Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2

—Creo que te envidio. —Park Sunhee, mi amiga de la infancia toma un largo trago de cerveza.

Sorpresivamente había llegado a la hora a nuestra pequeña reunión mensual, esa en la que nos contamos todo lo que va sucediendo en nuestras vidas. Ella es prácticamente la única amiga que tengo, puesto que nunca he sido demasiado sociable y se me dificulta hablar con el resto. Agradezco mucho haberla conocido en la secundaria.

Sunhee vuelve a llenar su vaso después de haberse bebido todo el contenido. Esta vez va especialmente rápido, es su décimo vaso en una hora.

—¿Por qué no puedo encontrar a mi príncipe azul? —continúa lamentándose—. ¿Te había dicho que una de mis amigas de la universidad se va a casar con el mismísimo Min Yoongi? Y tú ahora estás trabajando con Kim Taehyung. ¿Por qué no me puede pasar eso a mí? —tira su cabeza hacia atrás y comienza a lloriquear.

Miro a mi alrededor, pero nadie en el bar parece prestarnos atención, lo cual agradezco porque me da vergüenza ajena.

—No me envidies, Kim Taehyung es un tipo bastante extraño. No te recomiendo trabajar con él —doy un trago a mi cerveza—. Y deberías dejar de pensar que encontrarás un príncipe azul, eso no existe.

El rostro de Sunhee se ilumina de repente.

Unnie, hablando de príncipe azul, ¿cómo está Seohyuk? ¿Ya te pidió matrimonio?

Suspiro. En realidad, esta chica no tiene remedio.

—Creo que, por ahora, estamos bien así. Vamos a cumplir un año viviendo juntos.

Me llevo nuevamente el vaso a los labios.

—¿Y no se molestó porque tienes que grabar escenas de besos con Kim Taehyung?

Cuando termino de escuchar su pregunta siento cómo la cerveza se va por el lado contrario y me ahogo. Inmediatamente comienzo a toser de forma compulsiva y me aseguro de bajar el rostro porque siento que se me está poniendo rojo.

—No hemos hablado precisamente sobre eso —digo después de semejante ataque de tos, con la voz un poco ronca—, pero Seohyuk confía en mí, de eso estoy segura.

—¿No temes enamorarte de Kim Taehyung?

—Ya te dije que es un tipo extraño.

—Entonces, si no te interesa, ¿me lo podrías presentar?

Casi pongo los ojos en blanco.

—Amiga, creo que el alcohol te está haciendo demasiado efecto. Quizás deberíamos volver temprano a casa —busco mi billetera dentro del bolso y saco un par de billetes para pagar el alcohol—. Yo invito hoy. Vamos.

A duras penas la llevé hacia la calle y la subí a un taxi, no sin antes pedirle que me enviara un mensaje cuando llegara a casa. Por un momento me quedo mirando a mi alrededor. Estoy en pleno barrio de Itaewon y no quiero irme todavía, pero no quiero estar sola. Tampoco tengo a nadie a quien invitar, así que me apresuro a tomar otro taxi para volver a casa.

Cuando llego están todas las luces apagadas y no puedo evitar sorprenderme. Es tarde, pero no tanto como para que Seohyuk se haya quedado dormido, y además es extraño que no me espere despierto. Me quito los zapatos a la entrada y camino hasta la cocina para servirme un vaso de agua, pero no alcanzo a llegar porque en el trayecto, al pasar por el comedor, me encuentro con unas velas rojas prendidas en la oscuridad y a mi novio sentado en una de las sillas junto a la mesa.

—¿Qué tal, cariño? —pregunto con una sonrisa, admirando la decoración que había armado.

La oscuridad nos envuelve y la única luz es la llama de aquel par de velas sobre la mesa. La piel de Seohyuk refleja destellos amarillentos y sus ojos brillan aún más. Me responde con una sonrisa y se acerca lentamente a mí.

—Llegaste antes de lo que pensé —admite con una risa—, pero gracias al cielo pude montar todo temprano. Quería sorprenderte.

Mi sonrisa se amplía y me acerco hacia él, eliminando completamente la distancia entre nosotros. Todo lo que puedo ver son sus lindos ojos oscuros.

—Y también quería darte esto —mete la mano en el bolsillo de su pantalón y saca una cajita aterciopelada.

Me quedo estática en mi lugar, sintiendo los latidos de mi corazón apoderarse de todo lo que pudiesen llegar a escuchar mis oídos, y trago saliva cuando veo que la abre y dentro reluce una hermosa sortija. Es sencilla, nada estrafalario, pero es perfecta para mí. Mi novio sabe muy bien mis gustos.

—Seo Moon, ¿quieres casarte conmigo?

Mi mirada viaja desde la brillante sortija hasta sus ojos. Me ve con intensidad y no puedo evitar quedarme sin aliento. A pesar de sentir mi corazón saltando como loco en mi pecho, una sonrisa comienza a formarse en mis labios y asiento frenéticamente con la cabeza.

—¡Sí! Por supuesto que quiero.

Seohyuk me regala una radiante sonrisa de vuelta y toma la sortija para encajarla en mi dedo anular de la mano izquierda. Me quedo embobada mirando el brillo de la pequeña gema color blanco.

—Tenía pensado proponértelo hace unos días, pero llegabas demasiado cansada del trabajo —explica, rascándose la nuca con la vista gacha.

Me pego completamente a su cuerpo y le tomo de las mejillas para estampar un beso en sus labios. Un beso lento y profundo, que no duda en corresponder tomándome por la cintura con cuidado. Nuestros cuerpos comienzan a avanzar lentamente hasta nuestra habitación, donde me recuesto sobre la cama y él se sube sobre mí, sin aplastarme. Sus caricias sobre mi cuerpo son tan cuidadosas que me siento como una muñeca de porcelana y mi corazón se hincha de amor cuando me posee de forma cuidadosa, demostrando su amor por mí en cada acto. 

· · • • • ✤ • • • · ·

Camino por los senderos oscuros del hospital y me detengo cuando veo una silueta a lo lejos, sentada sobre una banca. Me acerco lentamente. Es el primer día que me dejan salir a caminar sin ningún acompañante, aunque debo seguir usando el cuello ortopédico.

—¿Sueles venir mucho aquí? —pregunto con la voz más suave que tengo para no asustar a Lee Hyejoon.

El chico se voltea levemente hacia mí y me regala una pequeña sonrisa.

—Me gusta venir a pensar —responde.

Se corre un poco hacia el lado para que pueda sentarme junto a él y no dudo en hacerlo. Miro su perfil mientras él se dedica a mirar el cielo estrellado.

—¡Corte! —el director Hwang da la orden.

Relajo completamente mi cuerpo, sin haberme dado cuenta de que estaba tenso.

—Esto no está saliendo del todo bien —se masajea las sienes—. Seo Moon-ssi, Kim Taehyung-ssi, ustedes tienen menos química que Natalie Portman y Hayden Christensen en Star Wars. Incluso peores que Dakota Johnson y Jamie Dornan.

Miro de reojo a Kim Taehyung, que acaba de posar sus ojos sobre mí y no puedo evitar hacer una mueca ante las palabras del director. Suelto un suspiro y bajo la vista hacia mi regazo, donde tengo las manos entrelazadas.

—Seo Moon-ssi —me llama el director e inmediatamente levanto la vista—, nombra algún drama o película de amor que yo haya grabado donde la pareja principal no haya tenido química.

Mis ojos viajan desde su rostro hasta el suelo, intentando pensar en alguna respuesta, pero por más que rebusque en mis pensamientos, no llega nada.

—Exacto, no hay —niega con la cabeza, siguiendo su molesto monólogo—. Debes esforzarte más, de lo contrario me veré obligado a cambiar de actriz.

Mi boca comienza a abrirse lentamente ante lo que acaba de decir y mi expresión de horror no tarda en aflorar en mi rostro.

—Tomémonos un descanso, gente. Nos vemos en veinte minutos.

Tras las últimas palabras del señor Hwang me levanto y camino lo más rápido hacia los baños del hospital donde estamos grabando esta escena. Me encierro en el primer cubículo y me siento sobre el inodoro. Quito con rabia el cuello ortopédico y lo tiro al suelo. Contengo las ganas de pasarme las manos por el rostro y el cabello para no darle más trabajo al equipo de estilismo, así que sólo cierro los ojos con fuerza y aplano los labios para ahogar un grito que quiere salir de mis labios.

¿Por qué todo lo negativo va hacia mí? ¿Por qué nadie le dice algo malo a Kim Taehyung?

¿Es porque es famoso?

Como la rabia sigue latente en mi cuerpo, golpeo con el puño la pared del cubículo. Un agudo grito sale de mis labios cuando me duele mucho más de lo que pensé.

—Seo Moon-ssi, ¿estás ahí? —una voz se hace presente en el baño.

Sostengo mi mano y un jadeo sale de mis labios sintiendo que el dolor no disminuye con cada segundo que pasa.

La puerta del cubículo es tocada tres veces. Unos golpecitos tímidos que me obligan a abrir de inmediato la puerta, dejando ver al otro lado a una pequeña chica de lentes que al momento que nuestros ojos se encuentran ve el suelo de manera nerviosa. Kang Jinseo.

—¿Estás bien? —pregunta al momento que ve que sostengo mi mano.

Asiento con la cabeza.

—Sólo me golpeé —explico, forzando una sonrisa.

Se queda unos segundos parada frente a mí, sus labios se mueven de forma nerviosa, como si quisiera decirme algo, pero simplemente no pudiera salir de su boca. Aprovecho para levantarme de mi lugar y caminar hacia los lavamanos. La chica me sigue con la mirada y finalmente se decide a hablar cuando nuestros ojos se encuentran a través del espejo.

—No creo que lo estés haciendo mal —cuando termina de hablar su mejillas se ponen rojas y baja la vista a sus manos.

Sonrío a medias y me volteo a verla.

—Gracias.

Ojalá el director Hwang pensara lo mismo, pero cada día siento que lo hago peor, independientemente de si me esfuerzo el doble o triple. Este trabajo acabará con mi salud mental.

—Deberíamos volver —sugiero.

Jinseo asiente con la cabeza y recoge el cuello ortopédico que dejé tirado antes de seguirme. El viento nocturno está fresco, pero me golpea el rostro con suavidad. Me abrazo a mí misma mientras camino al lado de la única persona que me ha dado ánimos, intentando entablar una conversación sin tener éxito. Cuando llegamos donde están todos se acerca otra chica y me ofrece un vaso de poliestireno con té caliente y una chaqueta negra con el logo de mi empresa bordado.

Me quedo parada a unos metros de todos junto a Jin-seo, ambas en silencio y me encargo de esconder mi enrojecida y adolorida mano dentro de mis bolsillos. De repente, el cuerpo de la chica se tensa y se remueve nerviosa en su lugar mirando un lado en específico. Sigo su mirada y no me sorprendo de encontrar a Taehyung con sus ojos clavados en nosotras.

—Es un tipo demasiado extraño —susurro a Jinseo cuando veo que él emprende camino a nosotras.

No me responde nada, pero puedo ver cómo su pequeño cuerpo comienza a temblar levemente.

—Si quieres huir, este es tu momento —sugiero.

Con una reverencia de cabeza se aleja inmediatamente de mí, casi al mismo tiempo que Kim Taehyung llega frente a mí.

—Oh, sunbae, espantas a la única amiga que he hecho aquí —mis ojos se clavan en los suyos y hago una mueca con los labios.

Su rostro no muestra ninguna expresión.

—¿Qué te pasó en la mano?

Le doy un sorbo a mi té y aparto la vista a cualquier cosa que no sea él. ¿Cómo mierda se dio cuenta de que tengo algo en la mano? Decido ignorar su pregunta en vez de soltar algún comentario irónico porque no nos conocemos y podría enojarse, sobretodo porque soy menor que él y debería tenerle respeto.

—Cuando saliste del baño la sujetabas como si te doliera.

Mis ojos van con pesar hacia su rostro. ¿De dónde salió este psicópata de mierda?

—Me golpeé.

—¿Te golpeaste el puño?

Pestañeo un par de veces, mirándolo directamente a los ojos. Aplano mis labios y giro mi cuerpo hacia otra dirección, dando por terminada nuestra conversación. Vuelvo a tomar del vaso.

—No te agrado, ¿verdad?

Quiero poner los ojos en blanco. ¿No entiende la indirecta o qué? Mi cabeza se gira hacia él lentamente y levanto levemente una ceja.

—¿Qué te hace pensar eso, sunbae?

—Intuición.

En ningún momento ha despegado sus ojos oscuros de mi rostro y comienza a ponerme nerviosa. Quito mi mirada y la fijo en el vaso de té en mi mano.

—Como sea —continúa—, deberíamos llevarnos bien para poder mejorar nuestra dinámica en cámaras.

— Excelente idea, sunbae —ahora no puedo evitar que el sarcasmo se apodere de mi frase.

Inmediatamente me arrepiento. Kim Taehyung podría ofenderse y terminaría por cagarla aún más.

Cuando pienso que está a punto de irse por mi insolencia, busca mi mirada con su cabeza, poniéndola justo frente a mis ojos.

—Hablo en serio, no me gustaría que cambiaran a mi compañera.

Habla con tanta seriedad que casi se me erizan los vellos de la nuca. Trago saliva cuando su rostro impasible desaparece de mi campo de visión para volver a su antiguo lugar, muy lejos de mí. Doy un último sorbo a mi vaso y lo boto en un basurero cercano. ¿Qué le importa a Kim Taehyung que cambien su compañera? Después de todo, todos lo consideran un buen actor y gracias a eso podría desarrollar bien su papel con cualquier actriz.

—Cinco minutos para retomar —la voz del director se pronuncia—. Comenzaremos cuando Park Yuyeong se sienta junto a Lee Hyejoon.

Me quito la chaqueta y una chica del equipo me la recibe. Inmediatamente llega Jinseo y me pone el cuello ortopédico. Me dirijo a mi puesto en la banca, justo al lado de Kim Taehyung, que me sigue mirando fijamente.

¿Cómo se supone que actúe como una chica tímida y linda estando junto a este idiota?

Podría ser peor. Podría ser un enfermo o un acosador sexual. Podría ser peor, Moon.

—¿Todavía te duele? —pregunta, mirando mi mano todavía enrojecida

La escondo detrás de mi cuerpo.

¿Qué te importa?

—No.

—Podemos hacer esta escena bien, Seo Moon-ssi —dice después de un par de segundos de silencio—. Es trabajo en equipo. ¡Fighting!

Forma un puño con su mano derecha y lo agita suavemente en señal de aliento. Por primera vez desde que lo conocí puedo ver un atisbo de sonrisa en sus labios, que no llega a concretarse.

Fighting. —repito, casi sin ánimos.

—¡Veinte segundos! —grita el director.

—Intentemos establecer más contacto visual —propone Taehyung—. Aunque Yuyeong es tímida, no quedaría muy bien —frunce ligeramente el ceño.

¿Por qué ahora quiere ayudarme?

—Lo resolveré —respondo inmediatamente.

El director Hwang comienza a contar de forma regresiva y llegan los estilistas a arreglar nuestros peinados para que luzcan naturales. Tomo aire profundo y lo suelto lentamente.

—¿Y en qué piensas? —le pregunto cuando ya ha iniciado la escena.

Lee Hyejoon gira levemente la cabeza para mirarme directamente a los ojos, con una pequeña sonrisa en los labios. Pestañeo un par de veces y bajo la mirada hacia mis manos, intentando mostrarme un poco nerviosa.

Unos dedos cálidos se posan sobre mi mentón y me obligan a levantar la mirada. Abro un poco los ojos, totalmente impresionada, sintiendo una extraña corriente eléctrica recorriendo mi cuerpo, de arriba hacia abajo. Esto no es parte del guion. Inmediatamente me encuentro con sus oscuros ojos que me observan ligeramente divertidos y mi corazón comienza a latir como loco. Casi siento mis manos temblando.

—¿No piensas que la luna está hermosa, Park Yuyeong-ssi? —su voz profunda sale casi en un susurro.

Miro por última vez sus ojos antes de gire suavemente mi cabeza en dirección a la luna. Lo miro de reojo y trago saliva, sintiendo todavía sus ojos sobre mi rostro. Miro hacia el cielo y una pequeña sonrisa se escapa por mis labios. Estoy comenzando a sonrojarme por alguna razón.

—La luna está hermosa —confirmo.

Siento fría la piel cuando deja de tocarme. Lee Hyejoon se echa ligeramente hacia atrás y se recarga sobre el respaldo de la banca, todavía mirándome. Me acomodo el cabello detrás de la oreja y llevo mis ojos tímidamente a su rostro. Todavía siento que me arden las mejillas y pasaría desapercibido si no tuviera tantos focos apuntándome.

—Deberíamos volver a la habitación.

Se pone de pie y me tiende la mano para ayudarme a levantar. Estiro la mía para tomarle y me percato de que efectivamente estoy temblando. Mis ojos se encuentran fugazmente con los suyos cuando establecemos contacto físico y rápidamente miro hacia otro lado.

—¡Corte!

Por unos segundos más, nuestras manos siguen sosteniéndose, hasta que reacciono y quito la mía como si Kim Taehyung tuviera lepra. Relamo mis labios inquieta y miro hacia otro lado.

—¡Eso era justamente lo que quería ver! —el director Hwang se levanta vigorizado de su asiento y camina hasta nosotros—. Excelente, hijo, eres un muy buen actor —le pone la mano sobre el hombro a Taehyung para felicitarle.

Se da media vuelta y veo cómo se aleja, sin haberme dicho ningún cumplido a mí, como si Taehyung fuese el único que actuó en la escena. Mi cara vuelve a ponerse roja, esta vez de rabia, y tengo que contener mis ganas de pegarle una patada en la espalda al viejo ese.

—Lo hiciste bien —me felicita mi compañero, con su expresión de siempre.

Expresión de nada.

—Gracias.

—¡Pueden irse todos a casa! Hemos terminado por hoy.

Me levanto inmediatamente de mi lugar y camino hasta Jin-seo para que me ayude a quitar el cuello ortopédico y todo el vestuario. No digo nada, ni siquiera cuando agarro mi cabello en una coleta una vez que tengo mi bolso colgado en mi hombro y Taehyung me hace una pregunta.

—¿Quieres que te lleve a casa?

Niego con la cabeza y me dirijo hacia la salida del hospital donde estamos grabando. La verdad es que hubiera aceptado si no hubiese sido él, mi perfecto compañero, porque odio andar sola en las noches. Y ya es casi media noche. No me queda otro remedio que caminar un poco y conseguir un taxi.

Me abrazo a mí misma ya estando en la calle, esperando con ansias que pase un transporte desocupado. Estoy exhausta, como siempre que termina el rodaje, pero, sobretodo, estoy furiosa. Nadie toma en cuenta mi esfuerzo. Todo es para Kim Taehyung.

Un conocido auto negro pasa extremadamente lento frente a mí. Es el mismo que veo cada noche en el edificio donde está el set. ¿Qué hace aquí? Me remuevo incómoda en mi lugar y busco con la mirada a alguien conocido a quien acercarme. Jinseo no está por aquí.

¿Cómo sabe el conductor del auto que estoy aquí?

¿Será posible que sea alguien que trabaje conmigo?

Niego frenéticamente con la cabeza cuando un pensamiento estúpido cruza mi mente, pero no logro apartarlo completamente.

¿Y si es Kim Taehyung? Es un tipo bastante extraño, pero ¿sería capaz de acosar a alguien de esta manera?

¿Y si es él?


Holis! 

Aquí un nuevo capítulo de esta historia uwu, espero lo hayan disfrutado

Bueno, quería comentar que me cuesta mucho escribir esta historia, porque quiero que ocurra toda la acción de inmediato, y no se puede JAJAJA

Cosas de personas ✨ansiosas✨

Pero de a poco irá avanzando y ocurrirán cosas más interesantes, perdón si está un poquito aburrido por ahora unu

Gracias por leer y recuerda votar <3

Les quiere <3

-Nini

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro