25||Harem
16 de marzo, 1637
El harem se encontraba de luto puesto que la Valide Sultan se había suicidado, o al menos eso se creía debido a las declaraciones de sus odaliscas.
Las hijas de Nurbanu no pudieron asistir debido a la lejanía, pero el Sultan representaba el estado de su familia que era la tristeza. Él estaba destrozado debido a que su familiar más cercano había fallecido y sobre todo, no sabía el porqué.
El ataúd salió del palacio mientras todos miraban espectadores la escena. Unos llorando y otros sin expresión alguna.
Las esposas del Sultan se encontraban en el harem, mirando la salida de éste con logro.
—Lástima que la Valide Sultan murió —dijo Rabia en cuanto el ataúd salió del lugar —, pero ya era mi turno de triunfar.
— ¿De qué hablas, Hatun? —le preguntó Zeynep.
—Nada, sólo que es obvio que yo dirigiré el harem debido a que soy la mamá del hijo mayor del Sultan.
—Ten respeto, serpiente —la enfrentó Şahihuban.
Rabia rió.
—Por lo menos no fui hipócrita, todas sabemos que estabas con la Valide por eso.
—Silencio, Rabia —la calló Mihriban —. Si te vuelvo a escuchar decir eso no importará quién sea tu hijo, pagarás muy caro.
Rabia la miró sonriente y guió su vista al frente.
Di lo que quieras, besarás mi traje.
✦ • ° *.
El Sultan se encontraba en sus aposentos junto a su esposa legal mientras aún trataba de comprender la situación.
—No lo entiendo —murmuró Cihangir.
— ¿A qué te refieres?
— ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué se quitó la vida?
—Uno nunca termina de entender a los demás.
—Pero yo quiero hacerlo, quiero saber esa razón que la orilló a eso.
—Algún día lo sabrás.
Unos golpes en la puerta se hicieron escuchar. Cihangir dio la autorización de pasar y posteriormente Şahihuban entró.
—Sultan —le hizo reverencia —y Haseki —le hizo reverencia a la mujer.
— ¿Qué quieres? —preguntó sin ánimos.
—Le traigo buenas noticias ante la tragedia.
— ¿Qué puede ser bueno?
—Llevo en mi vientre a un hijo suyo —sonrió mirando a Mihriban.
No puede ser.
—Bien —dijo mirando a su esposa legal —, puedes irte.
Şahihuban miró con enojo al Sultan, hizo reverencia y seguidamente salió.
Puede y te hayas enojado, sin embargo me causa placer ver a tu Haseki sufrir.
—Yo... —comenzó a hablar.
—Felicidades, Sultan —dijo Mihriban con seriedad.
—Sabes que yo no quería.
Mihriban asintió.
—Debería celebrar, habrá luz en la oscuridad.
—Creo que se vería mal.
—Entonces célebre en una semana.
—No sería lo mismo.
—Lo será, anímese.
Cihangir asintió.
—Pronto el mal pasará, tranquilo.
—Gracias —murmuró.
Ríe hoy y sufrirás mañana, Gizem.
✦ • ° *.
La Kadin se paseaba por todo el harem con una sonrisa en el rostro debido a su posible futuro logro, cosa que enfurecía a Beyhan.
— ¿Por qué tan sonriente? —le preguntó Beyhan a Rabia.
—Me estoy preparando para dirigir el harem.
—Sueñas —se burló.
—Nunca —sonrió —, soy la madre del şehzade mayor.
—Y Mihriban la Haseki.
—Sigue sin ser competencia para mí. No sólo dirigiré el harem, dirigiré el mundo.
—Sigue soñando —le dijo Raziye, llegando con ellas.
—Hasta ella lo sabe.
Rabia las miró mal.
—Se arrepentirán por pensar eso. Haré que ganen menos, ya verán.
— ¿Cómo? ¿Desde tus aposentos? —se burló Beyhan.
Raziye rió.
—Sigue en tu nube, Hatun.
27 de marzo, 1637
Días ya habían transcurrido y los aposentos de la Valide Sultan seguían vacíos, esperando a su sucesora en el harem.
Una pelirroja feliz caminaba por el segundo patio cuando el eunuco principal llegó a ella.
—Rabia Kadin —la llamó Ömer.
— ¿Qué quieres?
—El Sultan la ha llamado, dice que es algo urgente.
Es mi momento.
Rabia no lo pensó más y corrió a los aposentos del Sultan con una sonrisa en su rostro.
Soy Rabia Kadin, madre del şehzade de la corona y futura Valide Sultan. En el palacio sólo me ha tocado vivir bajo la sombra de la Haseki Sultan, pero ahora es mi momento de brillar. No sólo dirigiré el harem, también dirigiré el mundo entero.
Valide Rabia Sultan, así seré recordada. Aquella que no obtuvo el amor del Sultan, sin embargo logró derrotar a sus enemigos con astucia. El primer paso será el harem y el segundo el trono.
Soy Vâlide-i Rabia sa'ide Sultan.
✦ • ° *.
Los secretos tarde o temprano salían a la luz y un şehzade estaba por saber esa verdad.
—Mamá —la llamó Bayaceto, mirando las flores del primer patio.
— ¿Sí, amor?
— ¿Por qué quieres a Ahmed y Cihan?
—Porque son unos niños agradables.
— ¿Segura?
— ¿Por qué la pregunta?
—El otro día oí a una de tus odaliscas que decían que eres buena con ellos por interés.
Beyhan suspiró.
—Es verdad.
— ¿Por qué?
—Es por tu bien, cariño. Ya sabes que existe la ley de fratricidio por lo que todo lo que hago es por ti, para no crear más enemigos de los que harás en tu camino al llegar al trono.
—Ahmed, Cihan y yo acordamos acabar con esa ley, nadie matará a sus hermanos al asumir el trono.
—Cariño, nada asegura que ellos lleguen al trono, puede ser otro, ya sea Cihangir, Ibrahim, Osman e incluso el pequeño Mehmed. Cualquiera puede ser Sultan y matarte, cosa que estoy queriendo evitar.
—No tienes que hacerlo.
—Pero debo así que no le digas nada a tus hermanos ¿Entendido?
—Sí mamá.
✦ • ° *.
Rabia llegó a los aposentos del Sultan con su gran entrada triunfal. Una vez que entró le hizo reverencia al padre de sus hijos.
—Majestad —sonrió. — ¿A qué se debe su llamado?
—Como ya sabes es algo de suma importancia.
—Sí —sonrió.
—Lo siguiente que te diré es una gran responsabilidad así que debes ser firme ante cualquier decisión porque varias personas dependen de ti, Kadin.
—Puede confiar en mí para lo que sea —aseguró feliz.
Rabia miró a sus izquierda y notó una gran corona color azul.
— ¡Es hermosa!
—Lo es —sonrió.
— ¿A caso es un regalo?
—Sí.
—Sultan... —la miró emocionada.
—Para mi Haseki —completó.
Rabia quitó su sonrisa.
—Ya me desvíe del tema —dijo volviendo a sonreír — ¿Para qué me requería?
—Quería informarte que a partir de hoy es oficial que...
—Gracias majestad —se adelantó y habló.
—Aún no termino.
—Oh, claro, dígalo.
Seré directora.
—Cihan será gobernador de Bilecik.
— ¿Qué? —dijo enojada.
Su ego había caído.
—Puedes irte —ordenó.
Rabia asintió, hizo reverencia y salió desconcertada.
✦ • ° *.
Mihriban se adentró a los aposentos de su amado con una gran aura de felicidad. Incluso las personas que la veían se emocionaban.
—Sultan —le sonrió feliz.
—Te brillan los ojos más de lo normal ¿Qué ocurrió?
—Estoy embarazada —susurró feliz.
— ¡Gracias a Allah! —sonrió para después cargarla y darle vueltas en el aire —Me haces muy feliz —aseguró dejándola de marear.
—Y tú a mí —sonrió.
— ¿Sabes?, estuve pensando demasiado en quién sería la nueva directora del harem y después de tanto tiempo llegué a la conclusión de que lo mejor para el lugar es que alguien digna de admirar lo dirija y esa eres tú.
—¿Disculpe, qué dijo, majestad? —le preguntó sin creerlo
—Tú, Mihriban eres mi Haseki y tienes todo el derecho de serlo.
—Majestad yo...
—Ven —dijo tomando su mano para guiarla hasta la cama —, esa corona —la señaló —es tuya —le sonrió —. Póntela y hazte imponer.
—Gracias —dijo besándolo.
✦ • ° *.
Mihriban estaba por llegar al harem, pero Ömer se adelantó para anunciar a su aliada.
— ¡Atención! —gritó — ¡Vâlide-i Mihriban sa'ide Sultan!
Todas las Hatun's ya se lo esperaban por lo que sonrieron ante la victoria de su rival ya que así se podrían burlar de Rabia a toda costa.
Mihriban entró al harem con la cabeza en alto y posteriormente se sentó en la silla donde antes se sentaba la Valide Sultan.
Soy Mihriban Sultan. Hoy me toca dirigir el harem, pero muy pronto gobernaré el imperio. Soy Tasya, la Haseki que será más recordada.
2 de noviembre, 1637
El tiempo ya había transcurrido, Rabia había dado a luz a Nürgül Sultan, Beyhan al şehzade Iskender y recientemente Şahihuban a los mellizos Kasim y Mahpare.
A pesar de la felicidad por los nuevos niños no todo era bueno ya que Nürgül llevaba dos días con fiebre muy alta y por más que intentaban salvarla, era en vano.
—Hija —susurró Rabia con pesar —, no te vayas —pidió llorando.
—Majestad —le habló Mihriban —, todo pasará, ya verá.
—Eso espero —dijo con tristeza.
— ¡Ah! —gritó Mihriban de dolor — ¡Ya va a nacer!
Cihangir cargó con rapidez a su esposa y la llevó hasta sus aposentos donde rápidamente llegó la partera junto a sus ayudantes.
— ¡Ah! —gritó tomando la mano de Meleksima — ¡Ve con tu hija! —le ordenó al Sultan.
El Sultan asintió y salió de los aposentos rumbo a donde se encontraba su pequeña hija.
— ¡Duele! —gritó comenzando a pujar.
—Aún no —pidió la partera, acomodándose.
— ¡Apúrate! —le gritó.
La mujer pronto se acomodó para el parto.
—Ahora —ordenó.
— ¡Ah!
✦ • ° *.
Los minutos habían transcurrido y por más que Cihangir quería estar en el parto de su hijo no podía, Rabia se encargaba de eso.
—No puedo perderla —susurró.
—Es fuerte.
—Eso espero —dijo abrazándolo.
Por otro lado, Mihriban seguía en sus aposentos gritando de dolor, ansiosa de tener a su hijo en brazos.
— ¡Ya falta poco, Sultana!
— ¡Duele! ¡Ah! —gritó.
—Sólo una y ya.
Mihriban pujó una vez más hasta que un llanto inundó los aposentos, a su vez que un grito se escuchaba al otro lado del palacio.
—Es una Sultana —anunció la partera.
Mihriban sonrió para nuevamente sentir un fuerte dolor.
Al igual que el sentimiento de Mihriban, del otro lado del palacio todo era dolor puesto que la Sultana murió.
— ¡Nürgül! —gritó la Kadin con dolor.
✦ • ° *.
Mihriban pujó una última vez y un llanto se volvió a escuchar justo cuando Cihangir llegaba al lugar. Él entró y se encontró con dos pequeños ángeles. Comenzó el nombramiento de sus hijos al igual que su dolor al perder a uno de los suyos. Y así, en ese mal día nacieron Gevherhan Sultan y el şehzade Murad.
¡Hola!
En el próximo capítulo ya los príncipes irán a sus provincias.
¿Quién irá a Manisa?
¿Quién será su favorito?
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