https://youtu.be/dLev7Wc02-c

[Torneo Parabellum: Sala de Planificación del Equipo Cuzco]

Después de la batalla entre Rudra y Buda, que culminó con la victoria del primero, se dio inicio a una pequeña pausa para arreglar la Arena de Duelo, y preparar el escenario del próximo combate, el cual sería en una galaxia dentro del Keterloka: una galaxia llena de planetas oceánicos, volcánicos y desérticos, con lunas de hielo y de magma.

Por otro lado, los líderes del Equipo Cuzco ahora mismo se encontraban en otra habitación: una sala especial para discutir en privado con los luchadores de su equipo. La sala estaba iluminada con algunas lámparas de aceite de estilo tailandés, y contaba con algunas sillas y muebles como para un máximo de doce invitados, aparte de una mesa y un enorme pantalla de vidrio negro.

También había una pequeña mesa frente a un sillón, en la cual se encontraba una caja metálica blanca con líneas brillantes de color verde. En la parte superior de la caja se hallaba una serie de botones, junto con un orificio en el que estaba incrustado un cristal triangular del mismo color verde. La caja tenía detrás un cable que conectaba con un Espejo Transmisor rectangular en la pared. Y al frente las líneas formaban la palabra "Playbox 2".

Por supuesto era una caja para jugar juegos virtuales. Y en esta ocasión, en el sillón frente a la mesa con la Playbox, se encontraba sentada Naamah, cruzada de piernas y sin sus alas visibles, con el control de la Playbox en ambas manos.

El control era un aparato con una forma bastante cómoda para sujetar, que además tenía ocho botones circulares, dos pequeñas palancas de mando para los pulgares, cuatro teclas arriba de los botones, y otros cuatro botones pequeños en medio. Todo estaba ordenado de manera que pudiera ser fácil y rápido de manejar por los pulgares, y los dedos índice y medio.

Mediante control remoto, Naamah usaba el aparato para manejar el Playbox, cuyo juego virtual se podía visualizar en el espejo transmisor: era un juego sobre guerreros de diferentes Territorios Mortales luchando entre sí con variados estilos de lucha.

—¡Ja, ja, ja! ¡Como extrañaba esto, y el Inmortal Combat! —decía Naamah con alegría infantil, mientras presionaba los botones del control remoto con una velocidad absurda, que impresionaba mucho el hecho de que el aparato no se rompiera en sus manos—. ¡Muchas gracias querido primo!

—No hay de qué. Después de tanto estrés, necesitabas relajarte un poco —decía Israel una sonrisa feliz, estando él sentado al lado de ella en el mismo sillón, también con las alas escondidas.

Los demás se encontraban sentados en diferentes sillas en la sala, cerca del ángel y la diablesa. Discutían un tema serio con Israel, sobre la próxima ronda; necesitaban saber si el próximo peleador de su equipo estaba de acuerdo con el cambio de escenario, en caso de que necesitasen hacer un cambio de último momento, o dejar tal cual el orden de los combates programados.

Hace unos minutos habían enviado a Geir para avisar al peleador sobre la reunión de emergencia. Sin embargo éste devolvió a la joven Valquiria con un mensaje: no tenía problemas con el cambio de escenario, y como tal seguía dispuesto a participar en el próximo combate.

A Cuzco no le pareció mal la idea de seguir con los combates programados, al menos de momento. Así que eligió dejar participar al próximo peleador. Una vez dictaminado esto, la charla fue interrumpida por Naamah, quien deseaba agradecerle al ángel pelirrojo por haberle dado una Playbox 2 con uno de sus juegos favoritos; aunque había una razón valiosa para ello.

"Al menos así se mantendrá tranquila y distraída, mientras discutimos sobre el torneo", pensó Israel mientras se rascaba la cabeza.

—¡Ejem! Como íbamos diciendo... —decía Brynhildr para volver a captar la atención de todos, a excepción de la diablesa—. Ahora que sabemos que el siguiente inmortal en pelear no tiene problemas con el nuevo escenario, entonces no hay razón para cambiarlo por otro del equipo.

—Si todo sale bien, tendremos otras dos victorias —dijo Gotouge, quien se encontraba sentada en una silla cerca de la otra mesa—. Esos imbéciles no pensaran en cambiar a su siguiente luchador. Estarán tan seguros de que es "uno de los más fuertes", que van a creer que le será fácil vencer a nuestro siguiente peleador.

—Eso es más que seguro. Nuestro siguiente peleador tiene mala fama de "perdedor" fuera de su Panteón, por lo que será una excelente tapadera, para ocultar el tremendo poder caótico que guarda. No por nada es el mayor rival de la Reina Demonio Leviathan, además de ser el discípulo más violento de Rudra... —decía Cuzco, al principio relajado y feliz, pero al final empieza a denotar un poco de nervios—. Sin embargo, comienzo a dudar de que tengamos otra victoria. Aún me cuesta creer que logramos acumular dos victorias seguidas.

—¡Hmf! Cuanta falta de confianza tienes. Yo jamás dudé de mi amado Rey Tigre —dijo Brynhildr con una sonrisa orgullosa, mientras estaba cruzada de brazos—. No ha sobrevivido a tantas batallas a muerte con monstruos del Vacío, para perder en su primer torneo contra uno de sus más grandes enemigos. Además, en el último golpe se contuvo para no matar a Buda.

—¿Cómo? ¿A qué se refiere jefa? —pregunto Geir, no entendiendo eso último.

—La técnica Raksha Mudra, es la combinación de diferentes golpes en distintas artes marciales —explicaba Israel, recordando la técnica marcial definitiva de Rudra—. Consiste en acumular una inmensa cantidad de Chi elemental en la mano y frente a la palma. La fuerza del Chi acumulado frente a la mano sirve como "escudo" ante fuerzas enemigas. Y cuando la palma impacta el Chi acumulado contra un ser vivo con alma, explota ese Chi acumulado en un estallido que daña el interior del enemigo.

»En pocas palabras, son tres golpes en un solo ataque; el primero sirve como "defensa" o debilitador, el segundo para dañar el exterior, y el tercero para dañar el interior del cuerpo. Si la palma del señor Rudra hubiera golpeado el rostro de Buda, no solo le hubiera lastimado el rostro, sino también el impacto de la onda expansiva, generada por la explosión de Chi, podría haberle destrozado el cuerpo a Buda desde adentro. Pero anuló el tercer efecto al dispersar el Chi cerrando la mano.

—Por kami. Que técnica tan despiadada —dijo Gotouge, sorprendida de lo brutal que era el arte marcial principal del dios-tigre.

—Es natural que sea así. El señor Rudra diseño esa técnica, para dañar especialmente a inmortales y cualquier otra criatura con un factor curativo muy avanzado —decía Israel—. Y ahora que decidió llevar el combate a una pelea de solo Chi, necesitaba de lo mejor que tenía para dañar a un inmortal como Buda, quien llevó el Nirvana a un nuevo nivel para poder desafiarlo.

—¿Cómo así? ¿Qué acaso el Nirvana no es lo máximo? —pregunto Naamah confundida, sin apartar la mirada del Espejo Transmisor ni dejar de jugar. Pero el nuevo tema de conversación llamó su atención.

—Si es lo máximo. Hablo de que Buda mejoró el poder que obtiene al acceder a ese estado —explicaba Israel, mostrándose intrigado por algo—. Tanto que el Nirvana ahora le multiplica más el poder.

https://youtu.be/wnJHVkztECM

—¡¡¿Qué?!!

Exclamaron Naamah, Gotouge y Cuzco sorprendidos; tanto que incluso la diablesa pauso el juego un momento para escuchar la explicación de Israel.

—Veamos, cómo lo explico... —decía Israel, pensando un momento la mejor forma de explicarse.

Como una forma de hacerlo entender mejor, Israel primero recalco que el primer y tercer nivel de la Omnipotencia concede un aumento de poder. Sin embargo agrego que el primer nivel mejora más las capacidades del cuerpo físico, mientras que el tercer nivel se enfoca más en mejorar las técnicas, hechizos y poderes.

Israel comentó que antes pensaba que Buda solo tenía el aumento de poder normal que concede el Nirvana, que es el doble de todo su poder completo. Pero tras haber visto la pelea, ahora comprendía que Buda traspaso esos límites; ahora Buda con solo su fuerza inicial en su estado Nirvana, es dos veces más fuerte que en su forma base al cien por ciento.

—Al cien por ciento, quiere decir con el Prana, el Chi y el Maná agregados. Ya que la fuerza inicial es la natural, o sea sin la extra que conceden las tres energías, junto con sus técnicas o hechizos de potenciación física... —decía Cuzco, poco a poco entendiendo lo que quería decir el ángel pelirrojo, lo cual empezaba a dejarlo anonadado.

—Entonces, ¿estás diciendo que Buda aumentó la cantidad de poder que le concede el Nirvana? —preguntaba Naamah con intriga y confusión, mientras seguía jugando su juego virtual, pero también prestaba atención a la charla.

—Sí. Y en realidad eso es posible. Cuando se accede al Nirvana por primera vez, solo multiplica el poder total el doble —explicaba Israel—. Pero existe un método muy efectivo, no solo para fortalecer el cuerpo, el espíritu y la mente, sino también para extender ese multiplicador y disminuir el desgaste abrupto de energía. Aunque es un método muy extremo, con un proceso muy doloroso en todos los sentidos, hasta para un inmortal. Tanto que son muy pocos los que pueden llevarlo a cabo.

»El método consiste en mantener activado la Omnipotencia durante un largo periodo de tiempo, para así acostumbrar el cuerpo a semejante carga, y hacerlo capaz de resistir mucho más, al grado de que puede romper sus límites. El problema radica en que si el cuerpo, la mente y el alma no soportan por más tiempo la carga, y se obligan a seguir resistiéndolo, al final el cuerpo físico puede acabar explotando por la sobrecarga de poder.

—Obvio no podía ser un entrenamiento fácil —dijo Cuzco con una cara de dolor, ya teniendo una idea de lo doloroso que puede ser tal entrenamiento—. Pero ¿Cómo cuánto exactamente se debe mantener activado? ¿Un año? ¿Una década?

—Un siglo como mínimo —respondió Israel.

—¡¡¡Un siglo!!! —exclamaron Gotouge y Cuzco igual de impactados, al punto de que sus ojos parecieron salirse de sus cuencas.

—Claro. De hecho, existen libros de récords universales, de los cuales uno trata sobre la cantidad de días Terra que ha pasado un inmortal con la Omnipotencia activada.

—Los Libros de Récords Universales, ¡Je, je! Si, los conozco. Intente quedar en la primera posición de quien come pasteles-planeta más rápido. Peeeeero, no me fue tan bien como esperaba. Apenas llegue a la décima posición —decía Naamah con desilusión y molestia, descargando todo eso contra su oponente en el juego virtual—. Aunque gracias a eso, aprendí a disolver la grasa corporal y transformarla en Maná. ¿En qué posición quedaste tú respecto a la Omnipotencia, querido primo?

—Ni siquiera entre los primeros 20. Lo máximo que dure con la Omnipotencia activada, fue tan solo 91 años. Todavía me falta mucho... —decía Israel bajando la mirada por un momento—. No estoy seguro de cuánto debió durar Buda con la Omnipotencia activada. Pero duró lo suficiente como para que el Nirvana le concediera un nivel de poder, que le permitiera conectarse a dos universos más, aparte del que se encuentra.

—Por eso fue capaz de abrir esas Grietas Dimensionales —dijo Cuzco, recordando cuando Buda creó una brecha espacio-temporal, que llevaba a otros dos universos—. Según tengo entendido, cuando un ser de cierto nivel de poder alto ejerce una presión alta, puede fracturar el espacio-tiempo, lo cual hace que se abra una brecha que conecta con otros universos.

—Que bien comprendes el tema de la astrología universal, joven humano —dijo Brynhildr, solo un poco impresionada del nivel intelectual del humano para entender esos temas—. El Nirvana permite al inmortal conectarse al completo con el universo donde se encuentra. Pero si el inmortal alcanza cierto nivel de poder, puede llegar a extender su vínculo a otros universos. A partir de este punto, los niveles se miden en la cantidad de universos a los que puede vincularse. En este sentido, Buda era tal vez nivel tres universos. Y además, también contaba con el poder de las Ruedas de la Existencia...

Brynhildr pasó a explicarles a los humanos, que cuando un inmortal alcanza cierto grado de comprensión de las Ruedas de la Existencia, su Pranayama le concede un control sobre esas Ruedas. Se puede decir que las puede "tocar", y así obligarlas a generar un efecto especial, el cual depende de los atributos que posea el inmortal.

Como ejemplo de eso, la Valquiria explicó que Buda podía usar el Prana para girar la Rueda del Tiempo y la Fortuna a su voluntad, y así controlar los ciclos y las probabilidades. Mientras que el Prana de Rudra le permitía a éste anular controles externos sobre el espacio-tiempo, que estén destinados a perjudicarlo a él.

No obstante era un poder muy arriesgado de usar, no por algún efecto secundario dañino, sino porque ese tipo de poder, al provenir de las Ruedas de la Existencia, puede llegar a ser muy impredecible.

Este poder lo afecta todo, incluyendo al propio usuario. Como ejemplo de eso, el propio poder de Rudra le bloqueo a él también el control de la energía Prana y Maná, al igual que los de su oponente. Y solo los recuperaría al pasar un determinado tiempo en sus almas, que se medía en base al sistema Ayanamsa de la Astrología Védica.

Además, cuando dos inmortales con un control de las Ruedas luchan entre sí, pueden ocurrir dos eventos:

El primero, se contrarresta el control de ambos a la vez, de manera que ninguno de los dos lo puede usar contra el otro hasta que termine la confrontación.

Y el segundo, el que tenga mejor comprensión de las Ruedas gana el choque, como sucedió con Rudra cuyo control triunfo sobre el de Buda.

Israel se unió a la explicación, agregando que los inmortales con un Pranayama de tipo Brahman, son los que tienen mayor posibilidad de obtener un control sobre las Ruedas; incluso pueden llegar a tenerlo de forma inconsciente antes de alcanzar el Nirvana, a partir del momento en que ya tienen cinco Chakras liberados.

https://youtu.be/I3CTle6oJhg

—Se parece al poder especial que obtenemos con el Kenoplasma —comentó Naamah sorprendida—. Mis padres y mi maestro me explicaron que nuestro poder Sunyata (Cualidad del Vacío), al despertar por completo, puede permitirle al usuario manipular las Ruedas, tal como el Pranayama en su máxima liberación. Tienen funciones parecidas.

—Eso es normal. Son energías que conectan al ser con el espacio físico —decía Israel, dirigiendo la mirada hacia su prima diablesa.

—Entonces ¿tú también puedes hacer algo similar, señorita demonio? —pregunto Gotouge, impresionada de escuchar ese detalle.

—Ehhhh... por desgracia no... —decía Naamah con vergüenza absoluta y molestia—. Solo puedo hacer algunas técnicas con Kenoplasma, inspiradas en las de mi padre. Pero todavía no he despertado mi poder Sunyata. Aunque desde que tengo memoria, he podido manejar el Chi. Y por eso base todo mi estilo de lucha en torno a lo que podía hacer con el Chi Yin, ¡como los movimientos especiales en los juegos virtuales que jugaba!

—¿Todas las técnicas de lucha con Chi que conoces, las aprendiste jugando juegos virtuales? —dijo Israel ampliando los ojos con incredulidad, al saber ese detalle que hasta ahora desconocía.

—¿Esto responde a tu pregunta? —dijo Naamah con una sonrisa divertida e inocente, mientras señalaba el Espejo Transmisor por un segundo con la mano derecha.

La diablesa reanudo la partida del juego virtual. Y entonces, al presionar diferentes botones del control remoto, hizo que su personaje en el juego, que era una mujer de origen coreana, realizara un combo especial al estilo taewondo, cuyo movimiento final era una patada giratoria que creaba un torbellino negro.

El ángel pelirrojo notó al instante el parecido entre ese último movimiento del juego, con la técnica Da Feing Hei de Naamah, que creaba un torbellino negro similar.

—Mi madre siempre me decía: "no hay mejor maestro, que los juegos virtuales". Así que me conseguía todos los juegos de lucha para que me "culturizara". Claro que lo hacía siempre y cuando sacara un "10" en la escuela —explicó Naamah con una sonrisa jovial e inocente.

—Sin lugar a dudas, eres un caso... —dijo Israel tapándose la cara con una mano, no dejando de sorprenderse de lo que descubría sobre su prima diablesa.

—¡Ja, ja, ja! ¡Bueno, no todo lo aprendí de los juegos virtuales! Por ejemplo, mi Arte Mágico está basado en la magia de mi padre. Aunque en realidad solo me tomó diez minutos aprenderlo

Decía Naamah, y entonces levanta el control de Playbox de forma triunfal, debido a que en el Espejo Transmisor apareció el mensaje "Ganas".

—¡Wo-hoo! ¡Sí, todavía estoy en forma! —dijo Naamah con alegría, y luego dirige la mirada hacia su primo y los demás—. Oigan, ahora que ya decidieron que el "Niño Demonio" peleara en la próxima ronda, ¿volvemos a las gradas? Pregunto porque ya termine mi partida de Inmortal Combat.

—Bueno, en realidad sí, podemos volver —contestó Israel, para después levantarse del sillón—. Ya pasó casi media hora. Debieron haber terminado el escenario —dicho esto, el ángel pelirrojo dirige la mirada hacia el joven humano—. ¿Vamos?

—Claro. También tengo ansias de ver el escenario que prepararon —dijo Cuzco, para luego levantarse también de su silla.

Una vez terminado la discusión sobre la próxima ronda del torneo. El grupo salió de la sala y caminó por el pasillo en dirección a su habitación en las gradas. Mientras caminaban, hablaban sobre el próximo peleador de su equipo; un inmortal tan poderoso como violento, que en sus inicios fue un niño humano nacido con un poder primordial demoníaco, y alcanzó la inmortalidad y la divinidad por sí mismo.

También era conocido por desafiar a diferentes gobernantes de los mares del Mundo Mortal: los Cuatro Reyes Dragón de China, el Dios Griego Poseidón, la Diosa Mexica Chalchiuhtlicue, la Diosa Yoruba Yemaya, la Reina Serpiente Yacumama y la Reina Demonio Leviathan.

Era un rebelde vanidoso en todo el sentido de la palabra, al que le encantaba pelear, destruir y desafiar la autoridad de dioses y demonios por igual. Y era tan despiadado que no dudo en intentar matar a su propio padre, se divertía del caos que él mismo generaba, y era capaz de matar a dioses, demonios y mortales por igual.

—Me sorprende que ese niño tan problemático no esté en una prisión —dijo Cuzco, perplejo del historial problemático de su próximo representante.

El humano inca caminaba delante del grupo, seguido de Israel y Naamah, quienes caminaban juntos lado a lado. Después venían la humana Gotouge y las dos Valquirias. Aunque el pasillo era muy amplio, el dúo ángel y diablesa seguía manteniendo las alas escondidas para no incomodar a sus acompañantes.

—Técnicamente sí lo está la mitad de su tiempo. Está cumpliendo servicios para la familia del Emperador de Jade, y el resto del tiempo lo pasa encerrado en la Pagoda Celestial —explicó Brynhildr frunciendo el ceño—. Es su castigo por casi matar a su propio padre, destruir templos marinos, dejar a Tlaloc al borde de la muerte, y asesinar al tercer hijo del Rey Dragón del Mar del Este. Y por cierto, pequeño humano, te aviso que él no es un niño. Prefiere tener esa apariencia, porque fue a esa edad en que murió como mortal.

—Es casi tan rebelde y problemático como la señora Leviathan, además de que aparenta ser un niño igual que ella —dijo Naamah entrecerrando los ojos y sonriendo divertida—. Hasta escuche que ambos compitieron para ver quien rompía un Récord Universal primero; destruyeron una galaxia durante su competencia.

—Aunque ninguno de los dos es un niño, ambos actúan como uno —comentó Cuzco entrecerrando los ojos con incredulidad, y entonces los amplía al recordar algo—. Pero volviendo al tema de los records, hay algo que me sigue intrigando. ¿Quiénes están en las primeras posiciones, de entre los que duró más tiempo con la Omnipotencia activa?

—Mi amado Rey Tigre, obvio, está en los primeros de la lista —respondió Brynhildr inflando el pecho con orgullo y sonriendo con cinismo—. Ocupa el tercer lugar, con 1.001.879 años.

—¡¡¿1.001.879 años?!! —exclamó Cuzco girando la cabeza para mirar a la capitana Valquiria.

—Los últimos 1.879 los completo fuera del Naraka —agrego Brynhildr—. En ese reino infernal hay cárceles especiales, donde el tiempo gira mucho más lento que el de cualquier otro reino o universo, por lo que son su lugar de entrenamiento favorito. Pudo haberse quedado para extender ese récord. Pero prefirió volver a casa para seguir pasando el tiempo junto a su familia.

—En segunda posición está el abuelo de Israel y mío, con un total de 1.200.300 años —agregó Naamah con una sonrisa, impresionando todavía más al humano inca, y ahora también a Gotouge.

—¡¿Pero entonces quién está de primero?! —pregunto Gotouge, anonadada de la cantidad de años que tienen los primeros de la lista en haber mantenido activado la Omnipotencia.

Con esa pregunta, vino un repentino silencio en el pasillo; el ambiente gano un aire tenso que sobresalto a los dos humanos, ya comenzó a sentirse un temor proveniente de las dos Valquirias y la diablesa. Esto desconcertó mucho a los dos humanos, debido a que jamás se imaginaron a las tres inmortales demostrando temor ante algo, sobre todo la diablesa.

—Es más que obvio, que el primero en la lista es el que descubrió el máximo nivel... —decía Israel, rompiendo el silencio tenso con una actitud seria—. En la época de los Primordiales, aún se desconocía mucho acerca de los niveles y estados que se podían alcanzar. Por eso, solo uno pudo descubrir por sí mismo el Nirvana, y luego les enseño a otros, como a sus padres y a mi abuelo, a cómo alcanzarlo. Es lógico que esa persona, sea el que ocupa el primer lugar...

—Interesante charla tienen ustedes...

https://youtu.be/izpqDWN5iVQ

Justo cuando el grupo dobló a otro pasillo a la izquierda, Israel fue interrumpido por una persona que se encontraba parado frente a ellos, a unos metros antes de llegar a las puertas que daban a la habitación especial de las gradas. El grupo se detuvo en seco, y miraron igual de sorprendidos al otro individuo en aquel pasillo.

La persona era un hombre joven de origen indio, que parecía rondar por los 20 años. De cabello negro alborotado con flequillos largos de color blanquecino. Ojos con iris negro, orejas puntiagudas, colmillos inferiores un poco sobresalientes, una formación de tres cuernos en ambos lados de la cabeza, y una singular piel de color gris oscuro. Su constitución era bastante alta (2,00 m), con una musculatura muy desarrollada. Y como ropa traía un pantalón holgado negro, iba descalzo y traía brazales y grebas de obsidiana.

Era el actual Rey Demonio de las Tribus Rakshasa; el Rey Demonio del Planeta Lanka, Ahiravana.

"¡¿Qué?! ¡¿Qué hace él aquí?!", pensaba Brynhildr, desconcertada y asustada de la presencia del Rey Demonio, a quien ni siquiera escucho moverse o respirar allí. 

—Ahiravana... el hijo del fallecido Rey Demonio Ravana —dijo Naamah frunciendo el ceño y denotando molestia.

Cuzco se sobresalto, y por seguridad se mantuvo al lado izquierdo del ángel pelirrojo. Las dos Valquirias y Gotouge también se mantuvieron detrás del ángel y la diablesa, por si acaso.

—Rey del Lanka, no sé qué tipo de interpretación tenga usted, respecto a las reglas. Pero está prohibido cualquier pelea fuera de la arena —decía Brynhildr, denotando autoridad y mostrándose valiente, pese a estar aterrada en el fondo.

—Eso lo sé, señorita "Brunhilde". No he venido a pelear —decía Ahiravana, de forma cordial y neutra, aunque luego denota molestia al mirar a la pareja ángel y diablesa—. Solo decidí pasar por aquí, porque no aguantaba las ganas de volver a ver a dos viejos "amigos" —explico ahora con algo de sarcasmo—. En especial porque luchare con uno de ellos, en la última ronda.

—¿De qué estás hablando, "amigo"? —pregunto Naamah con algo de sarcasmo molesto, mientras se cruzaba de brazos—. La última ronda programada es el combate de Israel. Y según el dios blanco, Heimdall, su oponente será Hades.

—Me temo que Hades no va estar en condiciones de luchar... por quizás unos cuantos años —dijo Ahiravana esbozando una sonrisa fría, mientras desviaba la mirada por un breve momento de forma pensativa.

—Entonces... esa elevación de poder que sentí antes... —decía Israel ampliando los ojos, atónito con lo que escuchaba, ya que empezaba a entender de inmediato lo que significaba eso.

—La verdad es que no entiendo como esos humanos japoneses lo consideraban el "Dios del Infierno más Fuerte", si no puede ni resistir un simple golpe mío —decía Ahiravana mirando a otro lado, con una sonrisa irónica—. Ahora mismo debe de estar en la Sala de Recuperación. Si sobrevive... dudo mucho que pueda volver a pelear. Pero hay que ver el lado positivo. Le hice un favor a su esposa, al impedir que él se arriesgara la vida luchando contra alguien tan peligroso como tú.

—¿Ocupaste el lugar de Hades en el Torneo Parabellum? —dijo Gotouge, ampliando los ojos también de sorpresa.

—Sí. Dentro de unos minutos Heimdall dará el aviso oficial. Pero vine aquí para decírselos personalmente —explicó Ahiravana, esta vez con la mirada fija en el ángel pelirrojo—. Enhorabuena, lucharas contra mí de nuevo, "amigo".

—Escucha Ahiravana, no sé qué deseas al participar en este torneo, o si es la revancha lo que quieres. Pero hay mucho en juego —decía Israel cambiando a una actitud seria—. No es solo los deseos de los participantes del torneo. La vida y el futuro de incontables mortales e inmortales dependen de la victoria de nuestro equipo.

—No tienes que explicármelo. Horus y Tonatiuh me contaron más o menos el motivo de toda esta locura —decía Ahiravana, cambiando a una actitud más seria—. El Consejo de los Elohim organizó este torneo, para decidir al fin si debe formalizarse la creación de un nuevo Panteón, con los denominados "inmortales eslavos".

—Si... Después de siglos de incontables luchas y pérdidas, el dios Perun terminó de reconstruir el reino celestial de su pueblo, y también completó los trámites necesarios, para legalizar y formalizar su Panteón y Territorio Mortal —decía Israel, con un profundo pesar por todo lo que han tenido que pasar los inmortales y mortales eslavos, para ser libres del Monte Olimpo y Asgard—. Pero por desgracia, no fue suficiente para el resto de los Panteones vecinos.

—Ni un poco. La idea de un nuevo Panteón, no le gustó para nada a Zeus, Odín, Ra, Kukulcan, y muchos otros dioses de Occidente y Oriente Medio, exceptuando nada más a los celtas, incas e israelitas —explicaba Brynhildr—. Y era necesaria la aprobación de la mayoría de esas regiones, por la posición geográfica de los pueblos eslavos. Así que la decisión quedó en manos de ambos equipos: si debe formalizarse la creación del nuevo Panteón, o no.

»A los humanos escogidos como organizadores, se les permitió elegir qué decisión representará su equipo. Los humanos japoneses estuvieron a favor de que los... "bárbaros eslavos", fuesen esclavizados y "reubicados" en el Monte Olimpo y Asgard, como según ellos "deberían pertenecer". Y el humano inca estuvo a favor de que los eslavos fuesen libres, tuvieran su independencia, y construyeran su propio pueblo.

—Lo cual me sorprende más aún —dijo Ahiravana, fijando la mirada en el humano inca, quien pese al miedo natural que sentía, permanecía al descubierto, viendo de frente al Rey Demonio sin mostrar intimidación alguna—. Por lo que escuche, niño humano, provienes de una pequeña aldea gobernada por un cruel reino. Es una aldea, que sueña con ser libre e independiente. Hasta tienen una leyenda en particular, sobre que uno de ellos fundara un imperio, ¿Cierto?

—E-e-es cierto... —dijo Cuzco, al principio tartamudeando por el miedo, pero se armó de un valor admirable y frunció el ceño, mientras levantaba la barbilla y enderezaba la espalda—. Mi gente ha predicho que alguien de los nuestros construirá un nuevo hogar para nuestro pueblo, que unificara a todas las aldeas vecinas. Y entonces, de la ciudad que él construya para su gente y los necesitados, nacerá el imperio más grande de los territorios occidentales. Es la Leyenda de la Ciudad de Cuzco.

—Ahora lo entiendo... Por eso elegiste "Cuzco" como tu apodo de organizador y como nombre de tu equipo —dijo Israel, dirigiendo la mirada hacia el humano, sorprendido por el trasfondo que hasta ahora desconocía.

—Un momento, si "Cuzco" no es tu nombre real, ¿entonces cuál es? —pregunto Gotouge, sorprendida de conocer ese detalle.

—¿Te parece un buen momento para hablar sobre mi vida personal? —contestó Cuzco con un poco de sarcasmo, dirigiendo la mirada a la otra humana, para luego volver a mirar al Rey Demonio.

—¡Je, je, je! Ya veo... Comprendes mejor que la mayoría el sufrimiento de los eslavos, al igual que yo —decía Ahiravana con una sonrisa fría—. Por eso elegiste apoyar a los eslavos en tener su propio Panteón. Sin embargo a mí no me interesa intervenir en los problemas de otras tierras, ni tampoco en los eventos del Consejo de los Elohim. Mucho menos me interesa la recompensa que reciba al ganar mi combate.

—Adivinare: estás aquí, para luchar contra Israel —dijo Naamah con molestia—. Supongo que ese Rakshasa que mi primo blandengue dejo ir, te aviso sobre nosotros.

—Algo así. Ese soldado le aviso a mi maldita tía, y luego ella me avisó a mí —explicó Ahiravana.

—Te dije que nos traería problemas futuros —dijo Naamah viendo de reojo a Israel, quien solo dio un suspiro cansado.

—Y después cuando salí a buscarlos, la terrible Alyssa Khaos tuvo la extraña amabilidad de avisarme que ustedes dos estarían aquí —agrego Ahiravana, dirigiendo la mirada hacia la diablesa.

—También te dije que mi "dulce" hermana mayor sería un grave problema —dijo Naamah entrecerrando los ojos y haciendo una mueca de molestia, mientras que Israel solo se tapó el rostro con una mano.