Soñé con una boda.
Sí, tal vez sí me había obsesionado un poco con el profe de Matemáticas pero eso no significaba que Yeonjun me lo echara en cara cada segundo. Me estaba hartando de su comportamiento, ni sabía por qué le detestaba, solo me insinuaba cosas sobre él y luego se molestaba.
Yo no quería seguir así, él era mi mejor amigo por sobre todas las cosas y dicen por ahí que las almas gemelas tienen conexiones entre ellas, yo siempre la sentí con Yeonjun, al final no éramos tan diferentes.
- ¡Tal vez podrías dejar de hablar sobre Haeran y cerrar el pico! Vas a asustar a tu bizcochito - le alcé la voz.
- ¿Mi bizcochito?
Apunté con mi barbilla hacia el lugar por dónde caminaba la pelinegra, obedientemente volteó a verla, sus ojos enseguida cobraron un brillo que nunca antes había visto en él, tenía una sonrisa de lado en sus labios. Éste estaba tramando algo.
La chica algo cohibida caminaba junto a su amigo el peli azul. Khaleesi era inteligente y hermosa, muy diferente a las demás chicas con las que había estado mi amigo, hasta sentía un poco de envidia, se lució en clases resolviendo un problema matemático y yo como la burra que soy pues nada más recibí burla de Yeonjun por estar tan idiotizada con Min Haeran.
No era nada del otro mundo, solo fue un flechazo de esos platónicos. Un maestro no podía fijarse en su alumna, estaba prohibido pero ahí iba yo enseñando escote para poder engatusar al hombre, incluso llevaba la falda un poco más corta - cosa que me costó un regaño por parte de Seokjin - ¿Podía ser más descarada? Esa no era yo, no eran mis valores y mucho menos la educación que había recibido.
Me le estaba regalando a un hombre mucho mayor que yo, pero a la mierda, de todas formas él no me prestaba atención alguna.
Número Desconocido:
Hola Lili.
Con hastío observé el nuevo mensaje entrante, quién era y por qué tenía mi número.
Haz reprobado el exámen de ayer, tendrás que recibir algunas clases extras.
Apenas sacaste un dos, es preocupante tu situación.
Hola
¿Quién eres?
Haeran
¿Qué? ¿Cómo coño estaba pasando ésto? Parecía ser cierto eso de que las personas se llaman con el pensamiento.
Ay Dios, había reprobado, mi promedio iba cayendo en picada. Tenía que haber prestado atención y dejado mi enamoramiento de lado. ¿Cómo era que había obtenido mi número de teléfono?
El lunes estaré temprano para las clases extras profesor.
No bonita, no estás entendiendo.
Tus clases comienzan hoy.
¿Pero por qué? No podía irme y dejar a Yeonjun solo en su fiesta, al final había sido yo la de la idea, aunque después que lo pensaba bien. No pasaría nada si me marchaba antes de tiempo, la pulga estaba detrás de su chica y no me estaba prestando ningún tipo de atención así que...
¿Sigues ahí?
El ruido del chapoleteo en el agua de la piscina y un chillido femenino me hizo apartar la vista de la pantalla del móvil para ver el panorama de lo que ocurría.
Khaleesi había caído a la piscina o más bien la empujaron.
¡Mierda! ¿Por qué tiene que ser así de pesado?
Lo siento profesor, será mañana ahora mismo estoy ocupada.
Apresurada metí el teléfono a mi pequeño bolso echando a andar hacia la pileta. El chico peli azul le decía oprovios y obsenidades a Yeonjun y esta vez lo comprendía. Se había pasado de gracioso, no tenía motivos para tirar a la chica al agua, pobrecita parecía estar en shock o no.
Estaba siendo partícipe de un ataque de ansiedad, a mí me habían ocurrido cosas así y era horrible.
Corrí arrodillándome frente a ella, su respiración estaba errática y tenía la vista perdida, su pecho estaba siendo comprimido por sus propias manos luchando por un poco de oxígeno.
- Ey, ey, mírame bonita - conecté mi mirada con la suya, parecía pedir auxilio con ese simple gesto, estaba indefensa - Respira conmigo - tomé una respiración profunda tratando de calmarla para que pudiera respirar correctamente junto a mi - Hazlo conmigo, por favor - susurré al verla con sus bonitos ojos oscuros hechos cristales por las lágrimas en ellos - Todo va a estar bien, yo estoy aquí.
La abracé al oír un sollozo roto que se le había escapado. ¿Por qué se encontraba así de mal? ¿Le tenía fobia al agua o no sabía nadar como yo? Algo le ocurría.
- Shh, no llores - le calmé, era curioso cómo se aferraba a mí para que no la dejara - Te llevo a casa. ¿Sí?
Solo asintió sin decir palabra alguna, en verdad me preocupaba la chica, no era que quería hacerme pasar por heroína. Estaba enfadada por lo que había ocurrido.
- Ten - Chanbing llegó junto a nosotras con una toalla, me sonrió al entregármela y se marchó después de haberle dado las gracias.
- Bizcochito, yo...
- Yeonjun más te vale que te calles sin no quieres probar tener mi puño enterrado en tu nariz - bramé envolviendo a la pelinegra con la toalla para que no cogiera un resfriado.
- Pero..
- ¡La cagaste! - grité, luego me arrepentí pues la chica comenzó a temblar con claras intenciones de querer deshacerse en llanto - Quita, me largo y ella se viene conmigo - le empujé fuera de mi camino.
No lo quería cerca de la chica, estaba segura que mientras yo estuviera próxima a ella nada le ocurriría pues me encargaría de defenderla del simio que tenía por amigo. ¿En qué momento se le había ocurrido la brillante idea de tirarla al agua? Sinceramente no entendía sus intentos de conquistas, no le estaban saliendo nada bien.
🎵🎵🎵
Estábamos paradas frente a una casa bastante hermosa, ella se encontraba callada con la mirada perdida, no había pronunciado ni una palabra durante el trayecto y yo apenas había cerrado la boca, tal vez pensaba que yo era una parlanchina.
- Oye, puedes contar conmigo. No dejaré que Yeonjun te haga daño otra vez, lo prometo - le sonreí con sinceridad porque me hacía hacerlo y no era en vano - No sé lo que te pasó pero cuando te vi tener el ataque de ansiedad me recordaste a mí y quise ayudarte. Lo siento.
Enseguida sus ojos me observaron inquisitivamente. ¿Pensaría que solo era cara y cuerpo bonito?
- Tuve unos cuantos - respondí alzando los hombres sin importancia, aunque ella no había preguntado nada - Son horribles. Ah por cierto, soy Lixue pero si quieres puedes decirme Lili, no me molestaría - volví a sonreír acariciándole el cabello, parecía una niñita triste.
Toqué la madera de la puerta de entrada esperando pacientemente a que atendieran a mí llamado, Khaleesi seguía muda y ya me deba vergüenza seguir dándole la lata.
- ¿Lixue?
Volteé hacia la voz masculina que me había llamado, esa melodiosa voz que tantas veces me hizo suspirar y soñar despierta.
- ¿Jungkook?
¿Por qué diablos mi Kookie estaba aquí?
Joder se veía espectacularmente bien, parecía salido de revista incluso podía pasar por un chico malo y no un doctor ejemplar como lo conocía.
La chica a mí lado corrió escaleras arriba empujando al pelinegro a un lado. ¿Era su novio? Ay, no y yo comiéndomelo literalmente con los ojos frente a sus narices.
- ¿Eres amiga de mi hermana?
¿Solo eran hermanos? Valla y yo partiéndome la cabeza con pensamientos descabellados.
- ¿Eh?
- ¿Amigas? ¿Tú? ¿Khaleesi? - preguntó como hombre de las cavernas, eso había sonado muy gracioso, con una risita respondí.
- Solo la acompañé, somos compañeras de salón.
- Pensé que...
- ¡Jungkook haz pasar a la chica! - vociferó una señora a sus espaldas con las manos apoyadas a sus caderas en forma de jarra dando golpesitos en el suelo con uno de sus pies.
- Lo siento - me habló apenado.
- A ver cuéntame. ¿Desde cuándo tienes una novia tan bonita? - inquirió la mujer con una sonrisa perturbadora.
El chico comenzó a balbucear sin sentido, hasta puedo decir que parecía nervioso con la pregunta.
- No soy su novia y gracias por lo de bonita - respondí en su lugar sacándole del apuro.
- Oh, qué lástima - hizo un puchero realmente cómico a mí vista que enseguida fue cambiado por otra sonrisa y ojos alegres - ¿Cariño te gustan las novelas eróticas?
Miré a Jungkook con confusión y esa pregunta por qué.
- ¡Abuela! - se escandalizó él.
- Pues sí - sonreí incómoda, qué tal y si pensaba mal de mí.
- ¡Oh! - aplaudió con efusividad en forma de festejo - Te puedo recomendar algunas...
- No abuela - le paró Jungkook - Lixue está apresurada, en otro momento. ¿Nos vamos verdad que sí? - asintió hacia mí y abrió los ojos a demasía como rogándome que no le desmintiera, rayos, no me podía contener de decir que si cuando me miraba con sus ojitos de siervo tan bonitos.
- Será en otra ocasión - me excusé.
Jungkook me tomó de la mano sacándome apresurado de la casa, cuando caminamos un poco suspiró soltándome.
- Perdona a mí abuela.
- Es simpática - reí al recordar su forma tan natural de hablarme.
- Está un poco chiflada - resopló mirando al frente en todo momento.
Su perfil parecía cincelado por los mismísimos dioses del Olimpo, tan inmaculado y varonil. Jungkook era sin lugar a dudas mi más grande amor platónico.
- ¿Puedo confesarte algo?
¿Sería malo si exponía todos mis sentimientos ante él? No estaba de más que supiera, no me avergonzaba, al final de cuentas él nunca me correspondería y yo ya le había superado hacía un tiempo, aunque en ocasiones todavía soñaba con él.
- Estuve enamorada de ti - solté mirándole a los ojos cuando me observó incrédulo.
- Lili...- exhaló aire sonoramente, no sabía qué responder.
- Soñé con una boda - se me salió una carcajada al escucharme a mí misma, hoy estaba muy sincera yo, iba a hablar pero no le dejé - Y sé que es imposible que te fijes en mí, todo está bien.
- Lili - volvió a repetir mi nombre tomando mis manos entre las suyas - Eres hermosa pero...
- Pero no puedes corresponderme - le corté - Lo sé. Solo quería que lo supieras ya lo he superado.
- Es un alivio - susurró.
- No creo que te gustaría tener a Jin de cuñada.
Los dos reímos a la par, mi hermano a lo mejor se pondría histérico con todo el asunto.
- Por cierto. ¿Sabes si le ocurre algo?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro