Jordan sólo miraba mi escote, era pronunciado así que me sentía algo incómoda el noto el frío que me recorría y me ofreció su chaqueta, pase 10 minutos pensando ¿Por qué estaba aquí con este hombre? Que nisiquiera conozco.

Al pasar ese tiempo, Jordan me dijo: ¿A dónde quieres que te lleve hermosa? Le respondi textualmente, Quiero ir a casa Jordan. El negó con la cabeza y entre risas dijo: ¿Con ese idiota? En serio hermosa te mereces algo mejor que ese tipo  tan simple.

Me quedé pensativa y contente, me gusta lo simple. Se que no tienes planes de llevarme a casa, no sigas preguntándome cosas como, ¿Que quieres hacer? ó ¿A donde quieres ir?, porque estoy segura de que está noche ya la tienes planeada.

Me levanté para quedar casi a su altura, ya que es mucho más alto que yo. Y respire profundo para soltarle en la cara lo que pensé en ese instante... Hace mucho tiempo que no te veo y se nota que eres una persona bastante caprichosa, con problemas para manejar tus emociones y siento que vas a lastimarme, demuestrame que no sigues siendo ese chico malo y llevame a casa porfavor.

El miro mis ojos y acaricio mi mejilla con ternura, no pude persuadirlo, el siguió  tocando mi boca con sus dedos y al bajar apretó mi garganta suavemente pero luego aumento la presión hasta hacerla menos tolerable.

Puse mis manos sobre la suya en mi garganta y el beso mis labios con unas ganas intensas, porque al tratar de alejarme un poco el me acercaba más a su cuerpo. Metio su otra mano en mi escote y por encima de mi blusa el tocó circularmente mi seno, eso me erizo la piel y solté un pequeño gemido por la combinación  del dolor en mi garganta y el placer en mi pecho.

El abrió sus ojos y me miró de una manera muy perversa, yo en cambio le mire con una mirada suplicante ya que aún no me soltaba y eso me tenía temblorosa. Me soltó poco a poco y calme mi corazón que latía a mil por hora.

Tomo el casco me lo puso en la cabeza y monto en su moto, me dijo: montate; hice silencio y el me lo repitio: montate, porfavor. Hice caso y al montarme sabía que estaba aceptando que ese hombre me manipulara y me controlará.

Condujo de vuelta a la ciudad y me dejó en mi casa, me sorprendí al ver que estaba sana  y salva aquí. Para despedirse de mi, se quitó el casco y bajo de su moto, me acerco a el y no lo evite; metió su mano bajo mi falda y tocó la elástica de mi ropa interior. Me retiré pero el me acerco y me beso mientras detrás de él veía el reflejo de Adam por la ventana del apartamento.

Y así  es como toda tu vida cambia en menos de 12 horas. En un instante todo lo que tenia se convirtió en polvo, en cenizas.