Logan

Sabía que Timmy tenía algo en mente, lo supe desde que se mostró tan entusiasmado desde hace algunos días.

Salgo del hielo tomando un suspiro, me deslizo sobre mis patines hasta tocar la losa y me coloco los protectores que Frank me extiende.

—Buena jugada —dice con una sonrisa—. Cada vez mejoras más.

—Lo sé —respondo con orgullo.

Tomo una inhalación caminando hacia los vestidores.

—Timmy te espera —informa caminando detrás de mí—. Está en las oficinas. Dice que tiene algo importante para ti.

—De acuerdo —cuando llego a los vestidores, tomo asiento en una de las bancas para conseguir quitarme los patines. Muevo los dedos que se sienten aliviados de haber sido liberados de la presión del patín y me incorporo.

Tomo mi cambio de ropa del casillero, sé que Timmy espera por mí, pero decido darme una ducha antes. Los vestidores están casi vacíos así que el sonido del agua corriendo es lo único que se escucha.

Soy rápido, no me demoro demasiado y cuando vuelvo, mi celular se ha invadido con varios mensajes. Tengo un par de textos de mamá preguntando si iré a casa esta semana, y otros de Liana.

Decido abrir el mensaje de mi chica, sonrío cuando miro la imagen de la comida que me ha enviado, Liana ama cocinar, desde que nos mudamos juntos se ha encargado de preparar la más deliciosa comida, si no fuese por los extensos entrenamientos estoy seguro que me hubiese convertido en una persona con sobrepeso desde hace mucho.

Le respondo que probablemente llegaré con un par de horas de retraso, porque si lo que Timmy tiene por decir es tan importante, no saldría pronto.

Tomo la mochila deportiva y guardo todas mis cosas.

—Hey, chico bueno —resoplo cuando la voz de Arthur se escucha—. ¿Tienes planes para hoy en la noche?

—No me llames de esa forma, idiota —mascullo—. Y sí, iré al cine con Liana.

Arthur Jonson, mi mejor amigo desde hace seis años. Comenzamos con el hockey al mismo tiempo, y fuimos reclutados por los Halcones Rojos en el mismo año, desde entonces hemos creado una amistad casi de hermanos.

—Pues eso es lo quieres, ¿no? —inquiere deshaciéndose de sus patines—. El chico bueno del hockey. Liana debe de estar orgullosa.

Resoplo con molestia, me acomodo el cabello con una de mis manos eliminando las pequeñas gotas de agua que aún permanecen en él y hago el ademán de marcharme.

—Eh, pero que humor —reclama riendo—. ¿Timmy te ha llamado?

Emito un sonido de afirmación, me llevo una pastilla de menta a la boca que he recuperado del empaque de la mochila y lo miro.

—Deberías llamar a tu representante —le recuerdo—. La temporada de fichaje se acerca.

Timmy Benson es mi representante desde hace tres años, cuando comencé a coger un poco de popularidad, necesitaba de alguien que supiera crearme relaciones y buscara oportunidades para conseguir entrar en los equipos más reconocidos de hockey.

Todos los chicos del equipo teníamos uno distinto, nuestro entrenador nos lo había sugerido y recordado desde que comenzamos con los partidos importantes.

Arthur chasquea la lengua.

—Mi representante renunció —dice y giro hacia él.

—¿Qué?

—Parece que se hartó de que sea un buscapleitos —dice encogiéndose de hombros—. Necesito encontrar otro.

—Jodido idiota —reprendo—. No puedes darte el lujo de perder a tu representante cuando la temporada de fichaje comienza.

—Lo sé, Walker —dice rodando los ojos—. ¿Qué acaso no te espera Timmy? —inquiere.

Sonrío de lado.

—Buena estrategia para librarte de mí —acuso y él sonríe—. Nos vemos.

Salgo de los vestidores, la pista de hielo en la que entrenábamos pertenecía al club LHR, la abreviación de las siglas del nombre de nuestro equipo. Contaba con oficinas y algunas salas de descanso, varios compañeros de juego se cruzan conmigo en los pasillos mientras avanzo, espero que Timmy se encuentre de buen humor para recibirme a pesar de mis casi quince minutos de retraso.

Toco un par de veces la puerta y empujo cuando su voz al otro lado me indica que puedo pasar.

—Logan —saluda con una sonrisa—. Tengo excelentes noticias para ti.

Dejo la mochila sobre el suelo y me coloco en el asiento frente a él. Adopto una postura cómoda, cruzando los brazos sobre mi pecho.

—¿Qué hay?

—He recibido una llamada —informa—. Alguien tiene un trato para ti.

Arrugo la frente.

—¿Un trato? ¿Cómo eso es una buena noticia?

—Sabes que los Boston Bruins ficharán la siguiente temporada —informa—. Y sabes que un requisito, además de ser extremadamente bueno, es que tengas fama.

—Lo sé —respondo asintiendo—. Por eso dijiste que estaríamos buscando oportunidades para hacerme popular. Aunque te advertí que la mierda esas de comerciales no va conmigo, si el trato es sobre eso...

—No lo es —Daniel, mi abogado ingresa en ese momento—. Es mucho mejor que un comercial.

Bueno, para que incluso mi abogado tenga que estar presente, es un asunto serio.

—Bueno, pues suéltalo ya.

Timmy toma una carpeta, la desliza hasta dejarla frente a mí y me hace un gesto para que la abra, así que lo hago. Arrugo la frente cuando mis ojos captan la primera línea.

—¿Qué es esto? —inquiero dejando de leer.

—Continúa —pide Timmy.

Lo hago.

"Un año de compromiso en donde se establece que ambas partes mostrarán afecto en público con la idea de vender la imagen de una pareja enamorada"

—¿Qué mierda? —elevo la mirada—. ¿Qué es esto?

—Un contrato —dice Timmy—. Con Harriet Campbell.

En cuanto escucho el nombre regreso la atención al papel, en las líneas siguientes está escrito su nombre.

Harriet Campbell.

—El manager de Harriet nos ha enviado una propuesta, quiere que ella y tú tengan una relación por un año, Harriet tiene algunos problemas con la atención de la prensa.

Sí, soy consciente de los problemas de la chica porque Grecia, mi hermana pequeña, no deja de quejarse por la forma en la que su "artista favorita" es tratada.

—¿Y eso como me ayuda a mí?

—Logan, necesitas tener fama para poder conseguir ser fichado el año que viene. Necesitas hacerte notar, y Harriet te dará eso. En cuanto ustedes sean vistos juntos serás el centro de atención, y necesitas patrocinadores, Logan. Harriet te abrirá el camino.

Casi quiero reír ante lo que están diciendo. Por Dios, ¿una relación arreglada?

—Tengo una novia, ¿lo olvidan? —inquiero—. ¿Por qué siquiera me consideran?

—Porque pediste que te buscara oportunidades, por eso, y esta es una estupenda, Logan. Además, obtendrás una suma considerable, para cuando el año termine habrás conseguido ese fichaje.

—Sí, dejándome como un maldito niñero—objeto—. No quiero ser cuidador de una niña rebelde.

—A Grecia le gusta —me recuerda y entorno los ojos hacia él—. ¿Qué? Incluso te tomaste un par de fotos con ella, ¿viste las reacciones cuando la subiste? Es tu post con más comentarios y reacciones, y solo fue una foto.

—Eso fue por Grecia, una cosa es pedirle una fotografía y otra es fingir que estoy enamorado de ella.

—Logan...

—No —hago el ademán de incorporarme, pero Daniel me detiene.

—Al menos considéralo —insiste—. Es algo bueno para ti, Liana lo entenderá, habla con ella, dile lo que ocurre.

—No voy a dejar a mi novia para estar con una artista fuera de control que no sabe hacer nada más que meterse en problemas —sentencio—. No lo vale.

—Logan...

—No lo vale —me incorporo del asiento, recupero mi mochila y los miro sobre mi hombro—. Deshazte de ese contrato, no voy a hacerlo. Dile que puede pagarle a cualquier otro hombre para hacerle el favor, seguro hay más de uno dispuesto a hacerlo.

—Te quieren a ti, por tu reputación, el chico bueno del hockey —resoplo más molesto que antes.

—No lo haré, llámalos y diles que paso.

Salgo de la oficina cerrando la puerta con fuerza, el repentino buen humor que me había dejado el entrenamiento se esfuma por completo.

Harriet Campbell.

El recuerdo de nuestro encuentro vuelve a mi mente, la forma tan gentil de comportarse, lo amable que parecía lucir en el restaurante. Una lastima que en realidad fuese un completo desastre.

Considerándolo, tal vez debería decirle a mi madre que la música de la super estrella en realidad no es buena para mi hermana.

¿No podía siquiera cuidar de su imagen al saber que gente tan joven como mi hermana la admiraba?

Ese es el problema con las super estrellas, se creen los malditos dueños del mundo, creen que su fama, dinero y éxito podrán salvarles el trasero siempre que lo deseen.

Claro que necesito ese fichaje, pero no es el único, la semana entrante vendría un cazador de talentos, con suerte podría impresionarlo y conseguir su respaldo.

No necesito a una super estrella de reputación arruinada.

No hablé con nadie sobre el asunto del contrato, ni siquiera con Liana. Me concentré en entrenar lo suficiente para estar preparado para el inicio de temporada, para el partido de hoy.

Y no pensar en eso dio resultados, los Halcones Rojos ganamos por mucho, y mis anotaciones fueron casi perfectas. El entrenador dijo que, con suerte, Troy Keltner me ofrecería una oportunidad.

Así que esperé la llamada, o un correo. Pero no pasó.

—¿Qué mierda? —gruño con incredulidad—. ¡Soy mejor que el idiota de Peter!

—Logan...

—¡Tengo más anotaciones! ¡Mis ataques siempre funcionan!

—Logan...

—¡Yo merecía ese jodido puesto! —grito.

Timmy se pellizca el puente de la nariz. Suelta un suspiro y niega.

—Lo merecías y Troy lo sabe, pero Logan...—sacude la cabeza—. No tienes patrocinadores, ¿Cómo esperas poder moverte en un equipo de grandes ligas si no tienes a nadie que te respalde?

Retrocedo, sintiéndome aún más molesto con lo que dice.

—¿Fue por eso?

—No creen que beneficies al equipo —dice con pesar—. Los que pertenecen a los Road Runners son gente conocida, chicos que tienen grandes patrocinadores, no es porque sean buenos, es porque su imagen vende, Logan.

Mis manos se cierran en puños mientras aprieto los dientes.

—Y temo decir que la tuya no —eso se siente como un jodido golpe. Uno grande a mi ego, a mi orgullo.

—Habrá más fichajes —mascullo.

—Logan, aún puedes aceptar —me recuerda—. Todavía...

—No me interesa, no voy a aceptar ese contrato. Tengo una relación...

—¡Una que no te beneficia en nada! —grita incorporándose—. ¡Una que no te trae ningún maldito beneficio, Logan! Y si te perjudica, te arrebata oportunidades, si hubieses aceptado hace una semana, probablemente hoy te hubiesen fichado en vez de a Peter. Liana es una excelente chica, Logan, no dudo que te quiera, no dudo que tú la quieras, pero mientras no te aporte nada, solo es un obstáculo para ti.

—Si vuelves a llamar a mi novia un obstáculo...voy a despedirte —advierto—. No me importa estar a media temporada.

Timmy suspira, sacude la cabeza y se aparta.

—Una lástima, Logan —murmura—. Una verdadera lástima.

Se deja caer sobre su asiento de nuevo, una mirada decepcionada es lanzada en mi dirección y entiendo que no hay nada más que hablar, así que salgo.

No me siento mejor aún cuando conduzco a toda velocidad, sigo sintiéndome como la mierda cuando estaciono fuera del edificio de departamentos, y bajo del auto.

Liana está en casa, lo sé por el último mensaje que envío, y no sé como voy a decirle que no fue seleccionado.

—¡Hola! —ella me saluda con entusiasmo apenas abro la puerta—. ¿Cuál fue el resultado?

Le basta una mirada para darse cuenta de que todo está como la mierda.

—Oh, Logan...

—Está bien —me encojo de hombros—. Esperaré por la siguiente temporada.

—¿Qué ocurrió? —inquiere acercándose, su abrazo se siente reconfortante, se siente tan malditamente bien que no quiero soltarla.

No hablo de inmediato, me aparto de su cuerpo para conseguir alejarme de ella un poco porque de lo contrario, terminaré diciéndole absolutamente todo.

—¿A quién ficharon?

—Peter —ella arruga la frente—. Lo sé, el idiota no lo merecía.

—Es increíble, tú tienes mejor técnica, tus juegos son extraordinario, tienes el doble de anotaciones que él —dice con exasperación—. Amor, eso es tan injusto.

Liana ha estado conmigo desde el instituto, cuando jugaba en los partidos de la escuela y no era nadie importante, se mantuvo a mi lado siempre, durante todo el camino hasta este punto, así que no serle sincero se sentía como la mierda.

No puedo mentirle más, no a ella.

—No fue por eso —admito sin mirarla—. Timmy dice que fue por su popularidad, Peter es conocido por la prensa, tiene patrocinadores, en palabras de mi agente, él vende y yo no. Apenas y he conseguido patrocinadores locales, mi popularidad no se compara con la de él.

Ella no responde, extiende la mano para tomar la mía y eso me da un impulso de valentía.

—Pude haber sido fichado hoy —musito—. Pero no quise aceptar un trato.

—¿Un trato? ¿Por qué no me dijiste nada?

Mi espalda se pone rígida, no consigo mirarla y eso es señal suficiente para que ella sospeche que algo va mal.

—Logan...

—Quieren que tenga una relación arreglada con Harriet Campbell.

Su mano abandona la mía en ese instante, me atrevo a mirarla y consigo ver el dolor en sus ojos.

—¿Qué?

—Es una locura, dicen que estar con ella me hará popular, que podré tener más patrocinadores, y que es posible que los Boston Bruins me fichen, que me quieran en su equipo el próximo año.

Su silencio es una tortura, una maldita tortura que me hace sentir culpable. No debí de haber dicho nada, no debí de haber abierto la boca, no debí...

—No creo poder soportarlo —dice.

—Lo sé, es por eso que no acepté ni aceptaré —respondo con una leve sonrisa—. No voy a hacerte eso, Li. No voy a aceptar una relación arreglada con otra mujer y esperar que tú estés bien con eso.

—Hacerlo...hacerlo podría asegurarte un pase a los Boston Bruins ¿no es cierto? —inquiere con un hilo de voz—. Ese siempre ha sido tu sueño.

—Lo ha sido y lo seguirá siendo, pero esta no es la manera, Li, no voy a dejarte.

—¿Cuánto tiempo?

—¿Qué?

—¿Cuánto tiempo va a durar?

—Un año —ella se aparta, me incorporo cuando ella lo hace y pasa una de sus manos por su rostro.

—Esta es una oportunidad para ti...

—¿Lo es fingir que estoy enamorado de una super estrella rebelde y sin control? —inquiero con ironía.

—Logan...

—No voy a hacerlo, buscaré otras alternativas, entrenaré más y conseguiré que me fichen.

—Harriet Campbell puede ayudarte con eso, Logan —ahora soy yo quien se aparta, incrédulo ante lo que está diciendo.

Liana intenta tomar una de mis manos, pero se lo impido, ¿ella quería que aceptara? ¿Qué locura es esta? No es posible, en su lugar yo no aceptaría que mi novia fingiera estar enamorada de alguien más por un maldito año.

—No voy a hacerlo, no te haré eso —ladea la cabeza, extiende una de sus manos para acariciar mi rostro y suspira.

—La causa de que no seas popular, soy yo, ¿no es cierto? Peter sale con una modelo, y tienes dos compañeros más que tienen como pareja a hijas de políticos, ellos tienen a su lado a mujeres que los ayudan...

—Porque son idiotas, porque solo ven a las mujeres como medio de ganar dinero, yo no, Liana, yo no soy así. Yo no podría tomar la mano de esa chica y sonreír a las cámaras, no podría besar a otra mujer que seas tú, sería fallarme, fallarte, sería fallarnos, no voy a hacerlo. Tú, Liana, eres la mujer de mi vida, maldición, Li, ¿Cómo puedes sugerir que seré capaz de salir con alguien más?

Su mirada se cristaliza, se aparta cuando intento abrazarla y eso me tortura.

—Dije que no sería un impedimento para que consiguieras tus sueños —me recuerda en un hilo de voz—. Logan, no lo seré ahora.

—Li,,,—me siento aterrado por la manera me la que habla— no...

—Voy a esperarte —dice con firmeza—. Un año, ¿no es así? Puedo hacerlo, puedo esperar un año por ti.

—Liana...

—Solo prométeme que no vas a acostarte con ella —dice y la voz se le rompe—. Solo eso te pido.

—No, no lo haré.

—Logan es un año, si todo resulta bien, si funciona, podrás jugar con los Boston Bruins, serías un jugador conocido, lo que siempre has querido —dice mirándome de una forma tan intensa—. Has sacrificado mucho en estos años, si alguien puede ayudarte a alcanzarlos más rápido, debes tomarlo.

—No...

—Si no lo haces, si continuas conmigo me sentiré culpable, me sentiré el impedimento por atrasar tus sueños.

—No intentes emplear eso conmigo —reclamo—. Es injusto.

—Injusto es que, por mí, porque no te ayudo lo suficiente, no puedas conseguir lo que tanto anhelas —asegura con voz rota—. No me lo perdonaría.

—Liana...

—Hazlo —casi ordena—. Y te prometo, tienes mi palabra, Logan, de que estaré aquí cuando el contrato termine, no me iré a ningún sitio.

Mi pecho arde, todo en mi grita que esto está mal, que no debo dejarla. Ella es la chica a la que amo, joder, ¿Por qué entonces estoy tomando el celular, y marcando el número de mi agente? ¿Por qué estoy a punto de cometer la peor de las locuras?

—Esperaré por ti —dice en el momento en el que Timmy responde.

—Logan —Habla con frialdad, lo que me deja saber que está enojado.

Me obligo a recomponerme, me obligo a tomar la valentía para atreverme a decir:

—Llama a Harriet Campbell, y dile que voy a aceptar el contrato. 

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