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33.- Eres mi realidad.

Harriet 

Han pasado cinco meses desde que mi gira comenzó, cinco meses en donde la única comunicación que tuve con Logan, fue por medio de video llamadas, mensajes de texto, y largas horas al teléfono intentando sentirnos cerca.

Hace cuatro meses que se mudó Boston, y en todo ese tiempo me ha mantenido al tanto de su vida en la gran ciudad. Me envía fotos de su entrenamiento, y he podido seguir algunos de sus partidos televisados, los Boston Bruins fueron campeones de la liga NHL y justo ahora comenzaban a prepararse para los juegos de invierno.

Virginia fue el último estado en el que me presenté, la gira, a pesar de ser extremadamente agotadora, también fue sin duda la mejor de los últimos años. Disfruté cada segundo a pesar del agotamiento de mi cuerpo, y ahora, en la época decembrina, me sentía bien de volver a casa.

Mi padre arrastra la maleta hasta el interior de la casa, mamá, Axel y la abuela Beatrice ya se encuentran ahí para recibirnos.

—¡Mi niña! —mamá es la primera en acercarse. Sonrío aceptando el abrazo emocionado que me ofrece y me siento reconfortada de estar en cada —te eché tanto de menos.

—Yo también te extrañé mamá —admito cuando nos apartamos —fueron cinco meses larguísimos.

—Ni que lo digas —concuerda —parece que fue una eternidad que dejé de verte.

—Ya, deja que nosotros también le demos su recibimiento —reprocha Axel acercándose. Está más alto que la última vez que lo vi y ahora lleva un arete en su lóbulo izquierdo.

—Parece que cada vez adquieres más apariencia de una super estrella de Rock —lo molesto.

Mi hermano me rodea con sus brazos, su torso es más firme así que no me cabe duda de que ha estado trabajando en su aspecto físico. Axel a sus dieciséis años, casi diecisiete, comienza a tener más la apariencia de un chico malo.

—Tal vez soy una super estrella de rock —dice con una sonrisa —llegaste a tiempo para el par de presentaciones que tendré en la ciudad.

—Claramente, no me las perdería por nada —aseguro con un guiño.

Cuando la abuela Beatrice se acerca, su abrazo es más prolongado que el de mamá y el de Axel.

—Deberías llevarnos a las giras contigo —dice cuando se aparta —te extrañamos mucho, y tú padre es consciente de que soy perfectamente capaz de manejar una gira.

Papá se ríe, una risa entre sarcástica y de gracia.

—Creo que preferimos tenerte en la ciudad, mamá —dice abrazando a la abuela por los hombros —suficiente tiene Hattie conmigo.

La abuela frunce los labios con desagrado, y luego vuelve la atención hacia mí.

—Puedo considerar tenerte como acompañante la próxima vez, abu —prometo con una sonrisa y ella parece satisfecha con eso.

Entramos a la casa refugiándonos del clima frío de la ciudad, y una exquisita cena ya se encuentra aguardando por nosotros.

Mis amigas llegan también unos momentos después, y a pesar del agotamiento, puedo resistir varias horas en compañía de mi familia. Nunca me doy cuenta de lo mucho que los extraño hasta que estoy con ellos, conviviendo luego de cinco meses separados.

Sin embargo, a pesar de que estoy rodeada de las personas a las que eché de menos, extraño muchísimo a Logan. Así que a la primera oportunidad que tengo para escabullirme de la reunión, lo llamo.

Es tarde, es cerca de media noche así que sospecho que pueda estar dormido, sin embargo, contesta el teléfono.

Estrellita —saluda y la voz adormilada me deja saber que probablemente lo he despertado.

—Hola, ¿te desperté?

No tiene mucho que decidí venir a la cama —admite —¿has aterrizado?

—Lo hice, hace unas horas, pero conoces a mi familia, quisieron un recibimiento —le cuento —te echo de menos.

Hay un corto silencio en la línea, uno que me hace hundirme en el pequeño espacio que hay entre el colchón y la ventana de mi habitación.

—Lamento no haber podido viajar —se disculpa con suavidad —me hubiese encantado estar ahí para recibirte, pero los entrenamientos se han intensificado. Prometo hacerme un tiempo para viajar, ¿bien?

Sonrío levemente —Marcus me ha dicho que tengo libre los dos meses siguientes, ¿qué tal si me tomo unas cortas vacaciones y te visito en Boston?

—¿Hablas en serio? —no me pasa desapercibido el tono emocionado que se ha apoderado de su voz —¡Eso sería grandioso, Hattie!

Me rio, sostengo el teléfono contra mi oreja mientras intento imaginar cómo sería pasar los dos meses siguientes en Boston con Logan, viviendo juntos.

Puedo librarme algunos fines de semana de los entrenamientos para mostrarte la ciudad —sugiere —dame unos días para convencer a Jonas.

—¿A tu entrenador? —inquiero.

Así es, el hombre es una maquina insensible sin corazón —se queja —pero puedo hacer que me de unos días libres, y pasar contigo el tiempo. Porque también te echo de menos, estrellita.

—Han sido los cinco meses más largos de mi vida, chico bonito —confieso sintiéndome repentinamente nostálgica.

No tuvimos demasiado tiempo para estipular como manejaríamos la distancia. Sin embargo, estábamos intentando hacer todo lo posible para no sentirlo un problema, teníamos comunicación con tanta frecuencia como se nos era posible, y podríamos usar nuestro tiempo libre para viajar y poder pasar un tiempo juntos.

Me rehusaba a pensar que esto sería así para siempre, o que uno tendría que renunciar a su sueño para conseguir estar a lado del otro.

Yo también —confiesa —realmente te extraño, extraño pasar tiempo contigo, y escucharte cantar. Echo tanto de menos llevarte lattes de cajeta luego de tus ensayos, y realmente extraño patinar contigo.

Mi visión se nubla, habíamos patinado juntos durante la recuperación de Logan. Fue una de las principales actividades que compartimos, y parecía que los dos disfrutamos de ese tiempo, tanto como para extrañarlo ahora.

—¿Puedes ver el cielo? —inquiero elevando la mirada hacia la luna —

—Lo veo —dice y escucho un movimiento —mi ventana es lo suficientemente grande como para dejarme ver lo bonito de la luna, y mira, hay una estrella que brilla tanto como tú justo a lado.

Me rio un poco fijando la atención en el brillante lucero del cielo.

—Eres todo un romántico —pronuncio con una sonrisa en el rostro.

—Es una habilidad que tengo que mejorar ahora que estamos lejos —admite riendo levemente —¿está funcionando?

—Está funcionando —admito.

La línea se sume en un corto silencio, escucho su respiración tranquila mientras mantengo la mirada fija en el lucero.

—¿Puedo cantarte al teléfono?

—Claro que sí, estrellita —responde con dulzura.

Sonrío, me apoyo un poco más contra la pared y vuelvo mi atención al cielo. Una brisa fresca ingresa por la ventana, sacudiendo mi cabello y refrescándome.

En las ultimas semanas he estado trabajando en una canción, así que coloco el celular en altavoz y abro la aplicación de mis notas.

—Es algo en lo que he estado trabajando —informo —así que probablemente no tiene mucho sentido la letra justo ahora.

—No importa —responde él y su voz es un poco más suave —estaré encantado de escucharlo.

Miro las letras, y reproduzco la tonada en mi mente.

¿Alguna vez has pensando en los sueños?

¿Alguna vez te has dado cuenta de lo mágicos que son?

¿Te has dado cuenta de la magia que traen consigo?

¿De la vida que son capaces de devolver?


He pasado largo tiempo pensando,

en cómo sería un sueño ideal.

He pensado y pensado,

en la manera para no dejar de sentir.

Un sueño, una realidad, ¿qué diferencia hay?


Oh, cielo. ¿Te has dado cuenta de la magia que poseemos?

¿Has pensado en los sueños venideros?

¿En aquellos que aún no se cumplen?

Oh, cielo, ¿crees que serán realidad?


No importa el día, ni la hora.

No importa cuando, o donde.

Dicen que al final, nos vamos a encontrar.

Una leyenda, un sueño, un destino, ¿qué diferencia hay?


No creo en cuentos, leyendas o historias.

No quiero fantasías, ni promesas al viento.

Quiero lo real, cariño, quiero que seamos,

Tan real como solo nosotros sabemos.


Quiero un amor puro, sincero.

Deseo un amor de ensueño, de esos que hacen perder la cordura y,

todo rastro de realidad, de esos que solo llegan una vez.

Y quiero que seamos esa única vez.


Dime, cielo, ¿has pensado en los sueños venideros?

¿Estamos en ellos?

Dime que sí, quiero escuchar el sí.

Pero si no es así, si el deseo no nos refleja,

Encontraremos la manera de ser.


Porque lo real vale más que cualquier leyenda.

Porque lo real supera los sueños, y los deseos,

Lo real es aquello que nos mantiene vivos.

Lo real...oh cielo...lo real está aquí,

Justo en medio de nuestro ser.


Mi voz se pierde en el silencio hasta desaparecer, hay un corto silencio en la línea, y luego la cálida voz de Logan.

Estás en ellos —susurra —siempre estás en ellos, Hattie. Nunca los abandonas.

Sonrío, sintiendo las lágrimas acumularse en mis ojos con rapidez. Elevo la vista hasta el cielo oscuro, hacia el lucero que reluce a millas de distancia.

—Encontraremos la manera de ser —promete —Eres mi sueño, mi destino. Eres todo lo que deseo. Eres todo lo que siempre he esperado, esto parece un sueño, pero es nuestra realidad.

—Eres mi realidad —susurro de vuelta con la emoción a punto de desbordarme —te amo, nos veremos pronto.

Sé que sí —dice con seguridad —cuídate, estrellita. ¿Sí? Te veo en mis sueños.

Me rio, tallándome los ojos.

—Te veo en mis sueños —repito.

La llamada se cuelga, permanezco mirando la pantalla del celular hasta que esta se apaga, solo entonces me acurruco más al rincón y vuelvo la vista al cielo.

Dos días después estoy caminando por los pasillos de la disquera para ir a la oficina de Scott.

—Hola, Harriet —saluda con una sonrisa.

—Hola —respondo el saludo —¿estás libre? Quiero hablar de algo contigo.

—Claro, pasa —señala la silla frente a su escritorio y camino hasta el sitio. Él se acomoda en su propio asiento y se acerca al escritorio, apoya los codos sobre la superficie y sostiene su barbilla con los nudillos—. ¿Qué ocurre?

—Marcus dijo que no hay ningún compromiso programado para los siguientes dos meses —él asiente, de acuerdo con mis palabras —he pensado que tal vez, ya que es el tiempo de mi descanso, puedo viajar a Boston.

—Para ver a Logan —dice pensativo.

—Sí, sabes que todo esto de la distancia está siendo complicado —confieso —hace cinco meses fue la última vez que nos vimos, creo que puedo aprovechar mi descanso para viajar. Claro, si no hay nada que me requiera en Baltimore.

Él parece pensárselo un poco.

—¿Has hablado con Logan de esto? —asiento —estaba pensando en un par de colaboraciones con un nuevo cantante, su popularidad está creciendo, y te vendría bien.

Mi entrecejo se arruga ante la información que recibo.

—¿Colaboración?

—Sí, ya sabes...—hace un gesto con la mano —tal vez podrían lanzar un nuevo sencillo juntos, que se dejen ver algunas veces, mostrar una amistad, he hablado con sus representantes y...

—¿Hablaste con sus representantes sin antes consultarme? —inquiero sintiéndome un poco molesta —Scott...no hiciste ningún acuerdo, ¿verdad?

Sacude la cabeza en una negativa.

—Podemos aprovechar estos dos meses antes de que tengas que enfocarte en tus conciertos y nuevos proyectos. Te ayudará y a él también.

Esto se siente como un deja vu. Lo mismo dijo de Logan. ¿Qué es lo que este hombre pretende?

—Estos dos meses son de mi descanso —le recuerdo —siempre tengo un periodo de descanso entre giras. ¿Quieres que trabaje en este tiempo?

Scott suspira, se quita las gafas y talla sus cienes. Una señal clara de que comienza a impacientarse.

—Escucha, Harriet, creo que somos los representantes más flexibles que pueden existir. Si no, pregúntale a tu padre —dice con impaciencia —otro en nuestro lugar ya hubiese exprimido tantas ganancias de ti como fuese posible. Estoy intentando que tu imagen permanezca en el momento, en el ahora, no quiero dar oportunidad a que tu imagen pase de moda.

Me rio sin ganas.

—¿A que pase de moda? ¿Qué soy? ¿Una puta muñeca de la cual la gente puede aburrirse?

—Harriet...—emplea un tono serio a modo de advertencia —no entiendes nada de este mundo, aún después de años sigues siendo la niña con ilusiones al viento. En este mundo se lucha, se sufre, se llora. Visitando a tu novio en Boston no vas a conseguir absolutamente nada, porque lamento informar que tu noviazgo con Logan comienza a olvidarse.

—¿Y eso que importa? —inquiero —realmente agradezco no ser perseguida por los periodistas preguntando sobre mi relación, por si te lo preguntabas.

—Dios...—se incorpora golpeando el escritorio en una acción que me sobresalta —¡Sigues sin entender nada! Necesitas ser popular, necesitas seguir siendo la super estrella o las personas te olvidarán. ¡Necesitas algo para que la gente te recuerde!

—¡Claro que no! —exploto incorporándome—¡Mi padre no necesitó nada de eso!

—¡Tu padre intentó matarse por culpa de tu abuela! —grita haciéndome retroceder —¡Por eso la gente no lo olvida! ¿Cómo olvidar al chico que casi acaba con su vida por culpa de su madre?

Mi pecho se hunde con fuerza.

—¡Tú solo serás su sombra! ¡Una carrera olvidada! ¡Eso es todo lo que tendrás! —brama —En vez de estar pensando en visitar a tu querido novio que seguramente ya tiene a una super modelo en su cama, deberías enfocarte en tu carrera y agradecerme que intento hacerte inolvidable.

La ira estalla en mi pecho, las lágrimas se agolpan en mis ojos, pero me niego a derramar ni una sola. No delante de Scott.

—No necesito ser inolvidable, Scott —espeto con seguridad —no quiero serlo, y mucho menos con tus métodos. Quería que estuvieses de acuerdo, pero ahora, solo vengo a avisarte que pasaré los siguientes dos meses en Boston, con MI novio, quien no tiene a nadie en su cama, aunque creas lo contrario.

—Harriet...—me doy la vuelta —¡Harriet vuelve aquí! ¡Ya hice el maldito acuerdo!

—¡Pues cancélalo! —grito con la ira desbordándose —¡Porque no haré nada! ¡Y esta vez no vas a obligarme! ¿Entiendes? ¡No vas a obligarme!

Salgo con rapidez, avanzando por los pasillos sintiendo mi corazón golpear con tanta fuerza contra mi pecho.

—¿Harriet? —Covey parece algo desconcertado cuando cruzo con rapidez por su lado, hacia el auto.

Abro la puerta sin esperarlo, miro sobre mi hombro y lo veo acercándose con rapidez hacia mí.

—Llévame a casa de mis padres, Covey —pido.

Asiente, me subo a la parte de atrás de la camioneta y en segundos ya nos encontramos avanzando por la avenida, saco el celular, buscando el número de Bill y como siempre, responde al segundo tono.

—Harriet —saluda con cariño —¿Qué ocurre?

—Necesito verte en casa de mi padre —pido con suavidad —es urgente.

Me basta decir las últimas dos palabras para asegurar su presencia, cuando cuelgo, le envío un corto, pero conciso mensaje a Marcus.

Reunión en casa de mi padre en quince minutos, no hables con Scott.

Pulso el botón de enviar y luego me hundo en el asiento. La ira palpitando contra mis venas, mi corazón latiendo con fuerza.

He dejado de ser la Harriet a la que todos piensan que pueden doblegar, esta vez nadie me sometería a su maldita voluntad. Me defenderé antes de que puedan siquiera intentarlo.

Y mis palabras están a punto de ser probadas.

—¿Estabas enterado de esto? —inquiere papá hacia Marcus.

—No —responde él con firmeza —fue una posibilidad, pero Scott jamás mencionó que haría un acuerdo. Así que no tenía idea.

—Sin la firma de Harriet no pueden hacer nada —dice Bill —hiciste bien en llamarnos, Hattie.

—Sí, lo hiciste —concuerda Marcus —no hay colaboraciones programadas, al menos no próximas.

Me siento aliviada, sin embargo, el rostro de papá no refleja lo mismo.

Ha pasado cerca de una hora desde que abandoné la disquera, casi treinta minutos desde que todos nos reunimos en la oficina de mi padre, y les informé de la situación.

Claramente no mencioné que Scott mencionó a mi padre, no quería traer recuerdos amargos al presente.

—No firmarás nada —dice papá con severidad —no firmarás nada que ese hombre te entregue, ¿de acuerdo? No lo harás ni te reunirás con él amenos que Bill o yo estemos presentes.

Asiento, aceptando su orden.

—¿Crees que pretenda lo mismo? —inquiere papá hacia Marcus —esa colaboración, ¿qué tenga el mismo propósito?

—Trenton es un artista de pop recién surgido —informa —tiene la fama de chico al que todas las mujeres quieren, pero es demasiado nuevo en el mundo artístico. Supongo que lo que Scott pretende con la colaboración es impulsar la popularidad de ambos, Harriet volvería a ser el centro de atención y Trenton conseguiría posicionarse en un buen lugar en la industria de la música.

—Es jodidamente lo mismo —espeta papá —de ninguna manera Harriet pasará por lo mismo otra vez.

—Supongo que intenta aprovechar la ausencia de Logan —dice Bill incorporándose —con él lejos es fácil crear cualquier historia.

—¿Qué? —miro a los hombres sin comprender —¿de que hablan?

Papá suspira.

—Dijiste que Scott mencionó que tu relación con Logan comienza a olvidarse, y con su idea de volverte "inolvidable" tal vez tiene algo en mente. Algo como una cercanía con ese tal Trenton que puede malinterpretarse.

—Pero...pero él quería que dejara de ser el centro de atención. ¿Eso no me devolvería al sitio del cual querían sacarme? —miro hacia Marcus —no tiene sentido.

Los hombres se miran entre ellos y sospecho que hay algo que no me están diciendo. Algo que tal vez es peor que el "acuerdo".

—Algunas veces, se cree que entre escándalos y "momentos de tranquilidad", los artistas adquieren mayor popularidad. Algo así como utilizar los "escándalos" para captar la atención.

Sacudo la cabeza, confundida.

—No te preocupes por nada, ¿sí? —inquiere Marcus —lo resolveremos, tal vez debas llamar a Logan para...

La puerta del estudio se abre, los cuatro miramos hacia la puerta en donde Axel aparece con el rostro alarmado.

—Tienes que ver esto —dice corriendo hacia mí con el celular —es una noticia en Twitter que se ha publicado apenas, pero ya es tendencia.

—¿Qué...? —tan pronto como la tomo entre mis manos, entiendo porque mi hermano luce tan alarmado.

El aire me abandona, la ira estalla en mi pecho. El sentimiento de traición se me clava en el corazón y me siento enfurecida. Mis ojos viajan por las líneas de la noticia, sintiéndome incrédula por lo que leo.

"El cuento de hadas se acaba. Logan Walker captado con una modelo de Boston. ¿Cinco meses bastaron para olvidarse de la súper estrella?"

Mi respiración se agita al ver la fotografía, claramente falsa, de Logan y una chica desconocida.

—Esta es su forma de obligarme —mascullo mostrándoles el celular —ahora creo que ya sabemos quien es el que crea los infiernos a mi alrededor.

Los tres me miran sin comprender.

—Parece que el encargado de dar las notas falsas, es nada más que Scott Benson. 

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Hola, hola. Bueno, pues tengo una noticia para darles....

¡Tendremos maratón! Será de 3 capítulos que serán publicados dos el día Lunes y uno el día martes comenzando con las actualizaciones  a las 12 pm hora méxico. 

Esta historia contará de 36 capítulos + 1 epílogo y 1 extra (o dos) que serán publicados el mismo día (miércoles) si don dos extras entonces tendremos el último el día viernes. 

Así que esta es nuestra última semana de actualizaciones de IS T-T no sé como sentirme al respecto. 

¡No se olviden de votar y comentar! Significa mucho para mí. 

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