22
Esperaba con bastante impaciencia a que mi mejor amigo regresará con los almuerzos. Sin embargo, la fila para ellos parecía inmensa, y Jeongin no tenía pinta de regresar rápido.
Mis ojos captaban el campus a través del cristal de la cafetería escolar. Hoy el sol calentaba las calles con menos fuerza. Había un par de nubes grisáceas a su alrededor, pero no habían anunciado ninguna lluvia para hoy. El tiempo ya estaba cambiando, los árboles pintaban los entornos con hojas amarillentas. Todo anunciaba que ya estaba esperando el otoño en noviembre. Y con noviembre, mi cumpleaños.
Aún quedaba el mes de octubre entero para su llegada, pero es imposible ver los cambios en los ecosistemas sin pensar en ello ¿Cómo pasaría este cumpleaños? Es una pregunta que seguramente muchos se hacen a vísperas de sus cumpleaños. Y seguramente muchos como yo no conocen la respuesta.
- ¿Qué tal, bizcochito?
Ladeé la cabeza esperándome encontrar a un Yeonjun con una sonrisa ladeada. Así de grande fue mi sorpresa al ver que se trataba de la chica pelinegra que siempre la acompaña ¡Oh dios mío! ¡Su novia!
- Khaleesi. Mi nombre es ese – La voz rápidamente me salió temerosa.
Casualmente el último encuentro que tuve con ella no fue seguramente muy lindo para ella. O sea, ¡encontraste a otra chica con tu novio en su habitación! ¡Y lo peor de todo fue que me encontrara de esa forma! ¡con su ropa puesta!
- Tienes un lindo nombre ¿Significa princesa, no?
- Sí – No sé qué me ponía más nerviosa, si su presencia, o su conversación – En realidad no es ni un nombre. Es un vocablo de la lengua Dothraki, inventada por George R.R Martin para su saga fantástica. Aunque se hizo tan famosa que puedes encontrar ese nombre por cualquier lado.
- Oh. Sabes mucho de tu nombre.
- Solo lo que me contó mi abuela y dice google.
Mi afirmación la hizo soltar una risilla. Okey. Ahora estoy más nerviosa aun.
- Oye lo que viste aquél día, no es lo que parece – Fueron mis palabras avergonzadas.
- ¿Qué día? ¿El del baño o el de la habitación de Yeonjun?
Aspiré mientras estiraba el rostro a sobremanera ¡Ella nos había visto en el baño! Joder, estoy muerta más de vergüenza que de ser potencialmente asesinada. Lo siento mucho, Jeongin, no me dará tiempo ni legarte mis cuadros.
- Yo... – Apreté los labios mientras agachaba mi cabeza – Lo siento.
¿Qué tan bajo podía llegar una mujer? No sabía la respuesta, y sin lugar a dudas yo había estado a ese nivel. No podía culpar del todo a Yeonjun, ayer fui yo quien lo invitó a una cita y le robó un beso. Él tenía novia... Y yo había sido participe del engaño hacía ella.
Me sentía mal con ella y conmigo misma ¡¿En qué momento me habían vuelto una zorra?! ¿En qué momento me olvidé de su relación para créeme con derecho a Yeonjun? Yo definitivamente no era así.
- ¿Por qué te disculpas?
Su interrogación me hizo mirarla más triste aún. Creo que en un momento mis ojos se aguaron porque los tuve que limpiar con mis puños. Odié ese sabor amargo en mi boca.
- De verdad que lo siento...
Esas fueron las detonantes para comenzar a llorar.
- Oye, oye, bonita, no llores – Intentó consolarme un poco nerviosa – ¿Te he dicho algo para molestarte? Lo siento mucho, no fue mi intención.
- No... – Menee la cabeza como negación – La que lo siente soy yo.
- Pero es que no entiendo por qué lloras?
- De verdad que nunca quise llegar a ese punto con Yeonjun, yo... Me alejaré de él si así lo quieres.
- ¿Pero de qué estás hablando, mujer? Si yo estoy feliz de tu relación con mi amigo.
¿De su... Amigo? Mi cara asombrada seguramente fue muy divertida porque ella soltó una carcajada limpia.
- ¿Creíste en serio qué éramos novios? – Inquirió satíricamente.
- Yo...
Y como dice un viejo refrán japonés: un tonto nacido nunca se cura... Yo definitivamente nunca me curaría de mi torpedad.
- Tranquila, no te rompas la cabeza con eso – Soltó riendo – El fin de semana pasado fue el cumpleaños de mi mejor amigo. Ese día no lo pasó muy bien. Por eso este fin de semana queremos celebrarle una fiesta de cumpleaños. Y cómo ustedes son muy ¿cercanos? – Negó sonriendo – Bueno, estás invitada a su casa.
- Gracias – Contesté aún shokeada.
Esa afirmación fue muy... Inesperada ¿¡Amigos!? ¡¿En serio?! ¡Esto es increíble! O sea eso significa que toda mi vida estuve equivocada.
♡♡♡
Nuevamente fui la última en terminar la carrera y estaba bañándome una hora después de todo el mundo. Cuando estuve cambiada, y colocándome los calcetines, la puerta del baño nuevamente fue abierta.
Yeonjun irrumpió en el baño con la cabeza tan agachada que me parecía extraño.
- Yeonjun...
Ante la mención de su nombre, el pelinegro ladeó la cabeza y me miró desde su lugar.
- ¡Mierda, Bizcochito! ¡¿Me vas a matar del corazón un día de estos?! ¡¿Por qué no prendes la jodida luz?!
La luz encendida me dejó ver más allá de un chico asustadizo. La clara imagen de un Yeonjun con pómulo morado y una herida en el labio inferior, me puso en alerta máxima.
- ¿Te encuentras bien? – Cuando me vine a dar cuenta estaba frente del chico y tocándole suavemente la herida.
- Claro que sí, Bizcochito ¿No sabes que tu Yeonjun es un machote muy fuerte? – Satirizó sonriendo.
Solo que a mí esa sonrisa se me hacía tan falsa como el amor en la canción Fake Love de BTS.
Lo miré con preocupación mientras hacía una línea con los labios.
- ¿Te duele?
- ¿No es obvio? – Mofó.
- ¿Cómo te la hiciste?
- Me caí de la moto.
Mi mirada inquisidora e preocupada seguía activada. Yo también tuve por un tiempo muchos golpes como esos, solo que mis “caídas” eran provocadas por mi padre los últimos días que estuvo en casa.
- Espera, tengo el botiquín en la mochila.
El pelinegro me siguió con la mirada en todo mi transcurso hasta la mochila y el regreso. Se sentó en el banco que anteriormente yo descansaba, y yo me agache enfrente de él para abrir el objeto.
- Esto se podría malinterpretar – Mofó con su típica sonrisa.
- Te juro que pondré todo mi esfuerzo en que está cura te duela como una costilla rota.
- Okey, mejor no.
En silencio saqué mi pomo de agua esperando que siguiera tan helado como lo saqué del refrigerador. Me alegré al notar que aún se conservaba bastante hielo, y se lo extendí al chico.
- Ponlo en el pómulo. No está tan grave. Si corres con suerte en dos días ya no tienes nada.
- Gracias, Bizcochito – Sonrió burlonamente mientras lo tomaba – Por cierto, tu pomo está muy lindo con esa decoración de My little pony.
- Lo único que hace falta es que este frío y lo está – Bufé mirándolo con ojos entrecerrados.
Lo próximo que hice fue tomar una torunda y acercarme a su labio con ella. Si tenía que dar mi opinión médica entre que estaba peor, si el labio o la mejilla. Definitivamente respondería el labio. La mejilla no estaba tan morada como pensé a primera impresión, es más, casi era imperceptible el daño ahí. En cambio, el labio inferior si tenía una herida más profunda y sangrante.
Mirar fijamente el labio de Yeonjun no era un problema para mí. El problema empezó cuando su mirada no se apartaba de mi rostro y eso me empezaba a incomodar.
- Listo.
Me fui a separar, pero el chico agarró mi brazo mientras negaba con la cabeza.
- ¿Por qué me miras así? – Inquirió severamente – ¿Te duele el golpe o qué? No me mires con lástima. Odio que me tengan lástima.
Agache la cabeza porque sabía exactamente a lo que se refería. No podía ni siquiera disimular una mirada ¿Por qué soy tan torpe?
- Yo también tenía caídas como la tuya...
- ¿Así?
- Sí, hace unos años. Mi padre me golpeaba... – Confesé lastimosamente.
- Khaleesi...– Ahora el portador de la mirada lastimera era él – Yo no tenía ni idea... Lo siento...
- Tranquilo, tampoco es tu culpa – Sonreí dolorosamente.
Su agarre se debilito en mi brazo, su rostro estaba contraído mientras percibía mi mirada afligida. Y yo aproveché la situación para sentarme a su lado en silencio y con la cabeza gacha.
- ¿Cómo ocurrió? – Inquirió con más tacto.
- Tres días antes de marcharse para el extranjero regresó a casa más ebrio que de costumbre. Me preocupé. Papá se había vuelto un alcohólico con todas sus letras después de la muerte de mamá. Si algún rastro del hombre que fue mi padre sobrevivió de la muerte de mamá, la bebida lo había terminado de extinguir. Esos días estábamos pasando por los peores de nuestras vidas. El abuelo también había muerto, y Jungkook estaba tan shokeado que no podía asistir a los trabajos de medio tiempo que nos subsistían. No lo podía culpar. Mi hermano era el más cercano al abuelo. Pero papá sí que podía. Enloqueció completamente al darse cuenta que Jungkook no tenía un solo centavo en la billetera para poder robar e irse a emborrachar. Mira, Yeonjun… Tal vez fue la falta de alcohol tan repentina que vivió, la ocasionó que a los pocos días al ser invitado por otro borracho, se sobrepasara con el alcohol y regresará a casa completamente lunático. Ese mismo día, yo también había regresado temprano de mi trabajo de medio tiempo. El gruñón de mi jefe estuvo de buenas y nos había dado libre todo el fin de semana. Así que al llegar a casa con toda la efusividad de mi descanso, fui a darle la noticia a mi hermano. Sin embargo, al llegar a su habitación descubrí que él se había ido a trabajar nuevamente, y a quién me encontré fue a mi padre poniendo patas arriba su habitación para buscar dinero del que no teníamos. Recuerdo que mencioné su nombre atómica, no podía creer lo que estaba viendo. Entonces... Mi figura paterna me vio, se enfadó demasiado y... – Negué con la cabeza – Ya te imaginarás que pasó después...
Los brazos de Yeonjun se enlazaron con mi espalda y me abrazó cariñosamente. Sentí como palmeaba levemente mi cabeza y acariciaba mi caballo. Mi cabeza contra su pecho se permitió buscar confort en su aroma corporal. Me relajé aspirando el jabón de su piel. Era la primera vez que le contaba eso a alguien desde hace años. Era igual de duro. Pero Yeonjun lo hacía más llevadero.
- ¿De qué dulcería te escapaste, Bizcochito? – Siseó cerca de mi oído.
- ¿Eh?
Alce la cabeza para verlo.
Yeonjun volvió a sonreír lo suficiente tierno para descolocarme, y, entonces su mano derecha acarició mi enrojecida mejilla para luego impactar sus labios contra los míos.
Ahora, una pregunta muuuy importante.... ¡¿Por qué demonios sigo permitieron que me bese cuando le dé la gana?! ¡Haber, ¿por qué?!
- Él imbécil que diga que el merengue es lo más dulce, es porque no ha probado tus labios – Susurró seductoramente.
- ¡No digas tonterías como esas! – Chillé mientras tomaba más distancia – ¡Eres un pervertido!
El chico soltó una carcajada limpia. Se burlaba de mí. De hecho creo que siempre se está burlando de mí ¿Eso le divertía, no?
Hinche los cachetes de la indignación. Es que no tengo idea de porque siempre lo dejo salirse la suya con su típica sonrisa.
Como si tuviera un lector para mis pensamientos, sonrió ladinamente y agarraba mis cachetes con una de sus manos.
- ¿Mañana te recojo a las seis?
- ¿Eh?
- La cita, Khaleesi.
Abrí los ojos como platos ¡Lo había olvidado por completo!
- Yo... Etto...
- No me digas que lo olvidaste por completo – Sonó más a interrogación que reprimenda.
Bueno, no solo lo había olvidado por completo ¡Sino que quedé con Jeongin para una pijamada! ¿¡Qué demonios se supone que tengo que hacer ahora!?
- ¿Por qué no la posponemos hasta el fin de semana? – Inquirí.
- No – Negó rotundamente – Mi padre organizó una fiesta de esas de ricachones donde todos tienen que ir en pareja. Tú serás la mía. Voy a mostrarle a todo el mundo que eres mi novia. Y luego iremos a la verdadera cita.
La afirmación me dejó cohibida. Lo tenía todo planeado ¡Y me presentaría con el señor Choi como su novia! ¿¡Se ha vuelto loco!?
- Iré a recogerte a las seis y más te vale estar lista a tiempo ¿Escuchaste? No quiero... Bueno, sí quiero verme en la penosa necesidad de castigarte, mi tierna y excitante Bizcochito.
Trague en seco sintiendo toda mi cara arder con las posibles formas de castigo que Yeonjun sugirió mientras acariciaba mis piernas con su otra mano libre.
No sabía que era lo que iba a hacer, pero de algo si estaba segura. Tendría que convencer a dos personas altamente cabezas duras. Una era mi hermano mayor, y la otra, mi mejor amigo ¿Cuál de los dos más difícil?
✧༺♡༻✧
Anunciaré que como ya mañana empezaré las clases nuevamente, voy a empezar a actualizar un día sí y otro no... O no sé, tal vez actualice todos los días dependiendo de como me valla el día en el Preuniversitario.
SLKM...
K.
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