Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1.- Más que una sombra.

Harriet

Los flashes se lanzan en mi dirección de manera rápida, como molestos relámpagos que me impiden ver mi camino.

Cuatro guardias de seguridad me rodean abriéndome paso entre la multitud de periodistas que se concentran en disparar los flashes de sus cámaras tan rápido como pueden para obtener cualquier fotografía, no consigo entender casi nada de las preguntas que tiran para mí, consigo entender un par de "noche loca" y "de nuevo en la portada" antes de lograr escabullirme al interior del edificio del Music Resort, la disquera y compañía que me respaldaba.

—Oh, son tan molestos —me quejo quitándome las gafas oscuras. Una chica se acerca y le entrego mi bolso y gafas antes de caminar con rapidez hacia el interior del edificio, escondiéndome de la atención de la prensa.

—Llegas tarde —Stacy, mi asistenta y amiga me recuerda apenas me intercepta en el pasillo—. Marcus está furioso.

—Eso ya no es extraño — me tomo el cabello formando una coleta alta y la sujeto con la liga fosforescente que mamá me había dado esta mañana al salir.

—Harriet, esto es serio —insiste ella mientras me entrega un vaso de café y revisa algo en el cuaderno que tiene en las manos—. Es sobre la revista...

—Sí, sé que de hablas —un suspiro pesado brota de mis labios mientras cierro los ojos por una fracción de tiempo—. Y no es tan importante como parece.

Stacy coloca un gesto extraño en el rostro, cuando nos adentramos al elevador, pulsa el botón del tercer piso y apenas nos hemos movido cuando lo detiene.

—¿Qué haces? Voy tarde.

—Harriet te digo esto como tu amiga, y no como tu asistenta —dice girando por completo hacia mí.

Fijo los ojos en ella, luce preocupada, aunque no entiendo el porqué. Sí, de nuevo mi imagen salió en una portada, no, no fue para elogiar mi voz o mis logros, claramente.

Icons, la revista de música principal, me catalogó como la artista femenina más rebelde del último año, una imagen mía saliendo de una fiesta de una de mis mejores amigas es la portada, no luzco precisamente bien, pero tampoco es una tragedia.

Tenía imágenes peores.

—Esto es malo —dice, sus cejas se fruncen quitándole el gesto amable que la caracteriza—. Realmente malo.

—¿Qué hay de diferente esta vez? —inquiero. Mi amiga suspira, se aparta cruzando las manos sobre el pecho y presiona el botón para continuar con nuestra subida—Stacy...

—Marcus, eso hay de diferente —informa—. Está furioso y Scott también.

Scott Benson, director de la disquera que me respaldaba pocas veces solía meterse en mis asuntos, quien siempre estaba detrás es Marcus Dickens, mi representante y casi amigo.

Echo la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos en el momento justo en el que las puertas de metal se abren.

La bonita oficina me recibe, Stacy y yo compartimos una mirada antes de salir. Tomo una inhalación, poniéndome erguida en toda mi altura mientras continúo con mi camino, como si no supiera que lo que me espera al cruzar las puertas de cristal, es un sermón asegurado.

Camino por el elegante y limpio pasillo, varias fotos mías cuelgan de las paredes, posters de los conciertos más importantes decoran las salas de conferencias, los álbumes con mejores ventas están en una pared al final del pasillo y tengo que retener las ganas de ir hacia la puerta con mi nombre escrito en letras rojas y esconderme en mi pequeño pero reconfortante estudio.

Solía componer ahí, encerrándome por horas hasta que todo estaba plasmado en los papeles, hasta que mi mente se vaciaba tanto que necesitaba un descanso.

La música siempre formó parte de mí. Me atrevo a decir que mis padres querían que la tuviera presente, incluso antes de nacer.

Ser hija de uno de los cantantes más exitosos de los últimos años, no es una tarea sencilla. Mucho menos cuando decides seguir el camino de tu padre y conseguir ser llamada "la siguiente gran Campbell".

Mi padre, Alexander Campbell, quien fue considerado en su juventud una promesa musical y quien luego de años como solista creó una banda que fue considerada la más importante de la última década, me advirtió que la fama no era sencilla, que debía estar segura, que era un camino sin retorno. Enumeró todas las cosas que la gente no decía sobre ser exitoso, sobre conquistar el mundo, me repitió hasta el cansancio que la fama, el éxito y el dinero, no lo eran todo.

Pero siempre, desde que tengo uso de razón, he querido ser como él.

Cantar frente a miles de personas, escuchar a coro mis letras, plantarme ante una multitud eufórica por verme cantar.

Y lo logré, excepto que algo salió mal.

Empujo las puertas de cristal que me separan de los dos hombres, y apenas coloco un pie dentro, me preparo.

—Llegas tarde —Scott es el primero en hablar, cruza los brazos sobre su pecho mientras me mira por encima de las gafas de borde negro que porta.

—Lo sé, hay una ola de reporteros afuera —intento excusarme—. Lo siento.

—Bueno, tu demora es el asunto menos importante aquí —esta vez es Marcus quien habla— los reporteros están aquí por una razón, Harriet, y creo que sabes cual es.

—Ilumíname —los hombres comparten una mirada, no les iba a dar el gusto de tenerme como una chiquilla a punto de recibir un regaño, aunque evidentemente eso es lo que soy.

—Harriet...

—Marcus esto no es nuevo —respondo—. Pasará como los demás.

—¡Un nuevo escándalo! —él grita de pronto como si mis palabras colmaran la poca paciencia de la cual es poseedor—. ¡Harriet creí haberte dado una maldita instrucción!

Echo la cabeza hacia atrás, soltando un soplido. Sabía lo que venía a continuación.

—Eres la portada, con un titular horrible, que te deja como una chica fuera de control. Y luego, hay otro articulo en donde apareces con un chico distinto, es el tercero con el que te dejas ver en menos de dos meses.

—Solo fuimos por un café —me defiendo con molestia.

—La prensa no dice eso —acusa lanzando la revista contra la mesa. El papel se abre justo en la página en donde mi fotografía aparece junto con Harry, un miembro de la banda sonora que me invitó a tomar un café y charlar.

Parecía que la prensa estaba determinada a acabarme, no perdían oportunidad para crear escándalos e historias en donde no las había. Me seguían hasta en mi propia casa, ni todo el equipo de seguridad que papá contrató parecía ser suficiente.

—Harriet, estás arruinando tu reputación.

—Por favor, Marcus, solo fuimos por un maldito café. Las fotos dicen lo mismo, que la prensa diga que me acuesto con cada chico con el que me dejo ver, es un asunto distinto.

—No, no es un asunto distinto —reprende—. Porque sabes bien que esos reporteros están esperando que falles, que hagas algo para atacarte. Y les das el material.

—¡Solo fuimos por un café!

—¡Y mira lo que conseguiste! —grita con molestia—. Ahora tengo que hacer innumerables llamadas para arreglar el desastre, para que la fotografía no siga circulando ni esos titulares vendan cientos de copias.

Mi estómago arde por el coraje contenido. Mis manos se forman en puños sobre la tela del pantalón y me repito que debo mantener la boca cerrada.

—Por eso te pago, para que arregles estas cosas —farfullo intentando controlar el enojo.

—Me pagas para representarte, no para arreglar la basura que dejas a tu paso —asegura con firmeza—. Ningún representante quiere guiar a una chica que no se preocupa en lo más mínimo por su reputación, ni por lo que la prensa dice de ella. ¿Crees que tu padre puede hacer algo? ¿Crees que por ser hija de alguien que fue y aún es importante nadie va a tocarte?

Parpadeo, mi espalda se yergue cuando capto las palabras, cuando entiendo el significado.

—Malas noticias para ti, Harriet —dice pasando las manos por su rostro—. No eres intocable, tu padre tuvo fama, aún la tiene, tu padre es admirado por su público, tú eres un caso distinto.

—Yo no soy mi padre —mi voz brota firme a pesar de lo mal que me sienta que me compare con papá.

No, yo no soy el gran Campbell. Yo no soy ese chico que perteneció a una famosa banda, no soy él.

Yo soy Harriet, no soy hija de...todo lo que he conseguido ha sido por mi talento, no por mis relaciones familiares. Y estaba harta de que todo el mundo viviera comparándome con mi progenitor, incluyendo a mi representante.

—Eso nos queda claro —Scott suspira. Se quita las gafas de montura negra y pellizca el puente de su nariz.

Vuelvo la mirada hacia la página que se encuentra abierta, es una simple imagen de Harry y yo compartiendo un café. Su cuerpo está inclinado hacia adelante, lo que parece por el ángulo en el que fue tomada la fotografía, que está demasiado cerca de mi rostro.

No hay nada de malo, excepto que la imagen se arruina por el título: ¿Ahora con su baterista?

—Tenemos que hacer algo para arreglarlo —dice Scott—. No puedes seguir de este modo, Harriet.

—¿Y eso que significa?

—Que tienes que componer tu reputación, tienes que arreglarlo de algún modo o de lo contrario, vas a arruinarte de forma permanente.

Gruño molesta por la forma en la que parece creer que absolutamente todo es mi culpa. No lo es, yo no hacía nada más que salir y divertirme, nada de lo que estaba ahí escrito es verdad.

—Si fuese hombre nadie estaría diciendo que soy una artista rebelde —reprocho y ambos hombres suspiran.

—Ahí vamos de nuevo —dice Scott—. Harriet escucha, estás llegando al límite, te estás arruinando tu misma, necesitas parar.

—¡Pero no estoy haciendo nada! Por si lo han olvidado, soy tan humana como todas esas personas, tengo amigos, fiestas de cumpleaños a las que asistir... ¡soy una chica de veintiún años con una maldita vida aparte de los escenarios!

—Tu vida privada acabó en el segundo en el que subiste a un escenario —me recuerda Marcus con calma, pero sin abandonar el tono autoritario—. Ya no hay "vida privada" por mucho que eso te moleste. Si lo quieres, entonces renuncia, y te dejarán tranquila.

Mi mandíbula se tensa, mis puños se cierran a los costados de mi cuerpo y mis hombros se elevan.

Yo no renuncio, nunca. Jamás.

—Eso sospeché —dice con una sonrisa torcida—. No quiero más notas, Harriet. No quiero más artículos hablando de ti así que por lo que mas quieras, limita tus apariciones públicas, o hazlo con tu familia. Déjate ver con tu padre, con tu hermano, no lo sé, con cualquier persona excepto un chico nuevo.

—Debe de ser una broma.

—No lo es —responde Scott colocándose de nuevo las gafas—. Ahora ve a ensayar que necesitamos grabar los sencillos para fin de mes.

¿Eso es todo? ¿Me echan así sin más?

—Nosotros vamos a arreglar esto y pensar en una solución para ti.

—No necesito ninguna solución.

—Yo creo que si —me señala con su bolígrafo—. Y la hallaremos, aunque probablemente no te guste.

—¿Me enviarás a un convento? —inquiero cruzándome de brazos.

—Dios —Marcus se talla las sienes, Scott retiene la maldición y habla entre dientes—. Solo haz lo que se te dice por primera vez.

Sonrío y eso parece irritarlos mucho más.

—Iré a ensayar. —Les doy la espalda, Stacy me mira a través del cristal con una expresión acongojada, seguramente testigo de la discusión que acaba de darse.

—Harriet, no nos des más problemas —pide Scott cuando estoy por salir.

—No prometo nada —es todo lo que respondo mirándolos sobre mi hombro—. Pero haré lo posible.

Ninguno esta feliz con la respuesta, pero, ¿qué más puede hacerse?

Cuando abandono la sala y le he casi suplicado a Stacy que no me siga a la sala de ensayo, me permito sentir lo real.

La fortaleza se va mientras me encierro en la sala, rodeada de los instrumentos perfectamente acomodados. Me apoyo contra la pared, recargando la cabeza y soltando un largo y pesado suspiro.

Saco el celular y abro el navegador colocando mi nombre en la barra de búsqueda, los artículos de la revista son los primeros en aparecer. Mis ojos viajan por cada línea, por cada palabra escrita y mi estomago se revuelve.

"Solo es la hija de alguien famoso, Harriet Campbell está destinada a ser la sombra de su padre, solo es cuestión de tiempo para que sea demostrado"

Mi padre, ese hombre admirado, el hombre que nunca dejó de brillar, que hacía arte, que conseguía hacer vibrar los escenarios, el mismo que me advirtió de todo esto, pero no lo escuché.

"Está destinada a ser la sombra de su padre"

Me siento asqueada de leer de nuevo esa frase, no, yo jamás sería la sombra de nadie. Nunca. Yo no...

Mi visión se nubla, cierro los ojos mientras me deslizo hasta tocar la fría losa que consigue colar la sensación helada hasta mi piel.

—Soy más que la sombra de alguien —aprieto los párpados con fuerza mientras intento convencerme —. Soy más que la sombra de alguien.

Una lágrima se desliza por mi mejilla y la elimino con rapidez. Me tallo los ojos y tomo una inhalación, incorporándome.

—Soy más que la sombra de alguien —vuelvo a pronunciar—. Y voy a demostrarlo.

No es la primera vez, y tampoco será la última. Así que no pasa nada, sonríe, finge que no te afecta, haz lo de siempre.

Me limpio la cara, giro hacia la puerta y le quito el pestillo. Para cuando los chicos de la banda sonora llegan, he vuelto a ser la misma.

La chica sonriente a la que no le importa la opinión publica sobre ella.

Sinceramente, no podía ser más falsa. Pero debía serlo, acostumbrarme porque esto estaba lejos de parar.

Mi vida se había convertido en un infierno que yo misma había creado, y ahora, he de lidiar con las consecuencias de mis propias decisiones.

"Recuerda, Hattie, no debes pagar ni un solo precio"

La primera frase que papá pronunció cuando le dije que quería una carrera artística, vuelve a mi mente.

Y es una jodida mentira, porque el precio se paga desde el instante en el que apareces por primera vez, desde el momento en el que tu nombre se hace conocido, en preciso instante en el que el mundo, cree que tiene el derecho de hablar sobre ti.

Yo conocía el precio, y lo acepté porque la promesa de que lo que recibiría después sería mucho mejor era más tentadora que todas las posibles consecuencias.

Oh, estúpida e ingenua Harriet, no pudiste estar más equivocada.

________________________________________________________________________________

Hola, hola!!!! 

Espero que este primer capítulo las haya emocionado tanto como a mí, ¿qué les parece el primer vistazo de esta nueva aventura?

¡Me encanta leerlas en los comentarios!

Chau, besos y abrazos <3


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro