Especial Felsa y Jackunzel.

De alguna manera todo el Instituto había terminado enterándose de la visita a Disney. Y a gran parte del alumnado le había parecido una maravillosa y divertida idea ir a Orlando para vacaciones.

Mérida tuvo la suerte de que las amigas de Astrid estrictamente la obligaron a pasar las vacaciones en familia con ellas. Si no, la rubia se habría agregado al viaje.

Después de todo... La envidiaba.

Ella tenía una familia, Mérida y sus amigos no. Incluyendo a Anna, Elsa, Flynn y a Tooth. Por alguna razón extraña ellos habían terminado como inmortales, Astrid también. Pero al parecer la habían adoptado. ¿Cómo? No la sabe, ni le importa.

Rapunzel y Anna parecían ser las más emocionadas con el paseo por Disney World. Ambas traían a Kristoff y a Jack de aquí para allá, lo cual resultaba ser encantador. Por alguna razón Kristoff se había olvidado de la inmadurez de Anna para enamorarse de su espíritu incontrolable. Y Anna parecía estar igual de enamorada de él.

Honey y Tadashi no disfrutaban casi nada de las vacaciones por planear sus proyectos para la Feria de Ciencias a la que también asistiría el hermano menor de Tadashi, Hiro. Quien también había ido con ellos a Disney.

Mérida e Hiccup estaban tan juntos como antes, o tal vez un poco más. Y en cuanto a Elsa... Trataba de que no se notara tanto su atracción hacia Flynn.

Esta vez todos estaban juntos.

Ahora que Rapunzel y Flynn eran amigos, era algo que Elsa podría aprovechar. Ya que Flynn permanecía cerca la mayor parte del tiempo.

-¡Que hambre!- exclamó Anna.
-Anna, acabas de comer.- le regaño Elsa quien llevaba de la mano un peluche de Winnie Poo que pertenecía a su hermana.
-Estar de un lado a otro me da hambre, Elsa.- se quejó la menor de los Arendelle.
-Anna tiene razón, ¿qué les parece si vamos a buscar algo para comer?- preguntó Jack, quien abrazaba a la rubia ojiverde.
-O no, no tengo hambre. Vayan ustedes.- dijo Elsa. Honey, Tadashi y Hiro se le unieron.
-Nosotros tampoco.
-¿Y bien?- preguntó Mérida a Hiccup.
-Pue yo si tengo hambre.- contestó el castaño.
-¡Genial!- exclamó Rapunzel y el resto de ellos fue a comer.

Honey, Tadashi, Hiro y Elsa regresaron al hotel a sus habitaciones. Una vez Elsa en la habitación que compartía con su hermana, dejó al pequeño Winnie Poo sobre la cama de Anna y ella fue a tomar un baño. Saliendo de la regadera se puso algo cómodo y comenzó a cepillar su cabello mientras pensaba en mil cosas.

Nunca antes de la había pasado esto. Y la pregunta era: ¿Por qué? ¿Qué tenía Flynn de especial?

La primera vez que lo vio, que fue el día en que llegaron varios de intercambio sintió una extraña punzada en el pecho. No de dolor, de algo diferente.

Pensó en ignorar el tema. Sí, tal vez le guste, pero ¿por qué tanta pregunta rondaba por su cabeza? ¡Le gusta un chico! ¡Wow! No es la gran cosa.

¿Qué tiene él que los demás no? ¿Qué me está pasando?

Después de terminar de cepillar su cabello fue directo a su cama a tomar una siesta.

La noche con Luna llena y las brillantes estrellas.
Elsa escuchaba música detrás de ella, ¿dónde estaba? Era una especie de balcón. ¿Estaba en un castillo? ¡Oh por Dios! ¡Estaba en un castillo!
No sabía porque, pero se lo tomó muy a la ligera. Llevaba un atuendo bastante del pasado.
Ella no recordaba nunca antes haber tenido un vestido tan caro y hermoso. Era largo y color azul muy bonito. Llevaba el cabello recogido por completo. Lo único que ella recordaba del pasado era haber vivido en el campo con Anna, pero ellas nunca antes habían ido a un castillo. Mucho menos a una gran fiesta.
Flynn apareció detrás de ella vestido con ropa tan cara como la que ella usaba, ¿vestido de príncipe? Sus sueño iban muy lejos.
Después de tantas palabras sin sentido que ella no escuchaba o ignoraba en el sueño, Flynn la besó. Y ella le siguió el beso.
-Tú serás la princesa y yo el pirata.

Elsa abrió los ojos. Siguió tumbada en la cama por varios minutos más, estiró el brazo en busca de su celular y revisó la hora.
Había dormido dos horas completitas. Seguro y ya todos habían acabado de comer.

Se puso de pie y tallo sus ojos mientras caminaba con pereza después de una cómoda siesta de tarde. Se dio cuenta de que alguien había tirado un papel bajo la puerta. Se acercó pensando que sería de Anna avisándole el próximo lugar donde estarían.

Lo tomó y el poco sueño que le quedaba desapareció para ser llenado por una grata sorpresa.

"Esta noche lanzarán luces de cantolla, la espero junto al resto del grupo, princesa.
Flynn Xx."

¿Princesa? ¿La había llamado princesa? Una estúpida sonrisa apareció en su rostro y abrazó aquél papel con entusiasmo.

Elsa corrió a buscar un buen atuendo para la noche. Terminó usando una falda hasta encima de las rodillas a mitad del muslo color blanca, y una blusa del mismo color que dejaba al descubierto sus hombros pero a la vez llevaba mangas. Recogió su cabello en una trenza de lado, se puso unos tacones bajitos y guardó la nota pensando en conservalra para siempre. Bajó en busca del grupo.

...

-Blondie, ¿sabías que te amo?

Rapunzel dejó de mirar el cielo para mirar a Jack quien permanecía a su lado. Ambos estaban apollados en una cerca de metal esperando por las luces de cantolla al igual que el resto de los turistas. Ella le sonrió.

-Ya te había escuchado decirlo, pero nunca me dijiste cuánto.- dijo torciendol a cabeza. Jack sonrió.
-No imaginas cuanto.
-Dame un ejemplo.

Jack hizo una mueca.

-¿Cuánto tiempo llevamos juntos?- preguntó él.
-Doscientos años.- dijo Rapunzel.

Doscientos años es poco para lo mucho que amo.

-Bien. Multiplicalo por un millón.- dijo Jack, Rapunzel abrió mucho los ojos.
-Dios, eso es demasiado.- dijo ella, Jack sonrió.
-Y es poco para lo mucho que te amo, blondie.- dijo acercándose para besarla, pero unos gritos de emoción los interrumpieron.
-¡Miren!

Todos observaron cómo cientos de luces de cantolla iluminaban la noche. Jack abrazó a Rapunzel mientras ambos miraban con admiración.

...

-Creí que no vendrías.- dijo Flynn a Elsa, ella sonrió.
-No me perdería el espectáculo.- dijo ella.
-Me doy cuenta, princesa.- al momento de escuchar eso, Elsa se sonrojo.
-¿Por qué me llamas así?- preguntó cabizbaja.
-No lo sé... ¿Te molesta?- preguntó Flynn, Elsa alzó la vista.
-No, para nada.- admitió ella.

Alzó la vista hacia el cielo, que era llenado de hermosas luces de cantolla. Flynn tomó su mano y ella lo miró de golpe.

-Tranquilo, pirata.- dijo ella, él rió.
-¿Cómo me llamaste?- preguntó entre suaves risas.
-Pirata.- dijo dando un toquecito a su nariz.

Y en ningún momento soltaron sus manos.

...

Jack miró hacia su izquierda donde se encontraba su hermana tomada de la mano de Flynn.

-¿Qué hace mi hermana con Rider?- preguntó Jack comenzando a soltar a Rapunzel.

Ella rió y lo acercó más a él para evitar un escándalo.

-Mejor preocupate por Hiccup y Mérida, parece que se van a comer.- dijo la rubia.

Jack localizó a sus amigos y río a carcajas.

-¡Eh! ¡Rojita! ¡Déjame algo de Hiccup, ¿quieres?!- gritó Jack. Mérida lo miró furiosa.
-¡Cierra la boca, Frost!- le gritó ella.

Las luces de cantolla fueron mezcladas por copos de nieve frescos y brillantes. Rapunzel miró a Jack.

-¿Tú lo has hecho?- preguntó la rubia.
-No, yo no fui.

Sólo quedaba otra opción.

Ambos voltearon a mirar a Elsa, quien se encontraba abrazada por Flynn. Jack en un acto de celos de hermano quizo ir hacia ellos, pero Rapunzel lo jaló del brazo.

-No seas un idiota.- dijo la rubia riendo y acercó sus labios a los de él, quien no se negó en seguirle el beso.

-Dulcinea BC.