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Jungkook había regresado el viernes nuevamente a su universidad luego de haber pasado todo el jueves consintiendo en lo más que pudiese a su hermanita. Realmente debía admitir que la niña era fuerte pese a todo lo ocurrido con ellos dos, sin embargo, no era un tema que debía tratarse por el momento.

Desde que cruzó la puerta a su institución pudo notar ciertas miradas recaer en él. Desde su camino al casillero hasta su aula, tres personas le habían preguntado cómo se había curado tan rápido del moretón en su rostro.

Pero, ¿en qué momento había tenido el rostro amoratado?

Todos actuaban de forma extraña haciendo preguntas hasta de la marca del maquillaje que usó para su rostro esa mañana. Sin embargo, nuevamente se preguntó, ¿por qué debería usar maquillaje en su rostro? ¿Tenía algo extraño en su cara esa mañana?

No queriendo escuchar ningún tipo de cuchicheo o murmuro más, decidió adelantar el paso hasta el lugar donde vería su primera clase aquella mañana, había sido uno de los primeros en llegar por lo que se dispuso a pedir apuntes del día anterior a los pocos compañeros que se encontraban allí, los cuales le prestaron sus esquemas sin chistar pero aun así le miraban de forma extraña.

Jeon no sabía que mosca extraña les había picado a todos, o qué había ocurrido con un día de ausencia. Sólo había tomado su merecido día de descanso, ¿qué tanto podía perderse al faltar un jueves? Además, ¿por qué hacían preguntas tan extrañas? Ningún chico le golpeó.

Jungkook no era de mucho hablar, tampoco de hacer muchas amistades en aquel lugar, él iba por su cuenta la mayoría del tiempo. Por lo mismo, le sorprendió en gran manera que hasta los más prestigiosos preguntasen por su salud.

― ¿Qué diablos haces aquí? ―inquirió un chico a su lado interrumpiendo el final de los apuntes que copiaba.

El azabache se limitó a ver al dueño de aquella voz que se le hacía tan familiar sólo para sorprenderse aún más al ver los llamativos cabellos rojizos del chico, sus ojos tan brillantes como el mismo sol, sus labios rosados y carnosos. ¿Acaso había subido al mismo cielo? Podía jurar que el chico frente a sí era un completo Dios.

― Hey, te pregunté algo ―habló nuevamente frunciendo su ceño.

― ¿Uh? ¿Eres nuevo aquí? ―inquirió no prestando atención a sus palabras anteriores y recordando que el profesor Song le había dicho hace una semana de un posible intercambio de estudiantes.― Soy Jeon Jungkook y vengo de Busán, ¿de dónde eres tú?

El pelirrojo frente a él frunció su ceño después de soltar un gruñido, parecía realmente enfadado, como si le hubiese hecho algo malo. Pero él había hablado con cortesía y era primera vez que le veía. Sí, de haberle conocido antes, nunca hubiese olvidado un rostro tan hermoso como el que tenía el chico frente a sí.

― ¿Disculpa? ―exclamó ofendido el pelirrojo.

― ¿No eres el chico nuevo de intercambio? ―inquirió nuevamente el azabache estando ahora confundido.― Puedo jurar no haberte visto antes por aquí, podría reconocerte de ser así ―admitió con calma más para sí mismo viendo cómo el contrario casi colapsaba en su puesto.― Entonces, ¿realmente no eres Kim Taehyung? El profesor Song me habló de ti hace una semana, me ofrecí para darte un recorrido al llegar, podemos hacer eso cuando salgamos si estás de acuerdo

Había dos factores fuera de lo común que sucedían en el azabache, el primero era que su timidez se había esfumado por completo y se sentía cómodo con la presencia del contrario; la segunda era que, por algún motivo no podía parar de hablar, quería contarle y enseñarle todo lo que pudiese, como si hubiese anhelado aquel momento por años.

― Eres un completo idiota si crees que caeré en tu tonto juego ―escupió el pelirrojo achicando sus ojos con enfado.― Pero ya no lo haré, Jeon, ayer dejaste muy claro el cómo jugar sucio

El azabache se encogía cada vez más en su asiento logrando entender menos la situación.

― P-Pero yo ayer no-

― ¡Buenos días, jóvenes! ―saludó el profesor asignado una vez entró al aula interrumpiendo por completo al azabache quien intentaba defenderse bajo la vil mirada del contrario.― Hoy planeo hacer una prueba sorpresa ―habló con entusiasmo escuchando los abucheos de sus alumnos.― No es tan malo, no exageren. La prueba será en parejas, ¿de acuerdo? Para no hacer revuelos y tantos cambios, irán con su compañero de silla. No quiero riñas o les aplazaré la evaluación

Jungkook tembló en su lugar al ver que el pelirrojo era quien estaba junto a él en ese entonces, sus facciones estaban endurecidas, sus manos estaban unidas en puños sobre la mesa compartida y eso le hacía ver aún más temeroso de lo que era.

Realmente tendría una larga mañana.






Taehyung tenía aproximadamente diez minutos desde que se había dedicado a mirar al azabache mientras respondía cada pregunta con cautela y sin ningún error al escribir. Debía admitir que era diferente, su aura no se sentía tan devastadora como el día anterior, era más calmada y dulce. Le hacía recordar al chico de melenas azabaches al que tenía mucho tiempo sin visitar.

Sin embargo, no dejaba de ser el mismo bastardo que le hizo el día imposible, sabía de su secreto como Dios y no tenía miedo de que lo divulgase porque, vamos ¿Quién le creería semejante cosa? Absolutamente nadie. Aun siendo así, el chico le había dejado en claro el día anterior que trabajaba para las sombras.

Taehyung se sintió curioso, porque realmente el azabache frente a él era mucho más dócil, podía jurar que incluso su alma era por mucho más pura que la suya misma.

― Para de mirarme así ―pidió el azabache manteniendo su concentración en la hoja.

― ¿Por qué lo haría? ¿Te intimido, Jeon? ―inquirió con burla recordando los acontecimientos del día anterior.

Era un estúpido, el día anterior se mostraba desvergonzado, muy tajante y dominante, pero ahora estaba allí como borrego plasmando los distintos tipos de lentes para cámara y el uso de cada uno. Debía admitir que el chico tenía facciones hermosas, eran suaves y bien trabajadas pero sabía que de un momento a otro con un cambio de mirada podía volverse un jodido Adonis o Dios del sexo porque no tenía más descripción que esa.

El azabache carraspeó bajo la atenta mirada contraria, ya había terminado las últimas preguntas del cuestionario así que dejó la hoja de lado junto a las demás volteando la vista minuciosamente a su alrededor para confirmar que nadie les veía en absoluto.

Jungkook por algún motivo no podía sentir miedo, aunque estaba seguro que en cualquier otro momento hubiese salido despavorido del lugar al ver esos orbes avellanas escudriñar su ser. Pero no fue así, a pesar de todo sentía confianza en el contrario que no hacía más que volver su vista cada vez más filosa y oscura sobre sí

― No sé quién eres y tampoco sé cuál es tu problema conmigo ―confesó finalmente escuchando al contrario chiflar.― Tampoco sé qué ocurrió ayer o por qué me han estado haciendo preguntas absurdas. Solo sé que si tienes respuestas para mí las escucharé felizmente, pero de lo contrario te agradecería parar de molestarme ―pidió nuevamente sorprendiendo al contrario quien no se esperaba aquello en absoluto.― Y sí me intimidas, joder

Dicho eso, Jungkook tomó las hojas del examen las cuales estaban resueltas por ambos para dejarlas en la mesa del profesor, dejando atrás a un confundido pelirrojo.

Taehyung le creía, era estúpido pero finalmente le creía. El azabache tenía un alma pura y frágil como la de muy pocos humanos en la tierra, podía asegurar que ese chico sería el más bondadoso de todo ese corrupto continente.

Aun así, ¿Dónde quedó el patán asqueroso? No lo extrañaba, pero si no eran la misma persona, ¿por qué tenían el mismo cuerpo? ¿Acaso el chico tenía un gemelo o algo parecido? Imposible. Taehyung como Dios podía saber muchas cosas, y entre ellas estaba el saber diferenciar a gemelos, eran tan fácil como untar mantequilla en un pan. Necesitaba ayuda de sus hyung's, pero apenas y su día estaba iniciando como para regresar a casa.

Jungkook regresó a su asiento sacando más libros para leer dispuesto a ignorar al contrario que no alejaba la mirada de él. 

Taehyung lo sabía aunque no pudiese leer los pensamientos contrarios, veía como los ojos del azabache se movían de un lugar a otro sin captar la atención en algo con exactitud, se rió internamente cuando el chico le miró por el rabillo del ojo y volvió su atención al libro al ser descubierto.

El azabache pedía a cualquier ser con poder que le quitase a ese chico de encima, sin saber que era un Dios curioso el chico junto a él, capaz de mover y jugar con todo a su antojo, pero que sería incapaz de ponerle un dedo encima.

― ¿Seguirás mirándome así? ―inquirió el azabache manteniendo la calma.

― ¿Te molesta?

― Un poco ―aceptó frunciendo sus labios sabiendo que esa no era la verdad.

― Entonces no te molesta ―regateó el pelirrojo.― Si te molestase te irías

― Estamos en medio de una clase no podemos ir-

― Sí podemos ―cortó.― Pero tú no quieres

Jungkook frunció su ceño, ¿por qué le trataba con tanta confianza si apenas se habían visto ese día? No sabía de dónde venía el chico pero por lo visto no le enseñaron los modales adecuados.

― Tú tampoco quieres, si lo sabías entonces debiste retirarte hace mucho ―acusó bajando la voz. Si el profesor Song les pillaba, la reprimenda sería mayor.

― Tal vez me guste mirarte

― Y tal vez me guste que me mires ―admitió el azabache  aún sin saber el motivo de su molestia.

Ambos habían iniciado un desafío de miradas detallando los orbes contrarios, ambos pretendían estar enojados con el otro cuando realmente sentían una inmensa calma.

― Jeon y Kim, si no van a hacer nada más, retírense. Interrumpen a sus compañeros ―habló el profesor logrando que las mejillas de ambos jóvenes enrojecieran.

Taehyung fue el primero en desviar la mirada guardando los libros y lápices que había sacado de su mochila, también fue el primero en salir seguido del azabache quien a pasos largos logró alcanzarle.

― ¿Por qué me hablaste tan mal en un inicio? 

Jungkook a pesar de que eso fue hace más de una hora, aún permanecía con la intriga dentro de sí y no la dejaría pasar a ninguna costa, mucho menos cuando había hecho ceder un poco al contrario.

― No lo entenderías

― Podría intentarlo ―insistió.

Taehyung gruñó, cortando sus pasos, tomó al contrario por los hombros quedando frente a frente contra él. El ceño fruncido del azabache no pasaba desprevenido pero sus ojos estaban concentrados en los suyos y ese era el único objetivo.

― Dejarás de hacer preguntas ―ordenó a la par en la que sus ojos cambiaban y se tornaban a un rojizo más claro que el de su cabello.― No debes meterte en lo que no te incumbe, ¿estamos?

― ¿Por qué? ―inquirió el azabache parpadeando repetidas veces buscando una respuesta.― Tus ojos cambiaron de color, son lindos pero ¿por qué me ordenas cosas como si fueses mi padre? ¿Eres consciente de ser menor que yo por dos años?

Taehyung estaba estupefacto, ¿qué demonios? ¿Por qué sus poderes no habían funcionado esta vez? ¿Qué había hecho mal? Sabía que el chico tenía un alma totalmente pura, pero la única forma en la que sus poderes no funcionasen en alguien más es que el alma de la persona esté protegida o custodiada por un ser superior a sí.

¿Estaba asustado? Mucho, por lo mismo no dudó en correr lejos del azabache quien a pesar de seguirle, no fue capaz de igualar su paso y así fue como escapó una vez más. Por miedo, miedo de conocer la verdad. Miedo a ser más imperfecto de lo que era. Miedo de no tener el control de su propia existencia.

El pelirrojo terminó en el patio de la universidad respirando entrecortadamente lanzando su mochila al pasto para recostarse junto a ella pensando en lo ocurrido con anterioridad. Jungkook no traía maquillaje consigo y un moretón no se quitaría de un día a otro, además de realmente mostrarse confundido y la diferencia con su alma dulce le hicieron pensar que no mentía.

Taehyung entendió entonces que Jungkook no tenía ningún gemelo ni mucho menos. El azabache que estuvo junto a él minutos atrás sí era un ser puro, pero de dujo entonces que su cuerpo había sido clonado tal vez por las sombras al no poder poseer su alma pura y frágil.

 Existían dos Jungkook's y de ser así, entonces el azabache quien estaba junto a él hace poco ¿podría ser el mismo chico al que miraba desde las nubes? Su aura era la misma, el bienestar que sentía era el mismo.

Aish, ¿por qué todo era tan complicado para él? Hasta su nacimiento lo fue. Debía existir algo que cambiase su vida, algo que la volviese menos miserable y un poco más lin-

― ¿Por qué sigues huyendo de mi? ¿Hice algo malo? ―inquirió el azabache recostado junto a él.

¿Cuándo había llegado allí?

― Jungkook, y te dije qu-

― No haré preguntas, lo prometo ―habló rápidamente no dejando acabar la oración del contrario.― Sólo déjame estar junto a ti. Al menos hasta la siguiente clase

Taehyung frunció su ceño volteando a ver el rostro del contrario, notando que éste le veía con una sonrisa sincera, muy contraria a la burlesca que había visto el día anterior.

― ¿Por qué?

― No lo sé ―admitió.― Solo me siento bien así, ¿tienes algún problema con ello? 

― No realmente

― Bien ―finalizó sonriendo más si era posible para volver la mirada al cielo y cerrar sus ojos finalmente.

Taehyung también sonrió, sabía que no era buen momento para descansar y menos cuando tenía una gran cantidad de inquietudes encima pero necesitaba tomarse las cosas con calma. Tal vez debía aprender más de su hyung.

O tal vez simplemente debía dejar que el destino actuase y dejarse llevar por él.

Tal vez sólo debí aceptar lo que era.



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― ¿Por qué les haces pasar por tanto? ¿No es más fácil dejarlos ser sin tanto drama de por medio? Deberías cambiar esa ley del amor entre Dioses y mortales  ―opinó el de cabellos plateados junto a él viendo como ambos chicos tenían sus almas iluminadas de la felicidad que sentían.

Ambos veían como Taehyung tenía su luz radiando como nunca antes, estaba realmente feliz y por mucho que lo negase, eso le hacía bien. Por otro lado, Jungkook era un simple mortal con alma pura que emanaba buenas vibras a sus contrarios.

― No tendría chiste de ser así, ¿no crees? ―preguntó de vuelta viendo como el contrario asentía.― Minhyuk, sé lo que hago

― ¿Me llamaste intrépido? ―inquirió con falsa molestia.

El más alto vio el drama que estaba a punto de montar el contrario y para evitarlo buscó la mejor opción posible uniendo sus labios en un corto pero dulce beso.

― ¿Por qué acepté andar contigo?

― Tal vez porque soy omnipotente, omnisciente y omnipresente. Soy dueño de todo lo que respira o se mueve en la galaxia

Minhyuk pareció pensárselo asintiendo mientras estaba apresado en los brazos del contrario escuchando sus risas que le hicieron caer en cuenta de algo muy obvio.

― ¡Hey! Yo también tengo mi propio reino ―se quejó.

― Eres un lento, Hyuk

― Y tú un torpe, Hyungwon



¡Holas! Esta actualización es rápida porque los había dejado sin capítulo por dos semanas y también por el hecho de que en pocos días iniciaré clases y creo que no tendré mucho tiempo para actualizar.

NO TENGO INTERNET, eso me frustra, debo subir los caps desde otro sitio que no es mi cuarto.No puedo hacer correcciones debido al tiempo, por lo mismo les pido disculpas si hay errores o está mal redactado. 



Debo agradecerles estos 4k de vistas, son los mejores. Les juro que tengo a los mejores lectores de todo Wattpad, LOS AMO.

Sí, son dos Jungkook's, no pudieron adivinarlo y se las puse re fácil, igual les quiero, luego tendrán más para adivinar.



¡Gracias por leer!

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