31
James Arthur y Anne-Marie- Rewrite the stars
—Jamás, nunca, en mis años de existencia, ninguna. Ni una sola de mis dos hijas metieron a un chico a su habitación en la noche.
Agacho mi cabeza como si fuera un cachorro arrepentido, muerdo mi labio inferior con fuerza, intentando mantener la calma. El abuelo luce enojado, furioso, quizás indignado. Cuando alzo la mirada y doy con sus ojos azules clavados en los míos, me encojo en el mueble, haciéndome un ovillo en la esquina del mueble.
Sam está detrás del abuelo luciendo divertido, aunque es bueno arrugando el ceño y mirándonos con indignación. Me gustaría golpearlo en la cabeza con la enciclopedia de Henry que está cerca de él. Así podría quitarle la estúpida sonrisa que se forma en sus labios cuando sus ojos dan con los míos.
—Muy mal, niños, muy mal —dice el traidor sonriendo.
Gruño por lo bajo en su dirección y el abuelo voltea a verlo con una ceja arqueada. La sonrisa de Sam desaparece por completo y una expresión de seriedad cubre sus facciones. Tuvo que ser un buen actor en su vida pasada, de eso estoy segura.
—¿Y tu que hablas, Samuelito? —pregunta el abuelo—. Si mi hijo más de una vez me dijo que eras un alcahueta.
Dejo salir una pequeña risa y Axellen a mi lado igual, y cuando el abuelo voltea a vernos, yo tapo mi boca y Ax disfraza la risa con un ataque de tos. El abuelo entrecierra los ojos y coloca sus manos en jarras.
—Nada de entrar a la casa en plena noche, entiendo que son adultos y pareja, pero hay niños en la casa y no quiero crear un mal ejemplo. Mi madre, no dejo que ningún hombre se quedará en nuestra casa a dormir si no eran los esposos de mis hermanas, así se respetaba el hogar.
—Abuelo...
Alza la mano y me callo, paso una mano por mi rostro y muerdo mi labio inferior. Voltea a ver a Axellen.
—Así que, si quieres quedarte a dormir, coloca un anillo en su dedo anular.
Los ojos de Sam se abren ampliamente y ve hacia el abuelo como si hubiera escuchado una de las estupideces mas grande de su vida, y estoy igual.
—¡Lukyan! —bramo y me coloco de pie—. ¿Qué estás diciendo?
—Creo que ya me escuchaste, Hailee.
Lo observo atónita cuando sus ojos se clavan en los míos. Está hablando en serio, no hay burla o broma y verlo tan firme hace que un escalofrío recorra mi espina dorsal y me haga estremecer.
—Abuelo, entiendo lo de no entrar en la noche con hombres pero...
—Pero nada.
—Lukyan —gruño entre dientes.
—Si quiere que le coloque un anillo en el dedo lo haré —dice Axellen.
Volteo a verlo como si estuviera poseído por un demonio, intercambio una mirada con Sam y él parece igual de perdido que yo.
—¿Qué?
Voltea a verme y sonríe de lado.
—No me molesta casarme contigo.
Parpadeo confundida y niego con la cabeza, dando un paso hacia atrás mientras él se coloca de pie.
—Bueno, parece que todo está claro —dice el abuelo.
Y, la única pregunta que se formula en mi cabeza es si estoy todavía soñando porque esto es ridículo, y también muy estúpido. Intercambio una mirada con Sam y él está intentando hablar pero parece no encontrar las palabras que quiere y estoy igual.
Nadie dice nada por unos segundos y sólo una larga y ronca carcajada llena el lugar. Volteo y veo a Lukyan riéndose a carcajadas y, cuando volteo a ver a Axellen, también está riendose.
Veo a Sam y tiene el ceño fruncido. Tenso mi mandíbula con fuerza y resoplo como un caballo.
—Es una broma —afirmo.
Ambos dejan de reírse.
—Lo siento, cielo, pero fue una buena idea de Axellen.
Volteo a ver a Axellen y él se encoge de hombros.
—Lo siento, cariño. Me debías una.
—Idiota —digo entre dientes y volteo hacia el abuelo—. ¿Desde cuando estás en mi contra?
Sonríe y se acerca a grandes zancadas. Acuna mi rostro entre sus arrugadas y rasposas manos y deja un beso en mi frente.
—Nunca estaré en tu contra, pero eso no significa que no voy a divertirme, cariño. Además hablaba en serio cuando dije que no quiero que se escabulla en las noches, nada de eso, o la proxima si estaré realmente enojado.
Gruño y él se ríe en mi cara para luego desordenar mi cabello e ir hacia la cocina. Escucho el cuchicheo de los enanos y sé de antemano que debieron de escuchar y prestar atención a cada cosa.
—Que bonita manera de empezar el día —canturrea Sam y se acerca a Axellen—. Vamos, amorcito, tengo que alimentarte.
Una carcajada escapa de los labios de Axellen y asiente en dirección de Sam. El segundo se va y me deja con el primero, quien se acerca a paso cauteloso y con sus manos detrás de su espalda.
—¿Del uno al diez cuán enojada estás?
Gruño.
—Doce.
Asiente y se acerca otro poco más, quedando a escasos pasos de distancia de mi.
—Bien, eso tendremos que resolverlo.
Frunzo el ceño y sonríe de lado antes de acunar mi rostro y dejar un pequeño beso sobre mis labios. Después deja otro y río cuando me doy cuenta de lo que hace.
—¿Ahora en qué nivel está?
—Diez.
Asiente y besa esas diez veces brevemente mis labios. Haciendo que el último beso sea mas largo y dulce. Sabe a crema de dientes.
—Dejen la exhibición para otro día y vengan a comer —dice Sam divertido.
Río sobre los labios de Axellen y ambos caminamos hacía la cocina. Me dejo caer en el asiento junto a Ali y Axellen se sienta enfrente de mí, en medio del abuelo y Sam.
—Desty —llama Henry y volteo a verlo—. No te conviertas en una aspiradora como Sam y Mayrah.
Dejo salir una larga carcajada junto a los demás, excepto por Sam que le pega sin mucha fuerza al enano en la cabeza.
—Mocoso tonto —masculla Sam.
—Solo dice la verdad —interviene Ali y volteo a verla. Está sonriendo—. Mayrah y tu son así. —Une sus manos y comienza a moverlas hacia los lados mientras hace sonidos extraños con la boca—. Bésame Sam.
Dejo salir una corta carcajada y luego suelto unas más larga al ver como Sam le lanza un pedazo pequeño de Hot cake. Y, mientras todos sonríen y comienzan a hablar. Contemplo mi pequeña y dulce familia y un calor agradable se extiende por mi pecho. En la mesa todos bromean, se ríen y prestan atención cuando otro está hablando, es agradable estar así.
Apoyo en la palma de mi mano mi rostro y sonriendo de lado volteo a ver hacia el abuelo, quién me sonríe y susurra:
—Продолжать улыбаться [Sigue sonriendo]
Asiento con la cabeza.
Lo haré sin importar nada.
—Creí que Lukyan iba a asesinarte de verdad —dice Sam mientras salimos del ascensor.
Río entre dientes. También creí que lo haría cuando entró en la habitación con cara de asesino serial, pero no gritó, sólo bufó y dijo que Sam estaba haciendo el desayuno. Lukyan no es idiota, es algo muy claro, él supo que estaba junto a su nieta, nos vio subiendo las escaleras mientras él tomaba agua en la oscuridad como un psicópata.
—Ese viejito me ama.
Una carcajada sale de Sam y me observa divertido.
—Di eso cerca de él, llámalo de esa forma y te demostrará su amor insertando su piel en tu trasero.
—Sería todo muy romántico.
—Lo mejor de lo mejor.
Golpe mi hombro sin mucha fuerza y dejamos salir al unísono una carcajada. Dentro de unas horas será el recital de Ali, y vinimos a la firma de abogados a buscar a Clary y Mayrah.
—¿Perro o gato? —pregunta de la nada.
Frunzo el ceño y él sonríe, deteniéndose y mirandome como si fuera un niño pequeño al cual le debe explicar las cosas con lentitud. Últimamente está haciendo eso. Según él, soy su amorcito; al cual debe cuidar y enseñar todo lo pasado.
—Que no tengas recuerdos es como si un nuevo tú se hubiera creado, así que, ¿gatos o perros?
—Gatos.
Asiente complacido y coloca su mano sobre mi hombro para dar un apretón y sonreír orgulloso.
—Muy bien, buena decisión. Porque soy alérgico a los perros.
Lo miro confundido y algo extrañado.
—¿Qué?
Resopla.
—Cuando en un futuro vaya a visitar a mis futuros sobrinos, no quiero que un perro del infierno me de la bienvenida. Así que no dejes que Hailee adopte un perro, mejor un lindo gatito.
Asiento y me río entre dientes. Ya da por hecho de que me casaré con Hailee. Niego con la cabeza y cuando voy a hablar mi teléfono comienza a sonar, pero no respondo la llamada y dejo que se caiga.
—¿Quién llama con tanta insistencia? Y no digas que nadie porque lleva todo el camino llamándote.
Resoplo y cuelgo cuando vuelven a llamar.
—Mi...
—¡Lo sé, no soy ninguna estúpida y sé que eres una zorra!
Frunzo el ceño y veo hacia el largo pasillo que hay ante mis ojos. La voces se escuchan como un eco por el lugar, el edificio está básicamente vacío y no hay casi nadie.
—¡Eres una zorra, Clary!
Mis alarmas se disparan al escuchar el nombre de la pelirroja y camino rápido en dirección de las voces, sintiendo los pasos de Sam detrás de mí. Las voces provienen de la sala de juntas, y antes de que pueda entrar, veo a través del cristal a Clary pálida y paralizada en una punta del lugar, mientras que Mayrah está parada en el otro lado con expresión enojada.
—No es cierto, estás viendo cosas donde no las hay.
—¡¿Ahora estoy loca?! —chilla Mayrah—. ¡Ustedes me ven la cara!
—Mayrah no...
—¡Eres una mentirosa y una zorra!
—¡Basta! —bramo y me acerco a Clary, quien parece aliviada al verme—. Creo que deberías dejar de insultar y gritar, Mayrah.
Una risa algo histérica sale de sus labios, mientras niega con la cabeza de manera frenética.
—No defiendas a la zorra de tu amiga, Axellen.
—Mayrah no —dice Sam, colocándose en medio y dándonos la espalda—. Deja a Clary en paz.
Las palabras de Sam parece que la enfurecen más de lo que ya está. La mano de Clary rodea mi brazo y se hace una bola detrás de mí.
—¡Claro! Defiende a tu amante.
Volteo hacia Clary y ella, toda pálida y niega con la cabeza.
—¿De dónde sacas tremenda idiotez, Mayrah? —inquiere Sam—. ¿Escuchas lo que dices?
—¡Digo la verdad! ¡Tú y ella me ven la cara!
—¡Somos amigos Mayrah!
—¡Mientes! ¡Ella es tu amante!
—No lo soy —dice Clary—. Solo somos amigos.
Mayrah la ve con odio, con veneno. Gruñe y da un paso en nuestra dirección pero el cuerpo de Sam se interpone. Sus hombros están tensos y la mirada de dolor, tristeza y sobre todo odio que Mayrah le da, es intensa.
—Claro, sólo amigos. Por eso se la pasan trabajando supuestamente hasta tarde, por eso hablan horas por mensajes, sólo amigos. ¡Vean la cara de estúpida a otra! ¡Por tu! —señala a Clary—. ¡Eres una zorra entrometida!
—No es cierto.
—Eres una roba novios, con esa cara de mosquita muerta que no parte ni un plato.
—Detente —mascullo y siento como Clary tiembla detrás de mi. Los ojos oscuro de Mayrah se clavan en mi—. Si ella dice que no son nada, es porque no son nada.
Una larga carcajada sale de sus labios y niega con la cabeza.
—Todos mienten. Axellen. Creí que lo habías aprendido.
Me tenso y aprieto mis puños con fuerza, me mira con burla, con maldad. ¿Dónde quedó la Mayrah buena? Los jodidos celos de psicópata la están convirtiendo en alguien distinta.
—Basta, Mary, estás diciendo cosas sin sentido —dice con suavidad Sam, colocando las manos sobre los hombros de su novia e intentando calmarla, pero Mayrah se aparta del tacto de Sam como si le quemara.
—Eres un traidor y un vil mentiroso, te acuestas con ella, lo sé. Lo sabes.
—Mayrah...
—¡Ella es una zorra roba parejas! ¡Una mosquita muerta!
—Mayrah...—masculla entre dientes Sam.
—¡Tu eres una perra!
—No lo soy —dice Clary.
—¡Lo eres! Eres una...
—¡No soy nada de eso porque soy la novia de Patrick! —grita desesperada Clary. Todos, volteamos a verla y ella sólo ve a Mayrah—. No tengo nada con Sam, solo somos amigos, con la única persona que estoy es con Patrick, es a él a quien quiero.
Un silencio tenso se extiende por la oficina cuando termina de hablar y cuando veo en dirección a Mayrah, ella tapa su boca y el enojo parece desaparecer de su rostro de golpe, como si se diera cuenta que cometió un error.
Los ojos de Sam están clavados en Clary y frunzo el ceño al verlo confundido. Parpadea varias veces y susurra:
—¿Patrick y tu...?
—Estamos juntos desde hace semanas —responde Clary y sólo ve a Mayrah—. No debes preocuparte por mí, Sam y yo no tenemos y jamás tendremos algo que no sea amistad.
Mayrah parece perdida y sale de la oficina sin decir nada. Sam mira fijamente a Clary y luego sale también de la habitación. La pelirroja suelta un suspiro pesado y se deja caer en la silla giratoria, mientras acuna su rostro entre sus manos.
Me siento en una de las sillas y extiendo mi mano, tocando su hombro.
—Acabas de mentir para que dejara de gritar. ¿Cierto?
Aparta las manos de su rostro y asiente con cuidado.
—Clary, ¿Sam y tu...?
—No, sólo somos amigos.
—Pero no lo ves como un amigo solamente —musito en voz baja.
Muerde su labio inferior y niega con la cabeza, mientras esconde su rostro entre sus manos.
—Soy un asco de persona.
—Clary...
—Yo no quise esto, Ax. Ni siquiera me di cuenta cuando empezó todo —me observa asustada, como si tuviera miedo de ella y eso hace que mi corazón se retuerza con violencia dentro de mi pecho. Tapa su rostro con las palmas de sus manos y deja salir un jadeo—. Soy una jodida escoria.
—No lo eres.
—Lo soy —musita y destapa su rostro, dejándome ver las lágrimas contenidas—. ¿Así se sintió Gemma al empezar a querer a alguien que ya tenía a alguien más? ¿Se sintió un asco? ¿Sintió que era una mala persona?
—No lo sé, Clary. Sólo sé que no elegimos a quien amar y a quien no.
Jadea y pasa las manos por su rostro, estirando su piel y negando con la cabeza.
—¿Podrías disculparme con Hailee y decirle que no me siento bien y por eso no voy al recital?
—Puedo quedarme.
Niega con la cabeza.
—Estoy bien. —Sonríe pequeño—. Debo llamar a Patrick y decirle que debe fingir ser mi novio.
Arrugo el ceño.
—¿Seguirás con la mentira?
—Solo por unos días, después terminaremos por diferencias y ya.
La miro a los ojos y veo su tristeza, la desesperación. No me gusta lo que está planeando hacer, eso solo va a herirla, pero también sé que no puedo hacer nada para evitar que siga con la mentira. No cuando está mintiendo para proteger su corazón y eso solo la va a herir más.
Asiento y me levanto de la silla, extendiendo la palma de mi mano hacia ella, la cual ve sin mover ningún musculo.
—Vamos, te llevaré a casa.
Sonríe en medio de las lágrimas y toma mi mano, doy un apretón cuando salimos del edificio. En todo el camino a casa de Hugo no dice ni una sola palabra, solo se pierde entre sus pensamientos y cierra ante todos, incluyendome, pero no la obligo a hablar, no cuando sé que quiere y necesita su espacio.
Música de orquesta comienza a sonar por el lugar, es delicada y suave y se puede percibir un débil canto de mujer en el fondo. Es como si intentarán imitar el canto de una sirena.
Desde una esquina del gran escenario sale Ali, la hermana de Hailee, tiene un vestido suelto de color blanco y sus zapatillas son del mismo color, su cabello está suelto y se menea por el aire mientras comienza a bailar por el lugar. El color de su cabello brillan por el lugar, roba la atención, parece fuego meciéndose por el aire.
Es delicado y sutil, parece que volara por el lugar. Diferentes personas se le unen y bailan junto a ella, luego de unos minutos el ambiente se torna oscuro, es más brusco sin dejar también de ser elegante.
Hay diferentes formas de hacer arte, ya sea con música, pintura o hasta con la letras y, justo ahora, Alice Belova está brillando, está deslumbrado a todas las personas con su arte.
La función acaba después de dos horas. Las personas se colocan de pie para alabar a los adolescentes y pre adolescentes sobre el escenario. Hailee a mi lado está gritando que esa es su hermana, igual que Henry, hasta el abuelo se une.
—¡Te dije que ella iba a brillar! —chilla en dirección de Sam y lo apunta con el dedo índice—. Mi hermanita es una fantástica estrella.
Una carcajada sale de los labios del rubio y niega con la cabeza.
—Nunca dije lo contrario.
Hailee da un salto y aplaude, mientras algunas personas la rodean y hablan con ella sobre la función de su hermana, logró escuchar mencionar la palabra beca en Sídney, y la mirada en los ojos del abuelo y de Hailee, me hace saber que es algo importante.
Volteo hacia Sam y veo que su mirada esta en su teléfono, es algo que he notado durante la función. Luce inquieto
—¿Esperas una llamada?
Aparta la mirada del teléfono.
—Espero que me contesten una llamada.
—¿No hablaste con Mayrah?
—Lo hice y está apenada, pero justo ahora soy yo el que necesita su espacio. Es el colmo que haya hecho ese escándalo.
—¿Y qué harás?
Resopla con frustración y niega con la cabeza.
—Esperar a que se calme un poco, y así podremos hablar. —Hace una breve pausa—. No lo sé, Axellencito, está muy rara y no habla conmigo y parece que tengo que sacarle las palabras con cucharadas pequeñas.
—¿Y no crees que algo va mal con ella?
Me mira y asiente.
—Sé que hay algo mal, pero no quiere decirme que ocurre y tampoco puede ir a gritarle a Clary incoherencias. Ella es mi amiga, la relación que tenemos es la misma que tengo con Hailee. Y me colocaría furioso que señalaran a Hailee de cosas que no son ciertas.
Asiento.
—Bueno, dile las famosas palabras de: tenemos que hablar.
Sonrío y le doy una palmada en la espalda. Niega con la cabeza y se ríe por lo bajo.
—Que sabio, Axellencito.
—Lo soy Samuelito.
Asiente y hace una rara mueca.
—¿Clary está bien? Digo, es una pregunta estúpida pero no merecía eso.
—Estará bien, es más fuerte de lo que crees.
—¿Crees que me deje verla?
Arqueo una ceja y lo observo confundido.
—¿Quieres verla?
—Si.
Asiento.
—En ese caso, está en casa de Hugo, y para llegar a ella debes primero pasar de él. Se coloca protector cuando hieren a la pequeña bebé.
No responde.
—¿De qué hablan? —inquiere Hailee llegando a mi lado.
Miro de ella hacia Sam y él niega con la cabeza en mi dirección. Tomo eso como una señal para no decir nada. Volteo hacia ella que tiene el ceño fruncido.
Hoy luce despampanante, su cabello rojo está en una corona de trenzas y sus labios están pintados en rojo, además de que tiene un vestido negro con blanco que la hace lucir como una reina.
—Son cosas de chicos —digo y voltea a verme con una ceja arqueada.
—Cosas de chicos —repite y niega con la cabeza—. Vaya, otra vez soy excluida de las conversaciones de chicos.
Le sonrío y rodeo con mi brazo su cintura.
—Ahora somos un trío otra vez zanahoria y hay cosas que sólo los chicos hablamos.
Hailee abre la boca para hablar pero se le adelantan.
—Yo quiero estar en la charla de chico. Soy un chico —dice Henry.
—Un chico pequeño —canturrea Sam.
—¡Pronto cumpliré años! ¡Seré grande!
—Seguirás siendo mi bebé —dice Hailee y le sonríe son ternura—. Ahora, ¿por qué la enana tarda tanto en salir?
Mira hacia los lados con el ceño fruncido y mi teléfono comienza a sonar otra vez, durante la presentación lo hizo y tuve que silenciarlo, pero fue una mala idea volver a colocar el volúmen.
—Vaya, sigues igual de bien solicitado que hace días —dice Hailee con el ceño fruncido y mirando mi bolsillo.
—No es importante.
—Debe serlo para que te llamen tanto. Anda contesta y yo voy a buscar a mi pequeña estrella.
Asiento y deja un beso en mi mejilla antes de darse la vuelta e irse con Henry. Sam me mira con una ceja arqueada.
—Ves, una novia así, que no esté encima de ti cuando ve que te llaman vale oro.
Río y niego con la cabeza.
—¿Tanto te tienen vigilado?
Suspira con pesadez.
—Lo hacen. Ve y contesta, llamaré a Clary y si no responde iré a buscarla.
Asiento con la cabeza y me alejo de la multitud de personas a mi alrededor, estando en un lugar más calmado descuelgo la llamada.
—Cariño...
—Deja de llamar a todas horas, Melania.
Un jadeo llega hasta mis oídos y cierro los ojos con fuerza. Quiero decirle que a mi también me duele, que también me destruye hablarle así.
—Hijo...tenemos que hablar.
—¿Vas a justificarte? Porque ambos sabemos que no vas a disculparte.
—¡No hice nada malo! ¡Solo protegía a mi hijo!
—¿Y la mejor manera de hacerlo era alejándome de todos y mentirme?
—Axellen...
—No estabas protegiéndome de nadie, Melania, sólo fuiste egoísta y me terminaste de separar de las personas que me querían, que yo quería.
—¿Estás otra vez con ella?
—Sí. No te funciono eso de alejarme, mira madre. He vuelto a caer rendido ante ella.
—No...
—La amo, y no soy el adolescente sin memoria que vivía en la oscuridad. Estoy con Hailee y si no lo aceptas está bien, no voy a esperar tu aprobación para poder ser feliz con la persona que amo.
—¡No puede estar con esa zorra otra vez! ¡Todo ha sido culpa de ella! ¡Otra vez por su culpa te alejas de mí! ¡Por culpa de esa..!
—No —la interrumpo y respiro profundo antes de seguir, respiro profundo y me recuerdo que es mi madre y que a pesar que no tengamos una buena relación, sigue mereciendo tener mi respeto—. Ella no nos alejó en el pasado y tampoco lo está haciendo ahora, la única culpable, eres tú. Adiós, madre.
—¡Axellen!
Cuelgo y aparto el teléfono de mi oreja, golpeo con violencia una pared cercana y el dolor se extiende por mis nudillos, pero ese dolor no se compara con el de mi pecho, no se compara con el dolor de saber que, mi madre no va a cambiar y tampoco aceptará a Hailee.
Dejo salir un largo suspiro y desorden mi cabello y miro hacia el final del pasillo donde estoy. Una cabellera rizada y roja que reconozco bien entra en mi campo de visión.
Es Alice.
Está mirando algo en una vitrina y se abraza a sí misma. Me acerco con pasos cautelosos hacia ella y me detengo a su lado, tiene lágrimas en las mejillas y su rostro está rojo. Me mira de reojo y vuelve la mirada hacia la vitrina.
—Ella era una buena bailarina —susurra mirando la vitrina y al hacer lo mismo, veo a su progenitora, se parece bastante a Hailee y luce muy joven. Lo único diferente son los ojos, porque lo del Hailee son azules y los de la mujer son cafés.
—También lo eres tú, Ali.
Voltea a verme y se seca las lágrimas.
—¿Lo dices por qué eres el novio de Desty?
Le sonrío y niego con la cabeza, me agacho para quedar a su altura y tomo su manos, dando un leve apretón.
—Lo digo porque eres una niña muy talentosa. Todos lo sabemos. —Seco una lágrima que se desliza por su mejilla—. Debes aprender a creerlo y te va a importar una mierda lo que digan y crean los demás.
Ríe un poco.
—Dijiste una mala palabra enfrente de mí.
Le sonrío.
—Hailee no necesita saberlo.
Sonríe amplio y asiente con vehemencia.
—Es cierto.
—Bien, ahora hay que ir con los demás. Hoy fue un buen día para ti y hay que celebrarlo.
Sonríe pequeño y me abraza.
—Gracias, Ax.
—No es nada mocosa del medio.
Ríe entre dientes y se aparta, dando un golpe en mi hombro, desordeno un poco su cabello y golpea mi mano, haciéndome reír a carcajadas y ella pasa por mi lado, caminando hacia donde están los demás.
Voy a hacer lo mismo pero mis ojos se deslizan hacia la fotografía. La madre de Hailee sale sonriendo y a su lado hay un hombre de ojos cafés y cabello castaño, quien rodea su cintura con un brazo. Frunzo el ceño y mis ojos se deslizan hacia la inscripción en el marco.
Halsey Belova y Tyron Starks. Campeones nacionales de baile contemporáneo.
Miro de nuevo la foto y mis ojos se quedan en el hombre, alto, no tan musculoso y con sonrisa de galán.
—¡Oye!
Volteo hacia la voz y veo a Hailee a unos cuantos pasos sonriendo.
—Todos morimos de hambre. Esperamos por ti.
Le sonrío y me acerco a ella.
—Me distraje.
Asiente.
—¿Ya contestaste la llamada?
Asiento. Entrecierra los ojos se acerca, rodeando mi torso con su brazos.
—¿Y...me dirás quién era tan insistente?
Sonrío e inclinó mi rostro hacia el de ella quedando a escasa distancia de sus labios que poseen una sonrisa pequeña.
—Vaya, creí que no eras celosa.
Ríe y niega con la cabeza.
—No soy una celosa, confío en ti —se encoge de hombros—. Pero desde hace días están llamando y llamando. ¿Todo bien?
Acuno su rostro y acaricio sus mejillas. Antes de responderle la beso, voy suave, con calma. Me gustan sus labios, no creo que haya algo que no me fascine de ella. Muerdo un poco su labio inferior y un suspiro satisfactorio sale de sus labios.
Estar con ella se siente tan bien. Es como estar en casa.
Me alejo un poco, dejando que nuestras respiraciones se mezclen y nuestros labios se rocen mientras intentamos recuperar el aliento. Sonrío de lado.
—Todo perfecto.
Buenaaaaaaaas, lindas personitas detrás de una pantalla. Espero que hayan tenido una genialosa semana.
So...
Así que Clary y Sam, baia, baia. Lastimas que Clary va a morir.
NAHHHHH MENTIRA.
O quizás sí 7w7
En fin, en otras noticias, está semana entré a trabajar y casi no tengo tiempo para escribir, y cuando tengo algunas horas solo quiero echarme en la cama y dormir. Además, hoy entré a estudiar, sip, estudiaré todos los sábados y será intensivo, así que no se asusten si algún día no tienen actualización.
No hay adelantos hoy, pero les prometo que el próximo cap va a ser interesante, ya casi estamos llegando al final de la primera parte, sep, esta historia estará dividida en dos partes, así como lo fue dividida "El recuerdo de un amor" Y si ustedes recuerdan, en dicha historia, las cosas nunca acababan bien cuando una parte se acababa 7u7
#NoLectoresFantasmas.
Nos vemos pronto 7u7
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro