Harriet.

No me equivoqué al pensar que la fotografía del beso iba a darle la vuelta al internet, no solo fue esa imagen, hay varias de nosotros sonriéndonos como si de verdad sintiéramos algo el uno por el otro.

Marcus estaba satisfecho, Scott mucho más. Por sorprendente que me resultara, esperé encontrar comentarios agresivos en las imágenes que circulaban en redes, o comentarios despectivos de la prensa, sin embargo, todos parecían considerar que ya "era momento de tomarme en serio una relación"

De acuerdo, eso también puede describirse como ataque, pero intentaba no prestar atención, me concentraba en el hecho de que, al parecer, estaba funcionando. Y eso es lo único que me importaba.

—Deberías invitarlo a comer —señala Axel antes de llevarse un poco de pasta a la boca—. ¿No lo crees papá?

Nuestro padre emite un sonido que más parece un gruñido, mamá ríe a su costado.

—Todos deben creer que son pareja —insiste mi hermano—. Si lo ven entrando a la casa, se reforzará la idea, ¿no es cierto?

—Sé que papá no quiere invitarlo a comer —intervengo—. Y yo estoy de acuerdo con eso. Mientras menos interacción familiar tenga, mucho mejor.

—¿Y eso por qué? —inquiere mamá—. Creo que merecemos un poco de convivencia con tu novio falso.

Sonrío un poco. Mamá parecía haberse hecho a la idea de la relación con Logan, Axel no perdía tiempo para molestarme y papá, bueno él seguía manteniéndose algo renuente a aceptar de buena voluntad la relación.

—Porque no creo que sea buena idea fomentar vínculos con una persona que en poco menos de once meses se irá de mi vida —respondo encogiéndome de hombros—. ¿Qué caso tiene?

Omito decir que Logan y yo habíamos acordado ser amigos, después de todo, si luego del año mostrábamos al menos una relación cortés, nadie tendría porque sospechar nada. Ante los ojos del mundo seríamos simplemente una pareja más que terminó bien.

—El caso es que tu familia podría involucrarse —insiste mamá—. Y ese chico sabrá que el hecho de que su relación sea un contrato, no quiere decir que deba tratarte en modo menos de lo que mereces.

La preocupación se filtra en su tono de voz y sonrío un poco.

—Logan es un buen chico —admito enrollando un poco de pasta con el tenedor. Miro la comida por un par de instantes y me la llevo a la boca—. No tienen de que preocuparse.

—¿No pueden conseguirme una súper modelo como novia? —inquiere Axel—. No me molestaría firmar un contrato para eso.

—¡Axel! —reprende mamá y nuestro padre le dedica una mirada de advertencia, mi hermano sonríe con inocencia.

—No te enojes mamá —dice él—. Aprovecharé la oportunidad para decir que tendré una participación este fin de semana en un pequeño teatro.

Sus palabras son suficientes para captar la atención de papá.

—¿Este fin de semana? ¿En qué teatro?

Axel dice el nombre en un susurro bajo que ninguno alcanza a escuchar.

—¿Qué? —mi hermano parece dudarlo y comienzo a sospechar que no se trata de una simple presentación, ni de un pequeño teatro.

—Es en el foro de New Street —dice y entonces entiendo. Un silencio consume la sala, nuestros padres mantienen la mirada en mi hermano menor y yo retengo la sonrisa.

—¿New Street? —él asiente—. Axel, ahí no hay ningún teatro pequeño, y el único Foro tiene capacidad para tres mil asistentes.

Axel vuelve a asentir.

—¿Nos estás diciendo que tocarás para un público de tres mil personas este fin de semana?

Mi hermano se rasca la parte trasera del cuello.

—¡Axel, por Dios! —mamá es la primera en reaccionar—. ¡Eso es estupendo! Ay Santo cielo, mis dos pequeños ya son unas estrellas.

—Mamá, no —Axel se queja echando la cabeza hacia atrás—. No es la gran cosa...

—¿Cómo no? —interviene ahora papá—. Debes decirnos esto con tiempo, hijo.

La sonrisa orgullosa que papá plasma en el rostro es genuina, siempre ha dicho que Axel tiene una voz digna de ser escuchada, lo mismo decía de mí. Repetía hasta el cansancio que nuestro talento era extraordinario y que debía ser apreciado.

—Oh, ahora intentarás robarte la atención —lo molesto—. Que no se te olvide que en esta casa la súper estrella sigo siendo yo.

Mi hermano rie, saca el celular y un par de instantes todos tenemos la invitación para la noche del sábado. En tres días.

—Lleva a tu novio falso —dice con una sonrisa—. Me encantaría conocerlo.

—Sí, Harriet, deberías invitarlo —dice papá mirándome—. Me gustaría dejarle un par de cosas claras a ese chico.

Mamá nos mira con diversión entendiendo perfectamente que es imposible que me libre de eso.

—He olvidado que tengo un compromiso esa noche —los molesto incorporándome—. Lo siento tanto, hermanito.

—¡Harriet! —reclaman todos mientras me aparto de la mesa, sonrío y una leve risa me invade mientras elevo la mano.

—Una lástima, tendrán que hablar con mi novio falso en otra ocasión —aún puedo escuchar sus quejas mientras subo las escaleras rumbo a mi habitación.

—¡Harriet! —un último grito me hace reír, sin embargo, pese a lo que dije me encuentro tomando el celular, abriendo el chat de Logan y dejando un corto mensaje:

¿Estás libre el sábado en la noche para un concierto de Rock? ;)

Logan y yo bajamos del auto al mismo tiempo, hay varias cámaras esperando por nosotros en la entrada de foro.

Resulta que el evento al que la banda de Axel fue invitada es un evento de recaudación de fondos para una institución de beneficencia, así que la prensa estaba presente.

Nuestros padres se volvieron un poco locos cuando se enteraron, repitiéndole que no podía ocultar esa clase de información. Nuestros tíos, los amigos de banda de papá también estaban aquí.

—¡Logan, Harriet! —los flashes nos reciben, siendo disparados en nuestra dirección sin descanso.

Siento el brazo de Logan rodearme la cintura, su mano se coloca en el hueso de mi cadera mientras caminamos hacia el frente.

Sonríe con naturalidad, yo también lo hago porque ahora resulta cómodo estar con él.

—¿Confirmarán su relación? —pregunta una chica—. ¿Ya es oficial?

—Lo será pronto —responde Logan con firmeza, acompañando sus palabras con una sonrisa encantadora—. Queremos tomarnos el tiempo de estar seguros antes de formalizar.

—¿Qué opinas tú, Harriet? —me cuestiona otra chica—. ¿Quieres formalizar ya?

—Quiero asegurarme de hacer las cosas bien —respondo sonriendo amablemente—. Cuando decidamos formalizar, serán los primeros en enterarse.

Dicho eso, ambos continuamos con nuestro camino hacia el interior del foro. Cuando el sonido de las voces aumenta, sé que mis padres han llegado.

—Vaya, eso fue sencillo —dice Logan mientras caminamos hacia nuestros asientos—. ¿No lo crees estrellita?

—Eso es porque es un evento —le recuerdo—. Si nos hubiesen interceptado en la calle, olvídate de su amabilidad.

El sonido ronco de su risa me hace mirarlo. Logan me ofrece su brazo, cruzo el mío por la curva de su codo mientras me apego a su cuerpo. Nuestros asientos están en la parte superior del foro, en una especie de balcón que ha sido reservado para las familias de la banda de Axel, así que mientras más nos acercamos, me preparo.

—¡Ahí está nuestra chica! —sonrío cuando el Tío Steph me reconoce—. Ven aquí jovencita, que parece que te has olvidado de tu tío.

—¿Cómo podría? —inquiero aceptando el abrazo—. Hola, tío.

—Más te vale, eh —advierte.

—Hola, preciosa —sonrío un poco más cuando reconozco a la tía Megan—. Sigues tan hermosa como siempre.

—Hola, tía —la abrazo con fuerza y luego miro a los demás amigos de papá.

El tío Ethan y el tío Jake se acercan a recibirme con el mismo entusiasmo. Ellos no vienen con sus esposas, y cuando me han saludado, recuerdo a Logan.

—Familia, él es Logan —mi novio falso da un paso adelante, lanza una sonrisa educada mientras extiende la mano, primero hacia el tío Steph.

—Es un honor conocerlos —habla con seguridad—. Harriet me ha hablado de todos.

Lo miro de soslayo, que mentira.

—Bueno, creo que no hace falta decir que esperamos que nuestra sobrina no termine con el corazón roto.

—Tío Eth...—intento hablar, pero no consigo continuar.

—Porque el hecho que seas un jugador estrella de hockey, no quiere decir que no podamos golpear ese rostro de niño bonito —continúa ahora el tío Stephen.

—No habrá necesidad —responde Logan con una sonrisa algo vacilante—. Realmente no pretendo romper el corazón de Harriet.

—En todo caso, yo rompería el de él —intervengo—. Ahora dejen a un lado sus celos de tíos o le diré a mi padre que me están molestando.

—Ya escucharon a nuestra chica —dice la tía Meg—. No les hagas mucho caso, soy Megan —habla ahora presentándose—. Yo no planeo golpear tu rostro de niño bonito pero si puedo hacer que la prensa te odie.

El tono de amabilidad que emplea para hablar hace que Logan se ría con nerviosismo.

—Encantado de conocerla —dice.

Cuando todos parecen haber considerado dejarnos en paz, me giro hacia Logan.

—¡Lo siento! —exclamo en un grito ahogado—. No siempre son tan intensos.

—Que encantadora familia —dice con burla—. No te preocupes, puedo lidiar con eso.

Me siento solo un poco más aliviada cuando él dice aquello. Nos acomodamos en nuestros asientos y cuando mis padres llegan me preparo para soportar la vergüenza, sin embargo, nada ocurre.

Ellos saludan a Logan con una sonrisa amable y se colocan justo a nuestro lado.

—No sabía que tu hermano era una estrella de Rock —dice en un susurro apegándose a mi cuerpo.

—Axel no parecía interesado en darse a conocer —le cuento—. Así que el que haya aceptado una invitación para un aforo tan grande, es sorprendente.

Se acomoda un poco más cerca de mí, de un momento a otro se acerca y sus labios se posicionan en mi mejilla. El repentino contacto me hace voltear.

—Alguien nos está tomando un video —dice y sonríe—. Disimula, estrellita.

Retengo las ganas de voltear para tratar de descubrir a la persona que él dice nos está tomando un video, por ello contrario solo le sonrío y coloco la mano sobre la de él.

—Eres un actor de primera.

—Gracias —acepta el halago—. Luego de esto incursionaré en Hollywood —dice con seguridad.

Me rio con fuerza ante su declaración.

—Somos una pareja actoral perfecta —sentencio.

El balcón en el que estamos prácticamente es privado, así que el movimiento de los guardias detrás nuestro capta nuestra atención. Los miro sacar a una chica que nos enfoca con su celular, Covey es uno de los guardias que mantiene a la chica por la cintura mientras la arrastra hacia atrás.

Le sonrío y eso ocasiona un grito por parte de la chica, me incorporo de mi asiento y camino hasta la entrada.

—Déjala un segundo —pido hacia mi guardia—. ¿Puedes Covey?

Él hace lo que le pido, la chica se acomoda el cabello y sonríe con emoción.

—¡Harriet esto es un sueño! —exclama con emoción mientras se lanza a mi cuerpo

—¿Cómo te llamas? —inquiero.

—Lindsay —informa—. ¿Podrías firmarme mi disco?

Extiende el disco y sonrío.

—Claro que sí —Covey me entrega un plumón permanente, uno que siempre lleva con él para estos casos y dejo mi firma sobre el plástico, nos tomamos una fotografía y luego ella dice algo que me deja un tanto pasmada:

—Me alegra tanto que ahora luzcas tan feliz —solo puedo sonreír con sus palabras.

Permanezco unos segundos más de pie antes de voltear, y cuando lo hago, Logan está ahí.

—Supongo que está funcionando, ¿no lo crees, estrellita? —inquiere con una suave sonrisa.

Mis comisuras se alzan.

—Supongo que sí, niño bonito —respondo haciendo referencia a la manera en la que mis tíos lo han llamado.

Logan sonríe, extiende la mano hacia mí y cuando la acepto, entrelaza nuestros dedos diciendo:

—Venga, estrellita, disfrutemos del concierto.

Axel hizo vibrar el escenario, fue una presentación extraordinaria. Logan y yo disfrutamos del concierto al máximo, no pensé que fuese la clase de chico que brinca y grita en un concierto, pero lo es.

—La pasé realmente bien —dice cuando ingresamos a la sala de mi hogar—. Gracias por invitarme.

—Fue por mi familia, no creas que ansío pasar tiempo contigo —lo molesto.

—Oh, sí, tu familia que ansía golpear mi rostro de niño bonito —forma un mohín con los labios que me parece adorable.

—Solo están preocupados —me quito al abrigo y lo coloco en el perchero, siento la mirada de Logan sobre mi mientras avanzo hasta el centro de la sala.

—¿Quieres un poco de café? —ofrezco y él niega.

—En realidad debo irme —informa—. Tengo entrenamientos mañana temprano, y necesito descansar luego de la noche alocada.

—Claro, entiendo —le sonrío con comprensión.

Logan recorre nuestro entorno con la vista, parece querer decir algo así que dejo a un lado mi intención de preparar café, y me acerco.

—¿Hay algo que deba saber? —inquiero.

—Sí —dice mirándome, sin embargo, no continúa.

Deja de mirarme por un corto tiempo antes de meter la mano en el bolsillo de su traje, lo sigo con la mirada y distingo un par de trozos de plástico.

—No creo que podamos reunirnos la siguiente semana —dice—. Tendré entrenamientos largos, habrá un partido importante.

—Oh, lo entiendo, no hay problema —expreso—. Sobreviré, no te preocupes.

Él asiente. Elimina la distancia entre nosotros y extiende los trozos de plástico, que hasta este momento reconozco que son boletos.

—Son entradas —dice—. Son dos, puedes llevar a una amiga, o a quien tú quieras.

Miro el plástico entre sus manos, extiendo las mía para poder tomarlos y los observo con detenimiento.

—Gracias —sonrío levemente—. Ahí estaré.

Parece aliviado.

—Entonces... ¿te veo el domingo? —inquiere.

Asiento, miro los boletos y luego a él.

—Te veo el domingo, niño bonito.

Sus labios muestran una sonrisa, sus ojos se iluminan por unos segundos al observarme.

—Estaré ansioso, estrellita.

Ambos reímos, él eleva la mano en señal de despedida y luego me da la espalda. El sonido de la puerta cuando la cierra me hace suspirar.

Vuelvo la atención de los boletos en mis manos, sonrío levemente y tomo una inhalación.

Hasta el domingo, niño bonito. 

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