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Taehyung estaba seguro de haber caminado todo el edificio unas veinte veces desde que llegó allí, buscaba al jefe estudiantil más no había rastro de él en ningún lugar, ¿acaso se estaba escondiendo? Estaba cansado, sus pies dolían, había llamado a Yoongi para explicarle que posiblemente sangrarían pero él solo se rió y dijo que exageraba.

Sin embargo, Taehyung mantenía el hecho de que sus pies efectivamente sangrarían si seguía caminando, debía toma un descanso.

El pelirrojo de camino a la banca más cercana que vio en aquel pasillo, escuchó voces al otro lado de la pared, iba a dejarlo pasar y seguir caminando pero pudo jurar que la voz de un angel le detuvo, era tan fuerte y cautivadora, tan dulce como la cosa chiquita con envoltorio que le había dado su hyung esa misma mañana.

Taehyung pensó que no estaría mal quedarse, sabía que era malo escuchar conversaciones ajenas pero, ¿y si estabas allí por el tono de voz de la persona y no por lo que tuviesen para hablar? No era tan malo después de todo, no le importaban los asuntos que tenían los terrestres entre sí, solo quería seguir escuchando aquella voz.

― ¿Por qué tardaste tanto al llegar?

― Uh, digamos que Hoseok hyung piensa que tengo un problema mental ―era tan suave que lograba calmar al de rojizos cabellos.― Y pidió una cita para mi en un psicólogo, ¿puedes creerlo?

Escuchó a aquel chico reír, ¡hasta su risa era hermosa!

― ¿Un psicólogo? ¿Para qué? ―inquirió otra voz que supuso ser el acompañante del otro chico.

― N-No lo sé realmente, dice que es porque uso mucha mantequilla de maní para las tostadas de Hye ―mintió la dulce voz.

 ¿Cómo podía saber si era falso o cierto? Ni el mismo Taehyung se lo explicaba, era evidente para él notar el nerviosismo que tenía el chico sobre sí, pero imaginó que era una ventaja más de ser Dios, pero, ¿qué necesidades tenía ese chico para mentir? Las mentiras eran crueles y asquerosas.

Taehyung podía imaginar al chico, si era tan lindo como la dulce melodía de su voz, probablemente lograría ser más apuesto que cualquier Dios del Santuario, pero, ¿sería tan bueno y puro como uno?

Ese pensamiento hizo que Taehyung frunciera su ceño inconscientemente.

― ¿Cómo decías que se llamaba el doctor? Tal vez deba llevar a Hyungwon allí ―bromeó la voz contraria haciendo que ambos chicos riesen.


¿Hyungwon?


Podía jurar por todos los cielos que escuchó ese nombre alguna vez con anterioridad, en el santuario para ser más exactos. Aunque, después de su llegada a la tierra no podía recordar tantas cosas de allí, puede que sea el efecto de ser un Dios defectuoso, no veía otra explicación. Pero sin lugar a dudas, sabía que ese nombre le pertenecía a alguien importante, aunque, no debía ser el único en llamarse así ¿o si? 

Su hyung siempre hablaba de ello, tal vez debería preguntarle cuando saliera de ese edificio, solo había un Dios que conocía la historia a la perfección, por supuesto que era...

― Park Jimin


... Jimin.

No podían estar hablando de la misma persona, Jimin estaba en el Santuario y nadie le avisó que vendría, imposible.

― ¿Cómo es él?

― Ahg, es hermoso ―afirmó aquella voz suave aún inreconocida por el Dios.― Tiene rubio cabello, cuando sonríe sus ojos se achican y por alguna extraña razón me siento muy feliz al entrar al consultorio, tal vez sí deberías llevar a Hyungwon hyung allí...

Taehyung ya no pudo escuchar más pues los pasos de aquellos chicos avanzaban y las voces ya no se escuchaban en el lugar, tampoco le importó mucho el pequeño vacío que sintió, solo le importaba saber del paradero de la luz amarilla, y Yoongi probablemente podría darle una respuesta, ahora solo debía encontrar la salida.

Estaba desesperado, no podía perder más tiempo.


― Hey, bonito, ¿estás perdido? 


Y por la joya más valiosa que mataría al encargado de crear su destino.


 ― No te había visto antes por aquí pero te ves muy lindo ―admitió levantando el mentón del pelirojo con algo de brusquedad, y sonriendo al ver la cara de fastidio que este poseía.―, ¿eres nuevo?

Taehyung rodó sus ojos, ¿realmente es así como los humanos intentan cortejar a otros? Era estúpido, mucho peor que aquellas películas baratas que veían las chicas mientras terminaban tarros enteros de helado, él las había visto desde las nubes y no entendía que era lo fantástico de todo aquello.

Era estúpido y ya.

― No, no estoy perdido ―mintió con tosquedad.― Además, si soy nuevo o no, no es de tu incumbencia. Ahora apártate, tengo cosas importantes que hacer, bonito ―le imitó con sorna para seguir su camino.

O al menos intentar hacerlo porque al mover sus pies la mano del azabache tomó su brazo con fuerza trayéndole y estampándolo, dejándolo acorralado entre su cuerpo y la pared.

― Puedo confirmar haberte visto pasar por aquí unas cinco veces como mínimo. ―confesó, su voz era grave, ronca, pero era absolutamente repugnante para los oídos del Dios.

― De ser así, ese no sería tu problema ―soltó. ― Ahora, suelta mi puto brazo si no quieres que parta esa horrenda nariz que tienes

― ¿Tienes idea de saber quien soy, bonito?

― Un idiota claramente

El chico de azabaches cabellos no hizo más que reír. Al pelirojo se le agotaba la paciencia, realmente necesitaba de Yoongi en todo su esplendor, de lo contrario era capaz de encender al chico en fuego con tan solo un chasquido de dedos.

Taehyung intentó calmarse, por supuesto que lo hizo, no quería causar ningún tipo de daños en aquel lugar y mucho menos ensuciar su imagen en primer lugar, había hecho mucho al responder de esa forma siendo un Dios pero eso no lo tomaba en cuenta, así era el carácter del pelirrojo, explosivo. Pero aquel chico parecía no querer colaborar en el momento, las risas roncamente asquerosas de aquel chico le hicieron sacar de sus casillas. 

¿Realmente tenía la osadía de reírse en la cara de un Dios?

Si hubiese estado en el Santuario, probablemente lo hubiese enviado al lugar de tinieblas sin pensarlo dos veces, pero, ahora estaba allí, cara a cara con ese chico, en su rostro pudo ver qué clase de persona era y sabía sus debilidades. Aún así, Taehyung no podía aprovecharse de eso, no era digno.

― Soy Jeon Jungkook y ten en claro que si quiero algo, lo conseguiré, ¿estamos? ―aunque el chico no estuviese en posición de amenazar, lo hizo, tomando fuerte la cara del pelirrojo con una de sus manos para inmovilizarle.― Tu no serás la excepción, que no se te olvide, bonito

Dicho esto, el chico unió sus labios con los del pelirrojo de forma bruta intentando moverlos por sobre los contrarios, el azabache supo entonces que sus labios eran suaves, eran adictivos, quería más pero el fuerte mordisco propinado por el de piel acanelada le hizo separarse rápidamente, no había sido tan fuerte como para romperle, pero sí para causar un gran dolor y posible inflamación.

Taehyung tenía su ceño completamente fruncido, su cara estaba tan roja como su cabello debido a la ira que sentía, sabía que no era bueno sentir aquello pero a la mierda todo, vio como Jungkook sonreía ladeadamente, como si disfrutase de aquello y esa fue la gota que rebosó sus sentidos. Juntando todas fuerzas que tenía le propinó un fuerte golpe al estómago del azabache.


¿Qué ocurrió? 


Por desgracia, Taehyung ahora chillaba de dolor por su mano, el abdomen del contrario era sumamente duro y aunque pudo haberle hecho un poco de daño, no era tan grande como el que sentía en su mano en aquel momento.


¡Estúpido cuerpo débil!


Las risas del patán tampoco se habían hecho esperar, sí, ese chico estaba allí, riendo nuevamente en su cara.

― Mi hermanita incluso golpea mucho más fuerte que tú, niño bonito ― consiguió decir luego de calmar un poco sus risas.

―Suéltame, idiota ― ordenó el más bajo al sentir las manos contrarias sobre sus hombros.

― No ―anunció, tan imponente como quería aparentar, el deseaba más de aquello que había probado e iba a conseguirlo.― La única forma en que pueda soltarte es si me das un beso, o de igual forma puedo hacerlo yo ―admitió.― Pero tendrá sus consecuencias

Taehyung rió para sus adentros, el desgraciado estaba completamente loco y su paciencia había sobrepasado un punto límite.

― De acuerdo ―confirmó el pelirrojo haciendo que el chico le viese con sorpresa, sus ojos llegaron a los contrarios, justo lo que había querido.― Vas a soltarme, maldito imbécil ―ordenó a la par en la que sus ojos se aclaraban.― Luego te desvestirás de camino al campus y darás veinte vueltas estando completamente desnudo, ¿estamos? ―completó copiando un poco las palabras que este mismo le había dicho momentos atrás.

El azabache no hizo más que asentir, soltando sus brazos rápidamente y saliendo a la puerta trasera del pasillo mientras quitaba su camiseta y demás prendas en el camino.

Taehyung no había prestado atención nuevamente a aquel chico quien se hacía llamar Jeon Jungkook, tenía cosas verdaderamente importantes que hacer. Debía conseguir al jodido jefe estudiantil y luego ir con Yoongi a preguntar por el paradero de su otro hyung.



■□■□■□■



― Yoongi hyung, ya llegue ―anunció fuerte el pelirrojo mientras se dejaba caer en aquel nuevo sofá color vino de tres piezas.― ¡Yoongi hyung, tengo mucha hambre! ―gritó con más fuerza, realmente aquel cuerpo le exigía mucho por tan poco trabajo hecho.― ¡Yoongi hyung!

― Taehyung ― llamó apaciblemente el de cabellos mentas al salir del pasillo directamente a la isla de la cocina.― Creo que si no fuese el Dios de la paz y tranquilidad no estarías vivo

El pelirrojo abrió sus ojos de par en par sorprendido por la declaración del mayor.

― Hyung, creo que su cuerpo pecador le hace mucho daño a su sana aura ―confesó mientras tomaba un tazón de frutas que el mayor tomó del mesón y había extendido para él.

― Y bien, ¿Qué tal el día? ―quiso saber mientras se sentaba junto al pelirrojo.

― Edstuvo mud dado fiun ―habló con la boca llena de distintas frutas, pero al ver la cara de reproche de su hyung decidió tragar primero para así continuar.― Estuvo muy raro, escuché un par de nombres que me dejaron pensando, hyung

― ¿Cuáles nombres?

Mientras Yoongi forzaba a esconder su sonrisa porque claramente ya tenía una idea de que iba el chico, Taehyung por otra parte forzaba su mente a recordar, pero solo recordaba la melodiosa voz del chico, más no sus palabras con exactitud.

Fue entonces cuando odió una vez más a su estúpido cuerpo por no poder recordar cosas a largo plazo.

― Ya no recuerdo, hyung, pero si lo hago le diré ―confirmó con sus mejillas abultadas mientras se levantaba del sofá para ir a la cocina.

Yoongi se arregló mejor en su puesto para ver aquel espectáculo.

― Hola Jimin hyung ―saludó el menor al ver que el rubio salía de la cocina.― Ah, hyung ya recordé el nombre, era-

Taehyung había entrado en una especie de trance cuando vio al rubio parado en frente de sí, el tazón de frutas calló al suelo y las risas de ambos mayores se hicieron presentes.

― ¡Park Jimin! ―gritó el pelirrojo para saltar en brazos de éste, cerrando sus piernas en la fina cintura del contrario.― ¡Te extrañé muchísimo! ―lloriqueó mientras repartía besos en todo el rostro de su mayor.

Había pasado sólo un día desde que no se veían, pero eso realmente era mucho para ellos quienes jamás en su vida se habían separado ni para beber agua.

― Yo igual a ti, TaeTae ―susurró el rubio caminando hasta los sillones para sentarse allí aún con el menor en brazos.― Eres todo un bebé muy lindo, Taehyung

El aludido se sonrojó en demasía mientras escondía su carita en medio del cuello y hombro del mayor quien reí enternecido al ver las mejillas tan rojas del chico.

Yoongi salió del salón para darles privacidad, después de todo eran Taehyung y Jimin.

― ¿Pasó algo hoy? ―inquirió el mayor acariciando los rojizos cabellos contrarios al sentir que estaban completamente solos en aquel lugar.

― N-No hyung ―titubeó aún escondido en el cuello del mayor.

― Taehyungie, sabes que no puedes mentir aún estando aquí ―reprochó en tono suave para no alterarle.― Puedo leerte Tae, pero prefiero que tú mismo me cuentes lo que pasó.

― Discutí con un chico en la universidad ―confesó, siendo su voz amortiguada en la piel del rubio.― Él era muy irritante y tal vez le hice hacer algo que no debía

Jimin cerró sus ojos con fuerza, podía sentir el aura de Taehyung no estar completamente pura, eso era un gran problema.

― ¿Qué hiciste?

― Uh... J-Jimin hyung-

― Taehyung, mírame por favor ―pidió haciéndole salir de su escondite.

Taehyung le miró estando completamente avergonzado de sí mismo, sabía que había hecho las cosas mal pero ese chico aniquiló su paciencia.

― No está mal lo que hiciste, ¿bien? ―aclaró el rubio haciendo que la sorpresa en el rostro contrario fuese palpable.― Los Dioses aveces debemos castigar. Aunque no fue la mejor manera de hacerlo, el chico se lo merecía ―admitió viendo como el nerviosismo salía del sistema del menor.― El problema está en lo que él hizo, tu aura necesita ser purificada, Taehyung

El susodicho bajó su rostro, se sentía como un completo tonto, no había pensado en ello antes ¿cómo fue capaz de no haber actuado con anterioridad?

― Tiene solución ―animó el rubio.

― N-No Jimin hyung, por ahora no ―recordó el menor sintiendo como los brazos del mayor le cerraban en un suave abrazo.― No estamos en el Santuario y no pienso regresar

Jimin ya suponía eso, sin embargo, él había leído suficientes libros en todos sus años de vida, sabía lo suficiente como para arreglar aquello y jamás olvidaría aquel libro que encontró en la sección de restauramiento espiritual, esperaba que aquello funcionase o que se mantuviese al menos hasta que regresaran al Santuario

― Sé de algo que podría funcionar, Taehyungie ―musitó consiguiendo la atención del chico que estaba a horcajadas sobre él.― Pero debes confiar en mi

― Lo hago, hyung ―confirmó sin dudar el pelirrojo.

― Cierra los ojos ―pidió suavemente.

Taehyung de inmediato los cerró, él confiaba plenamente en su hyung y sea cual sea el remedio, él aceptaría.

Jimin entonces recordó cada paso escrito en el libro, lo primero que hizo fue tomar el rostro del menor entre sus manos para besar ambas mejillas del chico viendo como estas se teñían de un intenso rojo haciendo sonreír al de rubios cabellos.



''Siempre tan puro, ojalá fueses igual de inocente como aparentas, Taehyung''


¿Qué eres?



Jimin siguió trazando besos hasta su frente viendo como el pelirrojo apretaba con fuerza sus ojos, luego bajó a su mentón dejando un pequeño beso allí también.



''Buena pregunta, TaeTae. 

Soy aquello que no desearás haber conocido nunca.''



Jimin se detuvo entonces al ver como el pelirrojo temblaba, por mucho que quisiese negarlo, sabía lo que ocurría en la mente del contrario y solo faltaba un beso más para completar el restauramiento de su aura, pero al ver aquella lágrima salir de los ojos aún cerrados del menor, no pudo hacerlo.

El rubio no se explicaba cómo pero le era imposible, tal vez ya era tarde para ello y realmente debían volver al santuario aunque el menor lo negase muchas veces.

No viendo más solución, Jimin abrazó con fuerza al de rojos cabellos y le arrulló, intentando transmitir cada sentimiento de felicidad a su cuerpo, lo necesitaba y aunque tuviese que pasar el resto de su vida con él, lo haría.

― Todo estará bien, Taehyungie ―prometió aunque las posibilidades fuesen pocas.

Yoongi quien se encontraba completamente ajeno a lo que sucedía, veía todo con ternura, regañándose internamente por no haber grabado aquel momento tan hermoso entre ambas luces, porque sí, él veía como el alma de cada luz se entrelazaba y también creía en la leyenda. En definitiva aquellas luces habían sido creadas para estar juntas hasta la eternidad.



Todos en aquel salón ignoraban una cosa, el pensar con cabeza fría, en las nubes todo era distinto porque eran luces y no estaban vueltos en un cuerpo tan complejo como era el del ser humano, por lo mismo se dejaron llevar por los sentimientos y no vieron más allá del problema.

Taehyung realmente había sido victima de lo que era un encantamiento de las sombras, con el más mínimo toque de labios podían ser capaces de crear un vínculo como lo tenían las luces entre sí.

Quien le habló a Taehyung no era más que el mismo líder de las sombras.

Jimin tuvo razón en su momento, se podía restaurar un aura al seguir los pasos del libro, pero olvidó un gran detalle.



''... Solo será capaz de realizarse si es tu compañero predestinado quien lo hace, ni los Soulmates tienen el poder suficiente para hacerlo aunque estos sean compañeros de vida, destinados a vivir junto a ti hasta tus últimos días. La restauración hecha por dos luces es un pacto sagrado, debe ser llevado a cabo por la luz guía del afectado,de no ser así, sus síntomas empeorarán hasta consumir el débil cuerpo humano...''



Tal vez si Jimin sellaba aquel pacto, podría ser él quien sane al pelirrojo, pero para ello debía dejar de acobardarse y aceptar cada uno de los sentimientos que habitaban en él cuando le veía llorar o reír.

Necesitaba sincerarse consigo mismo, debía dejar de mentirse a diario o de lo contrario su alma y santidad también se desvanecerían.



Les traje 3k de palabras, ¿me felicitan? nomentira. Vengo a AGRADECERLES PORQUE SOMOS 1.7K DE VISTAS LOS AMOO.

¿Les dije que amo el vmin? Porque lo amo mucho, de hecho si les gusta pueden ver el nuevo fic vmin que subí- ah re pesada


Ya en serio, me gustaría que me dijesen sus opiniones acerca de este cap, realmente me gustó escribirlo, creo que aquí pueden apreciar como es la actitud de Taehyung en su totalidad siendo humano, no se confundan, LAS COSAS NO SON LO QUE PARECEN.

 Por favor, tomen en cuenta los detalles.

El cap solía ser de 1.2k pero lo alargué a 3k porque lo escribí de madrugada y a esas horas el drama se enciende en mi, perdonenme.


Le dedico este cap a @ArepitAsiatica porque ha estado súper pendiente por las actualizaciones y siempre la veo votando en mis notis, gracias.


¡Gracias por leer!

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