.

—Así se habla, Kadın.

—Y dime agâ ¿Por qué me aconsejas?

—No soy tonto —respondió sonriendo —. Eres la madre del heredero al trono y tienes más oportunidades de convertirte en Valide Sultan por lo que yo en un futuro puedo ser el eunuco principal.

—Entonces lo haces por beneficio.

—Siempre es así.

—Y así lo será —sonrió —. Prepárate para el futuro porque yo seré Valide Rabia Sultan y tú el Kizlar agâ.

✦ • ° *.

Querido gobernador

Le mando esta carta para hacerle conocer más a fondo mi situación. Cuando conocí al Sultan Cihangir él y yo nos amábamos profundamente, pero por una estupida Hatun él cree que yo asesiné a su hijo de otra mujer por lo que yo ya no tengo el favor del Sultan, no obstante, tengo el favor de su mamá, Valide Nurbanu Sultan y aquí hay dicho que dice: el derecho de una madre es el derecho de Allah. En este palacio mis hijos corren un gran peligro y sin su ayuda puede que no sobrevivan a este infierno y por ende la dinastía española sufra las consecuencias, sin embargo, todo puede cambiar debido a usted para que mi hijo Mustafa suba al trono otomano y ambos imperios tengan paz.
Sin más preámbulo, le envío un cordial saludo desde Estambul.

Con amor, Şahihuban Hatun.

— ¿Cree que le guste, Sultana?

—Sí, fuiste directa, cosa que a cualquiera le gustaría. Sigue así, Catalina.

—Siempre será así, Sultana.

Ella sonrió.

— ¿Puedo hacerle una pregunta?

—Claro.

— ¿Le agrada Tasya?

— ¿Por qué lo dices?

—Veo que a diferencia de las demás usted la tolera.

—Lo hago por Cihangir —confesó —. Últimamente lo trae loco, pero eso no debería importarte. Tú deber son tus hijos.

—No me importa el amor del Sultan —mintió —. Me importa su favor.

—Siempre tendrás mi favor, excelencia —le sonrió.

—Gracias.

16 de junio, 1627

Era un día soleado, lleno de calma entre las risas de las personas de Estambul y sumido en tranquilidad. Todo era perfecto, menos para Tasya.

— ¡Ah! —gritó Tasya, tomando con fuerza la mano de Nehir — ¡Duele!

—Tranquila, pronto pasará.

— ¡Es un bebé enorme! ¡Ah! —gritó para después pujar.

—Veo la cabeza, Hatun. Sigue pujando —ordenó la partera.

— ¡Ah! —gritó mientras pujaba.

De un momento a otro un llanto se escuchó por todo el aposento de la mamá, indicando la llegada de un nuevo bebé.

—Es un şehzade —avisó la partera.

La Hatun sonrió aliviada, pero su sonrisa se interrumpió por otro dolor.

— ¡Ah! ¡Aún duele!

La partera le entregó el bebé a una asistente y vio la entre pierna de la Hatun.

—Viene otro, puja.

Tasya asintió y los gritos siguieron escuchándose cada vez más hasta que después de unos diez minutos otro llanto sonó.

—Es otro şehzade —avisó.

Tasya sonrió. Con eso tendría el favor del Sultan.

La Valide Sultan hizo la ceremonia de nombramiento y le susurró su nombre a cada niño al oído.

—Ömer —miró la Valide al eunuco principal — ¡Qué lancen veinte cañonazos y repartan mucho oro en el harem! Que todo mundo sepa que los şehzadesi Selim y Burak nacieron de Mihriban Hatun.

— ¿Qué? —preguntó la Hatun.

—Fueron órdenes de mi hijo cambiarte el nombre —informó.

Mihriban sonrió.

—Mi hijo se pondrá muy feliz, escríbele —ordenó, entregándole a sus hijos.

—Sí, Sultana —sonrió.

Tendré el mundo a mis pies.

✦ • ° *.

— ¡Esa estupida! —gritó Beyhan lanzando sus almohadas al suelo. — ¿Por qué no murió en el parto? ¡Yo fui la primera y siempre debe ser así! ¿Por qué no murió uno de sus hijos?

—Beyhan, tranquilízate —le dijo Yllka. —Tienes un varón y recuerda que no importa cuantos hijos ella tenga si no que tanto hace para mantenerlos con vida.

—Pero ahora la Sultana querrá estar más con los hijos de ella. Ya viste lo que sucedió cuando Rosella intentó llevar a sus hijos con la Valide.

—Lo sé, Rosella fue encerrada en su aposento mientras la Valide comía con ellos.

—No nos podemos ni acercar a la Valide y nuestros hijos son muy pequeños como para jugar sus cartas.

—Mejor concéntrate en educarlo bien para que cuando crezcan más, él pueda ser buen manipulador.

3 de julio, 1627

Cihangir peleaba cuerpo a cuerpo contra un safávida mientras recordaba la carta de Mihriban.

Sultan, tenemos a dos hermosos varones. Ambos tienen sus ojos y color de piel. Son sumamente perfectos.

El Sultan ahorcó a su enemigo con sus brazos y siguió con el otro.

Recuerde luchar por ellos.

Y lo mató sin piedad.

Lo amo.

Y finalmente decidió ir por el soldado que manejaba las tropas de dicho imperio.

✦ • ° *.

— ¡Puja! —le ordenó la partera a Raziye.

— ¡Ah! —gritó mientras pujaba. — ¡Ya no puedo! —lloró.

— ¡Debes poder! Falta poco.

— ¡Ah! —pujó con todas sus fuerzas.

Un escandaloso llanto se hizo presente anunciando un nuevo nacimiento.

—Es una Sultana —anunció.

Raziye hizo una mueca de desagrado mientras la Valide Sultan la miró con desprecio y posteriormente nombró a su nieta.

—Tu nombre es Defne, Defne, Defne —dijo tocando su cabello rubio.

Hasta ese momentos todos los hijos de Raziye nacían rubios lo cual era hermoso para dicha Hatun.

—La Sultana será cuidada por alguien más.

— ¿Qué? ¿Por qué?

— ¿Aún preguntas? —le preguntó con molestia —. A la próxima trata de no hacer esa cara de desagrado frente a mí o serás castigada de otra manera.

5 de noviembre, 1627

Los meses ya habían transcurrido al igual que la guerra que aún no terminaba. Las esposas del Sultan estaban sobre cuidadas y no podían hacer algún movimiento debido a que la Valide siempre se enteraba de todo, como la vez que supo que Raziye quería matar a Şahihuban y por eso la Hatun fue puesta en el calabozo por una semana.

Por otra parte, el bebé de Rosella nació muy sano. De ella nació Hümaşah Sultan quien años más tarde condenaría a su hermano.

— ¡Duele, Valide Sultan! —gritó llorando.

—Más te vale que resistas porque si algo le pasa a mi nieto iré hasta el infierno para atormentarte.

—Pero... ¡Ah!

— ¡Puja!

— ¡Ah! —gritó con desesperación hasta que nació su bebé.

—Es un şehzade —avisó la partera.

Rabia sonrió con tranquilidad. Ya tenía dos şehzadesi.

—Tu nombre es Ibrahim, Ibrahim, Ibrahim —le susurró al oído a su nieto después de hacer la ceremonia.

Más bebés llegaban al mundo y sólo uno se convertiría en Sultan y una madre en Valide Sultan. ¿Quién lo lograría?

¡Hola!

¿A quién le van ahora?

¿Team Mihgir o Team Şihgir?

13 votos y sigo.