Capítulo XLIX: Disciplina vs Violencia (I)
https://youtu.be/OffzslJ8UIw
[Torneo Parabellum: Habitación de Rudra].
No mucho había cambiado con la revelación del segundo Pranayama de Skanda. Ya que la mayoría de las compañeras de Rudra eran conscientes de las ventajas y desventajas de ese poder. Es por eso que estaban igual que el dios-tigre: no sabían quién sobreviviría al final ni cómo acabaría este combate.
Por otro lado ahora la cama estaba casi toda rasgada y manchada de sangre. Awilix yacía acostada boca abajo, con Rudra detrás de ella embistiéndola con intensidad animal, sujetándola del cuello y las delgadas caderas con las garras clavadas en su piel, mientras la diosa-jaguar gruñía con ferocidad y se aferraba a la cama de tal forma que las rasgaba con sus propias garras.
Dziewanna y Shakti se encontraban a ambos lados de Rudra, acariciando y lamiendo a su amado para limpiar la sangre seca en el pelaje de su cuello, rostro, hombros, brazos y pecho. Las tres Reinas Bestia también estaban manchadas con sangre seca —era más notable en la Reina Lobo—, aunque sus heridas ya habían sanado por completo.
El Rey Tigre le devolvía el cariño a sus tres hermosas y fuertes hembras bestia, lamiendo el rostro de sus dos esposas y la cabeza de su concubina. Pero de vez en cuando dirigía una breve mirada a lo que pasaba en el actual combate; sus preocupaciones comenzaban a notarse, debido a que el rumbo del combate era tal cual como él teorizaba.
Aunque a pesar de las preocupaciones, el rumbo actual del combate también le trajo recuerdos de aquellos días estresantes, hilarantes y emocionantes, en los que aún tenía la responsabilidad de disciplinar y guiar a Skanda.
Rudra empezó por enseñarle a reconocer su propia naturaleza para hallar la paz consigo mismo. Luego pasó a enseñarle a dirigir su furia a un objetivo específico, mediante prácticas de Muay Boran. Y también compartió con él las lecciones que aprendió de Karttikeya, sobre las Ocho Virtudes.
Fue un entrenamiento que duró años. La inseguridad, el pesimismo y la culpa que Skanda tenía en esta época hizo muy difícil que hubiera un avance en los primeros meses. Pero San Gabriel, Nezha y Zhu Rong lo ayudaron a continuar con el entrenamiento. Y con el tiempo el exiliado dios hindú comenzó a amar el boxeo conocido como Muay Boran.
La pasión por las Artes Marciales le devolvía la seguridad en sí mismo, y lo motivaba a esforzarse al máximo en cada sparring, ejercicio y combate de práctica. Era tal su motivación que, mientras viajaba por algunas aldeas humanas Vanir para conocer esa parte pacífica y hermosa del Territorio Nórdico, también se ejercitaba y ponía en práctica algunos movimientos de Muay Boran al aire libre.
Y en uno de esos viajes conoció a cinco niños humanos; tres rubios, uno pelirrojo y otro pálido pelinegro de ojos azules.
Eran niños nórdicos de aldeas humanas Vanir, cuyos padres murieron durante las invasiones de los vikingos adoradores de Odín y los romanos adoradores de Zeus. Y a raíz de esos eventos traumáticos, ellos juraron ser fuertes para vengar a sus padres y pueblos. Así que buscaron al "guerrero extranjero" (Skanda) para aprender a pelear sin armas. El joven dios hindú se sintió conmovido por la determinación de esos niños, y también reconoció que en ellos aún había esperanza.
Sabía que en una tierra tan corrupta y degenerada como el Territorio Nórdico, se necesitaban guerreros de buen corazón para lograr un cambio. Y también quería evitar que esos niños se convirtieran en lo mismo que él era en el pasado. Así que decidió empezar por educarlos con el código de honor que aprendió de Rudra. Primero les enseño las Ocho Virtudes del Muay Boran que debían seguir. Luego de asegurarse de que habían aprendido lo esencial, los entreno con ejercicios de sparring tal como le enseño Rudra.
A base de errores, aprendizaje, paciencia y dedicación, Skanda logró transmitirles a esos niños la misma pasión por el boxeo, el esfuerzo por ser mejores cada día, y el deseo de usar las Artes Marciales para proteger; él se había convertido en un ejemplo para ellos y los salvó de un camino de violencia sin sentido. Tres años después se despidió de ellos, prometiendo que un día los volvería a encontrar para seguir entrenando.
https://youtu.be/Vp-ypScEpb8
El dios-tigre estaba al tanto de los entrenamientos del joven Deva-Asura. Y más feliz no podía estar; lo considero una buena experiencia para que Skanda madurara y se perdonará así mismo. Por eso a Rudra no le extrañó nada que en este momento Skanda haya vuelto a enfadarse así.
—Rey Tigre... ¿todavía crees que... tu discípulo podría perder? —pregunto Awilix entre largas respiraciones, estando ahora sentada en el regazo de Rudra abrazándolo con las garras clavadas en la espalda de él, luego de haber llegado ambos al clímax juntos. Dziewanna y Shakti estaban detrás de Rudra lamiéndole los hombros de forma tierna.
—Lo maravilloso de los combates de Artes Marciales, es que cualquier cosa puede pasar. He visto a peleadores medio muertos lograr ganar combates con pocos golpes que resultaron muy certeros, y también he visto a peleadores darle la vuelta a la situación con un solo golpe —contesto Rudra, con ambos brazos rodeando la delgada cintura de su hembra, para luego lamer con ternura el rostro de ella, y ésta correspondió al acto lamiéndolo a él también.
—¿Quieres decir que tu antiguo estudiante con problemas de ira e inseguridad no tiene todo tan perdido? —pregunto Freyja arqueando una ceja.
—Sabes lo que quiero decir —respondió Rudra, terminando de separarse de Awilix para que Shakti pudiera acostarse boca arriba frente a él, con las piernas abiertas para darle la bienvenida.
—Solo quiero confirmarlo, querido —dijo Freyja con una sonrisa gatuna.
—Entonces ya sabes que cualquier cosa podría ocurrir aquí. Y la mayoría no son finales muy agradables para ambas partes —dijo Rudra, posicionándose encima de Shakti, para entonces unirse a ella, mientras la diosa-tigresa ronroneaba con dulzura y clavaba las garras en los brazos de él.
El dios-tigre comenzó a embestir a su amada diosa-tigresa, mientras la cola de ambos se entrelazaba, y él deslizaba su lengua por los pechos grandes, el cuello delgado y el rostro hermoso de ella. Al mismo tiempo la diosa-loba y la diosa-jaguar se ocupaban de lamer la espalda musculosa y los hombros anchos del dios-tigre, para seguir limpiándole las heridas aún sin sanar, aparte de solo saborear el cuerpo de él.
Rudra ya lo había pensado en un inicio, pero le parecía bastante hilarante que, mientras allá afuera había batallas sangrientas y conflictos tensos de todo tipo, en esa habitación estaba él pasando el tiempo con sus rudas y poderosas hembras, como si ellos fueran los únicos en ese universo. No obstante les prometió a ellas que compensaría los años que pasó lejos de casa, y él jamás incumplía sus promesas.
https://youtu.be/hJGP3grY3OU
[Habitación del Equipo Cuzco].
—¡Madre del amor pecaminoso! —exclamó Naamah sujetándose los cuernos.
—Ya perdí la cuenta de cuantas putas veces has dicho la misma maldita frase —se quejó Brynhildr, teniendo los ojos cerrados y tocándose el entrecejo con la mano derecha, bastante frustrada por la situación actual.
—¡Oye no puedo evitarlo! ¡Han estado sucediendo tantas putas locuras sorprendentes en este desquiciado torneo, que me siento la hija de puta más afortunada del maldito multiverso por tener la oportunidad de ver todo esto en vivo!
—Esa forma... se parece a la forma del Dios del Sol de mi aldea... —dijo Gotouge, maravillada como una niña y sintiendo admiración por el dios hinduista.
—En teoría lo es —dijo Israel sonriendo un poco por lo feliz que estaba la joven humana.
—¡¿Qué acaso su tío Surya no es el Dios Hindú del Sol?! —exclamó Naamah dirigiendo la mirada hacia Israel.
—En realidad no es tan simple. La jerarquía del Panteón Hinduista no es tan simple y genérica como la del Panteón Griego. Cada Panteón tiene su propia estructura jerárquica y clasificación de inmortales. En algunos con jerarquías de mayor complejidad, puede haber incluso más de un dios con el mismo atributo. En otras palabras: no es necesario que un Dios del Sol se retire para que haya otro con el mismo atributo. Un buen ejemplo de esto son los Panteones Egipcio, Africano, Chino e Inca. En este sentido, Skanda ha estado entrenando y estudiando para ser el próximo Savitr, el Dios Hindú de la Luz del Sol y el Orden Cósmico.
—Leí sobre él en el historial —decía Cuzco frunciendo el ceño y tocándose la barbilla con una mano de forma pensativa—. Según las leyendas es un dios amable, joven y hermoso de brazos de oro, supongo que por el Prana, de ojos dorados y radiante cabello amarillo similar a Agni.
—Más o menos es cierto —dijo Israel—. Savitr fue un semidiós perteneciente al clan Aditiya. Al igual que otros dioses Ishvar, se mantenía neutral de los conflictos entre los Devas y los Asuras. Pero en ese tiempo los inmortales hinduistas, a excepción de la familia de los Primordiales, eran Proto-Humanos mortales. Así que Savitr murió de vejez luego de vivir casi siete siglos.
—Aunque eran Proto-Humanos mortales, tenían todo el derecho de llamarse dioses: incluso el más débil de ellos podía destruir un planeta como si fuera un simple "daño colateral" —agregó Brynhildr.
—Luego de que los Ishvar, Devas y Asuras se convirtieran en inmortales, comenzó una tradición en la que un Ishvar adoptaba el título de "Savitr", en honor al original —seguía explicando Israel—. Surya llevó el título por un tiempo, hasta que decidió dejarlo. Estuvo buscando a un sucesor, incluso entre los hijos de sus hermanos. Y cuando conoció a su sobrino Skanda, quien era un dios Ishvar relacionado con la guerra, el fuego y la luz del sol, decreto que él sería el siguiente en portar el título. Esto sucedió poco después de que Skanda volviera de su exilio y empezara a desafiar a los principales líderes de los pueblos Rakshasa, Asura y Deva para frenar la guerra.
—¡Entonces ya está! —exclamó Naamah con un aplauso tan fuerte que estremeció la mitad del estadio—. ¡Y yo preocupándome por nada! ¡Ahora que el Dios del Sol está desencadenado, furioso y listo para matar, el Dios del Trueno está más que muerto!
—Yo diría que todavía es un cincuenta-cincuenta —dijo Israel frunciendo el ceño e inclinando el torso un poco hacia adelante, mientras juntaba los dedos de las manos y ponía ambos codos en los reposabrazos—. Ahora que ha liberado su segundo Pranayama, es más vulnerable a los ataques de Kenoplasma.
—¡¿Qué?! —exclamó Naamah, pasando de la felicidad total a la preocupación mortal en un instante, mientras su cabello se levantaba por un segundo de forma cómica—. ¡¿De qué puta mierda estás hablando ahora?!
—El segundo Pranayama de Skanda es de tipo Atman y elemento fuego. O sea, consiste en usar el Prana para potenciar el cuerpo. En su caso, puede usar la energía Prana para hacer algo similar al Meng Amok del señor Rudra, y también potenciar un área del cuerpo. Sin embargo, esto lo hace mucho más vulnerable a los ataques de Kenoplasma.
—¡¿Qué me estás contando?! —exclamó Naamah todavía más alterada.
—¡¿Y cómo es el Kenoplasma de Thor?! ¡O sea ¿es de elemento agua o qué?! —decía Gotouge también preocupada.
—No es exactamente un "elemento" —decía Israel, teniendo problemas para encontrar las palabras correctas para explicar a alguien de mente muy "primitiva" como la de los humanos—. En la energía Prana hay algo parecido a las leyes de dominación y regeneración elemental de las Artes Mágicas y las Artes Marciales. No obstante, está separada de las mismas leyes que el Maná y el Chi. Dicho de otra forma: la magia de agua sigue siendo inútil contra un ataque de Prana con elemento fuego. Pero en el caso del Kenoplasma no hay un "elemento" como tal.
—El Vacío no tiene la misma "materia" que los universos —explicaba Brynhildr—. Conceptos como el agua, el fuego, la tierra y el aire, no son los mismos que los que existen en los reinos del Vacío. Solo se parecen a lo que conocemos, porque lo adaptamos a nuestro "sentido" de la materia. Así que el Kenoplasma en forma de líquido no es en realidad el mismo elemento agua.
»Pero aunque carece de "elementos", sigue teniendo dominación contra todos los elementos de la energía Prana. Lo único que influye en ese nivel de dominación es la forma que adopta el Kenoplasma: si es líquido, sólido, gaseoso o plasma. Y también contra el tipo de elemento al que enfrenta una de esas cuatro formas de Kenoplasma.
—¡Y suponiendo que el tuerto hijo de puta ha estado investigando a Skanda para armar un plan contra él, sería lógico pensar que también debió haber estudiado su segundo Pranayama! —dijo Naamah entre gruñidos de furia—. Debió descubrir el defecto del segundo Pranayama. Por eso la mayor parte del plan consistía en que Thor potenciara tanto su Kenoplasma, a base de su trauma infantil por el abandono de su madre. Y también estaba tratando de incitar a Skanda a pelear en serio: ¡el puto plan "B" del padre mentiroso y su hijo traumado es aprovechar la debilidad del segundo Pranayama de Skanda para derrotarlo con un golpe definitivo de Kenoplasma!
—¡Entonces Skanda tiene que desactivar su segundo poder de Prana! —dijo Geir preocupándose con lo que había escuchado.
—Me temo que esa es la parte por la que Odín y Thor apostaron en este plan —dijo Cuzco preocupado, pero tratando de mantener la calma—. A cambio del tremendo poder ofensivo que otorga, causa demasiada tensión en su cuerpo. Produce un nivel de desgaste casi paralelo a la potencia que da. Y aparte anula por completo la sensación de dolor, casi como si Skanda estuviera en un frenesí animal. Al desactivar el poder causa que todo el dolor y agotamiento le llegue de golpe, ocasionándole más cansancio a su cuerpo.
—Es por eso que Skanda no usa su segundo poder de Prana, a menos que quiera terminar rápido un combate, o le toque enfrentar un oponente demasiado fuerte —agrego Israel—. Desactivar el Asuragni le trae tanto agotamiento físico, que apenas puede mantenerse en pie. Y aun cuando no reciba un solo golpe de su oponente, su propio poder le desgarra los ligamentos musculares o fractura sus huesos al excederse del límite. Y lógicamente su cuerpo inmortal tiene que consumir una parte de su estamina o energía Prana para regenerarse.
—Es un poder bestial con muchas ventajas y desventajas que van de la mano. Su cuerpo inmortal le permite excederse del límite sin morir. Pero aun así, es demasiado peligroso —dijo Brynhildr apretando los puños en sus reposabrazos—. Solo esperemos que Skanda no se deje dominar por la ira y encuentre una forma de eliminar los tanques de combustible de Thor, o terminará siendo el primero en agotarse.
—Si es que no recibe antes un golpe definitivo de Kenoplasma —agregó Cuzco.
—No morirá. Estoy segura de que el maestro encontrara la luz que lo guíe en las llamas de la furia —decía Gotouge con las manos juntas en señal de oración—. Yo creo en él. Y mis antepasados también lo hacen.
https://youtu.be/sdFmODdFYhE
[Arena de Duelo].
Mientras tanto en las gradas, Skadi tenía un huracán de sentimientos mezclados: estaba preocupada por su marido, orgullosa por él y excitada de verlo en esa forma. Después de todo esa era la forma que tuvo él cuando la derroto a ella, y se convenció al cien por ciento de que él era digno de ser su nuevo marido.
Siglos atrás, cuando Skadi se enteró de que los dioses de Asgard mataron a su padre, le declaró la guerra a todo el reino y se propuso a destruirlos ella misma. Odín y el resto de Asgard, por miedo a enfrentar la furia de Skadi, quisieron compensarla dándole a uno de ellos como marido, para así sellar un acuerdo con Asgard y evitar que alguien más de su familia volviera a ser atacado.
La diosa Vanir-Jotun estuvo de acuerdo solo por el bienestar de su familia. Y además quiso tener como marido al dios Baldur, nada más porque él era considerado el más hermoso de los dioses de Asgard. Pero ella acabó casándose con Njörðr por un error en la elección. De todos modos ella intentó hacer que la relación funcionara, aunque era en vano. Ambos no lograban ser felices con el matrimonio, y por eso fue inevitable su separación.
Durante años Skadi ha deseado tener un marido como el que tenía su maestra Dziewanna. Y al descubrir que incluso una diosa soltera y ajena al romance como Hestia se casó por voluntad propia, Skadi pensó que debería buscar un hombre en las tierras asiáticas. Su oportunidad vino cuando en aquella cacería en las montañas se topó de casualidad con el exiliado dios Skanda.
Pero antes que nada, ella quiso conocerlo primero. Así que en los próximos años, mientras Skanda entrenaba bajo la tutela de Rudra, Skadi lo acompañaba mientras entrenaba bajo la tutela de Dziewanna. De manera que había muchas ocasiones en las que ambos iban juntos al hogar de Rudra y Dziewanna, e incluso tenían entre sí algunos combates de práctica con el arco y las armas.
A través de esos años, la Vanir-Jotun de hielo era cautivada por la dedicación, el espíritu de lucha, la ferocidad, la humildad y el código de honor de Skanda. Y lo que la hizo enamorarse fue lo respetuoso que él era hacia las mujeres, y la furia asesina que lo hacía destrozar a sus enemigos.
Entonces llegó el día en que los dos tuvieron su esperada revancha, la cual Skanda ganó sin perder el control de su furia. Esto emocionó a Skanda tanto que gritó de felicidad. Y para celebrarlo, Skadi lo invitó a un festival en el pueblo de Vanaheim, donde se refugiaban otros gigantes Jotun de hielo del mismo clan de ella.
Los gigantes Jotun de hielo recibieron a Skanda con los brazos abiertos, e incluso lo elogiaron considerándolo un "Jotun de Fuego". Skanda no tardó en familiarizarse con los guerreros Jotun, les enseñó a los niños algunos juegos clásicos del Devaloka, aprendió de los científicos y filósofos Jotun, festejo con ellos el regreso de Skadi a la aldea, y también celebró la victoria de él contra ella.
El dúo diosa Jotun-Vanir y dios Deva-Asura bailaron juntos, compitieron en un concurso de comida en el que quedaron empatados, jugaron juntos al tiro con arco, y en la noche se sentaron al lado de una fogata para otra conversación hilarante que los alegraba. Aunque lo que más alegría le produjo a Skadi fue ver al dios hindú divertirse e integrarse con los demás Jotun de hielo, como si ellos también fueran la familia de él.
De hecho, cuando los dos hablaron esa noche cerca de la fogata, él confesó que se sentía de nuevo con su familia en el Devaloka. Había pasado mucho tiempo desde que sintió tanta paz y felicidad. Por eso, él estaba muy agradecido con Skadi; le estaba agradecido por haberle devuelto la felicidad.
Después de esa confesión, Skadi sintió que fue el momento ideal para pedirle a Skanda que la aceptara a ella como esposa. Empezó contándole su infeliz matrimonio con Njörðr, lo mucho que deseaba un buen marido, y todo lo que comenzó a sentir por el joven dios hindú en todos estos años que llevaba conociéndolo.
La verdad es que Skanda lo vio venir; en este punto llevaba conociendo a Skadi por décadas, incluso más que la ninfa Thalia. Y la relación de ambos era mucho más profunda que con la hija de Hefestos.
Se complementaban el uno al otro. Compartían pasatiempos similares. Tenían la misma furia asesina. Y además sus maestros Rudra y Dziewanna eran pareja, de modo que el dios hindú y la Jotun de hielo se veían casi a diario en todos esos años de entrenamiento. Así que no fue un romance que surgió de un día para otro, ni menos un amor a primera vista.
Sin embargo, al igual que pasó con Thalia, el joven dios hindú no quiso casarse con Skadi, por temor a que su propia furia causara problemas con ella. Skanda tenía miedo de que su furia asesina provocase otra tragedia como en el pasado. Por eso, después de la confesión de Skadi, pasó los siguientes meses en el hogar de Rudra meditando y haciendo ejercicios de sparring, concentrándose en seguir haciéndose más fuerte, y tratar de olvidar a la hermosa diosa nórdica.
https://youtu.be/CCg4qSsw6sA
Un día, de forma repentina, Rudra le gritó molesto a Skanda que ya no tenía caso seguir entrenando allí. Esto confundió a Skanda, y por un momento él temió que su maestro lo echara por falta de evolución en el entrenamiento. Rudra se río de estas afirmaciones, y le dijo que no se trataba de eso; le explico que no tenía razones para seguir entrenándolo, porque desde hace mucho tiempo Skanda ya había encontrado la paz que tanto anhelaba.
Esas palabras dejaron atónito a Skanda, y le hicieron darse cuenta al fin de que su furia había desaparecido. No lo noto al principio, pero su furia se apaciguaba con la emoción de las prácticas de boxeo. Había encontrado un lugar donde podía desahogar su furia y usar sus puños con pasión sin necesidad de matar, y donde la gente podría elogiar su fuerza sin temor a él.
Como prueba de eso estaba la revancha de Skanda contra Skadi, la cual él ganó sin perder el control de su furia.
El entrenamiento de Skanda había finalizado. Y entre lágrimas se arrodillo a los pies de Rudra, agradeciéndole por todo: por haberle enseñado el amor al boxeo, y haberle dado la oportunidad de encontrar la paz para su vida.
Después de haberse convertido en un maestro, Skanda regreso con Skadi para aceptarla como esposa; al día siguiente el dios Deva-Asura y la diosa Vanir-Jotun se casaron, tuvieron la cena de bodas y esa misma noche consumaron el matrimonio.
Tras haber pasado una semana entera haciendo el amor, con la intensidad de un volcán chocando contra una tormenta invernal, el joven dios hindú le dijo a su esposa diosa nórdica que ahora había tomado una decisión respecto a su pasado.
El haber estado con Skadi y su familia, hizo que Skanda extrañara a su propia familia. Y desde hace un tiempo, había estado preocupado acerca de la situación actual del Panteón Hinduista. Escucho acerca de la casi destrucción del Reino de los Devas a manos de Taraka, escuchó sobre el ascenso de Karttikeya como nuevo Dios de la Guerra, y también escuchó sobre la casi conquista del Rey Demonio Ravana sobre todo el Panteón hasta su muerte a manos de Rama.
Desde que Skanda se fue, todo ha ido de mal en peor en el conflicto entre los Devas, Asuras y Rakshasas. Parecía que la guerra jamás iba a terminar, y de continuar así llevaría a la autodestrucción de los tres pueblos principales del Panteón Hinduista.
Hasta este momento, Skanda vivió con miedo tanto de su tío como de sí mismo. Pero ahora ya se había cansado de huir; ahora que había encontrado la paz espiritual, quería regresar para afrontar su pasado y traer la misma paz a su pueblo.
Skadi estaba preocupada al punto del terror. Pero aun así no se opuso a la decisión de Skanda; lo apoyo, le deseo bienestar y le aseguro que si necesitaba ayuda ella iría a salvarlo sin importarle las leyes de los Panteones. El joven dios hindú, por su parte, le dijo a la diosa nórdica que fuera a buscarlo si algo malo llegaba a pasar en Vanaheim.
Al día siguiente Skanda partió a un nuevo viaje, esta vez para regresar a su tierra natal, y enfrentar su pasado: un viaje que lo llevaría a enfrentarse al nuevo representante de las Tribus Rakshasas, luego al Dios Supremo del Imperio de los Asuras, y después al mismísimo Dios Supremo del Reino de los Devas.
"Skanda, has recorrido un largo camino para llegar hasta donde estas. Por favor, no dejes que todo ese sufrimiento haya sido en vano", decía Skadi en su mente, esperando que su marido lograra escucharla de alguna forma, aunque sabía que él no podía.
Y de todos modos, su marido estaba demasiado ocupado como para escucharla.
https://youtu.be/qZWjyNL-auQ
Las paredes mágicas absorbían el impacto y la fuerza de cada golpe o poder generado dentro de la Arena de Duelo. Y trabajaban bien, porque de lo contrario todo el estadio se hubiera deformado por las ondas de choque que provocaba Skanda al golpear a Thor como éste si fuese un saco de boxeo.
Golpes directos. Ganchos. Contragolpes desde ángulos difíciles. Uppercuts. Codazos horizontales, diagonales y verticales. Patadas bajas y altas. Rodillazos frontales, altos y con saltos. En Thor caía todos esos tipos de golpes, e incluso algunos más que él no alcanzaba a identificar, ya sea porque sus ojos habían sido pulverizados o no lograba verlos bien por la brutalidad de semejante paliza.
Gran parte de su armadura había sido quemada y destruida, al igual que su cuerpo. Sin embargo él continuaba regenerándose tan pronto como su cuerpo era carbonizado por fuera y pulverizado por dentro. Además lograba protegerse la cabeza de los peores golpes para evitar ser noqueado, o incluso terminar con la cabeza explotando como una sandía.
Lo bueno es que su versión del hechizo Berserker había anulado su capacidad para sentir dolor. De modo que, al mismo tiempo en que resistía la lluvia de golpes, contraatacaba con el martillo y los guantes de Kenoplasma en golpes aleatorios, carentes de alguna base de cualquier estilo de lucha, que venían desde ángulos incómodos y hasta sorpresivos, lo cual tomaba desprevenido a Skanda.
No obstante, aunque los golpes de Thor eran aleatorios e instintivos, esto los hacía carecer de precisión. Y por lo tanto, a pesar de que lograban impactar en la cabeza o el cuerpo de Skanda, no lograban causarle un daño fatal. En cambio los golpes del dios hindú eran precisos y apuntaban a puntos vitales del cuerpo; tales como el hígado, la barbilla, la sien, el plexo solar y las rodillas.
Era el mismo estilo certero y letal que manejaba el dios Rudra al emplear el Muay Boran. Un estilo que, en las manos de un peleador con el cuerpo indicado, podría incluso matar a un boxeador profesional a golpes.
"¡Esto es una puta locura! Si no fuera por mis fuentes alternas de Maná, a estas alturas estaría siendo reducido a puré de carne. Además este maldito no está dándome tiempo de realizar algún ataque o hechizo. Como un hombre de palabra, está intentando reducirme a cenizas para que ya no pueda seguir regenerándome. Si no hago algo pronto, mi regeneración podría sufrir un fallo. Y moriré si tardo un segundo en regenerarme", pensaba Thor más rápido de lo que él podía moverse.
En este punto su cerebro trabajaba mucho más rápido de lo que jamás podría un humano en millones de años. Aunque no era el más inteligente de su pueblo, seguía teniendo una capacidad de pensamiento muy por encima del promedio. De hecho, si se hubiera dedicado al cien por ciento a la magia, quizás estaría cerca del nivel intelectual de Odín.
Pero su talento se inclinaba en la violencia. Y como tal su estilo era solo pelear de frente mientras se adapta a su oponente. Y tras cinco minutos en los que ya había recibido más golpes de los que devolvía, empezaba a memorizar el patrón de ataques de Skanda.
—Esto apunta a un mal camino —dijo Freyr frunciendo el ceño.
—Sí. A estas alturas Thor ya debe estar alucinando con Ymir —dijo Gerðr sonriendo con pena, al imaginarse el dolor de semejante golpiza.
—No me refiero a él, sino a Skanda —dijo Freyr casi riéndose por el comentario de su esposa—. El joven maestro debió haber asesinado a Thor desde hace unos minutos. Si no lo elimina pronto, Thor terminara de estudiarlo y aprenderá a defenderse de él. Podrá ser un estilo primitivo y hasta suicida. Pero así es como Thor pelea y ha ganado sus primeros combates. Si fuera un boxeador, su estilo sería el de un fajador, igual que Skanda. Por otro lado, aunque gastó toda la grasa sobrante de su cuerpo, sus músculos se endurecieron más y se fortalecieron con el Kenoplasma líquido.
—Como si hubiera tomado un barril gigante de esteroides y adrenalina.
—Más o menos. El punto es que gracias a eso, sus músculos pueden resistir los golpes de Skanda lo suficiente como para que el factor curativo repare el daño al instante. Aunque me parece raro.
—¿Qué cosa?
—Tomando en cuenta todo el daño que su factor curativo ha estado sanando, su cinturón ya debería de haberse quedado sin Maná. Y aunque se recargue sólo con el Maná natural del ambiente, no podría recargarse tan rápido, a menos de que esté tomando el Maná puro de otra fuente mágica externa... ¡Pero bueno! —Freyr levantó las cejas y esbozo una sonrisa alegre—. No he visto su cinturón mágico en acción tantas veces, así que no puedo opinar.
"Una fuente mágica externa...", pensaba Skadi, escuchando las palabras de la pareja sentada a su lado. Ahora con un mal presentimiento evaluó toda la Arena de Duelo, tratando de localizar algo que le pareciera raro. Pero no veía nada más que los pilares y los monolitos. "Ahora que lo pienso... las runas de esos monolitos me parecen familiares...", analizó Skadi, fijando sus ojos en las runas para empezar a leerlas con atención.
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