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Capítulo XXXII: Tercer Príncipe vs Tercer Rey (I)

https://youtu.be/KKadTTQRixk

[Universo Keterloka]

El planeta de hielo entero fue azotado por un viento gélido. Los glaciares colapsaban. Y los océanos se agitaban con tal violencia que destrozaban las capas de hielo superiores. Todo esto sucedía, por un evento que nadie imaginó que llegase a suceder; Poseidón estaba liberándose por completo, de manera que su cuerpo emanaba un sin número de partículas de Maná celestes, que se fundían en un resplandor cegador de poder suficiente, como para estremecer un planeta cinco veces más grande que el planeta tierra.

Lo que hacía de este suceso tan inesperado, es que esa liberación de poder implicaba que él iba a mostrar su forma real, por primera vez, ante un público ajeno al de los dioses del Monte Olimpo.

En el Torneo Parabellum, los inmortales ajenos al Panteón Griego supieron de lo que se trataba, cuando los inmortales griegos corrieron la voz de lo que pasaba. Pronto toda la Arena de Duelo se llenó de conversaciones entre el público, sobre el hecho de que la forma con la que se conoce a Poseidón, no era su forma real. Y si era así, se preguntaban entonces cómo sería su forma real; algunos incluso apostaban por cómo se vería.

En el Equipo Buda, los humanos japoneses apostaban a que la forma real de Poseidón era la de un hombre joven delgado, con cabello rubio y ojos azules, que denotaba elegancia divina y orgullosa como la imagen clásica que se tiene de un dios griego.

Lo único en que acertaron, era la parte de que era joven y tenía ojos azules. El resto los dejo a ellos tan atónitos, que sus mandíbulas casi caen al suelo y sus ojos parecían salirse de sus cuencas.

El resto del público que veía el combate tampoco podía dar crédito a lo que veían; la mayoría quedó boquiabierto, otros gritaron del espanto, mientras que el resto apartó la mirada del asco. Todos tenían diferentes reacciones, pero pensaban lo mismo: "¿acaso es un tipo de demonio, o solo es así de horrible?".

Tenían sus razones para creer que la forma real de Poseidón era como la de un demonio, porque solo le faltaban los cuernos para ser tal cual como uno.

Poseidón era en realidad una criatura humanoide, que parecía ser un tipo de "quimera" entre diferentes animales marinos; su cuerpo estaba lleno de escamas azules de pez, que contrastaban con la sangre roja que dejó su piel humana al desgarrarse y caer como una "máscara de carne". Sus dedos tenían garras, y estaban unidas por medio de aletas delgadas. Sus pies eran extrañas aletas, parecidas a las de un león marino o una foca, pero adaptadas para caminar en tierra.

También poseía pequeñas aletas en los antebrazos y en donde deberían estar sus orejas. Su cuerpo se había hecho menos fornido, pero seguía presentando una marcada musculatura muy desarrollada, y tenía branquias en el cuello. Sus ojos eran un poco más grandes que los de un humano normal, negros en su totalidad, y contaban con una pupila luminiscente de color azul.

La frente del dios griego era grande, sin ser muy exagerado, ya que tenía incorporado una masa especializada en canalizar el sonido en ecolocalización, similar al de los delfines. Sus dientes se asemejaban a los de un tiburón. Su cabello era de un color blanco grisáceo, largo y liso. Por último su rostro presentaba los rasgos de un joven griego de 18 años, pero en vez de nariz solo tenía fosas nasales.

Su cuerpo y ropa estaban ensuciados de sangre y partes de su piel humana. Pero Poseidón arreglo esto, extendiendo el brazo izquierdo hacia dicha dirección, y condensó toda la sangre que tenía encima en una bola de agua flotando bajo la palma de su mano, junto con el resto de la suciedad. Los restos de piel que aún tenía encima se marchitaron, y su polvo fue arrastrado junto con el resto de la sangre.

Acto seguido, con un simple movimiento de los dedos, la esfera de sangre, agua y suciedad cayó al suelo de hielo bajo sus aletas, dejando reluciente su abominable cuerpo de criatura humanoide marina.

—Para ser honesto, ni siquiera yo espere que decidieras mostrar tu verdadera cara, frente al Consejo de los Elohim entero —dijo Nezha con una sonrisa divertida, mientras descendía con lentitud, hasta detenerse pocos centímetros del agua congelada.

—Nezha... esta es la segunda vez que me ves en esta forma... Jamás en mi eternidad te perdonare tal insulto... —decía Poseidón, ahora teniendo una voz más juvenil y suave, que reflejaba una cruel frialdad semejante a la que denotaba su semblante.

—Uy, que ofendidito resultaste. ¡Je, je, je! Y ni siquiera entiendo por qué tanta molestia, si en realidad pareces un "ancestro" de los tritones del Territorio Griego.

—Me parezco a mis descendientes y seguidores de Atlantis, porque yo mismo los hice a ellos así, después de que tú me expusiste ante ellos...

—¿Eh...? —dijo Nezha arqueando una ceja—. A ver si entendí; los nativos de Atlantis, son tritones y sirenas, ¿porque tú los convertiste en esas criaturas? Entonces... ¿Esa ciudad se hundió por tu culpa?

—No... exactamente... Fue por tu culpa —dijo Poseidón frunciendo el ceño todavía más—. Es por esa humillación que me diste frente a mis propios seguidores, que yo tuve que tomar medidas, según los consejos de mi hermano Zeus...

https://youtu.be/4I2A2Jx1h-0

[Recuerdo]

Siglos atrás llegó a existir una isla, en la que solo vivían tribus emparentadas con los griegos; era una isla que funcionaba como "puente" entre los continentes europeos y americanos. Gracias a esto, los nativos de esa isla vivían del comercio e intercambio de recursos con los nativos de los reinos americanos y europeos. Con el tiempo llegó a desarrollarse una ciudad próspera en esa isla, que sería nombrada como "Atlantis" (Isla de Atlas), en honor a su primer gobernante, el segundo titán Atlas que, según los griegos de dicha isla, era hijo de Urano y Gaia.

Por un tiempo la ciudad llegó a adorar a Atlas Segundo, e incluso al primero (Atlas Prime), pero fue conquistada por una tribu procedente de Grecia, liderada por uno de los hijos de Poseidón, llamado Atlas Tercero. Y desde entonces, la isla ha concentrado su adoración hacia el Dios Griego del Océano, llegando a ser el tercer culto más grande del Panteón Griego en su momento.

Pero después de que cierto inmortal taoísta humillara al dios de ese culto frente a todos ellos, obligándolo a mostrar su auténtica cara, que era todo menos humana, lo que una vez fue adoración, temor y respeto poco a poco empezó a convertirse en burlas y parodias. Esto llevo a una importante reunión entre algunos dioses griegos, que se llevó a cabo en una tarde.

Muy alto en el cielo, por encima de la Ciudad de Atlantis, se encontraban flotando Hermes, un Ares un poco más joven, Poseidón en su forma humana, y Hades vestido con una toga negra y armadura metálica negra con huesos humanos, reunidos en un círculo con Zeus en medio de ellos. Allí discutieron sobre el acontecimiento reciente en aquella ciudad; sobre el día en que todos los humanos griegos de esa isla fueron testigos de la verdadera cara de Poseidón.

—No lo entiendo —decía Ares, bastante confundido—. ¿Por qué tanto escándalo? Digo, ¿qué importancia tiene si vieron la verdadera forma de Poseidón? No me parece motivo para reuniones de emergencia, impartir castigos o algo parecido.

—¡Estúpido sobrino! ¡Nuestra forma divina representa el máximo ideal, que los humanos mortales jamás podrán alcanzar! —decía Poseidón con furia—. La especie humana actual, fue diseñada cuidadosamente a través de los milenios, para servir como una "imagen mortal" de nosotros en este mundo. Pero ese parecido solo es en apariencia, y jamás se acerca a nosotros.

—El cuerpo de un inmortal es biológicamente "perfecto". En cambio, el cuerpo de un mortal siempre presentara imperfecciones, que a menudo conducen a un sin número de muertes fáciles ajenos a la vejez —explicaba Hermes como un oficinista o mayordomo—. En otras palabras, un "Homo Immortalis" (Humano Inmortal) es la cima de toda la cadena de especies de nuestra raza. Y las versiones mortales no son más que meras "imitaciones" de nuestra especie.

—Exactamente. Y por eso no debemos mostrar ni el menor indicio de "imperfección" física. Ni mucho menos debemos parecernos a las bestias, que cazan a nuestra raza —decía Zeus acercándose a Poseidón desde el lado izquierdo de éste—. Ahora que ellos saben lo que tú eres, entonces lo indicado sería que tú los hagas a tu "imagen y semejanza".

—¿No estarás sugiriendo lo que creo que estás sugiriendo? —decía Hades frunciendo el ceño—. Los humanos no son como las bestias, que en tan solo unos meses alcanzaron etapas evolutivas, que a los humanos les tomó millones de años en alcanzar... Hacer que los humanos de Atlantis sean como Poseidón, tomaría por lo menos dos millones de años. Además hay que empezar a preparar un esquema primero; buscar un nuevo hábitat, planificar una lista de costumbres bajo el mar...

—Si hacemos eso, la noticia sobre la apariencia de Poseidón se expandirá. Para entonces el resto del Mundo Mortal lo repudiaran, y su culto perderá más de la mitad de sus seguidores —le interrumpió Zeus—. La mejor forma es obligarlos a adaptarse, llevando su civilización directo a su nuevo hábitat, usando un poco del poder de Poseidón para ambos propósitos.

—¿Piensas hundir Atlantis, y convertir a sus habitantes en criaturas humanoides marinas? —decía Ares, al fin entendiendo todo—. Me parece demasiado. Digo, ¿tienen idea de cuántos morirán para cuando el poder de Poseidón cumpla su efecto? Aunque sobrevivan suficientes para volver a prosperar, el número de muertes seguirá siendo bastante alto. Serán muchas muertes innecesarias.

—Así es. Los débiles morirán, y los fuertes prevalecerán; los fuertes serán los únicos dignos de ser hechos a imagen y semejanza de Poseidón —decía Zeus de forma severa—. Es una lección que deben aprender todos ustedes, en especial tú, Ares, que eres el Dios de la Guerra. No debes mostrar piedad, ni mucho menos ahora que está en juego la reputación de un dios del Monte Olimpo.

—Más bien la reputación de tu reino —corrigió Hades con molestia—. Esto no es por Poseidón, es por la reputación del Monte Olimpo.

—Sí, así es. Y es el reino principal de nuestro Panteón, cuya reputación está cimentado con la imagen de todos nosotros. No espero que entiendas eso, Hades. A fin de cuentas, tú decidiste vivir fuera del Monte Olimpo.

—Porque vivir de la opinión de los demás me parece una estupidez infantil —dicho esto, Hades centro la mirada en Poseidón—. Piensa por favor. Piénsalo bien, hermano Poseidón. No cometas algo de lo que podrías arrepentirte.

—¡Un verdadero dios jamás se arrepiente de lo que decide ni se retracta de lo que hace! —exclamó Zeus ahora con ira, haciendo que se oyeran truenos en el cielo, y luego dirige la mirada hacia el Tercer Rey del Olimpo—. Si quieres permanecer en la cima, para que todos te respeten y adoren, entonces debes hundir todo lo que amenace con derribar los cimientos, que te mantienen encima de ellos. Si no te respetan por lo que eres, entonces hazlos a tu imagen y semejanza, para que sientan lo mismo tú, se identifiquen solo contigo, y toda su adoración se concentre nada más en ti.

Poseidón permanecía viendo la ciudad de Atlantis, pensando en lo que les dijeron Zeus y Hades. Pero era bastante obvio que decisión tomo; antepuso su imagen personal, a la vida de sus propios seguidores.

Por eso, con solo dar un par de giros con su tridente, hizo temblar la tierra bajo el océano y creó los maremotos, que llevarían la isla de Atlantis a lo más hondo del océano. Y solo aquellos humanos que resistieron lo suficiente en el agua, pudieron salvarse al ser convertidos en criaturas humanoides marinas, que serían los tritones y las sirenas del Territorio Griego.

https://youtu.be/kZrV_QpwjJ0

[Fin del Recuerdo]

—¿Hundiste una civilización, creaste un genocidio de hombres, mujeres y niños, y convertiste a los supervivientes en seres iguales a ti, solo porque tienes un terrible problema de autoestima e inseguridad? —decía Nezha con los ojos entrecerrados, incrédulo de lo que escucho—. ¿Estás hablando en serio? Como eres un "único y diferente" de sentimientos frágiles, ¿derrumbaste una sociedad entera que prosperaba, e hiciste de sus habitantes iguales a ti, nada más para no sentirte ofendido? Joder, frente a locos como tú, hasta yo parezco el "bueno".

—Hice lo que tenía que hacer para asegurar mi posición en la cima.

—Lo cual hace de tu locura aún peor. Ni siquiera yo que fui rechazado por mi propio pueblo, llegue tan lejos.

—Una abominación como tú jamás entendería por lo que he tenido que pasar yo, por culpa de mi apariencia.

—Di lo que quieras, loco tritón cavernícola. Pero aunque ganas no me faltaban para quemar todo mi pueblo, no lo hice porque me daban lastima. Casi tanta lastima como la que me hace sentir tu pobre caso de baja autoestima...

De nuevo Poseidón gruñía de ira, mientras enseñaba y apretaba los dientes. En cambio Nezha pasó de sonreír de enfermiza diversión, a estar sonriendo de una manera que parecía forzada, como si se estuviera obligando a sonreír. Esto se debía a que el trasfondo de Poseidón le trajo malos recuerdos a Nezha; memorias de una vida que quería reducir a cenizas, y desvanecerlas con un soplido.

El pasado de una terrible vida mortal, que pensó haber olvidado ya...

—¡Aléjate demonio!

—¡Todo sería mejor si te murieras!

—Ese niño es un monstruo. Es igual que las bestias de la selva. 

—¡Deberían haberlo matado como a cualquier demonio!

—¡Es una vergüenza para su familia! ¡Y es una amenaza!

—¡Sus padres deberían encerrarlo de por vida, o sino desterrarlo lejos de aquí!

—Demonios como ese niño no deben estar aquí.

—Todo sería mejor si ese niño demonio muriese.

Como él mismo dijo, ganas no le faltaban para quemar su propia aldea. Pero en realidad tenía sus razones para no haberlo hecho.

—Pero aunque me des lastima, igual terminaré lo que empecé en esa ciudad marítima —dijo Nezha apuntando a Poseidón con el filo de la lanza.

Poseidón permaneció en silencio, lo cual le parecía extraño a Nezha; de hecho, era muy raro que ahora el dios griego estuviese muy hablador, llegando a contar lo que hizo con su propia ciudad. El dios príncipe comenzó a tener ciertas sospechas de que había algo mal; sus sospechas fueron confirmadas cuando, de forma repentina, el tridente de Poseidón comenzó a emanar un siniestro brillo fantasmal de color verde azulado.

https://youtu.be/xXSakbw2SlU

—Al fin terminó de cargarse —dijo Poseidón, esbozando una dientuda sonrisa despiadada—. Ya no soportaba seguir esta miserable charla con un repugnante engendro como tú.

El tridente de Poseidón comenzó a pasar por una metamorfosis; su elegante y brillante color dorado cambio por un tono oscuro, carente del aire "divino" que tenía antes. Su diseño elegante y simplista fue moldeado, igual que un mineral líquido, y entonces cambió su diseño por uno siniestro, como si el tridente fuese los restos esqueléticos de algún animal marino, mientras que los tres filos eran enormes y largos dientes. Y en el centro de dichos dientes yacía un diamante blanco, en el que se concentraba ese brillo fantasmal azul verdoso.

"¿Energía del Wuji (Vacío)?", pensó Nezha, reconociendo aquel brillo fantasmal como Kenoplasma.

—A diferencia de mi hermano Hades, yo no puedo usar el Kenoplasma por mi absoluta carencia de un vínculo con los muertos —decía Poseidón con un notable egocentrismo, mientras veía la punta de su tridente—. Pero en el Olimpo tenemos un mineral estupendo. De todos los metales que existen, el Adamanto es uno de los más raros, por ser un conductor natural de Kenoplasma, casi del mismo modo en que el Akasha conduce el Prana. Por eso le pedí a Hefestos que mejorara mi Astra con Adamanto, por si acaso lo necesitaba contra una criatura como tú.

—Pues hiciste bien. Necesitaras más que solo tu inútil magia para vencer a un monstruo como yo.

La batalla de inmortales se reanudó; de nuevo Poseidón fue el primero en atacar, solo que esta vez atacó con un corte vertical de su tridente, el cual liberó una ráfaga sombría con luminiscencia púrpura, que partió el planeta de hielo en dos. Y antes de que el planeta explotara, Nezha se alejó volando tan rápido como el rayo.

Pero Poseidón lo persiguió a la misma velocidad, y consiguió alcanzarlo. Nezha se sorprendió un poco, y al instante se preparó para atacar; se puso el Anillo Cósmico entre el hombro derecho y el costado izquierdo, sostuvo la lanza con ambas manos y bloqueo otro ataque del tridente de Poseidón.

Sin embargo ahora los tres filos del tridente emanaban Kenoplasma de color verde azulado, el cual aumentó tanto su potencia, que el choque de armas hizo retroceder a Nezha. Mientras tanto el planeta de hielo explotó a millones de kilómetros detrás de Poseidón, y éste lo aprovechó; con la mano izquierda señaló la zona donde estaba el planeta, y luego señaló con el dedo índice y medio a Nezha.

Acto seguido los enormes fragmentos de hielo fueron cubiertos de brillantes partículas de Maná de color azul, y todos volaron directo hacia donde estaba Nezha. Aparte, durante el trayecto, parte de su estructura caía, hasta que los fragmentos acabaron teniendo formas de espadas de hielo del tamaño de continentes.

—¡Al fin, un desafío! —dijo Nezha volviendo a denotar alegría desquiciada.

Con la sangre hirviendo de emoción, Nezha volvió a armarse con el Anillo Cósmico, pero esta vez empleó algo nuevo; la sujeto en un extremo de su Cinta Roja Celestial, sujeto el otro extremo de la cinta, y empezó a mover el anillo celestial igual que un látigo, mientras estiraba la cinta para un mayor alcance. Con esta combinación, tuvo un improvisado "látigo-chakram", que combinaba el poder de aumentar de tamaño y debilitar fuerzas mágicas de ambos Astras.

Gracias a esa combinación, redujo a pedazos las espadas de hielo continentales, y golpeo el rostro de un sorprendido Poseidón, que no se esperó una combinación de armas tan ingeniosa por parte del dios taoísta con forma de niño.

El golpe envió a Poseidón a millones de kilómetros lejos, pasando por algunos asteroides colosales en el camino, los cuales utilizó como apoyo para ir saltando de uno en uno, y así esquivar el Anillo Cósmico que ahora lo perseguía, destruyendo los asteroides en el camino.

La velocidad a la que se estiraba la cinta roja, combinada con la velocidad propia del anillo celestial, hicieron que ésta última no tardará en alcanzar al dios griego. Por lo que éste último desvió el inevitable ataque con el tridente. Y de inmediato Poseidón voló en dirección a donde estaba Nezha, a la vez que se alejaba de la cinta roja en caso de que intentará atraparlo.

Sin embargo le pareció extraño que la cinta roja no se moviera por si sola para atraparlo; la Cinta Roja Celestial, aparte de su capacidad para sellar el poder mágico de cualquier mortal e inmortal, tiene la cualidad de extenderse y dividirse de tantas formas, que el único límite es la imaginación del usuario. Y su portador actual era un inmortal con la mentalidad de un niño rebelde e impetuoso, con un talento para imaginar todo tipo de desastres.

Es por eso que Poseidón no pudo prever el ataque que le tenía preparado Nezha.

—¡Con que te gusta estrellar planetas en la cara de otros, ¿eh?! ¡Pues entonces disfrutaras que hagan lo mismo contigo! —dijo Nezha de forma burlesca, para entonces envolver la cinta roja alrededor de su brazo izquierdo, sujetarla con ambas manos y tirar de ella con fuerza.

Nezha estaba atrayendo hacia él su cinta roja, lo cual le dio un mal presentimiento a Poseidón. Por ello, éste último se detuvo en seco y miró detrás de sí; sus ojos se agrandaron más de lo que ya estaban, al ver que el Anillo Cósmico había aumentado tanto de longitud y tamaño, que atrapó un planeta volcánico cinco veces más grande que el Mundo Mortal, y ahora lo trasladaba directo hacia Nezha a una velocidad que aterrorizaría a cualquier astrónomo.

https://youtu.be/-HjasDc5PBI

Y como Poseidón estaba en medio de la trayectoria, fue golpeado por el planeta ardiente. Además, como remate, Nezha voló hacia él cual meteoro, y con el brazo izquierdo le golpeó el rostro con tanta fuerza, que ambos atravesaron el planeta entero; al pasar por la lava y la roca ardiente al rojo vivo, las escamas de Poseidon empezaban a oscurecerse, señal de que estaba quemándose.

No obstante el dios griego atravesó el planeta tan rápido, que salió del alcance de ese calor infernal casi de inmediato, y ahora sus escamas volvían a su color natural. Por otro lado, Poseidón tomó distancia de su oponente y atacó de frente con el tridente en un corte horizontal.

Pero como es de esperarse no fue para nada efectivo, porque Nezha lo bloqueo con la rueda llameante del pie derecho, a la vez que se giraba y atacaba con la rueda del otro pie en una patada vertical. Sin embargo esta vez Poseidón tenía la suficiente velocidad de movimiento y reacción, para esquivar el ataque físico moviendo la cabeza hacia atrás, sufriendo nada más que una quemadura leve en la mejilla izquierda, por un simple roce de las llamas de la rueda de Nezha.

Luego Poseidón tuvo que retroceder para bloquear con el tridente cuatro golpes salvajes de la lanza. Acto seguido se hizo a un lado, para esquivar otra llamarada disparada desde el filo de la lanza, y entonces contraataco con su propio ataque.

De una forma similar a como Nezha preparaba su lanza para disparar aquella llamarada, Poseidón hizo lo mismo con su tridente, solo que en vez de llamas disparó a través de los tres filos una ráfaga de Kenoplasma, parecida a un chorro de agua. 

El ataque envió a Nezha a chocar contra un colosal asteroide, que casi destroza con su aterrizaje. Allí se levantó de un salto, por primera vez sintiendo dolor desde que empezó el combate. Pese a que ese Kenoplasma no le hizo un daño tan grave como para ser urgente, por seguridad tuvo que emplear su magia de sanación.

Xinling Huo: Zhuque Yu (Pyrokinesis: Pluma del Pájaro Bermellón) —recito Nezha, haciendo tres gestos con ambas manos, semejantes a las del sistema de mudras de los Territorios Chino y Japonés, conocida como Kuji-In (Sello de Nueve Sílabas).

Era un sistema que constituye nueve gestos con las manos y sílabas, con funciones y características parecidas a los gestos mudras y mantras del Territorio Hinduista, de forma que se podría decir que son los equivalentes taoístas de los mudras y mantras tradicionales de la India.

Aunque también se usan en algunas Artes Marciales, este tipo de sistema de mudras es bastante común en las Artes Mágicas de las tierras asiáticas, como en el taoísmo de China y el onmyodo de Japón. Y a diferencia de los mantras tradicionales, las nueve sílabas también se escriben en ciertos papeles para crear talismanes mágicos.

En esta ocasión, Nezha uso la magia tradicional taoísta para invocar un aura mágica fuego sanador, que incinero los residuos de Kenoplasma y además aceleró su propia sanación natural. Luego de esto, sujeto la cinta roja, todavía amarrada en su brazo izquierdo, y por medio de una orden mental redujo el tamaño del Anillo Cósmico, y retrajo la Cinta Roja Celestial.

Desde lejos Poseidón sostenía el tridente con ambas manos, mientras estaba atrayendo más trozos de hielo procedentes de las lunas congeladas más cercanas. Pero tuvo que detener la preparación mágica, para esquivar otro ataque del Anillo Cósmico desde atrás.

A velocidades superiores a la del rayo, Poseidón pasaba volando por el cinturón de asteroides, esquivando el Anillo Cósmico que venía desde todas direcciones, ya que con cada esquive, la Cinta Roja Celestial cambiaba de dirección, como si tuviera vida propia. Y para evitar que la misma cinta lo rodeara por completo y atrapara igual que un pez en una red, evitaba quedarse en un mismo punto.

No obstante Nezha lo perseguía de cerca, esta vez también manteniendo distancia para evitar el tridente cargado con Kenoplasma. Pero además, también podía atacar a distancia; con un gesto del dedo índice de su mano derecha, controló a distancia la Lanza de Punta de Fuego, y la envió a cual proyectil a atacar a Poseidón desde el frente de éste último.

El dios griego reaccionó de inmediato, desviando la lanza a otro lado con un golpe del tridente. Pero al instante la lanza regreso al frente suyo dando un giro, y según se alejaba, se detuvo apuntando con el filo a Poseidón, y le disparó en la cara una ráfaga de fuego. Esto distrajo a Poseidón el tiempo suficiente, para que recibiera en la espalda un golpe del Anillo Cósmico.

Además la llamarada le causó un mayor daño que antes, porque a diferencia de la primera vez que lo recibió de lleno en su forma humanizada, ahora su piel escamosa lucía quemada y tardaba un poco más en regenerarse. Esto por supuesto fue notado por Nezha, quien volaba alrededor suyo.

—¡Ja, ja! ¡Lo sabía! ¡Comencé a sospecharlo en nuestro primer combate, pero ahora no tengo dudas! ¡Parece que a cambio de usar el 100% de tu fuerza en esa forma, eres más vulnerable al fuego! —dijo Nezha, comprendiendo que la verdadera forma de Poseidón era más vulnerable al fuego, a diferencia de su forma humana que casi no le hacía nada.

En este punto la desesperación volvía a invadir a Poseidón. Y por ello, hizo algo que se consideraría muy arriesgado; empezó a liberar el Kenoplasma concentrado en su tridente en diferentes ataques, que llenaban toda la zona espacial de caóticos tsunamis de Energía del Vacío, tan grandes que podrían tragarse planetas enteros.

Fue una acción muy arriesgada, no solo por el hecho de que él mismo podría resultar herido por su propio Kenoplasma, sino también por el hecho de que su tridente podría quedarse sin Kenoplasma, y por ende perdería su mayor ventaja.

Desde el Torneo Parabellum, incluso Zeus y Hermes se alteraron al ver la imprudencia de Poseidón, en haber usado el limitado Kenoplasma de su arma así. Tal vez ahora no le traiga inconvenientes, pero si la pelea se alarga demasiado, podría caerle encima una grave consecuencia.

En vista del ataque desquiciado, Nezha pasó a la defensiva retrocediendo, mientras reducía la longitud de su cinta roja para tener cerca su anillo celestial. Luego tomó en su mano derecha su lanza, y procedió a defenderse de las masivas ráfagas de Kenoplasma. Apartó la siniestra luz fantasmal usando las llamas de la lanza, y uso el arma combinada de su cinta roja y anillo celestial para el mismo propósito.

No obstante una parte de alguna que otra ráfaga conseguía alcanzar a Nezha, por lo que éste hizo de nuevo tres gestos con la mano izquierda, y recito el hechizo sanador Xinling Huo: Zhuque Yu. Y mientras se sanaba con el aura de fuego mágico, activo otro hechizo.

¡Xinling Huo: Huo Shen Bian! (¡Pyrokinesis: Látigo del Dios del Fuego!) —recito Nezha, soltando el cinturón rojo para realizar con la mano izquierda cinco gestos Kuji-In rápidos.

Tras terminar los sellos manuales y la recitación del conjuro, Nezha extendió el brazo izquierdo hacia adelante, con la mano cerrada y los dedos índice y meñique extendidos. Acto seguido, frente a la mano, apareció un Círculo Mágico con caracteres chinos y el símbolo clásico del fuego, y en un instante toda la cinta roja junto con el anillo celestial fueron cubiertos de llamas, cuyo calor alejaba e incineraba el Kenoplasma.

Ahora Nezha volvió a sujetar la cinta roja, y mientras disparaba fuego con la lanza, agitaba la cinta roja en diferentes direcciones, logrando incinerar y apartar todo ese Kenoplasma rápido y sin problemas. Pero mientras estaba ocupado en esto, Poseidón había parado de atacar como un loco, y ahora preparaba su propio "combo mágico", el cual requería primero que trazara en el aire palabras griegas, con los dedos índices de ambas manos cubiertas de energía Maná.

Era el mismo hechizo que estaba preparando, antes de que Nezha lo interrumpiera con el Anillo Cósmico.

¡Aquakinesis: Basileía Bathos! (Reino de las Profundidades) —conjuro Poseidón, dibujando figuras geométricas imaginarias con los dedos índice y medio de la mano izquierda, las cuales se manifestaron bajo un brillo de color azul celeste, revelándose como un conjunto de seis Círculos Mágicos.

Esos Círculos Mágicos, aparte de diferentes frases en griego antiguo, tenían símbolos de distintas criaturas marinas procedentes del Territorio Griego, incluyendo los tritones y las sirenas acuáticas. Acto seguido, en el espacio donde se encontraban ambos inmortales, se formó una cúpula cristalina mágica de color azul, de tamaño comparable a un planeta dos veces más grande que el planeta Júpiter, creado a partir de seis Círculos Mágicos azules colosales, ubicados en puntos cúbicos alrededor de la cúpula.

Eran los mismos Círculos Mágicos que conjuro Poseidón. Y dentro de la cúpula, empezó a formarse innumerables lunas de hielo.  

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