23.- Ser uno mismo
Harriet
El cumpleaños de Logan llegó y con eso la tan esperada fiesta que me había encargado de preparar para él.
Fue claro al decir a quienes quería presente, desde lo que había ocurrido en la fiesta de celebración, Logan había adoptado una faceta muchísimo más protectora conmigo. Como si en verdad quisiera asegurarse que nadie intentara lastimarme otra vez.
Fue...aterrador darme cuenta de que Arthur y Liana parecían detestarme tanto como para provocar algo así. Me estremecía de solo recordar lo cerca que estuve de ser abusada, era un pensamiento y recuerdo escalofriante.
Mis padres también se mostraron igual de protectores, es como si todos a mi alrededor se hubiesen tomado como misión de vida cuidar de mí. Era...bueno, o al menos la mayor parte del tiempo porque el resto me hacían sentir más débil y vulnerable de lo que en realidad soy.
Así que tomé la planeación de su fiesta de cumpleaños como un método de distracción para mi mente. Y resultó ser todo un éxito.
Nos divertimos en casa, los pocos invitados a los que Logan habían autorizado hicieron del ambiente algo más que agradable.
Fue...especial. La manera en la que Logan parecía tan a gusto de compartir ese momento conmigo y con sus amigos, me hizo sentir orgullosa. Orgullosa de que mi esfuerzo por la pequeña fiesta valió por completo la pena.
Pero las ocupaciones volvieron, ninguno podía tomarse tantos días libres como nos hubiese gustado. Logan tenía que entrenar más por los finales de temporada, seguía insistiendo en que debía de hacer todo lo posible por captar la atención de Hunter Carson y asegurar un lugar en el fichaje.
Por mi parte, Marcus consideró buena idea hacer una corta gira por las ciudades cercanas de Maryland. Así que, para mi desgracia, mi cumpleaños número veintidós lo pasé lejos de Logan.
Intentó viajar, pero su agenda lo mantuvo atado a Baltimore. Y fue así, de esa manera tan efímera, que el tiempo se redujo a nada y ahora estamos aquí, a quince días de la terminación del contrato.
Una parte de mí trataba de mantenerse segura sobre lo que pasaría. Logan está enamorado de mí, ¿eso no cambiaría solo porque la fecha de vencimiento llegase, cierto?
—No sabes con quien tuve una amigable charla hoy —confiesa mi padre mientras ingresamos a la disquera.
—¿Con quién?
—Hunter Carson —me detengo a mitad del pasillo cuando escucho el nombre —¿qué te pasa?
—¿Con Hunter Carson? —inquiero —¿el cazador de talentos para los Boston Bruins?
—Ese mismo —asegura con una sonrisa —es un hombre agradable, conversamos por largo rato, así que no fue una charla, fue algo así como una muy interesante conversación.
Una sonrisa se extiende por mis labios.
—Fue él quien mencionó a Logan, dijo que es un hábil jugador —no me pasa desapercibida la pequeña sonrisa que se filtra en sus labios —tal vez Logan tiene grandes oportunidades esta temporada.
—¿Crees que lo fichen? —inquiero con emoción.
—Es casi seguro —sentencia —Hunter parecía impresionado con la habilidad de Logan sobre la cancha. Dijo que sus pases son rápidos, sus reflejos son impresionantes y la manera en la que se mantiene bajo control durante las jugadas tensas, son sus puntos fuertes. Yo que tú le diría que comience a prepararse para cambiar el uniforme.
Un grito emocionado brota de mis labios mientras abrazo a papá. El ríe recibiéndome gustoso entre sus brazos, lo siento dejar un beso en mi coronilla y permanecemos en medio del pasillo hasta que decido dejar de abrazarlo.
Saber que Logan tenía grandes oportunidades de ser fichado para la siguiente temporada, y que el equipo con el que siempre ha soñado jugar se interese en él, me deja saber que esto, que todo el asunto del contrato, está funcionando.
A poco más de dos semanas de acabarse, está funcionando.
Apenas y puedo mantener mi emoción al límite, tengo varios ensayos programados para el día, pero la noticia que mi padre me ha dado apenas me dota de un inesperado buen humor.
Y continúo así por las horas siguientes, al acabar le envío un mensaje a Logan para preguntarle si se encuentra en casa y tras recibir una respuesta afirmativa, conduzco hasta ahí.
La noche se ha apoderado del ambiente y me siento tan cansada, pero hay cosas más importantes que comunicar justo ahora.
—¿A que no sabes quienes tuvieron una interesante charla hoy? —inquiero apenas abre la puerta.
—Buenas tardes para ti también, estrellita —reclama con burla —te eché de menos, eh.
—¡Hunter Carson y mi padre! —exclamo con emoción ignorando sus palabras —¿No es estupendo?
—¿Hunter Carson y tu padre? —inquiere casi con cautela —¿Cuándo?
—Esta mañana —me escabullo hacia el interior de la casa. Logan cierra la puerta con lentitud y luego me sigue hasta la sala —dice que tienes grandes posibilidades de ser fichado la siguiente temporada.
Logan dibuja una mueca en los labios, mi entusiasmo sufre una baja cuando noto que él no parece emocionado en lo más mínimo.
—¿Por qué parece que en realidad es una mala noticia en vez de una buena? —inquiero.
—Harriet...—se rasca la parte trasera del cuello —escucha, no sé si es algo por lo cual deba emocionarme.
Parpadeo. Hago el intento de decir algo, pero ninguna palabra sale de mis labios.
—¿Qué quieres decir?
—¿Tú le pediste que hablara con él? —cuestiona.
—No —todo el entusiasmo se ha eliminado de mi cuerpo para este punto—. Pero si lo hubiese hecho, ¿eso sería un problema?
—Claramente —toma una inhalación antes de continuar hablando —una cosa es que hayamos comenzado esto como una manera indirecta de captar su atención y otra que tu padre hable directamente con Hunter Carson.
—No tendría que ser un problema —refuto —en todo caso...
—Joder, es que no entiendes —espeta con molestia.
—¿Por qué estás tan enojado? —inquiero —Logan, mi padre solamente quería ayudar...
—No necesito esa clase de ayuda —dice con brusquedad —Harriet, quiero ser fichado por mis habilidades, no porque el padre de mi novia pidió un favor.
Un dejo de indignación me atraviesa el pecho a pesar de que entiendo su punto, sin embargo, ¿realmente tuvo que reaccionar de esta manera?
—Lo que menos necesito es que mis compañeros piensen que estoy aceptando favores. Así como tú, tengo una reputación que cuidar.
—Mi padre no pidió ningún favor —sentencio con molestia —solo habló de ti y eso fue porque el mismo Hunter sacó a colación tu nombre. Y por si tienes dudas, no se mencionó nuestra relación, aunque es más que evidente que ya lo sabe. Tal vez si tomaras en cuenta eso, pudieras ser más agradecido.
—No entiendes...
—¡Entonces explícame!
—¡No quiero ser fichado solo por ser el novio de una super estrella! —grita —No quiero ser solo un rostro bonito que no va a aportar nada. Quiero ser notado, Harriet. Deseo tanto que Hunter y los Boston Bruins me vean como lo que soy, que consigan notar mi talento, que soy tan malditamente bueno en la cancha.
—Logan....
—¡Y lo estaba consiguiendo! —exclama —Ahora si soy fichado no sabré si fue por mí, o fue gracias a tu padre.
Emplea un tono casi despectivo al hablar lo que aumenta mi estado de molestia. ¿Cómo fui capaz de pasar de la algarabía a la molestia en tan poco tiempo?
—Eres un malagradecido—. Él me sonríe con ironía.
—Tú más que nadie sabe lo importante que es una reputación, ¿o no?
—¿Sabes qué? No voy a seguir discutiendo contigo —aseguro —ya hablaremos cuando no estés culpándome.
—¡No te estoy culpando!
—¡Eso vienes haciendo desde que comenzamos a hablar! —grito perdiendo la paciencia —¡Pero no te das cuenta porque estás ocupado siendo un orgulloso de primera!
—¿Orgulloso? —un sonido irónico brota de su garganta —Solo estoy intentando cuidar mi reputación, solo estoy tratando de que entiendas que el hecho de que tu padre hablara con Hunter, ya es una desventaja para mí.
Intento hablar, detenerlo, pero no me lo permite.
—Si mis compañeros se enteran, ¿qué crees que dirán? —cuestiona con brusquedad—. Van a desvalidar todo mi esfuerzo de la temporada. Sí, puede que la charla con tu padre me asegure un lugar al final, pero ¿a que costo?
—¿No fue acaso esa la principal razón para que aceptaras esto?
—No —dice con firmeza —acepté porque estar contigo indirectamente me dota de atención y ellos lo notaban. No fui en su búsqueda, ellos deberían de venir a mí. ¿Tan difícil es eso de entender para ti? No es ser desagradecido, solo quiero que mi esfuerzo sea notado. ¿Acaso es una petición exagerada que intentes comprender?
—Lo que tú no entiendes, es que nadie será capaz de desvalidar tu esfuerzo. ¿Quién podría? ¡Los artículos hablan sobre ti! ¡Todos te han visto en acción sobre el hielo, ¡conocen tu potencial!
Me parto con firmeza de él.
—Lo que mi padre hizo, Logan, fue quitar esas pequeñas piedras que aún estaban en tu camino. Pensado que estarías agradecido de caminar por un sendero limpio.
La molestia se incremente en mi sistema, ya no siento emoción por la noticia, ahora solo me siento tan molesta.
—Harriet...—le doy la espalda dispuesta a marcharme —¡Harriet no me des la espalda!
—Ya terminamos nuestra conversación!
—¡No hemos terminado una mierda!
—¡Yo creo que sí! —apenas registro que viene hacia mí, su mano se enrosca en mi cintura y ahogo un grito cuando me hace girar para hacer que quede frente a él.
—Dije que esta conversación, no se ha acabado —sentencia con la mandíbula tensada y la mirada fija en mis ojos.
Intento apartarlo, pero sus brazos me envuelven con firmeza.
—¡No voy a seguir hablando contigo mientras estés siendo un idiota orgulloso!
—¡Joder, deja de gritar! —exige colocando las manos a los costados de mi rostro y callándome con un beso feroz.
Me remuevo contra su cuerpo porque la molestia por nuestra discusión aún está latente en mi sistema, sin embargo, comienzo a ceder cuando el sabor de sus labios se adueña de mi mente.
Sus brazos se envuelven con firmeza alrededor de mi cintura, mi cuerpo choca contra el suyo y una extraña calidez me envuelve.
—Santo cielo, me vuelves loco —admite en medio de respiraciones irregulares —eres tan testaruda, pero me encantas.
—Y tu eres tan orgulloso —reclamo golpeando su pecho —y un malagradecido.
—Cállate y bésame.
—A mí no me andes callando.... —Logan suelta un gruñido molesto antes de acercarse de nuevo y obligarme a callar con sus labios.
Mis pulmones se llenan de aire cuando tomo una profunda inhalación, los labios de Logan se mueven contra los míos en un beso casi desesperado. Mis manos se envuelven alrededor de su cuello y me apego a él porque sabe tan bien.
No sé en realidad como nos movemos, es como si mi mente se hubiese aturdido tanto que no consigue captar lo que ocurre a nuestro entorno. Logan avanza, yo retrocedo.
Mis pies chocan contra el sillón de la sala, y por el avance que Logan ejerce caemos sobre la cómoda y suave superficie.
Suelto un jadeo cuando Logan abandona mis labios para deslizarse por la piel de mi cuello, un escalofrío me recorre cuando la humedad de su boca va dejando un camino de besos por la zona.
—Logan...—cuando se aparta, y fija los ojos en mí, hay una nueva mirada de deseo en tus ojos —aún pienso que eres un idiota orgulloso.
—No llamas idiota al chico del que estás enamorada —dice cuando se aparta unos escasos milímetros.
—Justo ahora puedo olvidar que estoy enamorada —advierto aún sintiendo la molestia en mi pecho.
—No te preocupes, que perfectamente puedo hacer que lo recuerdes —dice antes de atrapar mis labios por segunda ocasión.
Se sostiene a los costados de mi cuerpo con la fuerza suficiente como para no aplastarme con su peso. Me siento pequeña debajo de él, debajo del fornido cuerpo que cubre el mío.
Sus brazos no aflojan el agarre alrededor de mi cintura, es como si de cierta manera quisiera
—¿Esta es tu forma de acabar una discusión? —inquiero en medio de un jadeo cuando retoma su trayectoria de besos por mi cuello.
—Una de ellas, sí —admite contra mi piel—son efectivas para eliminar la molestia.
—Creo que tendrás que esforzarte más —advierto.
Logan arquea una de sus cejas, en pocos segundos una sonrisa ladeada se cruza por sus labios. Se incorpora y apenas voy a preguntar que planea hacer cuando su mano tira de la mía obligándome a incorporarme.
Un leve grito brota de mis labios cuando uno de sus brazos se coloca por debajo de las rodillas y la otra me sostiene por la espalda, elevándome. Enrosco las manos alrededor de su cuello mientras retengo la sonrisa.
—¿Qué haces?
—No pretendo demostrar mis habilidades contigo en un sillón —confiesa con una sonrisa —necesitas estar tan cómoda como sea posible.
Ingresamos a su habitación, él me deja sobre el colchón y algo en mi se retuerce con furia cuando vuelve a colocarse sobre mi cuerpo. Mi corazón martillea con fuerza contra mi caja torácica cuando Logan se inclina contra mí.
Es extraña la manera en la que siento explotar todas las sensaciones en mi interior, como parece haber un revuelo en todo mi ser.
—Solo voy a preguntar, ¿quieres que lo haga? —inquiere contra mis labios —si me dices que no puedo detenerme, Hattie.
Sonrío, por nada del mundo quería que se detuviera. Muevo la cabeza en un movimiento de consentimiento, pero no parece suficiente para él.
—Necesito escucharlo.
—Quiero que lo hagas —me sorprende lo estable de mi voz y eso parece suficiente para Logan.
No habla, no hace otra cosa que no sea besarme de esa forma tan apasionante que acabo de descubrir, de esa nueva manera en la que parece capaz de arrebatarme todo mi poco autocontrol.
Un jadeo brota de mis labios cuando su mano se pierde en el interior de los jeans, Logan no abandona mis labios ni un segundo y las sensaciones combinadas que se producen en mi cuerpo se sienten como una explosión capaz de acabar conmigo.
Hay una sensación nerviosa en mi interior, pero Logan me hace sentir tan segura, tan confiada. Sus manos me recorren con delicadeza y cuando su voz, enronquecida más de lo normal, habla contra mi oreja, creo que puedo desmayarme.
Es increíble como el tiempo puede reducirse a nada, como los segundos y minutos se consumen con el calor de dos cuerpos conociéndose a profundidad.
La ropa desaparece de un momento a otro, la calidez de los cuerpos encontrándose me envuelve con rapidez, sentirlo contra mí, su piel contra la mía, sus labios en cada zona posible, es tan embriagador.
Logan me conduce a un mundo desconocido, a uno en donde lo único conocido es la nueva sensación de placer que me hace experimentar. Me lleva a rincones inexplorados, a paisajes tan eclipsadores, produce en mí sensaciones que no deseo dejar de experimentar jamás.
—Hattie...—mi nombre brota de sus labios en un susurro dulce.
Abro los ojos, el deseo llena su mirada mientras me mira como si delante de él tuviese a la criatura más preciosa de todo el universo. No me avergüenzo cuando sus ojos recorren mi desnudes, sonríe y lo hace de una forma preciosa, tan encantadora que me consume.
—Eres tan magnifica —asegura colocándose entre mis piernas —necesito hacerlo, estrellita.
—Entonces no demores —pronuncio cerrando los ojos.
Se aparta de mí para buscar algo en el cajón izquierdo, extraño su calidez cuando se aparta, pero no demora demasiado, el sonido del plástico al rasgarse me deja saber lo que ha tomado entre las manos.
Le toma menos de un minuto prepararse, y si creí que todo lo que experimentamos antes fue placentero, si creí que Logan ya me había hecho conocer el paraíso, no pude estar más equivocada.
En el segundo en el que lo recibo, tan pronto como entra en mí, todo lo conocido se esfuma. El estallido que se produce en mi interior es incomparable, es tan malditamente adictivo.
Logan gime, echa la cabeza hacia atrás mientras su cuerpo se balancea contra el mío, sus músculos se tensan y arruga la frente. Mantiene los labios entreabiertos permitiéndose soltar sonidos placenteros.
Y lo que ocurre en mi propio cuerpo, es algo indescriptible. Mis músculos se contraen, mi corazón golpea con tanta fuerza que temo poder sufrir un infarto aquí mismo. Y cuando parece que hemos llegado al límite, cuando parece que no hay forma de sobrepasarlo, lo hacemos.
Estamos agitados y sin aliento, mientras se mueve contra mí, mientras me arroja hacia mi propio límite y me hace sobrepasarlo, mientras nos hacemos uno mismo y conocemos el más grande de los paraísos, mientras me convenzo de que esto es lo más maravilloso que he sentido jamás, sé que no quiero apartarme de Logan.
Nos hacemos uno mismo, y solo deseo que esta unión, permanezca para siempre.
Pasamos toda la noche juntos, y amanecer en sus brazos con solo las sábanas cubriéndonos, se sintió como un nuevo grado de intimidad.
—Faltan poco menos de dos semanas —susurro contra su pecho al día siguiente.
—No pienses en la fecha, estrellita —pide.
—¿Podemos tomar esa fecha como nuestro aniversario? —inquiero.
Logan se aparta levemente para conseguir mirarme. Emboza una sonrisa y me observa como si lo que acabo de decir, fuese algo imposible.
—¿Qué?
—No creí que estuvieses preocupada por una fecha de aniversario —admite.
—Bueno, necesitamos una —murmuro —y creo que esa sería ideal, ¿no?
—No tengo muy buenos recuerdos de ese día —confiesa —nos detestábamos.
Una sonrisa se extiende por mis labios mientras mi mente me hace recordar nuestro segundo encuentro. Sí, nos detestábamos.
—Entonces tal vez es nuestra oportunidad para crear mejores recuerdos —sugiero —¿no lo crees?
—¿Quieres que hagamos algo ese día? Puedo arreglarlo, preparar...
—Déjamelo a mí —pido con una sonrisa —me encargaré de que sea una velada estupenda, ¿bien?
Logan parece no demasiado convencido.
—Anda, te aseguro que será increíble.
—No dudo que sea increíble, pero es nuestro aniversario, no se supone que debas de organizar algo tú sola.
Me remuevo contra su pecho, las sábanas se corren un poco y una sensación nerviosa me recorre cuando la palma de su mano se coloca sobre la piel desnuda de mi espalda.
—Te aseguro que no es problema para mí, pero si tú también deseas sorprenderme, no seré quien te detenga.
Una risa brota de él, un sonido ronco que nos envuelve al mismo tiempo que sus brazos vuelven a afianzarse a mi alrededor.
—Crearemos nuevos recuerdos para ese día, chico bonito —añado con seguridad.
—No me queda duda, estrellita —susurra antes de dejar un beso en mi coronilla —¿por qué siento que será una de las mejores noches de mi vida?
—No lo sé, porque tal vez lo sea —respondo encogiéndome de hombros.
Logan vuelve a reír, y ahí entre sus brazos, pongo como prioridad hacer de la noche de nuestro aniversario, un momento único e inigualable. Después de todo, lo merecíamos seríamos capaces de decir:
Funcionó.
Y de una mejor manera de la que siquiera pudimos haber imaginado.
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