https://youtu.be/I34hMdOi5_U

[Torneo Parabellum: Habitación del Equipo Cuzco]

Tanto el público como casi todos en el Equipo Cuzco, no pudieron entender lo que sucedió.

De un momento a otro, ocurrió un estallido de fuego azul, donde se encontraba el dios-tigre, poco después de que éste viera cuánto sufría su familia al verlo así. Por un momento creyeron que se trataba de algún tipo de ataque o defensa en preparación. Pero entre todos los que veían el combate, muchos supieron al instante de lo que se trataba, al recordar el momento en que las rayas del dios-tigre desprendían llamas azules.

Descubrieron que tenían razón cuando aquel torrente de fuego azul se dispersó, revelando que Rudra ahora flotaba en el espacio, y era del mismo tamaño que Buda, pero con una apariencia distinta.

De cierta manera, era parecido a cuando usaba su Meng Amok al máximo. Sin embargo, toda su carne y pelaje era una sólida roca negra semejante al carbón, de tal manera que tenía una línea de picos en la zona de los codos, hombros, espalda, barbilla, mejillas, nuca y punta de la cola, similar a los picos de un volcán. 

Sus rayas eran una luz llameante, que iba de dorado a un naranja intenso, y desprendía llamas por breves momentos, junto con algunas descargas eléctricas de color dorado. Sus ojos eran llamas verdes que por momentos se mezclaban con las rayas cercanas del rostro, y tenía en ellos un círculo brillante que actuaba como los "iris" de los ojos. Su nariz, boca e interior de las orejas desprendían luz naranja cual llamas. 

Además, aunque sus orejas y cola eran piedra negra, seguían moviéndose con la misma flexibilidad de si fuesen de carne. Y a pesar del incalculable calor que su cuerpo emanaba, su ropa no se había quemado en lo más mínimo. También contaba una formación de nubes tormentosas, con truenos incluidos, que iba por debajo de sus brazos y rodeaba su nuca, simulando un lazo flotante similar a la cinta de los guardianes Nio del budismo.

El joven Cuzco estaba boquiabierto al ver esa forma, ya que fue la apariencia que tuvo Rudra cuando derrotó a Wiracocha, para demostrarle a éste que era más que capaz de proteger a Pachamama.

Según las historias de los pueblos de la región donde vivía el joven humano, existía una entidad llamada "Tunupa", conocida como el Dios de los Volcanes y el "Fuego Azul" (rayo), cuyos relámpagos "fertilizaban" a la Madre Tierra (Pachamama).

No obstante también existía una historia poco conocida, en la que Tunupa era un viajero que llegó a esa región desde una tierra distante al otro lado del mar. Y debido a que la gente local estaba aprendiendo de su filosofía, tuvieron que desterrarlo devolviéndolo al mar del que provino.

Ahora mismo, Cuzco sabía que ambas versiones en realidad tenían algo de verdad. Por eso también sabía que esa nueva forma de Rudra, era la que hizo conocer a éste en el Territorio Inca como el Dios de los Volcanes y el Rayo, "Tunupa".

Además, según las escrituras del budismo Mahayana, existía una entidad que encarnaba el más grande logro de un aprendiz de Buda; según los textos, el conseguir el Nirvana significaba vencer a la misma muerte, y por lo tanto un Buda era aquel que logró superar a la muerte. Esta entidad en particular, era respetada por los budistas como el representante del último y más grande logro de todo aquel, que busque alcanzar la Iluminación.

Siendo Rudra una bestia inmortal, sus transformaciones estaban divididas en cuatro Etapas Evolutivas, las cuales en un sentido poético representaban sus principales cualidades.

La primera era su forma tigre completa, que lo representaba como el Rey de la Selva y el Padre de los Tigres: Shere Khan (Rey Tigre).

La segunda era su forma humanizada, que lo representaba como la encarnación de la naturaleza salvaje y la cacería: Avatar (Encarnación Mortal).

La tercera era su forma de hombre-tigre, que lo representaba como el Padre de la Tormenta y el Dios de las Bestias: Pashupati (Señor de las Bestias).

Y la cuarta, obtenida gracias al Nirvana, era la forma que lo representaba como el Guardián y Ejemplo de los Budas, el Feroz Protector del Cielo y la Tierra, el Orgullo del Mundo Mortal: Yamantaka (Destructor de la Muerte).

—¡Ohhh yeahh! ¡Eso sí que es otra onda! —exclamó Naamah emocionada como una niña, mientras alzaba las manos al cielo—. ¡Israel ¿tú forma final también es así?!

—Más o menos —decía Israel, no apartando la vista de lo que veía en el holograma de la Arena de Duelo, con una sonrisa que reflejaba alegría y esperanza renovada—. Señora Brynhildr, ¿de verdad esto no traerá problemas?

—Según las reglas, en realidad lo que estaríamos haciendo sería hacerlas cumplir —decía Brynhildr con una sonrisa orgullosa, mientras mantenía las manos sobre el Círculo Mágico que recién había creado—. La misma señora Dannan quiso hacer este torneo público, o sea con miles de inmortales presentes. Cuando creo la lista de reglas y formación del torneo, ella misma lo explico...

Brynhilr empezó a explicarles a los presentes lo que dijo la propia Primordial Celta, Danu, cuando presentó las reglas del Torneo Parabellum y el cómo debían llevarse a cabo las rondas...

—¡Quiero que haya un gran público presente durante los combates! No me malinterpreten. No deseo que sea como un "combate de coliseo", igual a los del Panteón Griego, sino como los torneos del Panteón Chino; deseo que mientras los inmortales elegidos peleen, escuchen la voz del público que los apoya, para que se motiven todavía más a pelear hasta el final. Deseo que sea así, porque no quiero que ellos peleen por espectáculo; quiero que peleen por motivaciones propias, y con todo su corazón, como auténticos guerreros. ¡Quiero que ellos escuchen la voz de su pueblo, amigos y familia para que luchen en serio y con honor hasta el final!

Tras explicarles a los presentes lo dicho por la propia Danu, ahora entendieron porque, en el sentido de las reglas, no estaban rompiendo algún reglamento, sino todo lo contrario lo estaban siguiendo al pie de la letra.

—Pero aun así, la señora Dannan no creyó que ya en la segunda ronda habrían peleas de esta magnitud. Por eso dejo guardado los Círculos Mágicos como este para después de la sexta ronda —dijo Brynhildr cerrando los ojos y bajando la mirada con pena—. Lo bueno es que gracias al Audiokinesis del joven Adonai, podemos transmitir las voces de todos nosotros a Rudra con este Círculo Mágico improvisado.

—Por curiosidad, ¿por qué es necesario eso que llaman "Audiokinesis"? —pregunto Cuzco por mera curiosidad a la capitana Valquiria.

—El Audiokinesis es una capacidad natural, que adquiere un inmortal cuando alcanza cierto nivel de poder. Su principal uso es el de controlar el nivel de frecuencia de la voz del inmortal, o enviar sus palabras directo al oído de alguien a un determinado rango, similar a la telepatía. De esta manera el inmortal puede hablar y comunicarse con otros, sin riesgo de causar daño con su voz.

—Aguarda un momento. ¿Estas queriendo decir que en ese "cierto nivel", un inmortal es lo bastante poderoso como para destruir continentes o planetas, con nada más que un simple silbido? —pregunto Cuzco, estupefacto por completo.

—Sí, básicamente —respondió Brynhildr con simpleza, como si no fuese algo muy importante.

—¡¡¡¿Ehhhh?!!! —exclamó Cuzco, conmocionado de conocer otro dato curioso sobre los inmortales. En este punto ya no podía creer como había humanos que se tragaban el cuento de que podían "vencer" dioses.

Por otro lado, la joven humana Gotouge seguía viendo atenta el combate, con las manos juntas en señal de oración; estaba orando por la derrota de Buda. No le importaba como fuese; solo quería que Buda fuese derrotado, porque sabía que ese sería el más duro y satisfactorio golpe humillante hacia los líderes del Equipo Buda.

"No importa la versión o el contexto. Incluso si al final reescriben todo y hacen de todos los dioses los 'malos' de la historia. Para esos malditos hipócritas Buda siempre será intocable, el héroe de los humanos, el único 'dios bueno'. Se burlan y hacen menos a buenos dioses de las tierras vecinas, pero adoran a dioses perversos como los griegos y nórdicos. Y sin embargo, al que más idolatran y adoran, al punto de creer que siempre estará del lado de los humanos, es Buda, y solo porque es un humano adorado en nuestras tierras... Por favor Rey Tigre, ciérrales la boca a esos malditos hipócritas y a los imbéciles de mi tierra. ¡Derrote a Buda, honre a su tierra natal y vengue el honor de la Aldea del Dios del Sol!".

Pensaba Gotouge entre lágrimas de frustración e impotencia, depositando toda su confianza y el deber de restaurar el honor de su pueblo, en un ser que ni siquiera era humano ni tampoco pertenecía al Territorio Japonés. Yendo en contra de los ideales de su propia gente, estaba confiando en una criatura no-humana proveniente del Territorio Hinduista, para derrotar al más grande e intocable ídolo de Japón.

https://youtu.be/B_8y-lmm08E

[Universo Keterloka]

—Je. No debería ni preocuparme ahora —decía Buda, volviendo a tranquilizarse luego de alterarse—. Solo te recuperaste en lo parcial. En el fondo sigues estando tan debilitado y herido como yo. Transformarte ahora, solo te sirvió para volver a "nivelar" la pelea.

—Pero todavía tengo mis Astras —dijo Rudra con una voz para nada alegre.

—Sin embargo, yo no usare ningún arma. Y según tu código de honor, ahora que estamos en las mismas circunstancias, sería deshonorable usar armas contra un oponente desarmado.

—Tienes razón —respondió Rudra, todavía mirando a Buda con molestia, para luego soltar el tridente y el arco, los cuales desaparecían en un flash de llamas y relámpagos respectivamente—. Y como yo no usare armas, lo justo sería que tú tampoco uses como "armas" las galaxias con tu molesta magia.

Luego de decir eso, Rudra extendió el brazo derecho hacia adelante, y chasqueo los dedos; esto dio como origen a una masiva onda expansiva de Prana rojiza, que se extendió por más de la mitad del universo Keterloka.

"¡¡¿Qué?!! ¡¡¿Quemó todo mi Territorio de Maná?!!", pensó Buda viéndose las manos, al no sentir más el vínculo con toda la materia a su alrededor por medio de su magia. Y justo en este momento de sorpresa, recibió un puñetazo en el rostro, por parte del dios-tigre, que lo hizo girar y alejarse hasta quedar suspendido en el espacio.

Como si estuviese sobre una tierra invisible, Buda se apoyó en el espacio físico para levantarse, mientras se limpiaba la sangre de la nariz y boca, aunque solo pudo estar arrodillado, debido a que el golpe lo dejó un poco aturdido.

—No te distraigas, miserable—pregunto Rudra con sarcasmo molesto, mientras se cruzaba de brazos, tras haber atacado a Buda por sorpresa—. Sobre todo ahora que no puedes seguir trayendo galaxias para defenderte y atacar. Ni tampoco tengo que preocuparme de que tu magia controle mi posición.

—Si... Fue una jugada inesperada. Pero no importa; aún tengo una "carta de emergencia" —decía Buda, todavía arrodillado, mientras juntaba las manos principales y con las otras hacía diferentes gestos Mudras—. ¡Kaalachakra! (¡Rueda del Tiempo!)

Con la pronunciación de aquella palabra, de repente se manifestó una colosal rueda debajo de ambos peleadores, que consistía en una serie de engranajes dorados de intrincado diseño hinduista, con una serie de grabados en sánscrito.

Eran las Ruedas de la Realidad.

—El "tiempo", es realidad una serie de ciclos que van en una sola dirección —decía Buda—. Algunos poseen el poder para crear una "Zona Mágica", donde esos ciclos se detienen, aceleran o retroceden. Pero yo, gracias al Nirvana, puedo tocar y mover a mi voluntad la Rueda del Tiempo.

Mientras Buda decía todo eso, los engranajes dorados empezaron a girar en el sentido contrario del reloj, mientras todo el espacio-tiempo retrocedía; las galaxias que habían sido destruidas, empezaron a recomponerse y a volver a sus respectivos lugares, como si el tiempo estuviera retrocediendo. De modo que al poco tiempo, ambos peleadores estaban siendo rodeados de galaxias una vez más.

Y por si fuera poco, la magia de Buda también estaba reestableciéndose.

—Además recuerda, Rudra, que no solo tengo el poder de controlar la Rueda del Tiempo. ¡También puedo controlar la Rueda de la Fortuna! —decía Buda con una sonrisa divertida.

Acto seguido Buda separó las manos principales, y como respuesta se oyó el sonido de un cristal rompiéndose, mientras se formaba una inmensa grieta dimensional en ambos lados suyos, de la cual se podía ver más galaxias. Buda estaba abriendo una grieta en la realidad, para traer galaxias desde otros universos.

—Eso ya lo sabía. Por eso decidí guardar mi "arma de doble filo", por si se presentaba una situación así —decía Rudra esbozando una sonrisa divertida, pero sin dejar de tener el ceño fruncido.

Y fue entonces que ocurrió algo más: de repente se escuchó el sonido del trueno, mientras los engranajes debajo de Buda se agrietaban, para entonces destruirse en millones de pedazos que al rato se desintegraban en polvo dorado. Luego las Grietas Dimensionales comenzaron a cerrarse, igual que un cristal al repararse con sus propios pedazos por sí solo.

Lo sucedido sorprendió tanto a Buda, que lo reflejo con una expresión de total incredulidad, que era casi cómica y absurda.

https://youtu.be/wnJHVkztECM

—¡¡¿Queeeeé?!! —exclamó Buda, al principio no entendiendo lo que pasaba, hasta que miro con más atención a Rudra, y entonces se da cuenta de algo—. ¡¿Acaso tú... tú...?! ¡¿También estás usando tu control de las Ruedas de la Realidad?!

—Obvio que sí. Recuerda, Buda, que también puedo activar el estado Nirvana —dijo Rudra esbozando una sonrisa divertida.

—¡Eso no puede ser! ¡Solo alguien que entienda al completo el Tao, los Chakras y el universo, puede controlar las Ruedas de la Realidad! ¡Y el solo hecho de hacerlo significa que la existencia te considera un "Buda" genuino!

—Sí... Y es algo irónico, porque es la mayor prueba irrefutable, de que mi "Verdad" también es auténtica.

—¡No lo entiendo! ¡¿Cómo la existencia puede considerar a un dios desgraciado como tú un mejor "Buda" que yo?! ¡¡Me niego a aceptarlo!! —decía Buda con ira, incredulidad y desesperación, intentando ponerse de pie y controlar la Rueda de la Fortuna, aunque era en vano.

Con las principales manos juntas, intentaba volver a invocar aquella serie de engranajes. Pero le fue imposible; no aparecían, y pese a eso seguía negándose a creer lo que sucedía.

—¡Mi verdad es absoluta; yo soy el verdadero salvador de la humanidad; yo soy el único digno de recibir honor y devoción por parte de los humanos y la existencia! ¡¡Yo soy Buda!!

—Tu "verdad" es que los humanos son los verdaderos "buenos", y por lo tanto es la única raza digna de alcanzar la iluminación, mientras que los dioses, demonios, bestias y todo lo que no es humano son el verdadero "mal", que jamás deberá alcanzar la iluminación —decía Rudra con una sonrisa divertida, a la vez que se manifestaba detrás de él las Ruedas de la Realidad—. Tu "verdad" es tan ciega como la de los niños que creen que todo es "blanco y negro", o los ignorantes que piensan que todo es "gris". Aunque te consideres un salvador, en realidad eres una maldita escoria igual que los dioses corruptos que tanto odias.

»Un verdadero "Buda" no es aquel que defiende a la raza humana; es aquel que protege a todas las criaturas vivientes de la existencia y les enseña el camino hacia la paz, sin importar si son animales, bestias, elfos, dvergar, humanos, ángeles, demonios o incluso dioses. Esa es la auténtica verdad que descubrí a través de otros ojos, mientras que tú al estar encerrado en tu "burbuja" no puedes ver la realidad —tras decir esto, Rudra empieza a levantar la mano derecha, apuntando a Buda con el dedo índice—. Y por eso jamás alcanzarás la verdad.

Dicho eso, las Ruedas de la Realidad detrás de Rudra desaparecen en un destello blanquecino, el cual bajo una onda expansiva se extendió por la mitad del universo Keterloka, regresando todo a la normalidad, aparte de que la magia de Buda desapareció, junto con sus brazos hechos de energía Prana.

Para estar seguro, Buda acabo poniéndose de pie y volvió a juntar las manos, intentando concentrar energía Prana y Maná; con esto, descubrió que el poder de Rudra cumplió su propósito.

—One Above All. Así conocen este poder, que no disfruto usar para nada —decía Rudra volvía a cruzarse de brazos—. Mi poder sobre las Ruedas de la Realidad, consiste en anular el control de cualquier otro poder sobre el espacio-tiempo, que tenga como objetivo dañarme. Al activarse, no sólo anula el poder enemigo: también bloquea temporalmente el control de la energía usada en ese poder. En este caso, bloqueo el control de la energía Prana y Maná.

»Sin embargo, como siempre las ventajas y desventajas van de la mano con este tipo de poder. Su menor defecto, es que solo funciona cuando el que va a ser dañado soy yo; por lo tanto, no puedo usarlo con el objetivo de ayudar a otros. No obstante, el mayor defecto que tiene es, por irónico que parezca, el propio efecto. Cuando bloquea el control de una energía, no discrimina entre enemigos, aliados e incluso el propio usuario.

—¡Lo usaste para bloquear mi control de energía Prana y Maná, a costa de tampoco poder usar tú también las tuyas...! —decía Buda, aún más incrédulo con lo que escuchaba, ya que entendió lo que implicaba el uso de tal poder.

—Por eso es un "arma de doble filo". Dependiendo del nivel y tipo de poder ejercido, no recuperaremos el control hasta pasado un determinado tiempo en nuestras almas. Así que da igual si el tiempo en este universo se acelera. Además, el "tiempo" menor para recuperar el control son dos Dandas (48 minutos). Así que no esperes recuperar tu control de Prana y Maná tan pronto. Solo nos queda la energía Chi, y nuestros Artes Marciales.

—Pero si no puedes usar el Prana, no puedes invocar tus Astras —decía Buda frunciendo el ceño y apretando los puños—. Acabas de arruinar la única oportunidad que tenías para vencerme, grandísimo estúpido.

—El único grandísimo estúpido aquí eres tú, por no entender algo muy simple —decía Rudra, ahora sonriendo con suma crueldad, mientras se tronaba los dedos de ambas manos—. Humanos o bestias inmortalizados, Reyes Demonios, Señores Oscuros, Dioses Supremos, Primordiales, e incluso un maldito Buda idealizado. No necesito armas celestiales, tampoco el poder de las Ruedas de la Realidad, ni menos "usar" la fuerza de una Valquiria, para romperle la cara a todos ellos. Todo lo que necesito son mis manos, mis colmillos y mi espíritu indomable.

—Entonces será a la antigua... —dijo Buda, ganando un brillo hostil en sus ojos. 

https://youtu.be/qskXthi1D_E

Sin el poder del Prana y el Maná, sólo quedaba la energía Chi y la experiencia en combate. Con nada más que esos factores, ambos peleadores no esperaron más y avanzaron contra el otro a la vez.

La velocidad de reacción de Rudra y Buda fue tan precisa, que los dos esquivaron el puñetazo del otro moviendo la cabeza a un lado, haciendo que sus respectivos brazos izquierdos se cruzaran, y en el acto provocarán una onda expansiva que destruyó las galaxias de los alrededores, que recién habían sido restaurados. Ambos retrocedieron un paso para volver a atacarse; esta vez Buda logró conectar un golpe de palma izquierdo en el rostro de Rudra.

"Es cierto. El haberse enfadado así, debió hacer que su buen estado de ánimo disminuyera, y por ende perdiese velocidad y reflejos. Aún puedo ganar...", pensaba Buda, por un momento recuperando la confianza.

Y tan pronto como se formó su sonrisa confiada, Rudra se la borro al instante con un codazo izquierdo debajo de la barbilla, que le hizo escupir sangre a Buda y agrietar su quijada de piedra.

"Lo olvidaba... Al enfadarse, su fuerza y resistencia aumentaron...", pensaba Buda, recién acordándose de un detalle que casi olvido por su subidón de emoción.

De inmediato Buda contraataco con una serie de golpes de palma al estilo del sumo, los cuales Rudra desviaba con las manos y contraatacaba con puñetazos directos y codazos, que Buda también desviaba y bloqueaba con los antebrazos.

Ambos se vieron envueltos en un intercambio de golpes, en el que Rudra atacaba con puñetazos directos combinados con golpes de garra y zarpazos, junto con codazos y rodillazos, mientras que Buda atacaba con diferentes combinaciones de golpes de palma, puñetazos y rodillazos. Y en medio de los ataques, los dos bloqueaban y redireccionaban usando manos, antebrazos, rodillas y codos.

Permanecieron así, en un aparente punto muerto, hasta que Buda fue el primero en lograr conectar un ataque con éxito: un golpe de palma derecho en el rostro. Pero cuando lo hizo, Rudra le sujetó la muñeca con la mano de mismo lado, para entonces ejercer una fuerza que agrieto el brazo de Buda.

—¡Suéltame! —exclamó Buda mientras intentaba zafarse de ese agarre.

—No quiero —contestó Rudra con una crueldad que lo hizo ver aterrador.

Como un acto de desesperación, Buda le pateo el pecho con el pie derecho, haciendo que lo soltase y además retrocediera unos cuantos pasos hacia atrás. Rudra se detuvo en seco como si pisara con fuerza un suelo invisible, ya que a partir de ahora tanto él como Buda usaban la energía Chi para desplazarse por el espacio físico, como si se apoyaran sobre algo inexistente para caminar, saltar o incluso impulsarse cual proyectiles.

De esa manera, Buda se acercó a Rudra deslizándose sobre el espacio físico mientras daba giros, igual a como lo haría sobre un piso de hielo. Y al estar cerca, atacó por medio de una patada derecha abajo giratoria, que Rudra evadió dando una voltereta hacia atrás, para luego bloquear con la rodilla derecha una segunda patada de Buda, la cual fue ejecutada con la pierna izquierda. Y entonces Rudra contraataco dando un pequeño salto, a la vez que impactaba una patada izquierda en el rostro de Buda, que lo hizo caer de espalda.

Mediante una voltereta hacia atrás, Buda volvió a ponerse de pie, justo a tiempo para bloquear con ambos codos un puñetazo derecho y un rodillazo izquierdo, para entonces contraatacar con un codazo en el pecho de Rudra, seguido de un golpe con el dorso de la mano del otro brazo en su rostro, y finalizar con una patada izquierda Jingtu Fangbodi en el pecho, que lo hizo retroceder seis pasos suyos.

Es entonces que Rudra se cubrió las extremidades con energía Chi, causando como reacción natural que las rayas de su cuerpo cambiaran a un dorado intenso, para entonces ejecutar una técnica especial: Godfist Style: Flash Beyond All. La técnica consistió en concentrar energía Chi eléctrica por sus músculos durante un pequeño instante, para así ganar una breve aceleración, la cual Rudra aprovecho para impulsarse hacia Buda, y tomarlo desprevenido con un bestial puñetazo izquierdo en su barriga.

En una rápida sucesión, Rudra contraataco con una serie de ocho puñetazos en el pecho y rostro de Buda, quien intentó defenderse por medio de un rodillazo derecho y un golpe espada con la mano izquierda, pero en medio del combo Rudra apartó los contraataques con el codo derecho y el antebrazo izquierdo.

Sin embargo justo cuando Rudra atacó con un puñetazo izquierdo, Buda lo evadió moviéndose a dicha dirección, para entonces golpearle el costado izquierdo y el rostro con un combo de dos puñetazos. Luego retrocedió un paso atrás, evadiendo un codazo derecho invertido, e impacto una serie de tres patadas en la rodilla derecha, pecho y barbilla de Rudra, usando solo la pierna izquierda.

Pero tras atacar a la barbilla, Rudra le atrapó la pierna al mordérsela. Y como si se tratara de un simple saco de carne, el dios-tigre lo arrojó lejos al darse la vuelta y soltarlo. Además, mientras Buda intentaba detenerse, recibió una patada en el pecho, que lo hizo retroceder todavía más, hasta llegar a un lugar legendario.

El Señor del Budismo aterrizo de pie en lo que parecía ser el fragmento de una isla, cuyo tamaño era comparable al de varias galaxias. Se encontraba en una extraña zona, donde flotaban asteroides galácticos y fragmentos de una especie de estructura de igual tamaño, que al parecer eran las ruinas de un templo hinduista de un Primordial.

https://youtu.be/zy-7I6pYviE

En el suelo de esas ruinas, Buda no tuvo problemas para aterrizar de pie. Por lo que, cuando Rudra aterrizó justo frente a él, listo para atacar, respondió de inmediato bloqueando con ambas manos un rodillazo derecho del dios-tigre. Aunque recibió como sorpresa una patada frontal en el pecho, por parte de la misma pierna.

Entonces ambos peleadores tomaron distancia, para un rato después volver a chocar entre sí en otro intercambio de golpes.

Mientras Rudra usaba los codos, las manos y los antebrazos para desviar y bloquear ataques de las manos y rodillas de Buda, contraatacaba usando zarpazos y rodillazos rápidos, con algunos puñetazos directos. Por otro lado, mientras Buda atacaba con diferentes tipos de golpes con las manos, junto con rodillazos cortos, usaba los antebrazos y codos para bloquear y desviar los bestiales ataques de su oponente, solo que esta vez al bloquear o desviar con un brazo, atacaba al mismo tiempo con el otro.

Por unos momentos ambos intentaron la estrategia de evadir e intentar atacar desde un punto ciego, pero el otro conseguía evadir el ataque o desviarlo. Sin embargo a medida que se desarrollaba el intercambio de golpes, Rudra se fue acostumbrando de nuevo, por lo que no tardo en hallar el ritmo, y así conectar un feroz puñetazo izquierdo en el rostro de Buda. Pero éste aprovecho la fuerza del golpe como impulso para darse la vuelta, a la vez que daba un pequeño salto, y así conectar una poderosa patada derecha en el rostro del dios-tigre.

Acto seguido Buda concentro energía Chi alrededor de las manos, de una manera que les dio una apariencia filosa, ya que estaba usando el Shaka no Ken con un filo de menor tamaño, con las que ataco igual que cuchillas genuinas. Esto hizo que Rudra tuviera que ir a la defensiva, retrocediendo y esquivando los cortes.

Durante la evasión a un corte vertical izquierdo, moviéndose al lado izquierdo de Buda, el dios-tigre ataco con la técnica Vyaghra Agni Panja en un feroz zarpazo derecho, que le dejo a Buda una terrible quemadura en el rostro. Posterior a esto, Rudra contraataco con un golpe de palma izquierdo en el pecho de Buda, haciéndolo retroceder unos cuantos pasos. Entonces éste le arrojo esa energía Chi acumulada en un par de ráfagas filosas.

No obstante Rudra evadió las ráfagas, la primera haciéndose a un lado y la segunda dando una voltereta por encima, para luego correr directo hacia Buda, y atacar por medio de un codazo derecho diagonal, que Buda tuvo que esquivar, a la vez que se movía al lado derecho de Rudra, listo para acercarse y golpearle el rostro mediante un gancho derecho.

Pero Rudra respondió al instante deslizándose por el suelo, dando un giro de 360 grados a la izquierda, mientras ejecutaba un codazo izquierdo invertido. Esto dio lugar a un choque entre codo y puño, cuyo resultado fue que el brazo derecho de Buda se agrietara casi por completo, además de sufrir pequeñas fracturas en la mano, y eso porque el codazo no tenía tanta potencia.

"No... ¡No puedo perder! ¡¡Si pierdo ahora, significaría que todo por lo que luche, fue en vano!!", pensaba Buda, intentando concentrarse en su motivación para ignorar el dolor insoportable por el que pasaba su brazo derecho.

De manera que, cuando Rudra se dio la vuelta a la derecha para ejecutar un zarpazo derecho apuntando a la pierna izquierda de Buda, éste lo esquivó levantando la pierna, a la vez que conectaba una patada en el rostro del dios-tigre. Acto seguido dio un giro de 360 grados a la derecha, para atacar con la pierna de misma dirección, la cual Rudra esquivo retrocediendo a la vez que la desviaba con la mano izquierda.

Y durante el giro, Buda volvió a atacar con la pierna izquierda por medio de una patada alta; un grave error, ya que Rudra respondió atacándole la pierna con un feroz rodillazo izquierdo, cuya fuerza causó una terrible grieta en la pierna izquierda de Buda.

Entonces Rudra procedió con patearle el pecho a Buda con la misma pierna izquierda, haciéndolo retroceder varios pasos. Acto seguido el dios-tigre corrió hacia él, y antes de llegar saltó ejecutando un acrobático rodillazo derecho, el cual Buda evadió encorvando la espalda hacia atrás.

Y tan pronto como Rudra aterrizó en el suelo, dio una voltereta hacia atrás, esquivando una patada derecha baja de Buda, a la vez que se sujetaba el suelo con la mano derecha y ejecutaba una doble patada descendente, de las cuales Buda solo pudo bloquear la primera con el antebrazo derecho, llegando a recibir la segunda en el pecho junto con un corte por las garras de la pata del dios-tigre.

Sin perder el ritmo, el dios-tigre maniobro para volver a estar parado, y atrapar con ambas manos los puños de Buda, dando inicio a un pequeño forcejeo, del cual Rudra tenía una total ventaja, demostrando así que en cuestión de fuerza física, estaba muy por encima de Buda. 

Pese a estar en estados muy por encima de los de un dios común, parecía como si nada hubiera cambiado en el hecho de que Buda, un humano, era inferior ante Rudra, su depredador natural.

https://youtu.be/77oGXz8y7CY

Viendo que competir en fuerza era inútil, Buda concentro energía Chi en sus ojos, y la disparó en una pequeña ráfaga celeste que impactó en el rostro del dios-tigre. Y como si se tratase de una competencia, Rudra esbozo una cruel sonrisa, para entonces hacer lo mismo, solo que en vez de sus ojos, concentró la energía Chi en la frente, y la disparó en una llamarada de color verde, que envió a Buda ocho pasos hacia atrás, con alguna que otra pequeña quemadura en el cuerpo.

—Alégrate de que la mía fue muy inferior a la de Shiva, o de lo contrario habrías perdido la cabeza —dijo Rudra con una sonrisa divertida, mientras el fuego verde en su frente se desvanecía.

Sin ánimos de responder, Buda solo gruño con molestia, para luego volver a acercarse atacando con un codazo izquierdo, que Rudra bloqueo también con un codazo izquierdo, volviendo a iniciar otro intercambio de golpes entre ambos, esta vez donde los dos conectaban un golpe de cada dos que conseguían bloquear o redirigir.

En medio de la lluvia de golpes, Rudra uso el codo derecho para bloquear un gancho derecho de Buda, fracturándole todavía más la mano a éste último en el acto. Y entonces el dios-tigre procedió a realizar un ataque directo, usando las garras de los dedos índice y medio de la mano izquierda, la cual Buda vio venir e intento evadirlo moviéndose a la derecha, a la vez que contraatacaba con el talón de la mano izquierda debajo de la barbilla.

Aquel golpe aturdió por un momento a Rudra, de manera que retrocedió un paso y quedó vulnerable a una patada derecha Jingtu Fangbodi, que impactó de lleno en su costado izquierdo, causándole tanto daño que, aparte de hacerle escupir lava, le causó una fisura profunda, con grietas que se extendían por casi todo su torso. 

Aunque también hizo que Rudra recobrara el sentido, y así atrapara la pierna de Buda con el brazo izquierdo, para luego fracturarle la pierna mediante un codazo derecho bañado en energía Chi, por la técnica Godfist Style: Planetary Force.

Durante toda la pelea, en vez de sangre Rudra escupía lava y de las grietas de su cuerpo rocoso se filtraba también gotas de lava. Y además, se podía ver como se tambaleaba un poco con cada golpe, además de que apretaba los dientes como si intentara aguantar un insoportable dolor. Pero Buda tampoco se quedaba atrás; cada vez que recibía un golpe o se esforzaba por moverse, sus heridas sangraban más. Y el hecho de que sus extremidades estuvieran siendo dañadas una tras otra, lo empeoraba.

—¡Buda no puede ser vencido! ¡Eso no puede ser posible!

—¡El verdadero y único ídolo de la humanidad no puede caer ante un mísero dios bárbaro!

—¡Señor Tunupa no te rindas y derrota a Buda!

—¡Rey Tigre continúa así, ya casi lo tienes!

Decían los humanos del Equipo Buda y el Equipo Cuzco, motivando a sus respectivos peleadores inmortales. Aunque estos estaban tan enfrascados en su lucha, que ya no podían escuchar al público.

En esas ruinas de tamaño galáctico, donde se podían vislumbrar estrellas, galaxias, nebulosas y cuásar en las lejanías, ambos peleadores inmortales luchaban con tal nivel de dedicación, usando cada una de las técnicas normales y de Chi que conocían, para intentar dañarse el uno al otro.

¿Quién de los dos cederá primero ante el daño? ¿Cuál maestría será la que prevalezca? Eso lo iban a descubrir más pronto de lo que creían...