[Los amo con toda mi vida, extrañe esto, pueden matarme]

— Jungkookie, si es él —se escuchaba una pequeña voz a lo lejos.

— No puede ser posible y lo sabes Hye —escuchó otro susurro más grueso a su lado.— Es imposible, es mi compañero de curso

La parte izquierda de donde se encontraba recostado dejó de estar hundida, alguien probablemente se había levantado de allí.

— ¡Cuando despierte lo verás! —exclamó la azabache saliendo de la habitación y cerrando la puerta con absolutamente nada de delicadeza.

Jungkook maldijo a sus adentros al ver que el pelirrojo frente suyo empezaba a moverse, lo menos que quería era despertarle, se veía enfermo aún, en definitiva necesitaría descansar y luego comer mucho para recomponerse al despertar.

Pero, realmente era una farsa, Taehyung les escuchaba desde hace horas atrás, solo que le era casi imposible el abrir sus ojos, no entendía porque sentía su cuerpo tan pesado, recordaba haber estado mojado debido a la lluvia pero ahora estaba completamente seco y con ropas mucho más suaves.

Intentó moverse una vez más pero era absurdo, su cuerpo no obedecía ningún tipo de orden.

— Probablemente le crea a Hye —habló a quien reconoció como Jungkook, no sabía que necesitaba tanto escucharle hasta ese momento.— Pero no es como si quisiese decirlo en voz alta, tal vez Hoseok hyung tenga razón y yo simplemente esté un poco fuera de lugar por no decir loco 

Taehyung podía escuchar el tono desanimado del contrario, y ya que sabía quien era realmente, deseaba con todas sus fuerzas decirle que no era así, que las cosas que decía su hermana menor eran ciertas. Decirle que él era real.

Pero, ¿cómo lo haría? No podía siquiera moverse, mucho menos hablar.

— Sería bueno que despertases ahora —musitó el azabache tomando la mano contraria, muy concentrado en los pequeños detalles de lo finos dedos del menor.— Necesitas comer algo para recompensarte...

Necesitaba poder moverse, necesitaba siquiera decir una palabra.

— Pero extrañamente no quiero... —confesó cortamente creando revuelo en la mente del pelirrojo, ¿a qué se refería con eso?— El que estés aquí me hace sentir tranquilo y sé que una vez te despiertes querrás irte. No quiero que te vayas si eres quien pienso —Jungkook no paraba de dejar pequeñas caricias en la mano contraria, tal vez solo eran los nervios actuando en él o el simple hecho de querer seguir tocando aquella delicada piel.— Pero al mismo tiempo necesito que me digas quien eres, necesito saber si realmente eres tú o solo estoy completamente loco. Prometo programar una nueva consulta con Jimin de ser así, pero solo deber-

No debes hacer nada, estoy aquí —habló aquella voz, esa misma voz que había anhelado escuchar desde hacía un tiempo atrás.

Jungkook paró sus caricias abruptamente, no sentía miedo, pero si muchas otras emociones que no podía describir tan fácilmente. Tal vez era, ¿curiosidad? ¿Alegría? ¿Calma? Un sentimiento no era suficiente para la montaña rusa que había dentro de sí.

El azabache no había movido ni un milímetro de su cuerpo, de hecho, no sabía que había estado aguantando la respiración hasta que aquella voz se hizo presente nuevamente en su mente.

Jungkook, debes calmarte, todo está bien —cada palabra era como una palmadita en la espalda, se sentía tan reconfortante.

¿Siquiera era real? ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que le escuchó? ¿Días? ¿Meses? Era absurdo siquiera buscar una fecha exacta.

Jungkook miró atentamente al pelirrojo, se veía absolutamente en estado de reposo, no parecía hacer ningún tipo de fuerza, ni siquiera fruncía el ceño. Taehyung solo estaba allí, siendo tan hermoso como la primera vez en que le vió, su voz tan encantadora resonando en su mente, ¿cómo es que no pudo confirmarlo antes? Sabía de buenas a primeras que el chico tenía algo especial, pero, ¿a ese punto?

Y de ser Taehyung esa misma luz resplandeciente que veía e incluso podía sentir dentro de su pecho, ¿que definición tenía realmente? Lo tenía frente a él, parecía un mismo Dios a simples vistas, pero era imposible que alguien tan importante estuviese allí.

Simplemente era importante que alguien lo notase. No era digno.

No pienses esas cosas sobre tí, Jungkook. No tienes idea de lo especial y resplandeciente que eres para el mundo en general — musitó suavemente en cada parte completamente cuerda del azabache, descolocándole un poco.

Jungkook sintió sus mejillas arder, por momentos olvidaba que podía leerle incluso, así que con las manos que sostenía al pelirrojo, tapó su rostro no queriendo que le viese si es que siquiera lo hacía.

Se sentía tan bien, pero, ¿era correcto sentirse así? No estaba seguro aún si se trataba de su subconsciente jugandole una mala pasada o simplemente su mente congestionada de locura.

No era real, ¿cierto? Todo por que sucedía, no tenía una explicación, ni siquiera un sentido aparente.

— Dicen que las cosas maravillosas no tienen una explicación lógica —habló Taehyung a la par en la que abría sus ojos al fin.— Y puedo confirmar que es cierto, aunque intenté indagar por siglos, tu nacimiento no tiene una explicación lógica, pero eres lo único que mis ojos pueden definir como maravilloso

Jungkook no podía creer las cosas que escuchaba, sentía su corazón andar en su máximo esplendor, debía verlo. Por lo mismo había bajado sus manos rápidamente solo para encontrarse con lo que jamás imagino antes.

El iris de los ojos del pelirrojo podía definirse como un diamante rosa, eran cristalinos, se veían frágiles y sin lugar a dudas, eran hermosos. Sabía de su don para cambiar el color en sus ojos pero no tenía idea de que fuesen tan preciosos.

— T-Taehyung... T-Tus...

Jungkook acercó su mano descansandola en la mejilla del contrario, dejando pequeñas caricias en su pómulo, borrando –sin siquiera saber– aquel pequeño número romano que no era visible para sus ojos.

Su piel acanelada, sus ojos rosáceos haciendo contraste con su rojizo cabello, sus rasgos finos que a su vez no dejaban de ser delicados, sin mencionar sus labios finos.

Sus labios... ¿Cuántas veces Jeon no había soñado con ellos? Y ahora que podía tocarlos con su pulgar, sin dudas confirmaba que eran tan suaves como siempre lo imaginó.

— ¿Te quedarás mirándome o vas a besarme, Jungkook?

Taehyung quien tenía una sonrisa ladeada y juraba sentirse mucho mejor que en el mismo santuario, estaba algo desesperado tal vez. Pero en su defensa, ¿quién no lo estaría si llevaban esperando ese momento por más tiempo del que se puede contar?

Jungkook acunó el rostro contrario entre sus manos notando que el pelirrojo se dejaba hacer con sus toques fácilmente, fue entonces cuando notó que Taehyung podría parecer muy dominante al hablar e incluso actuar en el día a día, sin embargo, sus mejillas sonrojadas y su labio inferior el cual temblaba ligeramente le daban a entender que a pesar de todo, no dejaba de ser tímido en alguna parte de sí mismo.

El azabache ladeó su sonrisa cuando el contrario relamió sus labios en señal de nerviosismo.

— J-Jeon... Si no me besas ahora, y-yo...

— Solo deberías disfrutar del momento, ¿no lo crees? —musitó el mayor.

Taehyung no podía creer que algo así estaba pasándole, ¿cuándo fue la última vez que su voz falló y terminó titubeando?

¿Desde cuándo las posiciones se habían invertido?

Jungkook al notar el desespero contrario decidió que había sido suficiente espera, se acercó de a poco para unir sus labios, realmente había soñado con probarlos alguna vez, se veían esponjosos y suaves, debía comprobarlo.

Lastimosamente, para Jungkook seguiría siendo solo un sueño.

— ¡Jeon Jungkook! —llamaron a su nombre abriendo la puerta de inmediato y acabando con el momento de ambos chicos.— ¡Necesito que sepas algo!

— ¿Ho-Hoseok hyung?

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— ¿¡No podías dejar que se besasen de una vez!? —inquirió el mayor de ambos viéndose completamente exasperado ante la situación.— Esperaron tanto para darse cuenta quienes eran ellos mismos, ¿¡y lo acabas así!?

El menor se acercó con cautela para abrazar el delgado cuerpo de su pareja, el cual estaba a punto de explotar en cólera.

— ¿Podrías darme un beso, Min?

El mencionado pareció pensárselo, pero finalmente terminó dejando un corto beso en los belfos contrarios.

— No entiendo porqué haces todo este revuelo, Hyungwon —musitó estando abrazado a su pecho.— No les hagas sufrir más

Hyungwon corrió los cabellos en la frente de su pareja para dejar un pequeño pero notorio beso allí.

— Cada momento tiene un tiempo exacto —confesó dejando caricias en el cabello del mayor.— Ellos saben que no es correcto aún, pero lo hubiesen hecho de igual forma. Jungkook puede sentir cuándo y dónde es el momento exacto para realizar cualquier cosa, fue el don que le dejaron sus padres

Minhyuk pareció pensarlo mejor, tal vez debería escuchar más a su esposo cuando le pide que confíe en él.

— Aún tiene problemas para controlar sus dones —prosiguió.— Pero eso debería arreglarse en cuestión de simples días —concluyó dejando un nuevo beso pero esta vez en el revés de sus manos.— ¿Ahora si podrías confiar en mí?

Minhyuk pareció estar estático por segundos, jamás había visto aquella mirada tan penetrante en los ojos de su pareja, pero aún así asintió.

Debía comenzar a confiar.

¿Volví? Probablemente ¿Me extrañaron? Sé que no ¿Sale matarme por haberme perdido? Tienen todo el derecho. Hola mis bebés.

Tuve muchos problemas para actualizar estos meses, pero, solo espero que no se hayan olvidado de esta historia, lo siento mucho en serio.

Con respecto a la historia, wow... He visto a muchos sacar MUY buenas teorías, sin embargo, ¿qué les hace creer que Jungkook es un Dios? Jahsjaj Les recomiendo leer el prólogo nuevamente, no lleva ni 4 minutos leerlo, pueden sacar conclusiones fácilmente.

Les dejaré dos preguntas si es que van  prólogo, ¿de quien dice que se enamoraría taehyung? ¿de qué shipp es la historia? Con eso deberían aclarar ciertas dudas.

Quiero dedicar este capítulo a todas las personas que aún me leen, tienen un lugar asegurado en mi corazón.

¡Gracias por leer!
♡