37.- Tan perfectamente imperfectos
Harriet
Independent Music Star resultó ser una mediana compañía discográfica que estaba en verdad entusiasmada con la idea de poder representarme.
Un mes me bastó para tomar la decisión de aceptar el ofrecimiento de la compañía, y Logan se volvió un poco loco cuando le di la noticia.
—¡Eso es increíble! —exclama mientras se acerca, y me rodea la cintura con sus brazos.
Había mantenido oculto el hecho de que existía una disquera interesada, para Logan, venir a Boston fue motivo de unas cortas vacaciones y parte del tiempo que me estaba tomando como descanso.
Mantiene una sonrisa emocionada en el rostro, sus ojos brillan con un destello de sentimiento que me estruja el corazón.
—Es tan maravilloso, estrellita —susurra acunando mi rostro —¿desde cuanto lo sabes?
—Justo el día que volviste —admito —Mi tío Ethan nos visitó, y me dio la información. No quise decir nada hasta que no fuese oficial, pero nos hemos reunido varias veces desde entonces, Marcus ha estado investigando al igual que Bill y esta mañana...
Sonrío, Logan me observa con intriga, esperando lo que tengo por decir.
—Esta mañana acabo de firmar contrato para los siguientes cinco años.
—¡Dios, es increíble! —vuelve a decir antes de acercarse de nuevo a mi cuerpo y plantar sus labios sobre los míos —estoy tan feliz por ti, estrellita. Realmente lo estoy.
Me rio un poco, colocando las manos sobre su pecho mientras elevo la mirada hasta conectar con la suya.
—Lo es. Tengo más libertades, y Steve Jacobs, el dueño de la discográfica, parece congeniar bien con Marcus. Que eso era un punto pendiente, no quiero que dos hombres que no se soportan conduzcan mi carrera.
Logan ríe levemente.
—Me alegra escuchar eso, mereces esto completamente, Hattie. Estoy seguro de que va a ser un completo éxito y... ¡voy a tenerte en Boston!
Ahogo un grito cuando los brazos de Logan se colocan a mitad de mis muslos y me eleva. Una carcajada brota de mis labios mientras me aferro a él cuando nos hace girar.
Me baja algunos segundos después, pero aún mantiene una sonrisa radiante en el rostro. Durante el mes que he estado en Boston, me he quedado en el hogar de Logan. Una construcción de estilo moderno, con el espacio suficiente para dos personas.
Estaba a poco menos de diez minutos de la pista de entrenamiento de los BB, tiene una ubicación excelente y una vista a la ciudad desde el segundo piso que impresiona.
—Vas a vivir conmigo, ¿cierto? —dice con una sonrisa titubeante. Hay un destello de ilusión, pero también de duda en su mirada —porque entendería que quisieras buscar un departamento para ti, o una casa, o...
—Logan...—lo detengo cuando comienza a hablar con rapidez —estaba esperando que dijeras que querías que viniera a vivir contigo.
Sus hombros se relajan, sonríe con más entusiasmo mientras me rodea la cintura con su brazo y me apega a su cuerpo.
—Estrellita, he querido vivir contigo desde que estábamos en Baltimore —admite —que digas que vas a venir a Boston, solo me hace querer cumplir ese deseo. Quiero vivir contigo, Hattie. Quiero hacerlo sin duda alguna.
—Bueno, entonces supongo que vamos a vivir juntos, chico bonito.
Creí que había visto todas las facetas de Logan, creí que había visto todas las emociones en sus ojos, sin embargo, estaba equivocada. Porque la manera en la que sus ojos se iluminaron, como el azul de su mirada adquirió un color más nítido, como si el océano en ellos se volviera más azul, más intenso, más profundo...es algo nuevo.
Algo nuevo, pero igual de significativo. Porque Logan me ha visto siempre de la manera en la que lo he deseado, porque ante sus ojos, me siento yo. Y sentirme tan querida al mostrarme como soy en realidad, es una de las cosas que hacen que el suelo bajo mis pies tiemble, o que mi corazón llegue a un ritmo que ningún médico consideraría sano.
Sentirme amada, de la forma en la que Logan me ama, es uno de los mejores sentimientos que podré experimentar.
Mejor que una melodía perfecta, mejor que notas sin fallos. Se siente mejor, que cualquier sinfonía perfecta, mucho más significativo.
Porque si algo nos caracteriza, es que la perfección no es algo innato a nosotros. Somos tan imperfectos juntos, pero es esa ausencia de perfección lo que nos hace ser reales. Lo que nos hace mostrarnos al descubierto sin temores, porque nos hemos dañado y lastimado, hemos llorado y experimentado el dolor agudo de la separación, hemos gritado y peleado, incluso nuestra relación comenzó como algo de desdicha.
Sin embargo, justo ahora, mientras Logan me apega a su cuerpo, mientras sonríe y comienza a hablar de nuestros planes a futuro, sé que no soy capaz de cambiar nada, aún así me ofrecieran la oportunidad de comenzar de nuevo, de conocernos de manera natural, aún si me aseguraran que Logan y yo terminaremos juntos para siempre, prefiero esto.
Prefiero la versión imperfecta de nosotros, hallando por fin el deseo en común. Ese deseo que solo comprende una vida juntos, sin preocuparnos por absolutamente nada más que el hoy y el ahora.
Mis padres fueron más sentimentales de lo que esperé. Ni siquiera las dos semanas que me tomó preparar todas mis cosas y arreglar la mudanza fueron suficiente para prepararlos y hacerlos capaces de enfrentar mi partida a Boston.
Mamá aseguró que nos visitarían tan pronto como les fuese posible. Mis amigas también prometieron tomar vuelos tan frecuentes para no permitir que nuestra amistad se marchitase, aún cuando aseguré que no sería de ese modo.
Incluso Pol y Rony, junto con Jess y Tracy aseguraron que nos echarían de menos.
Marcus se mudó a Boston con su esposa, y Molly, su hija casi adolescente que parecía encantada con la mudanza a su nuevo hogar.
—Cuidado con eso —señalo al chico que ingresa con el par de cajas con la cintra "frágil" en rojo pegada alrededor.
Un asentimiento es lo que obtengo como respuesta. Logan se encuentra afuera de la casa asegurándose de que todas las cajas ingresen, y yo me encargo de que sean colocadas en los lugares en los que lo necesito.
O bueno, necesitamos.
—Las dos últimas —informa Logan mientras entra detrás del ultimo chico, mostrando una sonrisa satisfecha.
Cuando los chicos de la mudanza se retiran, Logan y yo miramos a nuestro alrededor. Gran parte de la sala ahora está cubierta de cajas de cartón y algunas bolsas negras. Cajones de plástico y algunas decoraciones que no pude abandonar en mi casa de Baltimore.
—Bueno, creo que deberíamos de comenzar —dice Logan con una sonrisa —porque hay mucho trabajo que hacer.
Asiento, de acuerdo con sus palabras. Lo miro caminar hacia la bocina que está sobre uno de los estantes y conectar el celular. En segundos, una melodía comienza a sonar y Logan gira, mirándome con una sonrisa.
—Necesitamos un poco de ambiente para trabajar bien —me dedica un guiño.
—Tus gustos musicales son impresionantes —señalo mientras comienzo a abrir una de las cajas para comenzar.
Nos movemos por la habitación, sacando los cuadros y decoraciones, acomodando libros y algunos discos en los estantes. Logan había hecho mucho espacio para que pudiera colocar mis cosas, no esperé que se tomara el tiempo para reorganizar sus propias cosas dejándome a mí la libertad de adecuar los espacios como mejor me pareciera.
Me sujeto el cabello con una liga fosforescente y continúo inclinándome para sacar las cosas restantes de las cajas.
Mis cosas en la habitación ya habían sido escoradas, ya que traje la mayoría de la ropa en las maletas, y gran parte de los vestuarios que usaba para las presentaciones no me pertenecían, sino a la discográfica, ya que eran ellos quienes pagaban por todo lo necesario.
—¿De donde sacaste eso? —inquiero cuando observo a Logan tomar una fotografía de gran tamaño, perfectamente enmarcada.
Una sonrisa se extiende por mis labios cuando aparezco de espaldas a la cámara, pero de frente a todo el público. Un par de explosiones de luces aparecen a mis costados, mientras mantengo la mano con la que sostengo el micrófono hacia arriba.
—Es un secreto —dice mientras la coloca en un espacio perfectamente calculado de la pared —Es perfecta, ¿no lo crees?
—No quiero sonar arrogante, pero sí —respondo con una sonrisa en los labios.
Poco a poco las cajas van disminuyendo, pasamos varias horas acomodando todo, deseando terminar hoy porque Logan no podía tomarse tantos días libres de los entrenamientos.
—¿Alguna vez imaginaste esto? —inquiere Logan mientras desarma algunas de las cajas.
—¿Qué estaríamos viviendo juntos? —asiente —No en realidad, consideré que podríamos ser buenos amigos, pero no pude considerar que terminaríamos tan enamorados.
Una leve risa brota de sus labios, deja el cartón a un lado y se concentra en la siguiente caja.
—¿Y tú?
—Nunca, al menos no al inicio —confiesa —sabes que tenía otros planes.
Asiento con comprensión. No hemos vuelto a tocar el tema de Liana, desde que fuimos nosotros quienes confirmamos el rumor de que nuestra relación fue arreglada, ni ella ni Arthur volvieron a acercarse a nosotros, la última aparición de Liana fue en el hospital, cuando habló con Amelia.
No tenía resentimientos hacia ella, sé que estar enamorada de alguien puede cegar. Nunca dudé del amor que sentía hacia Logan, y a veces amar tanto anula el sentido de la razón. Yo parecía ser la villana que llegó a interrumpir su perfecta relación, sin embargo, realmente me alegraba que ahora hubiese decidido mantenerse lejos.
Y ahora que estábamos lejos de Baltimore, sé que no hay posibilidades de que vuelva a molestarnos.
—Es curioso como a veces la vida nos coloca en situaciones que no prevemos —admito vaciando la última caja.
El ventanal trasero nos deja ver el atardecer, las luces de Boston comienzan a encenderse, pareciendo pequeños destellos a la lejanía.
La música en el reproductor hace un cambio, la melodiosa voz de Taylor Swift comienza a escucharse y sonrío.
—Muy adecuada para la ocasión, estrellita. ¿No lo crees? —cuestiona mientras se acerca hasta mí.
"Lover" se reproduce mientras Logan se acerca hasta mí y extiende una mano en mi dirección. La tomo sin dudar, me apega a su cuerpo sosteniendo mi cintura cerca de él y sin dudarlo, comenzamos a bailar por el espacio ahora desocupado de nuestro hogar.
Sonrío, los últimos rayos del sol nos golpean directamente a través de los ventanales y conforme la oscuridad cae sobre nosotros, Logan y yo nos miramos tan fijamente, que pareciera que somos capaces de ver por completo el interior del otro.
Nuestros cuerpos se balancean, suelto una pequeña risa cuando Logan me hace girar y luego vuelve a afianzar su agarre para sostenerme contra su cuerpo. Las luces automáticas de la casa se encienden cuando la oscuridad se pronuncia.
El sol ha desaparecido, la noche ha caído sobre nosotros y de pronto, esto se siente como la probada de un delicioso pastel, como un indicio que lo que nos esperaría en nuestra vida juntos.
Cuando el ultimo sonido de la melodía se escucha, Logan se inclina hacia mí y sus labios atrapando los míos, produciendo las mismas sensaciones calidez y mágicas me conducen al sitio que nunca quiero abandonar.
Me llevan al lugar en donde me siento la mujer más amada y valorada del universo.
—Te amo, estrellita —dice Logan en un susurro dulce —amo cada parte de ti, tanto las que conozco como las que tal vez estoy por conocer. Y amo la idea de la vida juntos que vamos a tener, este será nuestro hogar, quiero que te sientas segura en él, quiero que seas absolutamente feliz a mi lado.
Ladeo la cabeza, extiendo la mano hasta conseguir acariciar su rostro y él se inclina ante mi toque.
—Ya me haces feliz. Te has encargado de hacerme feliz desde hace mucho tiempo. Incluso cuando no lo fui, tus intenciones nunca fueron otras que garantizar mi bienestar, no lo entendí entonces, pero ahora lo sé. Ahora sé que confío en ti para dejarme caer al vacío con los ojos cerrados, confiando en que estarías ahí para recibirme. Tienes razón, este será nuestro hogar, y no puede ser más perfecto, chico bonito.
Logan se inclina hacia mí, cruzando una mano por debajo de mis rodillas y con la otra me sostiene por la espalda. Me río cuando mis pies dejan de tocar el suelo y envuelvo los brazos alrededor de su cuello, sonriendo como solo una mujer tan enamorada es capaz de hacer.
Y ahora lo sé, Logan y yo formamos la más grandes de las disonancias, fuimos dos notas tan distintas produciendo un choque intenso, tan fuerte que casi acaba con nosotros. Pero por suerte para ambos, pudimos encontrar la solución a tiempo. Ahora ambos gozamos de la melodía más bella jamás creada.
Y es nuestra, tan perfectamente imperfecta, como solo nosotros podemos entender.
_______________________________________________________________________________-
¡Nos leemos el viernes con el epílogo y el extra!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro