Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 17

Me quedo en silencio el resto de la ceremonia y Kim Tae-hyung ni siquiera voltea a verme. En cierto momento me doy cuenta de que estoy apretando la mandíbula.

Y es que quiero salir corriendo de este lugar, pero debo aguantar hasta que finalice.

Al cabo de un rato nos hacen pasar a otro salón lleno de mesas redondas con manteles blancos. Es momento de la cena y nosotros, los seis miembros y las acompañantes, ocupamos una mesa especialmente grande. Quedo sentada con Tae-hyung a mi izquierda y Ji-min a mi derecha, un poco más allá está Jung-kook con una chica que parece todavía una niña pequeña, y frente a mí está Nam-joon con la chica asesina, al lado Ho-seok con una chica de rostro agradable, y Seok-jin al lado de ellos, justo al lado de Tae-hyung.

Hay cierta aura de incomodidad entre todos y sé que es por mí, porque me he dado cuenta de todo. Y en realidad nadie se atreve a hablar mucho más que de lo linda que fue la ceremonia.

— ¿Tendrás esa expresión lo que queda de la boda? —Kim Tae-hyung se acerca a mi oído para susurrar.

Giro mi cabeza para mirarlo. Su expresión típica reina su rostro. Está serio, inexpresivo, y yo lo miro de la misma manera. Miro sus ojos por un instante y luego los quito, en un gesto de desprecio, para volver a ponerlos sobre la mesa. Siento miradas sobre mí, y no tengo que mirar de vuelta para saber que otra vez el resto de los miembros me está observando.

De pronto, y en medio del silencio incómodo, la chica asesina suelta un suspiro.

— No sabía que a Min Yoon-gi le gustaba ese tipo de chicas. —murmura al aire.

— ¿Qué tipo de chica? —pregunta Jung-kook con inocente curiosidad.

— No lo sé. —responde y suelta una pequeña carcajada, mirando uno por uno a todos los que estamos en la mesa— ¿Gordas?

Levanto mis ojos hacia ella y me doy cuenta de que el resto también la está observando con desagrado, incluyendo a Nam-joon.

— Kang Mang-jeol... —comienza.

— ¿Gorda? —murmura Kim Tae-hyung para sí mismo.

— Está embarazada. —interrumpo y de pronto todas las miradas vuelven a estar sobre mí— De todas maneras, ¿qué te importa si es "gorda" —hago comillas con mis dedos— o no?

Ella no responde, sólo me mira intensamente, como si quisiera golpearme o algo por el estilo. No hay que ser muy inteligente para darse cuenta de que esa panza que trae la chica es de un embarazo. Niego con la cabeza y saco mi celular del pequeño bolso que traigo para revisar mis redes sociales, pero mi mente en realidad comienza a vagar, recordando la ceremonia, mi impacto al ver a la novia pasar cerca de nosotros y las miradas brillantes que se dedicaron ella y Min Yoon-gi, como si nosotros, los invitados, no hubiésemos estado presentes en el salón, y sólo ellos existieran.

El mensaje de Bae Seo-hyuk parece brillar en mi barra de notificaciones, y es que ni siquiera lo estoy mirando, pero el simple hecho de su existencia logra ponerme nerviosa. Me echo hacia atrás en la silla y me apoyo sobre el respaldo, quizás en un intento de que Tae-hyung no logre ver lo que estoy a punto de hacer. Abro la notificación y tecleo.

"¿Qué es lo que quieres exactamente? Ya te dije que no.", me limito a responder.

Guardo el celular otra vez en el bolso y suelto un suspiro al darme cuenta de que la tensión no ha disipado entre los integrantes de la mesa.

— Yo sólo digo. —insiste Kang Mang-jeol, más conocida como la chica asesina— No es que sea realmente delgada, porque se nota que no lo era antes de estar embarazada...

— ¿Por qué no lo dejas y ya? —la interrumpo— ¿En qué te afecta a ti si no es delgada?

Sus ojos reparan en mí nuevamente y una pequeña sonrisa comienza a formarse en sus labios.

— ¿Cómo te llamas? —pregunta.

— ¿Qué importa eso?

Me mira de arriba hacia abajo, de lo que alcanza a ver por sobre la mesa.

— Debo ser mayor que tú, así que deberías tener un poco más de respeto. Como sea —agita una mano en el aire, restándole importancia—, ¿no eres tú delgada también? ¿Por qué la defiendes tanto? ¡Oh! —exclama, como si acabase de darse cuenta de algo muy importante— Incluso, me acabo de dar cuenta de que todas aquí somos delgadas. —nos señala a las cuatro chicas.

Me quedo un momento en silencio. La tensión se ha multiplicado al triple que hace un par de segundos. Todos tienen la vista gacha, a excepción de nosotras dos. Me relamo los labios y le sonrío de vuelta, haciendo prácticamente una invitación a que se atreva a levantarse y golpearme.

— ¿No tienes una vida propia que te preocupas por la de los demás? —pregunto, fingiendo inocencia.

— Moon, basta. —escucho susurrar a Tae-hyung, lo suficientemente despacio como para que sólo yo le oiga.

— Como sea —continúo—, no importa lo que te diga, no cambiarás la estúpida manera que tienes de pensar.

Kang Mang-jeol suelta una carcajada.

— ¿Ya te aburriste de defender a tu gemela?

Aprieto la mandíbula, conteniéndome las ganas de tirarme sobre ella y jalarle el cabello.

Kang Mang-jeol no es precisamente una persona agradable, ni siquiera a la vista. Es hermosa, pero hay algo en su actitud que hace que te den ganas de retroceder y alejarte de su existencia lo más rápido posible. Quizás, en otro momento, otro día, hubiese ignorado un comentario como el que dijo hace un momento, a pesar de que me molestase. Pero hoy, justo en esta boda del amigo de Kim Tae-hyung con aquella chica que me había causado tanta intriga hace un tiempo, en este preciso momento en el que siento que estoy suprimiendo mi rabia lo que más puedo, no se me iba a ser fácil ignorar un comentario desagradable en contra de otra mujer.

Giro mi cabeza lentamente, con una pequeña sonrisa en los labios, y miro a Kim Tae-hyung, que tiene la cabeza gacha, mirando algo muy interesante en el mantel de la mesa.

Todos se han dado cuenta, por supuesto, y por eso era que me miraban de manera tan intensa, casi buscando alguna reacción en mi rostro.

— Ya, chicas, deberíamos calmarnos. —sugiere la chica que acompaña a Jung Ho-seok, viéndose notoriamente incómoda.

Su rostro es agradable, en contraste con Kang Mang-jeol, así que le dedico una sonrisa sincera y asiento con la cabeza, pues tampoco estoy dispuesta a seguir discutiendo con una estúpida.

— Oh, ahí están Han Mi-suk y Min Yoon-gi. —suelta Kim Seok-jin.

Y todos nos giramos hacia donde vienen los novios. Ambos con una sonrisa radiante en los labios y los ojos brillantes de, lo que supongo es, emoción. Todos se ponen de pie, a excepción de las acompañantes, que nos quedamos sumidas en un incómodo silencio, cada una mirando hacia lugares diferentes.

Y entonces me entra un aire de nostalgia.

¿Cómo hubiese sido si todo con Bae Seo-hyuk siguiera normal y nos hubiésemos casado?

Hubiéramos hecho una ceremonia pequeña, porque no tenemos tantos amigos, y probablemente hubiese sido uno de los días más felices de mi vida. Se me forma un nudo en la garganta al imaginar todas las cosas que no llegué a hacer, como elegir un vestido de bodas y luego hacerme una sesión de fotos para guardarlas como un tesoro, impresas en papel de fotografía en un álbum de tapa dura que estaría guardado en un estante de la sala. Quizás hubiésemos enmarcado alguna y la hubiésemos colgado en alguna pared o la hubiésemos dejado sobre algún mueble, y entonces nuestras visitas se pararían a mirarla, pensando en lo afortunados que somos en tenernos el uno al otro, porque nuestro amor era verdadero.

Pestañeo un par de veces al darme cuenta de que alguien se ha sentado a mi lado y lo único que veo es un resplandeciente vestido blanco. Trago saliva cuando veo que me da una cálida sonrisa.

— Gracias por venir. —hace una reverencia en modo de saludo y correspondo inmediatamente— Soy Han Mi-suk.

— Seo Moon. —respondo.

— No sabía que Kim Tae-hyung fuera a traer acompañante —comenta animadamente—. Me alegra mucho que hayas venido.

Una sonrisa se apodera de sus labios y puedo darme cuenta de que está siendo totalmente sincera. La miro por un instante. Con solo mirarla puedo darme cuenta de que es una buena chica, está feliz de que Kim Tae-hyung siga adelante, a pesar de lo que haya pasado entre ellos en el pasado. No puede desagradarme, ni tampoco puedo odiarla, aunque quisiera.

Y, al parecer, no se ha percatado de todo lo que está sucediendo.

Intento sonreírle de vuelta, pero sólo hago una mueca. Su sonrisa comienza a desvanecerse lentamente y suelta un suspiro.

— Espero poder verte otra vez. Y gracias una vez más por venir.

Veo cómo se levanta y vuelve con los chicos, que siguen conversando entre sí. Me quedo un momento con un vacío dentro de mí. No sé qué es lo que ocurrió entre Tae-hyung y ella, pero es algo que deben resolver entre ellos.

Noto cómo Kang Mang-jeol mira fijamente a Han Mi-suk, solamente porque está hablando con Kim Nam-joon, y me tengo que aguantar las ganas de negar con la cabeza. Esta mujer tiene un problema serio.

Los chicos se alejan completamente de la mesa, en dirección a un pequeño escenario, así que ahora sí me quedo completamente sola.

— ¡Unni! —una voz conocida me llama.

Y cuando me giro me encuentro con Park Sun-hee. Primero no entiendo qué es lo que está haciendo aquí, pero luego recuerdo que es amiga de la novia, así que lentamente comienzo a entrar en pánico porque me acaba de ver sentada junto a Kim Tae-hyung.

Cuando ya está cerca decide sentarse a mi lado.

— No sabía que vendrías con —se ve totalmente asombrada y se calla por un momento, casi como si no estuviese segura de lo que está a punto de decir— Kim Tae-hyung.

— Larga historia. —murmuro.

· · • • • ✤ • • • · ·

— Estuviste así durante toda la boda, ¿seguirás aquí? —dice Tae-hyung, notablemente irritado, cuando entramos a su apartamento.

Entro apresuradamente y me quito los tacones antes de comenzar a caminar para perderme en el pasillo que lleva hacia las habitaciones. Escucho que viene detrás de mí cuando también se quita sus zapatos.

— ¿No vas a decirme nada? —pregunta.

Me detengo en seco frente a la puerta de la habitación de invitados y me giro, sintiendo que mis mejillas comienzan a ponerse rojas porque en este momento estoy completamente furiosa y no pienso seguir reprimiéndolo.

— ¿Qué dices? —suelto, con los ojos muy abiertos— ¿Que yo no te digo nada? ¿Por qué no me dices algo tú sobre todo lo que he visto en aquella boda?

Se queda en silencio, sólo mirándome desde arriba.

— ¿Por qué no me dices por qué acabo de pasar una de las mayores vergüenzas de mi vida? ¿Por qué no me explicas, Tae-hyung? —mi pecho sube y baja con fuerza porque he comenzado a respirar agitadamente— ¿Por qué no me dices qué mierda tienes en la cabeza? Porque mi puta cara es igual a la de Han Mi-suk.

Nuevamente nos quedamos en silencio. Estoy esperando a que se digne a responder algo, pero parece estar demasiado ocupado mirando hacia el suelo. Termino por negar con la cabeza y me doy media vuelta para entrar a la habitación de invitados, pero la necesidad de descargarme me gana y me giro nuevamente, quedando cara a cara.

— Estabas usándome. —suelto, casi como para creérmelo yo misma— Estuviste usándome todo este tiempo, ¿no? Por un momento creí que ella no te agradaba, pero no, te gustaba. Te gusta. —me corrijo— Y todo lo que hiciste conmigo fue pensando en que yo era ella, ¿no es así?

— ¿Qué me dices de ti? —ataca. El rostro de pronto se le pone completamente rojo— ¿Acaso no me usaste para olvidar a tu ex? No creas que soy tan estúpido. Me usaste para superarlo y lo peor, Moon, es que lo hiciste a conciencia.

— ¿Y tú no lo hiciste a conciencia? ¿No te diste cuenta de que, por casualidad, mi cara era prácticamente igual a la de ella?

Como no me responde nada, me giro y entro a la habitación. Necesito sacarme este vestido, el maquillaje y desarmarme el peinado porque quiero eliminar todo recuerdo de aquella boda en mi mente. Así que comienzo a desvestirme, sin siquiera darme el tiempo de cerrar la puerta detrás de mí, dejando el vestido tirado en cualquier lugar del suelo, y salgo de la habitación en ropa interior para ir al baño de la habitación de Tae-hyung para quitarme el maquillaje y lavarme la cara.

Kim Tae-hyung me sigue en silencio, manteniendo una distancia respetable, y se sienta en su cama mientras uso su baño. Cuando mi cara está limpia me acerco a la cama y tomo mi pijama para llevármelo a la otra habitación.

— ¿No dormiremos juntos esta noche? —pregunta, siguiéndome otra vez.

Me detengo en el umbral de la puerta y giro levemente mi cabeza para mirarlo.

— No.

Y entro, cerrando la puerta detrás de mí. Cerrándole la puerta en la cara. Pero no camino hacia la cama y simplemente me quedo ahí, de pie, casi procesando todo lo que acaba de ocurrir.

Ahora todo tiene sentido. El hecho de que Kim Tae-hyung me mirara de manera tan insistente en un inicio y que se acercara de la misma manera a mí cada vez que podía. ¿Por qué un hombre como él, que puede tener a cualquier soltera que quiera, se interesaría tanto en una que tiene pareja? ¿Por qué se arriesgaría a casi meterse en un escándalo sólo por una mujer? Porque, claramente, la chica en la que se había fijado era prácticamente igual a la que en algún momento amó.

Y yo caí en su juego, sin darme cuenta de que lo era.

Siempre estuvo buscando reemplazar a Han Mi-suk conmigo, porque cuando me veía, la veía a ella. Cuando hacía cosas conmigo, quería que salieran como si las estuviese haciendo con ella. Y cuando se acostaba conmigo, probablemente lo hacía pensando en hacerlo con ella.

Caigo al suelo sobre mis rodillas y apoyo mis manos en el suelo, sin poder controlar las lágrimas que quieren comenzar a salir.

¿Cómo pude ser tan estúpida?

— ¿Moon? —escucho su voz desde el otro lado de la puerta.

Todavía está allí, aunque no sé qué espera.

— ¿Podemos hablar?

Me aclaro la garganta antes de hablar.

— No hay nada que hablar, Tae-hyung.

— Tenemos que aclarar las cosas.

Niego con la cabeza, a pesar de que no puede verme.

— No, Tae-hyung, no hay nada que aclarar. Todo me quedó completamente claro en el momento en que vi a Han Mi-suk. —me llevo las manos a la cara, escondiendo las lágrimas que bajan de mis ojos sin parar— Qué estúpida soy. —murmuro para mí misma.

— Moon...

— ¡Vete! —elevo la voz, interrumpiéndolo— No quiero hablar contigo.

De pronto ya no lo escucho más y sé que se ha ido. Y el hecho de que se haya marchado me duele en lo más profundo de mi corazón, lo que resulta totalmente contradictorio porque yo misma le he dicho que se vaya.

Quizás estaba esperando a que insistiera con darme una explicación que realmente no existe.

Me limpio las lágrimas que caen por mis mejillas con rabia y me pongo de pie para meterme dentro de la cama.

Sé que me dije a mí misma que no me iría, pero no creo poder seguir viéndolo a la cara después de todo lo que ocurrió hoy, ni menos a sus amigos, el resto de los miembros, que seguramente estuvieron incómodos desde que vieron mi rostro.

Quizás es mejor que duerma y mañana resuelva las cosas.

Me meto dentro de la cama y me pongo en posición fetal, abrazándome a mí misma para ver si, quizás de esta manera, logro calmar un poco el dolor punzante que se ha instalado en mi pecho.

El sonido de mi celular me hace sobresaltar.

"Moon, te lo ruego."

Suelto un suspiro al ver el mensaje de Bae Seo-hyuk, que por un momento tuve la esperanza de que fuera de Tae-hyung.

Quizás no sería malo que hablara con él. Quizás nuestra relación rota podría volver a arreglarse.

No.

No puedo andar pasando de persona en persona cada vez que algo no me resulta, pero probablemente no me haría mal escuchar lo que tiene para decir, pues la última vez que nos vimos las cosas no salieron precisamente bien. Ambos estábamos enojados y eso no nos permitió hablar como la gente civilizada.

"Está bien, sólo dame un tiempo.", es lo único que le respondo.

Porque, aunque contemple la idea de hablar con él en persona, mi mente no está en las mejores condiciones en este momento.

Dejo el celular en la mesa de noche y vuelvo a abrazarme las piernas, en un intento inútil de dormir, porque al cabo de un par de horas todavía no logro conciliar el sueño. Me giros sobre el colchón por milésima vez en la noche y entierro mi cara en la almohada, ahogando los sollozos que no han cesado desde que me acosté.

La cabeza me duele por haber estado llorando todo este rato y por no poder dejar de pensar. Y se me es inevitable echarme la culpa de todo porque si jamás hubiese dudado de Seo-hyuk, probablemente todavía estaríamos juntos.

Me sobresalto cuando escucho que la puerta de la habitación se abre lentamente, pero no me siento capaz de levantar la cabeza para mirar, así que la escondo más en la almohada, aguantando la respiración para que no me escuche llorar. No pasa mucho cuando el colchón se hunde a mi lado.

— ¿Moon?

Me quedo quieta, fingiendo que estoy dormida, pero vuelvo a sobresaltarme cuando siento una de sus manos acariciarme la espalda.

— ¿Puedo dormir aquí? —pregunta en un susurro— No puedo dormir sin ti.

Me corro hacia el lado para darle espacio, todavía dándole la espalda, y de inmediato siento el calor que emana su cuerpo a mi lado. Esta cama no es tan grande como la suya, por lo que estamos casi pegados.

Nos quedamos en un silencio total en el que sólo se escuchan nuestras respiraciones. Nuevamente estoy aguantándome las ganas de sollozar.

— ¿Puedes girarte? —me pide.

Me toma un momento decidirme, pero termino girando mi cuerpo sobre el colchón y quedamos frente a frente.

Sus cejas se fruncen ligeramente en señal de preocupación y sus manos van de inmediato a mis mejillas para limpiar las lágrimas que no dejan de caer. Se acerca a mí y me envuelve con sus brazos de manera protectora.

— No llores, linda. —continúa susurrando— Lo siento tanto, de verdad.

No le respondo nada, pero meto mi cabeza en el hueco que se forma en su cuello. Al cabo de un rato se aleja ligeramente para verme directo a los ojos. Aquella mirada profunda me atrapa, haciéndome incapaz de ver hacia otro lado.

— Sí te pareces a ella —acepta— y probablemente esa fue la razón por la que llamaste mi atención, pero, Moon, hemos pasado juntos todo este mes y siempre he sido sincero con mis sentimientos. Cuando te miro, te veo a ti, ella quedó atrás.

Aplano los labios, sintiendo que más lágrimas se acumulan en mis ojos, y por un momento veo todo borroso, hasta que caen de golpe nuevamente por mis mejillas.

Tae-hyung busca mi mano izquierda debajo de las tapas de la cama y la tira suavemente hacia arriba, dejando a la vista aquel anillo que me dio antes de que entráramos a la boda. La joya parece brillar bajo la luz de la noche de una manera preciosa.

— Esta es la prueba de mi amor, Moon. —acerca mis dedos a sus labios, besándolos con cariño— No lo olvides.

Asiento con la cabeza en respuesta y luego de dar un pequeño suspiro, lo rodeo con mis brazos y me acomodo para volver a dormir.

Quizás el corazón de Tae-hyung no esté tan dañado como creí, y el hecho de que esté junto a él le ayude a sanar más rápido.

Gente, creo que soy adicta al drama xd 

Espero que les haya gustado

Aprovecho esta instancia para anunciar que mi cuenta de wattpad entrará en un pequeño hiatus de 2 semanas

Les quiere <3

-Nini

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro