One Republic - Let's Hurt Tonight

"Eres privilegiado"

"Tuviste que haber sido demasiado bueno y justo en tu anterior vida para que tengas esta oportunidad"

"Estás bendecido por Dios"

"Eres un milagro"

Esas han sido una de las frases que he escuchado desde el primer accidente, cuando desperté y comenzaron a revisarme, una enfermera susurró que era un milagro, que era un privilegio estar vivo. Para mí lo era al principio, cuando me contaron cómo había llegado casi muerto, como estuve entre la vida y la muerte, era un adolescente sin memorias que escuchaba atentamente como había vuelto de la muerte.

Después, ya no lo era, no tenía recuerdos, estaba perdido, no sabía nada del caso del accidente porque mis padres me alejaron de ello, no dejaron que viera las noticias o buscará sobre ello, me hicieron prometerlo, sobre todo mi madre. Supongo que así hacia que me alejara de Hailee, supongo que así evitaba que recordará.

Ahora, cuando desperté en el hospital, no vi los ojos azules de Hailee, no vi una cara de sorpresa y alivio de una adolescente, ví el rostro de mi Melania Kidman, había tanto consuelo en sus facciones, recuerdo que dejó salir un suspiro largo y sonoro, como si hubiera estado aguantando la respiración y por fin podía respirar con calma, con cuidado.

La policía decidió que lo mejor era mantenerse escondido mientras recuperaba la conciencia, para ellos el mejor plan era hacerme pasar por muerto y mis padres aceptaron ese plan. Pasaron semanas hasta que el día llegó, mi cerebro estaba inflamado, mi cuerpo había sufrido una gran pérdida de sangre y varios huesos estaban rotos. Pero viví, volví de la muerte por segunda vez en mi vida.

Mi primer recuerdo fue el accidente, el rostro del hombre que lo provocó, no lo olvide está vez. La policía desplegó una búsqueda hacia el sujeto, luego de largas semanas, lograron dar con una mujer que decía que llevaba los víveres a su casa y otra mujer; dueña de una tienda que declaró que él era cliente de allí.

Hicieron la búsqueda de la zona, pero solo encontraron una casa en medio del bosque vacía y a Henry deambulando por la carretera lleno de barro y con sangre de las heridas en sus piernas, minutos después encontraron a Hailee y a Tyron a las orillas de un rio. Él la sacó del agua y resucitó, después llegó la policía y se hizo cargo de todo.

A diferencia del bastardo, ella estaba más herida, más rota, estuvo durante horas inconsciente, pero luego despertó, se recuperó, enfrentó todo lo malo y ahora la veo observar las estrellas mientras está acostada en el césped del patio trasero de la casa. Dolió como la mierda verla en una cama, dolió saber que estaba tan destrozada, tanto física como emocionalmente, pero ahora, mientras la observo, sé que es más fuerte, sé que es capaz de todo.

Ella es una guerrera.

Salgo de la casa y me acerco con cuidado, siento su mirada en mí pero no dice nada cuando me acuesto a su lado. El césped hace contacto contra mi cuerpo y mis manos pican con un poco por la hierba, el cuerpo de Hailee se acurruca junto al mío, su cabeza es apoyada en mi pecho y su aroma me envuelve, me cubre por completo. Amo tenerla así, amo su cercanía, su calor mezclarse con el mío, amo saber que su corazón late desesperado cuando estoy cerca.

La amo, lo hice antes y ahora lo hago, sé que hoy la amo mucho más de lo que lo hice ayer, y sé que mañana la amaré más de lo que lo hago hoy.

Cada noche, desde que despertó ha tenido pesadillas, ha gritado del miedo, va a terapia, habla sobre sus miedos, se libera de ellos e intenta ser valiente, intenta seguir adelante aunque sé que le cuesta, aunque sé que hay días en los cuales la tristeza y el dolor es más grande, días en los cuales todo parece oscuro.

Pero ella es luz, siempre sabe cómo encenderse, como ser como una gran estrella brillante en medio de la noche. Clary tuvo razón, Hailee es una guerra, nunca se da por vencida.

—Anne siempre decía que nos convertimos en estrellas cuando morimos —dice en un susurro bajo—. Y ahora cuando veo el mar de estrellas que hay ahora, quizás sea cierto, quizás aquellas estrellas que tanto llaman nuestra atención son nuestros seres queridos.

La estrecho entre mis brazos y dejo un beso en su cabeza. Miro el cielo, está repleto de ellas, es un mar de estrellas brillantes que iluminan el cielo oscuro junto a la luna llena. La brisa que corre en un poco fría, invierno está a la vuelta de la esquina, pronto será navidad, pronto el año habrá acabado.

—Quizás lo sean, quizás no lo sean amor, no lo sabemos —digo—. Solo sabemos que ya no están.

No responde.

Se acerca más a mi cuerpo cuando una ráfaga fría de viento nos cubre. Algunos cabellos naranjas se elevan en el aire y su cuerpo tiembla un poco. La estrecho con fuerza, pegandola más hacia mi cuerpo, intentando darle calor aún cuando también estoy temblando del frío.

—Deberíamos entrar amor, mañana será un largo día.

Su cabeza sube, sus ojos azules brillan en medio de la noche y una pequeña sonrisa de boca cerrada se desliza por sus labios cuando me ve. Una mano se eleva por el aire y acuna mi mejilla, la acaricia con cuidado, con delicadeza. Ladea la cabeza hacia un lado y luego niega con la cabeza para susurrar:

—Tienes la barba larga y luces cansado —hace un puchero—. Yo estoy fresca como lechuga y tu estás como un zombie andante, amor.

Me rio entredientes y asiento con la cabeza.

—Y aun así, estas bien coladita por este zombie viviente amor.

Sonríe.

—Debo estar loca para haber caído ante un zombie.

—Es que lo estás, desde el primer día que volví a verte supe que lo estabas.

La veo reírse, observo como sus ojos se achinan y como una hermosa melodía para mis oídos sale de sus labios. Escuchar a Hailee Belova reírse es una de las mejores cosas que me han ocurrido en la vida, es como si fuera una clase de música que llena mi pecho de alegría, hace que un calor inunda mi pecho y se extienda por cada área, y sé que se siente así porque amo verla sonreír apesar de todo.

—Tengo una idea —dice sonriente.

No pregunto qué idea tiene porque sé que no me lo dirá. Se coloca de pie con rapidez y extiende su mano hacia mí, la cual tomo sin tener dudas en ningún momento. Dejo que me guíe dentro de la casa, todo está extremadamente silencioso, los niños y el abuelo están dormidos. Sam todavía no llega debido a que se quedó en la oficina junto a Clary, ambos están arreglando los últimos detalles del día de mañana.

Mañana, mañana todo habrá acabado.

—Entra.

Parpadeo varias veces y veo el baño, la miro con el ceño fruncido y ella se dedica a sonreír. Le devuelvo la sonrisa y entro en el baño, la veo llenar el lavabo con agua y luego sentarse cerca de este, saca del cajón a su izquierda una afeitadora y espuma y me rio. Ya sé que lo que va a hacer.

—No puedes lucir como un vagabundo, así que está noche seré barbero —dice con una sonrisa.

—¿Tengo opciones? —inquiero a medida que me acerco y quedo en medio de sus dos piernas, con las cuales rodea mi cadera.

Su cabeza se mece hacia los lados como una respuesta negativa.

—Me temo que no.

Me echo a reír y ella hace lo mismo. Me quedo quieto cuando sus manos acarician mi barba con cuidado, mueve mi cabeza hacia los lados y luego aplica la espuma para afeitar con cuidado, la veo fruncir el ceño y luego empezar a rasurar mi rostro.

Mi pecho se llena de éxtasis, tiene el ceño fruncido mientras desliza el objeto por mis mejillas con cuidado, lo hace con una delicadeza que llena mi corazón de euforia y hace que mi sangre vaya cada vez más rápido. Su cabello está un poco más largo que hace unos meses, ahora luce mejor, está renovada.

Muerde su labio inferior cuando retira todo el exceso de barba y luego se echa hacia atrás para ver su trabajo, sus ojos escanean mi rostro y luego sonríe orgullosa mientras pasa sus manos por mis facciones.

—Si algún día dejo de trabajar para el periódico o dejo de ser escritora, podría dedicarme a ser barberá.

La miro divertido.

—Eso no va a pasar —digo y ella me observa confundida—. Tu trabajo tiene que ver con escribir y no creo que en ningún momento te deje de gustar hacerlo.

Me observa pensativa y arreglo un mechón de cabello que cae en su rostro. Hay veces en las cuales mastica su propio cabello por no recogerlo, aunque así de desordenado sigue siendo igual de hermosa ante mis ojos.

Acuno su rostro entre mis manos y froto mi cara contra la suya, ahora tengo piel de trasero de bebé y sé que no le hago daño. Su risa se filtra en mis oídos y sonrío, cuando me separo dejo un beso en su frente, así le hago saber cuánto la amo. Uno mi frente a la suya y dejo que nuestras respiraciones se conviertan en una sola, ella sube sus manos hacia mi pecho y luego las entrelaza en mi nuca.

Cierro los ojos y lo disfruto, disfruto el silencio, la calma, dejo que los latidos acelerados de mi corazón hablen por mí, por mis sentimientos. Ella me tiene, me tiene por completo y plenamente, y no hay necesidad de que se lo susurre al oído o que se lo recuerde.

Porque cada día, en cada oportunidad le demuestro cuanto la amo, cuanto la aprecio. Porque Hailee es una rosa, una de las rosas más hermosas que he visto en mi vida, ella es mi tesoro, mi diamante, es mi estrella andante.

Siento como su nariz roza la mía y su boca busca la mía, la acción de nuestros labios chocando envía una descarga eléctrica por todo mi cuerpo, hace que mi pecho se contraiga y después se expanda. Mis manos viajan hacia sus piernas, las cuales se aferran con más fuerza a mis caderas y ya no hay espacio entre ambos cuerpos. Su piel es suave, tierna.

Ambos jadeamos en busca de aire y una sonrisa decora sus labios cuando nuestros ojos se encuentran, le devuelvo la sonrisa y busco de nuevo sus labios. La alzo con cuidado y salimos del cuarto del baño sin dejar de besarnos, la llevo hasta la cama y acuesto sobre esta con cuidado.

La amo, recorro cada parte de su cuerpo y beso cada rincón, la elevo al cielo y la hago sentir hermosa, amada. Me pierdo en sus curvas y escucho los sonidos que salen de sus labios. Me siento en la gloria, en la cima de la montaña, en el lugar lleno de paz.

Y cuando encuentro sus ojos y veo en su mirada el te amo mi corazón explota de felicidad al saber que no importa lo que ocurra en un futuro, si estamos juntos, si luchamos junto al otro, todo estará bien. 

Aprieto mesa mi mano, lo hago tanto hasta llegar al punto en el cual mis uñas se clavan por enésima vez en mis palmas, siento el ardor, el dolor extendiéndose por mi cuerpo, lo siento. Pero lo veo, me obligo a ver a Tyron a los ojos, me obligo a alzar mi barbilla y mostrarle que gané, lo hice, soy la ganadora y él el maldito perdedor.

Mis ojos arden por las lágrimas acumuladas en ellos. La primera vez que subí al estrado, sentí pánico, quería correr, enfrente de personas que no he visto en toda mi vida relaté todo lo que mi mente ocultó durante años, enfrente de ellos relaté el presente y les dije que quería un futuro sin esa escoria cerca de mí. Al principio el jurado no creía que fuera cierto, no creía que mis memorias fueran confiables, tuve que estar bajo terapia supervisada, tuve que recordar cada fragmento bajo hipnosis, quise mostrarles que no mentía, que no lo hacía, enseñarles pruebas, mostrarles que no era una mentirosa, y ahora, muchos de los que al principio estaban recelosos, muchos de los que no creyeron, ahora lo saben.

Ahora se han colocado de mi parte.

Es el día, el veredicto será dicho, hay una mujer hablando, defendiendo al monstruo, al principio no entendía cómo era que podía defender a un ser que no podía ser defendido de sus perversiones, de las atrocidades que había cometido, luego entendí que solo hacia su trabajo.

Retengo el aire en mis pulmones al ver al juez entrar en la sala, no dejo de estar tensa ni cuando me siento de nuevo en la silla de madera, no dejo de estarlo aún cuando el jurado lo declaró culpable de todos los cargos y solo falta la decisión del juez.

No necesito que muera, no necesito que lo haga. Necesito que vaya a prisión, que se pudra en una celda y no vea el mar, no sepa lo que es caminar por las calles, no quiero que sepa lo que es cambiarse de ropa, ir de compras, quiero que se retuerza, que el mismísimo diablo lo atormente si es posible.

Doy un salto en el lugar cuando siento una mano siendo posada sobre la mía, volteo hacia mi izquierda y veo los ojos de Sam, esos lindos ojos avellanas me sonríen, me promete que todo va a estar bien, que todo será mejor y le creo a las palabras que gritan su mirada.

Veo a mis espaldas, a unos pasos de distancia están sentados el abuelo, Ax y hasta Lachlan. Los enanos están en clases y no era necesario que estuvieran aquí, mucho menos Ali, ella no sabe nada, no sabe que el hombre que nos hizo daño es su padre biológico.

El abuelo me sonríe, lo hace de oreja a oreja, temblorosa le devuelvo la sonrisa y Ax solo asiente con la cabeza, mientras que Lachlan me guiña un ojo. Lamo mi labio inferior y vuelvo mi mirada al frente, veo por el rabillo del ojo a Clary susurrarle algo al oído a Sam, lo que sea que le ha dicho hace que él sonría de lado y de un apretón en mi mano.

—Hemos escuchado ambas versiones, he visto las pruebas y he analizado el caso que han armado tanto la parte del acusado y del demandante —dice el juez—. Es por ello que he tomado mi decisión. —Hace una breve pausa que hace que mi corazón vaya cada vez más lento, que mis pulmones no se sientan llenos con el aire que inhalo.

El calor abandona mi cuerpo con rapidez cuando el hombre vestido con toga no dice nada, solo ve hacia abajo, leyendo con cuidado. Luego alza su mirada hacia mí, es como si todo fuera lento, tan lento que mi mente tarda en comprender qué estoy nerviosa, ansiosa, asustada. Veo como extiende su mano y toma el mazo, luego como su boca se abre y dice:

—Por la ley que me concede el estado, declaro al ciudadano Tyron Stark culpable de los cargos de homicidio, secuestro, agresión sexual y acoso, es por ello, que lo sentenció a cadena perpetua sin derecho a apelación, ni libertad condicional.

Un suspiro tembloroso sale de mis labios al escuchar como el mazo suena cuando lo choca contra la madera. Mis ojos buscan los de Sam y lo veo sonreír, mi corazón se llena de alegría y por primera vez, desde que empezaron los juicios puedo respirar con calma, puedo respirar sin sentir la presión en mi pecho, sin creer que en cualquier momento voy a desmayarme.

Me coloco de pie como si la silla tuviera algo y salto a los brazos de Sam, voy hacia ellos y dejo que me estrechen con fuerza, que me abracen y no me dejen por unos segundos. Veo a Tyron ser sacado de la sala. Mis ojos lo siguen hasta que termina desapareciendo por las puertas.

El abuelo, Ax y Lachlan se acercan a mi y me abrazan, lo sé, sé que estamos llegando al final de la pesadilla, pero aún hay algo que debo hacer, aún hay algo que dije que haría y siempre cumplo mis palabras, siempre digo la verdad.

Veo a los ojos a Ax y este me sonríe con alegría, luego vuelve a abrazarme y alza para darme una vuelta. Sigo sin creer que está conmigo, que no murió, que no me abandonó. Todo el país sabe que sigue con vida, nuestro periódico se encargó de aclarar todo.

—Has sido valiente —dice en un susurro.

—Y lo he sido porque no he estado sola —digo y volteo a ver a los demás—. No hubiera podido si estaba sola.

El abuelo me sonríe, niega con la cabeza y se acerca para tomar mi rostro entre sus manos, están calientes y sus ojos azules están llenos de lágrimas, pero no son de tristeza, son de amor, son de alegría.

—Siempre serás mi orgullo y sé que el tu padre también, mi pequeña fiera.

Le sonrío amplio y asiento con la cabeza, dejo que me abrace y no lo suelto aún cuando veo a Clary hacerme una señal, sé que ya planeó todo. Dejo salir un suspiro y me alejo de todos para acercarme a Clary, los tres hombres enfrente de mí me observan con el ceño fruncido y solo les sonrío.

—Ya vuelvo.

No espero que pregunten que haré y solo dejo que Clary me guié por el lugar, lamo mi labio inferior y la sigo por el lugar. Hay policías por doquier y más cuando entro a una sala de interrogatorios, mi corazón comienza a ir tan rápido y mis piernas tiemblan, pero aún así, me obligo a entrar en la habitación.

Veo al monstruo sentado en una mesa, está esposado a está y tiene la cabeza entre sus manos, no parece estar bien, está sufriendo, lo sabe, lo sé y eso me hace sentir mejor, quiero que sufra, quiero que sienta lo que yo sentí, la desesperación de estar encerrado, sin escapatoria.

—Estarémos afuera —dice Clary en mi oído y asiento.

No levanta la mirada aún cuando la puerta a mis espaldas se cierra, con paso tembloroso me deslizo por el pequeño cuarto y siento enfrente de él. Sus ojos están cerrados, su cuerpo está tenso y el color se ha ido de su rostro. Sé que ama la limpieza, que es un trastorno, también sé que ha estado con otros presos y estos no son limpios, sé que volver a allí lo está está atormentando.

—Nunca he sido un peón en un juego de ajedrez —digo con firmeza y su cabeza se levanta con rapidez hacia mí—. Siempre he sido la reina, me muevo hacia dónde quiero, hago lo que quiero y sobre todo, siempre obtengo lo que deseo.

No dice nada, tampoco espero que lo haga. Sus ojos no se apartan de mi rostro, no dejan de verme ni por un momento, dejo que me mire, dejo que vea cómo luzco, que grabe en su memoria cada maldita palabra que digo, cada gesto, cada movimiento, porque está será la última vez que me vea.

—Creías que siendo el rey ganarías, que eras invencible. —Sonrío de lado y chasqueo la lengua—. Te equivocaste. La reina siempre va a ser mejor que el rey, más inteligente, más fuerte, más poderosa. Tu juego macabro, tu mierda ha llegado a su fin, no soy mi madre, no soy Halsey Belova, soy Hailee Belova, soy quien te trajo hasta aquí, soy quién iba a dar su vida y arrastrarte al infierno por sí misma, soy yo. Soy la reina que no necesita un rey ni un caballero de armadura brillante, soy y siempre seré la puta ama del juego.

Le sonrío, le muestro mi sonrisa más grande y radiante mientras me acomodo en la silla para verlo directo a los ojos.

—Me dañaste y mírame, sigo aquí, diste tu golpe final y no fuiste capaz de destrozarme lo suficiente como para que esté en el suelo arrastrándome. —Ladeo la cabeza hacia un lado—. Soy mejor que tu, soy más fuerte, soy más capaz, así que Tyron, disfruta de tu infierno personal. —Me coloco de pie—. Y recuerda cada maldito día que te queda en la tierra, que gané.

Salgo de allí con el corazón en la mano y dejo salir un fuerte y sonoro suspiro cuando cierro la puerta y me pego a la pared más cercana. Veo a Clary acercarse a mí con rapidez y preocupación pero solo me concentro en respirar con tranquilidad e intentar mantener calmados los latidos de mi corazón.

—¿Te hizo algo? —escucho que pregunta con terror en cada palabra.

Me rio, me echo a reír y niego con la cabeza. Cuando alzo la mirada hacia ella veo la confusión en sus ojos y eso solo hace que me eche a reír con más fuerza, Clary luce asustada y sé que debo parecer una loca pero mi risa se transforma en un sollozo, termino llorando y ella me abraza.

Me liberé, sentirse libre se siente tan bien, tan sano, es como la miel de dulce y mi corazón se agita con fuerza por eso, porque ya no tengo que temer que él me hiera, no tengo que temer que hiera a los enanos, no tengo que esperar nada de eso y mi corazón se llena de alegría, mi vida se llena de color por fin después de tanto gris.

Y sé que superar todo tomará tiempo, pero justo ahora, en momentos en los cuales solo soy consciente de las lágrimas cayendo por mi rostro y del alivio que siento en el alma. Sé que puedo contra todo y todos.

N/A  

¿Me extrañaron?

Pos weno, yo también. Pero seré honesta, estos últimos cap me han tomado una vida entera de escribir, ya sea por trabajo por otras ocupaciones o porque solo no estoy en mis mejores ánimos para escribir, pero miren, les traje un cap. Y si dicen que esta corto cuando tiene casi 4 mil palabras las golpeo con una pala.

OK NO

*Mueve la tabla que hay cerca de ella y hace un gesto de golpe*

En fin, en otras noticias, no sé cuando vuelva a publicar, quedan según mi mente maravillosa solo el epílogo, él cual no he planeado je je je. Pero lo haré pipol, no desesperen.

Sobre Más allá de su mirada, esa historia quedará en pausa hasta nuevo aviso, no quiero escribir más cosas tristes y esa historia esta llena de tristeza, así que quiero empezar con una de misterio y suspenso 7u7

¿La leerían? Quiero planear esa historia primero.

#NoLectoresFantasmas.

Nos vemos pronto <3