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Holis ¿Qué tal? ¿Qué hacen? Por ejemplo, ahora mismo Jungkook y yo estamos interpretando un diálogo que seguramente lo reconocerán muy fácilmente, ya que aparece en una película de animación que la mayoría de los niños conocen.
Mi hermano está con sus brazos bien cruzados y esa mirada de «NO» bien rotundo. Mientras, yo estoy a su lado con las manos en forma de oración y los ojitos tan tiernos como los del gato con botas.

- Por favooor – Supliqué por milésima vez.

- No, ya te he dicho que no permitiré que salgas a ningún lado con esa lagartija mocha.

- ¡¿Pues entonces, cuándo me dejarás tener una vida propia?! – Escandalice.

- Hasta que no cambies esto – Me apuntó con ambas manos.

- ¿Acabas de señalarme completa? – Inquirí encarnando una ceja.

- Sí, exacto.

- Oh, oh, estoy viendo lo que intentas hacer – Lo miré con ojos entrecerrados – ¡Y tendrás grandes problemas por retener todo mi-!

- ¿No echaste que no? – Interrumpe.

- ¿¡Pero-!?

- ¡Que no! ¡No saldrás a ningún lado con Yeonjun!

Resignada miré el suelo. Era evidente que había perdido. Si tal vez se lo hubiese dicho desde el primer día lo hubiera preparado psicológicamente para aceptar. A Jungkook solo le caía bien Jeongin. Ningún otro chico podía acercarse a mí delante de él, y digamos que Yeonjun no le dio una buena impresión ¿Qué digo? Ni siquiera hizo el esfuerzo de caerle bien. Definitivamente mi vecino es tan diferente a Jeongin. Mi mejor amigo, a diferencia de Yeonjun, le dio la mejor impresión que existía.

Me di medía vuelta conociendo perfectamente mi futuro. Quedaría mal con Yeonjun... Bueno, y castigada también, según él.

- ¿Escuche bien? ¿Mi pequeña Khaleesi tiene una cita con Yeonjunnie? – Inquirió Sasha saliendo detrás de la puerta.

¡Estaba escuchando detrás de la puerta! ¡Qué vergüenza!

- Abuela, ¿Por qué estabas escuchando detrás de la puerta?

Mi abuela ignoró completamente a mi hermano. Me miró de pies a cabeza mientras caminaba hasta nosotros. Analizando cada detalle. Esa mira tan observadora me puso la piel de gallina.

- ¿A qué hora es la cita? – Inquirió con esa sonrisa retorcida como cuando escribía una de esas escenas perturbadoras para menores.

- No importa la hora, tampoco irá – Aseguró mi hermano.

- ¿Y tú quién te crees para evitarlo? ¿El macho pechi peludo de la casa? – Mofó la mayor.

- ¿Qué?

La abuela entrelazó su codo con el mío y le sonrió maliciosamente a Jungkook.

- Khaleesi vivirá hoy la misma escena que la protagonista de mi último libro – Le dijo a mi hermano, el chico que no tenía idea de que se refería – Tal vez salga hasta embarazada – Lo último lo dijo junto a un chillido eufórico.

- ¡Claro que no! – Jungkook me miró como un león cuando ve a un pequeño y débil venado.

Abuela lo volvió a ignorar descaradamente, me arrastró por los pasillos hasta mi habitación. Al llegar me sentó en la cama y abrió el closet para comenzar a rebuscar por quince minutos cada prenda de ropa. Cada vez que sacaba algo negaba con la cabeza y volvía a meter dentro.

- Abuela creo que esa falda crema con ese suéter blanco estaría bien.

- ¡Claro que no! ¡Eso no será capaz de calentarlo! – Clamó. Se dio la vuelta y me miró analíticamente antes de irse a su habitación.

La entendía. Mi ropa era deprimente. Mis pantalones y suéteres eran los abundantes en ese lugar. Quizás sea esa la razón porque no socializo con chicas de mi edad. No visto bien, no me maquillo, no soy coqueta, no tengo carisma, incluso peinarme era difícil para mí... Soy solo un cero a la izquierda.

Cuando me vi sola en la habitación miré el reloj despertador, este marcaba las cuatro y media de la tarde. Casi era la hora y ni había hablado con Jeongin, ni tenía la ropa preparada. Esto sería un completo fracaso. Más bien yo era el fracaso.

Las lentejuelas de un vestido me hicieron parar mi debate metal. Sasha traía un vestido en sus manos junto a esa mirada pícara.

- Esto tiene más años que tú. Fue el primer vestido que use en la primera cita con tu abuelo. Fue muy efectivo. Tu padre nació gracias a esta antigualla.

- Abuela no necesito tanta información – Pronuncié junto a una mueca de disgusto.

- Solo entra al baño y pruébatelo.

Obedecí como niña buena. Tomé la prenda y entre al baño.
El resultado frente del espejo me dejó anotada ¿Esa era yo?
El vestido llegaba hasta por encima de la rodilla y con una abertura en uno de los muslos. El escoté en mi espalda la mostraba completamente, e le daba una buena vista a los lunares en ella. Las mangas llegaban hasta mis codos y era tan ajustado que hacia abultar mis pechos y mi trasero. El color oscuro de la prenda hacia resaltar mi piel y darle un toque especial al cabello castaño que caía por mi espalda.

¿Me gustaba la chica que me saludaba al espejo? Se veía atrevida entre tanta tela, pero acobarda completamente en su mirada. Era una Khaleesi nueva. Una Khaleesi que por primera vez en mucho tiempo no estaba asustada por lo difícil que le era mirarse al espejo, sino una Khaleesi que no tenía miedo a salir a la calle. Una Khaleesi diferente...

¿Acaso está diferente Khaleesi quería devorar al mundo? A ese mundo que había transmutado totalmente desde la muerte de su madre. Ese que la asustaba.

- Cariño encontré unos botines en tus cosas que irán perfectamente con ese vestido- ¿¡Qué mierda!? – Paró en seco mirándome a través del cristal.

Di un respingo al escuchar el chillido fangirl de Sasha a mis espaldas. El reflejo de mi abuela mostraba una mujer súper sorprendida que cubría con su mano su boca.

- ¡Por la belleza de la gran diosa Afrodita! – Agarró mis hombros para darme la vuelta – ¡Khaleesi, estás divina! ¡Pareces una diosa del Olimpo!
  

♡♡♡

Creí que era la reencarnación de la mismísima Llorona mientras que Jeongin me miraba desde la puerta de mi habitación. El chico estaba traumado mirándome.

- Era cierto entonces lo que le decía Sasha a Jungkook allá abajo... – Dejó de mirarme como si estuviera viendo un fantasma – Khaleesi...

Me hice chiquita en mi lugar con esa nueva mirada de Jeongin.
Mi amigo solo me había mirado una vez en la vida de esa forma, y fue aquella vez que fuimos interrumpidos por Jungwon, justo en el momento que caímos sobre la cama besándonos.

- Sobre la pijamada... – Trate de comunicarme, pero fui interrumpida por él.

- Tranquila. Bajaré allá abajo, les diré a Jungkook y Sasha que no irás a ningún lado y te quedarás en mi casa para una pijamada. Yeonjun te está esperando debajo de tu ventana y tú saldrás escondida de aquí, y yo me iré pitando a mi casa ¿Entiendes? – La forma tan rápida y nerviosa que dijo todo me asusto para su bienestar respiratorio. Creo que ni el mejor rapero del mundo le ganaba.

- Jeongin...

- ¡El cabeza de chorlito lo planeo todo y me convenció!

No sé qué me sorprendió más – Su gritó, su ansiedad o que saliera corriendo de la habitación – Lo que sí sé es algo... Mi cita estaba esperando por mí.

Al asomarme por la ventana, un Yeonjun agitaba su mano desde abajo. No podía verlo bien. El piso de altura que nos separaba y la oscuridad del lugar hacían todo irreconocible.

- ¡Rapuncel, deja tu cabello caer!

- ¿¡Qué!?

- ¡Déjate caer, Bizcochito! ¡Te voy a atrapar!

No hizo falta otra palabra más y me lancé al fondo. Grité al ser recibida por sus grandes brazos. No era de esas chicas que le tenían miedo a las alturas, pero Yeonjun agarrándome de esa forma, imitaba a una camisa de fuerza, y hacía que me entrara cosita.

- ¿Estas bien?

Asentí y el pelinegro comenzó a guiarme de la mano hacía la luz proveniente de su casa. Cuando se detuvo, contemple completamente su traje formal. Se le veía espectacular, justo como debió vérsele el de aquella noche lluviosa antes de que se mojara. Le quedaba como un guante que resultaba muy bien su contextura física y... Me percaté de que también me estaba observando, o más bien, devorándome con la mirada.

- Creo que castigarte ahora mismo no estaría mal.

La forma en que lo dijo, la forma en que se movió hacia mí, la forma en que unió nuestros labios y la forma en que apretó mis glúteos... Delató lo larga que iba a ser esta noche.
   

✧༺♡༻✧

Me parece gracioso como está historia empezó con un inicio de curso y yo ahora, con un primer día de diferente curso, pensé muchísimo en este libro y en cosas que pude escribir para que fuera un inicio de año mejor.

Pssss, ojito con estos capítulos porque está al llegar uno candente😏

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