Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

11

«Hay cierto placer en la locura que solo el loco conoce»

Mi desesperada decisión {Ariana Godoy}.

La noche apenas comenzaba. Recordaba haber visto la luna llena a través de mi ventana antes de cerrarla. Me sentía tan cómoda en mi cama que podía nombrar esa sensación como «Amor a prueba de todo». Mi sueño era tranquilo. Estaba soñando con lindos unicornios, flores de colores y vacas voladoras... Hasta que mi sueño cambió drásticamente.

Al principio creí que el desequilibrio en la cama a mis espaldas era mi mascota. Había veces que a Laika le gustaba echarse a mi lado. Sin embargo, no era Laika. Sentí como los mechones de mi caballo eran removidos de mi rostro. Un aliento rozó mi oído hasta acariciar mi mandíbula.

No sabía sí yo me encontraba en la parálisis del sueño o era otro sueño. Sólo percibí el peligro cuando mi boca fue cubierta por una gran mano.

Los ojos se salieron de mis órbitas y patalee intuitivamente para librarme como cuando te estás ahogando en la playa.
Algo rodeó mi cintura y cuando baje la mirada.. vi otra mano sujetarme.
Me dieron ganas de gritar de la impotencia. Pero mis gritos chocaban contra la palma para desaparecer. Decir que estaba «aterrorizada» se quedaba corto.
Esta sensación es mucho peor a cuando entraba en el garaje de la abuela. Muchísimo peor.

- ¿Ya te he dicho que me pone verte dormir?... – Susurró una voz ronca a mí oído.

Sabía de quién era esa voz. La reconocía. Pero estar presa del pánico me impedía deducirlo. El nombre de esa persona no terminaba de llegar a mi cabeza.

Temblé peor que una gelatina cuando algo húmedo recorrió mi oído. Una lengua.

- Cuando destape tu boca no se te ocurra gritar porque no tendré piedad de ti...

Obedecí como niña buena.
La mano bajo desde mi boca hasta mi cuello, haciendo una leve presión en el lugar en modo de advertencia.

- Por favor, suéltame – Supliqué con los ojos cristalizados.

La risa que soltaron acarició mi nuca con el aliento. El cuerpo de esa persona se pegó totalmente al mío.
Quedé tan petrificada como Ginny en la segunda parte de Harry Potter.

- ¿Por qué lo haría? ¿No te estás divirtiendo tanto como yo, Bizcochito?

Bizcochito... ¡¿Bizcochito?!

Mi instinto de supervivencia se activó. Así lo supe cuando mi codo impactó brutalmente con alguna parte del chico a mis espaldas.
El chico soltó su agarre junto a un doloroso quejido.
No lo pensé dos veces, salí de encima de la cama y tomé la primera arma que encontré apuntándole con ella.

- Acabas de ganar el premio a la femenina que más rápido baja una erección – Farfulló adolorido mientras que con sus manos sostenía su... cosa.

- ¡¿Qué demonios?!

Lo miré sobresaltada e atómica. Yeonjun estaba enfrente de mí analizando con cierta diversión a mi arma mortal, que se había convertido en mi pantufla de pan luego de que el pánico pasara.
El pelinegro se erigió nuevamente muy normal. Cruzó sus brazos con sorna y una osada mirada.

- ¿No te gustó mi forma tan delicada de darte la buenas noches? – Mofó.

- ¡¿Estás loco?!

- Loco por ti, sí – Me mostró su típica sonrisa ladeada.

Ya estaba comenzando a odiar esa sonrisa con todo mi ser.

La cama se había convertido en el espacio que nos separaba. Los dos estábamos a diferentes extremos de ella.

- ¿¡Cómo entraste aquí!?

- Un mago nunca revela sus secretos.

- ¡Casi me matas de un infarto, comemierda!

- Me sorprende descubrir que sabes decir una palabrota – Comenzó mover su dedo índice de un lado a otro, como si negara – No, Bizcochito, no menciones malas palabras delante de mí. No querrás excitarme de nuevo.

- ¡Eres un imbécil! ¡¿Sabes qué hora es?!

- Son apenas las tres y media de la madrugada – Contestó con simpleza.

- ¿¡Apenas!?

- No tengo sueño. Quería hacerte una visita aprovechando que convenientemente tu hermano está de guardia.

- ¡Las personas normales duermen a esta hora! – Detuve en seco mi reprimenda – ¿Cómo sabes que mi hermano-?

- Un mago nunca revela sus secretos – Interrumpió.

- Pero-

- Nunca los revela.

- ¡De todas maneras qué demonios haces a esta hora que no tienes sueño!

- Sí quieres te lo puedo mostrar – Ronroneo junto a un baile de cejas – ¿Sabes? De pronto me han dado ganas de revelarte mi secretos...

- ¡Te odio!

- Del odio al amor hay sólo un paso.

- ¡Estas soñando si crees que después de lo que acabas de hacer me gustarás!

- ¿Es qué no te cansas de estar en mi cabeza? Al menos ponte algo de ropa. Eso evitaría mis sueños húmedos – Suspiró dramáticamente – De hecho en mis sueños estábamos casados, con siete hijos y practicando para el otro.

- Soñar no cuesta nada – Bufé entre sonrojada con la afirmación e histórica del enfado.

- He tenido sueños que se han vuelto realidad.

- ¿Así? ¿Ahora eres vidente?

- No querrás adivinar tú, cómo despierto después de soñar contigo.

Negué repetidas veces con la cabeza. Ese chico quería volverme loca... Y valla que lo ha conseguido.

- Sal de aquí antes de que llamé a la policía.

- ¿Me estás amenazando, Bizcochito?

- ¡Sal!

El chico sonrió con autosuficiencia mientras rodeaba la cama para llegar y mí. Me puse en alerta demasiado tarde. Yeonjun me empujó sobre la cama y subió sobre mí.

- No pienso irme hasta que te enseñe algo – Ronroneo maliciosamente.

- ¡No quiero verlo! – Chillé colorada.

El chico me ignoró completamente con una sonrisa que decía «Te va a gustar». Salvo que yo no quería ni ver que era lo que me quería mostrar.
Agarró una de mis manos y la guio hasta colocarla sobre su abdomen. Intenté retenerlo pero su agarre era más fuerte. Levantó su camiseta e me obligó a tocar su piel.

Mi rostro se tornó más rojo – Sí es que se podía – cuando su mirada analizaba mi reacción. Sonrió ladeadamente para luego flexionarse y depositar un beso fogoso sobre mis labios.
Su lengua hizo estragos en mi boca como si ya la conociera a la perfección. Su otra mano acarició mi cuello e el poco escote que mostraba mi pijama. Y sus dedos juguetearon con los mechones que obstruían la visión de mi pijama. Porque sí, yo no traía sostén.

- Y acabas de ganar el premio a la chica que más rápido crea una erección... – Siseó cerca de mi oído.

- ¿Por qué no me dejas en paz? – Inquirí respirando agitadamente.

- En primera, eres la única chica que me da gusto besar. En segunda, yo jamás he dejado ir a nada que me guste. En tercera, ya decidí qué hacer contigo – Volvió a acercarse mi oreja – Y, cuarta, te haré mía, Bizcochito. Muero de las ganas de follarte.
   

༺♡༻✧
Wuenooo ¡¿Pero y esto qué heee?!
Yeonjunnie está loco o qué le pasa.
A la pobrecita Khaleesi le va a dar un infausto del minotauro🤣🤣

K.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro