Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

19

Multimedia: Bishop Briggs-  Dead Man's Arms 

Capítulo: 1/2

Mi cabeza duele como si me hubiera golpeado contra la pared con fuerza, dejo salir un suspiro pesado y acaricio mis sienes, creo que voy a vomitar lo poco que estoy comiendo. Mis ojos arden y cada músculo de mi cuerpo duele y solo hay una pregunta dentro de mi cabeza.

¿Qué fue lo que hice anoche?

Porque definitivamente no recuerdo casi nada, a excepción de llegar a la habitación, comenzar a tomar y tengo el vago de recuerdo de haber hablado con Sam, y también de haber hablado con Axellen, pero no tengo idea sobre qué, todos mis recuerdos son manchas borrosas.

—¿Cuánto bebiste anoche? —inquiere Clary.

Alzo la mirada hacia ella y hago una mueca.

—Una botella de vino entera.

Arquea una de sus cejas y se quita un poco los lentes para luego volvérselos a colocar y echarse a reír como loca, ahogo un quejido de dolor, hasta su risa me parece escandalosa.

—Tienes una alta resistencia al alcohol —dice Patrick sonriendo, también tiene lentes negros, igual que la pelirroja a su lado.

—No mucha, a veces termino dormida por tanto alcohol y al otro día no recuerdo nada de lo que hice la noche anterior —me encojo de hombros.

Sonríe de lado y deja sobre la mesa la taza de café que estaba bebiendo, se inclina hacia adelante y puedo imaginar que está mirándome con diversión, porque desde que me senté en la silla es como me ha estado observando, con diversión.

—¿Recuerdas que gritaste que iba a oler el fétido olor de tu excremento?

—Lo recuerdo —musito en un tono de voz bajo—. Y también recuerdo que ibas a aparearte en un baño mientras alguien estaba sentado en un inodoro.

Puedo ver el rubor cubriendo sus mejillas, me echo a reír y Clary me acompaña, ella no parece afectada para nada y al parecer es verdad lo que dijo, no le importa que él esté con alguien más.

—Mejor recorro un poco de Sídney antes de regresar —dice Patrick colocándose de pie.

—O mejor huye de Hailee para que no te avergüence —interviene la pelirroja con una sonrisa en sus labios—. Ya sabes, en vez de ir a una habitación de hotel es más excitante en un cubículo de un baño.

Dejo salir una carcajada y muerdo mi labio inferior con fuerza, veo como Patrick sonríe con arrogancia y apoyando las palmas de sus manos sobre la mesa se inclina hacia Clary y dice con modestia:

—Ya quisieras tu haber sido ella.

Arqueo mis ojos con sorpresa y me quedo paralizada, esperando que ella diga algo, pero no dice nada, se limita a sonreír con petulancia, baja sus lentes y la diversión brilla en sus pupilas.

—Seguro, porque mi fantasía sexual es hacerlo en un cubículo mientras alguien está haciendo sus necesidades al lado.

No aguanto y dejo salir mi carcajada.

—Golpe bajo amigo —digo entre la risa.

Patrick sonríe y besa la frente de una sonriente Clary.

—Las veo después —se despide y después de guiñarle un ojo a Clary se va.

Coloco un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y muerdo la tostada que contiene mermelada, lamo mi labio inferior y volteo hacia Clary, mastico con lentitud cuando veo que está mirándome fijamente.

—¿Qué?

—¿Sigues enamorada de Axellen?

Bajo la tostada y la dejo sobre el plato, sacudo mis manos para quitar las migajas, pero no dejo de verla a ella, la seriedad en sus ojos da pánico y te dice: HUYE LEJOS DE ELLA. Pero no me muevo de mi lugar. Anoche estaba un poco bajo los efectos del alcohol, era más fácil hablar, no me sentía expuesta como lo hago ahora.

—Quizás.

—Eso no es una respuesta —se queja e inclina en mi dirección—. ¿Sí o no?

—No puedo responder esa pregunta.

Frunce el ceño y veo las pecas en su nariz, sus ojos me observan con cautela, niega con la cabeza y deja salir un bufido.

—¿Por qué?

—Porque no sé qué diablos siento —me encojo de hombros—. Es como cuando ves algo que te gusta después de tanto tiempo, es agridulce y no sabes cómo actuar, como pensar, que decir o que mierda hacer.

Sonríe de lado y me ve con ternura, apoya su mano en mi mejilla y la miro extrañada.

—Pequeña bebé, tus ojos brillan y es más claro que el agua que sigues enamorada de él.

Golpeo su mano y ella deja salir un chillido, la miro mal y gruño como si fuera un animal en su dirección.

—No digas estupideces, quizás solo estoy enamorada de un recuerdo.

—Quizás. —Toma un sorbo de su jugo de naranja—. Sabes, cuando queremos a alguien somos los últimos en darnos cuenta de las cosas, y tú eres una estúpida que está enamorada de alguien y no lo acepta —me observa extrañada—. ¿A qué le temes?

—Lo colocaré de este modo, empiezas sintiendo curiosidad hacia alguien que huye de ti, luego comienzas a odiarlo, conoces todo sobre él y en algún momento se da cuenta de tu existencia, se molestan mutuamente, terminan siendo amigos y cuando te das cuenta lo quieres más que solo como un amigo, aceptas los sentimientos, estos son correspondidos y...después de un tiempo, él tiene un accidente, te olvida y tu corazón queda roto. —Hago una breve pausa, mientras que las palabras salen de mi boca con velocidad—. Años después, vuelve y sigue sin recordarte, los sentimientos que creías que estaban muertos aparecen otra vez, y lo hacen con tanta fuerza que te da miedo. Él quiere recordar su pasado y tienes miedo de terminar teniendo respuestas a preguntas que te has hecho por años...

—¿Respuestas? —interviene y frunce el ceño—. ¿Respuestas sobre qué?

Me encojo de hombros.

—No todo iba bien entre ambos, él se estaba alejando por alguna razón que no sé, y quizás nunca sabré. Ahora dime, ¿cómo te sentirías?

—Asustada hasta los huesos, pero quizás tendría la oportunidad de contarle todo.

Sonrío y niego con la cabeza.

—No es fácil.

—¿Por qué? —Niega con la cabeza—. Yo lo veo fácil, solo debes decirle todo, contarle la historia que vivieron ambos.

—¿Y después ver la lastima? —Sonrío con tristeza—. Ya he tenido esa mierda por mucho tiempo en mi vida, he escuchado muchos lamentos, Clary, tuve que soportar la mirada de todos en el instituto porque sabían que mi novio me había olvidado y se había ido. No quiero ver la mirada de él —me encojo de hombros—. En algunos casos, es preferible vivir con una mentira.

—¿Y crees que diciéndote que no lo amas los sentimientos desaparecerán?

—Quizás.

—Te equivocas —susurra—. Vi a Chad después de meses, meses en los cuales me dije que no lo amaba más, que ya no teníamos futuro y cuando lo vi anoche, quise estrecharlo entre mis brazos y besarlo. Que niegues tus sentimientos no significan que estos vayan a dejar de existir.

Aparto la mirada y la bajo hasta mi plato, ahí están mis tostadas esperando a que las pruebe, tomo un poco de jugo de naranja y ambas comemos en silencio, es tenso e incómodo, pero no hago nada para romperlo, cuando termino de comer me levanto de la mesa.

—Dijiste que nunca le reclamaste porque tenías miedo de ver la verdad, tenías miedo de ver que ya no te amaba. Yo tengo miedo de ver la lástima, ver como quizás se enoje consigo mismo por haberme olvidado —la miro directo a los ojos mientras voy hablando—, ver la lastima y tristeza que ahora hay en tus ojos al verme, no quiero que él me miré así, no lo necesito, Clary. Lo estoy ayudando a "recordar" —coloco entre comillas la palabra—. Porque es algo que él desea, pero sé que, si terminara recordando todo por completo, voy a terminar rota, porque él no sé alejaba de una persona por nada, siempre había algo oculto a través de su distanciamiento, y no estoy preparada para saber qué era ese algo.

» No te pido que aceptes mis decisiones o las comprendas, solo te pido que no digas nada y que respetes lo que quiero hacer.

Su rostro puede lucir inexpresivo, pero si ves sus ojos, ves la lástima que tanto oculta para que no la observe, no responde y tomo su silencio como una afirmación o una buena señal, termino alejándome de la mesa con el corazón en la boca, sintiendo como mi pecho sube y baja con violencia.

Cierro los ojos con fuerza y tomo varias inspiraciones para que mi corazón deje de latir tan desesperado dentro de mi pecho. Lamo mi labio inferior y me acerco a una pared para poder apoyar mi espalda, no me había dado cuenta que estoy temblando. Me ordeno tranquilizarme y cuando siento que los latidos de mi corazón se han tranquilizado comienzo a caminar hacia mi habitación.

—Te dije que era Merida —escucho decir una pequeña vocecita.

Frunzo el ceño y me giro sobre mis pies. Hay dos tiernos niños cerca de la salida hacia donde se encuentra la piscina. Los dos niños tienen sus bañadores, la niña es de cabello amarillo y ojos azules, en cambio el pequeño a su lado, es de cabello caramelo con rizos y sus ojos también son color caramelo, irradian ternura y creo que la niña es mayor que el niño.

—Su cabello es como una zanahoria —dice el niño frunciendo el ceño y ladeando la cabeza—. ¿Por qué pareces una zanahoria?

Sonrío y me encojo de hombros.

—Soy pelirroja.

—Mi tía también lo es, pero ella es como la princesa Ariel, su cabello es rojo —dice la pequeña—. Y mi tío Gus parece ser el príncipe Eric porque sus ojos son azules y su cabello es negro.

Asiento y me doblo sobre mi torso para poder quedar a la altura de los chiquillos. Se ven tan tiernos y adorables, aunque el niño se me hace conocido, pero mi cabeza parece no querer dar respuesta de donde lo conozco.

—¿Y tú a qué princesas te pareces? —inquiero.

La pequeña sonríe.

—¡Rapunzel! —vocifera—. Mi cabello es amarillo y laaargo, mis ojos son azules y no verdes, pero son grandes. —Amplia un poco más los ojos—. Y también tenía un camaleón.

Arqueo una ceja y la miro sorprendida.

—¿Tenías un camaleón?

—Lo tenía, pero escapó para irse a casa con su familia.

El pequeño se acerca a mí y hace un gesto con la mano para que me acerque más a él.

—Escapó porque ella dejó la puerta de la jaula abierta —susurra en mi oído el pequeño.

—Oh...que lastima.

Me coloco recta en el lugar.

—A Kira no le gustan las zanahorias —dice el pequeño.

—Pero me gusta tu cabello —dice Kira sonriendo.

—La tía Gem dice que hay que comer zanahorias para ser grandes y fuertes, así tenemos la visión de superman —dice el pequeño sonriendo—. A mí sí me gustan las zanahorias.

—Y a mí también me gustan —interviene una voz que reconozco claramente, giro la cabeza encontrándome con Axellen, su mirada pasa de los niños hacia mí—. En realidad, el color naranja es muy bonito.

Arqueo una ceja y él sonríe.

—Lo es —concuerdo y acomodo mi cabello, robándole una carcajada que me hace sonreír.

Pasa su brazo por encima de mis hombros y me atrae hacia su costado, dejando un beso en mi coronilla, apoyo mi cabeza en su hombro y veo a los pequeños delante de nosotros intercambiar una mirada y luego sonreír.

—¿Ustedes son novios? —pregunta el niño.

—¡Timmy! —chilla la niña—. No preguntes eso.

Me carcajeo junto a Axellen, aunque mi risa es más de nervios que de humor.

—No lo somos —dice Axellen y algo dentro de mí se retuerce—. Somos amigos.

Timmy, sonríe y niega con la cabeza.

—Papá también abraza así a mamá y le da besos en la cabeza.

—Eso es una muestra de cariño —dice Axellen despreocupado y estrechándome más en sus brazos—. ¿No es así fierecilla?

Alzo mi mirada hacia él y él baja su mirada, y me pierdo en el color de sus ojos, algo me golpea la cabeza y un recuerdo borroso de anoche llega hasta mi mente, creo que estuvimos cerca, arrugo el ceño y parpadeo varias veces.

¿Qué ocurrió anoche?

—¡Timmy, Kira! —exclaman—. ¡Dios! Me asusté al no verlos en la piscina.

Aparto la mirada de Axellen y veo a la mujer que está abrazando a los pequeños, mis ojos se amplían por la sorpresa. Annabet Foster está de cuclillas junto a los pequeños, su cabello negro está suelto y cae por su espalda, sus ojos verdes olivo miran con alivio a los niños.

—Lo siento, mami —dice Timmy.

Oh mierda, él es el hijo de Owen Jones.

Felicidades, eres lenta.

Subo mi mirada hacia la persona que está detrás de ella, unos ojos cafés claros y conocidos me dan la bienvenida, es Layla Duval, su cabello castaño está en una trenza y una pequeña bebé regordeta y de ojos grises está entre sus brazos.

Quién lo diría, mis mejores amigas de la infancia están enfrente de mí, tienen hijos y se miran felices.

—Lo siento, tía Ann, pero quería ver a Merida. —Escucho decir Kira.

—¿Merida? —Escucho preguntar a Anne.

—Cabeza de zanahoria —susurra Layla y una enorme sonrisa se extiende por sus labios.

—Lía —digo anonada.

—Cabeza de zanahoria —escucho decir a Anne y volteo a verla.

—Ann —musito.

Ella intercambia una mirada con Layla y sonríen, no pasa mucho tiempo antes de que esté siendo estrechada por ambas, rio y les devuelvo el abrazo mientras nos movemos hacia los lados.

—¡No tienes colitas! —chillo en dirección a Anne y después veo a Layla—. ¡Y tú no tienes dos trenzas!

Ambas sonríen.

—Y tú no tienes tu cabello como un león —dice Lía.

—Y ahora pareces ser un más alta —añade Anne.

Sonrío y digo con modestia.

—Mido uno setenta, ahora la pequeña parece ser Layla.

La nombrada sonríe y la bebé entre sus brazos balbucea cosas. Es una bebé hermosa.

—Lo soy, mido uno sesenta y ocho.

—Eres un minino—dice Anne sonriendo.

Sonrío y niego con la cabeza.

—Pobre, dulce y pequeña Layla.

—Al lado de ella eres alta, pero a mi lado eres una enana —dice Axellen a mi lado.

Volteo a verlo y le doy una mala mirada a lo que él sonríe.

—Annabet, Layla —saluda a las nombradas y arqueo una ceja.

—Axellen —dicen ambas y sonríen.

—Esperen —digo y los señalo a los tres—. ¿Se conocen?

—Él cubrió la apertura de una de mis galerías de fotografía —dice Layla, arqueo una ceja y sonríe—. Soy fotógrafa profesional.

—Vaya, eso es...vaya. Cumpliste tu sueño.

—Lo hice.

Volteo hacia Anne.

—¿Qué hay de ti?

—Le vendieron un cuadro que hizo mi mejor amiga —se encoje de hombros—. Además de que cubrió también la apertura del lugar donde se exhiben sus cuadros.

Asiento y siento la mano de Axellen rodeando mi cintura y atrayéndome hacia él.

—El mundo es un pañuelo, fierecilla.

—Lo es.

—¡Vaya, es la chica que estaba casi babeando! —exclama una voz grave.

Busco la mirada y doy con Derek, él tiene entre sus brazos a otro bebé pequeño y regordete de ojos grises y cabello castaño, al parecer los dos bebés son gemelos. Los bebés se parecen a él y a Layla, supongo que ella debe de ser la afortunada de su esposa.

Sonrío apenada.

—No estaba babeando.

—Claro que no —dice Derek sonriendo—. Casi inundas el lugar y todo.

Escucho las carcajadas de Anne y de Lía, mientras que el cuerpo de Axellen a mi lado vibra. Siento el calor cubriendo mis mejillas y desearía por unos segundos que la tierra se abra y me coma entera.

—¿Por quién estabas babeando? —pregunta Axellen riéndose.

—No estaba babeando —mascullo entre dientes.

—Tu novia estaba babeando por Owen Jones, el prometido de Anne.

Arqueo una ceja y miro en dirección a Anne, sonríe divertida, no parece enojada por lo que dice Derek.

—Solo me gustan los ojos de tu prometido —digo rápidamente—. Son igual de lindos como los de Kira. —Busco con la mirada a la pequeña y la veo jugando con Timmy en la piscina.

Anne sonríe y toma a la pequeña bebé que está entre los brazos de Layla.

—Siempre has tenido un fetiche por los ojos, cuando pequeña era lo primero que mirabas en las personas. —Sonríe—. Los ojos son la ventana del alma, es algo que tu padre siempre decía.

Sonrío y asiento.

—Lo decía. Así que... ¿estás comprometida?

—Desde anoche —dice sonriendo y me enseña el anillo en su dedo, tiene una linda piedra azul oscuro.

Entonces si estaban proponiéndole matrimonio a alguien anoche.

—¡Felicidades! —chillo y la abrazo, intentando no lastimar a la pequeña.

—Gracias —dice sonriendo.

—Y esos bebés son tus hijos —afirmo en dirección a Layla y ella siente—. Y él es tu esposo.

—Lo soy —dice Derek orgulloso y dejando un beso en la coronilla de Layla.

—Que tiernos —digo sin pensar en las palabras y ellos me observan divertidos—. Ya saben, una está casada y con dos hijos, otra está comprometida y un hijo y todo es tan: asniadnaiofubsdufbdviubuyabvjv. Qué bonito.

—Ahora todo lo es —dice Anne y sonríe—. Y tú no te quedas atrás, tienes un novio muy educado y talentoso.

—No somos novios —decimos Axellen y yo al unísono.

Anne arquea una ceja y voltea a ver a Layla, para después compartir una mirada con Derek y ambos sonríen amplio.

—Claro que no —dice Derek y sonríe—. Aquí vamos otra vez.

Arrugo la nariz y voy a decir algo cuando el teléfono de Axellen comienza a sonar, él se disculpa y atiende la llamada.

—Hace un año vi miraditas —dice Derek mirando a Anne con una sonrisa—. Y ahora mira, se comprometieron anoche.

Sonrío nerviosa y niego con la cabeza.

—Aquí no hay nada, amiguitos. Él es mi jefe y un viejo amigo —me encojo de hombros—. No hay nada más.

—Uhh, un romance con el jefe —dice Layla, ignorando cuando dije que no había nada—. Sería una historia interesante.

—Una historia que no existe —digo y Anne sonríe, haciendo que sus ojos se achinen.

—Seguro que no —musita Anne—. ¿Eres periodista? —Asiento con la cabeza y ella frunce el ceño—. Creí que eras escritora.

Sonrío y niego con la cabeza.

—Pero no lo soy.

Me encojo de hombros para dar por terminado el tema. Nadie, aparta de mi abuelo, Lachlan y Sam saben que escribo bajo anonimato, no he tenido el valor suficiente para decirle al mundo que soy yo la escritora que tanto quieren conocer.

Quiero creer que en algún momento voy a hacerlo, voy a gritarlo a los cuatro vientos y no tendré miedo. Pero justo ahora no es el momento.

Los cuatro caminamos hacia una mesa cerca de la piscina y comenzamos a hablar de los viejos tiempos, es tan extraño volver a hablar con ellas, pero también es agradable. Owen Jones llega un rato después y también se une a la plática, es maravilloso ver como Anne y Layla son observadas por sus amores, parecen felices y sin ningún temor o miedo.

Pero, cuando ves sus ojos, sabes de anticipación que hay situaciones por las cuales tuvieron que pasar para estar justo donde están ahora.

N/A

Sigue leyendo el siguiente capítulo ;)

#NoLectoresFantasmas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro