Capítulo XX: Imparable vs Inamovible (II)
https://youtu.be/RsClnp4_LUE
[Habitación del Equipo Cuzco]
—¡Se han vuelto locos! ¡¿Acaso quieren que el universo explote?! —exclamó Naamah estupefacta de lo que veía.
—Cuanto tiempo sin verlo así, en su verdadera forma y portando el resto de su armadura de combate —dijo Brynhildr con un notable sonrojo.
—¡¿Qué estás loca?! ¡¿No ves que van a causar un desastre de proporciones cósmicas aquí mismo?! —decía Naamah tan preocupada como jamás se ha visto.
—Descuida Naamah. Nuestro abuelo YHWH y el señor Vishnu ya lo tienen previsto, y se encargaran. Además, mientras yo esté aquí, ninguno de nosotros correrá peligro —decía Israel con una despreocupación, que consiguió tranquilizar un poco a la diablesa.
—Madre mía. Y eso que Rudra todavía no ha mostrado su forma más fuerte —decía Cuzco con asombro, mientras tenía entre sus manos una tabla con una pantalla en la que mostraba el historial de Rudra—. Según los registros, Rudra aún guarda una forma superior a esa, que representa su atributo como la personificación de las fuerzas salvajes de la tierra primigenia, y también la naturaleza indomable del interior de todos los seres vivos. La obtuvo al alcanzar el Nirvana, por lo que es su estado más poderoso. Fue el mismo estado que usó para vencer a entidades cósmicas como Wiracocha, y también el que hizo que los habitantes de mi tierra lo conocieran como "Tunupa".
—Tienes razón. Pero hay un detalle sobre esa forma —decía Israel con un tono preocupado—. El señor Rudra solo puede activarla, cuando sus emociones alcanzan el "Equilibrio Perfecto". Y ahora mismo él está más feliz que nunca. Y enojarse por nada no será suficiente, ya que sería como "odio injustificado". Su furia debe estar justificada para que cuente. Y para ser sincero, no sé en qué puede llegar a enojarse por culpa de Buda.
—Ya veo —dijo Cuzco.
—Israel, ¿de verdad los Sellos de Protección Universal resistirán? —pregunto Naamah, volviendo a sentirse insegura y temerosa, tanto que sujeto el brazo de su primo angelical con una mano.
Pero antes de que el ángel pelirrojo diera una respuesta tranquilizadora, de pronto el enorme portal espacial arriba de la Arena de Duelo, desapareció, para luego dar paso a un Círculo Mágico azul que rodeó toda la zona de combate. Acto seguido toda la zona empezó a liberar partículas azules, incluyendo los dos peleadores.
Y entonces, poco a poco, ambos peleadores fueron ganando una apariencia casi transparente, como si fuesen hologramas. Aparte en toda la zona de combate empezó a vislumbrarse un escenario extraño, como si fuese una especie de desierto holográfico.
—¿Qué sucedió? ¿Qué es todo eso? —decía Gotouge bastante confundida.
—Lo que decía yo. El abuelo YHWH y el señor Vishnu tomaron medidas preventivas, en caso de que se desatase una pelea de ese nivel —decía Israel—. El señor Rudra y Buda fueron llevados al Keterloka (Reino Corona). El primer universo en existir; el universo donde vivieron los Primordiales, antes de que se formasen los primeros Panteones. Y también es el lugar donde el señor Vishnu duerme. Ahora mismo lo que estamos viendo, es una imagen tridimensional en movimiento del señor Rudra y Buda, en un planeta de ese universo.
—¡¿Qué?! ¡¿Entonces ellos están en un nivel tan alto que las paredes no resistirían su fuerza?! —exclamó Gotouge sorprendida y aterrada.
—No exactamente. Si resistirían hasta cierto punto. Pero el problema es el efecto que sucedería en este universo, una vez que ellos empiecen a moverse —explicaba Brynhildr con seriedad—. Velo por ti misma, niña.
La joven japonesa vuelve a fijar la mirada en el holograma de la Arena de Duelo, y junto a los demás contempla que Rudra y Buda se distancian dos pasos más, para luego ponerse en una postura de lucha.
Buda puso el pie izquierdo un paso atrás, con el pie derecho adelante. La mano derecha la tenía extendida hacia adelante, con la palma abierta apuntando un poco al lado izquierdo, mientras la mano izquierda estaba detrás de la derecha, también con la palma abierta pero apuntando al lado contrario.
Por otro lado Rudra tenía la pata derecha un paso adelante y la pata izquierda un paso atrás, con las rodillas un poco dobladas. Cruzó los brazos en una "X", con los dedos cerrados de manera que simularan garras (aunque en realidad las tenía). Además se amarro la cola alrededor de la cintura, de forma que parecía un segundo cinturón.
Duraron así, parados tan quietos como estatuas, como si ambos aguardaran a que uno ellos atacara primero. Y a medida que pasaban los segundos, la tensión en todos los espectadores crecía; hasta que la tensión estalló al fin. Antes de que cualquiera parpadeara, Rudra y Buda desaparecieron de forma fugaz, mientras en el escenario se formaba un cráter a una velocidad increíble.
La imagen holográfica se alejó, mostrándole al público que en aquel planeta se había formado un cráter del tamaño de la región, que sería conocida en el futuro como Australia.
—¡¿Pero qué está ocurriendo?! —exclamó Cuzco, no entendiendo para nada lo que sucedía.
—Lo que dije que pasaría aquí —respondió Brynhildr—. La velocidad esta medida en niveles, que los mortales de hoy en día apenas han podido descubrir. El nivel más alto bajo los estándares mortales, son los porcentajes de la velocidad de la luz; un tipo de velocidad que produce una percepción distinta del tiempo. Pero Rudra y Buda están en un nivel tan alto, que han alcanzado un grado igual de alto de la velocidad de la luz. Por lo tanto, para la percepción de ellos, el tiempo ya no existe, porque han roto lo que conocemos como "Barrera del Tiempo", y han entrado en un plano diferente, en el que el tiempo no avanza ni retrocede: en otras palabras, en el que el tiempo no existe. Por eso, ahora mismo, lo que se puede ver son los resultados de su combate.
—¿Entonces no podremos ver la batalla? —pregunto Cuzco.
—En realidad si podremos. Esperen a que la visualización se ajuste a la velocidad de ellos —decía Israel, no dejando de ver la zona de combate—. Miren, ya empezó.
Cuzco y los demás vuelven a ver la Arena de Duelo, en la cual poco a poco en la visualización los destrozos se ralentizaban, y comenzó a verse la silueta de Rudra y Buda volando por los alrededores, enfrascados en un caótico intercambio de golpes. Pero también estaba ocurriendo algo más: la destrucción que generaba el choque entre los dos peleadores, poco a poco, pasaba de estar en cámara ultra lenta, a empezar a acelerarse, de manera que seguía la velocidad a la que se movían Rudra y Buda.
—¿Ya lo notaron? —pregunto Brynhildr, notando de reojo la expresión de asombro y confusión en el par de humanos—. Eso es lo que hubiera pasado aquí, si hubieran llevado a cabo su pelea en este universo.
—Exactamente ¿qué es lo que pasa? —pregunto Cuzco, sin apartar la mirada del combate que presenciaba.
—Un efecto secundario de haber roto la barrera del tiempo —explicaba Israel, con la mirada fija en el combate—. Romper la barrera del sonido libera un estallido sónico. El romper la barrera del tiempo libera algo que conocemos como "estallido temporal". Es una "explosión" que libera ondas de distorsión, que fracturan y distorsionan todo el espacio-tiempo en el universo, a partir del punto de impacto, causando fenómenos extraordinarios en la realidad. Pero seguir moviéndose en ese "Plano sin Tiempo", con las tres Potencias activadas, causa que el universo comience a seguir la velocidad del ser que rompió dicha barrera, como si ellos estuvieran "viajando en el tiempo".
—¡Eso quiere decir que el tiempo en ese universo está acelerándose! —exclamó Cuzco con tanto asombro que volteo a ver a la valquiria—. ¡¿Eso es lo que habría pasado aquí si los hubieran dejado pelear en este lugar?!
—Sí. Y aunque en inmortales como nosotros no nos afectaría mucho, mortales como ustedes dos habrían envejecido y convertidos en polvo en menos de medio minuto —explicó Naamah, sin dejar de mirar el combate, y teniendo un tono inflexible, que hizo que ambos jóvenes humanos se pusieran pálidos del terror al imaginarse ese hipotético escenario.
https://youtu.be/oK2SE7LKmS4
[Universo Keterloka]
De todo el multiverso, ninguno se comparaba al primer universo de todos; uno tan grande y vasto que se pensaría que es infinito como el Vacío mismo. Y eso es gracias al trabajo conjunto de los Primordiales en diseñarlo, con el propósito de que fuese un hogar para ellos, antes de tener que mudarse a otros reinos creados por ellos mismos.
Su nombre se debe a la combinación de dos palabras de idiomas diferentes: procede de la palabra hebrea "Keter" (Corona) y la palabra sánscrita "Loka" (Reino, Mundo). Esto se debía a que YHWH y El Brahman fueron los primeros en empezar el trabajo de remodelación, antes de que recibieran ayuda de otros Primordiales en dicho trabajo: así fue como nació el Proyecto "Keterloka", que consistía en crear un hogar adecuado para las necesidades de los Primordiales.
Por ello el espacio de ese universo no mostraba el Vacío oscuro, sino que lo tapaba con una coloración azul semi transparente, con tonalidades más claras, y adornado con nebulosas de diferentes colores, siendo el verde y el turquesa los más comunes. De manera que daba la ilusión de que, si el planeta Tierra estuviera allí, no habría mucha diferencia entre el cielo de ese planeta y el espacio de este universo.
En contraste con el sentimiento aterrador, inquietante y solitario que puede dar el espacio de cualquier universo, el espacio colorido de este universo daba una sensación de paz, seguridad y asombro.
Y al ser un universo diseñado para ser el hogar de entidades de tamaño galáctico, con hogares casi universales y poderes capaces de partir universos con el mínimo esfuerzo, era el lugar ideal para llevarse a cabo batallas que rompían todas las barreras conocidas y por conocer. Aquí seres como Rudra y Buda podían pelear, sin limitación alguna. Lo cual por supuesto estaban haciendo.
El primero en atacar fue Rudra; el golpe que dio era un puñetazo directo en el pecho de Buda. Pero aunque el golpe tuvo cierto efecto —dado a la expresión de dolor que mostró Buda—, no logró agrietar ni mover a Buda. Con ese golpe Rudra se dio cuenta de que, en efecto, la piel de Buda era de un material sólido. No obstante, bajo la piel debía seguir teniendo sangre y carne, lo que daría a entender que el impacto de un golpe en extremo fuerte, podría dañar sus órganos internos.
Saber eso fue suficiente, para que Rudra prosiguiera con una serie de golpes veloces con las manos, que consistían en puños firmes, y palmas con las garras apuntando al centro. No obstante, tras conectar el primer golpe, Buda procedió a contraatacar.
Primero bloqueo un combo de cinco golpes, para luego intentar atacar con un rodillazo derecho, el cual Rudra bloqueo usando el codo izquierdo, para después contraatacar con un codazo derecho en el pecho de Buda, seguido de una serie de seis puñetazos y golpes de palmas con garras, que impactaban desde el estómago hasta el pecho. Y finalizó con un zarpazo izquierdo en el rostro de Buda. Pero éste último contraataco con un puñetazo izquierdo en el costado derecho Rudra, seguido de un golpe bajo la mandíbula con el talón de la misma mano.
Luego fue el turno de Buda de arremeter con una serie de golpes, que consistían en atacar con las palmas y los nudillos de los dedos medios. Pero aunque logro efectuar ocho golpes perfectos en el estómago y pecho de Rudra, tampoco logro mover a éste último. Se dio cuenta de esto, así que Buda atacó con un simple puñetazo derecho en la mejilla izquierda de Rudra; logró moverle el rostro, más no pudo hacerlo retroceder. Además, tras este último golpe, Buda vio como Rudra alzó la mano derecha, señalándole el pecho con los dedos índice y medio a solo una pulgada de distancia.
Acto seguido, en medio de ambos, mientras se formaba con lentitud un cráter, se extendió de golpe una fisura de gran profundidad, que dividió una porción del planeta comparable al del continente europeo en el planeta Tierra.
Lo que sucedió fue que Rudra, en un instante, pasó de señalar el pecho de Buda con el dedo índice y medio de la mano derecha, a efectuar un puñetazo tan poderoso y veloz, que la onda de choque generada por el impacto fue lo bastante fuerte, como para partir en dos una parte del planeta.
Y no solo eso; el golpe consiguió mover el torso de Buda un poco hacia atrás, aparte de hacerle quedar sin aire.
"Tal parece que, aunque reconstruya todo su organismo interno, por lógica no puede cambiar por completo la posición de sus pulmones, ya que no cuenta con un cuerpo adaptado para tales acciones", pensó Rudra, dándose cuenta que su golpe de una pulgada logró dañar los pulmones de Buda.
Pero ese golpe disgusto tanto a Buda, que éste decidió ejecutar un ataque de gran calibre: retrocedió diez pasos y concentro energía Prana en su mano derecha. Después alzó el brazo al cielo, creando un brazo de Prana tan grande como un rascacielos, y con una mano lo bastante colosal como para tener en su palma el estadio completo del Torneo Parabellum.
Entonces, con un gruñido molesto, cerró la mano de Prana en un puño, y lo descendió en un golpe que terminó por crear un cráter de profundidad comparable a la Fosa de las Marianas, y de diámetro semejante a Australia, ambas regiones del planeta Tierra. Sin embargo, pese al tamaño y la velocidad, aquel puño no pudo aplastar a Rudra, quien se alejó saltando hacia atrás, para luego caminar de espalda. Y cada paso que daba hacia atrás, era seguido por la formación del cráter, y rocas tan grandes como colinas que volaban por los aires, todo esto en cámara lenta.
Pero después de que aquella mano de Prana blanco impactara en el suelo, se desvaneció más rápido de lo que tardaba en formarse el mega cráter, junto con el círculo de manos detrás de Buda, éste avanzó volando hacia Rudra para reanudar la pelea mano a mano.
Entonces, mientras el cráter se formaba en el suelo del planeta en cámara lenta, Rudra y Buda luchaban en el aire a velocidades más allá de las escalas mortales, atravesando algunas rocas gigantes flotantes que se desprendían del suelo; entre los dos se atacaban, al mismo tiempo en que desviaban y bloqueaban los golpes del otro mediante los antebrazos y las palmas. Pero mientras Buda empleaba más las palmas y los nudillos de los dedos al atacar, junto con algunos codazos cortos y rápidos, Rudra usaba más los puños y las palmas con las garras de los dedos, junto con codazos firmes y versátiles igual que en el arte marcial de Karttikeya.
Y tras haber intercambiado más de cien golpes, Buda empezó a usar las piernas para atacar, comenzando con la izquierda; primero atacó con un puñetazo derecho para confundir, y cuando Rudra bloqueo dicho ataque sujetándole el puño con la mano izquierda, Buda prosiguió con una patada izquierda que apuntaba al costado derecho del dios-tigre.
No obstante Rudra respondió de inmediato, sujetando el puño de Buda para usarlo como apoyo, y luego piso la rodilla de Buda con la pata derecha, para después impulsarse hacia arriba, y conectar una patada izquierda en todo el rostro de Buda. Acto seguido Rudra recogió ambas patas y, con una bestial fuerza, pateó el pecho de Buda, enviándolo al centro del cráter.
Pero tan pronto como la espalda de Buda tocó el suelo, éste volvió a elevarse en el aire, reanudando una vez más el intercambio de golpes con Rudra, a la vez que recorrían todo el planeta, solo que en esta ocasión empezaban a hacer uso de las piernas para atacar y defenderse. Y con cada bloqueo generaban ondas de choque tan poderosas, que creaban más cráteres alrededor del planeta donde peleaban.
El arte marcial que manejaba Buda parecía ser una combinación del Kung-Fu Wushu (Estilo Shaolin) y el Karate Original (Estilo Japonés), pero con algunas bases de otras artes marciales chinas y japonesas, como el Kempo de China y el Sumo Antiguo de Japón.
Mientras que Rudra usaba una combinación del Arte de las Ocho Extremidades, con una versión del arte marcial Kalaripayattu, en la que los movimientos son más agresivos y ágiles, como los ataques de un felino. Pero el arte marcial de Rudra también hacía uso de ataques y bloqueos de redirección, que de cierto modo se asemejaban al Silat de Indonesia.
A simple vista parecían estar igualados, ya que ninguno de los dos cedía ante los golpes que llegaban a impactar en ellos. Pero de cerca se podía ver como el rostro de Buda reflejaba el dolor que sentía al recibir los golpes de Rudra, mientras que éste último apenas mostraba ser afectado.
Esto hizo que Buda comenzara a frustrarse, por lo que decidió ejecutar lo mejor de su arsenal. Y empezó con Shaolin Wushu: Shaka no Ken [Arte Marcial Shaolin: Espada de Buda].
Primero concentro energía Chi en su mano derecha, la cual mantenía en forma de espada. Y ejecutó un clásico movimiento del karate, descendiendo el brazo en un golpe que simulaba el corte de una espada. Pero como si se tratase de una verdadera espada, Rudra atrapó la mano de Buda usando ambas manos y la redirigió a un lado, haciendo que la energía Chi de Buda saliera disparada bajo la forma de una ráfaga lineal perfecta, semejante a un corte.
Esa ráfaga acabó impactando en el suelo del planeta, causando un desprendimiento en la corteza terrestre, que levantó una porción de tierra comparable a los continentes europeo y asiático juntos, la cual alcanzó una altura semejante a la del monte Everest. Aquel ataque pudo haber partido por completo el planeta, si no se hubiera desvanecido antes de chocar contra el núcleo.
Luego de redirigir el ataque, Rudra contraataco con un codazo derecho, que impactó justo en el rostro de Buda. Posterior a esto, el dios-tigre se alejó descendiendo a la cima de la montaña recién creada por el ataque anterior de Buda. Una vez pisado el suelo, levantó la mirada y se preparó para el siguiente ataque de su oponente; Rudra se sorprendió al ver el tipo de ataque que venía.
https://youtu.be/ga9pFbqH0LE
Buda había vuelto a multiplicarse, pero no en diez o veinte, sino en mil. Y cada réplica tenía la mano izquierda señalando a Rudra, mientras concentraba en la palma una perfecta esfera de energía Chi.
—Shaolin Wushu: Shin Susenju (Arte Marcial Shaolin: Mil Manos Verdaderas) —recito cada una de las réplicas de Buda, para luego todos al mismo tiempo disparar la esfera de Chi, la cual adoptó la forma de una palma con un ojo.
Y entonces Rudra, con una sonrisa divertida, reaccionó de inmediato ejerciendo una técnica, que le llenaría de nostalgia a Israel, y enorgullecería al padre de éste.
Primero concentro energía Chi dorada en sus brazos, para luego empezar a darse media vuelta con lentitud, mientras hacía movimientos circulares e hipnóticos con las manos, que simulaban la formación de un ciclón. Acto seguido la energía Chi en los brazos de Rudra empezó a extenderse, tomando la forma de un verdadero remolino de viento, el cual absorbía todas las palmas y las fusionaba en una esfera tres veces más grande que él, que seguía el viento de aquel torbellino de Chi como lo haría una hoja en el viento.
Rudra uso la técnica Godfist Style: Galactic Hurricane. Y como remate cruzó los brazos, poniendo la mano derecha arriba del codo izquierdo y la mano izquierda debajo del codo derecho, para luego extenderlas a los lados opuestos, causando que el torbellino se expandiera en un vendaval tan poderoso, que derrumbaría rascacielos con suma facilidad.
Además, dicha acción causó que la esfera de Chi explotara en una onda de luz, que cegó por un momento a cada réplica de Buda, y provocó una extraña reacción en 990 de ellos; empezaron a verse pixelados y estáticos.
—¡Deva Merupu: Svargam Koralu! (¡Rayo del Deva: Colmillos del Cielo!) —recito Rudra, creando descargas eléctricas doradas alrededor de su cuerpo, las cuales crearon diez colmillos hechos de electricidad pura.
Las centellas, tan pronto como terminaron de adquirir forma de colmillo, volaron cual flash de luz hacía diez Budas específicos, los cuales se apartaron justo a tiempo, llegando a solo recibir un roce en la mejilla derecha.
Acto seguido Rudra concentró una porción de energía Prana rojiza en sus manos, para después dar un aplauso tan poderoso, que liberó dicha energía en una onda expansiva que llegó hasta los mil Budas. Y entonces los 990 que parecían afectados, explotaron en una nube de humo, de la cual fueron cayeron al suelo simples rocas del planeta.
—Usaste el Arte de las 72 Transformaciones, para convertir las rocas que volaban en novecientos noventa réplicas tuyas —decía Rudra cruzándose de brazos, mientras veía a los diez Budas en el cielo—. Luego te dividiste en diez, y cubriste las réplicas falsas con tu energía Chi, para que todas tuvieran tu misma presencia, y pudieran hacer el mismo ataque que tus réplicas verdaderas. Es un truco bastante ingenioso. Pero no es nada que yo no haya visto antes.
—¡¿Qué?! —exclamó un Buda, tan sorprendido de escuchar eso como los otros diez.
—El padre de mi compañera Mbaba Mwana Waresa, uso un truco similar cuando me desafío —explicaba Rudra, mientras recordaba su pequeña pelea con el jefe de la Tribu de Dioses Africanos Zulu—. Quiso ver si de verdad soy lo bastante fuerte, como para cuidar de su preciada hija. Así que utilizó sus mejores trucos, usando la Omnipresencia con hechizos de camuflaje y cosas así. Me costó un poco descubrir el truco, pero al final lo vencí en su mismo juego.
—Ya veo... —decía otro Buda, mientras las demás réplicas se fusionaban en él, volviendo a ser un solo individuo, aunque la grieta en la piel de su mejilla empeoro tanto que empezó a filtrarse sangre—. Por eso expandiste la energía Chi que yo use para atacarte: la usaste de una forma similar, a como algunos animales usan el sonido para detectar objetos lejanos. Creaste una "Onda de Chi" para debilitar la magia de transformación, y así ver cuáles eran falsos. No sólo tienes todo un arsenal: también tienes la inteligencia y la experiencia para usarlas. Después de todo, no importa que tan poderosa sea una técnica o un hechizo; será inútil si la persona no sabe usarla como es debido.
—En eso estoy de acuerdo. Pero hay algo que me parece extraño: ¿tú usaste un Arte Mágico? Creía que eras un sujeto que rechazaba el uso de la magia, a favor del Chi y el Prana.
—Al principio sí lo era. En realidad yo aprendí a controlar la magia, después de alcanzar el Nirvana. Por ello, el tipo de magia en el que me especializo, no es recomendable de usar en un lugar con seres vivos, porque ellos también se verían afectados.
—¿De verdad? ¿Y cómo es tu magia?
—Ya la tienes a la vista —respondió Buda, limpiándose la sangre de la mejilla con el pulgar derecho, mientras se cerraba la fisura en su piel de roca.
Luego Buda extiende el brazo derecho hacia dicho lado, y con el dedo índice toca algo invisible, generando una reacción en cadena, en la que se revelaron diminutas partículas celestes, que flotaban en todo el espacio del planeta.
Rudra vio las partículas alrededor suyo, y se dio cuenta de que era energía Maná comprimida en esferas individuales, casi tan pequeñas como un grano de arroz. Y todas estaban conectadas por medio de una especie de corriente eléctrica.
Por precaución, Rudra uso la Omnisciencia para contemplar los alrededores del planeta. Y noto como las partículas no se limitaban a estar solo dentro de la atmósfera del planeta, sino incluso afuera y más allá: toda la galaxia en la que se encontraban Rudra y Buda, estaba llena de esas partículas de Maná.
El dios-tigre, siendo un peleador que ha enfrentado un innumerable número de seres, supo de inmediato de lo que se trataba.
—Vaya, vaya. Cuanta nostalgia me da ver esto —decía Rudra sonriendo de felicidad, mientras pasaba la mano derecha entre algunas partículas de Maná que había alrededor suyo—. El último ser con un poder así que enfrenté, fue ese Señor Oscuro del Vacío... Suez, creo que ese era su nombre. Hacía mucho que no veía un Arte Mágico de tipo Espacial de este nivel... Pero sigue siendo nada que yo no haya enfrentado antes. ¡Asura Agni: Meng Amok! (¡Fuego del Asura: Atacar y Matar con Furia!).
https://youtu.be/jrNf5Vwxd40
Al recitar lo que era su característica técnica, el cuerpo de Rudra fue envuelto en una feroz llamarada de fuego auténtico. Era un fuego que se extendió por toda la montaña, convirtiéndola en una región volcánica, con ríos de lava incluido. Pero también sucedió algo más: el pelaje de Rudra comenzó a cambiar.
El color de todo su pelaje se invirtió, de manera que el naranja rojizo pasó a ser negro carbón, y las rayas negras pasaron a ser naranjas rojizas. El pelaje blanco de su pecho se tornó gris oscuro. Y sus ojos ganaron un brillo flameante, como si fuese llamas verdes. Por otro lado, las partículas de Maná que flotaban alrededor de Rudra, desaparecieron al estar a solo tres metros cerca de él, de una forma como si hubieran sido quemadas.
—Muy bien, continuemos —dijo Rudra con una sonrisa cruel, mientras se preparaba para saltar.
Buda se anticipó al ataque del dios-tigre, por lo que levantó la mano izquierda, señalando el espacio, e hizo un gesto con el dedo índice de que se acercara algo. Y en respuesta a esto, apareció frente suyo un asteroide del tamaño de una casa, la cual fue partida en dos por el simple toque del dedo índice derecho de Rudra, quien saltado hacia Buda tan rápido que daría la ilusión de que se teletransporto.
De hecho la montaña recién convertida en un volcán, empezó a derrumbarse luego de que Rudra saltara, convirtiendo toda la región en un mar de lava, con algunas rocas grandes sobresaliendo, lo cual daba al escenario un aire dramático e infernal.
Por otro lado, Rudra ya sabía que Buda se anticiparía a su ataque. Por lo que, tras partir el asteroide, y ver que detrás del mismo ya no estaba Buda, solo sonrió y se giró a la derecha mientras se agachaba. De esta manera esquivo un golpe horizontal del antebrazo derecho de Buda, e impacto en el estómago de éste último un codazo derecho que estremeció todo el planeta.
El señor del budismo intento usar el asteroide como distracción, para luego usar la Omnipresencia para teletransportarse detrás del dios-tigre, y atacarle la cabeza desde atrás. Pero por supuesto Rudra resultó ser más predictivo. Y no conforme con el contraataque, el dios-tigre siguió con un codazo izquierdo ascendente, debajo de la mandíbula de Buda.
—Chakravartin: Acalanatha, Maharaja (Chakravartin: Señor Inamovible, Gran Rey) —recito Buda, activando dos técnicas de Prana a la vez.
Primero su cuerpo fue rodeado por un aura multicolor cual arcoíris, mientras revelaba que debajo de sus ojos tenía otro par de ojos, y entonces los cuatro se tornaron por completo de un azul brillante. Lo siguiente que pasó fue que por todo su cuerpo, exceptuando la cabeza, se formó una delgada armadura plateada, que parecía ser una mezcla entre armadura india, china y japonesa, carente de capa como suelen tener ese mismo tipo de equipamiento.
Acto seguido cerró la mano derecha en un puño, y efectuó un golpe con los nudillos de dicha mano, que Rudra logró bloquear usando el antebrazo izquierdo como escudo, y aun así aquel golpe envió al dios-tigre casi a la lava. Rudra se vio el antebrazo izquierdo, y noto como había una pequeña fisura en el brazalete, que desprendía humo. Sin embargo solo sonrío y volvió a fijar la mirada en su oponente, quien ahora estaba envuelto en un manto flameante multicolor.
—Je. Siempre he dicho que los humanos te describían demasiado "colorido", para lo que eres en el fondo en realidad —decía Rudra con sarcasmo divertido.
Dicho eso, ambos reanudaron la pelea a velocidades más allá de la luz, volvieron a chocar entre sí en un ataque mutuo.
Buda atacó primero con un golpe descendente de la mano izquierda, similar al clásico ataque de corte en el karate, pero Rudra desvió el ataque, moviéndose a la derecha mientras usaba la palma de la mano derecha para mover el antebrazo de Buda, a la vez que impactaba en el estómago de éste último un golpe de palma izquierdo.
Acto seguido Rudra se dispuso a efectuar otro golpe, usando los nudillos de la mano derecha, lo cual Buda se anticipó a tiempo, por lo que se cubrió el rostro con la palma de la mano izquierda. No obstante el golpe de Rudra fue tan poderoso, que hizo que el dorso de la misma mano izquierda de Buda le golpease a éste en el rostro.
Entonces Buda se alejó un poco, para así tener espacio para atacar a larga distancia con la pierna derecha. Y aunque efectuó dos patadas rápidas sin problemas, Rudra las bloqueo usando la rodilla izquierda y la palma derecha. Pero cuando flexiono la pierna, Buda se detuvo su propia patada sujetándose el pie con la mano de misma dirección, haciendo que Rudra levantara el antebrazo izquierdo para bloquear un ataque que jamás llegó, lo cual Buda aprovechó liberándose el pie para mover la pierna más arriba, logrando conectar un golpe en el rostro de Rudra.
Tras conectar aquel golpe con éxito, Buda prosiguió atacando con el pie izquierdo, impactando una patada frontal en el pecho de Rudra y otra en su barbilla. Después siguió con otra patada derecha apuntando al rostro, pero que el dios-tigre evadió agachándose y descendiendo un poco. No obstante Buda se dio la vuelta, ejecutando otra patada derecha casi instantánea, la cual Rudra bloqueo usando ambos antebrazos.
Y aunque Buda intentó aprovechar la cercanía y posición atacando con un golpe de palma izquierdo, el dios tigre le sujetó la muñeca con la mano derecha, para después levantarle el brazo, a la vez que se acercaba e impactaba un codazo izquierdo en el estómago de Buda. Pero antes de realizar otro ataque, Rudra tuvo que defenderse bloqueando con ambas manos un rodillazo derecho ascendente de Buda.
Por precaución, el dios-tigre comenzó a retroceder, para evitar un puñetazo derecho directo. Después empezó a bloquear otra serie de combos de solo patadas, que venían de distintos estilos. Y pese a haber recibido golpes fuertes en puntos clave, no parecía tan aturdido ni mostraba signos de dolor, a diferencia de Buda quien si reflejaba dolor con claridad cada vez que recibía un golpe, pese a que no se inmutaba ante el dolor.
—Ya veo... Te aprovechas de que la anatomía de esta forma mía, me limita a la hora de atacar con las extremidades inferiores, y así me atacas desde lejos usando tus piernas —decía Rudra, mientras usaba los antebrazos, codos y rodillas para bloquear las patadas que venían unas tras otra por parte de su oponente—. Aprovechas las limitaciones de tus enemigos para aplastarlos fácilmente. ¡Muy típico de un gobernante!
Tras exclamar aquel último comentario, Rudra sorprendió a Buda al detenerle una patada izquierda con la pata derecha, para luego impactar una patada frontal izquierda, que Buda bloqueo con ambos antebrazos
—¡Ex gobernante! —corrigió Buda, pisando con fuerza un grupo de partículas de Maná con el pie derecho, para así impulsarse hacia adelante, ejecutando una patada derecha.
—¡Pero en el fondo lo sigues siendo! —dijo Rudra, para después girarse a la izquierda, mientras atrapaba la pierna de Buda con el brazo derecho, a la vez que ejecutaba un codazo izquierdo, que Buda bloqueo por poco usando el antebrazo derecho—. ¡Porque sigues teniendo la misma mentalidad de un emperador! —agregó Rudra, mientras retrocedía girándose a la derecha, a la vez que usaba la otra mano para también sujetar la pierna de Buda, y entonces por medio de otro giro lo arrojó hacia el mar de lava.
Buda cayó en lo más hondo de la lava, llegando a chocar contra la tierra y salir por el otro extremo del planeta. No obstante usó la Omnipresencia para teletransportarse cerca de Rudra; no detrás como suelen hacer otros, sino frente suyo, e impactó un puñetazo derecho directo en el rostro del dios-tigre. Pero a la vez que conecto el golpe, también recibió en el rostro un puñetazo derecho por parte de Rudra, causando con el golpe simultáneo un horrible temblor en todo el planeta.
—Después de todo, tú también has tenido que mancharte las manos, para hacer prosperar tu reino —dijo Rudra, mientras tomaba distancia retrocediendo, pero manteniéndose en guardia como un peleador de Muay Boran—. Es algo típico de ustedes, los emperadores y reyes.
—No lo niego —respondió Buda de forma indiferente, mientras se ponía en guardia y escupía sangre—. Todas las civilizaciones empezaron siendo grandes tribus, que crecieron y prosperaron, aniquilando y esclavizando a otros pueblos. El Imperio Maya, el Imperio Azteca, el Imperio Romano, la Dinastía Egipcia, el Imperio Chino, los Reinos Griegos. Y no solo los reinos e imperios; también tribus grandes, como los adoradores de los Æsir.
»Te puedo enumerar toda una larga lista de civilizaciones y pueblos, que en algún momento tuvieron que mancharse las manos para sobrevivir y prosperar. No solo una vez, sino más de miles de veces. Y los medios que usaron para llevar a cabo tal misión, no fueron todos "honorables", ni tampoco tan "idealizados" como suelen describir las generaciones posteriores.
—En ese caso no tiene sentido criticarme por mis pecados pasados —decía Rudra, frunciendo el ceño, aunque seguía sonriendo—. Al igual que tú, no tuve más opción que mancharme las garras para proteger a mi pueblo. Y tuve que hacerlo otra vez, para evitar que la hermosa luna blanca de mi existencia, se convirtiera en una demonio Rakshasa por completo.
»Criticarme y culparme por crímenes pasados, que tú también cargas en tu sangre, es bastante hipócrita, y hasta estúpido. Por ejemplo, yo no te critico por lo que hiciste, porque ese tipo de pecados los cargan todas las civilizaciones. Ya que, como una vez dijo uno de mis enemigos: "un imperio solo es tan grande y próspero, como la cantidad de pueblos que ha esclavizado y la cantidad de vidas que ha robado".
—Cuánta razón tiene ese enemigo tuyo. Por curiosidad, ¿cuál de tantos enemigos tuyos fue el que lo dijo?
—Caín...
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