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Ariana Grande - bloodline
Lean la nota al final, pliss, pero sobre todo, disfruten <3
Mi cabeza va a estallar como una bomba, con los ojos medios cerrados y arrastrando los pies me dirijo al baño, hago mis necesidades fisiológicas y luego bajo la palanca, me acerco al lavamanos ahogando un bostezo y lavo mis manos y mi cara, palpo con mi mano el lugar y cuando encuentro el cepillo y la crema procedo a cepillarme, mascullo una maldición cuando una punzada de dolor atraviesa mis sienes.
Abro mis ojos y miro el reflejo. Ojeras debajo de mis ojos, cabello enmarañado, ojos hinchados y un poco rojos, frunzo el ceño al ver a través del espejo un cuadro de un paisaje, con el cepillo aun en la boca y sin atreverme a moverlo giro la cabeza hacia mi derecha, mirando una ducha con puertas de cristal, escupo la crema y en estado de shock miro mi entorno.
Todo grita dinero, todo grita que este no es el baño de mi casa. Con temor bajo la cabeza y miro mi ropa, tengo ropa de hombre, estiro el mono y tengo un bóxer de hombre, miro mi reflejo con horror y termino de cepillarme para salir del baño. Miro el cuarto y veo mi ropa y teléfono en una silla color crema, me acerco y mi tomo mi teléfono, el cual está bien muerto.
Me quito la ropa que tengo puesta y me coloco la mía, cuando estoy a punto de quitarme la camisa me quedo paralizada, bajo mi mirada hacia mi estómago y con la manos en los lados laterales de mi torso frunzo el ceño, paso mis manos por mi piel, de arriba hacia abajo y ahogo una exclamación.
Él estaba acariciando mi torso anoche, él estaba besando mis labios y mi cuello. No fue un sueño, mierda no fue un sueño.
BESÉ A AXELLEN.
¡Mierda! Tapo mi rostro con mis manos y el pánico azota cada célula de mi cuerpo, estaba muy borracha, creí que era una ilusión después de que lo vi en el bar, pero la pregunta es: ¡¿POR QUÉ NO OLVIDO ESTO?! Maldigo para mis adentros y muerdo la uña de mi dedo pulgar, recuerdo todo, recuerdo los piropos —voy a matar a Lachlan—, recuerdo haberte agarrado el trasero —Lachlan se va a morir cuando le diga que es un buen trasero—, y lo besé, él me besó, nos besamos y nos acariciamos.
¡CASI NOS ACOSTAMOS!
Voy a perder a cabeza, estúpida amnesia por el alcohol, ¿por qué no surtió efecto? Oh por Dios, que vergüenza, resoplo como un caballo y paso mis manos por mi cabello, me coloco los zapatos y rápidamente mi sostén y la camisa, pero termino dejándola a un lado cuando huele demasiado a alcohol y me dejo la negra de Axellen; guardo el teléfono en el bolsillo y tomo mi camisa entre mis manos. Debo encontrar las llaves de mi auto e irme silenciosamente y sin que nadie se dé cuenta.
Abro la puerta de la habitación con cuidado y asomo mi cabeza y miro que el pasillo este despejado, salgo de la habitación y cierro la puerta sin hacer ruido, toda esta callado el silencio es algo perturbador, y más cuando estás intentando escaparte del hombre al cual besaste y manoseaste.
Maldito alcohol.
Camino de puntillas y aferro mi camisa a mi torso, muerdo mi labio inferior cuando paso por dos puertas y camino más rápido, doblo hacia la izquierda y la sala me da la bienvenida, veo las llaves de mi auto en una mesa cerca de un sofá, conozco el llavero de dinosaurio que Henry le colocó. Con cuidado y con el corazón en la boca me acerco y tomo las llaves, sonrío con orgullo cuando las tengo entre mis manos, dejo salir un pequeño suspiro y empiezo a caminar hacia la salida.
—¿Sabías que es de mala educación irte sin despedirte?
Un chillo de terror escapa de mis labios y volteo a ver hacia mi izquierda, Axellen está sentado en un banco y tiene una taza entre las manos, de la cual bebe, su ceja se arquea y cuando baja la taza una sonrisa está decorando sus labios. Tiene el cabello desordenado y orejas, y aún así se ve guapo el condenado.
—Pareces que acabas de ver al mismísimo diablo.
No digo nada e intento que mi corazón vuelva a ir normal, no que parezca que se va a salir de mi pecho y va a salir corriendo en dirección contraria de donde estoy. Y no, no vi al diablo, pero si veo justo a ahora a alguien que no quería ver.
Oye, suerte de mierda, ¿dónde coño te metes?
—Pensé que eras otra persona.
Frunce el ceño.
—¿Otra persona?
Eso es miente, finge que si tienes amnesia y no recuerdas nada.
Asiento con la cabeza y lamo mi labio inferior, me está mirando con mucha intensidad y desde la distancia sus ojos parecen azules, se ven demasiado bien.
—Sí. —Sonrío nerviosa—. Desperté en un lugar que no conozco, con ropa de hombre y entre en pánico. No sabía dónde estaba.
Ladea la cabeza hacia un lado y luego la mueve de arriba hacia abajo.
—Me llamaste anoche, estabas en un bar. ¿Recuerdas?
Hago una cara de desentendida y frunzo el ceño, me cruzo de brazos y niego con la cabeza.
—No, ya sabes que el alcohol hace que mis recuerdos de esfumen.
—Cierto, entonces supongo que no recuerda que me dijiste piropos.
Abro la boca sorprendida, o intento parecer estarlo. Frunzo el ceño.
—Yo no hago eso.
Sonríe.
—Lo hiciste y debo suponer que tampoco recuerdas haberme tocado el trasero.
Quiero reírme y a la vez morirme de la vergüenza, abro la boca indignada y muevo la cabeza hacia los lados con vehemencia. Él suspira y se levanta del taburete, tiene el pantalón de pijama y se encuentra descalzo, su camisa azul marino se aferra a su cuerpo y ¡Santa mierda! Yo toque ese cuerpo y recuerdo que estaba bien esculpido.
A paso relajado y despreocupado se acerca hacia mí, no dejando mucha distancia entre ambos cuerpos, mi pulso está acelerándose y mis hormonas están haciendo una gran revolución, porque recuerdo su toque y era como si fuera fuego.
—Entiendo —dice en voz baja—. Entonces supongo que tampoco recuerdas esto.
No me da tiempo de pensar cuando sus manos ya cunaron mi rostro y sus labios se posaron sobre los míos, mis ojos se abren en par en par y quiero gritar de euforia. ¡Nos estamos besando otra vez! Una de sus manos se desliza de mi rostro a mi cintura, atrayéndome más hacia él y deslizándola hasta la parte baja de mi espalda, dejándola ahí.
Mis ojos se cierran y las llaves y la camisa se deslizan de mis manos, cayendo al suelo. Sus labios saben a café, saben a gloria y a el cielo, mi cuerpo esta estremeciéndose, mi corazón va cada vez más rápido y estoy tocando el cielo con un solo beso.
Gimoteo cuando se aleja de mis labios y apoya su frente a la mía, mantengo los ojos cerrados y puedo sentir que está sonriendo.
—Eres un asco actuando.
Sonrío y abro los ojos dando con los de él.
—¿Cómo...?
—¿Me di cuenta? —termina la pregunta por mí y asiento con la cabeza—. Bueno, en Sídney te colocaste histérica y parecía que ibas a arrancarte los cabellos, y justo ahora estabas más calmada, y no eres calmada cuando no recuerdas algo. Así que, ¿te ibas a ir y fingir que nada ocurrió?
Cierro mis ojos con fuerza y muerdo mi labio inferior, mierda, mierda y más mierda. Estoy acorralada. Lo veo y está mirándome de una manera que está haciendo que mi yo pequeña grite y corra en círculos. Me gusta que me mire así.
—También hubieras querido fingir que nada ocurrió si hubieras hecho todas esas cosas.
Sonríe de lado.
—¿Cómo lanzarme piropos?
Asiento.
—¿Tocarme el trasero?
Vuelvo asentir y dejo salir una pequeña carcajada, mientras que él sonríe.
—Lamento eso.
—No te preocupes, tengo un culo perfecto o eso dijiste.
Suelto una carcajada y cubro mi rostro con las palmas de mis manos, abro mis dedos y lo veo sonriendo divertido.
—Entonces...¿también lamentas haberme provocado y besado, señorita Belova?
Bajo mis manos apenada.
—¿Tu lo haces?
Sonríe y niega con la cabeza, apegándome más hacia él.
—Sí por mi fuera, en vez de estar hablando contigo estaría besándote.
Rio entre dientes y algo dentro de mi explota como fuegos artificiales, subo mis manos y las poso en sus hombros, su rostro se inclina y su nariz roza en una dulce caricia la mía. Extrañe demasiado esto.
—¿Entonces qué esperas para hacerlo? —susurro y él sonríe.
—Sus deseos son ordenes, señorita.
Sonrío y planta sus labios en los míos, mis manos se deslizan por su cuello y las entierro en su cabello, sus manos se escurren por mi cintura y se agacha para alzarme, rodeo su cadera con mis piernas y él camina conmigo encima, pronto mi trasero toca una superficie dura y supongo que es la encimera, no dejamos de besarnos, es un beso hambriento.
Dos personas se amaron en al pasado, uno olvidó a su amor, y aunque sigue sin recordarla, la besa con la misma pasión y con el mismo amor —quizás mucho más intenso—, que antes y es satisfactorio, es emocionante, es abrumador.
Muerde mi labio inferior y ambos nos separamos jadeando en busca de aire.
—Me gustas —confiesa con los ojos cerrados y respirando por la boca, sus labios están rojos e hinchados—. Lo haces demasiado. —Abre sus ojos y me mira—. No sé en qué momento ocurrió, solo sé que cuando me di cuenta estaba cayendo en picado hacia ti. —Roza sus labios con los míos y chupa el labio superior para luego soltarlo—. ¿Qué estás haciéndome, Belova?
Rio por los nervios y acuno su rostro entre mis manos, para dejar un casto beso sobre sus labios.
—Bueno, tengo que confesar que he usado amortentia contigo, una gran y poderosa poción de amor, así te enamorabas de mí.
Echa su cabeza hacia atrás y deja salir un larga y sonora carcajada, sonrío de lado y él me mira con una pequeña sonrisa en sus labios.
—Vaya, eres toda una tramposa, Belova.
—¿Lo soy? —inquiero siguiéndole el juego.
Asiente con la cabeza.
—Aunque, creo que antes de que empezaras a usar esa poción, ya estaba cayendo ante ti y solo hiciste que cayera más rápido, más intenso. —Acuna mi rostro y deja un casto beso—. Jamás imagine que terminaría cayendo hacia los pies de una fierecilla.
Sonrío, me gustaría decirle que es la segunda vez que cae por mí, que está es la segunda vez en la cual su corazón me vuelve a pertenecer, me gustaría mirarlo a los ojos y decirte que antes me amaba, y que está en la segunda vez que lo vuelve a hacer.
No respondo y uno mis labios a los de él, lo acerco a mí, me aferro a él, fueron muchos años lejos, muchos años anhelando por él, muchos años en los cuales mis sentimientos se durmieron y esperaron, esperaron por él y sé que siempre lo harán. Hace años le entregué mi corazón, y lo sigue teniendo; aunque creí que no lo hacía.
—Hay que ir a almorzar —susurra sobre mis labios.
Ladeo la cabeza hacia una lado.
—¿Almorzar?
Sonríe.
—Son casi las dos de la tarde dormilona.
Arqueo las cejas y lo observo con sorpresa, mierda.
—Sam, la oficina...
—Saben que sigues aquí, hace rato fue que me levante y no te preocupes por el trabajo, esta todo cubierto. Ahora, hay que ir a un restaurante.
—¿Ir?
Asiente con la cabeza y rasga la parte trasera de su nuca apenado, sonrío y apoyo mis manos en sus hombros. Miro hacia la cocina y luego deslizo mi mirada hacia él, sonrío divertida y él esta colocándose rojo.
—¿No tienes comida?
Deja salir un gruñido y esconde su rostro en la curvatura de mi cuello, dejo salir una larga y sonora carcajada, muerdo mi labio inferior con fuerza antes de besar su mejilla.
—Se me olvidó comprar la despensa —confiesa en mi cuello—. Siempre se me olvida y Clary es quien me salva.
—En ese caso, hay que ir a comprar comida para que no te mueras, aunque. ¿Ya sabes cocinar? Porque antes eras un asco.
Se aleja y se coloca una mano en el pecho y sus facciones se llenan de indignación, sonrío al verlo siendo exagerado y él sigue con su expresión.
—Aprendí, me metí en un curso de cocina en Canadá. —Sus mejillas se tornan rojas—. Y aunque no soy el mejor, soy bueno en la cocina.
—Bueno, entonces vamos a comprar la despensa.
—¿Quieres ir?
Asiento.
—¿Por qué ir a un restaurante cuando podemos comer aquí? Recuerda eso, Hailee prefiere la comida casera y hecha con amor.
Me sonríe y acaricia la mejilla.
—Anotado.
Una cosa que siempre me ha gustado es ver como una pareja compra la despensa juntos y hacen comida para ambos, es algo que en las películas y libros me hacen estar toda: A saidasbdiafsbu, demasiada ternura. Sonrío entre dientes mientras miró a Axellen intentando picar un tomate en tiras, es divertido verlo concentrado.
Siempre ha sido malo para la cocina, una vez, él cocinó para Sam y para mí, los dos terminamos con dolor de estómago y vomitando, fue un caos esa noche. Miro mi teléfono y observo un mensaje de Sam diciendo que me esperará en casa hasta que aparezca, sé que está enojado, pero no quiero ir a casa todavía, no quiero enfrentar la realidad todavía.
No quiero que la felicidad se esfume tan rápido.
—Eres un asco picando un tómate.
Se ríe y voltea a verme sonriendo y avergonzado.
—Enséñeme su majestad.
Dejo de batir mover la salsa para la pasta y me acerco a él, me coloco detrás de él y extiendo mis manos, tomando las suyas y guiándolo mientras cortamos en rebanas el tomate, al terminar dejo sus manos y rodeo su torso, escondiendo mi rostro en su espalda mientras él corta cebolla.
—¿Creíste que esto ocurriría? —pregunta en un bajo susurro—. Eras mi mejor amiga y ahora la mujer de la cual me estoy enamorando.
Cierro los ojos y me aferro a su cuerpo.
—La vida da demasiadas vueltas. ¿No crees?
—Lo hace.
Se queda en silencio y gira, ahora mi rostro está enterrado en su pecho, aparto un poco la cabeza, apoyando mi mentón en su pecho y mirándolo al rostro. Está inexpresivo y con el ceño fruncido, parece que quisiera decir algo, pero no lo hace, todo lo contrario, hace silencio.
Tiene la misma expresión que tenía anoche cuando se alejó de mí, tiene también esa mirada de confusión. Anoche, cuando se apartó de mi me aterro que algo malo haya ocurrido, pero después él lo aclaro y, ahora que lo pienso, creo que no estaba siendo del todo sincero.
—¿Todo bien?
Asiente y se esfuerza por sonreír de lado.
—Todo perfecto.
Besa mi frente y bromea con que vamos a terminar cenando en vez de almorzando, logrando robarme una sonrisa y le doy un empujón. Cuando cree que no lo veo, noto la confusión y la duda en sus facciones y quisiera saber qué es lo que tanta duda.
Paso la tarde junto a él mirando películas y debatiendo una que otra cosa, y en otros instante nos la pasamos besando como dos adolescentes hormonales. Cuando llega la noche me lleva a casa y cuando estoy a unos cuantos pasos de distancia de mi hogar, mi corazón da un vuelco y la sensación de haber sido traicionada me abarca, me cubre por completo.
Los brazos de Axellen rodean mi cintura y apoya su mentón en mi hombro, dejando un pequeño beso en mi cuello.
—¿Recuerdas lo que te dije que tienes que hacer?
Asiento.
—Debo sostener su mano mientras enfrenta las cosas, tengo que susurrarle al oído que todo estará bien de alguna manera, tengo que sostenerla entre mis brazos y hacerle saber que estoy aquí para ella, y sin importar nada seguiré aquí.
Muevo mi rostro hacia él y una pequeña sonrisa esta adornando sus labios.
—Es perfecto.
Le devuelvo la sonrisa nerviosa y siento como se coloca recto detrás de mí, doy un paso hacia delante y volteo a verlo.
—Gracias por estar ahí.
—Hubiera sido un imbécil si no te hubiera ayudado, tú me estas ayudando, Hailee.
Le sonrío y asiento con la cabeza, me acerco y coloco de puntillas, dejando un beso en su mejilla.
—Feliz noche, Ax.
Sonríe y se acerca, toma mi rostro entre sus manos y besa mis labios, una corriente eléctrica se desliza por mi columna vertebral. Es suave, dulce, delicado, mis manos van hacia su cabello y se enredan entre sus hebras. Me eleva cada vez más, subo y sigo subiendo y cuando rompemos el beso para respirar, no caigo de la nube en la que estoy montada.
—Un beso de buenas noches cada noche, ¿recuerdas?
Sonrío y asiento.
—Lo recuerdo.
—Feliz noche, fierecilla.
Deja un casto beso en mis labios y lo observo irse en el auto, sonrío y muerdo mi labio inferior con fuerza, dejo salir un suspiro y camino en dirección a la casa, adentro la llave en la cerradura y abro la puerta, camino hacia la cocina para encontrarme con el abuelo.
—Hola, abuelo.
Sus ojos escudriñan mi rostro y se acerca a mí, envolviéndome en un abrazo que dura unos segundos. Cuando se aparta me mira con preocupación y, cuando termina de barrer mi rostro con sus ojos suelta un suspiro de alivio.
—Lamento haberte dejado ir así, es que nunca te había visto de esa manera.
—Está bien —le sonrío y miro hacia los lados—. ¿Dónde están todos?
—Clary se llevó a Henry al parque para que se distrajera, Alice está en su habitación, no ha querido salir en todo el día y tampoco ha querido comer y Sam...—Mira detrás de mí—. Ahí está.
Volteo y doy con un Sam ojeroso y con el cabello hecho un nido, tiene bolsas de compras en las manos y camina hasta la encimera sin decirme nada para dejar las bolsas, luego voltea hacia el abuelo y dice:
—Ahí está la leche y las demás cosas que me pediste.
Le abuelo le agradece y dice que estará en su habitación mientras nosotros hablamos. Cuando se va el silencio reina en la estancia, Sam se toma un vaso de agua sin dejar de mirarme y después lo deja a un lado.
—¿Sabes el infarto que me dio cuando llegue y el abuelo me dijo todo? —pregunta y no disimula el enojo en sus palabras—. ¿Sabes la desesperación que sentí al saber que te habías ido alterada en el auto y después no respondías el puto teléfono, Hailee?
Niego con la cabeza y la agacho, mirando mis pies. Lo escucho resoplar y maldecir entre dientes.
—Lo de Alice me tomo por sorpresa —digo en voz baja y alzo la mirada hacia él—. Lo siento, no pude manejarlo está vez.
Me mira con desaprobación y se acerca para abrazarme, cierro los ojos con fuerza y le devuelvo el abrazo, mientras deja un beso en mi cabeza.
—A todos nos tomó por sorpresa —musita—. Pero no te preocupes, encontraremos una solución juntos.
—Lamento haberte preocupado, Samuelito —digo con la voz quebrada.
—No vuelvas a hacerlo, porque no pude dormir en toda la noche. Te amo, mugrosa, no lo olvides.
Rio y a la vez sollozo, me alejo para verlo y él acuna mi rostro entre sus manos.
—También te amo un mundo, mugroso.
Sonríe y me pega en la frente, entre ambos acomodamos lo que compró y mientras él habla por teléfono con Clary para decirle que estoy en casa y traiga al mocoso menor, preparo un sándwich para Alice, me tomo el tiempo y la dedicación de hacerlo como a ella le gusta, sirvo leche en un vaso y coloco todo en un bandeja.
—¿Sabías que no importa cuánta resistencia coloquemos, tarde o temprano caemos antes las garras del amor? —pregunta Sam con la boca llena por el pedazo de pan que come.
Frunzo el ceño.
—¿Hablas de Mayrah?
Sonríe de lado y niega con la cabeza.
—Hablo de que otra vez, mi mejor amiga intercambia fluidos con mi mejor amigo, y hablando de eso, el abuelo me debe cien dólares.
Me quedo paralizada y dejo lo que estoy haciendo para verlo, está sonriendo amplio.
—¿De qué hablas?
—Digamos, que te vi muy contenta besándote con Axellen. —Sonríe—. E imagino que ambos están dándose una oportunidad, aunque no creo que él sepa quien eras con anterioridad. —No respondo y esa es su respuesta. Sonríe amplio—. Aposté con el abuelo desde la primera vez que supimos que Axellen había vuelto, le dije que le daba cien dólares a que él terminaba enamorado de ti otra vez, y él dijo que primero tú le dirías todo.
—¿Apostaron?
—Sep, y duraste casi tres meses en hacerme ganar los cien dólares, ¿qué les costaba besarse y estar juntos?
Abro la boca atónita y lo señalo con el dedo.
—¡Por eso querías que estuviera cerca de él!
Asiente.
—Era una razón, pero no mentí al decir que quería a mi mejor amigo de vuelta, así que gracias Hailee, me has hecho ganar cien dólares.
Indignada lo veo darse la vuelta y canturrear el nombre del abuelo para subir las escaleras, mascullo una maldición entre dientes y froto mi rostro. Debí de haberlo visto venir, esos dos siempre hacen apuestas por todo y siempre es a mi costa, una vez apostaron a que me caería más de una vez a la semana en la ducha y, eso ocurrió.
Respiro profundo y tomo la bandeja de comida, subo hasta la habitación de Alice y abro la puerta haciendo malabares, esta acostada en la cama y me da la espalda, camino hasta la peinadora y dejo la comida, me siento en la cama, cerca de su cuerpo. Está dormida.
Acaricio su rostro, pasando los dedos por sus cicatrices y dejando un beso en ella, sus ojos se abren y cuando me ve se incorpora en la cama rápidamente, para luego enrollar sus dedos en mi cuello y abrazarme.
—Lo siento, Desty. De verdad, lo lamento —su voz se quiebra—. No quise mentir, el abuelo y Sam no son capaces de verme y Henry tampoco lo hace, lo lamento, por favor, perdóname. Yo lo siento...lo siento mucho.
—Tranquila —susurro y acaricio su cabello, la alejo de mi cuerpo y manteniendo a raya el dolor en mi pecho y las lágrimas le sonrío—. Estaremos bien, ¿ok? Ahora debes comer y descansar, mañana será un nuevo día.
Me mira con las lágrimas deslizándose por sus mejillas.
—¿Crees que el abuelo, Sam y Henry me perdonaran?
Le sonrío y beso su frente, mientras la estrecho entre mis brazos y dejo un beso en su cabello.
—Somos tu familia, y la familia siempre es y será importante, y no importa cuán dolorosas sean las cosas, estaremos aquí siempre. No lo olvides nunca, Alice.
—Te amo, Desty —dice con la voz quebrada—. Lamento haberte herido, juro no volver hacerlo.
Cierro los ojos con fuerza y me aferro a sus palabras, me regocijo y me lleno de ellas, creyendo que no volverá a hacerlo, que confiará en nosotros, que dejará que las cuidemos y la ayudemos.
—Yo también, te amo, mocosa del medio.
Necesito que ella este bien, que Henry también lo este, que ninguno sufra, necesito que mi familia este bien. Porque si no lo están o alguno faltara, no sé qué haría, creo que perdería la cordura.
N/A
¡Buenaaaaaaas, pequeños polluelos!
Ok, hablemos de ese Axellen bonito, precioso y suculento xD
Si creían que Owen era un amor, señoritas, Axellen también lo es, ambos tienen sus vainas y ¡Rayos! Además, no nos olvidemos de Derek bebé bonito y precioso xD
¡ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO EL CAPÍTULO!
Por cierto, he subido un extra por el día del amor y la amistad en Déjame amarte y solo diré. ¡Tienen que leeerlo porque es super especial y sabrán como pensaba una personita! También, en otras noticias, he subido la dedicatoria, la sinopsis y el prólogo de Más allá de su mirada, que es la histora de Gemm y Chad y, esa historia será corta, no será tan extensa como estas, o eso planeo.
ADELANTO ADELANTOSO.
El pasado asecha.
El dolor y la traición vienen en camino.
Las mentiras comenzaran a salir.
La tristeza hundirá.
Y solo la devastación quedará.
¿Podrán Axellen y Hailee enfrentar todo? ¿Hasta las mentiras que los rodean?
¡Descubrelo en Imparable!
JAJJAJAJAJAJAJAJA. LO SIENTO, debía hacerlo estilo novela xD En fin, solo diré que se agarren, porque no todo será miel sobre hojuela y hay más secretos que verdades 7u7
#NoLectoresFantasmas
Nos vemos luego <3
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