|13|
NOTA: Me di cuenta recién de que a algunos wattperra no les avisó que había actualizado desde el capítulo 11, no sé porqué wattpad no avisa a algunos, pero por eso hago esta mini nota al inicio. Estoy actualizando seguido esta historia últimamente, para que estén pendientes.
1/2
"Los errores no existen, el destino fue escrito así por un único propósito... "
Tanto Jimin como Yoongi se habían levantado a primera hora, prepararon un desayuno completamente digno para sus cuerpos, de esa misma forma despertaron al pelirrojo que por alguna razón sentía un cansancio para nada normal y no en su cuerpo con exactitud.
Jimin tenía una idea del porqué de todo esto, pero no esperaba que las cosas ocurriesen tan rápidamente, como mínimo deberían ocurrir daños o cambios al pasar una semana, pero no en menos de un día.
¿Por qué el alma de Taehyung era tan débil? No parecía un Dios. Un Dios tenía alma pura y fuerte, muy difícil de desvanecer, pero él era distinto, como un intruso.
La luz amarillenta sabía que debía contarle todo a su maestro, si había alguien en quien confiar, era él. Si Jimin no sabía algo, su deber era ir con su mayor quien probablemente tendría las respuestas que necesitaba. Por mucho que no quisiera, le contaría a Yoongi, no habían más opciones.
Aquella mañana ambos mayores dejaron al pelirrojo en la entrada de la universidad en el auto nuevo que había traído Jimin el día anterior.
El rubio no tomó rumbo a su verdadero destino hasta que no se aseguró de que el pelirrojo entrara en perfectas condiciones a la institución; por suerte, escucharon el timbre apenas el de piel acaramelada puso un pie dentro, éste se despidió sin muchas ganas para voltear y seguir su curso.
Yoongi sonrió a medias, no era tonto y podía sentir la preocupación en su discípulo, pero a diferencia de todas aquellas luces, el era más paciente y menos intolerante, sabía que el menor le llevaría a un lugar más reservado, como los que le gustaban.
Yoongi amaba la calma, amaba ver a las personas tranquilas y alejadas de los terremotos de la vida.
Jimin por otro lado martillaba su cabeza, las visiones no paraban, conforme pasaba el tiempo se hacían más intensas. Cuando vio a Taehyung por primera vez como un cuerpo humano viviente, las visiones se dispararon, tanto que no tenía espacio para pensar o que al menos su subconsciente humano hablase, era perturbador.
No podía soportar aquello él solo, era mucha información para procesar.
No era un tema fácil de conversar, no era como cualquier otro tema que podía entablarse en casa tomando el riesgo de que el rojizo regresara y pudiese escucharles. Jimin ahora estaba seguro de que si el menor escuchaba lo más mínimo de todo aquello se alarmaría, desobedecería y probablemente tomaría su propio rumbo por desobediencia.
Lidiar con el alma de Taehyung encerrada en aquel cuerpo pecador era sumamente difícil porque el menor corría riesgo de contraer cualquier tipo de maldad y aún más al no tener a su verdadero maestro consigo.
― ¿Cómo está Jin hyung? ― inquirió el de cabellos menta una vez llegaron a la cafetería poco concurrida no muy lejos del centro de Seúl, escogida por el rubio quien se había encargado de estudiar toda la cuidad mientras los demás dormían.
Jimin no podía permitirse bajar la guardia bajo ninguna costa.
― Él sigue igual, hyung ―confesó luego de un suspiro.― Está muy pensativo, no logro saber cuáles son sus emociones, su trabajo se mantiene igual de perfecto como siempre lo ha sido, pero tengo miedo que eso cambie. Nunca había pasado esto pero supongo que no será algo tan malo, ¿no?
El rubio jugaba con sus pequeños dedos, no tenía idea de porqué se los habían dado de ese tamaño si él pidió ser como un gatito, de igual forma, nada de eso tenía que ver con el verdadero asunto aunque le pareciese completamente adorable a sus ojos.
Yoongi procesó todo aquello, en sus años de entrenamiento sólo vio una vez a su mayor así de pensativo, tal vez sabía el porqué de aquello pero necesitaba confirmarlo.
― Él no tararea ninguna melodía, ¿cierto? ―vio cómo el contrario fruncía su entrecejo y asentía con cierta disconformidad.
― ¿Eso es malo, hyung?
― No sabría decirte si es malo o no, Jimin, pero no es algo por lo que tú debas preocuparte.
El rubio asintió nuevamente comprendiendo las palabras de su hyung, simplemente no quería que se hundiese más en el problema, un problema que no le incumbía.
― ¿Hay algo más que deba saber, Jiminie? ―el de cabellos mentas tomó la mano del contrario por sobre la mesa dándole apoyo, como su mayor tenía una idea de saber por lo que Jimin pasaba, pero las visiones que este tenía en aquel momento no le permitían ver con exactitud cual era el afán del rubio.
― Sí, h-hyun... J-Jin hyung e-él-
― Jimin respira ―pidió el mayor tomando con fuerza su mano y enviando la mayor calma posible para que no perdiese el juicio debido a aquel cuerpo tan frágil.― Aún tenemos toda la mañana para hablar, ¿de acuerdo? No te apresures, no te fuerces. No conoces este nuevo cuerpo que tienes, toma las cosas con calma
Jimin hizo lo que le fue ordenado, logrando sentir calma pese a las visiones que no paraban de rondar su mente, nunca antes le fue tan complicado organizar sus pensamientos y separarlos de sus visiones, pero ahora todo se revolvía hasta el punto de volverse borroso.
De volverse gris. Tan sombrío como las tinieblas. Tan manchado como el pecado.
― Esto traerá consecuencias pero debo contarle. Desde que llegué, m-mis visiones no p-paran ―confesó el rubio con ojos cerrados, por algún motivo, de esa forma podía encontrarse a sí mismo, estaba seguro que al abrir sus ojos no vería nada más que manchas negras.― Jin hyung es quien aparece primero, él bajó dejando solo el Santuario y una nueva luz emergió ―habló con calma, no era la voz de su cuerpo quien hablaba. Era la voz de su luz rogando por se ayudada y atendida.― Jin al bajar no tenía cuerpo humano, tampoco se había transformado en medio del Santuario como todos hicimos, él solo bajó con su aura tan pura, perfecta y desbordante de amor hacia las tinieblas. La luz magenta hizo un pacto de almas con una sombra, pero puedo jurar que se sentía como uno de nosotros ―admitió frunciendo su ceño aún con ambos ojos cerrados.― Se sentía como un ser puro pero corrompido por los pecados banales, igual que Taehyung... Taehyung, él...
― ¿Qué pasa con Taehyung, Jimin?
El rubio tembló en su puesto tomando con fuerza la mano de su maestro con fuerza. Era demasiado para lo que su cuerpo podía soportar, debía canalizar sus sentimientos, por ello unió su amarillenta luz con la de color menta, así podría obtener la paz y calma que necesitaba para continuar.
― Taehyung está bajo un efecto de las sombras y Jin hyung es consciente de ello, es parte de su trato ―confesó.― Si no intervenimos ahora, pueden resultar mal las cosas, no solo para ellos, sino para todos contando cada ser con vida en los ocho planetas. Ya no habrá un Sol y tampoco una Luna, todos nos convertiremos en esclavos de la oscuridad. Mis visiones no tienen más rastro de Jin hyung luego de todo eso... P-Pero, somos inmortales, ¿no? ―inquirió Jimin con miedo, tenía entendido que sus almas podían ser corrompidas pero jamás aniquiladas.
― Lo son ―confirmó trayendo más calma a su ser.― Si es que preservas tu alma
― Entonces, T-Taehyung-
― Sí, Taehyung corre riesgo de morir
Yoongi suspiró, no podía negar que aquello le traía cierta tristeza, era su dongsaeng, el más consentido y el más afectado en todo el Santuario. Era mucha información para procesar, ¿Por qué Jin haría un pacto de almas con una sombra? ¿Qué era eso de la luz corrompida? De ser todo eso cierto, entonces aquella luz tuvo que haber estado en el Santuario, de ser así, ellos la hubiesen visto, ¿No es cierto? Pero, ¿Cómo se corrompía una luz en un lugar tan puro como lo era el Santuario Divino?
Habían tantas preguntas, pero ninguna tenía respuesta aparente, por ahora.
― Hyung, aún hay solución, todo esto puede prevenirse ―anunció descansando su cabeza en las palmas de sus manos que se posaban sobre sus ojos aún cerrados.― Cuando vi a Taehyung, una nueva visión se mostró
― ¿Cual es la solución? ―quiso saber aún confundido, no sabiendo bien cómo preguntar.― Las visiones son pequeños momentos en un futuro incierto que te son permitidas ver, ¿crees que somos capaces de cambiar el destino? Jimin, es imposible cambiar lo que ya está escrito
Yoongi no aceptaba la derrota, por supuesto que no, sólo pensaba las cosas como realmente deberían. A esas alturas y con el futuro de toda especie viva en sus manos, no podían relajarse a pensar en algún otro acontecimiento o ilusionarse con falsas esperanzas.
― Es cierto, hyung, no podemos ―admitió.― Pero si nos quedamos de brazos cruzados todo eso ocurrirá, si me permitiera explicarle, tal vez pensara las cosas con diferencia, ¿no cree?
― Bien, dime lo que tengas en mente, pero no podemos perder más tiempo, Jimin. Nuestras vidas penden de un hilo
― No hemos perdido tiempo, hyung, ¿o le parece una tontería lo que le acabo de contar? ―preguntó con obviedad, sabiendo que la paciencia del contrario comenzaba a fallar.― ¿Le parece una tontería nuestro destino? El destino de todos es importante, fuimos creados para cuidar a cada ser viviente que habita en los ocho planetas, así que le agradezco que no pretenda pasar por menos la vida de nadie solo porque usted es un Dios
Jimin había escupido aquellas palabras con tanta normalidad, como si hablasen sobre pinturas de pared o de tapicerías para autos, lo había dicho todo con tanta calma.
Calma que para Yoongi fue recibida como piedras, no sabía de donde Jimin sacaba todo aquello, sin sus vidas las demás no podrían funcionar como siempre lo habían hecho.
Sería diferente.
― Debemos encontrar a la luz dorada ―habló Jimin nuevamente.― El Dios dorado podrá conseguir despertar al Dios puro. No sabemos como es él, pero puedo asegurar que es el único capaz de evitar la guerra campal que se desbordará.
― J-Jimin, pero tu luz es-
― Hyung ―cortó el rubio rápidamente.― Sé que no puedo leer su mente como usted hace con la mía; pero no, yo no soy esa luz de la que tanto hablan en las historias. Mi luz es amarilla y así se quedará por mucho que quiera cambiarla
Yoongi solo sonrió de medio lado, aunque las circunstancia fuesen las peores, Jimin al fin había aceptado parte de su destino.
― Hay una nueva era, hyung ―el rubio tomó la mano ajena nuevamente entre las suyas intentado darse apoyo a sí mismo con ello.― Mis visiones no me permiten ver mucho más que a Taehyung, él tampoco sabe nada de esto y lo mejor es que lo vea por su cuenta, no podemos tentar más al destino
― ¿Qué es lo que logras ver de Taehyung?
― Sabemos que Taehyung no es un Dios común desde su nacimiento, él puede ser considerado como un Dios... ¿Distinto? ―inquirió no sabiendo como explicar aquello.― El punto es que sus poderes se desarrollarán cuando tenga el más mínimo contacto con su maestro, puede ser un cruce de miradas. Una vez lo vea, sus poderes comenzarán a mostrarse sin necesidad de pasar realmente por un entrenamiento como lo hicimos nosotros mismos ―afirmó con seriedad.― Los poderes de Taehyung son especiales, por lo que sé, no son iguales a los nuestros, los de él son...
― Imperfectos ―susurró el de cabellos mentas.
― ¿Eh?
― Sí ―volvió a afirmar encontrando más sentido a su teoría.― Nuestros poderes son perfectos Jimin, no hay error en ellos. Pero Taehyung, él los manipula a su antojo y-
― Hyung, nosotros también lo hacemos ―cortó Jimin cerrando sus ojos con más fuerza.― Lo hacemos a nuestra propia voluntad
― Pero para hacer el bien y nada más. ―habló el peli menta nuevamente.― Taehyung lo hace a su conveniencia, y no pretendo decir que es un mal Dios porque cada trabajo asignado lo ha hecho a la perfección; tomando en cuenta que aún no sabemos con exactitud cual es su verdadero poder otorgado como Dios
― Sus poderes, él los comenzó a usar recientemente ―musitó el rubio.― Pero no parecía ser consciente de ello, entonces ¿cómo los usaría a su conveniencia?
Yoongi había pensado en ello desde que Jimin le había dicho que los poderes del menor emergía una vez tuviese contacto con su maestro. En el Santuario ya los usaba aunque realmente no tuviese idea de ello, eso quiere decir que ya había tenido contacto con alguien fuera de él y no había consultado con sus luces mayores.
― Taehyung encontró a su maestro desde hace mucho, Jimin ―anunció el mayor.― Tal vez en el santuario no fue consciente de ello, pero una vez llegamos a la Tierra si lo fue, él usó sus poderes conmigo para que le contase el porqué de todo esto. Una vez tocamos la Tierra, Taehyung dejó de ser inocente. Él aún no tiene idea de quien es su maestro pero pudo verlo
Jimin abrió sus ojos al fin intentando concentrarse en algún punto de todas aquellas manchas negras que adornaban su vista.
― Él no está muy lejos, tal vez si le encontramos podamos recolectar pistas para este rompecabezas, ¿no cree hyung?
La luz menta no quiso escuchar realmente las palabras del contrario, toda su atención estaba puesta en los ojos del rubio que vagaban de un lado a otro sin rumbo, como si no estuviesen allí.
― Jimin, mírame
― Hyung, n-
― Jimin ―volvió a llamar pero en un tono más fuerte.― Necesito que me mires
El rubio sabía que su hyung estaba en frente de sí, por lo que rodó sus ojos hacia adelante, sin captar nada realmente.
― Mis ojos Jimin, mira mis ojos ―ordenó escuchando como el contrario soltaba un intenso suspiro, cerraba sus ojos nuevamente y bajaba su cabeza derrotado.
― N-No puedo, hyung ―musitó.― No logro ver nada más que manchas negras
― Pero, ¿cóm-
Antes de que Yoongi quisiera hablar, Jimin se adelantó no queriendo alargar o añadir más drama al asunto.
― A-Al inicio le conté que esto tendría sus consecuencias, hyung, p-por desgracia todo resultó en contra mis ojos ―recordó el menor con ceño fruncido.― Solo... Solo debemos solucionar el problema de Taehyung, esto no importa ahora
Yoongi sabía a lo que se refería el más bajo, era un cuerpo, no pretendía vivir siempre en él pero aún así era de importancia aunque el rubio quisiera negarlo, eso afectaba a sus visiones.
Cada Dios sabía las consecuencias que traerían bajar a la Tierra, era como un pequeño infierno totalmente impredecible; pero ellos lo quisieron así, ellos aceptaron tomar las consecuencias por muy terribles que fuesen.
" ... La realidad no es siempre lo que ves o escuchas... "
― Hyung, sé que no está muy conforme con esto pero Taehyung es más importante ahora, yo-
― Taehyung ya no es un niño Jimin ―cortó el mayor con impotencia.― Nadie es menos que nadie ―habló copiando las palabras que el rubio había dicho con anterioridad.― No pretendo decir que dejaré a Taehyung de lado, porque no es así. Pero ahora necesitamos encontrarle una solución a tu problema, puede afectar tu alma, incluso tu vida, Jimin
El rubio asintió, no era algo nuevo para él saber que su mayor se preocupaba, tampoco le era sorpresa el saber que corría riesgo. Lo que sí le afectaba era la forma en la que éste se expresaba de su dongsaeng, a sus ojos, Taehyung no tenía culpa, él no había hecho nada malo.
― Hyung, déjelo ya ¿sí? ―intentó convencer el rubio con una resplandeciente sonrisa, como si hace unos momentos no hubiese perdido su vista por completo.― Regresemos a casa, debo trabajar hoy también
― Jimin, no seguirás trabajando, no puedes
― Para la psicología no necesitas usar tus ojos con exactitud, hyung ―anunció con obviedad.― Además, el poder sentir lo que los demás transmiten y saber sus problemas sin siquiera verlos hacen mi trabajo aún más facil ¿sabe?
Yoongi rodó los ojos, aquello no tenía más solución, Jimin no cedería bajo ninguna costa y aquella hermosa sonrisa plasmada en su rostro no ayudaba mucho en su decisión.
― Regresemos a casa Jimin
■□■□■□■
― Jungkookie ―llamó una pequeña azabache desde el marco de la puerta.― ¿Por qué no vas a estudiar hoy?
Jungkook frunció su ceño extrañado por la pregunta de la pequeña, por lo general siempre se alegraba cada que se quedaba en casa, ¿qué era diferente esta vez?
El mayor dejó el libro de biología a un lado para darle toda la atención a la pequeña quien ahora mantenía un muy pronunciado puchero en sus labios.
― Hoy es mi día libre, Hye, creí habértelo dicho ayer ―anunció viendo como la pequeña se acercó unos pasos más a la cama.
― E-Es que, con papi Baek hoy haría galletas ―recordó viendo a su hermano con un poco de verguenza.
― Hey, pero podemos hacer galletas juntos, ¿no crees? ―le animó con una sonrisa adornando su rostro.― Hace unos días compré unos moldes de gatitos, ¿no te gustaron?
Hye dudó un momento en responder, debía ser inteligente, no quería herir los sentimientos de su hermano bajo ninguna costa, ¡eso no estaba bien! Tampoco quería cancelar su tarde con su papi Baekhyung, no quería que nadie estuviese mal.
― Sí, p-pero ―no sabía como formular las palabras correctas y la sonrisa de su hermano no era de mucha ayuda.― Es que las tuyas salen como las de papá Channy... ―confesó en voz absolutamente baja, pero era lo suficientemente audible para el azabache.
Jungkook recordó entonces aquella tarde en la que Chanyeol y Baekhyung se habían quedado en su hogar y el primero por querer impresionar hizo galletas para todos, pero estas habían quedado bizcosas y un poco saladas.
― ¿Insinúas que a Chanyeol no le salen tan bien las galletas como a Baek? ―inquirió juguetón aún sabiendo la respuesta.
Vio a Hye asentir mínimamente viendo como sus mejillas se tornaban rojizas.
― Creo que lo llamaré para decirle que su pequeña princesa odia sus galletas y no quiere que venga
El azabache estaba a punto de sacar su celular del bolsillo mientras se sentaba mejor sobre el colchón cuando Hye sin pensarlo dos veces, saltó encima del regazo de su hermano para detenerle.
― ¡No Jungkookie! ¡No lo hagas! ―pidió tomando el celular en sus manos.― L-Luego no me querrá ni me llevará a su casa
Jungkook intentó soportar las risas ante los grititos de su hermana, sabía que Chanyeol la seguiría amando aunque botase su preciada batería.
― ¿Podemos jugar? ―ofreció más como una pregunta y eso hizo que las risas del azabache se escuchasen por todo el lugar.― ¡Sí! Podemos jugar al té ―convenció su hermanita con gran sonrisa mostrando uno que otro dientecito suelto.
Hye corrió fuera del regazo de su hermano para ir a arreglar su habitación con la mesa de centro y ubicar todo de forma perfecta para la mañana de té que tendrían.
Jungkook iba a seguirle, no había otra cosa que le animase más que jugar con su hermana, pero una gran punzada en su cabeza y malestar en el resto de su cuerpo le hizo frenar en seco y regresar a su cama.
Era tan confuso todo, desayunó correctamente y había dormido a la perfección...
Pero claro, todos aquellos pensamientos de autochequeo se vieron esfumados cuando una voz profunda y espeluznante le hizo temblar.
Esa voz se había presentado como la de su luz roja, la cual tenía unos días sin aparecer o presenciarse del todo.
La diferencia con esta nueva luz era que se veía opacada, era grisacea parecía más una sombra que cualquier otra cosa, esta luz le provocaba todo tipo de dolor que jamás imaginó presenciar en su cuerpo, era insoportable.
Todo lo contrario a su dulce luz.
Jeon Jungkook, ahora sí te encontré, al fin.
Aquello había sido más un susurro, lo suficientemente audible como para erizar su piel por completo.
Y así tan bruscamente como había llegado, también se fue, llevándose consigo aquel malestar pero dejando un dolor muy fastidioso en su cabeza.
― ¡Jungkook, a Hoschi no le gusta esperar cuando tiene un día de té! ―anunció su hermanita de regreso a la puerta de su habitación haciendo que el azabache pusiese toda su atención en ella para asentir y seguirle al fin.
Tal vez Hoseok tenía razón y estaba volviéndose loco.
Jungkook pensó que debía ir esa misma tarde con su psicólogo, con suerte le atendería. Realmente estaba perdiendo la cabeza, aquello no pudo ser normal.
Sin embargo, pese a cualquier pensamiento negativo que tuviese contra sí mismo y lo que recién le ocurría, algo dentro de sí quería actuar y hacer algo al respecto. Sentía que tenía una batalla por la cual pelear y ganar.
Pero todo aquello sólo confirmaba sus teorías, estaba jodidamente loco y no quería que su hermana se viese afectada por todo aquello.
"... Aunque todo se torne extraño por momentos, la verdad pronto saldrá a la luz."
Jungkook simplemente no tenía idea de lo que se avecinaba.
¡Hola! ¿Como están? Espero que muy bien. Son 3.6k de regalo porque me iré de viaje prontito por un mes y no podré actualizar.
Les juro que este capítulo me generó un dolor de cabeza TREMENDO, tiene muchas cosas, hay muchas confesiones y todo es confuso hasta para mi.
Admito que este cap era de 5k pero tuve que dividirlo, un cap demasiado largo aburre, supongo. Perdonenme por lo que le hice a Jimin pero no es mi culpa, soy inocente de todo mal.
Espero les haya gustado, si tienen teorías díganmelas que me encanta leerlos.
Les cuento que si unen las letras en negrita, tienen la pista del siguiente cap...
¡Gracias por leer!
❆
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro