49. Un curso más
Aquella semana se pasó demasiado rápido, cuando menos los esperaban, ya estaban despertando y acomodándose para el famoso «día del terror». Los exámenes normales serían aplicados, como de costumbre, en un día, y los exámenes de las materias, en las cuales se había obtenido una nota menor a A2, se llevarían a cabo al día siguiente; seguido de un día libre y el siguiente en donde se entregarían las notas, para después partir a disfrutar de sus vacaciones.
El primer examen que se aplicó fue el de la profesora Clovery, siempre era lo mismo con ella, así que sucedió lo mismo que en primero, casi no sabía ninguna respuesta; seguido del examen de Redacción, no fue un examen fácil, se solicitaba escribir un cuento estructurado basándose en distintas palabras que venían escritas en el examen.
Continuó el examen de Contabilidad, mucho más difícil que antes, se podía respirar el estrés en el aire, después, Esmeralda y sus amigas se dirigieron al salón de Ecología para realizar su examen. Era una clase diferente a todas las demás, siempre era tomada en el bosque, la prueba fue muy difícil, incluía dibujar distintas especies de flores, plantas, entre otras cosas. Cuando ese examen terminó, pudieron tomar sus respectivas horas de descanso para comer, trataron de relajarse lo más que pudieron para continuar con la siguiente prueba.
El examen de Equitación fue el único que se impartió fuera del salón de clases. En el campo de práctica, la profesora Bronét colocó obstáculos que las chicas debían tratar de saltar, evadir o traspasar, con ayuda de sus caballos. Fue bastante fácil, considerando que ya controlaban bastante bien a los equinos; siguió la prueba de Geografía, bastante larga, pero no muy compleja. A continuación se aplicó el examen de Estrategia Económica, el profesor redobló la dificultad de su prueba pasada, todas las muchachas estaban desesperadas tratando de razonar los difíciles planteamientos del profesor, cuando sentían que ya no podían más se terminó el tiempo y continuó el examen de Etiqueta. Eran tantos modales y reglas que recordar que se complicó mucho más que el de primer año.
Como en el año pasado, las materias que no eran impartidas aquel día serían agregadas al final, así que continuó la prueba de Cuidado personal, esta vez, la prueba debía ser aplicada a ellas mismas, era muy diferente a arreglar un maniquí.
Con respecto a la prueba del profesor Dahen, leyeron el doble de libros de los que habían leído en primero, así que la prueba fue tan larga que el tiempo quedaba justo; ya empezaba a anochecer cuando dio inicio la última prueba, la del profesor Aristela.
Las chicas estaban tan cansadas que a duras penas podían leer las instrucciones y las preguntas que se planteaban en el examen. Así como la última vez, las muchachas llegaron exhaustas a los dormitorios, después de realizar las once pruebas, apenas tuvieron fuerzas para acomodarse y quedarse profundamente dormidas.
Kimiosea no tuvo que asistir a ningún lado, pero el resto de las chicas tuvieron que ir a los exámenes, tanto de las tutorías, como de las asesorías, así como los de las materias repetidas, Esmeralda asistió solamente al examen de Estrategia Económica y al de Historia, otra hora sin saber absolutamente nada.
Nereida tuvo que ir al examen de Geografía, Historia, Estrategia Económica, Etiqueta, Cuidado personal, Lengua y Ciencias Sociales. Al final, Shinzo fue al de Estrategia Económica y al de Lengua, terminaron absolutamente muertas del cansancio, se recostaron lo más pronto posible y descansaron después de todo un año de trabajo.
Al siguiente día, amaneció muy tranquilo en el Coralli, las muchachas se despertaron refrescadas, se arreglaron para salir al pueblo, como acordaron, y caminaron entre las bellas calles del pueblo de Cristaló. Se relajaban después de tanta presión por los exámenes cuando vieron un precioso lugar que tenía tallado el nombre: "Eskintram: Tienda de ropa". El lugar era fantástico, tenía estantes con vestidos doblados, no eran tan ostentosos como los del taller de Lizonia, pero eran muy hermosos. Comenzaron a probarse distintas prendas, cada una se compró cinco vestidos, Esmeralda se sentía muy aliviada, al fin tenía algo que usar que igualara la manera tan elegante en la que se vestían sus amigas. Comenzó a pasar la tarde y las chicas regresaron a los dormitorios para arreglarse.
Kimiosea llevaría consigo a Naudur, se hizo una elegante coleta, usó uno de los vestidos que acababan de comprar, así como harían el resto de sus amigas. Era precioso, color rosa con decoraciones en blanco, tenía perlas adornando tanto el cuello como la cintura; Nereida dejó suelto su negro cabello lacio y se puso un vestido color azul rey con listones azul cielo acomodadas en forma de rosas. Shinzo se llevó un vestido totalmente verde y se colocó unos guantes y listón en el cabello a juego, finalmente, Esmeralda usó un vestido rojo con cintas detrás, tenía decorados color borgoña alrededor de la cintura. Todas las muchachas lucían absolutamente preciosas.
Llegó la noche, Kimiosea, Naudur, Iniesto, Nereida, Dimitri, Shinzo y Esmeralda partieron hacia la cafetería Shésimu para celebrar que su segundo año había terminado. Pidieron platitos llenos de una variedad de postres que compartirían unos con otros.
Esmeralda pidió hablar con Dimesco para explicar lo que sucedió la última vez, el hombre aceptó que se le permitiera la entrada a Iniesto, así que se dedicaron a disfrutar aquella hermosa velada.
—¿En dónde pasarán las vacaciones? —preguntó Dimitri tomando un poco de jugo de moras.
—Conmigo, pasarán las vacaciones conmigo —dijo Nereida antes de que sus amigas pudieran decir algo—, en Noif. ¿Y qué hay de todos ustedes?
—Tendré que estar en casa con mis padres, qué horror —se lamentó Iniesto recargándose en la mesa.
—Desearía que estuvieras conmigo, hermoso —comentó sonriente Nereida causando que Dimitri soltara una risa.
—Y yo, preciosa, pero tengo que ir con ellos —contestó el muchacho abrazándola.
—A diferencia de mi amigo, yo estaré explorando algunos de los terrenos que pertenecen a mi familia, me la pasaré acampando, sólo seremos Ánimus y yo —explicó Dimitri.
—¿Podemos sacar a los caballos? —preguntó Esmeralda.
—Ustedes no, sólo llevan un año con ellos, no son capaces de cuidarlos solas. Además, mi padre habló con Donur para poder sacarlo éste verano —relató el muchacho tranquilo.
—Yo también estaré con mi familia, les alegrará saber que tengo unas nuevas mayas doradas —rió Naudur y Kimiosea lo abrazó.
—Shinzo, escuché que eres de Yosai —dijo Dimitri mirándola.
—Yo nací en Imperia —aclaró la muchacha.
—Pero tus padres son de allá, ¿no es así? —insistió el rubio chico.
—¿Cuál es tu punto? —cuestionó Shinzo y el muchacho levantó los hombros.
—Ninguno, siempre he querido conocer ese lugar, pensé que podrías contarme cómo era, eso es todo —explicó el chico.
—No lo sé, nunca he ido —dijo cortante la muchacha tomando su jugo de fresa.
—El próximo año será nuestro baile de graduación —comenzó a decir Iniesto—. Sería genial si me acompañaras, Nereida.
—¡Por supuesto! —exclamó la chica emocionada.
—¿No es muy pronto para invitaciones? —insinuó Dimitri.
—Jamás es demasiado pronto para invitar a alguien a un baile —declaró Nereida sonriente.
—Y... Kimiosea, si tú y tu... Chico de las mayas doradas, quisieran ir, están total y completamente invitados —dijo Dimitri—. Lo mismo para ti, Esmeralda.
—¿Qué hay de mí? —reclamó Shinzo.
—Yo todavía no tengo pareja, podríamos ir... Como amigos —propuso el muchacho y la chica sólo sonrió.
—Propongo un brindis por un gran año en el Coralli —dijo Esmeralda levantando su vaso.
—¡Salud! —exclamaron todos imitando la acción de su amiga.
Pasaron una noche espectacular, el rato se hacía bastante agradable cuando estaban todos reunidos, ahora que Nereida e Iniesto estaban juntos y que Shinzo no estaba enojada con Dimitri todo el tiempo. Estando todos unidos se construían los momentos más inolvidables.
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-Sweethazelnut.
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