Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 18

Unos besos me hacen despertar. Me recorren lentamente el cuello y comienzan a bajar lentamente por mi espalda. Se me escapa un suspiro delatador cuando empiezo a sentir caricias que me recorren suavemente el brazo.

— Estás despierta, tramposa.

Suelto una pequeña risa y entonces me giro para ver a Tae-hyung que está recostado de lado, mirándome con los ojos oscurecidos. Al parecer, cada mañana se ve más guapo que la anterior, por lo que termino cayendo en su juego de seducción matutina.

— Buenos días. —murmuro mientras me desperezo.

— Buenos días. —responde con voz profunda que me hace estremecer.

No pierde el tiempo y levanta la mano para tirar mi cabello desordenado hacia atrás para luego atraparme en sus labios. Como cada mañana, siento que me envuelve en un hechizo y caigo rendida, atrapada en su beso ardiente, así que no me tardo en envolver su cuello en mis brazos, incitándole a ponerse sobre mí.

— Podría hacer eso todo el día. —susurra cuando se aleja de mi rostro y levanta mi camiseta hasta más arriba de mis pechos.

— Entendí esa referencia. —respondo y ambos reímos.

A pesar de la broma, se inclina hacia mí y comienza a pasar su lengua por entremedio de mis pechos, robándome un suspiro, y luego envuelve uno de mis pezones con sus labios. Cierro los ojos y mis dedos se enredan en su cabello, acercándolo aún más a mi cuerpo.

Hoy, precisamente, mi cuerpo está más sensible que otros días.

Tiro de su cabello al sentirme extasiada con el trabajo que está haciendo su boca. Pasando la lengua alrededor, succionando y rozándome con los dientes de manera intercalada que me hace enloquecer.

Se aleja nuevamente para seguir bajando sus besos y mi pezón se endurece aún más al verse expuesto a la temperatura ambiental estando empapado en saliva. Siento una corriente que me recorre el cuerpo cuando comienza a pasar su lengua por mi estómago hasta llegar a la altura del ombligo.

Entonces recuerdo algo.

— ¡Espera! —me siento rápidamente, provocándome un leve mareo y que mi camiseta se baje.

Tae-hyung, alarmado, se aleja un poco de mí y queda sentado sobre sus rodillas, con los ojos un poco abiertos.

— ¿Está todo bien? —pregunta y se acerca nuevamente, dudoso.

Estira su mano y me acaricia la mejilla. Cierro los ojos por un momento al sentir su tacto caliente.

— Todo bien. —aseguro.

Asiente con la cabeza, no pareciendo muy convencido de mi respuesta, y finalmente me pone una mano sobre el hombro y me empuja suavemente hacia atrás, recostándome nuevamente. Lo miro desde arriba, con la respiración un poco acelerada, debatiéndome mentalmente, intentando decidir si debo volver a detenerlo o dejarlo.

Quizás no le guste la sorpresa que se encontrará.

Se me eriza la piel cuando siento su aliento rozarme la piel después de volver a levantarme la camiseta y cierro los ojos con fuerza porque comienza a repartir nuevamente besos húmedos por mi abdomen al mismo tiempo que estira una mano para agarrar uno de mis pechos.

— ¿Tae-hyung? —suelto en un jadeo cuando aprieta mi pezón con sus dedos.

No me responde nada, pero levanta ligeramente la cabeza para mirarme desde allí, con su lengua rozando el elástico de mi pantalón de pijama, provocando que mis mejillas comiencen a arder por culpa de la calentura.

Trago saliva antes de hablar porque me cuesta decirle que no.

— Hoy no puedo. —quito los ojos de su rostro cuando termino de hablar.

— ¿Por qué no?

Aplano los labios al sentir que su voz se ha endurecido un poco y no me atrevo a mirarlo nuevamente. No quiero que se enfade conmigo, pero creo que ya es muy tarde.

Tampoco es que no quiera continuar, podía hacer esto todas las mañanas si él quisiera, porque siempre estaría de acuerdo. Nunca nadie me había hecho sentir de la manera en que Kim Tae-hyung me hace sentir durante el sexo. Pero hoy simplemente no puedo.

— Moon. —me llama con voz que me parece severa.

Así que lo miro, encogiéndome en mi lugar mientras me incorporo lentamente, a pesar de que él está a una altura más baja que yo.

— Tengo el periodo. —susurro.

Y quito nuevamente la vista.

Probablemente no sea el hecho mismo de tener el periodo el que me avergüence, sino que por culpa de él es la razón por la que estoy negándole a Tae-hyung algo que ambos queremos. Con Seo-hyuk jamás tuve problemas por eso, nunca fue un impedimento para mantener relaciones sexuales, pero, por alguna razón, con Kim Tae-hyung es totalmente diferente.

No quiero disgustarlo porque, de momento, es el único soporte que tengo y quisiera eliminar todo acto que potencialmente lo aleje de mí.

— ¿Y eso qué? —pregunta después de unos segundos.

Su pregunta me sorprende, así que vuelvo a mirarlo.

— ¿No es un poco... desagradable?

Su rostro impasible se suaviza y me regala una pequeña sonrisa. Se pone de rodillas nuevamente sobre el colchón hasta llegar a la altura de mi rostro para luego poner su mano sobre mi mejilla y acariciarme.

— ¿Por qué crees que me podría desagradar algo de ti?

Sus ojos me miran sinceros, cálidos, de una manera que pocas veces he visto, y me quedo sin aliento por un segundo, pero termino negando con la cabeza.

— Para mí es desagradable. No me sentiría cómoda...

En menos de un segundo está lejos de mí, en el borde de la cama, preparándose para ponerse de pie. Me da la espalda, así que no sé qué expresión tiene su rostro, aunque puedo imaginármela. Me quedo sentada, mirándole desde mi lugar, sin entender por qué se ha alejado tan rápido.

Se pone de pie y comienza a caminar en dirección al baño sin decir absolutamente nada.

— ¿Estás molesto conmigo? —me atrevo a preguntar.

Se detiene a medio camino y creo que se girará a mirarme, pero permanece de espalda.

— No. —responde simplemente.

Y entonces se mete al baño, cerrando la puerta con seguro.

Trago saliva, sintiendo un nudo en la garganta, pero antes de derramar cualquier lágrima me decido por ir a preparar el desayuno. Esto es como un déjà vu, casi igual al día de la boda de Min Yoon-gi y Han Mi-suk.

El simple hecho de recordar ese día hace que se me forme un nudo en la garganta.

Sé que han pasado ya unos días y todo con Kim Tae-hyung ha estado de maravilla, pero no puedo evitar que de vez en cuando el rostro de Han Mi-suk llegue a mi mente. No puedo evitar recordar la humillación que sentí al notar que todos me observaban porque nuestros rostros son iguales.

Y que Tae-hyung estuvo enamorado de ella durante un tiempo, y que esa es la razón por la que se me acercó.

Niego con la cabeza para alejar los pensamientos malos y me limpio los ojos llorosos cuando siento que la puerta del baño se abre. Me pongo a preparar lo primero que se me ocurre para tener todo listo cuando Tae-hyung.

No demora en aparecer por la puerta de cocina. Bajo la vista, fingiendo concentrarme en los huevos que estoy friendo, y me sobresalto cuando siento que roza su nariz en mi mejilla. Se había puesto detrás de mí sin que me diera cuenta.

— Eso huele bien. —murmura, haciendo que su aliento me roce la piel.

Me estremezco al sentirlo tan cerca, sus brazos rodeándome y su torso pegado a mi espalda. Huele bien, sutilmente a jabón con olor a melocotón, a champú cítrico, a perfume caro y a Tae-hyung. Quiero derretirme entre sus brazos, olvidar los huevos y mi dignidad, y preguntarle por qué se ha molestado conmigo, y pedirle que no se moleste más porque me hace sentir triste.

En cambio, no digo nada, pero termino con el corazón acelerado.

Tae-hyung deja un beso en mi mejilla.

— Te amo.

Me quedo en mi lugar, prácticamente helada y sin saber qué contestar, porque su repentino cambio de humor me ha dejado sorprendida. Veo de reojo cómo comienza a sacar un par de platos para luego dejarlos a mi lado y cómo sirve un par de vasos con jugo de naranja.

Desayuno en silencio, todavía con un nudo en la garganta, pero escuchando todo lo que él habla animadamente.

Y es que no termino de entenderlo porque está haciendo como si no hubiese pasado nada hace un rato atrás.

Cuando terminamos de comer voy a darme una ducha y me preparo para ir al set de grabación lo más rápido que puedo para llegar a buena hora.

Durante el viaje en auto, Tae-hyung sigue hablando animadamente, algo casi inusual, pues tiende siempre a ser un poco más callado. Aunque quizás está sintiéndose cada vez más cómodo a mi lado y siente que puede hablar de más cosas. Yo me mantengo en silencio, escuchándolo y admirándolo desde mi asiento.

— Hace mucho que no hablaba tanto con alguien. —dice acompañado de una carcajada.

— ¿De verdad? ¿Y qué hay de tus amigos? El resto de los miembros, me refiero —aclaro—. Son tus amigos, ¿no?

— Sí. —se limita a responder.

Me quedo sin saber qué mas decir y sin entender por qué no habla con sus amigos, pero mis pensamientos se ven interrumpidos porque el auto se detiene. Estamos a un par de manzanas del estudio y, como cada mañana, Tae-hyung me deja aquí para que yo llegue caminando y así nadie sospeche de nosotros.

— No te bajes, lleguemos juntos. —me pide, sosteniendo mi antebrazo cuando hago el amago de abrir la puerta del auto.

Me quedo mirándolo por un momento. Lo dice en serio. Así que aplano los labios y niego con la cabeza.

— No creo que eso sea una buena idea.

Sus ojos me recorren el rostro y por un momento no dice nada, pero finalmente forma una sonrisa en sus labios. Una sonrisa que me parece ácida más que cualquier otra cosa.

— Te doy vergüenza, ¿cierto?

— ¿Qué?

— Te da vergüenza que nos vean juntos, que la gente sepa que estamos en algo.

Suelto un suspiro y cierro los ojos. El buen humor que tenía había estado durando mucho tiempo. Porque desde que ocurrió lo de la boda había estado bastante irritable, por lo que me propuse a mí misma hacer todo lo posible para que no se molestase.

Claramente, no lo estoy logrando porque ya es la segunda vez en el día que algo le molesta.

— No me da vergüenza, Tae-hyung. —aseguro, intentando mantener la calma.

No responde nada. Sólo mira hacia adelante, con las manos sujetando el volante, dándome la sensación de que está esperando a que yo haga o diga algo.

— ¿Por qué crees que me daría? —insisto y me inclino hacia él para darle un beso en la mejilla— Sólo creo que es mejor que no nos vean juntos, no todavía.

Cuando mis labios están a punto de rozarle la mejilla se aleja de mí. Siento una presión sobre el pecho cuando me mira de reojo, todavía manteniendo la poca distancia que había conseguido ganar.

— Bájate del auto.

Siento que el aire abandona mis pulmones. La he cagado.

— ¿Qué?

— Eso. Bájate.

Trago saliva, intentando que el nudo que se formó en la garganta desaparezca, pero, al contrario, mis ojos comienzan a picar y sé que si no hago al respecto comenzaré a llorar. Vuelvo a mi lugar y me cuelgo el bolso sobre el hombro para luego bajar rápidamente, casi escapando.

Cuando llego al set Tae-hyung ya está ahí y ni siquiera me mira para fingir saludarme, así que simplemente debo pasar de largo e ir a cambiarme. Me quedo en silencio mientras me peinan y maquillan, intentando que mis ojos no se desvíen hacia él, intentando hacerle lo mismo, ignorarlo de la misma manera en la que él lo hace conmigo, pero sin tener éxito porque cada dos minutos termino buscándolo con la mirada para averiguar si es que por casualidad está viéndome.

— ¿Emocionada hoy? —escucho una voz que me hace fijar la vista adelante.

Don Seung está frente a mí, con una cálida sonrisa. En algún momento se había acercado a mí y ni siquiera lo noté por estar mirando a Tae-hyung.

— ¿Por qué preguntas? —respondo una vez que el equipo de maquillaje ha terminado conmigo.

— Hoy debemos besarnos.

Tengo que controlarme para que mi rostro no se muestre sorprendido. Por supuesto que sabía que debía besarme con Seung, nuestros personajes son pareja, pero últimamente he estado tan distraída que, a pesar de haber estado estudiando el guion, lo había olvidado.

— ¿Por qué debería estar nerviosa por eso? —resuelvo, encogiéndome de hombros.

Me regala una sonrisa en forma de respuesta. Y a pesar de que le dije que no sentía nervios, sí lo hago porque sé que en ese preciso momento tendré los ojos de Kim Tae-hyung sobre mí.

Y la verdad es que no quiero más problemas.

— ¿Quieres practicar? —insinúa entonces, todavía con la sonrisa en los labios.

Suelto una risa, aunque no me haya causado gracia y miro hacia otro lado para evitar su mirada. Sé que lo más probable es que sólo sea una broma, pero no me ha gustado. Seung y yo no tenemos tanta confianza como para eso.

Me abrazo a mí misma al sentirme extraña. No tengo que girarme a ver para saber que Tae-hyung me está observando y esta vez sí decido ignorarlo.

— ¡Vamos, gente! ¡A trabajar! —grita el director, así que Seung y yo nos ponemos en nuestros lugares.

Cierro los ojos por un segundo para concentrarme, para olvidar todo lo malo que está dentro de mi cabeza, olvidar a Tae-hyung y todos sus cambios de humor. Y cuando los abro ya estoy lista para ser otra vez Park Yu-yeong.

· · • • • ✤ • • • · ·

— ¿Por qué tienes mensajes de ese chico, Yu-yeong?

Bajo la vista hacia el suelo al ver a Seung mostrarme un celular de la marca que auspicia el drama y que supuestamente es mío. La pantalla está encendida en una conversación que fue creada por el equipo responsable y donde supuestamente queda en evidencia que Yu-yeong ha seguido escribiéndose mensajes con Hye-joon, el persona de Tae-hyung, a pesar de haberle dicho que lo mejor sería cortar lazos para no tener problemas con su novio.

Oppa... —murmuro.

— Responde. —exige.

— Yo...

— ¿Ya no me amas? —me interrumpe.

Vuelvo a poner mis ojos sobre su rostro y trago saliva.

— Sí te amo.

— Pruébalo, Yu-yeong.

Me quedo un segundo sin hacer nada, sólo observándolo. Sé que debo acercarme a él, es el momento, pero algo me lo impide. No quiero mirar a mi alrededor porque sé que si veo a Tae-hyung perderé la concentración. Sé que de todas formas está mirándome atentamente.

Verá cómo beso a otro chico y, a pesar de que es por trabajo, temo que luego reaccione mal.

Tomo todo el valor que puedo juntar y me acerco rápidamente hacia Seung. Lo tomo por las mejillas y me pongo de puntas para alcanzar sus labios. Su contacto no me produce nada, pero intento aparentar que sí, así que rodeo su cuello con mis brazos y pronto siento que él me toma por la cintura. Nuestros labios no se mueven, simplemente es un ligero roce.

— ¡Corte!

Apenas escucho la voz del director me alejo, intentando no ser muy obvia.

— Eso estuvo muy bien —continúa—. Se queda.

Suelto el aire que tengo en los pulmones y después de hacer una pequeña reverencia me doy vuelta hacia mis cosas, evitando todo contacto con cualquier persona.

— Creo que siento cierta tensión en el aire. —escucho una voz detrás de mí.

Sé que es Jin-seo, así que no me giro y simplemente me encojo de hombros mientras tomo mi bolso y me lo cuelgo en el hombro.

— Simplemente no me sentí totalmente cómoda con esa escena.

— No me refiero a eso.

Entonces me giro hacia ella. Sus ojos me miran a través de los grandes cristales de los anteojos y en sus labios se ha formado una pequeña sonrisa.

— Kim Tae-hyung-ssi no ha dejado de observarte.

Le sonrío de vuelta.

— ¿De verdad? No me di cuenta.

— ¿Ocurre algo entre ustedes dos?

Me quedo mirándola un momento. Jamás me había hecho una pregunta de ese tipo, nada relacionado a lo personal. Antes de poder responderle, una tercera persona se acerca.

— ¿Tienes algo que hacer ahora? —pregunta Seung cuando está lo suficientemente cerca— ¿Te gustaría ir a tomar algo?

Miro a Jin-seo, quien inmediatamente se aleja de nosotros para dejarnos solos, y finalmente le sonrío a Seung.

— En realidad debo irme a casa.

— ¡Oh, vamos! Siempre debes irte a casa, nunca disfrutas un rato con tus compañeros de trabajo...

— Oye, tiene razón —una tercera voz a mi espalda se une a la conversación—. De hecho, nunca hemos salido a disfrutar los tres como compañeros.

Cierro los ojos un momento más de lo normal y me giro con una sonrisa fingida en los labios. Kim Tae-hyung nos mira con la cabeza ladeada, también sonríe, pero puedo notar que tampoco es genuina. Sus ojos pasan de Seung a mí repetidas veces.

— Es una lástima que tenga que irme. —murmuro.

— Estoy seguro de que eso tan importante que tienes que hacer puede esperar un rato —insiste Tae-hyung y luego mira a Seung—, ¿cierto?

El otro chico asiente con la cabeza efusivamente y tengo que detenerme a pensar en si me seguiré negando, más que nada porque Tae-hyung comienza a mirarme de manera extraña. Sé que se molestará más si es que no voy y al final será peor para mí porque me ignorará un par de horas.

— Esta bien —suspiro—, pero no puedo quedarme mucho.

— ¡Disfruta tu viernes, Seo Moon-ssi! —exclama Tae-hyung mientras comienza a caminar, siendo seguido de Seung.

Camino detrás de ellos en todo momento, mientras conversan sobre algo a lo que no le pongo atención, y permanezco en total silencio hasta que llegamos a un bar cercano, el mismo al que una vez vine con Tae-hyung hace mucho tiempo.

Él sigue hablando animadamente con Seung, fingiendo que no está molesto, y yo sólo pretendo poner atención a su conversación, riéndome cuando ellos se ríen, pero sin entender realmente el chiste. No entiendo qué es lo que está tramando, pues nunca había mostrado interés en Don Seung y hoy, el día de la escena del beso, parece muy fascinado escuchando dónde estudió actuación.

Kim Tae-hyung pide cervezas para todos y mientras Seung acaba su segunda lata, él apenas le ha dado un sorbo a la suya. Yo he decidido tomarme las cosas con calma, no quiero llegar a decir cosas que luego lamentaré, así que simplemente tomaré una lata.

— ¿Te ha gustado grabar con nosotros? —pregunta de pronto Tae-hyung.

Entrecierro los ojos cuando, por primera vez desde que llegamos, me mira. Estoy casi segura de que aquella pregunta lleva una segunda intención escondida.

Jamás lo había visto actuar de esta manera.

— Sí, ustedes son muy agradables. —responde Seung, acabándose su cuarta lata.

Tiene las mejillas rosadas, los ojos ligeramente entrecerrados y una sonrisa boba se ha formado en sus labios. Sin duda, ya está ebrio.

— Sí, Seo Moon-ssi es muy agradable, ¿no crees?

Seung asiente con la cabeza, dedicándome una sonrisa más amplia. Me quedo mirando a ambos en silencio, sin cambiar mi expresión facial.

— Y es hermosa, ¿no crees? —sigue Tae-hyung, apoyando su codo sobre la mesa y poniendo su mentón sobre su puño— Creo que mucha gente verá el drama sólo por su belleza...

— Mucha gente verá el drama —le interrumpo, hablando por primera vez en un poco más de una hora— por ti, sunbae.

Tae-hyung cierra los ojos por un momento y niega con la cabeza, con una sonrisa en sus labios. Va a decir algo, pero Don Seung se le adelanta.

— Es muy hermosa, sí.

Aplano los labios. Creí que, por un momento, había logrado desviar el tema de conversación. Tae-hyung me mira, ladeando la cabeza, y luego mira a Seung.

— ¿Te gustó besarla hoy?

— Basta. —interrumpo.

Se forma un momento de silencio en el que sólo oigo los murmullos de las personas a nuestro alrededor. La expresión de Tae-hyung se transformó de la amigable que estaba fingiendo a la normal, aquella impasible que en algún momento me puso los pelos de punta, pero a la que ya estoy acostumbrada. Lo miro de vuelta, con seriedad. No entiendo qué es lo que busca.

— Ustedes se hablan como si tuviesen mucha confianza —la voz de Seung me hace desviar la mirada hacia su rostro— ¿No tenías novio, Seo Moon-ssi? Yo estaría muy celoso si te viera hablar de esa manera con Kim Tae-hyung sunbae.

Cierto. Todos sabían sobre la existencia de Seo-hyuk.

— Sí, Seo Moon-ssi —interviene Tae-hyung—, ¿no tenías novio?

Al parecer no desperdicia ninguna oportunidad, sea lo que sea que esté haciendo.

— Ya no tengo novio.

— ¡¿De verdad?! —la voz y la expresión de Tae-hyung me parecen exageradas, casi absurdas— ¿Y estás totalmente soltera ahora?

— Si dijo que ya no tiene novio es porque está totalmente soltera —responde Seung, como si fuese lo más obvio del mundo. No tiene idea—. Así que, Seo Moon-ssi —dice, apoyando los codos sobre la mesa e inclinándose ligeramente hacia adelante—, sé que no es el momento ni el lugar, pero ¿te gustaría salir mañana conmigo?

Mil perdones, siento que todo lo que escribí en este capítulo carece de sentido. De todas maneras, espero que hayan disfrutado del drama

Por favor, no olvides votar!

-Nini

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro