Capítulo 22
—¡Emily! Que bueno que te encuentro. —Escuchó la voz de Howard a los lejos del pasillo.
—¿Qué pasa Howard, digo, Señor Stark? —July llevaba sus reportes de misión directo al archivero.
—Te necesito en la sala de reuniones en 10 minutos.
—Sí jefe. —July dijo asintiendo mientras seguía acostumbrándose a fingir que no lo conocía, a él o a Peggy.
Después de dejar los reportes en el archivero, de salida se encontró a lo lejos al Dr. Zola, July le tenía cierto rencor, ya que gracias a él, Bucky había perdido la vida y cuando Howard le dijo que trabajaría con ellos no estaba muy segura, pero ella guardaba sus distancias y cada vez que lo veía, lo evitaba. Eso hacían todas las personas, tener a un alemán entre ellos no era muy cómodo.
July por fin llegó a la oficina de Howard y lo encontró escribiendo algo que no se dio cuenta que la chica había llegado.
—Gracias por venir. —Dijo Howard dejando el lápiz de lado.
—Sí.
—Bueno, te necesito para un misión de gran importancia. —Howard se puso serio y le ofreció un asiento frente a su escritorio. —Esta tarde, el Dr. Heim viene en camino, será ayudante del Dr. Zola.
July frunció el ceño al escuchar a Zola.
—Vamos Emily, se que no te agrada, como a la mayoría, pero debemos de ser profesionales y aceptar la situación. —Howard le repetía lo mismo de siempre.
—Vale, señor Stark, ¿qué es lo que quiere que haga con el Dr. Heim? —July trató de comportarse.
—Quiero que vayas por él y regreses. Está en DC así que no te tomará tanto, si partes en estos momentos llegarás justo a la hora de la cena.
—¿Tengo que llevar a más agentes?
—Solo los que consideres necesarios. —Howard escribía su permiso de salida. —Emily, es una extracción de los más normal, es por eso que necesito que vayas, confío en ti.
—Vale, lo haré, solo por los cumplidos. —July se levantó de su asiento mientras pensaba a qué agentes llevaría, no conocía a demasiados.
Ya habían llegado, eran las tres de la tarde cuando saliendo de un hangar otros dos agentes escoltaron al Dr.
—Buenas tardes Dr. Heim, soy Emily Borges y vengo de parte de SHIELD. —Se presentó con los brazos en la espalda y los pies ligeramente abiertos, era una pose algo masculina pero quería darse a respetar y quería que el doctor supiera que estaba ahí por trabajo y no por nada más, sin duda, jamás tendría que ver con algo relacionado a Zola.
—Buenas tardes, agente. —Dijo con un característico acento.
—Será mejor que partamos si queremos llegar antes de la cena, y así, tendrá tiempo para instalarse. —July tomó su maleta mientras los otros dos agentes servían de escolta trasera hasta el auto.
July iba en la parte de atrás junto con el Dr. mientras los dos agentes iban, obviamente, en la parte de adelante.
—¿Puedo llamarla Emily? —El doctor trató de entablar una buena plática.
—No, soy agente o señorita Borges. —Dijo ella sin mirarlo y con voz fría.
—Bueno, agente. ¿Cuánto tiempo lleva trabajando?
—Eso es confidencial. —Dijo July seria.
—Entiendo, es una de ellos. —El doctor trató de jugar al mismo juego que July.
—¿Una de ellos? —Ella preguntó extrañada.
—Sí, una de ellos, una que sigue resentida con los alemanes a pesar de que no fue culpa de todos nosotros. —Dijo haciendo enojar a July.
—¡No! Si usted piensa que soy así, está muy equivocado. Soy una persona que sabe que gente con mayor rango no ha sabido tomar buenas decisiones, el mismo gobierno de Estados Unidos ha sido prueba de eso, pero sé de su pasado con el Dr. Zola y el Dr. Zola no es de mi agrado. Así que si cree, que es por la situación que el mundo tuvo con Alemania está mal, es por la situación que tuvo con Zola.
—Bien, eso no me lo esperaba. —Dijo el Doctor. —¿Puedo preguntar que tiene en contra de Zola?
—Nada. —Dijo ella tajante. —Y será mejor que deje de hacer preguntas, usted es solo un doctor y no un periodista.
La boca del doctor iba a volver a abrirse cuando sintieron un frenon que hizo que ambos fueran directo a parar con la cara en el respaldo de los asientos de adelante.
—Agente, salga con el doctor, nosotros lo detendremos. —Dijo el conductor, el agente Errol mientras el agente Urie sacaba su arma.
—¡Doctor! —July movía al doctor que estaba semi inconsciente por el golpe. —Venga, debemos de irnos. —July y Heim salieron tratando de esquivar las balas.
Estaban tratando de sacar las maletas del Doctor donde él reclamaba que debía llevarlo con Howard o él no serviría de nada. Pero antes de que terminaran, el agente Errol llegó con ellos con varias heridas a la vista.
—¿Qué fue lo que pasó? —July preguntó asustada al agente.
—Alguien disparó a los neumáticos, es un hombre, vestido de negro, no sabemos de qué organización viene, debe ser un asesino a sueldo.
—¿Y el agente Urie?
—Está muerto. —Dijo el agente con respiración queda.
—¡Vienen por mí! —Dijo el Doctor Heim claramente asustado y tratando de escapar pero July fue más rápida y lo jaló.
—Usted se queda aquí y nos dice que está pasando ¿Acaso es una trampa? —July estaba asustada y a punto de golpear a Heim mientras Errol disparaba todavía.
—No, juro que no es una trampa. —Dijo el Doctor mientras July maldecía y sacaba su arma pero fue muy tarde. —HYDRA. —Susurró el doctor para él.
A su lado, el agente Errol había caído, la bala había ido al centro de su cráneo. July tenía dos opciones, disparar a quien sabe donde porque no sabía quien era su objetivo o esconderse y saber que hasta ahí llegaría.
—¿HYDRA? HYDRA ha desaparecido, eso no existe. —July estaba tratando de calmar al doctor que estaba llorando de desesperación.
—Señorita Emily, hasta aquí hemos llegado. —El doctor dijo poniendo nerviosa a July mientras trataba de fingir que no era cierto. —Corta una cabeza y dos más crecerán.
Su cerebro no estaba funcionando, jamás había estado en un fuego cruzado, sabía cómo disparar y cómo combatir cuerpo a cuerpo pero no estaba lista para esto. Así que con todas sus agallas tomó su arma firmemente mientras le hacía señas al doctor de que la siguiera pero él negaba con la cabeza. July no expondría su vida por alguien tan estúpido.
A gatas, se movió hasta un costado del auto mientras veía la silueta de un hombre ir a donde estaba ella anteriormente. Sus manos comenzaban a temblar mientras recargaba su espalda en la puerta abierta del auto y apuntaba hacia la parte trasera por si el hombre aparecía. Escuchó dos balazos y gemidos de el Doctor Heim hasta que escuchó cómo su cabeza se azotó contra el suelo.
El hombre solo dio dos pasos y estaba frente a ella, su cabeza comenzó a dolerle y a darle vueltas.
—Bucky. —Dijo en un susurró solo para ella mientras por un reflejo disparaba al igual que él a ella.
Sintió como la bala entraba a su pecho y como su cabeza se golpeaba con la puerta haciendo que sus ojos comenzaron a cerrarse y mientras trataba de no dormirse veía como el hombre vestido de negro se marchaba. Estaba segura que le había dado, al igual que él a ella, pero eso no era lo que le había sorprendido.
Estaba despertando y se encontró con un techo que no era precisamente de la agencia o de ella.
—Será mejor que no te levantes —Dijo un hombre sentado en un rincón mientras una mujer se acercaba a ella con algo que parecían ser hierbas hervidas.
July miraba como la mujer ponía esas hierbas sobre una hoja de banano y luego una tela delgada haciendo como un parche. Con la mirada, la joven preguntó si podía ponérsela sobre su herida a la cual ella aceptó.
July se retorció por el dolor al sentir el calor sobre su cuerpo mientras la mujer hablaba en un idioma que ella no entendía.
—Ella dice que si la bala hubiera llegado más a la izquierda usted no estaría aquí.
—Que lástima que no fue así. —Dijo July algo decaída.
—No debería ser tan pesimista, le están dando una nueva oportunidad de vida. —El hombre la regañó a pesar de su tono calmado.
—¿Ustedes quienes son? —July ignoró el regañó y cambió el tema además, quería saber quién le estaba ayudando.
—Somos amos de estas tierras, el gobierno nos ha tratado de correr por años pero no lo han logrado y debería de dar gracias a Dios por eso, ya que nosotros la salvamos, esos disparos asustaron a nuestras gallinas y fuimos a ver quien hacía tanto ruido.
July asintió mientras la mujer seguía con las curaciones y detenía el sangrado.
—Desgraciadamente, sus amigos no sobrevivieron. —El hombre le notificó mientras ella sentía el miedo correr de nuevo por sus venas y el asombro al ver ese hombre, estaba segura de que era James, su James.
July se sentó en la cama cuando la mujer dejó sus actividades y sintió el dolor de nuevo.
—Será mejor que descanse. —Le dijo el hombre. Se había dado cuenta que era el único que hablaba inglés ahí.
—Necesito llegar a Nueva Jersey lo más rápido posible.
—Mhm. —El hombre frunció el ceño. —Mujer terca. Bien, la llevaré, pero será un viaje a caballo, si partimos ahora llegaremos al amanecer, pero si su herida se vuelve a abrir y muere es cosa suya. —Ese dato no era necesario pero no importaba necesitaba ver a alguien urgentemente.
Y justo como el hombre, que se había negado a decirle su nombre, dijo, ambos llegaron al amanecer. Dos agentes los recibieron apuntando hacia la cabeza, lo que menos necesitaba July eran más armas dirigidas hacia ellas.
—Soy la agente Emily Borges y él viene conmigo. —Dijo ella gritando para que los dejarán pasar y mientras dos agentes la recibían con un camilla al notar el estado de July a lo lejos, veía como su salvador se iba de ahí despidiéndose con un gesto.
—Emily ¿qué pasó? —Dijo Howard en la enfermería donde July acababa de salir de cirugía dos días más tarde del horrible suceso.
—Fue una emboscada, venían tras él, nadie más sobrevivió y si te soy sincera, no se como lo hice. Su misión era no dejar testigos.
July no pensaba hablar de lo que había visto, desde que había despertado había analizado toda la escena, recordando detalles, había llenado varios reportes y todo en su mente indicaba que el hombre que había visto era James Buchanan Barnes y llegaría al fondo de esto. Tal vez su mente le estaba jugando una mala pasada, ya que hasta donde ella recordaba, uno, Bucky había muerto y dos, él no tenía un brazo de metal.
En cuanto se pudo levantar de la cama que fueron dos semanas de inmenso aburrimiento, fue cuando su mente obtuvo un nuevo objetivo, Zola, y se dedicó a vigilarlo, día y noche, pero solo estaba siguiendo una corazonada, es por eso que no podía decirles a nadie que era lo que estaba haciendo.
Ahora, el doctor Zola se encontraba en su laboratorio cuando July entró asegurándose que nadie más la viera entrar ahí y que estuviera solo.
—Agente Emily, ¿en qué puedo ayudarla? —El doctor preguntó con una sonrisa sarcástica y burlona que July podía reconocer a kilómetros. —No crea que no he notado su creciente interés por mí.
—¿Cómo formo parte de HYDRA?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro