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Capítulo XXXVIII: Victoría y Caída

https://youtu.be/mqRKzPFEJYs

[Milenios Atrás. Panteón Griego: Torneo Titanomaquia]

Milenios atrás se llevó a cabo el primer torneo exclusivo del Panteón Griego; uno que se llevó a cabo en lo que parecía un coliseo romano tan grande como una isla, ubicado en un espacio rodeado de planetas desconocidos, iluminado por nebulosas de hermosos colores.

En la Arena de Duelo del coliseo yacía en el suelo, inconsciente, una imponente criatura humanoide más grande que una casa, y de apariencia semejante a un hombre con piel de roca marina celeste, coral luminiscente verde a modo de coraza natural, anémona marina rosada como cabello, y largos picos en la frente con forma de cuernos.

La criatura tenía heridas graves; desde grietas hasta fracturas en su piel por la que salía sangre. Pero eso fue lo de menos, porque una luz verde envolvió a la criatura, e hizo que cambiara a una forma más humana: ahora parecía un hombre griego de 28 años, piel blanca, largo cabello rosa, constitución corpulenta y atlética, protuberancias con forma de cuernos en la frente, y aletas de pez en vez de pies humanos. Llevaba una armadura griega destrozada y una toga reducida a jirones, ensuciadas por su propia sangre.

Era el hijo de los titanes Urano y Gaia; el Titán del Mar, Okeanus.

—¡Se acabó! ¡El participante Okeanus está fuera de combate! ¡El ganador es Poseidón!

Grito el árbitro del torneo, un joven cíclope muy delgado y bajo para un miembro de su raza, señalando con la mano derecha al ganador de la ronda.

Allí estaba Poseidón en su verdadera forma, tan herido que apenas podía mantenerse de pie y tenía gran parte de sus escamas rotas y cubiertas de sangre. Su ropa y armadura también estaban reducidas a jirones y piezas rotas.

—Al fin... Lo conseguí...

Decía Poseidón esbozando una desquiciada sonrisa, orgulloso de haber alcanzado su primera meta en el camino hacia su reconocimiento.

Durante el torneo en el Panteón Griego, conocido por los mortales como la "Titanomaquia", Poseidón enfrentó al Titán del Mar, Okeanus. Y con su victoria, se ganó su atributo como nuevo "Rey del Mar" al ser proclamado por los demás inmortales griegos como tal. Pero a pesar de eso, seguía siendo rechazado por su apariencia monstruosa; incluso su hermana mayor, Hestia, sentía incomodidad al verlo.

Poseidón esperaba ganar más respeto convirtiéndose en el Rey del Monte Olimpo. Pero cuando él, Hades y Zeus se repartieron los terrenos en aquella "justa" apuesta, Poseidón quedo reducido a solo Tercer Rey. Y por lo tanto, era el tercero en la jerarquía de Doce Dioses Principales del Olimpo. Pero a pesar de eso, seguía siendo objeto de rechazo y burla por parte de los demás dioses griegos.

Llego a admirar y respetar a Hades, debido a que éste no le importaba ser temido ni repudiado. Sin embargo Poseidón no tenía el mismo temple que su hermano mayor. Y debido a que Hades pasaba la mayor parte del tiempo fuera del Monte Olimpo, él no pudo ayudar a Poseidón a tener más autoestima.

Esa falta de ayuda y apoyo psicológico, fue lo que provoco que Poseidón acabara escuchando más a la peor mala influencia de su familia: Zeus.

Poco a poco, Poseidón acabo recurriendo a la táctica de ganarse la veneración de los mortales, obsequiando instrumentos de guerra y que les harían la vida mucho más "fácil". El primero fue su hijo Atlas III, quien utilizó esos "regalos" de las herramientas y demás artefactos, obsequiados por su padre, para sobornar a los demás humanos, y así conseguir rápido un círculo de seguidores, que lo ayudarían a conquistar un reino, después la isla de Atlantis, y posterior a esto, construir una avanzada civilización.

Gracias a los "regalos" de Poseidón, sus descendientes entablaron conexiones con otras tierras, lo que a su vez permitió expandió la fama y nivel de influencia de Poseidón sobre otras islas y playas. Poco a poco Poseidón empezó a ser reconocido, pero eso no le era suficiente. Su fama se debía a los "regalos" que les daba a sus más devotos adoradores, por lo que, una vez que terminara de darles como regalo tales instrumentos, ya no lo adorarían.

Así que, tras ganar suficiente seguidores, cambió de táctica: comenzó a usar el miedo para ser respetado. Y por esto, los humanos que adoraban a Poseidón, sin saberlo, provocaron su propia ruina y la de otros, al construir su civilización y entablar relaciones con otras tierras, en base a todo lo que obtuvieron de Poseidón.

Incluso para tener una esposa, convirtió a su prometida en una criatura parecida a él, con tal de que nadie pudiera amarla y solo ella pudiera identificarse con él. Aplicó la misma idea con sus seguidores de Atlantis. Y con el resto de sus seguidores, enemigos, e incluso su familia, sigue aplicando la táctica de infundir miedo para que lo respeten y adoren. Mientras que los que se resistan o representen una amenaza para su posición, acaban en lo más hondo del mar y el olvido.

Su filosofía acabó siendo: "la forma más fácil de tener prestigio y respeto, es a través del sentimiento más poderoso y auténtico: el miedo".

La primera víctima fue su esposa; ella al principio tenía forma humana, pero Poseidón "arreglo" eso, convirtiéndola en una criatura parecida a él. Las siguientes víctimas fueron las hijas del titán Okeanus, quienes tuvieron que buscar refugio en los dominios de la Reina Demonio Leviathan para estar a salvo. Después fueron las primeras sirenas, las harpías, quienes no tuvieron tanta suerte como las ninfas marinas.

Las siguientes fueron las humanas del Territorio Griego; un caso muy conocido fue el de una hermosa sacerdotisa de la diosa griega Athenea, llamada Medusa, hermana trilliza de las Gorgonas Guardianas Euríale y Esteno. La misma sacerdotisa que, después de haber sido abusada por el Dios Griego del Mar, fue convertida por su propia diosa en la Reina de las Gorgonas, como castigo por haber perdido su virginidad en el templo de Athenea.

Al igual que pasó con Medusa, muchas vidas fueron arruinadas y acabaron en tragedias griegas, por el deseo de fama, prestigio y reconocimiento de Poseidón, que acabó contagiando la de sus seguidores. Incluso su hijo semidios favorito, Teseo, ha sufrido un amargo final por culpa de su padre y de la avaricia que le cultivo.

Si antes ya estaba creando una imagen cruel a la que se le debía tener un respeto obligatorio, se reforzó todavía más esa imagen después de que Poseidón hundió la ciudad donde vivían sus propios descendientes mortales. Y también, para evitar que la noticia de su auténtica forma se expandiera, eliminó las regiones que tenían comunicación con Atlantis mediante los artefactos que él mismo les regalo, aunque eso conllevo a que también eliminará a criaturas mortales que no tenían nada que ver con su culto.

Cimentó las bases sólidas que reforzaron su imagen de rey cruel al que se debía respetar a la fuerza. Todo por tener como nuevo ejemplo fraternal su hermano Zeus.

No conforme con eso, Poseidón comenzó pequeñas "guerras santas", en las que sus soldados mortales luchaban contra los guerreros de los demás dioses, como los caballeros de su sobrina Athenea. Eran guerras para expandir su influencia dentro del propio Territorio Griego, y también para dotar de más prestigio a su imagen, con la idea de que los guerreros mortales bajo su mando eran los "más fuertes" en poder y armamento.

Eran duelos rutinarios, que tomaron un giro drástico cuando la diosa Hestia se casó con el dios chino Zhu Rong, quien al igual que Rudra y Skanda, tenía la costumbre de reencarnar cada cierto tiempo en avatares mortales para ayudar otras tierras. Y en una de esas ocasiones, se involucró en una guerra entre los caballeros de Athenea y los guerreros de Poseidón, donde puso fin a esos conflictos que traían más daño que beneficios.

Aunque esa intervención no se comparó a la vez que Rudra visitó el Monte Olimpo, y venció a Poseidón de un solo golpe frente a todos los inmortales griegos.

Con el tiempo Poseidón comenzó a desarrollar un odio puro hacia los inmortales de Asia; estaba tan consumido por las fantasías construidas por su hermano Zeus, de que los dioses griegos eran los mejores guerreros de todos y la cima del poder de los dioses, que se llenó de odio y rencor al conocer la cruda realidad.

Afuera del Panteón Griego existían innumerables entidades, que podían erradicar a los dioses griegos como si fueran simples mortales. Y la mayoría de esas entidades eran Reyes Bestia como Rudra, dioses maestros del cultivo como el Emperador de Jade, criaturas cósmicas como los Arcángeles, monstruos demoníacos como el invencible Angra Mainyu, y primigenios del Vacío como el "Zeus" oscuro (Suez) que adoraba el humano griego Orfeo en su secta conocida como "Orfismo".

Pero sobre todo, fueron Rudra y los demás Reyes Bestia quienes rompieron sus fantasiosas ilusiones.

Cuando Poseidón creía que estaba al fin en la cima, que ya no volvería a ser la burla de nadie, aparecieron Rudra, los discípulos de éste y los Reyes Bestia, para destruirle esa burbuja llena de fantasías de superioridad. Por ello, para recuperar su paz emocional, volver a sentir que estaba en la cima, y proteger su propia imagen, necesitaba vencer al dios extranjero que le dio la mayor humillación de su vida: el príncipe Nezha.

https://youtu.be/mOyUNu9cKmM

[Presente. Torneo Parabellum: Habitación del Equipo Cuzco]

—¡¿Pero qué?! ¡¿Cómo es que Poseidón pudo hacer eso?! —exclamó Geir tan sorprendida que estaba apoyada en el barandal de la habitación, mirando atónita lo que había creado el dios griego con el tridente.

—El bastardo uso la habilidad natural de su tridente, que es controlar el agua, para atraer toda el agua de la galaxia. Y uso el Kenoplasma en el arma para acelerar el proceso —explicaba Brynhildr con un semblante serio y preocupado.

—Después convirtió casi toda su energía Maná restante en agua; con el agua natural de la galaxia, combinado con agua mágica, creó una réplica colosal de su tridente, a partir del mismo —explicaba Naamah con disgusto—. Y como toque final, activo el Kenoplasma almacenado en el tridente, para rodear todo el hielo de esa energía.

—¡¡¿Creó un arma hecha de magia elemental y Kenoplasma?!! —exclamó Gotouge comenzando a alterarse—. ¡¿Entonces ya aprendió a combinar esas dos energías?!

—No exactamente —decía Naamah—. Como es su arma la que almacena el Kenoplasma, en vez de ser su propio cuerpo, le resulta mucho más fácil combinar ambas energías, ya que se ahorra mucho trabajo. En otras palabras, a cambio de estar muy limitado en cuanto al uso de Kenoplasma, tiene más facilidad a la hora de combinarla con su magia.

—Tal vez haya sido inconsciente, pero el infeliz creo un ataque muy ingenioso —decía Brynhildr—. Nezha puede protegerse del Kenoplasma gracias a la magia con la que alimenta sus Astras. Pero si anula el Kenoplasma, quedará vulnerable a la magia elemental de hielo. Y si cambia a la energía Prana o al Chi, será casi lo mismo, porque esa alta concentración de Kenoplasma lo matara.

—¡¿Pero él no puede combinarlas en un ataque como hizo Poseidón?! —decía Geir también alterándose.

—No es tan simple como parece —decía Israel igual de serio—. Para combinar tres energías diferentes, se debe crear primero una "estructura" específica, en la que puedan complementarse las tres y fluir juntas en armonía, sin interferir una con el dominio de la otra. También hay que tener una visualización estricta y diferente sobre cada una, para no confundirlas y desequilibrar su interacción mutua. Es un entrenamiento que puede llegar a tomar incluso décadas para los inmortales, sobre todo para los que no están familiarizados con el Dharma, el Wuji y el Tao.

—Ahora mismo Nezha puede usar el Prana de manera instintiva, ya que es la misma fuerza vital respondiendo a su instinto de lucha natural —explicaba Brynhildr—. Pero todavía no sabe combinarla con el Chi o el Maná en una sola técnica o hechizo, ni tampoco en sus armas. Y es imposible que aprenda a hacerlo sobre la marcha en pleno combate, con tan poco tiempo de haber despertado el Prana. Todo lo que puede hacer es cambiar la energía con la que alimenta sus Astras, y no es un cambio lo suficientemente rápido. A menos claro, que su dominio sobre el Prana alcance el suficiente nivel, para tomar forma física.

[Universo Keterloka]

https://youtu.be/DdTkJSltpGc

Mientras tanto en la Batalla de Inmortales, Poseidón se dio cuenta de que su tridente dejaba de descender.

Así que, con un grito ensordecedor de máximo esfuerzo y furia, alzó ambas manos hacia adelante para empujar el galáctico tridente de hielo, con el fin de hundir a la nueva amenaza de su reputación hasta lo más hondo del abismo espacial. Gracias a este nuevo sobresfuerzo, pudo acelerar un poco más el descenso del tridente, aunque no lo suficiente, debido a que el dios taoísta seguía resistiéndose a caer.

—¡Ya ríndete de una vez! —exclamaba Poseidón en su punto máximo de frustración—. ¡¡Da igual lo que hagas y cuanto poder ganes, siempre serás un insignificante "demonio" destinado a perder contra los héroes y aquellos en la cima de la fama y la supremacía!!

—¡Al infierno con el destino y tu maldita fama! ¡Yo soy el dueño de mi camino y de mi destino! ¡Si soy un demonio o un dios, el único que puede decidirlo soy yo! ¡Este es el camino que me mostró mi maestro Rudra! ¡¡Y a partir de hoy no volveré a ser un demonio nunca más!!

Con esa declaración, la energía Prana en Nezha comenzó a condensarse en su espalda, para luego adquirir la forma de dos pares de brazos extras y dos cabezas más, que al instante se solidificaron en metal dorado, lo cual les daba una apariencia autómata. Y entonces, dejándose llevar por el instinto de batalla, Nezha uso las manos de Prana para sujetar el filo del galáctico tridente de hielo mágico.

Con los Astras llenos de energía Maná, y ahora con brazos hechos de Prana, el tridente de Kenoplasma y Maná de hielo detuvo su descenso por completo, para entonces comenzar a retroceder. En este punto, donde las fuerzas opuestas chocaban entre sí, la fuerza divina de Nezha, cultivada gracias al Chi, fue la que marcaba su supremacía ante la fuerza bruta de Poseidón.

El dios griego intentó con todas sus fuerzas evitar retroceder; era como si estuviera intentando empujar una roca, que era empujada desde el lado contrario por alguien más fuerte. Era tal el choque de fuerzas, que las escamas en los brazos de Poseidón empezaron a romperse.

Dos seres opuestos, parecidos por haber vivido épocas de rechazo y prejuicios, pero diferenciados por el camino que eligieron para enfrentar ese rechazo, al fin culminó. Y la causa del desenlace, fue el uso exagerado de Kenoplasma por parte de Poseidón, que al fin le pasó factura.

El cristal en el tridente de Poseidón, poco a poco, empezó a dejar de emitir aquel brillo, y a su vez el Kenoplasma que rodeaba el hielo comenzó a desvanecerse de modo fantasmal. Ahora que el Kenoplasma ya no protegía el tridente de hielo mágico, Nezha hundió las filosas uñas de sus seis manos en el hielo y, con un grito de máximo esfuerzo físico casi parecido al rugido de un tigre, dividió el filo del tridente en dos.

A Poseidón jamás le ganaría en magia, así que solo dependía de su fuerza divina, la cual fue suficiente para destruir y dividir todo el galáctico tridente de hielo mágico.

Posterior a eso, Nezha voló por encima del tridente a medida que se destruía. En este punto él no sabía si el tridente de Poseidón se quedó sin Kenoplasma. Pero de todos modos ya no le importaba; estaba decidido a apostar todo en ese último ataque, y por eso alimento todos sus Astras con todo su Maná, sin medir para nada el consumo del mismo. Por lo tanto, Nezha usó el "turbo" restante de sus ruedas de fuego, para desplazarse a una velocidad cercana a la luz.

—¡No, no, no puede ser, esto no puede estar pasando! —exclamaba Poseidón consumido por la desesperación y la negación—. ¡¡No te me acerques!!

En un acto desesperado, Poseidón realizó varios sellos manuales con las manos, para controlar el hielo de su colosal arma, y crear todo tipo de obstáculos en el camino; desde montañas de hielo sólido hasta paredes con carámbanos.

Fue entonces que Nezha, guiado por su instinto, ejecutó su primera técnica con Prana: Lianhua San Taizi: Tian Bingqi. [Tercer Príncipe del Loto: Armamento Celestial].

La técnica era de tipo armamento, y como tal consistió en crear armas a partir de energía Prana. En este caso, manteniendo el Maná concentrado solo en los Astras, el Prana se concentró en los otros dos pares de manos, para luego tomar forma de diferentes armas: una espada curva, un arco, una flecha y una espada grande.

Con sus armas hechas de Prana, el dios taoísta dividió cada uno de los obstáculos de hielo mágico en su ascenso por el galáctico tridente de hielo. Y aun así no se iba a detener. Incluso si no contara con su técnica de Prana, igual soportaría los carámbanos y atravesaría las montañas de hielo, ignorando por completo el dolor.

En este punto Nezha estaba decidido a vencer a Poseidón, quien se había hundido por completo en la desesperación, a medida que veía como su oponente seguía ascendiendo hasta donde estaba él.

—¡Esto no puede estar pasando! ¡Yo soy un dios del Olimpo, el más famoso Dios de los Mares! ¡¡Yo soy el Tercer Rey del Monte Olimpo, que llego a la cima hundiéndolos a todos!! —decía Poseidón hundido hasta lo más profundo de la desesperación.

—Es por eso que eres un dios patético e insignificante... Tú te hiciste fuerte, hundiendo a otros y pasando por encima de ellos para estar en la cima...

Decía Nezha con una actitud seria, estando ahora cerca de llegar a donde estaba Poseidón. Y antes de terminar de acercarse, comenzó a disminuir el Maná en sus Ruedas de Fuego y Viento, mientras se liberaba los brazos de la Cinta Roja Celestial.

Posterior a esto, Nezha soltó su Lanza de Punta de Fuego y el Anillo Cósmico. Y ahora con sus manos normales libres, extendió las filosas uñas de sus manos normales, mientras se dedicaba a concentrar su energía Chi para el golpe definitivo.

—Yo gane mi poder aprendiendo de mis maestros, y llegue a la cima junto a mis compañeros —prosiguió Nezha, mientras su energía Prana y su magia eran reemplazadas por el Chi.

En ese último instante Poseidón alzo la mano izquierda, y con esto hizo que en frente suyo apareciera su tridente por sorpresa, atravesando innumerables trozos de hielo desde abajo.

Aunque en realidad no fue tan "sorpresivo", porque fue detenido al instante por la lanza y el anillo celestial de Nezha en un trabajo conjunto, colocándose cada una entre los filos del tridente. Esto le permitió al dios taoísta pasar sin problemas, y atacar con la técnica más fuerte y que mejor había dominado: Pashu Kalari: Vyaghra Agni Panja [Pashu Kalari: Garra de Fuego de Tigre].

https://youtu.be/c_C_1S5s3yQ

Y en un parpadeo todo acabo; Nezha paso al lado de Poseidón, atacándole con un combo de zarpazos envueltos en Chi de fuego, que llenó de cortes profundos al dios griego, y lo dejó fuera de combate.

Un largo minuto después, los dos peleadores y sus armas desaparecieron en partículas luminiscentes, y reaparecieron en la Arena se Duelo del Torneo Parabellum. Esto por supuesto se debió por solicitud de Afrodita.

Nezha aterrizó de pie con estilo digno y orgulloso, mientras anulaba el Chi en sus manos normales. Luego alzó las manos normales a los lados, y su lanza regreso a su mano derecha, mientras que su anillo divino retorno a su muñeca izquierda.

Poseidón, por otro lado, aterrizó de espalda en el suelo, donde empezaba a formarse un charco de su propia sangre. A su lado cayó su tridente clavándose en el suelo, y después paso a regresar a su forma de tridente común y corriente.

Finalizada la ronda, Afrodita corrió de vuelta a la Arena de Duelo para inspeccionar al inmortal vencido, esperando lo más obvio. Pero su sorpresa no tuvo precio al descubrir el estado de Poseidón...

—¡¿Qué? ¡¿Sigue con vida?! —exclamó Afrodita abriendo en grande los ojos y quedando boquiabierta, tras comprobar que el dios griego seguía vivo, pero inconsciente.

Estaba más sorprendida por el hecho de que Poseidón siguiera vivo, que por el hecho de que perdió contra un dios inferior.

—Claro que sigue vivo —dijo Nezha con un tono serio y molesto, dándole la espalda a Afrodita.

—¡Pe-pe-pe-pero creí que lo habías matado! ¡Después de haber descubierto todo lo que él hizo, te sobraban razones para matarlo!

—Este miserable ni siquiera merece tener una muerte pobre. Lo menos que se merece es vivir con la inigualable humillación, de haber perdido contra un dios perdedor y "don nadie" de China. Lo mismo va para los putos racistas de allí.

Dicho eso, Nezha se coloca la lanza encima del hombro derecho, y levanta la mirada para ver a los humanos japoneses, quienes observaban incrédulos y perplejos la Arena de Duelo desde el barandal de su habitación en las gradas.

—Aquí tienen a un auténtico dios, patético montón de budistas racistas lamedores de pelotas griegas y nórdicas —dijo Nezha mostrándoles a los humanos japoneses el dedo medio de la mano izquierda, mientras sonreía de forma burlona—. Ahora chúpenme las pelotas y atragántense con ellas. Los estaré esperando, perras fanáticas. ¡Ja, ja, ja!

Los humanos líderes del Equipo Buda obviamente escucharon eso. Y la furia que sintieron fue tal, que sus rostros se tornaron rojos, las venas en sus frentes resaltaron, y apretaron los dientes como animales rabiosos. Todo esto, a la vez que maldecían en sus mentes a Nezha y a toda China, incluyendo los dioses de allí.

Después de decirles sus verdades a los humanos organizadores del Equipo Buda, el dios taoísta procedió a retirarse con lentitud. Y mientras pasaba al lado de Poseidón, le dedico unas palabras finales, con un semblante hostil que dejaba en claro que ya no bromeaba.

—Espero que te haya quedado claro lo patético que eres en realidad, porque la próxima vez no volveré a jugar contigo. Regresa a las cloacas más profundas de tu reino y quédate allí por el resto de la eternidad. No quiero volver a ver tu rostro frente a mí nunca más.

Mientras Nezha se retiraba hacia la misma entrada por la que ingreso a la Arena de Duelo, Afrodita anunció el resultado definitivo de la tercera ronda del Torneo Parabellum.

—¡La batalla entre el príncipe taoísta del fuego y el rey griego del mar ha concluido! ¡Poseidón está completamente incapacitado, y por lo tanto, ya no puede continuar! ¡¡El ganador de la tercera ronda es el verdadero y único perdedor más fuerte de toda la historia mortal e inmortal; el Mariscal del Altar Central y Tercer Príncipe del Loto, Li Ne Zha!!

Todo el estadio resonó con los gritos de júbilo por parte del público.

En la habitación privada del Equipo Cuzco, el humano inca dio un fuerte respiro de alivio, mientras se sujetaba el lado del pecho donde estaba corazón. Naamah volvió a saltar de su asiento para abrazar a Israel, pero éste último estuvo preparado para recibirla, por lo que esta vez no fue tumbado. Gotouge y Geir se tomaron de las manos y empezaron a danzar en círculos con alegría, mientras Brynhildr sonreía de alegría cruel cual villana, por la humillación que se llevó el Equipo Buda.

La familia y amigos de Nezha también lo celebraron. El maestro Taiyi lo festejó bebiendo vino de un barril. Muzha y Jinzha gritaban felicitaciones a su hermano menor. Lady Yin lloraba de alivio y felicidad, mientras que Li Jing la abrazaba para tranquilizarla, también feliz de que el hijo de ambos estaba con vida.

La familia dragón se mantuvo indiferente ante la victoria de Nezha, pero el joven Ao Bing esbozo una sonrisa de orgullosa felicidad. Incluso Maui y Shango lloraban de alegría. Wukong festejaba agitando una bandera con el nombre de Nezha escrito —aunque nadie sabía de dónde y cuando consiguió esa bandera—. Zhu Rong estuvo tan feliz que sorprendió a Hestia con un fuerte abrazo lleno de emoción intensa, aunque ella no se quejó, sino que lo disfruto.

Y en cuanto a Leviathan, ella no se encontraba allí, porque fue corriendo para felicitar en persona a Nezha.

Por otro lado, los dioses griegos en la sala médica también estaban felices de que Poseidón perdiera. Ya que, al igual que Hades, esperaban que eso le sirviera de lección a Poseidón, y lo hicieran recapacitar de una vez por todas que su camino no era la mejor alternativa para ganarse el amor de la gente. 

Entre los otros inmortales griegos también había quienes compartían la misma idea. Aunque la mayoría compartía la misma idea que Zeus: después de tanto tiempo de fama y prestigio por encima de otros Panteones, ahora estaban siendo derrotados. Y no solo eran derrotas contra inmortales de otros Panteones; eran derrotas aplastantes, sin oportunidad de brillar durante la batalla o caer con dignidad.

Zeus decidió pensar en un plan de contingencia, porque de seguir así, la reputación que tanto le costó construir se derrumbara. Y eso no lo podía permitir. Zeus haría lo que haga falta, incluso tomaría cualquier otro problema existente o crearía uno nuevo, con tal de que sirviera como excusa para convencer a los presidentes Elohim de organizar otro torneo.

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