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04

Grace VanderWaal - Darkness Keeps Chasing Me

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Sonríe amable, apoya tu mentón en la palma de tu mano y niega con la cabeza de vez en cuando, si haces eso, no sabrá que no tienes idea de lo que está hablando. Cuando conocí a Darel fue la primera persona que vi como si fuera un ancla, alguien de quien sostenerme para no caer.

Mis padres no tenían mucho de haber muerto, Ali estaba en cuidados intensivos, a su vez tenía que cuidar a Henry y debía de comenzar a planear lo que iba a ser del funeral de mis padres, y él estaba ahí, esos bonitos ojos verdes musgos no me miraron con lástima, no me dijeron que no merecía todo lo que ocurría, él solo me hizo sonreír y me ayudó muchas veces.

Sé que siento agradecimiento, sé que siempre voy a estar en deuda con él, pero mientras más pasa el tiempo, más me doy cuenta que cuando acepté ser su novia no fue por amor, fue por miedo a estar sola. Servicios sociales querían separarme de mis hermanos, y él abuelo tuvo que venir desde Rusia para cuidarnos, debido a que al resto de mi familia no le importó lo que ocurriera con nosotros.

Lo sé, soy una perra que lo usó de algún modo, pero ahora, cuando está avanzando tanto, no quiero romper su corazón, con él todo es estabilidad, es predecible lo que va a suceder, como justo ahora, que tiene esa mirada que dice que me va a preguntar que me parece lo que sea que dijo.

—¿Entonces? ¿Te gusta la idea de abrir otro restaurante? —curiosea e inclina su cuerpo hacia mí.

Le sonrío y asiento, dejando de sostener mi mentón en la palma de mi mano.

—Eso sería genial, pero ¿no crees que deberías esperar un poco? Rolland está teniendo mucho éxito y no quiero que después estas todo estresado y desesperado.

Me sonríe y desliza su mano por encima de la mesa, para después tomar la mía y entrelazar nuestros dedos. Debería de sentir cosquillas, explosiones en mi cuerpo por tu tacto, pero solo siento calidez, lo mismo que siento cuando Lachlan o Sam toman mi mano.

Dios, debo decírselo.

—Estaré bien, cariño. Con una buena distribución de tiempo todo funcionara.

—¿Qué opinan tus padres? —curioseo.

—Están de acuerdo —se encoge de hombros y hace un ademán con la mano para quitarle importancia—. Ellos siempre van a apoyarme en todo.

Lo sé, quiero decir en voz alta, pero muerdo mi lengua para no decirlo. Siempre le han dado todo en bandeja de plata, nunca ha luchado por nada y no ha tenido que perder nada. Solo me limito a escuchar lo que va diciendo sobre el restaurante que desea abrir y asiento de vez en cuando.

¿Has tenido la sensación de tener las palabras a travesadas? Son como un puñado de confesiones atascadas en tu garganta, impidiéndote respirar con calma y queriendo ser escupidas como si fueran vomito. Siempre lo siento, siempre quiero hablar, quiero decirle todo, pedirle disculpas por no amarlo, por haberlo retenido, por haber sido tan egoísta pero no puedo decir nada.

Y es frustrante, porque no me hace sentir bien, me hace sentir en una prisión de mentiras que va creciendo más y más, y la salida va a ser dolorosa. Lo sé.

Mi teléfono suena y lo reviso.

Samuelito: No fue mi idea. Lo juro.

9:45 pm

Frunzo el ceño.

Hailee: ¿De qué hablas?

9:45

Samuelito: Íbamos a tomar unas cervezas y ella lo llamó para que viniera. Yo no lo llamé.

9:46 pm

—¿Todo bien? —inquiere Darel y aparto la mirada del teléfono para posarla en él.

—Sam está extraño —digo en un murmullo.

Él arruga el ceño y ve detrás de mí.

—Lo veo normal, aunque acompañado de personas que no conozco.

Hago una mueca de confusión y giro la cabeza, las palabras de Sam toman sentido rápidamente cuando los veo. Mayrah, Clary, el hijo del dueño del bufete, Patrick Collard y Axellen vienen hacia donde estamos nosotros sentados seguidos de un Sam pálido.

—¡Hailee! —exclama una muy animada Mayrah.

Le sonrío en respuesta y correspondo su abrazo, intentando no demostrar mi desconcierto. Ella huele a chocolate y su cabello rizado está liso, cayendo por debajo de sus hombros y luciendo prácticamente otra persona.

—¡Hey! —digo en un chillido que suena demasiado emocionado.

—Buenas noches, señorita Belova —dice Patrick, extendiendo su mano en mi dirección.

Es un hombre guapo, su cabello es castaño oscuro y tiene los ojos azules. Tiene un traje negro y su saco cuelga de su brazo, los primeros botones de su camisa blanca están abiertos y sonríe amable. No se parece a su padre, sino a su madre físicamente.

—Joven Patrick —digo y estrecho su mano.

—Hailee —dice Clary a su lado y me sonríe amplio. Ella viste un pantalón negro y una camisa blanca de botones, parece que todos salieron del trabajo y vinieron directo hacia aquí.

—Clary —musito amable y le devuelvo la sonrisa.

—¿Te conozco? —inquiere Darel a mi lado y veo en la dirección en la que está su mirada, dando con Axellen. Él tiene una camisa azul de mangas cortas y un pantalón oscuro, su cabello está desordenado y sus ojos lucen oscuros.

Durante el resto del día en la oficina no me topé con él, fue como si no estuviera pero estuve tensa y nerviosa todo el día, lo cual me frustró bastante porque normalmente no soy así.

—No lo creo —dice él con la voz ronca y extiende una mano en su dirección—. Axellen Kidman.

Mi novio estrecha con firmeza la mano y frunce el ceño, mientras ladea la cabeza hacia un lado.

—Darel Jackman. Parece que todos se conocen —les sonríe mientras ellos se sientan y presentan con él.

Sam se sienta a mi lado y aprieta mi pierna, volteo a verlo y no necesitamos palabras para comunicarnos, sé que está pidiéndome disculpas, le sonrío y doy una palmada en su pierna. Rápidamente unos hablan con otros, interrogan a Clary para saber qué tal le parece el clima de Australia y le preguntan porque se mudó de Canadá, a lo cual ella solo responde que necesitaba un cambio de ambiente.

Entre ella y Patrick hay química, hay miradas tímidas y la veo sonrojarse de vez en cuando con algo que él dice. Creo que los shipeo. El problema de una lectora y escritora es que te la pasas uniendo a gente que ni siquiera conoces.

—Diablos, es el hijo de Melania Kidman, la presentadora de Nightly news —susurra Darel en mi oído mientras Mayrah dice algo—. Sé parece a su madre. —Volteo a verlo, quedando cerca de su rostro—. Aunque creo que lo conozco de otro lugar.

—¿De dónde? —inquiero con el ceño fruncido.

Ellos nunca se vieron, ni conocieron que yo sepa.

—No lo sé. ¿De dónde lo conoces tú? —curiosea y su aliento choca contra mi rostro.

—Entonces si son novios —dice la voz de Mayrah y mi atención junto a la de los demás cae en ella. Nos sonríe apenada y se acomoda en el asiento—. Lo lamento, tenía la leve sospecha de que ustedes eran novios. —Nos señala a Darel y a mí—. Pero creí que no lo eran debido a que la primera vez que te vi también creía que eras algo de Sam.

Sam se echa a reír de manera escandalosa, su risa no es sexy ni nada de eso, es escandalosa y puede fácilmente escucharse sí estás en Japón metido en una cueva —exagerando—. Siempre le ha dado risa que nos emparejen y lo acompaño en la risa.

—Siempre decían eso cuando estábamos en el instituto —dice dejando de reír.

—Éramos demasiado unidos —agrego y le sonrío.

—Exacto, pero ella no era mi novia, era de...—se calla abruptamente y sonríe nervioso—. Era la novia de alguien más y todos creían que ellos no eran novios ya que su relación empezó con odio.

—¿Algo como un cliché? —inquiere Clary curiosa y asiento.

—Ya dicen que del odio al amor hay un paso —añade Patrick y le guiña un ojo a Clary, quién revolotea los ojos, pero se coloca roja.

Les sonrío y tomo un trago de mi bebida para no tener que responder nada. Siento su mirada en mi perfil y antes de que pueda evitarlo volteo hacia él, sus ojos están clavados en mí y toma un trago de su cerveza. Nunca he sabido leerlo, jamás lo he logrado y ahora que hay una enorme brecha entre nosotros creo que tampoco podré aprender a hacerlo.

—Entonces —dice Darel—. Mayrah, Clary y Patrick los conocen a ustedes. —Nos señala a Sam y a mí—. Por cosas de trabajo, pero ¿de dónde te conocen a ti? —inquiere en dirección a Axellen.

Trago saliva y Sam y yo intercambiamos una mirada.

—Es mi nuevo jefe —digo rápido y su mirada cae en mí.

—Y estudiábamos en el mismo instituto —añade Sam a mi lado y aparto la mirada de Axellen hacia Sam, en sus ojos la melancolía brilla—. Él era dos años mayor que nosotros, además de que también era nuestro vecino.

Cuando la mirada de los demás cae en Axellen, él asiente con la cabeza.

—Es verdad. —Es lo único que dice y toma un sorbo de su cerveza, agacho la cabeza y una punzada de dolor atraviesa mi pecho.

Solo nos siguió la corriente.

Un trueno hace que de un respingón en mi lugar y la mirada de todos cae sobre mí, desvío mi cabeza hacia el ventanal y veo el agua cayendo con fuerza. Maldigo entre dientes y me levanto del asiento.

—Yo te llevo —dice Sam al darse cuenta de porque me he levantado.

Asiento con la cabeza y me despido de los demás, mientras camino hacia la puerta con Darel a mi lado. Él también sabe porque me voy. Me ayuda a colocar mi abrigo y echa mi cabello hacia atrás, mientras deja sus manos acunando mis mejillas.

—Te veré mañana —susurra y planta sus labios sobre los míos.

Son suaves, siempre han sido suaves contra los míos y su beso es delicado como siempre, sus dedos acarician mis mejillas y apoya su frente a la mía mientras me sonríe, le devuelvo la sonrisa de manera temblorosa y lo abrazo, mi mirada va hacia Axellen, está mirándonos, pero aparta la mirada hacia otro lado cuando nuestros ojos chocan.

Salgo del local junto a Sam y mi ropa se moja rápidamente por la lluvia, cuando entro al auto enciendo la calefacción y me coloco el cinturón de seguridad, dando un respingón por el trueno que vuelve a sonar. Nos colocamos rápidamente en marcha y la música de la radio es baja.

—No me dijiste que él era tu jefe cuando te llamé para ir a comer —reprocha y me da una mirada que podría matar a cualquiera.

—No vi que fuera importante hacerlo. Me enteré hoy.

—¿No lo viste importante? —pregunta incrédulo y bufa—. Que ignores el hecho de que esta devuelta no borra que él está aquí, en Australia, otra vez.

—¿Por qué es importante? —curioseo y cierro mis ojos con fuerza cuando otro trueno suena en el firmamento—. Quien se marchó fue él, no nosotros Sam. Solo ignóralo y sigamos adelante con nuestras vidas.

Resopla y niega con la cabeza.

—¿Crees que ya...?

—No —lo interrumpo—. No lo hace y no me importa.

Mentirosa. Grita la vocecita en mi cabeza y aferro mis manos al asiento del auto mientras veo cómo impacta con fuerza el agua contra el parabrisas y como el cielo es iluminado por los relámpagos.

—Bien —dice y coloca sus labios en una línea fina—. Pero sigo creyendo que debiste decírselo.

—¿Y eso hubiera hecho que se quedará y no se marchara? ¿Y cómo querías que se lo dijera si no me dejo hablar? —inquiero y bufo, cruzándome de brazos—. Me abandono, lo siento, nos abandonó a ambos y eso es lo único que importa; y si se lo hubiera dicho no hubiera cambiado una mierda, Sam, su madre no hubiera dejado que nada ocurriera.

No dice nada por unos minutos, mi corazón está latiendo con fuerza dentro de mi pecho y mi estómago se retuerce con fuerza. Nada hubiera cambiado, lo sé, todo seguiría exactamente igual como ahora y no hubiera existido otra historia, no hubiera existido otro futuro.

—¿Le dirás a Darel que no lo amas? ¿O es otra cosa que no dirás? —inquiere, rompiendo el silencio.

—Sam no empieces...—Jadeo y muerdo mi labio inferior.

—No quiero discutir, Hailee, pero él te ama y ya ha pasado tiempo, mucho tiempo. Sé que durante los primeros años estabas confundida, pero hace dos años te diste cuenta lo que ocurría con tus sentimientos y no has hecho nada. ¿Por qué sigues ahí?

Cierro los ojos con fuerza y libero mi labio.

—Soy una egoísta por tenerlo junto a mí sabiendo que alguien más podría amarlo —susurro y agacho la cabeza.

—Lo eres —concuerda.

Sam nunca te dirá lo que quieres escuchar, no golpeará tu espalda y dirá que haces bien cuando no es verdad. Es la clase de persona que te va a mostrar la realidad, te enseñara una versión muy distinta de los hechos, te enseñara lo que hay mal contigo y debes de cambiar.

Cuando llegamos a casa le pido que duerma en mi habitación y no se marche por la lluvia y él acepta, saludo al abuelo y beso su mejilla, él siempre espera a que llegue y solo se va a dormir cuando le escribo que tardaré demasiado en llegar.

—Está arriba —susurra con la voz ronca y hay pesar en ella. Me toma por los hombros y me observa con tristeza—. Haré un poco de café y té, será una noche larga.

Asiento con la cabeza y lo dejo hablando con Sam. Subo las escaleras y abro la puerta, miro su pequeño cuerpo debajo de la cobija, está temblando y puedo oír sus sollozos. Me acerco a ella y me introduzco en la cama.

—Desty —susurra con la voz temblorosa.

—Aquí estoy, mocosa —musito en un hilo de voz.

—Tengo miedo —musita entre el llanto—. No dejes que me consuma, no dejes que me lleven.

—No lo hará, cielo. —Acerco su cuerpo al mío y ella se aferra con fuerza a mi cuerpo, está temblando y solloza contra mi pecho, acaricio su cabeza y dejo besos en su coronilla—. No dejaré que eso ocurra.

—¿Desty? —inquiere la voz llorosa de Henry en el marco de la puerta.

—Ven aquí, pequeño —musito y me acomodo en la cama, quedando en el medio y dejando que cada uno de ellos esté a un lado de mi cuerpo y aferrándose a él con fuerza.

Ahogo un chillido cuando las uñas de Alice se clavan en la piel de mis brazos, Henry está abrazando con fuerza mi brazo y cierro los ojos. El abuelo no los calma como yo, él hace que se tranquilicen un poco pero solo yo puedo hacer que se calmen.

Entiendo sus temores, sus miedos, yo también tengo miedo de que la tormenta me consuma, pero a diferencia de ellos, mi miedo no es tan fuerte y sé que en algún momento debe de parar, que todo tiene un final.

Nada es para siempre.


N/A

¡Hola, pequeños!

Espero que el capítulo les haya gustado tanto como a mi me gustó escribirlo :3

Vamo despacioo con está gente 7u7 But, las cosas ya se irán uniendo y pronto se viene una parte narrada por Axellen. Este capítulo es corto y quizás suba uno antes de que acabe la semana, ya veremos 7u7 Pero, quiero verlos activooos gente.

#NoLectoresFantasmas.

¿Me regalas una estrella y un comentario?

No cuestaa naditaaaa xD

Adelantos, encuestas, locuras y vainas raras en instagraaaam.

¡NOS VEMOS LUEGO!

¡CAMBIO Y FUERA!

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