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Capítulo XLIII: Skanda vs Thor (III)

https://youtu.be/vAYZIo8nyRA

[Arena de Duelo].

Una vez más el estadio volvía a resonar con los gritos del público que apoyaba al luchador que los representaba. Y al mismo tiempo, se estremecían las paredes por las ondas de choque generadas cada vez que Thor usaba el martillo para bloquear los devastadores golpes de Skanda. Aunque también el solo movimiento de los ataques de ambos creaba ondas de viento, de los cuales el más débil tenía suficiente potencia para destrozar todo un continente.

Aparte, entre el público había quienes seguían sorprendidos por ver a Skanda participando en un evento de lucha como este.

—¿Por qué Skanda aceptaría participar en este torneo? —pregunto Murugan bastante confundido y sorprendido de ver al mencionado dios hindú allí siendo un peleador.

—Puedes preguntárselo a sus padres —sugirió Ganesha viendo de reojo las primeras filas de las gradas que estaban detrás de ambos, de las cuales en una se encontraba la familia de Skanda.

Primero estaba un hombre indio bastante alto (2, 00 m), con una piel dura como el metal y roja como el fuego, y de cuerpo robusto con mucha masa muscular. Parecía rondar por los 25 años. Tenía el cabello largo, erizado en forma de llama y de color dorado con patillas largas. Sus ojos carecían de pupila e iris, pero resplandecían de color azul cual llamas.

Vestía con un pantalón negro, sujetado con una protectora de cintura, hecha con metal Akasha de color carbón y con detalles naranjas. También traía brazales con hombreras puntiagudas del mismo metal, un guirnalda de flores alrededor del hombro derecho y el costado izquierdo, y como extra llevaba un rosario de semillas rudrakshas alrededor de la muñeca izquierda.

Era el Dios Mensajero del Panteón Hinduista, Rey de los Príncipes del Fuego y Guardián de los Mortales; era el Dios Hindú Asura del Fuego, Agni Tejas.

A su lado estaba una mujer indonesia de tamaño semejante, y también de un cuerpo tan musculoso que la hacía lucir robusta, además de que tenía pechos grandes y cintura delgada. Tenía la piel clara, largo cabello negro con algunos mechones, ojos rojos, labios rosa, un delineado rojizo bajo los ojos y una marca roja bindi en la frente. Llevaba un vestido muy llamativo por sus colores vivos de rojo, naranja y amarillo, junto con trazados de estilo llameante, y adornos dorados como brazaletes y aretes.

Era la esposa de Agni, madre de Skanda y sirvienta de las esposas de los siete sabios Saptarishis; era la Diosa Hindú Deva de las Ofrendas, Manyanti Svaha.

—¡Por culpa de esa mujer, eso es lo que pasa! —respondió Svaha cruzada de brazos y teniendo un semblante furioso, sobresaltando al joven Murugan por la forma hostil con la que respondió.

—Siendo más exactos, en realidad Skanda fue en persona a unirse al Equipo Cuzco para ayudar al pueblo eslavo —explicó Agni de una forma más tranquila, pero también preocupado, y teniendo la espalda un poco inclinada, el codo derecho encima de la rodilla del mismo lado, y la mejilla derecha apoyada en la mano de dicho lado.

—Pero no sería así, ¡si su esposa no fuese discípula de la Reina Loba Dziewanna! —agregó Svaha con más furia en sus palabras—. ¿Por qué? ¿Por qué? ¡¿Por qué Skanda tuvo que elegir como esposa a una mujer como esa?! ¡Por qué no pudo elegir una doncella o una guerrera, como lo hicieron sus hermanos Pavaka y Pavamana?! ¡Aceptaría como nuera incluso a una Rakshasa o una Yaksha, todo menos esa diosa que solo le ha traído problemas!

—Tranquilízate amor mío. Nuestro hijo tomó su decisión y, nos guste o no, hay que respetar lo que decidió —decía Agni enderezando la espalda y dirigiendo la mirada hacia su esposa, bastante apenado de la actitud de ella.

—¡No, no puedo aceptarlo! —decía Svaha, denotando preocupación y temor—. Esa mujer es una miserable irresponsable, superficial, traidora, manipuladora y mentirosa degenerada asalta cunas, que además carga con un largo historial de enemigos. Hasta ahora solo le trajo problemas a mi hijo. Y no pienso seguir soportando que Skanda continúe sufriendo por alguien así.

"He escuchado mucho sobre lo terrible que pueden ser las suegras, y más cuando no les convence las parejas de sus hijos. Pero esto es ridículo", pensaba Ganesha con pena ajena, mientras que Murugan estaba estupefacto por la actitud de la madre de Skanda.

https://youtu.be/A4tSBNbHoqE

—Por lo que he oído, deduzco que Skanda continuará lejos de casa por unos cuantos siglos más.

Comentó, con diversión cínica y un ligero sarcasmo, un hombre indio sentado no muy lejos de donde estaban Ganesha, Murugan, Agni y Svaha.

Era muy parecido a Agni, al grado de que podría ser su gemelo. Sin embargo tenía muchas diferencias notables, empezando por el hecho de que medía cerca de 1, 85 m, era de cuerpo más delgado —aunque seguía presentando una marcada musculatura muy desarrollada—, tenía la piel clara y sus ojos eran normales con el iris de color dorado. Además su cabello era negro, liso y largo hasta por debajo de los hombros, con una porción larga en ambos lados de su rostro sujetadas con adornos de oro.

Portaba una majestuosa armadura completa de metal Akasha, toda de color dorada con algunos detalles azules, con un estilo muy propio de un poderoso gobernante de la India. Incluía un pantalón holgado de color azul, aretes y en vez de un yelmo traía una corona en forma de cono, semejante a los usados por los gobernantes de la Antigua India.

Era el fundador de las principales sociedades humanas del Territorio Hinduista, hermano gemelo de Agni y Rey del Devaloka; el Dios Supremo Deva del Panteón Hinduista, solo por debajo de las Tres Potencias Cósmicas Brahma, Vishnu y Shiva; era el Dios Hindú Deva del Rayo y la Lluvia, Indra Devarendra.

—Si yo tuviera una suegra así, también tendría miedo de ir a tu casa, amor mío.

Comento con igual diversión una mujer india que aparentaba la misma edad que Indra. Era de estatura alta como Indra, de cuerpo tonificado y esbelto con pechos pequeños y piel naranja. Ojos carentes de iris y pupila, pero que resplandecían al completo de color morado. Cabello negro, corto hasta la barbilla y atado en una coleta alta por medio de una pequeña corona plateada. Llevaba una tela blanca alrededor de los pechos a modo de sostén, reforzado con metal Akasha plateado, y una falda larga de color blanco con un cinturón plateado, adornada con trazos rojos y algunas placas plateadas.

Era la Reina del Devaloka, esposa de Indra y madre de Devasena; era la Diosa Hindú Asura del Rayo y la Lluvia, Shachi Devarendra.

—Por otro lado, me pregunto si en serio Skanda pensara en matar a Thor —agregó Shachi cambiando a un semblante serio.

—Tiene todo el derecho de hacerlo —dijo Indra frunciendo el ceño—. Pero está claro que intenta contenerse por un sentido de compasión hacia el Panteón de su oponente.

—¿Qué quieres decir?

—Si se lo propone, ahora mismo podría humillar a Thor rompiéndole las extremidades, desfigurarle el rostro con su propio martillo y luego cocinarlo a fuego lento. Pero está midiéndose para no avergonzar a los inmortales nórdicos. Y no solo eso; también está siendo muy precavido, porque sabe que Thor no es estúpido, y Odín no aceptaría este combate sin tener un plan de respaldo.

—Es verdad. Casi olvido que su oponente es hijo de un obsesivo planificador perfeccionista.

"Y además, Skanda también tiene la presión de no saber si debería renunciar a sus principios para matar a Thor como venganza", agregó Indra en sus pensamientos, intrigado de conocer la decisión final de Skanda.

Mientras la pareja de reyes del Devaloka tenía su charla, los otros amigos de Skanda lo estaban animando desde el otro lado de las gradas.

Tal como en la anterior ronda en esta Zhu Rong, Hestia, Maui, Eleggua y Sun Wukong apoyaban a Skanda. Solo que esta vez uno de ellos tuvo una idea para elevar el ánimo.

—¿Para qué ese tambor? —pregunto Zhu Rong mientras él y su esposa Hestia observaban atónitos que el dios polinesio ahora tenía un tambor sujetado bajo el brazo izquierdo.

—¡¿Qué no es obvio?! ¡Para hacer mucho ruido! —contesto Sun Wukong, quitándose una hebra de su cabello para luego, en una explosión de humo, convertirla en un palo de los que se usan para hacer sonar un gong.

—¡Skanda ahora está en una posición difícil al no saber si tendrá que matar o no a ese bastardo! —decía Maui con frustración—. ¡Tenemos que demostrarle que estamos de acuerdo en que lo mate! ¡Y para eso tendremos que animarlo haciendo mucho ruido! ¡Wukong haz otros dos tambores para Zhu Rong y Eleggua!

—Oigan chicos, la idea es buena y la apoyo, pero creo que habrá que aumentar la potencia del sonido —decía Eleggua con los ojos entrecerrados, y señalando con el dedo índice izquierdo el grupo Æsir de los inmortales nórdicos.

Maui, Wukong y también Zhu Rong y Hestia miraron en la dirección antes mencionada. Entonces el dios polinesio y el Rey Mono quedaron boquiabiertos e igual de atónitos, al ver que los Æsir tenían tambores delgados de 2, 00 m de diámetro y 1, 00 m de largo, que al ser golpeados emitían un atronador sonido, acompañado por los gritos de los inmortales de Asgard diciendo el nombre de Thor.

—¡Maldita sea! ¡Wukong, saca todo el arsenal de nuestro grupo musical de metal and rock, incluyendo también mi batería de guerra! —dijo Maui con tanta furia que se hinchaban varias venas de su cuerpo.

—¡En seguida! —contestó Wukong apretando los dientes igual de furioso, antes de proceder con empezar a quitarse con ambas manos hebras de su cabello.

—¿Ustedes hacen estas tonterías cada vez que se reúnen? —pregunto Hestia con una sonrisa divertida. 

—Sí, básicamente —contesto Zhu Rong también sonriendo y entrecerrando los ojos. 

https://youtu.be/mSenytFVorc

Mientras tanto, en la Arena de Duelo, los dos peleadores seguían enfrascado en un frenético combate por toda la zona de batalla.

Skanda atacaba de frente por medio de golpes directos, con algunos codazos horizontales. Y solo usaba patadas horizontales para atacar de lejos mientras esquivaba, o usaba los rodillazos para acercarse con una arremetida feroz. Claro que, por esta forma directa y agresiva de pelear, quedaba vulnerable a algún que otro puñetazo o patada sorpresa. Sin embargo los resistía y seguía atacando como una verdadera bestia.

Thor, por su parte, estaba más a la defensiva que a la ofensiva, ya que su martillo lo usaba más que todo para bloquear los puñetazos y los rodillazos. Y aunque no podía bloquear los codazos y las patadas, las resistía para contraatacar con el otro puño o una simple patada sorpresiva. Era lo mejor que tenía de momento, ya que los ataques de su martillo eran evadidos con una facilidad absurda.

Durante el intercambio de golpes era Skanda quien tenía la ventaja. Así que Thor, en medio de la lucha, obligaba a Skanda a moverse por la arena, llegando cerca de los monolitos nórdicos, los cuales Thor aprovechaba para golpear a seis con el martillo, y con ello crear explosiones electromagnéticas. Pero a pesar de que Skanda lograba alejarse y cerrar los ojos a tiempo, para evitar ser aturdido por las repentinas explosiones, al cabo de unos minutos toda la arena quedó envuelta en descargas eléctricas igual que un campo electromagnético.

Después de evadir la sexta explosión eléctrica, saltando varios metros hacia atrás, Skanda regreso al punto medio de la Arena de Duelo, y entonces noto que Thor había desaparecido luego de golpear aquel monolito con el martillo.

Skanda solo enderezo la espalda, bajó los brazos, dio un largo suspiro y cerró los ojos, concentrándose en el sonido de la electricidad a su alrededor. Entonces hizo un giro hacia la izquierda, e impactó un codazo izquierdo invertido en el estómago de Thor, justo después de que éste último se materializara a través de descargas eléctricas para atacar con el martillo.

Aquel golpe fue tan fuerte y rápido que Thor, aparte de vomitar sangre, no tuvo tiempo siquiera de mover el martillo. Y como remate, Skanda se alejó caminando un paso hacia adelante, para entonces hacer una voltereta hacia atrás, y con esto golpeo el rostro y pecho de Thor usando ambos pies, uno seguido del otro en una veloz doble patada.

De inmediato Thor retrocedió a una considerable distancia, dando un pequeño salto y luego desplazándose por el aire de tal manera que parecía una pluma, lo cual era bastante irónico considerando su descomunal tamaño y cuerpo robusto.

—Me quedo claro que mezclarme con la electricidad no sirve de nada contra ti —dijo Thor con sarcasmo divertido, para luego escupir sangre al suelo.

—Mi tío Indra hizo algo similar contra mí. De hecho, fue la misma técnica con la que me venció en nuestro primer combate —decía Skanda, dándose la vuelta para ver a Thor—. Pero comparado con la de él, la tuya es mucho más fácil de evadir y prever. Solo basta con percibir los cambios de potencia en las diferentes descargas eléctricas.

—Claro. Y como tienes una afinidad extrema hacia el elemento fuego, te resulta muy fácil percibir esos cambios —decía Thor, haciendo nota mental de la capacidad de su oponente.

Una vez descubierto eso, Thor levantó el martillo y, como si se tratara de un conductor eléctrico, comenzó a absorber todas las descargas eléctricas en la zona.

"Como supuso mi padre, mis ataques y estrategias comunes no servirán de nada contra Skanda, por la experiencia que tiene luchando contra otros dioses del rayo, como Tlaloc y su tío Indra. Además, por irónico que parezca, el hecho de que él luche contra mí desarmado le da más ventaja. Si quiero sobrevivir a este encuentro, tengo que cambiar por completo mi forma usual de luchar... tengo que pelear tal como me lo ordenó mi padre", se decía Thor en su mente, reconociendo que iba a tener que usar la estrategia de Odín en vez de la suya...

—He dedicado un siglo estudiando el Kenoplasma, desde el punto de vista de los patéticos budistas. Aunque son unos bastardos hipócritas sinvergüenzas, muchas de sus ideas respecto al Kenoplasma eran correctas. Hasta donde sé, son tan verídicas como las de los demonios Rakshasas, los diablos israelitas y los dioses africanos. Lo pude comprobar yo mismo con mis experimentos en los humanos budistas que capture. Solo sigue mis instrucciones, y manejar el Kenoplasma será algo instintivo para ti...

"Está sucediendo tal como dijo el viejo; esto no es una batalla de fuerza y técnica, sino de estrategia y resistencia... En ese caso, Gjenganger Æsir: Hoppa á Milli Ríki (Revenant Æsir: Salto Entre Reinos)", pensó Thor, para luego arrojar el martillo al cielo y chasquear los dedos de la otra mano.

Mientras Thor desaparecía cual fantasma, el martillo se mantenía suspendido en el aire, girando sobre sí mismo igual que un boomerang. Pero después de absorber la electricidad presente en la Arena de Duelo, comenzó a irradiar tanta luz y descargas eléctricas que tomó forma de un orbe eléctrico; uno que de empezó a liberar relámpagos contra el dios hindú.

No obstante Skanda invocó en su palma izquierda una flecha Bhakshayan Banah, la cual atrapo con la misma mano y, como si se tratara de un bastón, la usó para desviar los relámpagos con golpes calculados e igual de veloces. No pensaba moverse, ya que con la mirada buscaba el punto donde Thor iba a aparecer.

Es entonces que Skanda noto un detalle importante; empezó a ver su propio aliento, como si la temperatura en el ambiente hubiera disminuido. Al tomar este detalle y la forma en como Thor desaparecía, confirmó al cien por ciento qué tipo de poder era ese. Así que retrocedió un paso, a la vez que se deslizaba por el suelo haciendo un giro de 360 grados, para ver todo su alrededor en un rápido vistazo. Y al captar la señal que esperaba ver, detuvo el giro hundiendo el pie en la tierra reforzada.

La señal que esperaba ver era aquella luz fantasmal, la cual él detectó detrás de un monolito muy cerca de su posición. Y de ese monolito apareció Thor, quien levantó el monolito y lo arrojo contra Skanda, justo en el momento ideal en el que un rayo del Mjölnir descendió; el relámpago impactó sobre el monolito, y provocó una explosión eléctrica muy cerca de Skanda.

A pesar de que Skanda evitó ser cegado gracias a que cerró los ojos antes de la explosión, igual aquello sirvió de distracción para que Thor pudiera sorprenderlo golpeándole el pecho con el puño izquierdo, para luego enviarlo a chocar contra un pilar ubicado a diez metros por medio de una simple patada derecha en el estómago.

De inmediato Thor se impulsó hacia su oponente derribado para seguir atacándolo; iba tan centrado en atacar, que no pudo reaccionar a tiempo cuando Skanda se levantó de golpe, sujetando el pilar detrás de él, y lo levantó del suelo para golpear a Thor desde arriba. Y por si fuera poco, el pilar reaccionó al toque de Skanda; comenzó a brillar con mayor intensidad, y al momento de impactar en la cabeza de Thor explotó cual granada en llamas doradas.

—Si no peleas sucio es como si no pelearas, ¿verdad? —dijo Thor retrocediendo un par de pasos, cubierto de llamas doradas, y tambaleándose un poco debido a que estaba aturdido.

—El bovino hablando de cuernos —contesto Skanda con un poco de ironía, dado al hecho de que desde antes su oponente ya estaba usando los objetos del alrededor para su beneficio.

https://youtu.be/oZF0xUA6xCc

Entonces Skanda levantó los puños a la altura de la barbilla, e hizo el gesto de lanzar un golpe de izquierda. Por supuesto que Thor lo vio venir, y por ello reaccionó rápido para cubrirse con ambos brazos. Sin embargo se llevó una gran sorpresa, cuando el golpe que vino no fue de izquierda, sino de derecha, y por medio de un uppercut que le levantó los brazos.

"¡¿Qué?! ¡Estoy seguro de que él iba a atacar con el brazo izquierdo! ¡¿Acaso hizo un truco para despistarme?!", pensó Thor sorprendido, antes de retroceder a la fuerza por un codazo izquierdo en el estómago que le quitó casi todo el aire.

De inmediato Thor volvió a prepararse, esta vez para bloquear una patada derecha, ya que vio como Skanda, antes de acercarse a él, flexionaba la rodilla derecha y levantaba el talón del pie, lo cual era un indicio de que se preparaba para lanzar una poderosa patada alta. No obstante Thor volvió a equivocarse; el golpe si vino desde una patada derecha horizontal, pero Skanda se había dado la vuelta a la izquierda, y de esta forma atacar el vulnerable costado derecho de Thor.

Es entonces que se dio inicio a una salvaje paliza hacia Thor, quien cada vez que intentaba bloquear un posible golpe, le sorprendía otro.

[Habitación de Karttikeya].

Mientras tanto en la habitación personal del actual Dios Hindú de la Guerra, éste último, sus esposas Devasena y Valli, y también la diablesa Lilith observaban la nueva Batalla de Inmortales. Valli se sorprendió al ver a su pariente lejano luchar en ese torneo. Devasena estaba preocupada por su primo. Karttikeya veía con calma absoluta el desarrollo del combate. Y Lilith estaba confundida por algo en particular.

—¿Qué le está pasando a Thor? Por un momento pareció que ya estaba memorizando el patrón de ataques de Skanda. Pero ahora está volviendo a ser un saco de boxeo para él, nunca mejor dicho —decía Lilith con una ceja arqueada, no entendiendo lo que sucedía.

—Lo que pasa es que Thor está siendo engañado por el truco más básico del Arte de las Ocho Extremidades —decía Karttikeya—. Se le conoce como "Fintas".

—¿"Fintas"? —repitió Lilith para saber si escucho bien, mientras dirigía la vista a Karttikeya—. ¿Qué son? ¿Una especie de magia o poder?

—Nada de eso. Es una simple técnica ilusionista. Consiste en hacer gestos como si fueras a atacar, pero nunca lo haces. De manera que son "golpes falsos" o "golpes ilusorios", como lo quieras llamar.

—Entonces es como un simple truco de ilusionista barato —dijo Lilith sonriendo por lo divertido que le parecía eso.

—Parecerá simple, pero es muy efectivo si se usa bien. Para explicarlo mejor, durante una pelea se eleva la adrenalina e instinto de supervivencia, obligando a los peleadores a estar en total alerta a cualquier movimiento del contrario. Esto provoca que sean más fáciles de engañar con un ataque falso.

—Pues si lo dices así, creo que comienzo a verle la utilidad —decía Lilith volviendo a dirigir la mirada hacia el espejo transmisor—. Y si mal no recuerdo, es el mismo truco que uso Buda durante su pelea con Rudra; cuando fingió que iba atacar con una patada, pero se detuvo justo antes de terminar el ataque.

—Sí. Eso también es un tipo de finta. Son muy comunes en las Artes Marciales, e incluso en algunos deportes. Sin embargo su éxito depende por completo del oponente; como ejemplo de eso, Buda no volvió a usar esas fintas, porque sabía que ahora ya no le servirían contra Rudra, por su capacidad de adaptación y vasta experiencia.

—Y tal parece que es la primera vez que al imbécil de Thor le atacan con fintas —comentó Valli con una sonrisa divertida, viendo la batalla en el espejo transmisor.

—Solo espero que mi primo no se pase demasiado, como en su pelea contigo amor mío —dijo Devasena bastante preocupada.

—¿Skanda y tú ya habían peleado antes, Kartty? —pregunto Lilith sorprendida y dirigiendo la mirada al Dios Hindú de la Guerra.

—Sí, veinte veces —respondió Karttikeya, sin dejar de ver el combate—. Yo no tenía problemas en usar mi disciplina en una pelea contra él, porque sabía que podría darlo todo sin estar preocupado por llegar a herirlo de gravedad. Skanda es de los pocos peleadores de mi nivel, que yo podía enfrentar al cien por ciento con mi disciplina sin sentir miedo de llegar a matarlo. 

»Y también es de los pocos oponentes que me hacían sentir emoción por la pelea. Así que luchamos como maestros rivales en nuestras disciplinas. Las primeras diez peleas fueron en eventos deportivos, que incluían peleas de Muay Boran. Las siguientes nueve fueron en torneos de artes marciales entre los Panteones Hinduista, Chino y Japonés.

—Y en todas esas diecinueve peleas, Karttikeya ganó —agregó Valli con una sonrisa arrogante—. La pelea número veinte fue la que determinó a Karttikeya como el definitivo Dios de la Guerra de nuestro Panteón.

—Sin embargo la decimonovena pelea fue a puertas cerradas, fuera de la arena y el cuadrilátero —agregó Devasena—. Básicamente fue una simple pelea personal entre maestros.

—¿Y quién ganó esa pelea? —preguntó Lilith intrigada.

—Él gano —dijo Karttikeya esbozando una sonrisa alegre, dejando impactada a Lilith—. Después de esa pelea tuvimos una revancha en el torneo anual de Artes Marciales. Y aunque yo gane la revancha, me retiré de los combates de Muay Boran indefinidamente; fue cuando perdí mi espíritu de lucha.

—¡¡Pero si Skanda ya te derroto una vez, eso quiere decir que ahora mismo él es más fuerte que tú!! —exclamó Lilith tan sorprendida que parecía alterada. 

—Más o menos. Calculo que Skanda es más fuerte que el yo de antes de recuperar mi espíritu de lucha al pelear contra Ares. Pero ahora que me he hecho más fuerte, cálculo que él debería estar en mi nivel actual. 

Lo dicho por Karttikeya impresionó a Lilith; le hizo darse cuenta que ahora mismo si Thor comete una estupidez muy grande, puede darse por muerto. Aunque eso no impresionaría a la diablesa, por lo ansioso que está Thor de ver la verdadera fuerza de Skanda, además de que para los nórdicos Æsir la muerte en batalla es el máximo honor de todos.

[Arena de Duelo].

https://youtu.be/CarRaRMbgWo

Mientras tanto en el combate Skanda seguía atacando a Thor sin piedad, mientras lo confundía con las fintas. 

La pelea llegó a un extremo en el que Thor pasó de intentar contraatacar a cubrirse con los brazos. Y pasado unos segundos, en los que ha recibido más de cincuenta golpes, Thor solo tuvo como idea el darle a su martillo la orden mental de atacar con todo. Claro que Skanda se dio cuenta de eso, por las descargas que el martillo empezó a emitir, así que actuó rápido para bloquear los rayos que le iban a caer.

Con un puñetazo izquierdo Skanda atravesó la defensa de Thor, y le sujeto de la barba para inclinarlo hacia adelante. De esta manera lo usó como escudo para bloquear los rayos que disparaba el martillo desde arriba. Sin embargo los relámpagos no le hicieron nada a Thor, más que envolverlo de electricidad azul, al punto en que sus ojos resplandecían y sus heridas sanaron al instante.

—Tonto... la magia de rayo no es propia de mi amada Mjölnir, ¡es mi propia magia conducida a través de Mjölnir! —exclamó Thor esbozando una gran sonrisa arrogante.

—Eso ya lo sé. Y no me importa —contestó Skanda, mientras concentraba energía Prana en la mano derecha.

De inmediato Thor reaccionó para sujetar la muñeca derecha de Skanda, justo en el momento indicado para evitar que el filo de la flecha de Prana se enterrara por completo en su barriga.

—¡Ja! Perdiste tu oportunidad de ganar. Podrías haberme enterrado esa flecha en el corazón o debajo de mi cabeza... —decía Thor ahora luciendo molesto—. ¡Si continuas rechazando la idea de matarme jamás ganarás!

Agneyastra: Deva Khanda (Astra de Fuego. Khanda del Deva) —dijo Skanda como respuesta, y entonces su flecha de Prana cambio de forma.

Thor sintió como un filo ardiente casi atravesaba todo su estómago. Así que de inmediato lo alejó varios metros con un relámpago disparado desde la palma de la mano derecha, que le dio de lleno a su oponente. Y entonces el martillo empezó a liberar toda su electricidad acumulada en una lluvia de relámpagos sobre el dios hindú. Mientras tanto el dios nórdico se miró el estómago, y descubrió que tenía un profundo corte, el cual ya estaba sanando.

Luego levantó la mirada, y vio que Skanda estaba caminando con absoluta calma, mientras era golpeado por los relámpagos. Estaba claro que recibía daño, ya que en su piel había pequeñas quemaduras que sanaban casi al instante. Y sin embargo, él aceptaba el ataque de los relámpagos sin queja alguna.

Por otro lado, Thor se dio cuenta de que Skanda ahora portaba en su mano derecha una versión mejorada de la espada Khanda de la Antigua India; una espada de hoja recta y de color negro carbón con filo dorado, y empuñadura con protectora de dedos adornada con puntas filosas. Pero además el filo de la hoja emanaba llamas doradas.

Skanda, sin dejar de mirar a Thor de forma hostil, levantó la espada Khanda de Prana en dirección al Mjölnir en el cielo, y del filo disparó una ráfaga de fuego dorado que consumió los relámpagos, hasta impactar en el martillo y, tras una atronadora explosión, hizo caer el martillo de nuevo en la tierra.

"Tal parece que esas llamas solo queman algo en específico, porque la herida que me hizo no estaba casi cauterizada. Además, mis relámpagos casi no le hacen nada pese a que los recibe de frente, sin protegerse con Prana. Voy a necesitar más que simples hechizos para lograr dañarlo", decía Thor en su mente, dándose cuenta que su oponente, aun sin el Prana, ya poseía una resistencia muy por encima del que pensaba en un inicio.

Una vez entendido que debía empezar a usar sus "cartas de triunfo", Thor agito el brazo derecho, y con eso llamo a su martillo. Después de recuperar su Astra, procedió a cargarlo con más magia de rayo; antes solo se dedicó a usar magia bruta, y algunos hechizos simples que en este punto ni siquiera necesitaba conjurarlas en voz alta.

Estaba preparándose para empezar a recurrir a las "armas secretas", que ha desarrollado después de haber perdido contra San Gabriel.

—Debo decir que me has impresionado. Con solo técnicas básicas, has logrado acorralarme. Y tus golpes son los más fuertes que he sentido hasta ahora —decía Thor con una sonrisa divertida—. Ahora entiendo cómo es que mataste de esa forma al dios del sumo, Takemikazuchi. Cada vez me doy cuenta de lo parecido que somos en realidad.

—Jamás pensé que fueras tan hablador —dijo Skanda, mientras desaparecía su espada de Prana.

—Esta es la primera pelea emocionante que tengo desde hace mucho tiempo. Y quiero disfrutarla al máximo. Eso incluye conocer en profundidad a quien me dio la oportunidad de divertirme. Además, no puedo ignorar el fascinante hecho de que eres como yo; tanto en naturaleza como en historia.

—No me compares contigo, una basura que mata por diversión.

—¡Ja, ja, ja! ¡No hables como esas mierdecillas hipócritas de allí, allí, allí y allí, que se creen los únicos pueblos "civilizados"! —decía Thor entre risas burlonas, señalando con el martillo a los inmortales griegos, mayas, mexicas y japoneses, y después baja el martillo para señalar a su oponente con el dedo índice de la otra mano—. Tú estás lejos de esa fantasiosa e idealizada imagen del perfecto "hombre civilizado", aunque intentes parecerlo. Para ellos solo eres otro salvaje "bárbaro", como yo —Thor se señala a sí mismo con el pulgar de la mano izquierda—; una máquina de guerra, que estuvo al servicio de un rey deseoso por vengarse de todo un pueblo de fenómenos caóticos. 

—¿Ahora me dirás que lo que le hace Odín al pueblo de Skadi es venganza? ¿Y tú cazas el pueblo de tu propia madre por eso?

—No exactamente... —decía Thor todavía sonriendo con diversión, para después bajar la mano izquierda, levantar la mirada al cielo y observar las nubes negras de tormenta—. Permíteme que te ilustre el origen de mi camino lleno de sangre, y lo que fue para mí conocer mis verdaderos orígenes. Quiero aprovechar este momento para hablarlo, porque sé que en alguna parte, debe de estar mi queridisima madre traidora viendome pelear...

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